L.2 Capítulo 29
Todoroki Shoto
04/01/2019
13:30 pm
Me sentía un poco emocionado al haber decidido invitar a los muchachos a la pizzería, para ellos tampoco era usual comer en un lugar como estos, en el caso de Fumikage su padre prepara pizzas.
Se siente bien de vez en cuando salir los cuatro, de alguna forma siento que estamos en la misma página, siento que encajo en el grupo.
Por un momento se va el Shoto repugnante y se transforma en un intento de persona normal, dejo de ser la escoria que sé que soy.
Un adolescente normal con su grupo de amigos y novia...
-Es una pizzería muy linda -dijo Tsuyu mientras comía de su rebanada de pizza.
-Sí, es muy bonita y hogareña -respondí con una sonrisa.
-¿Cómo la conociste? -preguntó Momo, su mirada lo decía todo.
-A principios de diciembre, en específico el 10 -respondí inmediatamente, pero no pude evitar sacar una sonrisa fugaz al recordar la cara de incomodidad de Izuku.
Un silencio incómodo se formó entre nosotros.
Las expresiones de los 3 eran, curiosidad, indiferencia y molestia.
-¿Con quién? -preguntó Momo con ese insoportable tono de voz.
Tsuyu nos miró mientras comía su pizza, su silencio lo decía todo, Fumikage tenía esa mirada de incomodidad al saber lo que se venía.
-No es con una chica si es lo que quieres saber -dije mientras apretaba mis manos.
Fumikage me observó con su usual mirada crítica dijo-: ella no se refería a eso.
Lo miré fijamente, él sabía que sí se refería a eso.
-Entonces fue con uno de tus conocidos que consumen esa basura -dijo con veneno, odiaba cuando usaba ese tono de voz-. Después de todo no te consideras a ti mismo como alguien sociable o ¿me equivoco?
¿Por qué todo termina girando en el tema de las drogas?
Sé que soy un puto drogadicto y no puedo dejarla, pero mi vida no se basa solo en las drogas.
Puedo tener una parte normal.
Volvíamos a estar en otra página.
Deseaba responderle y defenderme, pero algo que aprendí de mis padres es no discutir, las discusiones son malas, primero aparecerán los gritos, luego los golpes... es mejor callar.
Si discuto terminaré siendo como Enji y Rei, evadir estos momentos son lo mejor.
Me causa gracia mi existencia, ¿no debería ser un tipo violento? ¿No debería ser igual que mi padre?
Solo deseo encerrarme en mi ropero para ocultarme de los problemas.
Soy un cobarde que teme enfrentar las cosas.
Fijé mi mirada en Fumikage, solo me miraba, en el fondo él creía lo mismo que Momo, solo que ella tenía el valor suficiente de soltar sus pensamientos.
Duele como algo que debía ser normal terminó convirtiéndose en un tipo de interrogatorio.
-Vine con Izuku -dije con seriedad para luego levantarme y dejar una suma considerable de dinero.
-¿Izuku? ¿Ese chico de la fiesta? -preguntó, no parecía creer lo que decía.
-Sí.
-¿En serio? -no parecía creerme, tiene sentido, nunca lo he mencionado.
-¿Aún crees que estuve con otra chica o con un vendedor? -dije mirándola fijamente, luego dirigí mi mirada hacia Fumikage, necesitaba su apoyo, pero como siempre...
Nada, solo una mirada que decía nada y a la vez todo.
-Adiós -me largué del lugar.
La pizzería se volvía asfixiante, necesitaba aire pronto o me volvería loco.
Aire, eso era lo que necesitaba...
A penas salí de la pizzería comencé a caminar a gran velocidad, tal vez era una forma de huir de mis demonios o lo que sea, pero mi pecho dolía.
No sabía qué hora era o cuánto tiempo estuve caminando, pero llegué a un punto que decidí parar y respirar más tranquilo.
Me miré en el reflejo de la vitrina de una tienda, tragué nervioso al mirar mi rostro, me veía extrañamente demacrado y mis ojos estaban llorosos, ¿desde cuándo no puedo controlar mis emociones? ¿Desde cuándo mi cara está reflejando mi miseria?
Duele saber que tus amigos creen que lo único que sabes hacer es drogarte, que tu vida solo se rodea en la adicción.
Ellos no entienden, la necesito, es difícil ignorarla, duele pensar en dejarla...
Hice tantas idioteces y sigo haciéndolas perjudicando a los que me importan, pero no sé qué demonios hacer.
Ellos se rindieron como yo me rendí, los hago sufrir de alguna forma, aunque no quiera, pero duele saber que piensan tan mal de mí.
Me merezco todo eso y más, pero duele que no crean que hay algo más en mi vida que eso.
No sé cómo arreglar las cosas o mejor dicho me da miedo ver que ya no hay arreglo, porque en el fondo sé que solo vivimos en un bucle donde yo hago una idiotez, ellos me miran decepcionados, ignoramos lo ocurrido y jugamos a videojuegos o lo que sea.
A veces creo que yo dejé de interesarles, simplemente es la costumbre que nos mantiene unidos, es como si los cuatro estuviésemos en una distinta página y simplemente ninguno quiere aceptarlo.
Es extraño sentirte solo cuando tienes amigos.
Me siento solo, tengo dos amigos y una novia, ¿por qué me siento de esta forma?
Soy un bastardo que arruina todo, arruiné a mamá y a mis amistades, mi existencia perjudica a todos.
Duele saber que tu existencia daña a los de tu alrededor y no arreglar las cosas, porque en el fondo sabes que ellos ya renunciaron y con todo el derecho.
Con Momo lo arruino día tras día, todos lo repiten, Tsuyu y Fumikage me recalcan que debemos terminar porque somos tóxicos juntos.
Ellos siempre dicen que es mi culpa que todo termine mal, que yo soy el problema con mis falsas promesas y ocultar cosas, cosas que solo sabe Fumikage.
¿Quieren que le diga lo que vivo día tras día en esa mansión infernal a la chica que me gusta? No, no quiero ver esa mirada de lástima, no quiero que vea toda esa mierda y mis miedos.
No le diré de la violencia y las infidelidades, mis temores de ser como Enji, mi miedo a lastimar a mi pareja o que me lastimen a mí.
No quiero que sepa que soy débil, no deseo que sepa que soy frágil ante los insultos, que no me gustan las discusiones, porque de alguna forma pueden terminar a golpes.
Odio cuando cree que podría serle infiel, es de las cosas que más me dan asco, no es lindo ver a tus padres con amantes y guardar silencio, intentar de fingir que es normal.
Luego está Fumikage que, a pesar de que sabe que jamás lo haría, no dice nada, no entienden que no me interesan las otras chicas.
Todo es por culpa de las mentiras y por las falsas promesas, soy una mierda, eso lo sé, pero... yo... desearía que me creyeran, al menos en eso, porque sé que yo jamás la lastimaría.
Por culpa de mi adicción, al menos eso es lo que dice Fumikage.
