L.2 Capítulo 7
Izuku
02/12/2018
07:00 am
Apenas desperté, fui al baño y me tomé una ducha helada, había llegado casi a las cuatro de la madrugada a casa, necesitaba despertar de alguna forma; hoy no trotaré, debo ir a esa cafetería y esperar a Ochako en ese lugar para mostrarle el graffiti; bostecé, me saqué el pijama, tragué nervioso y me metí a la ducha.
Frío, demasiado f-frío...
Tú quisiste hacerle un graffiti como regalo, atiéndete ante las consecuencias Izuku.
Mis dientes castañeaban por el frío, pero era la única forma de despertar. Aunque vale la pena solo por Ochako.
Cerré la llave sintiéndome aliviado por dejar al fin esa tortura; abrí la cortina de vidrio mientras tiritaba mi mano; agarré la toalla y me sequé; caminé hacia el espejo y me coloqué al frente para ver mi rostro.
Han pasado cuatro semanas de aquel día en que mi rostro estaba manchado con pintura, ahora está limpio, podía notar las pocas pecas que bañaban mis mejillas, mi piel blanca estaba impecable...
No sé si he cambiado algo durante estas semanas, pero quiero tener fe en que voy encaminado.
Sonreí, era tan falsa, mis ojos delataban la realidad, estoy quebrado ¿Deberé practicar más mis sonrisas?
-¡Izuku! Baja a desayunar o llegará antes Ochako- Exclamó del primer piso Toshinori.
Toshinori... es raro pensar en él sin el "Sr."
-¡Ya voy!- Exclamé sonriendo, quería que Toshinori viera la pintura.
Él ya conocía las pinturas de Yamikumo, pero este graffiti no era de él, aquella obra es de Izuku, quiero que note las diferencias.
Quiero saber si he cambiado...
Bajé a comer con un leve nerviosismo, ¿Les gustará?
"Pintas horrible"
Negué en mi mente, no p-pinto horrible...
-Ya quiero ver la pintura que hiciste- Dijo Toshinori con una sonrisa, mientras bebía de su taza de té.
Asentí para luego untar la mermelada en mi tostada, hoy iba a ser una buena tarde... pero mañana comenzaría mi castigo.
Toshinori nos llevó en el automóvil hacia la cafetería, colocó una canción de la banda The Score, llamada "Stronger", al parecer a él le gustaban, cantaba la canción a todo pulmón... y también las siguientes.
Yo no soy muy de escuchar música, ni siquiera colocaba música para pintar. Me gusta más la variedad, no todas las canciones de un artista o bandas me gustan...
Excepto Ochako, amaría todo lo que cantara...
La lista de reproducción de Toshinori llegó a la canción "Whatever It Takes" de Imagine Dragons, me gustaba esa canción...
Comencé a susurrarla, pero me fue inevitable no subir la voz; avergonzado miré a Toshinori, él comenzó a cantarla y decidí seguirle...
Cantar, usualmente no lo hacía, tenía un horrible pánico escénico, pero eso no comenzó por el acoso, en las obras escolares terminaba fingiendo que vomitaba.
"Mamá, me enfermé... no puedo actuar"
"Eres un mentiroso, no estás enfermo"
"Kacchan, cállate... si me subo vomitaré"
"Nunca has vomitado, porque nunca lo intentaste"
Por eso amaba la pintura, éramos nosotros dos, las personas no tenían que mirarme y si me veían, no eran demasiados...
Lo único que amaba y creía que podría ser bueno en un futuro, terminó transformándose en algo peor que un pánico escénico.
Bueno, ahora mi pánico escénico pasó de temer vomitar y arruinarlo, a apreciar sus miradas crueles juzgándome, su acoso masivo, además, antes la voz no estaba señalándome cada uno de mis defectos y como lo arruinaría.
Desearía solo tener pánico escénico...
Luego comenzamos a cantar It's Time, el viaje se basó en cantar y reír, era la primera vez que cantaba con una persona.
