Reseña #1: Horus señor de la guerra
El universo de Warhammer es uno de los más prolíficos y atrapantes que se presenta en la actualidad, con productos que continúan demostrando su gran calidad y verdadero amor por la fantasía, sin importar del tipo que sea. Para quienes no lo conozcan aún, podemos decir que Warhammer nace como un juego de rol de mesa (al más puro estilo Dungeon and Dragons) y al igual que este último, ha experimentado un crecimiento exponencial al acercarse a otras formas de llegarle al gran público, como por ejemplo videojuegos, novelas y películas.
La saga creció tanto de hecho que actualmente existen más de cien novelas y cuentos cortos nacidos de este universo. Con semejante número es claro que quienes aún no han podido o no han querido leer nada de Warhammer se hagan la crucial pregunta ¿por donde carajo empiezo?
Es por ese motivo que decidí comenzar con esta serie de reseñas indicativas e introductorias.
También yo tuve serias dudas de como hacer para hincarle el diente a semejante cantidad de productos e historias (hasta que decidí dejar de buscar y leer lo primero que tuviera a mano, lo cual no fue una mala idea pero me llevé una serie interesante de spoilers en torno a todo el universo Warhammer que pude haber evitado).
Si te has decidido por abordar este enorme y épico universo, espero que esta reseña te sea de utilidad.
Y ahora sin más preámbulos, vamos a la obra.
Ficha técnica:
Título: Horus Rising (en español, Horus señor de la guerra).
Autor: Dan Abnett (asiduo colaborador en novelas de Warhammer y también escritor y guionista de cómics)
Ese sujeto de aquí.
Saga: La herejía de Horus (la mayor saga dentro del universo Warhammer y Warhammer4K, es tan amplia de hecho que aún sigue en publicación y por lo visto no tiene miras de terminar).
Fecha de publicación: 25 de abril de 2006 (parece que no pero ya han pasado doce largos años y más de cincuenta novelas acerca de la herejía).
Páginas: 407.
Sinopsis:
Una época legendaria
Héroes extraordinarios combaten por el derecho a gobernar la galaxia. Los inmensos ejércitos del Emperador de Terra han conquistado la galaxia en una gran cruzada: los guerreros de élite del Emperador han aplastado y eliminado de la faz de la historia a innumerables razas alienígenas.
El amanecer de una nueva era de supremacía de la humanidad se alza en el horizonte.
Ciudadelas fulgurantes de mármol y oro celebran las muchas victorias del Emperador. Arcos triunfales se erigen en un millón de mundos para dejar constancia de las hazañas épicas de sus guerreros más poderosos y letales.
Situados en el primer lugar entre todos ellos están los primarcas, seres pertenecientes a la categoría de superhombres que han conducido los ejércitos de marines espaciales del Emperador a una victoria tras otra. Son imparables y magníficos, el pináculo de la experimentación genética. Los marines espaciales son los guerreros más poderosos que la galaxia haya conocido. Cada uno de ellos capaz de superar a un centenar o mas de hombres normales en combate.
Organizados en ejércitos inmensos de decenas de miles de hombres llamados legiones, los marines espaciales y sus jefes primarcas conquistan la galaxia en el nombre del Emperador.
El más importante entre los primarcas es Horus. Llamado El Glorioso, la Estrella Más Brillante, el favorito del Emperador, es igual que un hijo para él. Es el Señor de la Guerra, el comandante en jefe del poderío militar del Emperador, dominador de un millón de mundos y conquistador de la galaxia. Se trata de un guerrero sin par, un diplomático eminente.
Horus es una estrella ascendente, pero ¿hasta qué altura puede llegar una estrella antes de caer?
Sobre la historia:
El universo Warhammer se puede dividir en dos, Warhammer Fantasy y Warhammer 40.000 o 40K para los conocedores. El primero alude a un universo con cierta impronta medieval, que puede recordar al señor de los anillos o a obras más actuales como Warcraft.
