El Camaro destartalado
Sinopsis
El Chevrolet Camaro acaba de llegar en el interior del contenedor de un buque mercante. El cometido, en teoría, es muy sencillo. Se coge, se entrega (si es que no se cae a trozos en la carretera), se recibe la pasta y listo. Nada más, y no se aceptan preguntas. Rápido, fácil, y casi se podría decir que hasta limpio. Siempre que no se toque lo que lleva dentro, claro.
Reseña realizada por: Poisonganger
Lo primero que quiero decir de esta obra es que para saber apreciarla, hay que tener en cuenta qué pretende. Además de ser cómica, tiene pretensiones que otras no. No se puede comparar El Camaro destartalado con otras que no pertenecen a su misma liga.
Lo que hace su autor aquí es utilizar las reglas que conoce sobre el arte de contar historias y romperlas, para conseguir hacer reír a su lector.
Lo que hace aquí CapitánNemo en otras obras con otro objetivo estaría mal hecho pero aquí no. No hay historias buenas ni malas por sí solas. El arte es subjetivo y tiene posibilidades infinitas, por eso, cualquier cosa está bien siempre y cuando el autor sea consciente de lo que está haciendo y hacia quién se dirige.
En este caso, CapitánNemo sabe a quién se dirige y sabe qué tiene que hacer para que al público al que tiene intención de ganarse le haga gracia su obra, que es la finalidad de todo esto, compartir sentido del humor. Lo que yo considero su punto fuerte es que a pesar de todas las payasadas —en el buen sentido —que escribe, lo hace de una forma madura y adulta, muy seria.
Ese es el humor que a mí sí me gusta, el que rehúye de risas enlatadas, el inteligente, el "o lo pillas o no lo pillas pero no te lo voy a explicar". La obra está impregnada de humor muy mordaz y muy inteligente y además, detrás de toda esa cortina cómica, se esconde una crítica real y dura de lo que pasó no solo en España, sino en casi todo el mundo después de que se terminara la Segunda Guerra Mundial.
La historia de los chicos del Camaro es cuanto menos, original. Hay personajes de todo tipo que jamás te ibas a imaginar juntos pero no son retorcidos. Gitanos los hay por toda España, igual que nazis, igual que pijos. Capitán Nemo ha sabido unirlos todos por el interés de un solo coche, que al final, resulta ser un McGuffing.
Otras de las cosas que más me ha gustado es el crisol de culturas que aúna. Hace muchas referencias a esto y sin pararse siglos a explicar en monólogos interiores cómo es cada uno, sabe diferenciarlos muy bien con actos, diálogos, acciones, porque a fin de cuentas, de eso se trata: vale más una imagen que mil palabras; en sentido figurado en este caso. Yéndonos ya a un tema más de metaficción, las imágenes también se pueden crear con palabras sin falta de tirar dos hojas de descripciones. Los detalles marcan la línea entre la mediocridad y la calidad y aquí hay muchos detalles.
Algo de lo más curioso y que más he apreciado, porque ha sabido alejarse de lo convencional, es que los que teóricamente son los protagonistas, apenas hacen nada, pero es que, así son ellos. Me ha parecido grandioso que aún girando todos a su alrededor, a la hora de la verdad no aporten gran cosa —cagarla con los asientos si tal —pero ellos son los hilos conductores que juntan a los demás para que se armen todos los conflictos. Son pasivos pero siempre están en campo.
¿Y por qué lo resalto? Porque una de las reglas que hay que seguir para escribir una buena historia es esa; no porque sea amante de seguir las reglas, sino porque hay que reconocer que la Tierra gira alrededor del Sol y que las cosas funcionan cuando la trama principal se ve menos que las subtramas pero pesa más. Los chicos forman parte del mundo de esa trama maestra, sus ideas y aventuras hacen avanzar la historia pero lo interesante llega con las relaciones entre los personajes, sobre todo la de Juan Mari y Antón.
El chiste de esta historia está en disfrutar de todas las cosas que les pasa a los personajes que recuerdan no solo a Guy Ritchie, sino también a los hermanos Coen. Perdedores que ponen en evidencia al género. Borjamari no deja de avergonzar a su padre, pero Ramón no se queda atrás y el Ritxal les sigue muy de cerca. Podría decir sin ningún miedo que toda la gracia se basa en crear un esperpento, como si Valle-Inclán hubiera resucitado con ganas de reírse.
