L.2 Capítulo 38

Hitoshi Aizawa
16/01/2019
08:30 am

Al llegar a la casa ingresé en silencio, mi papá me seguía sin decir palabra alguna, esperando paciente a que yo hablase.

Emi parecía tan preocupada y para aumentar las cosas estaba Eri, mierda y más mierda.

Preocupé a una niña y a una mujer embarazada por una estupidez, por un maldito impulso.

Todo se volvía más pequeño, el aire no pasaba por mis pulmones, no de nuevo.

Necesito entrar a mi jodido dormitorio, encerrarme y jugar. Deseo estar lejos de todos.

-Hitoshi... -dijo Emi preocupada, por favor no me hables.

-Hermano, ¿qué ocurrió?

No me hables Eri.

No quiero decir nada, solo quiero ocultarme y olvidar todo, fingir que no vi a Fumikage ensangrentado en el suelo, no deseo pensar en que tal vez ya murió.

Es mi culpa, ¿por qué no dije todo hace unos días?

-Hijo, ¿me explicarías lo que ocurrió? -preguntó con una extraña suavidad, su mirada parecía preocupada.

Observé a mi papá con una sonrisa y dije-: yo...

¿Cómo puedo ser honesto con Emi y Eri presentes? ¿Cómo explicar esto al frente de una niña?

No puedo. No voy a decirle que mis examigos se drogan al frente de mi hermana y Emi.

No quiero hablar de la maldita soledad que me consumía cada día, no deseo decir lo horrible que era ir a la escuela y las malditas fiestas.

Es demasiado humillante, doloroso y si hablo todo se vuelve real, papá estará triste.

-Mi vida a sido una mierda desde los doce, detestaba ir a la maldita escuela, me importaba poco sacar buenas calificaciones, lo único bueno eran los juegos y tu me los quitaste -escupí sin pensar en ellas-. Sí papá, tu hijo siente asco de la mayoría de las personas que conoce, odio al imbécil de Neito, detesto a Shoto, mis compañeros son borregos, Fumikage es un imbécil, Tsuyu y Momo son unas arpías.

Escupía y escupía, al diablo todo.

-Son personas malas y estúpidos, creen que los malditos adictos cambian, son basuras manipuladoras, dicen que cambiarán y al final te decepcionan. Te dicen que te quieren y que cambiarán por ti, pero no, no lo hacen... ¡no lo hacen!

Dolía hablar, cada palabra era una tortura, pero a la vez se sentía bien soltar todo.

-Te mienten y al final terminan muertos en la sala de estar provocando un trauma irreparable a quienes lo quisieron. Yo quería a mi tío, ¿por qué eso era más importante? ¿Por qué no fui su primera opción? ¡Era lo único que tenía en el mundo y me dejó abandonado!

Duele llorar por él, por ellos, por tu vivir de forma miserable.

-Los extraño, extraño a mi mamá, extraño a mi tío...

Cubrí mis ojos con mis manos, las lágrimas no paraban de caer con fuerza, me sentía desnudo.

-Fue horrible papá, solo tenía 7 años, era tan solo un niño, los niños no deberían haber visto esas cosas. Los niños no deberían ver a su única familia inyectarse heroína... él me prometió cambiar y no lo hizo.

De golpe me percaté de todas la cosas que había dicho.

Dije cosas horribles al frente de Eri, cosas malas que una niña no debe escuchar.

Saqué mis manos y vi a papá, sus ojos estaban llorosos.

-Lo siento -dijo papá abrazándome con fuerza-. Lamento no haberme dado cuenta.

Cuando creí que había parado de llorar nuevamente comencé, pero esta vez era peor.

-Papá, fue horrible, no alcancé el teléfono, no recordé a quién debía llamar, es mi culpa -las últimas palabras a duras penas salieron de mi boca.

-No es tu culpa Hitoshi -dijo acariciando mi cabeza-, él era un adulto, sabía lo que hacía.

No era mi culpa...

¿Cuántas noches he deseado escuchar esas simples palabras?

-Eras solo un niño, no tomes el peso de algo que no fue tu culpa, por favor...

-Duele demasiado recordar sus últimos momentos.

Las convulsiones, esa mirada, como tosía y luego su cuerpo enfriándose.

-¿Por qué no fui su primera opción?

-Para mi siempre serás mi primera opción, haría lo que fuese por ti -dijo, su abrazo era tan cálido-. Eres mi preciado pequeño y toda tu familia te ama.

Sí, yo tengo una maravillosa familia.

-Te amo papá -dije abrazándolo de vuelta.

Ambos llorábamos sin parar, dolía la situación y hablar del tormento que había guardado por tantos años.

Nos sentamos en el sofá, me había percatado que Emi y Eri no estaban, eso solo significaba que ella se la había llevado. Lo que menos deseaba era que mi hermana terminase con un trauma luego de todo lo que dije.

Papá acariciaba mi cabeza como consuelo, era relajante estar en silencio, pero era momento de hablar del otro asunto.

-Los problemas comenzaron hace 3 años, en una junta en la casa de Neito luego de un partido. Él trajo coca para probarla entre todos, obviamente no la consumí. Con Shoto nunca fuimos amigos como tal, él me detestaba, pero de igual le dije que no lo hiciera, como era de esperar no me hizo caso...

Continué explicándole todo lo de Fumikage conmigo, como comenzaron a aislarme por negarme y no seguir siendo amigo de Neito.

Era horrible hablar, dolía demasiado la confesión.

-Comencé a jugar en línea por diversión, pero luego lo vi como un medio para volver hablar con seres humanos, estaba tan desesperado por comunicarme que se volvió en una adicción -no quería mirar a papá-, si juego con ellos no estoy solo.

Solté una pequeña risa, apoyé mi cabeza en el sofá y cerré lo ojos.

-Luego Neito empezó a invitarme, le decía que no, entonces te usó a ti y yo no quería decirte lo ocurrido. Sé que es estúpido, pero no quise que supieras.

Me abracé a mí mismo y comencé a tiritar.

-Me enteré hace unos días que ellos iban a comprar a ese lugar, te iba a decir, pero Fumikage prometió que se lo diría antes del 16 a sus padres... le creí, no debería haberlo escuchado. Jamás debes creerle a quienes te defraudan una vez, al final vuelven a defraudarte. Creí que por fin me habían escuchado.

-Lamento haberte hecho pasar por tanto...

-No es tu culpa, yo no debí ocultar todo -interrumpí, lo que menos deseaba era que mi papá se culpase, él es una buena persona.

-Soy tu padre, debería haberme dado cuenta -dijo con seriedad-, pero ya no tiene sentido hablar de que deberíamos haber hecho. Ya se hizo, no se puede cambiar el pasado.

Observé a papá, su mirada estaba fija en mi.

-La próxima vez que ocurra algo dímelo, no me molestaré, no sentiré vergüenza, tampoco te juzgaré. Confía en mi, soy tu padre y mi deber es protegerte de todo lo malo, no volveré a permitir que nadie más te lastime, pero si eres sincero es más sencillo.

Al fin una sonrisa se formó en mi rostro.

-Eres el mejor papá que podría haber deseado. Tal vez extrañe a mi tío, pero siempre te escogeré a ti ante todos.

Si bien no compartimos la misma sangre, siempre será mi papá y nadie podrá negarlo.

-Y tu eres el mejor hijo que podría pedir, adoptarte fue la mejor decisión de mi vida -una sonrisa apareció en su rostro, pero luego soltó un suspiro y dijo-: ve a dormir, no quiero que te desmayes.