Mi pecho duele cada vez que dicen que todo es mi culpa, me recuerdan a Rei, ella siempre lo dice cada vez que tiene la oportunidad.
Mi culpa.
Todo es mi culpa.
Estoy solo y yo mismo soy el causante de obtener aquel rechazo.
Seguí caminando con la mirada gacha, tenía que actuar como siempre, colocar la dolorosa máscara que cubre el dolor y las ganas de llorar.
Subí la mirada y me topé de frente a Izuku, sonreía como nunca lo había visto, entonces me di cuenta de que estaba dándole la mano a una chica de melena castaña y expresivos ojos color caramelo.
¿Izuku tenía novia?
La sonrisa de Izuku se borró y me miró con preocupación, genial la máscara no había funcionado.
-Hola -dije con la voz un poco más apagada de lo usual, quiero encerrarme en el ropero hasta desaparecer.
Izuku pareció notar que algo malo ocurría y la mirada caramelo de esa chica me analizó con una sonrisa.
-Mucho gusto, soy Uraraka Ochako -dijo sin borrar la sonrisa.
Ochako era una de las amigas de Izuku, ella iba a ser mi futura compañera... reconozco que siento leve curiosidad por ella, ¿qué tipo de persona es para que sea amiga de Izuku?
-¡Lo siento por no presentarlos! -exclamó Izuku con las mejillas sonrojadas.
Sonreí ante lo dicho olvidando por un momento la amargura.
-Soy Todoroki Shoto, Izuku me habló de ti -dije con diversión al ver que se sonrojó más el peliverde.
Quería reír por conocer esa actitud nueva en él.
Ochako también se sonrojó, de alguna forma ambos se veían adorables de la mano y rojos como unos tomates.
-Así que Todoroki Shoto, Izuku también me comentó de ti -su mirada caramelo parecía analizarme acorde hablaba-, ¿quieres comer pizza con nosotros?
Pizza, la pizzería... no deseaba volver a ese lugar, no ahora.
Nuevamente esa mirada parecía percatarse de algo, de alguna forma ella me intimidaba, era como si supiese que algo me pasaba.
-Aunque hace calor, mejor vayamos por un helado -dijo sin borrar su sonrisa, para luego mirar a Izuku- ¿qué opinas?
-¡Claro! Ven con nosotros a comer, la heladería sacó una nueva copa de chocolate -respondió Izuku con una mirada brillante, llena de vida.
-Claro... -dije con la voz menos apagada.
-¡Genial! -ahora dijo Ochako con entusiasmo-, de paso nos conocemos mejor.
Era extraño, pero ellos dos parecían brillar ante la luz del sol y de alguna forma aquel ánimo que irradiaban era contagioso.
Hace mucho que no sentía la emoción de ir a comer un helado con personas, no conocía a Ochako, pero parecía ser una persona cálida y alegre.
¿Es normal querer llorar mientras escuchas a dos personas hablarte y mirar como si no fueses un asco de persona?
Caminar por la vereda con ellos dos fue un recorrido liberador, me ayudaba a olvidarme de la idea de encerrarme en el ropero.
Al llegar a la heladería como era de esperar Izuku pidió esa nueva copa con gran entusiasmo.
-Izuku, creo que amas un poco el chocolate -dijo Ochako con diversión-. Creo que te haré cupcakes de chocolate para la próxima -luego me miró y continuó-: ¿cuál es tu sabor favorito? Para enviarte unos con Izuku.
Sonreí, no sabía que decirle.
-Regálale unos con moras y frambuesas, eso lo hará feliz -dijo burlón el de ojos esmeralda-, ¿cierto?
Solo asentí avergonzado, él recordaba ese helado.
No sé cuándo el rumbo de la conversación llegó al tema de súper héroes, un punto en lo que era bueno.
-Solo veo películas de súper héroes, ¿se parecen a los cómics o cambian todo? -preguntó curiosa.
Y así fue cómo comencé a explicarle las cosas que cambiaron, era una imagen divertida, Izuku y Ochako mirándome como si fuese el tema más impresionante y revelador del mundo.
Izuku y Ochako me agradan.
Comer con ellos dos se siente diferente, más alegre, sin prejuicios o que piensen que solo soy un drogadicto.
No hay lástima ni rencor en sus miradas.
Simplemente no pude evitar sonreír por estar con ellos y al parecer Izuku lo notó.
Seguimos charlando, comentábamos anécdotas y sobre nuestras vidas; Ochako parecía ser honesta y no demostraba maldad, de alguna forma se parecía a Izuku, pero su mirada no estaba rota, todo lo contrario, ella estaba llena de vida.
-Desde ese día decidí no volver a caminar debajo de una escalera -dijo Ochako avergonzada.
Bastante honesta y divertida, parecía ser verdaderamente feliz, no usaba esa máscara que Izuku y yo compartíamos, la sonrisa de mi amigo parecía diferente, una realmente llena de vida y unos ojos que no parecían carentes de vida, es como si ella fuese de alguna forma creada para Izuku.
Izuku se veía tan feliz con ella, tenía esa mirada de ¿amor?, sí, yo la reconocería al instante, porque Fumikage mira de esa misma forma a Tsuyu.
Ochako terminó su copa primero y me miró, luego sutilmente a Izuku con una sonrisa- me tengo que ir antes, lo lamento.
Izuku la miró extrañado, pero ella se levantó sin borrar esa característica sonrisa.
-Sigan ustedes -dijo mirándome fijamente, como si supiese que algo me pasaba, ahora ella me da miedo.
Las personas como Ochako son difíciles de leer, pero ellas sí te leen con facilidad.
-Me llamas cuando llegues, por favor -dijo Izuku dándole la mano.
Creo que vomitaré por la dulzura que veo, esas cosas no las hacen los amigos o ellos tienen un concepto de otro tipo de amistad.
Ambos parecían estar en una burbuja romántica, en definitiva, ellos no eran amigos.
Cuando ella se marchó, Izuku cambió su expresión a una más preocupada, él lo sabía.
-¿Qué ocurrió? -preguntó con un poco de nerviosismo-, no es necesario decirlo, pero si quieres puedes hablar.
Es interesante como a veces Izuku demuestra una gran preocupación a la hora de hablar, como si esperase que las personas se van a molestar por sus preguntas o incomodar.
Me da un poco de tristeza.
Quise ser honesto, no quiero arruinar esta nueva amistad como ya lo hice con los chicos- bueno... tuve un problema con mis amigos y novia.
Los ojos del contrario se veían sorprendidos, como si no se esperaba una respuesta mía sobre ese asunto.
-Lamento aquello, pero ¿es algo que se puede solucionar? -preguntó con una voz calmada.
-Creo que no y es un tema doloroso, porque yo lo ocasioné -dije con dificultad, dolía hablar, duele ser honesto-, por mi adicción y ocultar cosas a mi novia, omitir todo lo malo que me ocurre en ese lugar.
Esa mansión infernal...