-Izuku cantas muy bien- Dijo sonriente Toshinori, ¿Bien? ¿Canto bien?, -¿Asistías al coro de pequeño?
Lo observé fijamente, el automóvil lo detuvo en el semáforo...
Cómo olvidar el coro y las palabras de ese hombre.
Estábamos en la sala de estar, recién había llegado con esa mujer de la escuela, ella se veía tan sana y me miraba como si fuese su tesoro.
Todo era una fantasía infantil, si hubiese sido un tesoro no habría permitido que él me lastimase.
Creo que tenía unos 8 años aproximadamente, la maestra me había escuchado cantar en el baño; esperó a que saliera y me invitó a unirme al coro.
Jamás habría aceptado, vomitaría apenas me suba al escenario, a duras penas podía disertar al frente de mis compañeros.
"Mami, a la maestra le gusta como canto, dijo que debería asistir al coro..."
"Cariño, ¿Quieres asistir al coro?"
Antes de poder decir "no quiero", ese hombre escuchó parte de la conversación.
"¡¿Quieres que nuestro hijo sea un puto marica?! ¿Coro? Eso es de niñas, ya de por sí este mocoso es un debilucho..."
Miedo, ese hombre estaba furioso, ya que no me parecía a él, éste buscaba tener a un hijo rudo, violento, cruel con las niñas. Ese tipo repugnante buscaba tener a un monstruo, deseaba una replica de él...
Le comenzó a tirar el cabello.
"Cariño, ve a tu dormitorio"
Iba a mi dormitorio y me encerraba, con doce años me largaba al patio...
Esos gritos horribles no se escuchaban afuera de la casa, si tan solo lo hubiera sabido de niño me hubiese ahorrado escuchar ese dolor.
También él a veces la golpeaba al frente mío, ¿Por qué? Ni idea, creo que era una forma de darme a entender que él mandaba en esa casa... y otra parte de mi sentía que era una forma de que viera la posición de una mujer.
Creo que generó todo lo contrario, siempre vi a las chicas como personas a quienes proteger.
Ayudé a Ochako por distintos motivos, me agradaba, tenía un amor infantil hacia ella y era una niña.
La ironía de la vida es que las mujeres pueden ser tan crueles como los hombres, mis compañeras de clases me lo demostraron y sin dudas aquella mujer también.
El ser humano es cruel sin importar el género, es una de las tantas enseñanzas importantes que me a dado aquel acoso.
-Izuku, lamento hacerte esa pregunta- Dijo Toshinori devolviéndome a la realidad.
-No debe disculparse- Dije un tanto apagado -Siempre he tenido pánico escénico, nunca quise participar en el coro u obra escolar... además si quisiese jamás habría entrado, no con ese hombre.
Toshinori me miró confundido, luego comprendió y asintió.
A mis progenitores no podía ni siquiera nombrarlos, no quería, me daban asco todo lo que viniese de ellos.
Una de las cosas que agradezco de que esa mujer llorara por ese hombre, fue abrir los ojos, ella jamás cambiará y yo ya no debo quererla.
-¡Bueno, pero te aseguro que cantas muy bien!- Exclamó con una sonrisa, estábamos a unas cuadras de la cafetería -Con unas clases podrías estar a un buen nivel.
Sonreí, no me interesaba en absoluto cantar, pero el ánimo de Toshinori es contagioso.
Mi única meta es mejorar en mis dibujos y todo tipo de técnica, quiero saberlo todo.
Abrí los ojos extrañado... ¿Qué pasaba conmigo últimamente?
Estacionó el automóvil y caminamos hacia la pintura, abrí los ojos impresionado...
Demasiadas personas mirándola, sabía que iba a suceder, es notorio y es una calle concurrida de día...
Ellos le sacaban fotos, escuché como hablaban del graffiti.
-Oye, ¿Crees que fue Yamikumo?
-La firma es IZ.
-Sí, pero es similar al otro ángel.
-¡Es hermoso!
-Me gustan los colores, es más alegre.