Asentí varias veces, no me había dado cuenta de lo cansado que estaba.

-Sí...

Fui al dormitorio y me arrojé a la cama, el cansancio fue tal que Morfeo no se esforzó en llevarme al mundo de los sueños.

Estaba en mi dormitorio recostado mirando el techo fijamente, de repente aparecieron pegatinas de estrellas que brillan en la oscuridad.

El sonido de una extraña, pero nostálgica melodía se hizo presente en el dormitorio, era el caset favorito de mi tío.

De golpe aparecí en un tejado rojo, sabía que un movimiento en falso significaba la muerte, pero no me importaba eso, porque estaba seguro de que me rescatarían.

El cielo era de un hermoso celeste, no habían nubes que manchasen su pureza, solo el brillante sol lo adornaba.

La brisa no era ni helada, ni calurosa, era el equilibrio perfecto para refrescar el ambiente.

-Hitoshi, ¿qué ocurre? -dijo mi tío mientras subía al tejado.

Lo ignoré y continué viendo el cielo.

Él se sentó a mi lado.

-Extraño a mamá, sus abrazos eran los mejores y su voz era más bonita.

Además, ella cuenta los mejores cuentos.

-Sí, ella era la mejor, pero ahora está en el cielo pintando los paisajes más hermosos que podríamos imaginar.

-¿El cielo? ¿Se convirtió en un pájaro?
Mi tío sonrió y negó con la cabeza.

-No, pero los ángeles tienen alas, tan perdido no estás.

Asentí con una gran sonrisa.

-También la extraño, pero preguntarse todo el tiempo el motivo del por qué se fue la hará sentirse triste. Piensa en que está feliz y te está apoyando desde el cielo.

-Tío, ¿tu no te irás al cielo? ¿Te quedarás para siempre conmigo?

-Claro, prometo estar siempre contigo, nunca te abandonaré.

-¿Jamás?

-Jamás -respondió con una gran sonrisa.

-¿Por qué no cumpliste esa promesa? -dije con seriedad, era un recuerdo, solo eso, pero deseaba hablar con él-. Todo esto es mi culpa.

-No fue tu culpa, yo solo me metí en eso, le prometí primero a mi hermana, luego al amor de mi vida y finalmente a la persona que quería y debía proteger -respondió con seriedad, nunca lo escuché hablar de esa forma-. Fui un idiota inmaduro, una persona muy débil, el dolor no me hizo pensar en las consecuencias. Lo siento, perdón por todo el dolor que te hice pasar.

-Sí, dolió demasiado... ese año fue horrible -solté un suspiro-. La culpa es horrible, si solo hubiese llamado.

-Eras un niño y la ayuda no habría llegado a tiempo, estaba destinado a morir por mi propia culpa -corrigió-. Al menos, ese destino te guio a un mejor futuro.

-No es un mejor futuro que hayas muerto, el dinero y Yuuei no tienen más valor que tu vida.

-Claro que no, pero ahora tienes una familia que te ama, cariño que jamás habrías sentido conmigo. Tienes personas que no te defraudarán, un padre que te quiere y se preocupa más de lo que yo me preocupé.

Negué con la cabeza.

-Estoy descansando, sufría en vida con mis demonios, estaba cansado del dolor y era débil. Tu padre tiene demonios, pero es fuerte, él se mantiene de pie. Yo moriría de nuevo para que pudieras terminar a su lado, porque sé que estás protegido, conmigo habrías sufrido incluso más o tal vez tomarías malos pasos.

-Yo... -no podía refutar con esa realidad.

-Mi hermana debe estar más tranquila sabiendo que estás con ese hombre. Creo que incluso está descansando en paz al saber que sonríes y eres amado. Las madres quieren lo mejor para los hijos y Aizawa es la mejor opción.

Las lágrimas comenzaron a caer, estoy seguro de que mamá no habría querido eso.

-Ahora tienes otra mamá, ella es buena, tienes a una hermana y otra en camino -sonreía al hablar, sí tenía más familia.

-Tío, ¿mamá pintaba bonito?

-Era la mejor, ¿de dónde crees que saliste?

No recordaba sus pinturas, pero sí que pintaba en la mesa con acuarelas.

-Los extrañaré por siempre.

-Está bien no olvidar tu cariño por quienes se fueron, pero no te aferres al pasado, no permitas que la culpa te consuma.

Miré mis pequeños pies y suspiré.

-Antes de marcharme te quiero decir algo muy importante.

Subí mi mirada y dije-: ¿qué?

-Siempre fuiste más que suficiente en mi vida, yo fui quien no fue lo suficiente para ti -sonrió de oreja a oreja-. Por favor, no sigas torturándote, mis errores son míos, yo soy el responsable de todo. Sé feliz Hitoshi y no pierdas la fe en las personas.

-Adiós tío, espero que seas un mitad pájaro -respondí mientras veía cómo se transformaba en arena.

-Adiós pequeño, recuerda todo lo que te dije.

Sabía que todo era un sueño, pero se sentía tan bien escuchar esas palabras salir de su boca.

Solté un suspiro y le abracé sin miedo a caerme, porque sabía que me rescatarían.

Él me devolvió el abrazo hasta que se deshizo, como era de esperar caí del tejado, no temía por mi vida.

Caí de golpe sobre unos fuertes brazos.

-Hitoshi, no vuelvas a subir al techo -me regañó papá-. Te he dicho cientos de veces que no lo hagas.

-¿Por qué?

-Porque es peligroso y no quiero que nada malo te suceda -respondió con seriedad.

No pude evitar sonreír, no cambiaría por nada del mundo a papá.

16:30 pm

M

i estómago me hizo despertarme de golpe, no había comido nada desde anoche y las golosinas tampoco eran un alimento contundente.

Me levanté a la cama y fui en dirección hacia la cocina; cuando llegué al comedor vi que estaba papá, Emi, Eri y el abuelo comiendo helado mientras charlaban.

-Al fin despertaste -dijo Emi alegre, aunque tenía los ojos rojos y una mirada un tanto triste.

Mi abuelo se levantó con rapidez, se acercó a mi lado y me abrazó con fuerza.

-Niño, no me preocupes demasiado, ¿quieres que me salgan más canas? -dijo, más que enojado, parecía aliviado-. Si quieres expulso a ese niño, no me importa.

Reí al escuchar aquello.

-¿Eso no es abuso de poder?

-Por mi nieto expulsaría a todo su salón -respondió con tal honestidad que me hizo sonreír.

-Eres el mejor abuelo que podría pedir -dije abrazándolo de vuelta.

-Voy a calentar la comida -dijo papá levantándose de la mesa.

Mi abuelo deshizo el abrazo y me llevó hacia mi silla, en serio se veía demasiado aliviado.

Me senté en silencio, me sentía extraño al ser observado por Eri en silencio junto con una Emi que se veía tan apagada.

No sabía que decir, hasta que Eri abrió la boca.

-Luego de comer deberías bañarte, hueles a basura -los niños eran demasiado honestos.

-Tienes razón, pero estábamos jugando al escondite y se me ocurrió esconderme detrás de unos basureros -era una mentira a medias.

-Hermano deberías buscar mejores escondites, detrás de un mueble es más sencillo -respondió mientras comía de su helado.

-Creo que para la próxima tomaré esa idea.

-¿Por qué estabas tan triste? -cambió el tema de golpe.

