L.2 Capítulo 32

Izuku Yagi
08/01/2019

Con Ochako era complicado buscar un regalo de cumpleaños, pero con Shoto aún peor. La diferencia entre los es que con ella he vivido más experiencias, puedo ser más abierto a nivel sentimental.

Es la chica que me gusta y mi mejor amiga, es más sencillo…

¿Qué puedo regalarle a un chico que cumple 16 años y es millonario?

Él puede tener todo lo material que quiera.

Tampoco puedo hacer figuritas, solo se pintar y dibujar.

Creo que ampliaré las ramas artísticas, ¿Toshinori sabe?, jamás lo he visto hacer algo relacionado con ese tipo de material.

No pude evitar sonreír al pensar que quiero aprender más, jamás creí querer llegar más lejos que la pintura.

Quiero descubrir y aprender más sobre el arte, podría pedirle a Toshinori para mi cumpleaños una tableta para aprender a dibujar en digital.

Quiero saber más…

—¿Por qué sonríes? —preguntó Toshinori devolviéndome a la realidad.

Cierto, estábamos caminando por la vereda revisando tiendas.

—Yo…

—No es necesario decirlo —dijo con una sonrisa, eso me agradaba de Toshinori, no insistía por descubrir más, él lograba sacar la información de una forma menos “violenta”—. Pero si lo que piensas te hace sonreír, me alegro demasiado.

No puedo con él.

—Pensaba en el futuro.

Toshinori me observó extrañado después de todo cuando se trata de pensar en un futuro tiendo a desviar el tema.

El futuro es un tema complicado y doloroso, antes no existía un futuro lejano, siempre era un constante pensamiento en el que me suicidaría.

Ahora puedo imaginarle de adulto, algo que creí imposible.

—Quiero aprender más, no solo deseo pintar —dije con una sonrisa, sonaba mejor al decirlo en voz alta—. Tal vez esculturas, lo máximo que he creado son trabajos para la escuela. No soy el mejor, pero me parece divertido pensar en que puedo mejorar, también puede ser divertido aprender de artesanía, manualidades.

Comencé a hablar sin parar.

—¿Por qué les gusta dibujar en digital? ¿Cómo hacen sombras tan perfectas? ¿Cómo combinan los colores?

Más y más, deseo aprender todo lo que pueda.

—Sé que saldrán horribles las primeras veces, pero quiero volver a sentir la emoción de aprender algo bonito y desconocido. Todavía falta mucho para aprender tanto como usted —dije, era una realidad—. Pero pensar en crear algo tridimensional, es algo nuevo y complejo.

La mirada de Toshinori era distinta a la usual, si bien se veía feliz, parecía emocionado, ¿orgulloso?, creo que incluso parecía que iba a llorar.

Tantas emociones y una enorme sonrisa.

No tenía que escuchar sus palabras para comprender que estaba orgulloso y feliz por saber que deseo llegar más lejos.

Desear tantas cosas significa querer vivir más para poder realizarlas.

Me siento como ese niño que conoció las pinturas de Toshinori y la existencia de Yuuei.

Un niño con sueños.

Yuuei…

—En… ¿en Yuuei puedo aprender todo eso? —fue difícil esa pregunta, pero saber más de ella no está mal.

—Sí y mucho más —dijo con una gran sonrisa—. Artesanía no está en el plan de estudios, pero tiene su propio taller semanal. Diseño gráfico también tiene uno… incluso, si lo deseas, puedes unirte a talleres musicales o de danza, a nadie se le priva de nada.

A nadie se le priva de nada…

—Puede ser una escuela con sus dificultades, pero tiene muchas cosas divertidas Yuuei. Los talleres son el ejemplo claro de diversión, aunque hay uno que da escalofríos.

Lo miré extrañado, ¿qué podría darte escalofríos?

—El taller de teatro —dijo con una mueca—. Está impartido por el maestro Torino.

¿Teatro?

Yo jamás entraría a teatro, actuar al frente de todos es un claro: No.

—No todos tienen el honor de ser aceptados en ese taller, solo los que el maestro Torino vea aptos los acepta.

—Actuar es una pesadilla, jamás podría hacerlo —respondí, estoy seguro que vomitaría.

—Teatro no es solo actuar —respondió de inmediato—. Alguien debe hacer las escenografías, el vestuario, el maquillaje y muchas cosas más.

Eso suena interesante.

—Emi perteneció al taller de teatro porque al maestro le agradó su forma de ser, ella no planeaba unirse, pero mírala ahora, una actriz de renombre.

Abrí los ojos sorprendido por lo dicho.

—El director Jin Bubaigawara también participó en ese taller o el mismo tío de Shoto —continuó con una sonrisa—. También hay directores de arte como Chisaki Kai, él es una generación menor que la mía, esculpía a un nivel asombroso, aunque un poco aterrador.

—No sé mucho de cine, pero suena sorprendente —sé que Yuuei es una escuela de renombre, pero que un taller logre sacar personas importantes para el medio artístico es impresionante.

—Si el maestro Torino te escoge, terminarás sí o sí en el taller de teatro.

—Suena como una persona insistente.

—Lo es —sonrió y continuó—. Aprenderás y te divertirás, ¿qué mejor escuela que Yuuei?

Asentí, tal vez… tal vez no sea mala idea asistir a Yuuei.

—Suena bien…

—Aún te queda tiempo para elegir —dijo con una sonrisa—, disfruta del verano.

Asentí y sonreí, ¿por qué hago todo complicado?

—Cambiando de tema, no se me ocurre que debería regalarle a Shoto.

Coloqué mi mano en la frente e intenté pensar algo que no tenga.

—Toshinori, ¿qué se le puede regalar a una persona que de seguro tiene todo?, su dormitorio tiene videojuegos, todos los cómics que le gustan, tantas cosas que el mismo puede comprar…

—Eso suena complicado, ¿por qué no buscamos en una de esas tiendas de cómics? ¿Tal vez recuerdes algo que le falte?

—Sí, vayamos —dije, no recordaba nada, pero tal vez algo que no esté en su estantería—. Con las chicas no fue tan complicado.

—Hay personas más complicadas que otras. En mi caso cuando compro un regalo para Hizashi es fácil, pero con Shota es horrible…

Reí al escuchar aquello.

—Es complicado, no le puedo comprar novelas, porque ya tiene las que le gusta, de arte es mejor no pensar —dijo con una mueca—. Al final termino comprando lo primero que veo.

Reí al escuchar aquello.

Cuando llegamos a una tienda de cómics observé todo a mi alrededor, muchas cosas que no conocía, era un mundo desconocido y estoy seguro de que a Shoto le encantaría.

El encargado me preguntó qué buscaba y yo simplemente pedí ve cosas del cómic favorito de Shoto.

Eran demasiadas cosas, preferí no regalarle un cómic, porque no sabía si tenía un orden específico.

Solté un suspiro y comencé a ver las figuras, creo que le 90% las tenía, el resto era de personajes que no les gustaba.

Cuando creí todo perdido encontré una figura del tamaño de mi mano del personaje favorito de Shoto sobre un dragón plateado.

No lo tiene, puede servir como regalo.

Ahora me da miedo ver el precio…

—¿Ese?

No dije palabra alguna.

—Tomaré tu silencio como un sí.

—Yo…

—Ya hablamos de esto, tengo dinero, nunca pides nada y Shoto es un buen chico, ¿qué hay de malo? —dijo colocando su mano en mi cabeza—. Ahora compremos esa figurita.

Solté un suspiro y dije—: no puedo decir nada en contra.

Al salir miré la figurita, deseaba que le gustase, pero me entró una gran duda, ¿los otros que tipos de regalos dan?

¿Y si a Shoto le da vergüenza recibir un regalo de este estilo?

Maldición, odio este miedo tan absurdo.

—Me siento un poco nervioso, él último cumpleaños al que fui fue al de Ochako, pero ella es una chica y bueno nuestra relación es distinta…

Toshinori me observó como si estuviese diciendo algo absurdo.

—Ya has ido a una fiesta, de seguro serán los mismos chicos.

—Sí, pero es distinto, habrá pastel y gente cantando cumpleaños feliz o tal vez no, ¿qué hacen los chicos de mi edad en sus cumpleaños? —maldito pánico.

—No puedo opinar, cumplí 16 en el 2002.

—¿Estoy exagerando?

—Solo estás nervioso, pero debes estar tranquilo, nada malo pasará.

Sí, nada malo pasará, es solo un cumpleaños… ¿cierto?

No sabía a lo que iba.

11/01/2019
12:00 pm


Un traje, tenía que vestir un tedioso traje para el cumpleaños 16 de Shoto, estábamos a 27° de un horripilante calor, sin ninguna nube que nos protegiera.