-Existe el lugar y el momento para hablar, no debes decírselo si no te sientes cómodo -dijo con una honestidad que me sorprendió- ¿Lo mejor es hablar y ser sincero? Sí, pero no debes forzarte a decir algo con lo que te sientes incómodo... sé lo que se siente ser honesto con una persona importante y temer que te juzgue, es horrible.
Al decir aquello pude ver el dolor en su mirada.
-Yo temía que esa persona se alejase de mi o me viera de otra forma -miró la copa y suspiró-: el día en el que fui honesto fue de alguna forma más natural y liberador, créeme que te hará sentir bien, pero no debes forzarte o terminará siendo una experiencia más traumante...
Mordí mi mejilla y sonreí, de alguna forma me sentía menos culpable, no sé qué poder tenía Izuku para hacerte sentir mejor.
-Gracias -dije con un nudo en la garganta.
-Y-yo, sé que me lo he buscado, me lo merezco, pero duele que crean que tu vida se basa en ser un drogadicto... yo soy m-más que e-eso.
Dolía decirlo en voz alta, si lo hago todo se convierte en una realidad.
-Temo que un día se vuelva una realidad -dolía demasiado hablarlo, pero en el fondo creo que Izuku no me mirará como Fumikage, él no creerá que mis palabras son un discurso vacío y sin sentido, que estoy mintiendo para parecer que en verdad quiero mejorar.
Yo provoqué que no me creyese, no lo culpo, pero duele.
Siento que en cualquier momento lloraré, corrección, estoy llorando.
Izuku no habló, no puso ninguna expresión negativa, su mirada no parecía juzgar mis palabras, solo estaba en silencio escuchándome con una sonrisa comprensiva.
Se sentía bien solo ser escuchado y de alguna forma apoyado en aquel silencio, porque al final solo diría palabras vacías o respuestas motivadoras.
Cuando me calmé, vi algo más en la mirada de Izuku, como si él hubiese tenido alguna revelación.
-Sé que no serás solamente un drogadicto -dijo con una expresión seria, su voz no parecía mentir, parecía determinado a hacer algo.
Luego puso una expresión un tanto nerviosa y dijo-: no quiero que te enteres de golpe, pero Ochako sabe todo lo que ocurrió en la fiesta...
Me paralicé al escuchar eso, esa chica amable sabía que consumía coca.
-Solo eso, prometo que moriré sin decir lo otro -respondió al instante, solo asentí con nerviosismo-. Ochako es de esas personas que te escuchan sin demostrarte ninguna gota de maldad o burla... es liberador hablar con ella.
No me importaba si ella lo sabía, pero sí me sorprende que en ningún momento me vio mal, lo normal era que sintiese un rechazo al verme o asco.
Ochako es tan peculiar como lo es Izuku.
-Ella es especial... -susurró con una pequeña sonrisa.
Especial.
-Se nota que es una buena persona, ¿cómo se hicieron amigos? -pregunté curioso.
Al parecer la pregunta colocó nervioso a Izuku, pero soltó un suspiro y habló-: fue algo gradual, fue mi compañera hasta los diez años, no hablábamos en esa época por diversas cosas...
La expresión de Izuku se volvió sombría y comenzó a susurrar números.
"1, 2, 3, 4, 5..."
Volvió a la normalidad y continuó-: se fue por ciertos motivos y volvió el año pasado...
"Ciertos motivos", en otras palabras, por algo malo, no es difícil notar que le incomodaba ese hecho.
¿Por qué le incomoda?
Me da curiosidad saber más de Izuku y sus misterios, había muchas cosas más que la violencia intrafamiliar, deben ser horribles y de alguna forma Ochako está implicada.
Deseo que Izuku algún día confíe tanto en mi para contarme más sobre su pasado y tal vez ayudarlo como él lo hace conmigo.
-El año pasado de alguna forma entró de golpe a mi vida convirtiéndose en una amiga muy especial -dijo con una pequeña sonrisa, pero nuevamente volvió esa mirada dolorosa-. Ella logró verme cuando nadie más lo hizo, la he hecho sufrir y sigue a mi lado apoyándome, es una chica muy fuerte.
"Hecho sufrir", ¿qué clase de cosa podría hacer Izuku para lastimar a una persona?, no veo maldad en él, así que insultos o golpes me es imposible de imaginar.
¿De qué forma alguien como Izuku puede lastimar a una persona que claramente es importante para él?
-Aunque eso es el pasado, ya no volveré a lastimarla -dijo con seriedad.
¿Qué oculta detrás de esas palabras y máscaras?
La charla continuó, pero su rumbo era más refrescante, nos habíamos alejado de los temas intensos y dolorosos.
-¿Ochako es algo más o una amiga demasiado especial? -pregunté con una excesiva curiosidad.
La mirada de shock de Izuku decía todo.
-¡No! -dijo mientras se cubría el rostro con la mano-, no somos nada.
-Pero deseas ser algo más -afirmé, tendría que ser un idiota para no darme cuenta.
-Es complicado -dijo sin apartar su mano-. Demasiado.
-¿Algún día me dirás? -pregunté un tanto nervioso.
Izuku sacó su mano, tenía una sonrisa amarga.
-Tal vez, pero estoy seguro de que pensarías que soy un idiota -dijo bajando su mirada a la mesa.
¿Idiota?, esto suena cada vez más interesante.
-Para que comprendas, debes saber muchas cosas, demasiadas -dijo con un tono de voz apagado-. Solo puedo decirte que estoy demasiado roto para dar el amor que se merece.
Sabía bastante bien lo que él sentía, el significado de estar roto y usar una máscara, compartíamos un dolor casi similar, pero había otra cosa más.
-Algún tal vez te diga todo, pero prefiero que no, es mejor que no conozcas todo mi pasado -su respuesta fue un tanto dura.
-No te obligaré, pero te aseguro que jamás te juzgaré.
-Lo sé -dijo con una mirada tan honesta que de alguna forma me hizo sentir bien.
Él no tenía una mala imagen de mi, Izuku no sabía cuanto valían sus palabras.
-Gracias -susurré con una sonrisa.
Izuku me observó extrañado, pero luego sonrió.
-El amor es complicado.
-Créeme que lo sé demasiado bien -una parte de mi se sintió mal al decir eso.
-O tal vez nosotros lo hacemos más complicado de lo que es.
Esas palabras calaron de alguna forma en mi alma.
¿Yo hacía las cosas más complicadas con Momo?
-¿Quieres ir a la mansión infernal para jugar videojuegos? -pregunté soltando por accidente la parte de mansión infernal.
-Le preguntaré a Toshinori -respondió con una sonrisa, era obvio que ignoró de forma intencional el nombre.
Asentí, siempre me parecerá bonito y surrealistas que las personas llamen para preguntar a los adultos para ir a un lugar. Los míos dejaron hace mucho de preocuparse, solo les importaba que les escribiese si me iba a quedar en alguna de las casas de mis compañeros, pero las tardes tenía un pase libre.
Cuando Izuku dio un visto bueno nos marchamos; sin dudas sentía alivio porque aceptó, algo en mi me decía que si estaba solo terminaría en el ropero drogado.