Este de aquí es Warhammer Fantasy.
40K por su parte es un mundo futurista, cuyas historias se ubican en el tercer o cuarto milenio y nos presentan un universo despiadado, de guerra interminable, donde la humanidad se aferra a sus únicos defensores, los Marines espaciales, para enfrentar a las hordas de Orkos, demonios, herejes, Xenos y todo tipo de amenazas que el vació del espacio depara para nuestra especie.
En 40K no hay alianzas ni hay acuerdos de paz, no hay cese al fuego ni tampoco más anhelos que el de morir en la gloria del emperador, llevando a la destrucción al mayor número de enemigos posibles.
Pero ¿cómo es que se llegó a tal estado de cosas? ¿Fue siempre la humanidad un imperio enfrentado a todo ser viviente (y no tan viviente) del universo? ¿Qué papel jugó la propia raza humana para que su presente sea ese y no otro? Es con esta novela (y las más de 50 que le siguen) que lo podemos descubrir.
Dan Abnett nos lleva entonces a los inicio de un evento que va a marcar para siempre el universo de Warhammer 40K, la herejía de Horus.
La presentación de los personajes no podía hacerse de otra manera que no fuera en el contexto de una guerra. Pero no cualquier guerra, la última gran guerra de toda la humanidad. Conocida por todos como la gran cruzada. El emperador de la humanidad, habiendo unido bajo su mando al más vasto y poderoso imperio de hombres que algún vez existiera, lo lanza a la conquista y pacificación del universo todo. Sus hijos privilegiados, los primarcas, serán quienes comandarán a sus legiones de marines espaciales en tal proeza sin igual y dentro de ellos, será Horus, el hijo prodigio del emperador, quien elegido por éste, se coloca a la cabeza de toda la cruzada.
"Señor de la guerra" es el título que recibe de parte del propio emperador, quien se refugia en su palacio en Terra por motivos poco claros, y ordena que sus hijos crucen las distancias espaciales en la búsqueda de otros planetas habitados por humanos para llevarles el mensaje de que la humanidad toda se ha unido bajo una sola bandera, la del imperio.
Bajo esta premisa es muy interesante como Abnett nos va planteando las contradicciones internas y los aspectos moralmente cuestionables de semejante acto. ¿Qué sucede cuando se llega a un planeta que decide no entregar todo su poder y autoridad a manos del emperador? ¿Qué ocurre cuando se encuentran con otros humanos que han desarrollado civilizaciones enteras bajo sus propias creencias y destinos? Estos temas están planteados de forma muy realista, haciendo que el lector se logre plantear en las dos caras de la moneda y sentirse por momentos como aquellos que llevan un mensaje de unidad y fuerza para todo el imperio humano, y al mismo tiempo reflexionar, hasta qué punto ese mensaje es en verdad de unidad y fuerza si rechazarlo implica la completa aniquilación.
Si hay algo que rescatar de este libro, es que se trata esencialmente de un gran manual para la guerra de conquista. Un libro que no solo narra épicas escenas de combates sangrientos, sino que en la superficie presenta dicha imagen pero al mismo tiempo va socavando hasta temas como la libertad, la religión, el ímpetu de destrucción humano y el destino.
Es un libro que tiene bien claro que en ciertas circunstancias son nuestras acciones, por pequeñas que parezcan, las únicas capaces de hacer la diferencia.
Como todas las obras de Warhammer, la acción bélica y épica es constante. No solo comienza en una guerra, sino que cada evento importante sucede de una u otra forma en medio de enfrentamientos y combates con armas de fuego o cuerpo a cuerpo narrados de una forma excelente y realista.
Es imposible no imaginarse a los gigantes Marines espaciales chocando contra sus enemigos allí donde el combate se desarrolle y no sentir lo impresionante del mismo.