—Me muero de calor y aún no bajamos del vehículo —le dije a Toshinori soltando un suspiro—. ¿Por qué el Sr. Todoroki hace un cumpleaños con traje?, Toshinori, te suplico que no se te ocurra la perversa idea de hacerme un cumpleaños con temática de abogado.

Toshinori comenzó a reírse por lo dicho—, tu cumpleaños es en invierno, no creo que sufrirías tanto.

—No me asaría, pero no me sentiría cómodo jugando videojuegos —dije con seriedad, luego por mi mente pasó la imagen de Ochako con un vestido formal, estoy seguro que se vería bonita.

Mis mejillas ardieron ante la imagen, maldita imaginación.

—Entonces quieres uno normal —afirmó Toshinori con una sonrisa.

Luego me di cuenta de la charla, yo le había pedido un cumpleaños, ¿desde cuándo se siente tan natural pedir algo como esto? ¿Desde cuándo me interesa celebrar mi cumpleaños?

Esto es raro, me siento emocionado por celebrar mi cumpleaños, ahora que lo pienso, jamás pensé en llegar a los 16.

Estaba acalorado, mi nariz sudaba y al tocar mi traje sentía cómo desbordaba el calor, pero a pesar de aquello estoy feliz.

Verano más formalidad es igual a pésima combinación.

Al llegar a la mansión sentí inmediatamente la incomodidad y frialdad, la música era baja y clásica, la decoración era como una especie de banquete elegante, comida de alta calidad y organizada perfectamente.

Habían más adultos que adolescentes y todos caminaban con una postura de poder, ellos se creían superiores y estoy seguro de que a nivel monetario lo estaban.

Era extraño, pero en la fiesta de año nuevo no se veían de esa forma, si bien eran educados y elegantes, también te juzgaban con sus miradas, no transmitían esta extraña sensación…

“Firmar contratos”

Ahora comprendía, estaban mostrando su otra cara, no el lado “relajado”, ahora solo era un grupo de millonarios interesados solamente en sus empresas.

—No te sientas nervioso, las personas de la élite son así —dijo con firmeza.

Lo miré extrañado por esa respuesta, no me agradaba la idea de tacharlos como élite, pero eso es lo que son.

—Un término excelente para personas vacías que aman comprar pinturas sin comprenderlas. Su único propósito es aparentar con las cosas nuevas que compran —continuó con una mirada divertida, posó su mano en mi hombro—. Todos ellos son el tipo de personas que van a mi galería para comprar mis pinturas.

Sonreí ante la respuesta, ahora el término élite sonaba más como una burla hacia ellos que una forma de enaltecerlos.

—Usted es el Sr. Yagi —dijo una voz desconocida a nuestras espaldas, me di la vuelta y vi al típico hombre de negocios.

—Ese soy yo —respondió con una sonrisa—, le presento a mi hijo Izuku, Sr. Robinson.

¿Sr. Robinson? ¿Toshinori lo conocía?

—Me halaga que alguien como usted me conozca —dijo con una sonrisa orgullosa, ¿entonces no lo conocía en verdad?—. No sabía que usted tenía un hijo, es un gusto joven.

—El gusto es mío Sr. Robinson —respondí en automático con mi mejor sonrisa falsa.

—Enji mencionó que vendría usted y me es inevitable no pedirle que me realice una de sus obras de arte para el vestíbulo de mi empresa —dijo interesado, fijé sutilmente mi mirada hacia Toshinori al ver como sacaba una tarjeta del interior de su traje.

—Será un gusto trabajar para usted, aquí tiene mi número telefónico para que me contacte —respondió con un tono de voz que jamás había escuchado, era menos relajado y jovial, parecía un hombre de negocios.

No estaba su usual sonrisa amistosa, ahora es una versión más “seria”, no parecía falsa y forzosa, simplemente era una “formal”.

—Entonces estaremos en contacto —respondió aceptando la tarjeta para luego marcharse.

—Cuando terminé mis estudios supe que tenía que hacer tarjetas, es incómodo llevar un papel y bolígrafo —dijo Toshinori con su usual sonrisa.

No comprendía aún hasta que él dijo—: Enji se aprovecha de que estoy aquí, los millonarios quieren pinturas de los artistas que son populares, por lo tanto, vendrán y de paso él podrá charlar con ellos y formar negocios.

Hice una mueca al ver lo cruel que era todo esto, ahora comprendía la molestia de Shoto.

—No habría asistido si no supiera que eres amigo de Shoto, no me siento muy cómodo haciendo todo esto, pero si te lo piden debes aprovechar la oportunidad.

Mordí mi labio, comprendía la situación, pero aún se sentía que todos usaban el cumpleaños de un adolescente con propósitos maliciosos.

Siento que todo es un ganar y ganar, un acuerdo tácito entre Enji y Toshinori, aunque el último no haya asistido con esas intenciones y él no se está acercando a las personas con ese propósito.

—Comprendo… —susurré sin ni siquiera intentar forzar una sonrisa, me sentía triste por Shoto, ya que esto lo hacen desde que era un niño.

No sé a que me dedicaré en un futuro, ni siquiera me interesa tener hijos, pero jamás los utilizaría para algo como esto.

—Ve a buscar a Shoto, yo iré en búsqueda de Enji —dijo esta vez sin una sonrisa—. Izuku, no permitas que alguien o el destino te cambie.

Se marchó dejándome procesar lo último, no entendía a qué se refería, yo deseaba cambiar para mejorar.

Más adelante entendería a qué se refería, pero ahora no.

Solté un suspiro y fui al patio, era muy lindo y perfectamente ordenado, irradiaba elegancia, pero también falsedad al ser completamente manejado por un paisajista.

Afuera también habían demasiadas personas, al parecer a ellos no les importaba para nada el calor, charlaban tranquilos, sonreían con falsedad, se reían de forma baja con alguno que otro comentario.

Todo el ambiente parece sacado de la escena de una boda en una película de mafiosos, ahora tiene que aparecer un tipo con armas para comenzar el tiroteo.

Estoy viendo demasiadas películas.

—Buenas tardes —dijo alguien de la nada devolviéndome a la realidad.

Maldición, estaba soñando despierto…

Puse atención a la persona, era una chica, parecía de mi edad o un poco más mayor; medía casi 1,80; su tez era blanca; el cabello era liso y de color beige; sus ojos eran marrones. Vestía un vestido blanco que acentuaba su figura.

Ella era una chica guapa, de seguro muchos deben gustarle.

A pesar de ello, Ochako sigue siendo más bonita, no sé cómo describirla, pero es hermosa…

Es horrible estar enamorado, de golpe viene a mi mente Ochako y pierdo la noción del tiempo.

—Buenas tardes —dije intentando volver nuevamente a la realidad.

Extraño a Ochako, ella haría esta fiesta más agradable.

—Mucho gusto, mi nombre es Kemy Utsushimi —dijo con una sonrisa.

Parecía agradable.

—Soy Izuku Yagi —dije intentando no sonar nervioso.

—Nunca te he visto en una de estas fiestas, ¿eres amigo de Shoto o vienes con alguno de tus padres? —preguntó con curiosidad mientras me observaba fijamente.

Incómodo.

—Con…

—Izuku —interrumpió Shoto a mi espalda, me di la vuelta y me sorprendí al ver la molestia en su mirada.

—Feliz cumpleaños Shoto —dijo Kemy con alegría.

—Gracias —dijo cortante.

No sabía que decir, se notaba que Shoto quería largarse, pero tampoco quería ser grosero con la chica.

¿Qué debería hacer?

—Soy invitado de Shoto, aunque mi padre es invitado del Sr. Todoroki —dije dándome la vuelta.

—Interesante, eso es poco usual —dijo más para sí misma—. Yo soy la hermana menor de la pianista.

Shoto se colocó a mi lado, su postura se veía tensa al escuchar aquello.

—Sí, una excelente pianista —su voz sonaba fría.

Tragué nervioso, ¿qué demonios está ocurriendo?

—Lo es —respondió Kemy con una sonrisa claramente falsa.

De alguna forma sentía que en cualquier momento comenzará una discusión.

—Feliz cumpleaños —dije cambiando el tema.

La chica comenzó a reírse por lo dicho.

¿Qué era gracioso?

Shoto sonrió y dijo—: gracias.

—Adiós Shoto, será divertido ser tu superior en Yuuei —su sonrisa era burlona—. Hasta luego Izuku, espero verte también en Yuuei.

¿Yuuei? ¿Qué sabe ella?

—Eres hijo del Sr. Toshinori, ¿cierto? —dijo al ver mi expresión—, supongo que también eres un gran artista, ¿cierto?

—Lo es.

Su respuesta me congeló.