-Eri -advirtió Emi con seriedad.

-Recordé a unos amigos que se mudaron a otra ciudad hace muchos años -mentí con una sonrisa, no era falsa, ni tampoco actuada.

Era nostálgica.

-¿Cómo nosotros?

-Sí, como nosotros, ellos también viven en una casa muy bonita.

-¿Cómo son?

Sentía la mirada de mi abuelo y Emi.

-Uno es el hermano menor es gracioso, un poco bromista e inteligente, es muy amable. Y la hermana mayor es...

¿Cómo era ella en realidad?

Recuerdo que sus abrazos eran cálidos, ella desbordaba amor, su sonrisa era bonita, una voz que no recuerdo, pero sé que si la escuchase de nuevo la recordaría al instante.

-Es dulce, lee excelentes cuentos, sus abrazos son cálidos, le gusta ver películas, cada vez que podía íbamos al cine, es más fuerte que cualquier persona que he conocido -sonreí al recordar como me cargaba a mí y a las bolsas con la comida-. También era lista, creo que era bonita... tenía un lunar debajo de su ojo derecho, tenía unas macetas con cactus.

Una gran sonrisa se formó de oreja a oreja.

-No era buena cocinera, pero lo intentaba... también pintaba.

-¿Pintaba? -Eri parecía cada vez más emocionada.

-Sí, le gustaban las acuarelas, tenía un pequeño cuaderno donde pintaba...

-Ella suena genial, ¿algún día vendrá a visitarnos?

No, jamás volverá.

-Ella no puede, vive demasiado lejos y trabaja.

-Entonces podríamos visitarla nosotros, viajemos en familia -dijo Eri mirando a Emi y al abuelo.

Los dos estaban en silencio, no sabían qué responderles.

-Ya está la comida lista -dijo papá dejando el plato.

-Gracias -dije para luego probar un bocado, estaba delicioso.

Al finalizar, Eri fue hacia su dormitorio y luego volvió corriendo junto con la caja de un juego de mesa.

-¡Juguemos!

Era imposible decirle no a esa niña, por lo tanto, todos aceptamos.

19:00 pm

E

staba sentado en el estudio dibujando, creo que era el dibujo más complicado que había hecho en mi vida, ¿cómo dibujar a un rostro que no recuerdas?

¿Cómo era mamá?

Solo recuerdo el color de su cabello, negro como la noche y un lunar debajo de su ojo...

Tan complicado e imposible.

-¿Qué dibujas? -preguntó Eri apareciendo de golpe.

No supe qué responder.

-¿La mujer de la hablabas era tu mami? -preguntó curiosa, ¿cómo lo supuso?

-Eri es inteligente -dijo en tercera persona-. Soy una niña, pero sí logro entender cosas.

Fruncía el ceño al decir lo último.

-Cuando decías esas cosas me acordé de mi mami, entonces ella es tu mamá.
Lógico, creo que no debo subestimar la inteligencia de un niño.

-Sí, ella era mi mamá -admití.

-¿Ella era la esposa de papá? -preguntó con curiosidad.

Observé aquellos ojos brillantes, ¿cómo le explico a una niña de 7 años que soy adoptado?

Mejor no subestimo su inteligencia.

-Es un tema complicado -dije colocando mi mano en mi barbilla, solté un suspiro y continué-: siéntate y te explicaré.

Creo que es lo mejor, quién sabe, tal vez algún día conozca a un niño que también fue adoptado.

Eri me hizo caso y se sentó en la silla de al lado, era divertido ver como colgaban sus piernas.

-Existen distintos tipos de familias. Antes de que tu mamá se casara con mi papá, eran solo ustedes dos, ¿cierto? -dije intentando de que comprendiese con facilidad, al ver que ella asintió, continué-: yo era igual que tu, no tenía papá, pero si una mamá.

-¿Entonces tu mamá se casó con papi al igual que mi mami?

Es demasiado tierna.

-¿Recuerdas lo que le ocurrió a nuestro gato?

-Sí, él se fue al cielo para comer muchos pescados -respondió al instante.

-Bueno, mi mami se fue al cielo a descansar para pintar.

Ella no comprendió al instante, pero luego creo que entendió algo.

-¿Tu mami no volverá? -podía ver la tristeza en su mirada.

-Sí y no, estoy seguro de que ella está a mi lado cuidándome, pero solo no la podemos ver...

Eri me observó dudosa.

-A veces no es necesario ver las cosas para saber que están allí, cuando una persona te ama mucho no debe estar presente para saber que está al lado tuyo, ¿cierto?

-¿Es parecido a cuando no están conmigo en la escuela? -preguntó intentando ella misma buscar una respuesta lógica.

-Sí, sabes que estamos contigo a pesar de que no estamos allí.

Asintió varias veces con una gran sonrisa.

-Mi mamá es igual, no la veo, pero sé que me está cuidando.

-Tu mami te quiere mucho.

Mordí mi labio inferior y asentí.

-Cuando mamá se fue al cielo, yo me quedé solo -decidí omitir a mi tío, ya era demasiado complejo y triste lo que le decía.

-¿Solo? -dijo preocupada- ¿Cuántos años tenías?

A tu edad estaba solo en la calle...

Negué en mi mente y sonreí.

-Iba casi en kínder -respondí intentando de que comprendiese mejor las edades.

-Eras más pequeño que yo -dijo ahora más triste.

Maldición.

Tan solo tengo 15 años, es demasiado complicado buscar las mejores palabras.

-Sí, pero cuando tenía más o menos tu edad apareció papá -dije ahora con una gran sonrisa-. Al conocerme decidió adoptarme para que fuese su hijo.

Se veía nuevamente confundida.

-Hay adultos que a veces no tienen hijos y cuando desean tenerlos suelen adoptarlos, papá hizo eso -expliqué-. Papá no es tu "verdadero" padre.

Negó con la cabeza, pero luego dijo-: no me importa, él es mi verdadero papá.

-En mi caso es lo mismo, quiero mucho a papá, aunque no es mi verdadero papá y él también me quiere como si fuese su verdadero hijo.

Prefería el término biológico, pero creo que tendría que explicarle más cosas, las cuales prefiero que le expliquen ellos o sus maestros.

-Ahora entiendo -dijo con una sonrisa, se veía orgullosa.

Ella tan solo había preguntado por mi madre y terminé con un intento de explicación, al menos no preguntó sobre la muerte.

-No me gusta verte triste -dijo Eri colocando su pequeña mano en mi brazo-. Cuando estés triste abraza a mamá, ella siempre me hace feliz con sus abrazos.

-Tomaré tu consejo, para la próxima vez la abrazaré.

Eri sonrió al escuchar mis palabras y luego dijo-: y recuerda que los basureros son el peor escondite.

Solté una pequeña carcajada.

-Entendido... ¿qué opinas si dibujamos robots?

Decidí cambiar el tema; Eri bajó de su silla rápidamente y fue al cajón por su croquera y lápices.

Creo que eso fue un sí.

Eri y yo dibujamos hasta que ingresó Emi al estudio.

-Eri, es hora de ir a dormir -dijo con una cálida sonrisa.

Como siempre Eri intentó de refutar, pero Emi dijo que leerían un nuevo cuento de princesas, esa siempre es su carta del triunfo.

-¡Buenas noches hermano! -dijo para luego marcharse del estudio.

Hermano, me gustaba esa palabra, de alguna forma sentía que mientras ella existiera y el tiempo pasase, cuando ellos partiesen, Eri seguiría estando a mi lado en el futuro.