La historia se cuenta a través de la visión de varios personajes. Seguimos principalmente a los Lobos Lunares a través de su conquista por toda la galaxia y vemos entremezclarse las voces de personajes muy interesantes y dispares, tales como Garviel Locken, Horus Aximand, Tarik Torgaddon y Ezekyle Abaddon.
Ellos nos aportan no solo la acción constante sino también la mirada de guerreros en pleno enfrentamiento. Las convicciones pero también las dudas. Los miedos y los aspectos humanos en seres que se encuentran muy por encima de cualquier otro "ser humano".
Distintos miembros de otros ejércitos bajo el mando del emperador de la humanidad también se hacen presentes para intervenir en la historia, desde otros Primarcas (Sanguinius) como también miembros importantes de dichos grupos.
Erebus, un Capellán que parece ocultar secretos extraños. Eidolon, un comandante general con un comportamiento bastante cuestionable. Y por supuesto, los humanos, aquellos que dan el toque de arte a la novela y representan un punto álgido al momento de leer sus capítulos.
El poeta Kyril Sinderman, los rememoradores Oliton y Karkasy. Y Euphrati Keeler, rememoradora imperial con un papel mucho más importante que jugar en esta guerra de lo que parece.
La historia como mencionaba transcurre en medio de la guerra de expansión del imperio humano. Cuando siglos antes de la llegara al poder del emperador la tierra se vio envuelta en una tormenta terrible, muchos pueblos humanos se vieron obligados a huir y a instalarse en otros sitios de la galaxia.
Es en estos siglos que el emperador de la humanidad se alza con el poder y logra crear una flota como nunca antes se vió, derrotando y subyugando además a la amenaza de los Orkos. Con esta victoria de su parte, se lanza a la conquista de la galaxia, enviando a sus mejores guerreros, los Marines especiales, comandados por sus hijos, los Primarcas, en esa gesta épica que se llamó la gran cruzada.
Horus, el primarca que se encuentra por encima de todos en autoridad, y el considerado hijo preferido del emperador, es quien lleva adelante las mayores campañas y conquistas de ese objetivo que su padres les ordenó. Los Lobos Lunares es el nombre de su ejército.
Sin embargo, el universo en que viven es uno mucho más oscuro de lo que parece y los Marines espaciales se consideran los seres más perfectos del universo, fieles solo al emperador y al primarca, no tienen religión ni otra cultura más que la de las armas y el poder de vencer a los enemigos en nombre del Emperador.
Durante la historia vamos viendo cómo reaccionan los soldados tras sobrevivir a tantos campos de batallas constantes. Cómo viven su vida en los momentos de paz y cómo se organizan en "Logias secretas" que consideran inocentes grupos de camaradería.
Al mismo tiempo se plantea la absoluta fidelidad entre soldados, la imposibilidad de que un Marine espacial traicione a otro o actúe de forma que lo dañe, sin embargo ¿Qué sucede cuando tal cosa ocurre? ¿Cómo reacciona un soldado perfecto, sin religión, cuando descubre que los demonios son reales? ¿Qué hace cuando ve que esos demonios pueden afectarlos a ellos, por muy perfectos que sean?
Es aquí donde se irá narrando como las acciones de Horus, y oscuros planes que se tejen en las sombras, provocarán semillas de herejía y de pronto voces comenzaran a levantarse en contra del Emperador de la humanidad, provocando lo que hasta el momento se hubiera pensado como imposible. Traición.
Pero lo que todavía quedará por ver es, ¿cómo será superada, la traición de Horus?
Aspectos técnicos:
Si bien no soy muy exigente con las portadas, no cabe duda de que esta es una de las mejores que se han desarrollado para el universo Warhammer y también para historias bélicas en general. Reúne y plantea lo que significa en sus raíces más profundas Warhammer, la guerra como totalidad, enfrentarse de cara a la muerte, como única posibilidad de sobrevivir.