—¡Entonces nos vemos en Yuuei! —sonrió y antes de marcharse continuó—. A los muchachos le alegrará saber que el hijo del Sr. Toshinori estará en su departamento, te agradará Shindo.

Y se marchó con elegancia, esto fue raro, demasiado.

—No entendí nada y señalaste que soy un artista —no sabía si molestarme o no.

—¿En serio?

No se había dado cuenta.

—¿Se llevan mal? —en serio sentía curiosidad.

Al no escuchar respuesta solté un suspiro y dije—: ¿cómo lo estás pasando?

—Ni bien, pero tampoco mal… —dijo con tranquilidad—. Como cualquier otro cumpleaños.

—¿Cuándo llega el hombre armado? —pregunté con un tono burlón.

Shoto me observó extrañado.

—Lo siento, pero el ambiente grita a mafiosos celebrando la boda de la nieta del padrino —sonreí de lado.

—Tal vez en treinta minutos, aún falta el pastel con varias torres —continuó ahora con una sonrisa.

—Excelente, aún hay tiempo para hacer una estrategia.

Un garzón apareció y ofreció un postre, sonreí y acepté uno; en cambio Shoto negó.

—¿Supongo que tiene veneno? —pregunté curioso admirando el elegante postre de lo que parecía ser un mouse de chocolate.

Debo reconocer que era delicioso, jamás en mi vida imaginé que un mouse podía ser tan adictivo.

—¿Te gusta el veneno? —preguntó burlón, lo miré parecía que iba a reír.

—Fui entrenado para poder soportar cualquier tipo de veneno, fue duro, pero aquí estoy presente —continué con una sonrisa.

Los dos nos miramos y comenzamos a reír.

—Me alegro que ahora te veas feliz —dije probando nuevamente del postre.

—Esa chica es hermana de la amante de él —dijo con un claro desagrado.

Ahora tenía sentido su molestia.

—La amante toca el piano para la fiesta del cumpleaños de su hijo —su sonrisa me dio escalofríos.

—No sé qué decir al respecto, jamás viví ese tipo de cosas —solté un suspiro y fijé mi vista en la pianista—, nunca entenderé por qué hay padres como estos.

Padres crueles que deberían ser nuestros héroes.

—No todos tenemos la suerte de tener buenos padres —su mirada se veía un tanto triste.

Una hermosa mujer de cabellos blancos se acercó a nosotros; ella era alta, tal vez medía 1,85; su tez era blanca como la nieve; cabello completamente blanco; ojos grisáceos los cuales los cubrían unas gafas.

La mirada de Shoto cambió por completo, ahora podía ver que desbordaba alegría, nunca lo había visto de esa forma.

¿Quién es ella?

—¡Feliz cumpleaños! —dijo la mujer abrazándole con fuerza—. Estás más alto.

—Solo han pasado dos meses —dijo intentando sonar serio.

—Dos meses eternos mi pequeño amigo.

¿Pequeño amigo?

—Fuyumi… —dijo Shoto avergonzado.

¿Es la tía de Shoto?, ahora que lo pienso, tiene cierto parecido con su madre.

Ella lo soltó y se alejó un poco, luego me miró con una sonrisa.

Shoto fruncía el ceño, pero podía ver sus mejillas levemente sonrojadas por la vergüenza.

Esto era demasiado surrealista, necesito sacarle una fotografía.

El de ojos bicolor soltó un suspiro y dijo—: Izuku, te presento a mi tía Fuyumi. Fuyumi, te presento a Izuku Yagi.

Ella me ofreció la mano y dijo—: mucho gusto Izuku.

Estreché su mano como saludo, se notaba que era bastante amable.

—El gusto es mío.

—¿Eres el nuevo amigo de Shoto? —preguntó curiosa.

No supe que decir.

—Sí, él es un amigo —dijo Shoto sin más, parecía un tanto apenado—. También es el hijo del Sr. Toshinori.

Amigo, ¿Shoto me consideraba su amigo?

¿Amigo?

Debo fingir que no me emociona aquello, bueno, me alegro demasiado, ¿es raro eso?

Es mi primer amigo hombre en años.

—¿El Sr. Toshinori tiene un hijo? —se veía sorprendida, no la culpaba.

—Hijo adoptivo…

—Da lo mismo, hijo es hijo —respondió sin más—. Aunque admito que es una noticia muy importante, ¿Enji sabe eso?, es obvio que sí.

Colocó su mano en la frente y negó con la cabeza.

—Izuku es la excusa para que él viniese —guau, eso es demasiado directo, sé que es esa la realidad, pero decirlo a su tía de tal forma.

Es raro.

La Srta. Fuyumi intercambió una sonrisa cómplice, como si ambos estuviesen hablando sin palabras.

—Mi cuñado siendo mi cuñado, era de esperar —dijo colocando su mano en la cadera.

Observé a los dos, no comprendía nada, pero supongo que la persona que conocía mejor a Enji y Shoto es ella.

—Así que Izuku, ¿tienes la misma edad que Shoto? —preguntó curiosa.

—Cumplo 16 en julio —respondí con una sonrisa.

Suena bien decir que cumpliré 16 años.

—¿Eso significa que serán compañeros de clases? —sonaba entusiasmada por algún motivo.

—Sí —dije por accidente, maldito subconsciente.

Miré a Shoto, él me observaba extrañado y con motivo.

—Me alegro de que Shoto tenga otro amigo más en Yuuei.

Maldición y más maldición.

—Ahora cambiando de tema, los alcancé a ver que se reían —dijo con una sonrisa—. Necesito que me iluminen con su diversión.

—Esperamos a que sirvan el pastel para que aparezcan los tipos con armas y comiencen a destruir todo —respondió sin más, vaya que le tenía confianza a su tía.

—¿Eso significa que mi plan fue descubierto?

Ok, ella seguía el juego, esto es raro, pero no en el mal sentido.

—Desgraciadamente, pero puedes estar tranquila, nosotros solo queremos ver arder todo —el tono de voz y la expresión de Shoto sonaba demasiado realista.

Creo que podría ser actor.

—¿Cuándo llegará el helicóptero? —pregunté curioso.

—En treinta minutos, deben ser pacientes —respondió con seriedad.

Los tres comenzamos a reír, la Srta. Fuyumi era divertida.

—Me alegro de un poco de diversión proporcionada por estos dos jóvenes, pero debo ir a saludar a la Sra. Todoroki —dijo la Srta. Fuyumi.

—Fue un gusto Srta. Fuyumi —dije con una sonrisa.

—Solo Fuyumi —sonrió y antes de marcharse dijo—: el gusto es mío Izuku.

Cuando se marchó miré a Shoto y dije—: tu tía es agradable.

—Sí, ella es el único rayo de luz que existe en mi familia —dijo con una sonrisa nostálgica—. Ella es mi heroína.

Una cálida brisa pasó moviendo su cabello con delicadeza.

Ella estaba a un gran nivel.

—Estoy seguro de que si ella hubiese tenido el suficiente poder, me habría sacado de este lugar.

—Me alegro de que tengas a una persona en tu familia que sea así —sonreí al escuchar aquello, desearía haber tenido a una persona como esa en mi familia.

—¿Asistirás a Yuuei o lo dijiste por decir? —cambió el tema a uno que estaba seguro que terminaría mal.

Observé a Shoto lejos de verse molesto, podía ver curiosidad en su mirada.

No quería decir que no, porque quedaría como mentiroso, pero aún no estaba seguro de aceptar.

Decisiones, decisiones, decisiones…

—Creo que tienes talento para asistir, por lo tanto, ¿por qué no lo dijiste? —sonaba decepcionado.

Era la primera vez que Shoto me miraba de esa forma.

—No lo sé…

—¿No sabes qué? —preguntó intrigado, ¿cómo explico todo en una frase sin decir los motivos principales del porque surgen mis dudas?

—No sé si ir o no —dije observando el suelo—. Es un tema complicado, lo encontrarías absurdo.

—¿Temes que me ría o te juzgue?

Lo miré, se veía un poco dolido.

—No —respondí al instante—. Pero hablar duele.

Vi la comprensión en su mirada.

Recordar los insultos de todos, los maltratos, las miradas…

Duele recordar la mirada de odio de parte de Bakugo cada vez que me golpeaba y el trasfondo de todo.

El quiebre y la soledad.

La angustia y oscuridad.

—Por eso es mejor ver la luz del presente, ¿cierto?

Vi una sonrisa formase en el rostro de Shoto.

—Izuku, eres como una caja de sorpresa, en un momento pienso que eres de una forma y de la nada eres otra.

—¿Lo tomo como algo bueno o malo?

—Eso es algo bueno, eso te hace diferente a la mayoría.

—Entonces gracias.

—Sería divertido tenerte como compañero, solo digo…

—Podría unirme a tus clases de francés junto con Ochako, no quiero que Toshinori me repruebe.

