La vieja historia de Stoker renovada con tintes mas adecuados a nuestra época (algo bastante malo, ya va na ver porqué). 
Ahora Van Helsing es mujer, Jonathan Harker tiene menos suerte escapando del castillo del viejo conde, se suprimió una buena parte de la historia y por ultimo lo que se cuenta sufre un gran cambio pues el conde nunca llega a Londres o mejor dicho, se toma su buen tiempo para llegar. 
Más errores que aciertos nos dejan con una serie que comienza muy bien para luego desinflarse y terminar siendo, al menos para mí, una decepción. 

Ficha técnica:

Título: Drácula

Autores: Mark Gatiss y Steven Moffat

Fecha de estreno: 2020

Temporadas: 1 

Episodios: 3

Reseña: 

Tres capítulos de una hora componen esta reinvención del cuento ya clásico de Drácula con unos actores que encarnan bastante bien sus papeles, destacando entre ellos el propio conde (interpretado por Claes Bang) a traves de cuyas acciones se vislumbra la vida de un monstruo tan especial como lo es aquel que funcionaría como el arquetipo de los vampiros actuales.  

En el primer episodio seguimos la historia mas o menos como la conocemos.
Un joven londinense llega al castillo de Drácula por negocios y allí es recibido como un invitado honorable, al comienzo, para terminar descubriendo el horror de ser prisionero de un hombre que es mucho menos hombre de lo que aparenta, y mucho mas monstruo. 
Los horrores de su castillo repleto de trampas y criaturas terribles no se haran esperar y es la propia cordura del joven Jonathan Harker lo que esta en juego, ademas de su vida. 
Aún así sabemos que escapó y sobrevivió, o al menos eso parece pues el mismo cuenta su historia teniendo como interlocutora a una monja muy extraña que no parece tener pelos en la lengua y quien finalmente acaba por revelarse como Van Hellsing, antigua investigadora de la iglesia obsesionada con la idea del mal y la forma de enfrentarlo.
Este cambio puede llegar a resultar interesante pero, no tan original como parece, dado que ya existe una serie llamada "Van Helsing" donde la cazadora de vampiros es precisamente eso, una mujer. 
Por lo demás el enfrentamiento entre el conde y Helsing no se hace esperar mostrandonos ya una desviacion en lo que respecta a la trama del libro, con consecuencias que por lo demás son verdaderamente curiosas y abren la cancha para desarrollar una historia con muchisimo potencial. 

En el segundo capítulo nos encontramos de nuevo siguiendo los pasos del libro.
El conde aborda un navío con dirección a Londres y con el lleva a su más reciente presa y rival, convertida en prisionera. A lo largo del cuento se desarrolla una partida de ajedrez mental entre la joven humana y el monstruo inmortal mientras los pasajeros del barco comienzan a desaparecer uno a uno y las sospechas de que algo antinatural y terrible viaja con ellos no se hacen esperar. 
Como tal es el episodio donde se llega a un clímax todavía mayor que en el anterior y se desarrolla mucho mejor la relación entre Drácula y Van Helsing así como esa lucha entre bien/mal que tanto se ha plasmado en muchas otras historias. 
El final de este episodio es sencillamente espectacular... o terrible, dependiendo de como lo pensemos, puesto que a partir de allí se abre la puerta a un desastre de proporciones considerables. 

En el tercer capítulo nos alejamos del todo del libro. Por no decir que las cosas se van al re carajo.
Drácula llega a un Londres del presente caminando bien casual, una organización está allí para cazarlo, resulta que los Helsing y los Harker andan por ahí sobreviviendo y esperando al conde, ademas la propia Van Helsing está de regreso en forma de fich... de una descendiente igual a su antecesora, en fin, una suerte de cosas amontonadas y cual de todas más absurda que la otra. 
Esto me parece tremendo fallo. Situar una historia clásica como Drácula en un mundo actual como el nuestro es un gran error porque sencillamente el aura antigua del conde es todo lo contrario a nuestro mundo donde la figura del vampiro, sobrexplotada y dimensionada como nunca antes, ya alcanza una cuota de ridiculez increíble. 

Los creadores de contenido tienen que entender que no en vano hoy, 2020, se siguen haciendo y comercializando historias basadas en el siglo XIX, XVIII o anteriores. Me pregunto, ¿de donde es que se sustenta este hecho? De algo muy simple. A la gente le gusta. 
Nos atraen los viejos edificios y lugares.
Las calles de tierra, los carruajes y barcos a vapor o vela como transportes. 
Nos gustan los vestidos floridos, los corsé, las pipas, los sombreros y los binoculares. Las barbas divertidas, los cabellos producidos. 
Nos entretiene ver el juego de valores antiguos, pensar en como ha cambiado el mundo, y en como se mantiene, nos gusta soñar con momentos que jamas podremos vivenciar pues si hoy viajaramos a ese Londres, a ese Paris, no sería precisamente "ese" sino uno distinto, el nuestro, el de nuestro mundo, el de nuestra epoca. 
Sin dudas que esto es algo que se les escapó a los genios creativos tras Dracula y pensaron que sería una idea interesante o hasta atrapante. En fin, fallaron con brutalidad. 

A esto hay que agregarle que en un capítulo final no es muy recomendable sumar legiones de nuevos personajes puesto que se deben desarrollar sus personalidades, motivos, pasados, y si eso no se hace o se hace mal, vamos a terminar padeciendo en lugar de disfrutando la serie.

Calificación: 

Si la miran les va a gustar el primer capitulo (bueno, es probable que les guste). El segundo puede fascinarles o disfustarlos, eso ya varia, pero estoy muy seguro de que para el tercero van a mandar a la mierda a esta serie. 
Yo así lo hice y como ya he dejado entrever, no la recomiendo.