Tokoyami Fumikage
04/01/2019
Odiaba lo que había hecho, traté de una forma horrible a mi mejor amigo, pero estoy tan enojado con él y conmigo mismo, odio mis decisiones, cometo errores que pueden ser perjudiciales, ¿desde cuándo dejé de pensar y simplemente actuar?
Lo mejor es seguir a Shoto, no podía dejarlo solo en ese estado...
-Chicas voy a ver a Shoto -dije con amargura al ver a Momo llorando mientras Tsuyu la abrazaba.
¿Por qué demonios no terminaban?, todo sería más sencillo, no habría ese tipo de lágrimas de por medio.
Shoto caminaba por la calle opuesta, no se veía para nada bien.
Esperé la luz verde para alcanzarlo...
Me sorprendí al ver a Izuku de la mano con una chica de cabellos castaños yendo en dirección a Shoto, el peliverde no parecía ser una persona tan "afectuosa" ante el público.
Cuándo Izuku se topó con Shoto vi preocupación en su postura y ni idea de lo que dijo la chica, pero hizo que mi amigo los siguiera; la curiosidad fue demasiada, sabía que estaba mal, pero los seguí, algo no me calzaba.
Ellos parecían charlar, Shoto se veía más tranquilo con cada paso que daba, eso era bueno.
Llegaron a una heladería e ingresaron, ¿Shoto era tan unido a Izuku y a esa chica para ir a comer helado?
Momo no debe enterarse o se armará un lío enorme, lo que menos deseo es ver a mi amigo siendo atacado por un arranque de celos.
Decidí sentarme a unas mesas cercanas a la puerta, todo en mi gritaba: "lárgate", pero soy un idiota y decidí continuar allí.
La mirada de Shoto se veía más feliz, sonreía mientras hablaba, no podía ver las caras de Izuku y la chica, pero la última hacía muchos movimientos con las manos mientras hablaba, en un momento juraría que escuché una carcajada proveniente de ella.
La chica de golpe se levantó y se despidió, mientras caminaba ella sonreía, pero cuando cruzamos miradas, frunció el ceño.
-No sé por qué nos seguiste, pero no los molestes -susurró amenazante mientras me observaba con una mirada aterradora.
Estaba seguro de que esa chica era el lobo que vestía de oveja. Una cara angelical, pero en realidad era peligrosa.
Sin esperar respuesta se marchó de la heladería, deseaba no volver a toparme con ella.
Tragué nervioso y volví a fijar mi vista en Shoto.
Su expresión me estremeció, estaba llorando, ¿desde hace cuánto tiempo que no lo veía llorar de esa forma?
Mi mejor amigo se veía demasiado mal y yo estaba quieto en silencio viendo un escenario extraño.
Ese chico parecía haberle dado palabras de ánimo, porque se veía más tranquilo, incluso por un momento lo vi sonreír.
Decidí marcharme de la heladería, no era necesaria mi intervención o algo por el estilo, mi amigo estaba en buenas manos.
De alguna forma me sentí mal por no haber ayudado a mi amigo.
04/01/2019
19:30 pm
E
staba nervioso por ver el rostro de Shoto, sabía que lo había arruinado, pero dudaba que mi amigo estuviese demasiado enojado, ¿cierto?
Ahora que lo pienso, son pocas las veces en las que he visto a Shoto discutir o molestarse. Se puede decir que con la única persona con la que a demostrado más ira es con Neito, pero eso es cuando se pasa demasiado.
Shoto es la persona más pacífica que conozco, incluso más que yo, es como si fuese un tipo de saco de boxeo.
El mayordomo me dejó pasar, mis piernas se sentían como gelatina, ¿por qué estoy tan nervioso?
Subí las escaleras con dificultad, tenía que ser valiente, pero me daba un poco de miedo subir y ver el rostro de Shoto.
Estaba al frente de la puerta, solté un suspiro y cuando iba a tocar la puerta escuché un par de risas.
¿Con quién demonios está Shoto? ¿Por qué se ríe?
¿Estará drogándose?
Toqué la puerta y escuché un tranquilo-: puede pasar.
Abrí la puerta y vi una imagen inesperada, Shoto con Izuku jugando videojuegos; mi amigo sonreía, un contraste muy diferente al que había visto hace unas horas.
-¿Fumikage? -dijo Shoto extrañado y no entendía el por qué.
-Hola Tokoyami -habló ahora Izuku, estaba jugando con sus manos, parecía nervioso.
El peliverde se levantó y continuó-: voy a preguntar por la comida.
-Sí -dijo mi amigo con seriedad, me observaba un tanto molesto.
Izuku se marchó, podía ver su mirada nerviosa al verme, en absoluto se parecía a la de esa chica.
Cerré la puerta para más privacidad, tenía que hablar con Shoto y solucionar las cosas.
-Hola -dijo con una mirada más apagada y ¿molesta?
-Hola... yo vine a ver cómo estabas -dije intentando sonar firme, pero Shoto parecía que no deseaba verme.
Esto era incómodo.
-Si te preocupa, no, no me iba a drogar junto con Izuku.
Fruncía el ceño, no entendía qué demonios.
-No creo que sea un chico que consume drogas -ya había demostrado que no le gustaban.
-Solo lo digo para que sepas que no solo me involucro con personas que consumen -era obvio a que se refería a lo de la pizzería-, ahora que lo sabes, dile a Momo y Tsuyu.
-No las metas -dije de inmediato.
-Es lo que ellas piensan y obvio dicen, tal vez Tsuyu no habla, pero su silencio lo dice todo.
Sus ojos se veían tan fríos, parecía que estaba intentando calmarse.
-Mejor no hablemos de ellas, prefiero que cosas como estas las digamos entre todos...
Shoto soltó un suspiro y observó el techo, parecía buscar palabras.
Preferí cambiar el tema y dije-: te vi con Izuku y esa chica...
Mala idea.
Shoto bajó su mirada y me observó, su expresión molesta cambió, ahora se veía nervioso.
-¿Escuchaste algo de lo que hablamos? -preguntó intentando no sonar nervioso.
-No -decidí no decirle que lo vi llorar-, pero no nos comentaste que conocías a más personas...
Me refería obviamente a esa chica.
Shoto frunció el ceño, nuevamente no se veía en absoluto feliz por lo último que dije.
-Es amiga de Izuku, la conocí ese mismo día y no, no me atrae de alguna forma -lo último no lo comprendí.
La sonrisa falsa de Shoto me preocupó.
-Lo digo por si se entera Momo y tu me defiendas, si sabes todo de antemano, no permitirás que me trate como un infiel, ¿cierto?
-¿Qué demonios? -dije extrañado ante tal comentario.
-Fumikage, no te hagas el tonto, ¡siempre te quedas callado cuando Momo insinúa que puedo serle infiel! -exclamó furioso lo último-, nunca me defiendes, sabes que jamás la engañaría y tu te quedas callado, ¡eres mi mejor amigo, deberías apelar por mi!
Me sorprendí ante lo dicho, Shoto jamás me había hablado sobre ese tema y en especial de esa forma.