No hay un futuro donde esté solo, ahora tenía una hermana y otra más.

Dos hermanitas a quienes debo proteger, creo que lo peor de ir a Yuuei es no ver todo el tiempo a Emi y a Eri, pero a veces no se puede obtener todo lo que quieres.

Decidí ir a la sala de estar para ver algo en la televisión; cuando vi al abuelo sentado en su sofá leyendo el periódico sonreí, al parecer hoy se quedaría a dormir (me alegraba de que esta casa tuviese varios dormitorios, cuando la compraron pensaron en las visitas y un cuarto que fuese solo para el abuelo).

Me recosté en silencio en el sofá más grande y cerré los ojos por un momento, creo que hoy era uno de los días más agotadores a nivel emocional que he tenido en mucho tiempo.

-Tu madre sonaba como una mujer muy amable -dijo de golpe el abuelo.

Me sorprendí por sus palabras, pero sonreí.

-Sí, ella era muy buena -dije con una pequeña sonrisa-. Era un poco parecida a Emi en el aspecto de su alegría y lo cálida que podía llegar a ser. Estoy seguro de que ella debe estar feliz de que esté aquí. Mamá quería bastante a su hermano menor, pero en el fondo no era el mejor ejemplo para un niño.

-Tuvo que ser duro pequeño, pero me alegro que aún siga esa sonrisa -dijo el abuelo bajando el periódico.

-Es gracias a ustedes, usted y papá me ayudaron demasiado.

-Yo soy quien debería darte las gracias, hiciste que nuestras vidas fuesen un arcoíris. Shota y tu son lo mejor que me han pasado en la vida, me hicieron padre y abuelo.

No pude evitar sonreír, el abuelo es un gran hombre.

Cambié de posición y dije-: eres un gran abuelo. Tal vez fue más sencillo acostumbrarme a ustedes al no haber tenido un padre ni abuelos, pero estoy seguro de que si los hubiese tenido, desearía que fuesen como ustedes.

Solté un suspiro y me senté, se sentía bien hablar de estas cosas que jamás hablé y de las cuales intenté ignorar por casi una década.

Quise dejar en el pasado el recuerdo de mamá, no sé si fue con el propósito de olvidar el dolor o dejarla ir.

El abuelo iba a decir algo, pero llegó papá en silencio sosteniendo un maletín de cuero; lo dejó sobre la mesa de centro y me observó.

-Es de las pocas cosas que tenían tuyas.

Intenté pensar en cuáles cosas.

-Algunas las obtuve de la comisaría y otras las recolecté de tu antigua casa, los dueños guardaron un par de cosas en el ático, pero el restos de objetos los vendieron o los botaron...

-¿Fuiste a mi antigua casa? -no pude evitar sentir ganas de llorar al escuchar aquello.

-Yo no tuve la oportunidad de tener alguna cosa de mi pasado como tal, solo un par de fotografías del orfanato, pero antes no hay nada -dijo con una normalidad y tranquilidad que podía causar escalofríos-. No deseaba eso para ti si sabía que podía encontrar algo.

-Eres el mejor papá del mundo -dije intentando no llorar-. Corrección, la mejor persona del mundo.

Él me miró sorprendido por unos segundos, pero luego sonrió.

-Nunca pediste nada y tampoco te veías interesado, por lo tanto, pensé que no deseabas saber nada de ellos -dijo con una expresión que no comprendí-. Quería enseñarte este maletín cuando fueses mayor de edad, pero supongo que me equivoqué y tendría que haberte mostrado esto antes...

-Hiciste lo correcto, no estaba preparado para ver algo relacionado con mi tío y si hay algo con el rostro de mamá lo habría rechazado de inmediato.

Me observó curioso.

-A mi tío jamás le permití que me mostrase algo de mamá, duele ver la imagen de ella, pero ya no recuerdo su rostro y creo que si tengo la oportunidad de ver como era... debo aprovecharlo.

-¿Cuándo maduró tanto mi nieto? -dijo emocionado mi abuelo, al mirarlo vi su mirada orgullosa.

-No lo sé, creo que el día de hoy me ayudó -no estaba muy feliz de lo que me impulsó.

Lo mejor era empezar a revisar las cosas.

Me acerqué a la maleta y cerré los ojos, tenía miedo, pero quería recordar el pasado. Al momento de abrirla me topé con videocasetes, un par de álbumes, una carpeta y casetes de música.

-Abuelo, papá... esta música siempre ponía mi tío en las mañanas, él decía que esas canciones le ayudaban a reflexionar -dije un tanto emocionado, miré el equipo de música y luego los observé a los dos.

-Colócalo, pero no demasiado alto o Eri despertará -dijo papá su voz sonaba igual que siempre, pero podía ver su sonrisa.

Mis manos tiritaban un poco, pero logré colocarlo, era hora de escuchar esas canciones del pasado; presioné el botón de encender y no pude evitar sentir que volvía al pasado.

Mi tío cantaba (gritaba) a todo pulmón mientras sostenía el escobillón fingiendo que era un micrófono.

-Mi tío un día cantó esa canción mientras giraba, sostenía un escobillón, pero se le resbaló y terminó incrustado en la ventana.

El abuelo comenzó a reír.

-Un día tuvo la música tan fuerte que la vecina lo regañó.

Papá me miró extrañado.

-Esa señora era desagradable, todo el tiempo me regañaba por estar jugando en el techo -dije molesto-. Decía que necesitaba una mano dura y que mi tío era un irresponsable.

-Creo que comprendo el por qué te subías al techo -dijo papá levantando una ceja.

-Nunca me caí, aunque me alegro de que me hayas hecho ver que no tenía que hacerlo. Tal vez habría terminado con una fractura.

Papá parecía feliz al escucharme.

-Mientras más recuerdo a mi tío más me doy cuenta de que no estaba capacitado para cuidar un niño...

-Nadie nace preparado -dijo papá-. Siendo honesto, pensé que sería un poco más sencillo criarte al ser profesor, pero estaba equivocado.

Sonreí al escuchar aquello, probé con otro caset, no sabía de qué era, pero lo coloqué.

La voz de mi tío cantando se hizo presente en la sala de estar, no cantaba tan mal cuando deseaba hacerlo.

-¿Él es? -preguntó mi abuelo.

Una lágrima cayó por mi mejilla.

-Sí...

Luego otra voz se hizo presente, recordaba fácilmente aquel dulce tono.

Solté un largo suspiro, fui hacia la mesa y me senté en el suelo, al frente del maletín.

-¿Quién es la mujer? -preguntó papá sentándose a mi lado.

-Ella es Shelly -dije un tanto incómodo-. Era la novia de mi tío, una excelente mujer...

Dolía demasiado recordarla.

-Fue muy fuerte y estoy orgulloso de ella.

Ninguno de los dos habló, solo sentía sus miradas.

-Shelly le creía a mi tío, era la mujer buena que por amor creyó que cambiaría... se amaban, mi tío la trataba como si fuese una reina -dije recordando aquellas tardes en las que llegaba y mi tío le servía la comida o cuando íbamos al parque y al cine-. Mi tío podría haber sido un irresponsable y drogadicto, pero jamás fue una mala persona, no era ese tipo de hombre que maltrataba de esa forma a su pareja, pero sí la lastimaba con su adicción.

Papá colocó su mano en mi hombro.