No quería escuchar sus opiniones, a pesar de ser positivas, porque finalmente siempre llegarán los críticos...
-Izuku, el graffiti es hermoso- Dijo Toshinori levantando su pulgar -Es bastante distinto a los anteriores, no sé cómo explicarlo, pero se nota un gran cambio... se siente más vivo.
Lo observé fijamente, la única opinión importante en estos momentos era la de él.
-Corrección, antes se veían vivos, pero te generaban emociones opuestas, el anterior reflejaba el deseo de ser rescatado... ese ángel que se parece a cierta señorita, salvando al caído de ojos verdes- Sonrió con diversión, sentí mis mejillas arder por la vergüenza -Ahora es una hermosa confesión de amor.
Trágame tierra... ¿Cómo lo supo?
Toshinori se acercó a la pintura; sacó su teléfono y le tomó una fotografía.
Sonreí al ver su acción, era la primera vez que alguien importante en mi vida le sacaba una fotografía de algo que hice... la primera vez que observaban con orgullo lo que pinté.
Se sentía bien.
Ochako Uraraka
06:30 am
Siempre me fue difícil invitar amigas a casa, sentía que me juzgaban y buscaban cada mínimo detalle en mi habitación con sus miradas.
A los once años pude tener mi primer cumpleaños con amigas, en la nueva escuela pude hacer amigos y divertirme, pero de alguna forma no sentía aquellos lazos reales de amistad.
A veces creo que era utilizada por mi desesperación de conseguir nuevos amigos en una nueva escuela.
No fingía ser otra persona, pero debía medir mis acciones, no quería ser una rechazada, me pasó en este año escolar y a causa de eso casi me alejo de Izuku.
Por primera vez estoy feliz de invitar a amigos a mi casa para un cumpleaños.
La alarma del teléfono retumbó en mi dormitorio, odiaba despertar temprano y en especial el día de mi cumpleaños.
Solo lo hago por Izuku, ese peliverde es mi excepción.
Me levanté bostezando, apenas lograba abrir mis ojos; sacudí la cabeza varias veces para reaccionar, una ducha helada funcionará...
Al diablo, con agua tibia, si se me moja la cara me hará abrir los ojos, no estoy lo suficientemente loca para congelarme por opción propia.
Antes de salir del dormitorio, me golpeé con la manilla de la puerta, como es lo usual, hoy no fue tan fuerte, por lo tanto, no quedará rojo.
Caminé con lentitud hacia el baño, abrí la puerta, pero desgraciadamente golpeé mi hombro y parte del pecho con el marco de la puerta.
Si usara poleras con tirantes y medias cortas las personas podrían ver los moretones...
Al menos, solo choco con las cosas cuando estoy con demasiado sueño o cuando me despierto por la mañana.
Mis problemas de cálculo solo los conocen mis padres y deseo que sea así para siempre...
Ingresé a la ducha y abrí la llave del grifo... y frío, mucho frío, el agua estaba congelada.
Solté un fuerte grito y cerré la llave, el calefont estaba apagado.
-¡Hija! ¿Estás bien?- Exclamó mi madre ingresando al baño.
-E-el agua está congelada- Dije mientras mis dientes castañeaban.
-¿Por eso gritaste?- Dijo mi madre molesta -¡Casi nos matas de un infarto!
Asomé mi cabeza fuera de la cortina y dije intentando ignorar el frío -¿Puedes encenderlo por favor?
Mi madre frunció el ceño y dijo -Es la última vez que lo encenderé.
-¡Gracias!- Exclamé, no es la primera vez que lo dice y tampoco la última, odiaba ser despistada en las mañanas.
Solo por Izuku, solo por él me levantaría temprano un fin de semana...
Al terminar de ducharme me percaté de que no saqué las toallas... maldición.
-¡Mamá! ¿Puedes por favor...?
No alcancé a terminar debido a que abrieron con fuerza la puerta.