-Sé que no lo harías y si fueras honesto con Momo, ella sabría que no le serías inf...
Shoto me interrumpió, su mirada de veía cada vez más molesta- no tengo porqué decirle sobre mi vida personal para que ella confíe, ¿por qué me exiges que le diga la vida de mierda que tengo en ese lugar? ¡No me siento preparado para decirle! ¡No es necesario que le diga ahora! ¡En realidad no quiero que se entere! ¡Jamás debe saberlo!
Abrí un poco la boca sorprendido, ¿qué demonios ocurría con Shoto?
-Debes ser honesto para que tu relación mejore, la dejas en constantes dudas.
-Es imposible que tu entiendas...
Odiaba ese tono de voz.
-¿Por qué confías tanto en ese chico? -no comprendía la facilidad con la que formó tal amistad, Shoto lloró al frente de él sin miedo-, no lo comprendo...
-Es simple, Izuku es una buena persona -no dijo nada más, ocultaba algo, pero lo mejor era no forzarlo a decir más.
Mordí mi labio inferior y me fui de la habitación, nunca podré estar en sus zapatos, nunca lo comprenderé y eso duele.
Al salir pensé que vería a Izuku pegado en la puerta intentando escuchar, pero no estaba en ningún lado.
Bajé las escaleras de prisa, quería largarme de esta mansión.
Al llegar vi a Izuku sentado en uno de los tantos sofás de este lugar, cargaba en sus piernas una bandeja con pastelillos y tres vasos. Subió su mirada y me observó, se veía nervioso.
¿Acaso mi aspecto lo intimida?
Izuku se levantó, se acercó y preguntó-: ¿te marchas?
-Sí -dije cortante, no deseaba hablar demasiado y algo en él me incomodaba, tal vez era ese brillo en su mirada un poco apagada o esa sonrisa que si bien no parecía falsa, lo era.
-¿Qué te ha dicho Shoto sobre nosotros? -pregunté con seriedad, ¿cuánta confianza tiene él?
-Lo necesario -dijo sin más, su respuesta no me había agradado.
Dio un paso atrás para marcharse, pero antes me miró fijamente, no entendía qué demonios podía pasar por su cabeza.
-¿Por qué me miras de esa forma?
Era irritante, pero de alguna forma sentía que tenía que aceptarlo al ser amigo el nuevo amigo de Shoto.
-Espero que algún día nos llevemos bien.
Se marchó hacia las escaleras, agitó su mano sin verme y con un agradable tono de voz dijo-: ¡nos vemos!
Apreté la mandíbula y me marché furioso, incómodo, triste y una mezcla de emociones negativas.
Sentía rabia al no lograr comprender a Shoto para ayudarle.
Caminé por varios minutos a la parada de bus tan impecable y solitaria, ya que ninguna persona que habita cerca la utilizaría.
Cuando llegó el bus subí en silencio, pagué y me senté en el último asiento, las personas me veían un poco raro por mi aspecto, no es normal ver a un chico con maquillaje en los ojos y cabello largo salir de ese lugar tan elegante.
Decidí cerrar los ojos por un momento, claro error, pero no se me ocurrió que podía equivocarme de parada.
Como era de esperar no tenía idea de dónde estaba; pedí que parara y me bajé del bus.
Maldición, si bien el lugar no parecía ser malo, estaba perdido...
¡Maldita ciudad enorme!
Si llamaba a mis papás me regañarían por mi imprudencia y luego comenzarían con las preguntas, por lo tanto, estúpidamente decidí ingeniármelas solo...
Me perdí incluso más.
Me apoyé contra la pared de una panadería y solté un suspiro, tenía que calmarme, pero el miedo comenzaba a paralizarme y simplemente quería llorar.
De repente algo jaló mi polera con suavidad, nervioso miré para descubrir quién era.
-¿Estás bien niño rockero? -preguntó una niña de unos 7 años.
La pequeña tenía el cabello de un brillante plateado y ojos rojos como dos rubís, era bastante llamativa.
-Eri, ¿quieres matarme de un infarto? -dijo una voz masculina bastante conocida.
-Ese niño rockero se veía asustado y yo quise ayudarlo -dijo sin más la pequeña, genial, ahora sentía vergüenza.
Con valor fijé mi vista en la persona y mi vergüenza aumentó, era Hitoshi mirándome extrañado.
-¿Fumikage? -dijo extrañado el de ojos purpuras.
-Hola -solo eso salió de mi boca.
-Hermano, ¿lo conoces? -preguntó la pequeña.
¿Hermano?, Hitoshi no tenía una hermana, este día cada vez se ponía más extraño.
-Es un compañero de clases -dijo sin más, su voz no sonaba apagada, podría decirse que sonaba casi como la de antes.
-Sí, soy su compañero -esto era muy incómodo- no sabía que tenías una hermana.
Antes de que Hitoshi respondiera, la pequeña habló.
-Soy Eri, mi mami se casó con su papá, así que Hitoshi es mi hermano y su papá mi papá -dijo con una gran sonrisa.
Guau, me había perdido demasiadas cosas, ¿cuándo el Sr. Aizawa se casó?
-Cambiando de tema, ¿qué haces solo en un lugar tan lejos de donde vives? -preguntó honestamente curioso.
-¿Te perdiste? Mami dice que si te pierdes debes buscar a la policía, ¿quieres que te ayudemos a buscar uno? -no sabía si reír o llorar por las palabras de esa niña.
-Si quieres puedes pasar a mi casa y llamar a tus padres desde allí -ofreció, no parecía muy animado y en parte lo comprendía, apenas nos dirigíamos la palabra.
-Claro -era una mejor coartada estar en la casa de Hitoshi, aunque ahora que lo pienso, él no vive en este lugar.
Hitoshi me miró sorprendido, de seguro pensó que me negaría.
Comenzamos a caminar en silencio, bueno, no tanto, ya que la pequeña hablaba de distintas cosas.
-¿Puedo hacerte una trenza? Me gusta tu cabello -dijo la pequeña.
-Eri, no puedes arreglarle el cabello a todas las personas que conoces -dijo Hitoshi con seriedad.
-Claro -dije sin más, no sentía vergüenza de que jugaran con mi cabello, además, Eri parecía tan emocionada.
-¿En serio? -soltó Hitoshi como si escuchase algo imposible de creer.
-¿Por qué diría que no?
Hitoshi pestañeó varias veces sin decir palabra alguna, parecía que no me creía.
Ahora Eri saltaba de alegría.
Cuando llegamos a una zona residencial me sorprendí por las enormes casas, a diferencia de las mansiones, éstas se veían más hogareñas, lo cual no se parecía tanto al anterior hogar que vivía Hitoshi.
Si bien Hitoshi vivía en una casa no tan pequeña, se notaba que era una casa de dos personas y el exterior no era tan llamativo, era más frío.
Mi boca se abrió más de lo usual al ver la enorme y colorida casa en la que nos detuvimos, jamás en mi vida había visto una casa pintada con distintos paisajes, animales y retratos, era hermoso y peculiar.