-Ella rompió con él, lejos de dolerme me sentí feliz, porque Shelly no se merecía eso en la vida y estoy orgulloso de que haya tenido el valor de dejar a quien amaba...

Pocas personas decidían marcharse cuando hay amor de por medio, prefieren vivir sufriendo por amor.

-Por eso mi tío consumió demás o eso es lo que creo -finalicé con una sonrisa melancólica.

Con el control apagué el equipo y solté un largo suspiro.

-Te admiro -soltó papá-. No todos ven la vida de esa forma, en especial siendo tan jóvenes. Además, tienes razón sobre esa mujer.

Otra lágrima traicionera cayó.

-Es triste saber que no puedo revisar los videos -dije con amargura.

-Le preguntaré a Hizashi si tiene uno para que nos los preste y si no compraré uno...

-¡Eres el mejor! -cubrí mi boca con mis manos, se me había olvidado Eri.

Al ver ingresar a Emi, sonreí, me alegraba verla y supongo que le será interesante ver las fotos.

-Hola chicos -dijo con una gran sonrisa-. Espero llegar a tiempo.

-Sí, llegas a tiempo -dije más emocionado de lo usual.

Abrí el primer álbum, una sonrisa se formó en mi rostro al ver que éramos mi tío y yo.

El abuelo y Eri se acercaron para ver las fotos con nosotros.

Gran parte eran mías, algunas de mi tío eran un poco borrosas, porque yo había sido quien las sacó.

-Esa foto es de mi primer día de clases, no lloré, pero estaba asustado -dije mientras recordaba como se marchaba mi tío-. Temía que mi tío no volviese.

Emi y papá no respondieron, pero el abuelo dijo-: a mi también me pasó lo mismo, recuerdo que estaba demasiado nervioso... en realidad lloré.

-¿Lloraste?

Eso no lo vi venir.

-Sí, era un niño tímido y asustadizo.

-No lo parece... -dije extrañado al saber que el abuelo era bastante extrovertido.

-Con los años cambié.

-Eras tan tierno, dan ganas de abrazarte -dijo Emi con alegría.

Las personas tendían a decir que era un niño adorable, lo odiaba.

Las fotos eran graciosas, a veces tenía el rostro cubierto de comida o tierra, en casi todas estaba jugando o haciendo locuras.

Todo era nostalgia y recuerdos divertidos, pero cuando pasamos al otro álbum la alegría se esfumó cuando se abrió.

La primera foto era de mamá, no recordaba demasiado su rostro, pero fue fácil identificarla.

Mamá tenía el cabello castaño oscuro, bastante largo y con ondas; sus ojos eran grandes y con gruesas pestañas, el color de estos eran verde oliva, tan llenos de vida y alegría, eran hermosos y debajo del ojo izquierdo tenía su lunar; su tez era bronceada; sus rasgos eran delicados, parecía una muñeca.

Una gran sonrisa se formó en mi rostro, pensé que iba a llorar al ver su foto, pero me sentí feliz.

-Ella es mi mamá -dije mirando a papá-. Su nombre es Nozomi, mi tío decía que significaba esperanza... ella era madre soltera, tenía dos trabajos. Solo tenía un día libre, no recuerdo cuál, pero era el único en el que no aparecía su amiga para cuidarme.

Los tres me observaban en silencio, escuchándome con atención.

-Mamá y mi "tía" eran como papá, no me dejaban hacer locuras y me hacían dormir a una hora decente. Eran responsables y estrictas -dije sin borrar mi sonrisa-. Era muy feliz con mamá, ella era mi mundo.

Dolía recordarla con un rostro.

-Ella decía que yo era su príncipe. Jugábamos demasiado a los espadachines, al escondite y a lo que sea que se le ocurriese -susurré con nostalgia.

-Suena como una buena mujer -dijo papá con un tono de voz amable.

-Lo es, además, era graciosa y creativa, creaba cuentos para la hora de dormir, todos con aventura y diversión. Era muy recurrente que quemase la comida, su comida no era la mejor... pero de alguna forma sabía bien o tal vez ahora creo que sabe bien.

Guardé silencio y cambié la página, ahora quise llorar, ella estaba de pie posando su enorme panza por el embarazo. En otras estaba igual, pero con mi tío a su lado, ya sea sonriéndole o tocando su panza.

Se veían felices.

En otra estaba en el hospital cargándome, tal vez tenía un día de nacido.

No había fotos sin mi tío, al parecer eran bastante unidos, ¿cuánto sufrió él?

Mamá era lo único que tenía aparte de Shelly y yo.

¿Cómo me sentiría si Eri falleciera?

Solo pensarlo dolía.

-Mi tío era varios años menor que mamá, no sé muy bien qué ocurrió, pero solo sé que no tenía abuelos. Creo que solo eran ellos dos contra el mundo -dije más para mí mismo.

Decidí sacar la carpeta, no tenía idea de lo que había allí, dudaba que fuesen más fotos, por lo tanto, iba a ser una sorpresa.

La abrí con un poco de temor, pero al ver su contenido sonreí, estaba repleto de pinturas hechas por mamá. Eran muy lindas y buenas, en verdad ella pintaba bien.

-Ya veo de dónde heredaste tu lado artístico -dijo Emi, sonaba alegre.

-Recuerdo poco, pero mamá no tenía mucho tiempo para pintar, por lo tanto, le era más cómodo y rápido la acuarela...

"Mamá, ¿puedo pintar? Porfis"

"Te dejaré cuando dejes de intentar comerlas"

Lo sé, no debía que comerlas, pero tenía 4 años y parecían dulces.

-Mamá me tenía prohibido pintar con eso, a diferencia de Eri, yo quería comerme la pintura...

Sentía vergüenza por eso.

Escuché la risa de mi padre, maldición.

-No seas cruel -lo regañó Emi.

-Que adorable -dijo ahora mi abuelo.

Trágame tierra...

Negué con la cabeza y continué revisando las pinturas, había aves, paisajes, flores y un par de retratos míos, pero mi favorito era una pintura de mamá y mía.

Pensé que habían terminado las pinturas hasta que dos hojas cayeron de entremedio.

Al ver la primera un nudo se formó en mi garganta.

Eran dos palmas plasmadas con pintura, una más grande y delicada de color verde oliva, la otra era muy pequeña y de color purpura.

-Diecisiete de agosto del 2008 -susurró mi papá al leer la fecha.

-Mamá con acrílico intentó hacer colores lo más parecidos a nuestros ojos -dije con amargura-. Me hizo untar mi mano en esa pintura, terminé manchando parte de mi ropa y la pared de la sala de estar.

Mordí mi labio inferior y dije-: cuando era niño no recordaba bien las fechas importantes, pero no importa cuantos años pasen, siempre recordaré que ese es el día de su cumpleaños.

No podía más, dejé la hoja y me marché a mi dormitorio con un mal sabor de boca y una fuerte presión en el pecho.

Me senté a los pies de mi cama, quería llorar, pero las lágrimas no caían.

Extrañaba a mamá, pero creo que ya había llorado demasiado por el pasado el día de hoy.

Un golpeteo en la puerta me hizo reaccionar al instante grité que pasara.

Era Emi, siempre se me hacía extraña verla embarazada. Aún recuerdo a papá presentándome a su antigua amiga.

-Tu mamá es hermosa y muy buena Hitoshi -la sonrisa de Emi era alegre-. Gracias por contarnos sobre ella, sé que debe ser duro, pero se siente bien saber más de tu pasado.

La observé y sonreí al escuchar sus palabras.