-¡Es la última vez que te saco la toalla!- Exclamó mi madre furiosa, su enojo no era debido a la lejanía, el baño está al lado de su habitación, el problema yacía porque es algo usual.
-¡Gracias!
Me sequé rápidamente, ya me había activado, ¿Quién dice que una ducha con agua tibia no sirve para quitar el sueño?
Me miré al espejo en búsqueda de algún grano, odio la adolescencia. Desgraciadamente, tenía uno, pero era debajo del flequillo; saqué la crema para granos y la apliqué, tenía que proteger mi piel en esa zona, el flequillo es lindo, pero es un arma de doble filo, gracias al sudor y la grasa del cabello.
Maldita pubertad.
Me dirigí hacia mi habitación y saqué mi ropa del ropero, la había arreglado anoche; era un vestido rosa pastel hasta las rodillas; calzas blancas; bailarinas rosas con cintas en los talones.
Por último agarré mi chaqueta de mezclilla.
Hoy iba a ser un buen día, más tarde iba a llegar Jiro junto con Izuku para comer pastel.
Sonreí al pensar en mi cumpleaños, hoy asistirían mis dos amigos.
Bajé con una enorme sonrisa en mi rostro. Al llegar al comedor mis padres comenzaron a cantarme feliz cumpleaños, no sabía que expresión colocar, por lo tanto, solo sonreí.
Creo que es algo global, ¿Qué expresión en el rostro debemos colocar en ese momento?
Mi papá sacó detrás de su espalda una caja envuelta en papel de regalo; me la entregó y rompí el papel con 0 delicadeza.
No soy de las personas que quieren cuidar el papel de regalo.
Observé la caja y no pude evitar sonreír, era un parlante con bluetooth y un micrófono.
-No era necesario- Dije abrazándolos, eran los mejores.
-Eres nuestra niñita y este año te has esforzado mucho- Dijo mi papá acariciando mi cabeza.
-Podrás usarlo para practicar, para el próximo año- Dijo mi mamá, sonaba tan orgullosa, no quiero decepcionarlos.
En Yuuei demostraré que soy una buena estudiante, me esforzaré en todo lo que pueda dar y me divertiré.
-¡Muchas gracias! ¡Son los mejores padres del mundo!- Exclamé feliz.
-Bueno, es hora de desayunar- Dijo mi mamá con alegría.
Nos sentamos y comenzamos a desayunar.
-Tienes que apresurarte para salir con Izuku- Dijo mi mamá con una sonrisa.
Mi papá frunció el ceño y dijo -Ese muchacho... ¿Te gusta?
Escupí la leche con cereal, ¿Por qué es tan directo?
-Es mi mejor amigo, solo eso- Dije avergonzada, mis mejillas ardían.
"Mejor amigo por ahora"
Mi mamá sonrió, odiaba que ella me leyera completamente.
-Es un buen muchacho- Le dijo a mi papá -Además, es su amigo, no debes preocuparte.
-Ajam- Solo eso dijo, de seguro no se lo creyó.
Al terminar, me marché rápidamente de la casa, tenía que llegar a la cafetería.
¿Me invitará a un café?
Al llegar vi a muchas personas sacando fotografías a la muralla del café, extrañada me acerqué para ver que era eso.
-Es hermosa la pintura.
-Desearía que todos los graffitis fueran como estos.
-Ese ángel es igual al de esa escuela.
Cuando estuve al frente de la muralla, me fue inevitable no abrir la boca...
Era yo, Izuku me había pintado nuevamente, pero esta vez al fin había roto esas cadenas; miré cada detalle y me fije en los tulipanes azules, los cuales ya sé su significado, gracias a mi querida madre.
"Tiene distintos significados, pero uno de ellos es lealtad y confianza, se utiliza para declarar tus sentimientos a la persona que amas, es el amor desinteresado"
Fue vergonzoso, mi madre se sabía todos los significados de las flores, creo que debería aprenderlos.
Me percaté que la firma era IZ y no Yamikumo, era una pintura de Izuku.
