Capítulo 42

Hola chicas, han pasado meses desde la última vez que escribí algo, ya que para esta historia o para otras. Después de mucho pensarlo, he decidido finalmente dejar de ser escritora en esta plataforma. La vida me ha llevado a perder la inspiración, y por eso, hoy les digo adiós, hoy termina Amy01uchiha. Ha sido un largo viaje y me causa tristeza tener que terminarlo, es por eso que...




























Parte 1

____

—¿Qué le dijiste que cosa? — Deidara cuestiona, con aparente impresión.

—Pues sí, le dije que voy a estar ahí con él — respondo, mi vista fija en mi portátil, que descansaba sobre mi cama.

—¡Esto es lo mejor que me han dicho en días! — Dei exclama, sus ojos en ese momento brillaban más que las estrellas en el cielo nocturno —, ¡Naruto! ¡Naruto ven aquí!

No puedo evitar reír al ver a Deidara levantarse tan rápido que casi se cae. Y por si fuera poco, al momento en que casi alcanzaba la puerta, mi querido primo la abrió de repente. La puerta golpeó el rostro de Barbie quien soltó un gemido y llevó ambas manos a su rostro.

—¡Zorro lunático! — gritó Deidara —, ¡¿qué acaso no me viste?!

—Oh, lo siento Dei — dijo Naruto, claramente tratando de no reírse.

—No te ofendas Deidara, pero ya sabes que la carne de burro no es transparente— bromeo, desde mi posición en mi cómoda cama.

—¡Si eso! — exclama Naruro —, ¿espera, qué?

—Ustedes son mi karma de vidas pasadas — Deidara gruñe, todavía cubriendo su nariz con ambas manos.

—Pues me parece que la liaste demasiado en los años 1500 — digo.

—Quizá fue Dei quien le dio de comer la manzana a Eva en la biblia... Mierda, Dei es el pecado original en persona — bromea Naruto.

No pude evitar soltar una carcajada. Buena esa, querido primo, pensé.

—¿Pero qué dicen? Yo soy un pan de Dios— dice Deidara, finalmente retirando las manos de su rostro. Por fortuna, no había sufrido lesión grave.

—Si, solo le dijiste que pusiera un dedo pequeño en el pie en un ángulo tan específico que sea muy fácil lastimarse. Todo eso con el fin de crear la frase "a dedo malo todo se le pega" — dijo Naruto al tiempo que se recostaba del marco de la puerta.

—Entonces ahora yo soy el responsable de todo lo malo que pasa en el mundo— dijo Dei al tiempo que alzaba las manos al techo.

—Uhm, estoy un poco perdida. ¿Cómo llegamos al tema del dedo meñique? — cuestiono, extrañada.

—Yo no sé, tú tienes que entender que Naruto no es normal. Él habla muchos disparates— comenta Dei.

—Recuérdame otra vez Dei por qué soy tu amigo-

—¡Ah! Si, el motivo por el que te estaba llamando tan desesperadamente es porque tu prima me acaba de confesar que se va a masturbar con Sasuke — dijo Dei, como una carretilla.

—...

El cuarto se quedó en silencio unos minutos. Naruto parpadeó varias veces como si estuviera en shock, Deidara sonreía de ceja a ceja, y yo me estaba muriendo de vergüenza. ¿Cómo al bruto ese de Deidara se le ocurre soltar eso así?

—¿Y qué quieres que haga, que le compre los juguetes para que Sasuke se los meta? — cuestiona de repente Naruto, con tanta seriedad que me resultaba preocupante.

Esta definitivamente sería una larga tarde.

Sasuke

¿Qué juguetes les gustarán más a las mujeres?

¿Qué lubricante debería conseguir?

¿Estaría ella dispuesta a probar los aceites?

¿Quizá me estoy excediendo?

Maldita sea Sasuke...

Las preguntas no habían cesado desde el momento en el cual ____ me había planteado la posibilidad de experimentar juntos. Me hacían sentir como un niño pequeño que apenas estaba recibiendo el primer mensaje de su amor platónico.

Joder...

Es nuestra primera vez juntos, debería quizá prepararme un poco para darle una noche que pueda recordar. Puedo comprar su vino favorito y... ¿A ella le gusta el vino? ¿O preferiría una cerveza? ¿Qué estilo es mejor: el elegante, o el casual?

Cada vez que comenzaba a desvariar de aquella forma, las manos me sudaban. Quién me iba a decir a mi que planear una noche de "sexo casual" me iba a estresar tanto. No recuerdo ningún punto en mi vida, ni siquiera cuando era adolescente, que me causara tal nerviosismo.