-Tal vez no puedo verla o hablarle, pero sé que ella está feliz de que yo tuviese la oportunidad de tener una nueva madre como tu -dije un tanto avergonzado-. Y te agradece por devolverle los colores a su hijo.

Me levanté y abracé con delicadeza a Emi, Eri tenía razón sobre sus abrazos, ellos te hacen feliz.

Escuché un sollozo escapar de Emi, mierda, estaba llorando.

-Te aseguro de que tu mamá está feliz y orgullosa de tener a un hijo tan listo y amable. Tal vez nunca podré tomar el rol de mamá, pero créeme que soy la mujer más feliz del mundo por ser tu madrastra.

Nos separamos y ella se sentó en la silla de mi escritorio.

-Creo que nunca hablé contigo sobre esto, pero fuiste como un huracán en nuestras vidas.

Ella me miró extrañada aún parecía llorar.

-Me sorprendí bastante al verte por primera vez -dije con una sonrisa-. Papá nunca me había presentado alguna amiga o siquiera mencionado algún interés romántico. Honestamente, siempre pensé que seríamos una familia de tres, el abuelo, papá y yo. Pero tu llegaste tan alegre y muy distinta a papá, que fue un gran impacto en todo los sentidos.

Emi sonrió de oreja a oreja.

-Llegaste a casa y me hiciste dejar los videojuegos constantemente para pintar o salir a jugar en la plaza... nos arrastrabas a lugares divertidos y comenzamos a jugar juegos de mesa luego de la cena.

Mis ojos se nublaron, las lágrimas se aproximaban por caer.

-Emi, tal vez papá ya te lo contó todo, por eso creo que no es necesario que te explique lo ocurrido, pero quiero decirte que no solo mi mamá te agradece -dije con dificultad-. Gracias Emi por salvarme, sin ti no sé que sería de mi vida.

Comencé a llorar, dolía exponer mi fragilidad.

-Gracias por sacarme de esa soledad y traerme devuelta a una realidad más hermosa. Te quiero mamá.

Creo que es la primera vez que le dije mamá, pero no por Eri, ahora era en verdad honesto y no sonaba tan raro al pronunciarlo.

Sus brazos cálidos me acogieron, me sentía como un niño pequeño.

-Con respecto a lo que escuché por accidente con Eri el otro día -dije con dificultad-. Sí, me gustaría que fueses legalmente mi mamá.

Sonaba tan nerviosa esa día, ellos dos tenían claro que con Eri no habría problema en hacer los trámites de adopción de parte de papá, pero en mi caso es más "complejo".

Preguntarle a una niña de 6 años no es lo mismo que preguntarle a un adolescente de 15, vemos las cosas de otra forma y en mi caso si tuve una madre.

-¿En serio? -al parecer no podía creerlo.

-¿Quién no querría ser hijo de la grandiosa Emi Fukukado?

Emi otra vez comenzó a llorar, me sentía un poco mal por aquello, pero sabía que eran de felicidad.

Antes de marcharse Emi sonrió y dijo-: si te da miedo o vergüenza decirle cosas a tu padre, puedo ser tu oído y ayudarte. No solo tienes a tu papá.

-Gracias mamá, ten una buena noche.

La sonrisa que se formó en su rostro era enorme.

-Buenas noches hijo.

Le respondí con una sonrisa.

Era la primera vez en la que en verdad me sentía como su hijo.

Me acerqué a la ventana y observé el cielo nocturno, una estrella fugaz apareció a una gran velocidad.

-Deseo que Fumikage sobreviva y sea feliz...

Porque él no sonaba feliz al momento de irse con Shoto, tal vez él tenía razón con ese comportamiento tan loco y yo jamás he tenido un verdadero amigo con el cual me arriesgaría hasta tal punto.

Negué con la cabeza, sé que suena mal ante los ojos de los otros, pero yo sé que tengo razón.

La solución no es arriesgar tu vida acompañando a comprar drogas a tu amigo, aunque no negaré que Izuku hizo lo correcto, sí, fue impulsivo y loco, pero fue lo correcto.

Izuku actuó como un humano desesperado por ayudar, no voy a juzgarlo, porque, por mi familia haría mil y una idioteces para salvarlos.

Al día siguiente fuimos a casa del abuelo para relajarnos de todo el estrés vivido, le mostré las fotos a Eri, ella se veía feliz al ver todas y cada una.

"Tu mami es muy bonita y te pareces a ella"

"Pinta muy bonito"

Me sentía orgulloso al escuchar aquello, me gustaba que elogiaran a mi mamá, porque ella lo merecía.

26/02/2019

Estaba sorprendido, mi padre me había preguntado si deseaba visitar a mi tío y a mi madre al cementerio, eran distintos, pero él logró ubicar los dos cementerios.

No quise ver el de mi madre, no estaba aún preparado para aquello, pero necesitaba ver el de mi tío para despedirme, no pude ir a su funeral, se merecía, corrección, nos merecíamos decirnos adiós.

Una presión se formó en mi pecho al ingresar al cementerio, por suerte iba con mi familia, no estaba solo para el reencuentro con mi tío.

Me sentía feliz de poder ver su tumba, ya era hora de despedirme como se debe.

Estaba bastante lejos de la entrada, revisábamos por distintos lados sin victoria hasta que por fin lo logramos.

Su tumba estaba limpia y tenía un par de flores, las cuales no parecían secas.

-Al parecer siguen visitándote -dije a la nada.

Papá me entregó un ramo de flores, eran de distinto tipos y colores, no tenía idea de cuáles le gustaban y sus significados, solo las compré porque eran bonitas.

Al dejar el ramo, dije-: hola tío, lamento la tardanza, fueron casi 8 años. Mejor tarde que nunca, ¿cierto?

Era extraño leer mi antiguo apellido, hace años que no lo leía o siquiera lo escribía.

"Shinso"

No extraño usar ese apellido, tampoco deseo usarlo, Hitoshi Shinso es solo mi pasado, uno alegre y triste.

Me gusta ser Hitoshi Aizawa, no lo cambiaría por nada en el mundo.

-Pasaron muchas cosas luego de tu muerte. Terminé huyendo y viví en la calle, fue duro, a nadie le importaba un niño perdido y de repente aparece un joven adulto que me rescató...

Intentaba no llorar, pero recordar el miedo que sentía y luego ver esa mano ofreciéndome ayuda, no sé, pero me afecta.

Lo amigable y preocupado que fue cuando nadie más me vio.

Papá brillaba ante mis ojos en ese momento, él se había convertido en un héroe sin capa.

-Él me adoptó, es un hombre un tanto serio, pero a la vez es muy amable y protector. Yo creo que estarías feliz de saber que tengo al mejor padre del mundo... él te buscó sin que yo lo hiciese o lo pensase. No solo es el mejor padre, es la mejor persona del mundo
Una mano acarició mi cabello, era papá.

-Sé que no soy el culpable, pero me siento tan mal por no haber llamado... lo siento tío, en serio lo siento.

-Te aseguro de que tu tío te está diciendo que no es tu culpa -dijo con suavidad Emi.

Asentí, lo sé, mi tío jamás me culparía por algo.

-Te presento a Emi, ella es mi otra salvadora y mi nueva mamá, es muy buena y dulce bastante alegre, siempre te hace reír. Es una gran mujer...

Tenía los ojos cerrados, pero sabía que Emi estaba llorando.