Alguien tocó mi hombro, me di la vuelta y al ver esos ojos esmeraldas, no pude evitar sonreír.
Izuku me miró sonrojado, no entendía el porqué.
-Hola Izuku- Dije alegre, pero el se veía avergonzado.
-F-Feliz cumpleaños- Dijo con dificultad -E-espero que te haya g-gustado el graffiti...
Comenzó a decir varias cosas a una velocidad sorprendente, intentaba captar la mayoría de las palabras, pero era demasiado difícil.
Cuando al fin se detuvo, sonreí y le agradecí.
-¡Es hermoso! Con cada obra de arte que haces, más me sorprendes- Dije animada, Izuku sube el nivel por el paso del tiempo y creo que es más por sus emociones.
Él al fin se está dando cuenta de que sí tiene talento.
-¿Sabes el significado de los tulipanes azules?- Pregunté con diversión, de seguro las escogió porque le gustaban esas flores.
El rostro de Izuku se volvió un tomate y dijo -¡Te invito algo en la cafetería!
Me sonrojé al comprender el notorio cambio de tema y el rojo en su piel, no soy tan lenta para no darme cuenta que él quiere evadir la respuesta.
Él sabe el significado...
-Comprarles algo es lo mínimo que puedo hacer por los dueños de la cafetería...- Dijo con una sonrisa traviesa.
Solo pude reír como respuesta, Izuku está cambiando y para mejor.
Pedimos unos cafés y unos trozos de pastel de chocolate.
La expresión de Izuku al comer el pastel irradiaba felicidad... enserio ama el chocolate.
-Gracias por el pastel- Dije probando un trozo.
-De nada, el pastel de chocolate me recuerda al que me diste en mi cumpleaños- Dijo con una pequeña sonrisa.
Cómo olvidar ese cumpleaños y las lágrimas de Izuku, pareciera haber pasado una eternidad desde ese día.
Al terminar de comer, salimos de la cafetería, al ver que ya no habían personas observando el graffiti, miré a Izuku y dije -Quiero una selfie de los dos con la pintura ¿Te apuntas?
Mi amigo solo asintió como respuesta; saqué mi teléfono y encendí la cámara; Izuku colocó su mano en mi cintura para acercarnos más, mis mejillas ardieron y por lo que pude apreciar en la pantalla, estaba roja.
-Sonríe Izuku- Dije formando una gran sonrisa, no podía creer que Izuku sonrió mostrando los dientes y con su mano haciendo el signo de paz.
Esta fotografía la voy a imprimir y enmarcar...
Estoy segura de que si Izuku sonriera de esa forma, al frente de otras chicas, lo encontrarían lindo.
-Te enviaré la fotografía- Dije emocionada.
Izuku solo asintió y nos marchamos del lugar.
Me percaté de que Izuku parecía querer decir algo, pero guardó silencio.
-¿Qué ocurre Izuku?- Pregunté, ya tenía curiosidad.
-T-Te... ves ¡Bonita con ese vestido!- Exclamó lo último, sus mejillas estaban sonrojadas.
-¡Nos vemos más tarde!- Continuó para luego huir de la vereda.
Izuku me dijo que me veía bonita...
Mis mejillas ardían, sentía mi corazón palpitar a mil, solo Izuku puede tener este efecto en mi.
Amé el graffiti que me hizo, creo saber que significa, pero no quería avergonzarlo.
Es hora de marcharme a casa para almorzar y prepararla para las visitas...
18:00 pm
Odiaba la espera cuando invito a alguien a mi casa, me provoca nervios pensar que no vendrán.
Estaba sentada viendo la televisión, ¿Cuándo iban a llegar?
El timbre sonó, rápidamente levanté del sofá y abrí la puerta; en la reja estaba Izuku, sonreí al verlo nuevamente; me acerqué a la puerta y la abrí para hacerlo pasar.
Cuando ingresamos, Izuku me entregó una bolsa de papel con una cinta.