—Soy un maestro estricto, no tanto como Enji, pero puedo serlo —dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

A lo lejos se acercaron tres rostros muy conocidos, Tokoyami, Yaoyorozu y Tsuyu, los tres charlaban y reían.

¿Por qué siento que esto será demasiado incómodo?

Demasiadas emociones para el principio del día. No quiero imaginar cómo será en la tarde.

—Feliz cumpleaños —dijo Yaoyorozu con una sonrisa, parecía más por cortesía que por ver a su novio.

No he tenido novia, el matrimonio de mis padres era una basura, pero estoy seguro de que en las relaciones sanas debe haber más ánimo de parte de tu pareja a la hora de decirte feliz cumpleaños.

—Feliz cumpleaños —dijeron Tokoyami y Tsuyu en coro, al parecer ambos lo notaron, ya que se sonrojaron.

—Hola muchachos —dijo Shoto con una sonrisa educada.

Ok, alguien sáqueme de este lugar, es demasiado incómodo.

—Buenas tardes —sonreí o eso espero que haya parecido, porque en realidad creo que parecía una mueca rara.

Los tres me miraron y sonrieron…

Últimamente digo esto varias veces, pero en serio, trágame tierra.

—Me alegro de verte en la fiesta —dijo Yaoyorozu con cortesía.

Ayuda, quiero desaparecer.

—El Sr. Todoroki invitó a Toshinori —dije intentando no huir por la incomodidad.

Miré de reojo a Shoto, parecía querer decir algo, pero guardó silencio.

—Es muy bonito todo y el postre sabe bien —continué nervioso, nadie pidió esa respuesta, pero no quería un silencio incómodo.

—Sí, los postres son lo mejor… —dijo Tokoyami con una sonrisa.

Siento que me falta aire, ¿por qué es tan complicado hablar con ellos?

—¿Has estado en más fiestas de este estilo? —preguntó Tsuyu curiosa.

—No —respondí el doble de incómodo.

Siento que la corbata me estrangula.

—Prefiero estar en mi casa —en realidad antes prefería estar en las calles, pero no deben saberlo—. No soy fan de estar rodeado con demasiados desconocidos con trajes a casi 30°…

Maldición, estoy demasiado nervioso, ¿desde cuándo digo estupideces cuando estoy ansioso?

Era más fácil cuando era invisible.

—Tienes razón, debe ser complicado en estos instantes ser hombre —dijo Tsuyu con diversión en la mirada—. Nosotras al menos podemos usar vestidos.

Sentí que parte de mi alma volvió a mi cuerpo.

Es horrible charlar con personas que sabes que están hablándote más por cortesía.

¿No tenemos algo en común para poder formar una conversación?

—¿Irás a la fiesta de la tarde? —preguntó Tokoyami sacándonos del silencio.

—Sí…

Por favor Shoto, di algo, lo que sea, te suplico…

—Genial, te vas a divertir —ahora dijo Yaoyorozu—. La fiesta es con piscina, por lo tanto, estarás a salvo del calor.

Piscina…

Genial.

—Recuerda llevar traje de baño —dijo ahora Tokoyami.

—Dudo llevar, no se nadar —y aunque lo supiese jamás me expondría de esa forma.

—¿En serio? —Tokoyami se veía un poco sorprendido.

—Nunca me interesó.

Mentira, jamás tuve la oportunidad de ir a la piscina o a la playa.

—No importa, puedes mojarte los pies para refrescarte —dijo Yaoyorozu sonriéndome.

—Buena idea, lo haré.

Claro que no, estoy seguro que terminarán arrojándome o me caeré por accidente.

No me voy a exponer al peligro.

Fijé mi vista en Toshinori, estaba lejos para poder pedirle ayuda.

—Toshinori me está llamando —mentí de forma descarada, pero ellos me orillaron.

Los cuatro me observaron, pero yo solo sonreí y me retiré del lugar, de seguro sería más cómodo para ellos hablar solos.

Mientras caminaba algunos me observaban de pies a cabeza, nadie me veía con disgusto, pero sí con curiosidad. Aunque es entendible, de seguro están acostumbrados a ser los mismos de siempre.

—Buenas tardes joven —una voz grave y a la vez siniestra se escuchó a mi espalda.

Me di la vuelta y sonreí, ¿acaso hoy el destino decidió ser bromista?

Al ver esos intimidantes ojos azulados un escalofrío viajó por mi columna.

—Buenas tardes Sr. Todoroki —dije intentando no demostrar miedo ante su presencia, de seguro él estaría feliz de verme asustado.

—Espero que te esté gustando la fiesta.

Tragué nervioso por sus palabras.

—Es muy agradable y la comida está deliciosa. Además, la música es hermosa —usa tu máscara Izuku, él no puede ver tu verdadera cara—. Admito que nunca estuve en una fiesta de este estilo, pero dudo que algún día vea una que se compare a esta.

Siento que estoy hablando con una persona de la realeza, ese hombre es solo un humano.

No, no es un humano.

Enji Todoroki es un monstruo.

—Gracias, me alegro que Toshinori te esté educando como corresponde.

Su sonrisa era maliciosa.

—Sí, mi padre es un buen hombre, existen pocos como él —solté con una sonrisa.

—Sí, debo admitir que ahora es mejor portado, supongo que los años nos hacen madurar —dijo sin borrar esa sonrisa.

Odiaba como arrojaba su veneno.

—Claro, es parte de crecer, como los adultos siempre han señalado: nosotros los adolescentes somos inmaduros —respondí sin mostrar lo molesto que me encontraba—. Lo importante es disfrutar de nuestra juventud, tenemos varios años para vivir siendo maduros y responsables. Aunque cuando somos artistas supongo que aún debemos sostener parte de esa diversión y jovialidad para crear nuestras obras.

—Es interesante escucharte hablar, no suenas como un chico inmaduro —veía sorpresa en su mirada.

—Creo que hay momentos en los que podemos entablar una charla adecuada con los adultos y otros donde podemos ser nosotros mismos.

—¿Estás actuando?

Maldición.

—Estoy actuando acorde de mis palabras, creo que si actuase de otra forma mi discurso carecería de sentido.

No sé qué estoy diciendo, por favor, Toshinori, ven al rescate.

Enji soltó una carcajada, me miró y sonrió.

—Me agrada tu actitud muchacho, al parecer lograrás sobrevivir al mundo en el que ahora perteneces.

Lo observé extrañado, no entendía sus palabras y al parecer él se dio cuenta, pero prefirió no responder a mi pregunta no formulada.

No comprendía las palabras que decía Enji en ese momento, pero por el paso del tiempo comprendí todo.

Toshinori me había traído a un mundillo donde mis sonrisas y actitud me salvarían de lo cruel que es la “élite”

—Eres un buen chico, Toshinori y tu están invitados a cenar.

Algo en mi gritaba que ahora viviría un tormento como el que tengo con Monoma, pero esta vez sería más complicado de afrontar.

Un adulto sigue siendo más fuerte e intimidante, pero para eso tengo a Toshinori.

Sé que Toshinori me rescatará de los monstruos.

—¿Una cena con tu familia?, suena como una excelente forma de divertirnos —dijo Toshinori apareciendo en acción, deseaba saltar y abrazarlo.

—Claro que lo es.

—Si lo que buscas es que apruebe a tu hijo en todo, créeme que no soy de los que se pueden comprar —dijo Toshinori, sonaba más frío de lo usual.

En serio no se llevan demasiado bien.

—Confío en la inteligencia de Shoto, puedes estar tranquilo, solo deseo estar al día con un antiguo compañero sin interrupciones.

—Entonces acepto encantado.

Los miré a ambos, si fuera posible ambos se estarían matando con la mirada.

—Luego te llamaré para decirte el día y la hora.

Quería golpearlo en la cara, no soportaba esa sonrisa venenosa.

—Excelente, la esperaré con gusto.

—Toshinori, debo reconocer que tu hijo es bien portado.

—Claro que lo es, desearía decir que es gracias a mi, pero su forma de actuar proviene de si mismo —dijo ahora con su verdadera sonrisa—. En esta vida existen personas que no necesitan ser educadas por adultos desde pequeñas para ser responsables y educadas.

Lo miré de reojo y sonreí.

Enji observó a Toshinori, lejos de ser incómoda la situación, era demasiado tensa.

—Eso es bueno.

—Claro que lo es, por cosas como esas estoy orgulloso de él.

Genial, ahora quería llorar de nuevo.

Hoy a sido una montaña rusa de emociones y todavía quedaba la tarde.

Tic tac, Tic tac, Tic tac…

Cuando Enji se marchó solté un suspiro aliviado.

—Gracias por zafarme de esta incómoda y desagradable situación.