-Este es mi nuevo hogar -dijo Hitoshi con un tono de voz orgulloso.
-¿Te gusta? -preguntó la pequeña-. ¡Los cuatro pintamos la casa!
Ahora estaba más sorprendido, sabía que Hitoshi y el Sr. Aizawa pintaba, pero ¿más personas?
La vida de Hitoshi me llamaba la atención, ¿cuántas cosas había vivido mientras nos distanciábamos?
-A mamá le parecía muy aburrido tener una casa blanca -dijo Hitoshi sin más, era raro escucharlo decir mamá.
Cuando ingresamos al jardín observé todo, era muy bonito y floreado, tenía algunos juguetes entremedio del pasto. Se notaba la presencia de un niño.
Al entrar la casa logré sentir esa calidez familiar, podía ver en las paredes blancas colgando dibujos y pinturas, pero en especial fotografías, muchas familiares.
Era muy bonito todo.
Al llegar a la amplia sala de estar, me senté en un cómodo sofá.
-Voy por mis cosas -dijo Eri marchándose de la sala de estar.
-A cambiado mucho tu vida -dije por accidente cuando nos quedamos solos.
-Sí, para mejor -dijo con seriedad, no veía resentimiento en su mirada, pero si molestia, era complicado hablar con Hitoshi.
-Esto es demasiado incómodo -dije un tanto avergonzado, se sentía que ninguno estaba bien con la presencia del otro.
-Sí, lo es, pero al parecer un niño rockero se perdió -dijo con un tono burlón repitiendo el sobrenombre que Eri me puso.
Solo pude reír, demasiado extraño todo, discutí con Shoto por un tema jamás hablado, me perdí y ahora estoy en la casa de Hitoshi, el cual en algún momento tuvo una hermanita que me peinará el cabello.
Hitoshi acompañó mi risa y preguntó-: ¿cómo terminaste en ese lugar?
Tragué nervioso y dije-: cosas sin importancia...
-De seguro fue Shoto -dijo sin más.
No respondí, no iba a negarlo, pero tampoco afirmarlo.
-Me gusta tu casa -cambié el tema- ¿tu madrastra pinta?
-Sí, te aseguro que te gustarían sus pinturas -sonrió genuinamente- le gustan demasiado los colores y de alguna forma siempre te sacan una sonrisa.
-Genial, ¿se dedica a la pintura? -tenía mucha curiosidad.
-No, aunque estudió en Yuuei -dijo otra vez con ese tono orgulloso.
-¿Yuuei? -dije sorprendido.
-Sí, era una antigua amiga de papá, hace un par de años se volvieron a ver y al parecer ya se gustaban -respondió con una sonrisa.
Sonreí ante lo último, me alegraba ver a Hitoshi sonreír luego de todo lo ocurrido.
-Me alegro por tu padre.
-Ella trajo devuelta el color -susurró más para si mismo.
Colores...
Me fue inevitable no recordar ese día...
El día en el que me tendió su mano para sacarnos a los dos de ese mundo que me envolvería a una oscuridad sin retorno.
¿Hice lo correcto al no agarrarla? Ya no importa, no se puede volver al pasado y cambiar las cosas.
-Lamento lo de ese día -dije armándome de valor- fui un idiota...
-Jamás pensé que alguno de ustedes tendría el valor de pedir disculpas -dijo con una mirada en verdad sorprendida.
Sentía demasiada culpa, él es una buena persona, podría haber buscado alguna forma para no dejarlo de lado.
-Acepto tus disculpas.
Abrí los ojos más de lo usual, ¿no se suponía que debería burlarse y mandarme a la mierda?
-No todos se disculpan y admiten que fueron idiotas -dijo con un tono de voz amable-, además, no es como si fueses Shoto o Neito, si te soy honesto, no sé qué demonios le diría al primero, pero si sé que al segundo lo insultaría.
-Te creo, pero me sorprende, yo no podría perdonar lo que hice -era la verdad, no merecía su perdón.
-No deseo vivir amargado -soltó un suspiro-, sé que lo parezco, pero en realidad solo es irritante todo lo relacionado con ustedes y Neito. Cuando los veo pienso que son una Crónica de una muerte anunciada.
-¿Qué? -pregunté extrañado, no tenía idea a qué se refería.
-Es una novela de Gabriel García Márquez -respondió sin más.
-No la conozco -no me consideraba un amante de la lectura-. No sabía que leías novelas aparte de las del plan de lectura.
Hitoshi solo sonrió con amargura y dijo-: mi papá es maestro de literatura, en un mes como mínimo debo leer 4 novelas, una él la escoge y el resto yo escojo. Él siempre dice: "leer es importante para el cerebro, la vida no es solo videojuegos".
Reí al escuchar la imitación de su padre.
-Pero te recomiendo que la leas, entenderás a lo que me refiero -se formó una sonrisa gatuna.
Ahora sentía una gran curiosidad.
-Está bien, ¿conoces un lugar donde conseguirlo? -tan solo pensar en buscar me aburría.
-Te prestaré el mío. Me lo devuelves en Yuuei.
Cierto, ambos iremos a Yuuei en marzo.
Tal vez allí podamos solucionar las cosas.
-¿Yuuei? -dijo Eri apareciendo de golpe.
La miré fijamente, parecía emocionada al escuchar el nombre de la escuela.
Eri corrió hacia nosotros mientras cargaba un maletín de colores.
-¿Pintas? ¿Serán compañeros los dos? -su emoción me hacía sonreír.
-Sí, también pinto -dije levantando mi pulgar.
-¡Quiero verte pintar!
-Eri, no pidas esas cosas, mejor péinalo -dijo Hitoshi, de alguna forma sonaba divertido.
-¡Cierto! -dijo ahora sacando un cepillo y moños-. Tiene el cabello casi tan largo como papi.
Me senté en el suelo para que fuera más fácil para la pequeña.
-Vas a quedar bonito.
No pude evitar sonreír.
-¡Niños, llegamos! -dijo de repente una voz femenina, de seguro la madre de ellos.
Madre...
¡Tenía que llamar a mamá!
Cuando ingresó la mujer me sorprendí más que todas las veces en el día de hoy, y cómo no, era ni más ni menos que Emi Fukukado, la cual estaba embarazada.
¿Por qué estaba esa actriz en la casa de Hitoshi?
La hermosa mujer me miró extrañada al verme.
-Mami, encontramos a un compañero de Hitoshi perdido y lo trajimos a casa, le estoy haciendo una trenza -dijo Eri sin más, genial, la vergüenza aumentó.
Ella me observó con una sonrisa.
-¿Cómo te llamas pequeño? -preguntó la mujer con su hermosa voz.
-Soy Tokoyami Fumikage... -dije a duras penas, ¿cómo se habla con naturalidad con una actriz famosa?
-Un gusto Fumikage, soy Emi Aizawa -dijo la mujer, era obvio quién era, pero se presentó de igual manera.
Miré a Hitoshi esperando a que dijese algo, pero él sonrió.