Sorprendida la abrí y saqué el objeto, sonreí al ver un conejo blanco tejido, el cual sostenía un pequeño cartel que decía "feliz cumpleaños".
-Gracias Izuku- Dije feliz y sorprendida.
Izuku soltó un suspiro y de su espalda sacó una dalia violeta; acepté la flor, más tarde buscaré el significado.
-Me encanta, muchas gracias- Dije sonriente, pero me fue inevitable no decir -¿Sabes el significado de esta flor?
-No- Dijo sin más, pero esquivando mis ojos.
-¿Te molestaría si busco con mi teléfono el significado?- Pregunté con diversión.
-N-No es necesario- Dijo con las mejillas sonrojadas.
Izuku lo sabía, estoy 100% segura y si se sonrojó a tal punto es por algo.
-¡Izuku!- Exclamó mi madre alegre a mi espalda -Me alegro que ya hayas llegado.
-Buenas tardes Sra. Uraraka- Dijo cambiando completamente la expresión de su rostro.
Me di la vuelta y mi mamá se percató de la flor, con tan solo ver su sonrisa me dieron más ganas de buscar el significado.
-Buscaré un jarro con agua- Dijo sin borrar esa sonrisa de su cara.
Le entregué la flor sonrojada por la vergüenza.
-¡Vayamos a jugar videojuegos!- Exclamé avergonzada.
Me detuve al escuchar el timbre, salí inmediatamente de la casa, era Jiro con el Sr. Masaru.
-Buenas tardes Sr. Bakugo, ¿Quiere pasar y tomar algo?- Pregunté, el Sr. Masaru es tan amable... Bakugo Katsuki no se parece en nada a él.
-No gracias, tengo que ir a buscar a mi hijo- Dijo con una sonrisa tan amable, estoy segura que si fuese un poder, todos estaríamos cegados por lo buena persona que es.
El Sr. Bakugo se despidió y miró a Izuku.
-Izuku, ¿Cómo has estado?- Preguntó con genuina curiosidad.
Ese médico sabía los problemas de Izuku...
-Mucho mejor- Dijo Izuku levantando su pulgar.
-Me alegro muchacho- Sonrió el hombre, pero en su mirada podía ver un poco de tristeza.
Cuando se marchó, Izuku ayudó a Jiro para ingresar a la casa.
Cuando Masaru se marchó, solo pudo recordar aquella gentil mirada de su preciada amiga. Ese niño ya no era ese muchacho destrozado y deseaba de todo corazón, que tuviese un mejor desenlace que Inko.
Sonrió, si sacó lo terco de ella, lo lograría fácilmente.
Al ingresar a la casa fui a la cocina en búsqueda de unos vasos con bebida y hielo; se los entregué a los dos; luego traje las bandejas con golosinas y las coloqué en la mesa de centro.
Jiro me obsequió unos aretes que le colgaban unos pequeños y coloridos micrófonos, también una pulsera con una llave de sol.
Me fijé que Izuku ya había encendido la consola, ¡A jugar se ha dicho!
Algo que adoraba de mis amigos era que podíamos jugar por horas videojuegos mientras conversábamos de lo que sea.
Al rato después apareció mamá con pizza, mi favorita, si bien a la pizzería adonde vamos sus pizzas son deliciosas, mi papá es quién hace la masa y mamá la salsa de tomate.
Jiro e Izuku probarán las mejores pizzas.
Pausamos el videojuego y comenzamos a comer.
-Es deliciosa, ¿Dónde la compraron?- Preguntó Izuku, para luego mascar otro trozo.
Jiro estaba concentrada comiendo.
-Me gustaría que Toshinori las pruebe- Dijo con esa sonrisa tan linda... deseo que en un futuro Izuku siempre sonría de esa forma.
Que sonría con su verdadera sonrisa.
-Papá hizo la masa y mamá la salsa- Dije con orgullo.
-Tus padres cocinan delicioso- Dijo ahora Jiro.
Asentí y dije -Papá también hace fideos, sus raviolis son deliciosos, un día deberían venir para probarlos.