-También tengo un abuelo, es genial y muy sabio, te gustaría charlar con él, también le gusta la música -sonreí recordando a ese gran hombre-. Y una hermana pequeña, es muy traviesa, tierna y me hace jugar por horas, estoy seguro de que te haría peinados todo el tiempo.

-Además, tendré otra hermana, le queda poco por nacer y-y soy muy feliz.

Sequé las lágrimas de mis ojos con mi antebrazo, dolía decir cada palabra, pero me sentía feliz.

Me agaché quedando frente a la tumba, de alguna forma -un tanto loca- lo hice para hablar más en privado.

-Sé que amabas mucho a tu hermana, por lo tanto, te prometo que algún día la traeré a tu lado y descansarán juntos -susurré de forma casi inaudible.

Me levanté y dije-: adiós tío, nos vemos.

Miré a papá y a Emi, les sonreí y dije-: volvamos al automóvil, Eri y el abuelo deben estar calcinándose.

Ambos asintieron y nos marchamos en un pacífico silencio, decidí no mirar hacia atrás, ya era hora de mirar hacia el frente.

-Hitoshi, deseaba preguntarte qué opinas sobre el nombre que deseamos colocarle a la bebé -dijo Emi un tanto animada.

-¿Al fin escogieron uno? -dije con una sonrisa.

-Solo si te parece -dijo ahora papá.

Lo encontraba tierno, pero algo más había en sus palabras.

-Me encantaría, ¿cuál nombre es?

-Nozomi -respondieron al unísono.

Nozomi...

"¿Cómo te llamas mami?"

"Mi nombre es Nozomi Shinso mi preciado bebé"

"Me gusta tu nombre, es muy lindo, ¿puedo decirte Nozomi?"

"Para ti siempre seré mamá"

"Está bien mami"

-Me encanta, tendrá un nombre muy bonito -sonreí de oreja a oreja-. Nozomi Aizawa Fukukado, suena bastante bien para una futura niña.

Me alegraba que su nombre fuese tan especial nuevamente en mi vida...

09/03/2019
10:30 pm

Una parte de mi se sentía extraña, no despertar un sábado con la voz de Emi y Eri arrastrándome a jugar en el jardín era anormal.

Papá no estaba bebiendo su café mientras intentaba despertar, podía ser un vago los sábados y domingos.

Es raro no desayunar con ellos, pero sí con nuevos compañeros, es algo anormal, pero me gustaba, me agradaban las personas de mi entorno.

Me sentía bien.

-¡Buenos días Hitoshi! -dijo Ojiro, un chico bastante agradable y perteneciente al departamento de Danza.

-Buenos días -dije escapando un bostezo.

-Son casi las once y aún te ves tan agotado -dijo ahora Kaminari, un chico bastante animado del departamento de música.

-Denki, no molestes a Aizawa -regañó Jiro apareciendo de golpe, ella era una chica del mismo departamento, al parecer ambos se conocían desde antes. Bueno en realidad son un grupo, es curioso como muchos del salón se conocen.

-No fue mi intención -dijo Denki avergonzado.

-No me importa, pero estoy acostumbrado a dormir hasta las once los días sábados -dije con honestidad, me importaba poco su comentario, porque sabía que no había malicia.

En realidad Kaminari es bastante energético y extrovertido, pero también amable, en especial con ella.

Kaminari y Jiro de seguro son novios, juntos son demasiado ¿acaramelados?

-Aizawa...

-Por favor, llámenme por mi nombre -les pedí, era extraño que dijeran mi apellido ahora que papá era mi profesor, siento que es una mejor forma de separar nuestra relación en la escuela.

-Entonces, también di mi nombre -dijo Kaminari con una gran sonrisa.

-Está bien -respondí cubriendo mi boca al escaparse otro bostezo-. Además, estuve hasta tarde jugando...

-¿Jugando? -interrumpió Ojiro emocionado-, ¿a qué jugabas?

Al nombrar el juego, él sonrió y dijo-: después del desayuno debemos jugar.

-¡Me uno! -exclamó Denki-, te aseguro que Eijiro querrá jugar con nosotros, lo iré a buscar, de seguro está trotando. También, podemos llamarlo a él para que se una online, es demasiado bueno y siempre se despierta a las siete de la mañana.

Y Denki ya estaba ideando todo un plan para el día de hoy.

Jiro solo se reía al verlo.

-¿Planean algo? -dijo apareciendo Mina aún vestida con el pijama y el cabello desordenado.

Al menos, no era el único en tener un aspecto somnoliento.

-¡Jugaremos!, Mina, avísale a Sero mientras busco a Eijiro. Kyoka, ¿podrías llamarlo?

Jiro asintió como respuesta y sacó su teléfono.

Apareció de golpe Hagakure, se veía demasiado bonita aunque su cabello estuviese demasiado revuelto- ¡Me uno!

Mis mejillas ardieron al pensar en aquello.

Por arte de magia Denki desapareció, él era bastante rápido.

-Cuando Denki se emociona puede ser bastante peculiar -dijo Jiro observando la salida.

-Eso parece -dijo Ojiro sacando una pequeña carcajada.

Se sentía bien al estar rodeado de nuevas personas, tenía nuevos compañeros y quién sabe, tal vez futuros amigos.

Al fin no me sentía solo, tenía personas amables en mi entorno.

Sé que disfrutaré estos tres años con ellos a mi alrededor.

-Invitaré a los demás -dije con una sonrisa, quería también ser partícipe en todo esto, quiero esforzarme y formar lazos por mí mismo.

Me marché a los otros dormitorios con una gran sonrisa.

-Creo que Ochako bajó a explorar los jardines junto con Shoto e Iida -dijo Mina mientras iba en dirección hacia las escaleras.

Mordí mi labio inferior al escuchar su nombre, creo que siempre me afectará tenerlo a él tan cerca, pero parece estar mejor.

-Mina, ¿bajarás con pijama? -dijo Hagakure extrañada.

-Son pantalones largos y una camiseta, ni que fuera la gran cosa -respondió de forma despreocupada. Igual, no le faltaba razón.

-Iré por Momo y Tsuyu -dijo Hagakure mientras estiraba sus hombros.

Otros dos nombres complicados.
Creo que todo lo relacionado con ellos deberé resolverlo tarde o temprano, pero por ahora disfrutaré estos momentos...

18:30 pm

Desgraciadamente, cambiaron mis planes alegres de explorar los jardines con los muchachos al ser arrastrado al pasado.

¿Por qué tenía que toparme con Neito?, estaba feliz de ser del salón 1-A y no volver a toparme con él.

-Amigo mío, tanto tiempo -dijo Neito acercándose con una sonrisa tan falsa que me irritaba.

-Sí, no nos vemos desde el día de tu tropiezo -dije con malicia-. Me alegro de ver que estás bien.

-Claro que estoy bien, un pequeño golpe no duele en absoluto.

-Sí, pequeño.

Esto era incómodo.

-¿Qué te parecieron las clases? -preguntó sin más, como si no estuviésemos peleados-. Los chicos están tristes al saber que no estarás con nosotros.

-¿No les mencionaste que dejamos de ser amigos? -pregunté extrañado, no tenía sentido.

-Si lo decía iban a ahondar en el tema, mejor que vivan en la ignorancia.

Fruncí el ceño molesto, ese idiota parecía un tipo que tiene dos vidas completamente diferentes. El estereotipo de un hombre con dos familias.

-Me dan lástima los muchachos, viven creyendo que su amigo es una buena persona.