Que no se os escape que los esperpentos de dicho escritor estaban pensados para el teatro y ya os adelanto yo que El Camaro destartalado tiene muchas cosas teatrales y no solo por la metaficción implícita. Su autor describe lo justo y en pocas palabras, el resto se lo deja hacer a los personajes. Nunca me atreveré a decir que lo haya hecho aposta pero hay veces que nos salen cosas de forma inconsciente por haber nacido en un lugar determinado y consumido una cultura determinada. Quien quiera investigar más, puede leerse todas las teorías que se desarrollan sobre la comunicación.
Dicho esto, voy a hablaros de la pluma de Capitán de Nemo, que no necesita volver al Barroco para lucirse. Es sencillo, es directo y es sarcástico. El Camaro destartalado no necesita más. De hecho, si solo pudiera definiros esta historia con un par de líneas, os diría que es una obra encierra mucha habilidad en un envoltorio atractivo. Va más allá y se nota que va más allá solo en la forma de escritura.
Es informal cuando tiene que serlo, utiliza las palabras que necesita la obra pero es serio y es adulto. Me imagino que en su casa se rio mucho cuando escribía esta historia pero sigue habiendo mucha mesura en la forma que tiene de contar. Y junta el equilibrio perfecto.
Pero es que además, tiene una habilidad innata para crear escenas grotescas, escatológicas y ridículas a la vez que graves. Es indescriptible. No puedo resumíroslo mejor sin haceros spoilers, así que me conformo con deciros eso y que si queréis averiguar a qué me refiero con ello, lo leáis.
Porque la gracia de esta historia está en juntar todos esos momentos, uno tras otro, encadenados, para que en un momento de calma el lector diga: "¿Pero qué?" y se ría el doble. A mí me ha pasado.
¿Puedo decir algo negativo de esto? Pues no, la verdad. No veo nada malo en esta obra porque desde un primer momento, el autor deja claro lo que quiere conseguir con ello, no quiere ser Shakespeare. Tampoco le hace falta. Aquí no busca la catarsis, aquí busca que te rías un rato con una historia bien hilada, porque hay que tener en cuenta algo:
Quizás no sea del todo realista, o al menos, quizás el lector tenga siempre esa sensación de estar viendo teatro, pero eso no implica que sea mala, porque está todo muy bien hilado, sin lagunas ni errores de raccord, lo que no tiene la historia es porque no lo necesita, no porque se lo haya olvidado. Me remito a lo que he dicho párrafos antes.
Tiene sorpresas donde las necesita pero esto es una historia de forma y no de contenido. Aquí lo que realmente importa es la manera en la que lo cuenta, no lo que cuenta y aun con esas es original, o sea que imaginaros la joya que os estoy recomendando. Busca situaciones absurdas en una diégesis que tiene más de mímesis. Si hay algo de realismo es por el contexto en el que lo integra, necesario para conseguir esa denuncia que busca.
Para ir terminando con todo lo que me gusta de El Camaro destartalado, quiero añadir que es muy inclusiva sin falta de ir proclamando a los cuatro vientos que tiene ciertas etiquetas. Es muy natural. Hacen chistes con personajes homosexuales pero no son ofensivos y además, si dos personajes tienen que fingir ser matrimonio, lo hacen sin problema. Pone en evidencia al intolerante y trata con total naturalidad al "diferente", llegando a un estado por el que se está luchando ahora.
Además, ha impreso muy bien esto, ha utilizado muy bien la localización y la cultura en los diálogos. No ha dicho: "es en País Vasco y ya, hala". No. Ha incluido muchos elementos, muchas localizaciones, muchas expresiones. Lo ha ambientado muy bien. No hay una sola queja. Y es que a ver, solo a una panda de nazis borregos se les ocurre meterse con dos vascos como Juan María y Antón y una familia entera de gitanos.
Consejo: disfrutadla, leedla sin pensar en nada. Para eso está hecha. No os pongáis a intentar averiguar cómo se va a solucionar todo, porque no es importante. Lo importante está en ir de una situación a otra. Para que esas escenas tengan sentido, necesita crear una historia pero aquí, la meta no es lo importante, es el viaje. No os hagáis spoilers y dejaros sorprender por Capitán Nemo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top