Pude ver como los ojos de Izuku se veían emocionados.
Continuamos jugando hasta que mi mamá nos llamó para cantar el cumpleaños feliz...
Otra vez no supe que cara poner, así que me fijé en la vela y pedí mi deseo.
"Deseo que Izuku sea muy feliz"
Primero llegó el Sr. Bakugo a recoger a Jiro, quedándome a solas con Izuku.
-Ochako...- Dijo sin mirarme a la cara -Digamos que Toshinori descubrió mi acto de vandalismo, pues... a partir de mañana no tendré teléfono y salidas con ustedes hasta nuevo aviso.
Me sorprendí al escuchar esas palabras, jamás pensé que el Sr. Toshinori regañaría a Izuku... aunque mis padres habrían hecho lo mismo.
-Pero valió la pena al ver tu sonrisa- Dijo sonriéndome -Es el primer y último graffiti ilegal de Izuku... ya no quiero volver a ser un idiota que arriesga su vida en la noche.
Lo miré sorprendida por lo último, me alegraba que al fin se preocupara por su bienestar.
-Desde ahora mis pinturas y graffitis serán con permiso previo, aunque siendo honesto... los muros y murallas de la ciudad, me parecen bastante aburridos y desabridos, les falta color.
¿Es Izuku quien está hablando?
-El blanco está sobrevalorado- Dijo sin más, enserio, ¿Esto es un sueño?
Vi el rostro de Izuku sonrojarse, se dio cuenta de lo que estaba diciendo.
-A mi también me parecen aburridas, pero me gusta la idea de no tener miedo de que la policía te arreste- Dije sonriéndole -Mis padres habrían hecho lo mismo.
Izuku sonrió y dijo -No estoy molesto por el castigo, me lo merezco, pero se siente bien tener que llegar antes de que oscurezca, porque en casa hay una persona que se preocupa por ti.
-Me alegro de escuchar eso, el Sr. Toshinori te aprecia mucho- Dije acariciándole la mejilla.
Izuku sonrió mostrando sus dientes y respondió un alegre -Sí.
El timbre resonó en la casa, miré para ver quién era, resultaba ser el Sr. Toshinori.
-Izuku- Dijo mamá apareciendo con un gran pote -Es pastel, para que le des al Sr. Toshinori.
-Gracias Sra. Uraraka- Dijo Izuku aceptando encantado el pote.
-También, para la próxima puedes venir con el Sr. Toshinori a comer pizza- Dijo mi mamá con amabilidad... un momento, ella había escuchado nuestra conversación.
Creo que pude notar un brillo en su mirada cuando escuchó a mi mamá.
-¡Nos encantaría!- Respondió Izuku para luego despedirse, ya que el Sr. Toshinori lo esperaba.
Papá apareció, se veía un tanto serio...
-¿Qué ocurre papá?- Pregunté extrañada.
-¿Ese muchacho hace vandalismo?- Preguntó mi padre, sus ojos marrones me decían, no me mientas.
-Define vandalismo- Dije preocupada, luego fruncí el ceño -¿Escucharon todo lo que hablamos?
Mi mamá sonrió con diversión al escucharme.
-Es nuestra casa- Dijo sin más mi papá.
-Izuku hace obras de arte...- No podía decirle que era Yamikumo, porque ellos no tienen idea de quién es esa persona.
Saqué mi teléfono y les mostré la fotografía que me saqué con él.
-Me hizo eso de regalo de cumpleaños- Dije con una sonrisa -Además, él ya no lo hará.
-Es hermoso cariño- Dijo mi mamá con una sonrisa, algo iba decir, su mirada lo decía todo -Es un chico muy amable y le gusta nuestra pizza, aprobado como futuro yerno.
Mi papá frunció el ceño y miró a mi mamá; les quité el teléfono y hui hacia mi habitación.
-¡La dalia violeta está en tu habitación!- Exclamó, no podía verla, pero estaba estoy segura de que está sonriendo burlesca.