Neito me observó molesto, su mirada celeste cambió a una más cruel, más natural, odiaba ver sus expresiones de niño bueno.

-No les diré nada, puedes estar tranquilo -respondí cortante-. Ahora me marcho...

-Hitoshi, siempre tan correcto, nunca intentas hacer nada en mi contra -dijo molesto-. El idiota de Fumikage e incluso Shoto me respondieron como se debe y tu, nada, solo con sarcasmo y nada más. Haces las cosas más aburridas.

-¿En serio? ¿Por qué dices cosas tan crueles? -coloqué mi mano en mi pecho-. Tu crueldad afecta demasiado a mi pobre corazón, por favor ten piedad de mi.

-Otra vez con tu maldita forma de actuar, di en verdad lo que piensas -gruñó molesto-. Dime lo que deseas decir.

-¿Tanto te afectó que en febrero no fui a tus fiestas? -dije con frialdad-. Neito, ya perdiste, papá lo sabe todo, ya no tienes ninguna forma de arrastrarme por el fin del mundo, soy libre de ti y tus juegos.

-¿Libre? -dijo molesto, su mirada me causó escalofríos-. Hitoshi, nunca serás libre, eres mi maldito perro.

¿Perro?, ok, eso me molestó demasiado.

-No sé quién demonios te crees que eres y si conoces a Hitoshi, pero no le vuelvas a llamar de esa forma -dijo Ojiro con molestia.

Aquello me sorprendió, ¿cuánto escuchó?

-Oye, no te vuelvas a meter con Hitoshi -dijo ahora Kirishima, su voz sonaba bastante ruda.

Fijé mi vista en Kirishima, él tenía los brazos cruzados y debido a la camiseta de tirantes se podía apreciar sus brazos trabajados, no desearía ser su enemigo.

-Si te metes con uno de nosotros te metes con todos -advirtió Denki.

Miré hacia atrás y vi a varios de mis compañeros, se veían molestos, esto era extraño y surrealista.

Jamás me habían defendido mis compañeros de clases, siempre he sido ignorado por todos. Esto es demasiado raro, pero se siente tan bien.

-Vete a ladrar a otro lado y deja de molestar -esa voz era de Hagakure, me parecía bastante divertido escucharla decir aquellas palabras.

Neito se veía furioso, estoy seguro de que es la primera vez que le habían hablado de esa forma y en verdad lo estoy gozando como un niño.

El rubio se dio la vuelta y se marchó, estoy seguro de que volvería a molestarme, pero al menos por hoy no.

-¿Conoces a ese idiota? -preguntó extrañada Hagakure mientras colocaba su mano en la cadera.

-Es un examigo, no soportó que dejara de ser su amigo y me molesta siempre -dije sin más, no me interesaba si se enteraban de eso, el por qué me lo llevaré a la tumba-. No le agradan las personas que le dan la contraria y no pertenecen al rebaño.

-¿Es el típico chico popular y engreído? -señaló Ojiro con un tono burlón.

-Lo es, pero no es como si le tuviese miedo -ese imbécil ya no podía utilizar nada en mi contra.

-Puedes estar tranquilo, ese idiota no volverá a molestarte nunca más -dijo Kirishima con una gran sonrisa-. Nos tienes a nosotros para ayudarte.

Un nudo se formó en mi garganta, temía llorar en cualquier momento.

-Gracias -dije con una sonrisa-. Gracias por ayudarme.

En esos momentos podía haberle respondido a Neito de forma burlesca, pero tener personas que te defiendan era mil veces mejor que cualquier otra forma.

Ya no estoy solo, tengo compañeros que me defenderán y defenderé.

-Vayamos a ver los rosales -dijo Hagakure con entusiasmo.

Sonreí en mis adentros, si bien conocía al revés y al derecho la academia, me parecía más divertido verla con ellos.

Aún recuerdo al abuelo tan emocionado al decirle que quería asistir a Yuuei, creo que era como un sueño para él.

"No será fácil Hitoshi, no permitiré que ingreses con bajas calificaciones y sin realizar el examen"

"No me importa, te demostraré que puedo ingresar a Yuuei sin su ayuda"

Y al final lo demostré con orgullo.

Ya de noche llamé por teléfono a Emi, deseaba contarle todo lo ocurrido el día de hoy, obviamente sin mencionar a Neito, no era demasiado grave para alarmarlos, dependiendo de la gravedad del asunto hablaré.

Le conté como eran mis compañeros y cuan efusivos son, pero en especial lo incluido y feliz que me sentía.

Sí, estoy feliz y sentía que por primera vez lo pasaré bien en la escuela con compañeros divertidos y amables.

-Buenas noches mamá, saluda a papá y a Eri.

-Buenas noches, no juegues hasta tan tarde, no porque no estemos en el mismo techo tienes libertades.

Solté una carcajada, hoy iba a dormir sin jugar, el día de hoy había sido agotador.

25 años después...

Admiraba con una gran sonrisa el cielo azul, había tardado años, pero al fin logré cumplir lo que me prometí.

Bajé mi mirada y aprecié las 2 tumbas, una al lado de la otra.

-Tío, mamá. Al fin están juntos...

Nozomi Shinso-Key Shinso

Dos hermanos que descansan en paz cantando y pintando en el hermoso cielo azul.

-Papi, traje muchas flores -dijo Kaoru con una gran sonrisa, sus ojos eran similares a los míos, pero sin dudas era la copia de mi esposa, con su cabello verde con bellos reflejos rosados.

No puedo creer que ya tiene 8 años.

-¡Y yo traje el tarro con agua! -dijo Haru, él sí era idéntico a mi yo de 11 años.

-¡Ten cuidado, se te puede caer el tarro! -dijo mi esposa mientras sostenía de la mano de nuestro hijo menor.

-Haru y Kaoru no me dejan llevar nada -dijo con molestia Kazuki-. Yo también quiero ayudar.

-Puedes ayudar a colocar las flores, ¿qué opinas? -respondió mi esposa intentando calmarlo.

-¡Sí!

Ahora estaba feliz, no sé cómo lo hace Toru.

-Papá, ¿luego podemos jugar videojuegos contigo? -preguntó Kaoru se veía demasiado emocionada.

-Claro que sí.

Era demasiado triste saber que aún no podía dejar mi amor por los videojuegos, pero, ¿qué puedo hacer si mi esposa también ama los juegos?
Estoy atrapado, pero al menos es divertido.

Aprecié de nuevo las tumbas, desearía que ellos pudiesen ver en persona a toda mi familia.

¿Cómo sería todo? No lo sé y no importa.

Lo único importante es el ahora y este presente es más de lo que podría haber pedido.

Gracias mamá por darme a luz, gracias tío por cuidarme, los quiero y espero que sean felices en el cielo.

Fin

Nota


Espero que les haya gustado el cierre de Hitoshi, lloré mucho escribiendo este capítulo y quedé a gusto, en especial con ese primer sábado en Yuuei.

Y sí, HagakurexShinso, ¿por qué ese ship? Ni yo sé donde lo saqué xD

Recuerden, los niños entienden todo o incluso más que uno, por lo tanto, no los subestimen uwu

En fin, me voy orgullosa con este cap donde le cierran la boca a Monoma en grupo :D

Palabras: 9371

Queda muuuuuy poco para el final, al igual que el manga de bnha (se pone a llorar.

Publicado: 29/06/2024

Nos vemos la próxima semana en esta recta final 🦄💖🦋

Capítulo 39: No hay vuelta atrás...














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