-Eri se preocupó demasiado por el niño rockero.
-¿Estás bien pequeño? -preguntó preocupada acercándose, quería levantarme, pero Eri estaba demasiado concentrada.
-Estoy bien, solo me quedé dormido en el autobús -dije avergonzado.
-Me alegro de que estés bien. Voy a llamar a tus padres...
Abrí los ojos nervioso y dije-: yo llamaré a mamá, no se preocupe.
-Claro. Eri deja a Fumikage para que llame a sus padres, deben estar preocupados.
Maldición...
-Está bien -soltó mi cabello con delicadeza, me alegraba que la pequeña no tirara el cabello.
Pregunté por el baño, lo que menos deseaba era que escucharan mis mentiras...
Al señalarme me encerré, solté un suspiro y llamé.
-Hola mamá...
-Hola Fumikage, ¿quieres que vaya a buscarte?
Tragué nervioso y dijo-: sí, pero no estoy con Shoto...
-¿Estás en la casa de Tsuyu o Momo? -preguntó, su voz sonaba tranquila.
-No...
-Fumikage, son las nueve de la noche, ¿dónde estás?
Genial, estaba molesta.
-En casa de Hitoshi, me lo topé en la calle y vine de visitas.
-¿Hitoshi?, no sabía que aún eran amigos...
Maldición, ella no me cree.
-Aún hablamos en clases...
-Quiero hablar con su padre.
Sonaba demasiado molesta, esto era malo.
-Está bien.
Salí del baño y fui a la sala de estar, no vi al padre de Hitoshi, pero estaba su madre.
-Sra. Aizawa, mi mamá quiere hablar con usted -dije mientras me acercaba preocupado.
Ella me observó extrañada, pero sonrió aceptando el teléfono.
Dirigí mi mirada a Hitoshi, él se veía un poco preocupado.
-Mucho gusto Sra. Tokoyami, soy Emi, madre de Hitoshi -su voz sonaba tan amable.
El problema es que mamá no sabía que el Sr. Aizawa se había casado.
-No hay problema Aiko, tu hijo está jugando con mis hijos -dijo con una gran sonrisa-, aún no cenamos, si desea puede cenar con nosotros.
Por dentro puse una cara de horror, Sra. Aizawa, ¿por qué tenía que preguntar?
Crucé miradas con Hitoshi, parecía que él iba a soltar una carcajada por la situación, era estresante que se tomara todo con humor, cuando en realidad era incómodo.
-¡Me alegro, nos vemos! -dijo con entusiasmo.
Ahora Hitoshi hizo una mueca, de seguro pensaba que mi mamá rechazaría la invitación.
La Sra. Aizawa me entregó el teléfono, quería desmayarme.
Acerqué el teléfono a mi oreja y dije-: mamá...
-Hijo, envíame la dirección por favor -sonaba emocionada, no entendía por qué, pero lo hice.
Cortó y solté un suspiro, esto sería raro.
Iba a decir algo, pero Eri dijo-: ven Fumikage, tengo que terminar.
Fui hacia Eri y me senté en silencio, ella continuó atando mi cabello.
La Sra. Aizawa sonreía demasiado, miré a Hitoshi, él fruncía el ceño.
-Supe que usted asistió a Yuuei -dije para buscar algo de conversación.
Ella volvió a sonreír y dijo-: sí, fue una de las épocas más hermosas de mi vida. Aún recuerdo lo difícil que fue, pero valió la pena.
-¿Es demasiado difícil? -pregunté curioso, jamás he hablado con la madre de Tsuyu sobre Yuuei y los padres de Shoto eran del departamento de música, solté un suspiro y continué-: ingresaré al departamento de arte y me gustaría saber...
Por un momento pude ver la emoción en sus ojos y dijo-: me encanta saber que Hitoshi está relacionado con un chico que asistirá a su mismo grupo.
-Sí, creo que te gustaría ver como pinta -dijo Hitoshi, no parecía haber sarcasmo en sus palabras-, sus pinturas son coloridas, llenas de vida...
-Algún día debes mostrar una foto de tus pinturas -dijo ahora más emocionada-. Y por la pregunta, es difícil el departamento de arte y creo que ahora lo es más.
La miré extrañado, ¿por qué ahora sería más difícil?
-Papá puede ser muy estricto...
Sentí un escalofrío al recordar la prueba con el Sr. Aizawa, su mirada era aterradora.
-Solo pensar en él como maestro de literatura... temo por nuestras vidas -dijo Hitoshi con un tono de voz exagerado, pero a la vez sincero.
-¿Demasiado duro?
-Me gustaría que papi fuese mi maestro -dijo Eri mientras arreglaba mi cabello-, estoy segura de que llevaría galletas a sus clases.
Hitoshi soltó una carcajada.
-Niños, ¿de qué hablan? -dijo una voz muy apagada, era imposible no saber que era el Sr. Aizawa.
Al verlo ingresar me sorprendí, vestía tan casual y cómodo, además su cabello estaba suelto y un tanto despeinado.
-De que te quiero como maestro -dijo Eri para luego decir- ¡Terminé!
Soltó mi cabello, fue al maletín y sacó un espejo.
-Admira tu hermoso peinado.
Bajo todo pronóstico, me veía bien, jamás pensé que una niña de su edad fuese tan buena haciendo una trenza.
-Te quedó demasiado bien -dije con una sonrisa.
-Hermano, saca una foto porfis -pidió la pequeña.
Pestañeé varias veces, no lo vi venir.
-A Eri le gusta sacar fotos de sus trabajos -dijo Hitoshi sacando su teléfono.
-Has una pose -dijo la pequeña con entusiasmo.
Decidí seguirle el juego, era imposible negarle algo.
Hitoshi sonrió y sacó la foto.
-Cariño, van a venir los padres de Fumikage -dijo la Sra. Aizawa con alegría-. Necesito que cocines más y niños por favor arreglen la mesa.
-Ayudaré -dije levantándome, me sentía incómodo sin hacer nada.
-Gracias -dijo ella con un tono de voz dulce, se veía un tanto cansada, lo natural si ves su estado de embarazo.
Hitoshi me guio hacia la cocina, era bastante grande y bonita; al ver al Sr. Aizawa con un delantal con gatitos tuve que cerrar la boca con fuerza, era una imagen demasiado graciosa.
Comenzamos a sacar los servicios y vasos para llevarlos a la mesa; era divertido ver a Eri cargando las servilletas y una cesta de pan.
-Cuando vienen visitas a cenar, usualmente son mis tíos Hizashi, Toshinori y mi tía Nemuricson muy divertidos -dijo Eri entregándole las cosas a Hitoshi.
-¿Hizashi? -dije extrañado, su nombre me sonaba.
-Lo conoces, es Hizashi Yamada -dijo Hitoshi colocando los vasos.
Claro que lo conocía, era un cantante famoso y asistía a las fiestas de Enji, un hombre bastante efusivo.
-Sí, no sabía que eran demasiado unidos los Sres. Yamada y Yagi con el Sr. Aizawa -dije un tanto sorprendido.