Me lancé en mi cama y cubrí mi rostro en la almohada, por qué mi mamá debe decir cosas tan vergonzosas.
Miré la dalia que estaba en mi velador, iba a buscar el significado en google; encendí el teléfono y busqué.
Mis mejillas ardieron al leer uno de los significados...
"Amor duradero y leal"
Grité por la emoción, Izuku cómo puedes ser tan romántico.
Ahora entiendo la mirada de mi madre.
Izuku
22:38 pm
Antes de bajar del vehículo me llegó un mensaje de Ochako, lo miré y abrí la boca al ver la fotografía de los dos con el graffiti.
¿Yo sonreí de esa forma?
Bajamos del automóvil y no pude evitar sonreír, adoro pasar tiempo con Ochako.
-¿Le gustó el conejo y la flor?- Preguntó Toshinori con curiosidad.
Recuerdo cómo Toshinori me hizo buscar un regalo, dijo que también debía darle algo físico como recuerdo, por lo tanto, me llevó a ver cosas en tiendas.
No pude evitar ir a la florería y preguntarle nuevamente los significados de las flores al florista.
Me gusta regalarle flores a Ochako.
-Le gustaron, gracias Toshinori- Dije sonriente.
Toshinori fue hacia el estudio y regresó con un grueso libro, veía seriedad en su rostro.
-Bueno, tu castigo comienza ahora- Dijo con seriedad -Tienes exámenes de Biología el jueves, Matemáticas e Historia el viernes ¿Ya estudiaste?
-Y-yo- Había estudiado, algo, pero no lo suficiente.
-Quiero que tengas las mismas calificaciones de siempre- Continuó Toshinori, se sentía esa aura de padre a un paso de regañar a su hijo -Si repruebas o sacas una calificación demasiado baja, aumentarán las semanas de castigo.
Palidecí, ese hombre es cruel.
-También, ten este libro- Dijo entregando el libro en mis manos.
Lo miré extrañado, hasta que leí que decía historia del arte... lo abrí con curiosidad, tal vez serían pinturas y explicaciones dependiendo de la fecha...
Que equivocado estaba, la letra era pequeña y explicaba demasiadas cosas.
-Mis clases no solo se basarán en enseñarte a dibujar y pintar- Sonrió burlesco -Lee desde el capítulo 1 al 5, el sábado te haré preguntas.
Toshinori iba a ser un maestro estricto, no tenía dudas de eso... pero yo no voy a fallarle, quiero aprender y saber mucho más.
-¡No lo decepcionaré!
-Bien dicho, te recomiendo que vayas a tu habitación a estudiar, tienes hasta las doce, luego las luces apagadas- Dijo con seriedad, en su mirada no había broma alguna.
-¡Sí señor!- Exclamé, para luego entregarle el teléfono y marcharme, enserio debo estudiar.
Toshinori sonrió al ver a Izuku, él no le pidió el teléfono, ya que sabe que éste no lo utilizará.
Él sabe que Izuku aprobaría, pero quiere enseñarle que los adolescentes no tienen las libertades que éste tenía antes de conocerlo. Quiere ser un padre para él y no solo un tipo que se asegura de que coma las 3 comidas diarias.
Lo que Toshinori no se a percatado, es de que Izuku es feliz en momentos como estos.
Continuará...
Nota
Quédate con una persona como Ochako, se levanta temprano un fin de semana, solo porque eres tu...
Me gustó este cap, me gusta que lean nuevas cositas de Izuku y los problemas de Ochako al despertar. Además, mostrar que el brócoli aún está en clases :D
Izuku es todo un romántico y al fin sonríe más natural :")
Toshinori es cruel, pero justo.
Estoy escribiendo todo el Izuocha que no hice en el primer libro :D
#AlfinAutora-chanestáhaciendoIzuocha
#UnfinalfelizparaIzuku
Hasta el miércoles 15 de febrero:
Capítulo 8: Tic tac, tic tac, tic tac... el comienzo.
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