—Siempre estaré para salvarte y rescatarte —dijo mostrando su pulgar hacía arriba—. Además, él hace todo esto para molestarme.

—Nunca comprenderé a ese tipo de personas —susurré mientras observaba como se marchaba ese hombre para hablar con otro señor.

Tiempo después almorzamos una comida elegante y deliciosa, los millonarios podrán ser peculiares, pero la comida que comen está a un nivel que te hace babear.

Decidí no acercarme a Shoto, más que nada porque no quería estar de nuevo en esa incomodidad, ya no puedo escapar de la misma forma.

Al terminar fui al baño en silencio, no había nadie alrededor, lo cual hacía la situación más cómoda, ahora en verdad rezaba a lo que sea por no encontrarme con otra persona.

Mi estado de ánimo no soportaría más situaciones estresantes e incómodas.

Al salir del baño di un salto al ver a la Fuyumi a unos pasos de la puerta.

No sé qué hice para merecer este día.

—Izuku —dijo sin parecer sorprendida al verme—. Te estaba buscando.

Maldición.

¿Cómo se le puede decir al ser humano no deseo hablar sin parecer mal educado o cruel?

Estoy cansado de fingir que todo está bien.

—Fuyumi, ¿qué ocurre?

—Bueno, antes de que creas que soy una chismosa o algo —dijo un tanto nerviosa—, Shoto me habló de ti y por lo que pude entender pareces una buena persona.

Solo la observé esperando a que continuase, me hacía feliz parecer buena persona, pero lo de chismosa me preocupaba.

—Shoto, es mi sobrino, pero también mi amigo y estoy preocupada por él —soltó un suspiro—, por culpa de la vida de un adulto y Yuuei no pude estar atenta de las cosas que vive últimamente…

No entiendo nada.

—Está actuando distinto y no en el buen sentido, no sé cuan al tanto estás de su vida, pero quiero lo mejor para él.

Creo comprender el rumbo de la conversación.

—No quiero que me digas todo lo que hace en su vida o los secretos que compartan —su mirada se veía preocupada—. Solo te pido que si ves que Shoto está arriesgando su vida me lo digas, no me enojaré con cualquier cosa que esté haciendo, no lo lastimaré o algo por el estilo, solo deseo ayudarlo.

—¿Por qué no le pides ayuda a otro de sus amigos?, yo no lo conozco desde hace tanto tiempo, dudo ser de utilidad.

—Los vi a los dos divirtiéndose y riendo, Shoto no actúa de esa forma a menos que confíe en esa persona —respondió con una sonrisa—. Sé que algo sucede y si sus amigos más antiguos no me lo dicen, sabiendo que yo puedo ayudarle, ¿por qué pedirles ayuda?

Tenía un punto.

—Además, hace mucho que no veía tan feliz a Shoto, de alguna forma me recuerda a como era mi sobrino.

Sonreí al escuchar esas palabras, me alegraba hace feliz a un amigo.

—Es normal que no quieras decirme nada, no pareces ser una persona que delata a sus amigos, pero a veces hay cosas que solo los adultos podemos resolver.

—Lo sé…

—Ten mi número —dijo dándome un papel—. Solo piénsalo y contáctame cuando veas que Shoto necesite mi ayuda.

Shoto tenía suerte de tener una tía que lo quisiese de esa forma.

Creo que él no sabe de lo que se está perdiendo por culpa de todo esto.

Al menos tengo a una persona a quien contactar, pero primero tengo que arreglar el terreno.

—Yo…

Ella ya no estaba, lo único que tenía era ese papel, ¿por qué las personas se van al momento en el que les daré una respuesta?

Anoté su número en mi teléfono, tenía buenas noticias para Ochako.

Debo continuar con la búsqueda, si todo va bien será antes de que termine el mes, tal vez Shoto me odie y no quiera volver hablarme, pero ya lo considero un amigo.

A los amigos los debemos ayudar cuando están perdidos.

Yo lo estuve y muchas veces vuelvo a estarlo, pero tengo personas que me quieren y me ayudan.

Si pierdo una amistad por querer salvarlo de sí mismo, la perderé con gusto.

Tic tac, Tic tac, Tic tac… boom.


15:30 pm


El viaje en automóvil fue todo menos silencioso, coloqué música más ruidosa, estaba cansado de las melodías clásicas.

No quería escuchar nada más de piano u orquesta por un buen tiempo.

—Toshinori, ¿es raro ser feliz porque Shoto me ve como su amigo?

Una parte de mi siente vergüenza por aquello, es absurdo ser tan feliz solo porque alguien dice que eres su amigo.

Me siento patético y raro.

—Me alegro que te haga feliz —dijo Toshinori con una gran sonrisa—. Y no es raro en absoluto, es natural ser feliz cuando una persona que consideras como un amigo te vea de la misma forma. Así son todas las relaciones.

Se sentía bien escuchar aquello, me da miedo parecer extraño.

—Al principio le tuve miedo, si bien no parecía mala persona, los chicos de mi edad eran malos. Los hombres son quienes usualmente golpean, las mujeres dicen palabras hirientes —dije, él lo sabía no era una sorpresa—. Eso te hace cuestionar a las personas, no confiar al instante, siempre ver la posibilidad que esa persona puede lastimarte tarde o temprano.

El miedo constante de sufrir a manos de otros.

—Sé que debo intentar no pensar en que pueden ser malas personas, pero…

—Está bien no confiar en las personas desde el minuto uno, incluso es inteligente —respondió con seriedad—. Con respecto a lo otro tarde o temprano lograrás medir esos miedos, todo a su paso Izuku.

Asentí con una sonrisa.

—Él sabe sobre la violencia intrafamiliar, ¿crees que es mala idea contarle más sobre mi pasado y lo de mis intentos de eso?

Intentos de suicidio.

—Todo a su tiempo…

—Lo sé, sé que no es necesario decirlo ahora, pero quiero saber si es una buena o mala idea.

Él problema no es cuándo, sé que no debo forzarme hablar, en especial con esos temas, pero en un hipotético caso, ¿es buena idea?

—Te mentiría si te lo dijese, todo depende de que si crees que esa persona vale la pena.

El automóvil se detuvo, Toshinori me observó y dijo—: ¿Shoto es de fiar?

Miré fijamente sus ojos zafiros, se veían demasiados serios, pero la respuesta que vino a mi cabeza fue sencilla.

—Lo es.

Tal vez para otros no es una persona de confianza y tienen toda la razón del mundo, no los juzgo, Shoto dijo que lo defraudó. Sé que de los adictos no puedes fiarte, pero desde que lo conocí demostró que vale la pena arriesgarte por él.

No se fue con Monoma y no la consumió.

Cumplió su promesa, ¿por qué no darle una oportunidad?

—Tal vez, si algún día surge el tema lo diré.

Espero que ese día nunca llegue, pero si llega quiero que sea por un motivo que sea de utilidad.

No esperaba que fuese tan rápido iba a ser.

16:30 pm


Ahora en verdad estaba nervioso, esto no era para nada parecido al cumpleaños hecho por Enji, en ese podía fingir más fácil con los adultos.

Cuando se trata de personas de tu misma edad es más complejo, porque ellos aún no funcionan en automático.

Aparte está el regalo, ¿qué le regalarán los otros?

Sé que mi regalo no es malo, está acorde de sus gustos, el problema es saber si le dará vergüenza abrirlo ante los ojos curiosos.

Solté un suspiro y toqué el timbre, quería darme la vuelta y marcharme, pero el mayordomo abrió la puerta y con una sonrisa me dejó pasar.

Maldición.

O es el día de maldecir.

Ingresé a la mansión, mis piernas tiritaban, odiaba sentirme de esta forma, pero no podía controlar mis nervios.

Me siento frágil, no es lo mismo que en el cumpleaños de Ochako, a pesar de ser el primero al que asistí luego de varios años.

Con Ochako se siente la calidez de su casa, aquí todo es tan frío y no solo me refiero a la propiedad.

Las risas juveniles comenzaron a escucharse cada vez que me acercaba más a la puerta y con ellos mis nervios aumentaron.

Tenía que ser valiente, sobreviví a la última fiesta, puedo con ésta, además, dudo que haya alcohol y drogas aquí.

Estaré a salvo de las constantes propuestas de Monoma.

Monoma no me puede molestar con ello.

Al salir sonreí, finge estar bien, no te sientas extraño con un montón de desconocidos.

Al ver tanto a chicos como a chicas en traje de baño sentí un poco de envidia, sabía que no debía tener ese sentimiento, pero ver como exponían partes de su cuerpo tan normales como sus brazos sin miedo, es algo que no todos pueden darse el lujo.

Mientras ellos disfrutan de la brisa veraniega, yo solo me permito abrazar una sudadera para ocultar las huellas de mi pasado.