Esa noche estaba lloviendo a cántaros y como buen cliché de novela, ese día tuve la maravillosa idea de ir en transporte público en la mañana. Llegué al edificio empapado, al mismo tiempo que ____.

—¿Sasuke? Llegaste temprano hoy — dijo ella, jadeando después de llegar corriendo al lobby.

—Si — respondí casi en un susurro.

Los dos esperamos en silencio a que llegara el ascensor. No pude evitar fijarme en su figura, abrazada por las ropas empapadas. De pronto tuve una visión sorpresivamente fotográfica, pude apreciar las gotas de agua deslizándose por su cuello, perdiéndose en el camino que llevaba a sus senos.

Dios, que ganas de hacerle el amor a esta mujer.

Las puertas del ascensor se abrieron y tanto ____ como yo aprovechamos para entrar. Unos segundos después de que se cerraran las puertas, el ascensor se detuvo y las luces comenzaron a parpadear. No... no por favor.

La respiración de ____ se aceleró, sus ojos se abrieron más por la sorpresa. ¿Será claustrofóbica?

—Hey, hey está bien — me apresuro a decir, colocando mis manos en sus hombros —, céntrate en mí y respira. Vamos, inhala, exhala...

Los ojos de la prima de Naruto se clavaron en los míos, las luces siguen parpadeando a nuestro alrededor, pero todos mis sentidos estaban en ella, en la suavidad de su piel contra mis manos, sus labios entreabiertos, sus mejillas que de pronto habían adquirido un tono rosado muy tenue, su pecho que cada vez subía y bajaba con menos velocidad en medio de su respiración profunda.

—Sasuke... — murmuró ____.

Sus manos tocaron mis brazos con timidez, yo relamí mis labios y tragué saliva. Mis propias manos ascendieron hasta llegar a su cuello, donde mis pulgares delinearon su barbilla con lentitud.

—Estás bien ____, estoy aquí contigo — susurré, perdido en sus ojos.

Ella me miró fijamente durante unos segundos, antes de posar su mirada en mis labios. Tragué saliva nuevamente, mis manos temblaron un poco. La prima de Naruto parpadeó varias veces, antes de llevar sus manos a mi nuca.

Di un paso al frente, y ella igual. Nuestros cuerpos estaban ahora únicamente separados por las ropas empapadas. Podía sentir claramente su aliento en mi rostro, las piernas me temblaban ligeramente, por favor que no se diera cuenta del efecto que tenía sobre mí... de cómo me había convertido en un adolescente inexperto otra vez gracias a ella.

____ rodeó mi cuello con sus brazos, su nariz gentilmente rozó la mía y suspiré.

—¿Qué estás esperando, Sasuke? — cuestionó.

No sé quién se movió primero de los dos, pero estaría mintiendo si digo que este beso se compara con el que nos dimos aquel día en el parque. Oh no, claro que no. Ella no había gemido levemente en aquella ocasión y tampoco estábamos los dos solos en un ascensor averiado.

El beso fue mucho más de lo que jamás pude imaginar, mis manos recorrieron su cuerpo como si lo conocieran de toda la vida, es como si ellas ya supieran antes que yo las zonas que la hacían temblar. No que estuviera en contra de ello, todo lo contrario.

____ separó los labios y yo aproveché para explorar su boca con mi lengua. Jamás en toda mi vida había experimentado un beso como aquel. Un beso que estaba haciendo reaccionar a mi cuerpo de tal forma que...

Ella gimió y yo maldije en voz baja al tiempo que escondía mi rostro en el espacio entre su cuello y el hombro. Qué vergüenza.

—Hey, no pasa nada— ____ susurró, una de sus manos acariciando la zona más afectada de mi cuerpo por nuestro beso.

Gruñí, apartándome un poco solo para ser acorralado en una de las esquinas, siendo besado una segunda vez. Y como la carne es débil, no me negué. Al contrario, lo recibí de brazos abiertos.

Las luces se restablecieron y el ascensor continuó subiendo. Aproveché para quitarme el saco justo a tiempo para que se abrieran las puertas. Una pareja de señores mayores observaron nuestra apariencia desalineada, el hombre fijó su atención particularmente en la manera que sostenía la prenda para disimular un poco el problema que se había formado en mis pantalones. Él negó con una sonrisa, no sé si por vergüenza ajena o por compasión, la pareja actuó como que no se percató de lo que claramente estaba ocurriendo previamente ahí.

Agarré la mano de ____ y la saqué rápidamente de ahí.

—Sasuke — llamó.

— ¿Sí?

—Naruto y Dei no están en casa. 

¿Se la creyeron? jaja, feliz no día de los inocentes. Espero que disfrutaran el capítulo <3.

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