-El tío Hizashi es mi padrino, también es el de Hitoshi -dijo Eri con alegría-, él es muy gracioso y el tío Toshinori es genial, también pinta muy bonito.
Guau, esto era algo que jamás vi venir.
-Ambos son amigos de mi papá, eran compañeros de clases en Yuuei -respondió Hitoshi a mi pregunta-. También mamá es amiga de ellos.
Asentí, debe ser peculiar la vida de Hitoshi al estar rodeada de muchos artistas.
-La tía Nemuri sigue siendo la mejor -dijo Eri con una sonrisa de oreja a oreja-, ella es bonita, divertida, sabe peinar y maquillar, también baila.
Empezó a decir una larga lista de cosas que encontraba buenas de la mujer.
-Suena sorprendente.
-Lo es, ella es bailarina profesional, tiene su propia escuela de danza y también es coreógrafa -dijo Hitoshi-. Es curioso muchas de las personas que estudian en Yuuei terminan relacionados o casados.
-¿Te casarás con alguien de Yuuei? -preguntó Eri a su hermano.
El rostro de Hitoshi era un poema, él prefirió callar.
-¿Y tu? -me preguntó a mi ahora.
-¿Yo? -mis mejillas ardieron-, bueno, yo... tengo novia, no pienso casarme aún...
Cubrí mi rostro por la vergüenza.
-Es gracioso saber que también estudiará en el departamento de artes -añadió Hitoshi, podía ver en su tono de voz burla.
-¿Eso significa que eres como mis papás? -preguntó Eri emocionada-, ¿puedo ir a su boda?, me gustan, son muy bonitas, ¿puedo peinarte?
De seguro estaba rojo como un tomate.
-Eri, deja de atormentar a Fumikage -dijo la Sra. Aizawa, saqué mi mano y me fijé que cargaba una bandeja con 3 vasos con jugo.
Era curioso, pero este ambiente hogareño me recordaba a mi casa. Creo que Hitoshi y yo compartimos más cosas en común que solo Yuuei y el arte.
Nos parecíamos demasiado en algunos aspectos, incluso más de lo que yo me parecía con Shoto.
Más cosas en común, creo que desde pequeños habían más similitudes, pero había una grieta que nos separaba.
Debo admitir que Hitoshi es una de las mejores personas que conozco.
Cuando mis papás llegaron se veían emocionados, se impresionaron un poco al ver que era Emi Fukukado la mamá de Hitoshi.
Papá traía algo que había preparado, de seguro un postre, usualmente en las cenas siempre traía algo, no le gustaba llegar con las manos vacías.
A Enji no le agradaba la idea, ya que no quería que sus invitados trabajaran cuando el cocinero se iba a dedicar a preparar todo.
-Tienen una hermosa casa, jamás había visto una pintada a tal magnitud, estoy seguro de que a Fumikage le fascinó -dijo mi papá con una sonrisa-, ¿quién la pintó?
-Fue un proyecto en familia -respondió la Sra. Aizawa con una gran sonrisa, podía ver sus perfectos dientes blancos.
-Que maravillo, me alegro por sus hijos al tener padres que compartan tal talento -dijo mi mamá con una pequeña sonrisa-. Con mi esposo no compartimos el mismo talento que nuestro pequeño.
Mis mejillas ardieron por la vergüenza.
-Deseo ver sus pinturas -dijo la Sra. Aizawa-. Algún día deberías venir a pintar, podría incluso darte tips.
Sonreí de oreja a oreja, tips de una mujer como ella.
-Puede ser una maestra muy divertida, pero a la vez ruda -dijo Hitoshi con una cálida sonrisa.
El Sr. Aizawa apareció, ya no tenía el delantal y su cabello estaba sujetado.
-Sr. Aizawa, a pasado mucho tiempo sin verlo -dijo papá dándole la mano como saludo.
Incómodas sus palabras.
Mi futuro maestro estrechó su mano y con una sonrisa dijo-: sí, ha pasado mucho tiempo.
Cuando fuimos a cenar fue un momento muy agradable, no podía creer que pensaba que todo iba a ser demasiado incómodo.
Incluso Hitoshi hablaba de vez en cuando conmigo.
Me sentía más cómodo con ellos que con la frívola y malvada familia de Shoto.
Al momento de marcharnos Hitoshi fue a su dormitorio y trajo la novela.
-Espero que te guste.
Sonreí y la acepté, todo era perfecto hasta que el Sr. Aizawa dijo-: el chico Monoma dijo que no contestaste su llamada, quiere saber si irás.
El Sr. Aizawa no pudo ver la expresión de odio de Hitoshi, se veía furioso y de seguro sería capaz de golpear algo.
-Le confirmaré en un rato -su voz calmada no calzaba con su mirada.
La realidad volvió a nuestra puerta, como siempre Neito lograba su cometido de atormentarnos, pero con Hitoshi era más cruel que con otros.
-Adiós -dije con amargura, ya deseaba ingresar a Yuuei y desligarnos de todos los problemas relacionados con Neito.
Cuando ingresamos al automóvil lo primero que hizo mi mamá fue regañarme por no avisar de antemano que iba a la casa de Hitoshi o siquiera haberle dicho más temprano.
Yo solo podía asentir.
-Me alegro de que interactúes con otros chicos -dijo mi papá con una sonrisa mientras conducía.
-Sus padres son agradables y Hitoshi es un buen chico -dijo ahora mi mamá.
No entendía muy bien a qué se referían, hasta que dijo mi padre:
-Es bueno que a veces salgas con chicos que no sean Shoto, para variar.
¿Variar?, no, mi papá había endulzado la forma de decir que se alegraba de que me distanciara un poco de Shoto.
-Un amigo más, en especial de tu departamento será excelente -continuó mamá, parecía más feliz.
Luego comenzaron hablar de los padres de Hitoshi, al parecer en verdad les agradaron.
Solo pude soltar un suspiro y mirar la novela, iba a comenzar a leerla hoy, quería descubrir a qué se refería su frase.
"Cuando los veo pienso que son una Crónica de una muerte anunciada"
La respuesta estaba en aquella novela y no me iba a detener hasta comprenderla.
Continuará...
Nota
Espero que les haya gustado el capítulo, Shoto cada vez me duele más :"(
Recalco algo importante: Shoto nunca verá a Ochako con otros ojos, esta historia no tiene triángulos amorosos.
Shoto es team Izuocha, es el segundo al mando del barco, la capitana es la mamá de Ochako 🫡
Ochako intimida más que cualquiera en esta historia y Fumikage ya lo sabe :D
#Izukumerecelomejordelmundo
#UnfinalfelizparaIzuku
#Todorokimereceserfeliz
#Izuochabestoship
#Ochakoesunserdeluz
#Izukubestoamigo
#MuerteaMonoma
#Sonnoviosperonoloaceptan
Próximo capítulo: 04/05/2024
Capítulo 30: Puedo tenerte fe.
Publicado: 27/04/2024
Palabras: 8654
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top