Da miedo tan solo pensar estar vestido como los chicos.

—Hola Izuku —dijo Shoto apareciendo de golpe—, me alegro que hayas llegado.

Antes de responder Shoto me miró la sudadera.

—¿No tienes calor? —preguntó curioso, bueno, es lógico, ya que el calor me molestaba hace unas horas, pero una cosa es un traje ajustado y elegante, y otra muy distinta es una sudadera holgada.

—No, no tengo calor. Además, es para cubrirme del sol, mi piel es demasiado sensible —mentí con una falsa sonrisa.

Shoto pareció no creerme, pero no dijo nada.

—Ten —dije entregándole el regalo—, espero que te guste…

1, 2, 3, 4…

—Gracias —dijo con una sonrisa.

Comenzó a abrir el paquete, los nervios aumentaban cada vez más.

Cuando quitó por completo el papel, se formó una gran sonrisa en su rostro.

—¡Gracias! —dijo con emoción—. Justo es el que estaba planeando comprar.

Al escuchar aquello sonreí aliviado, al parecer había exagerado en mi mente (otra vez), en serio soy un idiota.

—Voy a ir a guardarlo —dijo sin borrar su sonrisa.

Cuando él se marchó me quedé solo nuevamente.

—Hola Izuku —dijo Tokoyami apareciendo de golpe.

Esto de seguro será incómodo.

—Hola Tokoyami…

Ambos quedamos en silencio, no sabía qué decir y parecía estar en las mismas.

—Tengo que confesar que esto me parece un tanto incómodo —admití rompiendo el silencio—. No estoy acostumbrado a entablar largas conversaciones con personas que no conozco.

Él me observó curioso.

—La primera vez que charlé con Shoto fue horrible —en realidad era la segunda—, no sabía de qué hablar y todo el tiempo se formaban los mismos silencios que tenemos los dos.

Tokoyami sonrió y dijo—: supongo que es demasiado incómodo intentar conocerse rápido para entender más de las personas.

Asentí y solté un suspiro, esto era demasiado agotador.

—No te había dicho que me pareció genial como le hablaste a Neito en la fiesta —dijo con una sonrisa.

—¿Cuál de todas las veces? —habían sido demasiadas para mi desgracia.

—Cuando te ofreció esas cosas, no todos le hablan de esa forma a él.

—Creo comprender el motivo —respondí con una sonrisa amarga, él es el Bakugo de su escuela.

—Neito hará tu vida un tormento y no te importa en absoluto…

—No puedo juzgar a las personas que le temen, pero en mi caso a él no puedo temerle —respondí observando fijamente los ojos rojos—. Monoma ante mis ojos es un niño mimado con aires de grandeza.

Tokoyami rio y dijo—: lo es, se cree imparable, pero al final solo es un ser humano, nada más.

—Así son las personas como él, creen tener todo el poder, juegan y lastiman a las personas sin problemas, no existen las consecuencias para ellos —dije con desagrado—. Tarde o temprano reciben su merecido de alguna forma u otra.

Desearía estar presente el día en el que Monoma caiga de su trono y vea la realidad.

—Solo espero que de adulto no se transforme en ese tipo de monstruo —de seguro lo será, pero en verdad deseo que madure o tenga un golpe de realidad que le haga ver que está haciendo mal.

Tokoyami me observó fijamente y dijo—: sé que sabes todo lo de Shoto, él me lo dijo.

Lo observé sorprendido, sonreí y dije—: espero que no sea como ese monstruo, pero supongo que no sería algo raro, ese chico no es una buena persona.

—En absoluto, desde pequeño se a dedicado a molestarme —respondió sin más—, él es en parte el gran culpable de todo.

—Lo es, pero a la vez no —dije con seriedad—, él solo da el arma, son las personas quienes deciden utilizarla o no.

Está mal culpar a otros por nuestros actos cuando no fuimos forzados a aceptar.

—Supongo, pero cuando estás bajo la mirada de Neito él siempre logra salirse con la suya, lo quieras o no ese idiota encuentra la forma.

Me alegraba no volver a toparme con él.

—¿Qué tipo de juegos te gustan? —dije cambiando el tema—. Sé que te gusta jugar, Shoto lo mencionó, pero no sé cuáles prefieres.

Tokoyami sonrió al escucharme hablar.

—¿Qué?, no vamos a dejar que ese chico se adueñe de la charla. Además, nos conoceremos mejor —dije sin más, estaba cansado de hablar de él.

Tokoyami comenzó a reírse, no comprendía el motivo, pero respondió mi pregunta.

Me alegraba al fin entablar una conversación con Tokoyami, no quería más momentos incómodos.

La charla pasó de juegos a nuestros gustos, era gracioso saber que ambos amábamos el chocolate demasiado.

Luego pasamos al tema del arte, simplemente dije que me gustaba pintar cosas básicas, en cambio Tokoyami me hablaba de muchas cosas y su preferencia a la hora del uso de colores.

Me gustaría ver pinturas de él, al parecer él es amante de los colores, en especial los brillantes.

—Me aburre pintar con colores oscuros, demasiado amargado para mi alma —dijo con una sonrisa burlona—, ¿por qué debería pintar de forma obligatoria una escena dramática con colores fríos?

Tiene un punto.

—¿Las lágrimas no pueden ser coloridas y el arcoíris mostrar la oscura realidad?

Lo miré un tanto dubitativo, no me entraba en la cabeza algo como aquello, supongo que debo ver sus pinturas para comprender.

—¿Yo?

—Lo sé, es difícil de visualizar, pero aquí tienes —me entregó su teléfono y pude apreciar el dolor.

No pensé que un hermoso mar pintado con distintos, pero brillantes colores combinado con una puesta de sol podría verse tan desolador.

La pintura te hace creer que es alegre cuando en realidad tiene un significado distinto. Un paisaje que demuestra el dolor con una máscara de colores.

—Una máscara colorida para ocultar la melancolía.

—Tal vez, solo sé que me gustan los colores vibrantes y no quiero que nadie me los arrebate.

Había algo más en sus palabras un trasfondo que dudaba algún día descubrir.

—Supongo que ese es tu sello como artista —dije sonriendo—, ahora sé como identificar tus obras cuando me tope con una pintura.

Se veía un tanto sorprendido, pero luego sonrió.

Estaba feliz de que la brisa se estaba volviendo más refrescante.

—¿Cuál es la característica que crees que te identifica con mayor facilidad?

Ni idea, yo solo pinto lo que viene a mi cabeza cuando la conecto con mis emociones.

—No lo sé, soy un novato que pinta por diversión…

Soy una persona que pinta para escapar de mis demonios, pero también alguien que desea pintar para hacer felices a las personas.

Tal vez como Yamikumo podría considerar mis grafitis con la característica de colores más oscuros que muestran la desesperación de mi alma, pero ahora ya no existe…

Ahora es Izuku Yagi quien pinta.

—Me alegro de haber charlado contigo, no quiero que todo sea incómodo entre los dos.

—Yo también me alegro.

Esperaba que a partir de hoy nos lleváramos bien.

—Tengo una pregunta, ¿por qué la sudadera?

—El sol me lastima la piel con facilidad —dije sin pensarlo dos veces.

—Eso suena doloroso.

—Lo es, por lo tanto, mejor prevenir que lamentar.

Vi a lo lejos a Tsuyu y Yaoyorozu hacerle señas a Tokoyami.

—Voy a ira a la piscina, ¿vienes? —preguntó curioso—, puedes aunque sea mojarte las piernas.

—Aún no, quiero caminar por un momento.

Deseaba estar lejos de la piscina.

Mientras caminaba observaba todo a mi alrededor, de alguna forma me sentía invisible y eso era muy confortable.

Una mujer me ofreció una copa de helado que acepté gustoso al ver que era de chocolate; vi que cerca de la piscina había un sillón columpio con un techo que cubría el asiento del sol.

Emprendí mi camino hacia éste y una vez que me senté sentí al fin paz.

Escuchaba los chapoteos, el sonido del agua cuando se lanzaban del trampolín, prefería no ver esa imagen.

—Izuku…

Esa maldita voz.

—Monoma.

Mis dientes rechinaron por la molestia de tener que ver su maldita cara.

—¿Por qué no estás nadando?

Subí mi mirada, odiaba esos ojos azulados que reflejaban una constante malicia.

—Porque no me interesa —dije sin más, no iba a darle una explicación.

—¿En serio?, pero nadar es divertido —respondió colocando su mano en el pecho de forma dramática.

—Tal vez, pero a mi no me interesa.

—Izuku, eres demasiado aburrido.

—Sí, lo soy —respondí— ¿Quieres escuchar eso? ¿Cierto?