El ojo bajo el cual se encuentra ese XIV, número de la legión. Las servoarmaduras de los soldados, sus espadas, sus blaster cargados y listos para disparar. Los gestos de rabia y las cicatrices sobre aquellos rostros que ilustran las decenas, con toda seguridad cientos, de batallas que han sobrevivido antes que esa.
Al analizar la portada no se porqué tuve una cierta imagen del "Dia D". El desembarco en normandía, con esa playa donde la arena se tiñó de rojo y la única posibilidad de sobrevivir era avanzar hacia una muerte casi segura. Dudo que Abnett haya querido mostrar esto pero sin duda que la imagen bélica nos llega de todas formas.
La narrativa es fluida, pero comienza con cierta confusión. En un universo tan grande como Warhammer no es difícil perderse al meter demasiados elementos en la misma bolsa (o en este caso, en el mismo capítulo). De por si no es sencillo comenzar una novela en plena guerra, eso no lo dudo. Lo bueno es que ya después de eso los sacudones en la trama se detienen y la cosa para a ser más lineal y comprensible.
Las traducciones al español suelen ser bastante buenas, si bien todas (las que he leído) tienen uno o más errores ya sea ortográfico o de edición, esto no hace la lectura menos amena en lo más mínimo.
Algo que se puede destacar no como crítica sino como un dato a tener en cuenta es que este libro es más bien una introducción a la herejía de Horus. Es decir, aquí se nos presentan personajes, situaciones, una visualización general del contexto y el estado actual de las cosas y luego se nos deja la puerta abierta hacia lo demás, que sucede en los siguientes libros y no en este.
Si él lector quiere ver como Horus lleva a cabo su traición, no puede no leer este libro, pero tampoco verá que éste la realice en ningún momento de sus páginas, sino que tendrá que ir al siguiente libro para eso. De cualquier forma, este elemento no le quita sino que por el contrario, enriquece mucho más la trama de los acontecimientos futuros.
Citas:
»Yo estaba allí —acostumbraba a decir después, hasta que después se convirtió en un tiempo que no producía ninguna risa—. Yo estaba allí, el día que Horus mató al Emperador».
»Señor, la verdad en sí es amoral. Me entristece que creamos en las mismas palabras, exactamente las mismas, pero las valoremos de un modo tan diferente. Esa diferencia ha conducido directamente a este derramamiento de sangre».
»—Muy bien. ¿Cómo es él?
—¿Cómo es quién, señora? —quiso saber el capitán.
—Horus.
—Si tiene que preguntar, es que no lo ha visto —respondió»
»El Kaos es la condenación de toda la humanidad, Loken. El Kaos nos sobrevivirá y bailará sobre nuestras cenizas. Todo lo que podemos hacer, todo lo que podemos esforzarnos por conseguir, es reconocer su amenaza y mantenerla a raya mientras subsistamos».
»Dígame,capitán, ¿hasta qué punto no parecen ustedes belicosos? Enormes y corpulentos, criados para combatir, impelidos a destruir, conducidos por un hombre al que llaman alegremente «Señor de la Guerra». ¿Señor de la Guerra? ¿Qué clase de rango es ese? No Emperador, ni comandante, ni general, sino Señor de la Guerra. La contundencia del término apesta a Kaos. Queremos abrazarlos, ansiamos poder hacerlo, unirnos a ustedes, estar hombro con hombro a su lado, pero les tememos, Loken. Se asemejan al enemigo que hemos sido educados para prevenir desde el momento mismo de nacer. El irresistible e implacable demonio de la guerra del Kaos. El dios sanguinario de la aniquilación».
Nota final:
8/10
*Recomendada si disfrutas de las historias de ciencia ficción bélica, de los combates épicos y de las sagas interminables. Con un buen y serio trasfondo, es una historia que se respeta a sí misma. Y claramente es este el libro que deberías leer si quieres empezar con el enorme universo de Warhammer 40K, pues aquí se narra el suceso con el que básicamente todo comenzó.
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