Monoma frunció el ceño molesto, luego sonrió y se marchó sin más. Algo en mi me decía que se avecinaban problemas.

Decidí continuar con mi helado, al diablo Monoma, primero es mi helado.

De golpe el columpio se movió, miré al lado y vi a Shoto.

—Al fin te encontré —dijo aliviado—. Estaba un poco preocupado…

—¿Temías que Monoma me molestara?

Shoto iba a responder algo, pero alguien provocó que no alcanzara a formular palabra alguna.

Fue demasiado rápido cuando el agua cayó con fuerza sobre mí.

Maldito Monoma…

No creí llegar a este punto el día de hoy, mi camiseta y sudadera empapadas por culpa de Monoma.

Jamás imaginé que ese imbécil fuera hacia el sillón con un balde para arrojarme agua.

¿Por qué?

—¿Eres imbécil o qué? —dije furioso levantándome, enserio no comprendía qué demonios pasaba por su cabeza.

—Me parecías acalorado con tu sudadera, un poco de agua no va mal —respondió con una sonrisa maliciosa.

Algunos chicos comenzaron a acercarse hacia nosotros por el escandalo, pero me importaba poco.

—Actúas como un niño —dije cada vez más furioso—. Crece idiota.

Sus ojos azulados parecían divertirse ante la situación.

—Lo dice el niño que obviamente no sabe nadar —rio ante lo último.

—¿Y? ¿Te afecta en algo lo que hago? —apretaba con fuerza mis manos estaba a un paso de golpearlo—. ¿Tan aburrida y miserable es tu vida que necesitas molestar a una persona que conociste hace tan solo once días? Eres demasiado patético.

Monoma soltó una gran carcajada, le divertía todo.

En verdad estaba loco.

—Neito, para de una puta vez —dijo Shoto, su mirada bicolor daba miedo—. Ya es bastante enfermizo de tu parte molestar a una persona que no conoces, vete a ver, no es normal tu forma de ser.

Monoma ahora frunció el ceño, no sabía qué demonios pasaba por esa retorcida cabeza.

—Shoto, Shoto, Shoto… te arrepentirás de tus palabras —advirtió con un tono de voz escalofriante—. Lamentarás haber metido a Izuku en tu vida.

No pude evitar reír por sus palabras.

—¿Estás amenazándolo? —dije levantando una ceja, todo era demasiado ridículo—. No pasó por mi cabeza que eras un tipo de mafioso.

Las miradas de los testigos me incomodaban, pero al parecer a Monoma no le importaba.

—En serio Izuku, lamentarás haberlo conocido.

—No, no lo lamentaré —estaba harto de su presencia—. Deja de creer que puedes ver el futuro, te das demasiada importancia.

Ignoró mis palabras y dijo—: en 3 años puedo apagar las luces y si otros deben caer para que pueda lograrlo…

No sabía a qué demonios se refería…

—Lo haré.

Tiempo después lo descubriría.

Me observó por última vez con una sonrisa digna del gato Cheshire y se lanzó a la piscina.

Solté un suspiro molesto, deseaba marcharme de una vez por todas a mi hogar. Tal vez debo llamar a Toshinori para que me venga a buscar.

No, tengo que estar hasta el pastel, ni idea si cantan o no, pero no puedo marcharme y dejar a Shoto solo por esto.

—Vamos te prestaré algo que puedas usar.

—Gracias. No entiendo cómo lo han soportado por tantos años.


18:15 pm


No encontraba una sudadera en ningún lado, Shoto solo me había dejado una camiseta. El miedo se apoderaba de mi cuerpo, tenía que llamar a Toshinori, él la traería y todo bien.

—¿Izuku? —la voz de Shoto me hizo volver a la realidad.

Miedo, ansiedad, pánico, tantas emociones me aturdieron cuando vi como Shoto miró accidentalmente mis brazos.

Hace meses que no me cortaba, por lo tanto, solo eran cicatrices rosadas y otras más claras por el paso de los años.

Incómodo, mis brazos picaban, estaba vestido de pies a cabeza, pero me sentía desnudo, quería vomitar.

No escuché a Shoto caminar, pero luego de un instante me percaté que estaba entregándome una sudadera. La acepté en silencio, era todo tan incómodo y triste, sentía que me estaban devolviendo a mi realidad.

Shoto se marchó en silencio del dormitorio, en el fondo me alegraba de que no dijese nada.

Ya no me sentía bien, cualquier indicio de alegría se había esfumado.

Tarde o temprano el pasado vuelve de nuevo…

Saqué mi teléfono y marqué a Toshinori.

—Puedes… venir a buscarme —dije con dificultad, no pude evitar soltar un sollozo.

Tan débil y frágil, detestaba actuar de esa forma.

—Voy en camino, por favor no cuelgues…

—Gracias.

—¿Alguien te molestó? —sonaba entre preocupado y molesto.

Me daba miedo decir sí, pero mi silencio fue tomado como una afirmación.

—¿Fue Shoto? —preguntó con seriedad.

Inmediatamente negué, no deseaba meter a un inocente.

—Está bien, estoy ahora en el automóvil, no cuelgues —pidió.

—Ok.

Sentía las lágrimas caer, maldición, él había ganado accidentalmente.

Miré el lienzo vacío de Tokoyami, luego las pinturas acrílicas, sabía que estaba mal lo que haría, pero si me armo de valor y vuelvo a ver a Shoto le daré lo que usé para que se lo entregue a Tokoyami.

Comencé a pintar rápidamente con mis manos un repulsivo demonio con rojo y negro, sé que no saldrá 100% perfecto, pero me importaba poco.

Pasaron los segundos, luego los minutos desde que volvieron los demonios de mi pasado.

Creo había pasado media hora desde que comencé la pintura; Toshinori usualmente tarda 40 minutos en llegar de la casa hasta esta mansión.

—Llego en 5 minutos —dijo Toshinori de forma tranquila y suave.

—Está bien.

Miré los ojos del demonio, faltaba el color principal de la obra, el azul.

Ese maldito azul.

Una vez terminado sonreí molesto y fui al baño a lavar mis manos; me miré al espejo, mis ojos estaban rojos. Solté un suspiro, mis brazos picaban y ardían, me recordaba a mí mismo que todo era causado por el estrés y el miedo, mis cicatrices estaban cerradas.

—Ya estoy afuera.

Solté un largo suspiro, sonreí con dificultad, mi expresión era demasiado falsa, nadie creería que estoy bien, pero poco me importaba en estos momentos.

Salí de la habitación a paso veloz, solo deseaba llegar al automóvil e ir a casa.

Al bajar vi en la puerta de la entrada a Toshinori, su rostro se veía preocupado. Mordí mi labio inferior, quería llorar como un niño.

Fui hacia él y dije—: vayámonos a casa.

Toshinori acarició mi cabeza con suavidad y me guio hacia la puerta, no deseaba volver a esta mansión, no quería volver a ver a ese imbécil.

En el automóvil cubrí mi rostro con mis manos y me permití llorar, dolía demasiado, sentía que ese bastardo había ganado, que al final de cuentas no soy fuerte y personas como esas me seguirían atormentando.

Ellos siempre ganan.

En el viaje nadie habló, solo mi llanto y sollozos interrumpían el silencio.

¿Por qué a mi? ¿Qué demonios hice para merecer esto?

Al llegar corrí hacia mi dormitorio y me arrojé a mi cama, me hice bolita y simplemente me dejé dormir, solo deseaba marcharme de la maldita realidad.

Un corte, dolor, dos cortes, olvido, tres cortes, me siento vivo…

Dolor, miedo, angustia, felicidad efímera con cada corte.

Los recuerdos de esa época siniestra, donde solo existían pequeños rayos de luz resurgían de entre las cenizas para atormentarme en mis sueños. Todo estaba bien, ¿por qué el destino era tan cruel?

“Oye Bakugo, mira sus brazos”

No las vean.

“El cabeza de arbusto se corta”

Cállense, no me digan de esa forma.

“¿Enserio? ¿el nerd se corta? ¿Midoriya eres depresivo?”

Bakugo comenzó a reír, al principio era bajo, luego fue una estruendosa carcajada.

Cierra la boca Bakugo.

Queman, mis brazos queman.

Sangre, demasiada sangre, duele…

Dolor, angustia, felicidad.

Lastimarme es mi placer culposo, sé que está mal, sé que no debo hacerlo, pero…

Con suavidad pasé la navaja por mi muñeca, lo suficiente como para sentir el dolor de estar vivo, pero sin llegar a atentar contra mi vida…

¿Por qué hago esto?, yo ya no me corto.

No me gusta esta pesadilla, despiértenme, sáquenme de aquí.

—Izuku, despierta.

Abrí los ojos asustado, estaba aún acostado en mi cama, al frente mío se encontraba Toshinori.

—Yo, ¿por qué soy tan débil? —dije sentándome en la cama.

—No eres débil…

—¡Sí lo soy! ¡Una persona normal no debería llorar como un niño porque alguien le vio sus brazos! —exclamé molesto, dolía mi estúpida debilidad.

Toshinori se sentó a mi lado en silencio y preguntó—: ¿Shoto vio tus brazos?

Solo asentí, dolía demasiado.

—¿Se rio?

—No.

—¿Me dirías el motivo del por qué no tenías la sudadera? —preguntó nuevamente.

—Me mojé con un vaso… —mentí descaradamente.

—¿Sabes que no te creo? ¿Cierto?

—Una persona me lanzó un tarro con agua —evité el nombre.

—¿Lo conozco?

Me quedé en silencio.

—¿Fue Monoma o Tokoyami?

Tenía sentido, de las únicas personas que conocía allí, eran ellos dos.

—El primero.

—¿Él fue el causante de lo que te ocurrió en año nuevo?

—Sí y no.

—Entendido, no volverás a asistir a ninguna fiesta de ese niño —dijo con seriedad—. Y si vuelves a encontrarte con él y te molesta, hablaré con sus padres.

Decidí mirarlo, su mirada azul se veía preocupada por mi culpa.

—No voy a permitir que alguien te lastime de nuevo —fruncía el ceño—, y si eso significa prohibirte relacionarte con algunas personas, lo haré.

Solté un sollozo y lo abracé con fuerza.

—¿Por qué existen personas tan malas? —pregunté mientras las lágrimas caían por mis mejillas—. No les hago nada y simplemente se dedican a molestar, creía ser fuerte, pero él me saca de mis casillas.

Recordé esa repugnante sonrisa y ojos azules maliciosos; la mirada infernal de Bakugo; los golpes y los insultos. Mis compañeros de la escuela.

Aún no era fuerte, todavía me queda un largo camino por recorrer, muchas cosas que debo resolver…

Pero ese niño mimado no va a ganar, no voy a dejar que me gane.

Fruncí el ceño y sonreí, no estoy solo, ya no soy el Izuku del año pasado; me defendí al frente de todos mis compañeros; Bakugo se marchó de mi vida, incluso me pidió disculpas; ese monstruo está en la cárcel y ella quién sabe dónde.

Soy libre y él no me arrastrará de nuevo a ese pozo sin fondo.

Me separé de Toshinori y lo miré con determinación.

—No lo dejaré ganar, solo por hoy ganó —no ganó la guerra.

Genial, estaba en una guerra ficticia con Monoma.

—Nunca más alguien como esa persona me molestará. No habrá otro Bakugo en mi vida.

Toshinori me observó sorprendido, tal vez porque era la primera vez que le hablaba de esta forma. O también puede ser debido a que es la primera vez que me dirijo de forma directa hacia Bakugo.

—Estoy orgulloso de ti, puedes decir que eres débil, pero aquí estás ahora hablándome de esta forma —sonrió y continuó—: llorar y sufrir por cosas del pasado no es sinónimo de debilidad, son experiencias de vida que inevitablemente ocurrieron, no puedes olvidarlas y superarlas de la noche a la mañana. Lo importante es que estás avanzando, porque tu lo deseas, lloraste, pero no te lastimaste.

Sonreí y asentí orgulloso, no me había lastimado, eso siempre es un logro. Ya no siento ese horrible deseo de calmarme mediante los cortes.

Sí, he avanzado, no me corto desde hace meses y no he intentado atentar en contra de mi vida.

—No eres débil y algún día lo comprenderás.

Asentí y recordé a Shoto, ¿qué pensará de mi?, sé que no debe importarme qué piensen sobre mi, pero él ya se convirtió en mi amigo.

No quiero que sienta lástima o me vea como alguien raro por lo que hice.

—Gracias Toshinori, por todo.

—No es necesario agradecer y si vuelve a molestarte, las clases de francés serán más difíciles para él —sonrió de forma aterradora, no era una broma, de eso estaba seguro.

—Eres el mejor.

—Tu también.

—¿Crees que Shoto me verá con lástima o algo por el estilo?

—No lo sé, pero no te sientas mal por culpa de terceros, además, si es como su padre, jamás sentirá lástima por nadie.

Abrí los ojos sorprendido y sonreí.

—Se nota que no es una buena persona, pero ¿Tan malo era en la escuela?

—Enji era un joven desagradable, bastante elitista, que nos veía a Shota y a mi como inferiores —respondió con una mueca.

—El Sr. Aizawa inferior, ¿qué? —dije extrañado y sorprendido—, comprendo que usted haya sido mal visto, sus padres son personas comunes y corrientes, pero ¿él?

—Él tenía 15 años cuando lo adoptó el director —respondió—. Vivió gran parte de su vida en el orfanato, él era un talento excepcional, un diamante en bruto y debido a una noticia en el diario sobre un premio que ganó se hizo conocido.

—Guau…

—Él no quería ser artista, odiaba estudiar en Yuuei. Creo que es por eso que Enji lo odiaba incluso más. Además, Shota jamás recibió enseñanza externa, solo era él y su talento que tanto odiaba, supongo que le frustraba que alguien con tal don lo rechazaba como si fuese lo peor.

—¿Odiaba su talento? —dije extrañado, sus obras eran hermosas.

Ahora que lo recuerdo él me dijo que sentía un amor y odio hacia la pintura.

—Cuando pintas por obligación y sin pasión termina siendo una tortura, por eso estudió literatura en la universidad y dejó de lado la pintura —respondió sin más—. Shota a sufrido demasiado, más de lo que se sabe, fue conocido como un huérfano talentoso, pero nadie sabe cómo terminó allí.

Lo miré extrañado y curioso, ¿cómo terminó en el orfanato?

—Pero esa no es una historia que tenga permitida contar, ya sabes, cosas de mejores amigos —finalizó con una cálida sonrisa.

Cosas de mejores amigos…

—Si lo piensas bien, Shota y tu se parecen un poco.

—¿Por qué dice eso? —pregunté extrañado por sus palabras.

—Dos jóvenes pintores que resaltaron por ser prodigios, ambos fueron vistos por un artista que les dieron una beca que nunca pidieron y no querían.

—Tal vez un poco…

Reí al escuchar aquello.

—Shota fue la persona que inició la búsqueda de Yamikumo —sonrió—, él quería ofrecerte una prueba, pero tenía que encontrar al chico y a sus padres para decirles.

Fruncí el ceño sin poder creerlo, ahora que lo pienso, ¿cómo sabían que era un adolescente?, yo podría ser fácilmente un adulto que pintó en una escuela.

—¿Cómo supieron que era un adolescente?, no tiene sentido…

—Pregúntale a Shota —dijo con diversión en su mirada.

—Por favor, dime —dije cada vez más curioso.

—Vio un niño de ojos muy tristes una noche —levantó un poco sus brazos y continuó—: solo eso diré.

Fruncí el ceño e hice un puchero, necesitaba saber cuándo me vio pintar, nunca vi a una persona percatarse de mi persona.

—Vuelvo a repetir, pregúntale a él.

—Está bien, pero eres cruel —respondí cruzando mis brazos molesto.

—¡Esa es la actitud que me gusta!

—¡Oye!

—Son las diez, pediré una pizza para la cena, ¿cuál sabor prefieres? —ignoró por completo lo que dije.

Puse los ojos en blanco y sonreí resignado por lo que dijo.

—Sorpréndeme.

—Ok.

—¿No te parece gracioso comer comida gourmet durante gran parte del día y de cena una pizza de una pizzería común y corriente? —dije ahora con una gran sonrisa.

—¿Por qué no disfrutar ambas? —respondió sin más para luego marcharse.

Solté un suspiro y sonreí al observar mi habitación.

Esta es mi verdadera realidad, la otra es solo es parte del pasado.

Continuará...


Nota

Hola a todos, capítulo intenso con mucho drama y un Izuku feliz, triste, enojado, emocionadi.

Me dio penita Shoto, su cumpleaños es una mierda.

Y Toshinori dando su tarjeta xD

Monoma pasó de ser molestoso a ser un intento de mafioso :s

Fuyumi aparece al rescate y Kemy aparece 👀👀👀

Lo que más me hizo sentir bien fue a Shoto decirle amigo :")

Ah, toma eso Enji >:)

Ahora veamos que pasa con la mirada de Shoto y mucho más uwu

#UnfinalfelizparaIzuku

#Izukuesunserdeluz

#Izukunadietemerece

#MuerteaEnji

#MuerteaMonoma

#Shotomereceunabrazo

#Monomapsicópata

Publicado: 18/05/2024

Nos vemos el 25 de mayo 🦄💖

Capítulo 33: Entre dos luces



















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