FIN
Midoriya Izuku
Me sentía incómodo y extraño, no comprendía el sentido de vestirme de esta forma para ir a ese primer día de clases, en realidad, no quería asistir a la escuela, no me gustaba lo desconocido, pero como Kacchan iba a ir a la misma escuela, aquello me calmó, no estaba solo, tenía a mi mejor amigo.
-Izuku, no debes sacarte la corbata -señaló mi madre con una voz suave agachándose y arreglando la incómoda corbata.
-¿Él no irá? -pregunté deseoso por saber si su respuesta sería lo que deseaba oír.
-Lo siento cariño, pero papá no está de humor, para la próxima asistirá -dijo intentando calmarme, lo que ella no sabía era que yo saltaba de alegría en mi interior.
No iba a ir ese monstruo, solo mamá y yo.
Nunca había visto tantos niños, me sentía extraño al ver la alegría en ellos.
Me aferré de la pierna de mi madre por el miedo de separarme y perderme, pero me calmé al ver esos ojos rubí.
-¡Kacchan! -solté a mamá y fui hacia él, me sentía tan emocionado por no estar solo.
La maestra era agradable, a los otros niños y niñas también les encantaba jugar, pero de alguna forma no lograba encajar, mi timidez me hacía separarme del resto, era Kacchan quien me ayudaba a unirme a las personas.
Quería y a la vez no volver a casa con mamá.
A los meses descubrí que el kínder era mi refugio, estar allí significaba un tiempo libre de la violencia en casa.
Era un niño intentando crear sonrisas falsas para encajar, pero a la vez era un llorón y un cobarde, no me atrevía a nada que pudiese ser peligroso y cuando lo hacía salía lastimado y llorando.
A veces me quebraba y lloraba siendo consolado por Kacchan.
Un día la maestra en kínder se dio cuenta de mi brazo lastimado, era obvio lo ocurrido, pero prefirió preguntar.
-M-me caí de la es-escalera -tan obvio, pero ella me creyó o prefirió no meterse.
Nadie se metía, era tan obvio que ese niño era maltratado, pero los maestros preferían tener una venda en los ojos.
Los adultos son crueles e indiferentes.
Cada año escolar era divertido, con Kacchan y el resto jugábamos todo el tiempo, a veces los otros eran crueles con los demás niños, principalmente mi mejor amigo, pero conmigo estaba todo bien.
Era el protegido de Kacchan, eso todos lo sabían, estaba seguro de que no me molestaban solo porque era el mejor amigo del niño más intimidante de la escuela.
Intocable...
Mejores amigos por siempre.
En 4° grado, el año donde cumplía los grandiosos 10, me sentía tan grande y genial, aunque, como siempre sosteniendo la mano de mi madre antes de partir.
Ese año comenzó como cualquier otro, pero me empezó a interesar una niña bonita y por defenderla la tortura comenzó.
La escuela ya no era mi mundo de paz.
Meses de acoso me armaron de valor para decirle al maestro.
-¿Has intentado hablar con ellos?, te lo recomiendo.
-Pero ya lo he intentado...
-Inténtalo de nuevo.
Al siguiente año continuaba el bullying, en mi primer día de clases se burlaron durante todo el recreo, no habían golpes, pero las palabras dolían.
Todo en mi mundo duele.
-Maestro, Kacchan me está molestando...
-Midoriya, a las personas no les agradan los acusetes. Soluciona tus problemas hablando.
Eso dolió demasiado.
Necesitaba ayuda, pero nadie me ayudaba, preferían no intervenir en las discusiones de niños.
Preferían ignorar el dolor de un niño, porque son solo palabras, si no sangras no duele.
Lo que hacía Kacchan dolía tanto como lo que me hacía papá, la gran diferencia era que jamás sentí aprecio por el último y eso quitaba puntos.
Con Kacchan dolía mucho más.
Más adelante los maestros veían de lejos el acoso constante, ignoraban y no intervenían cuando me golpeaban.
Todo dolía.
Nada tenía sentido en mi vida.
05/03/2018
01:00 am
Me encontraba sentado mirando el manto nocturno, las hermosas estrellas resplandecían junto con la hermosa luna llena, tan bella y majestuosa. Me sentía abrazado y protegido por ella.
Bajé mi mirada, mis pies colgaban de la azotea del edificio abandonado, ¿si me lanzo ahora donde terminaré?
¿En el infierno o en el cielo? ¿Reencarnaré en un mejor lugar?
Solté un fuerte suspiro y miré de nuevo el cielo.
-De seguro con mi suerte terminaré reencarnando en un lugar horrible, tal vez mi madre tendrá el añadido de golpes -susurré con amargura.
Una horrible suerte.
-Luna de plata, en un par de horas comienza un nuevo año escolar, ¿crees que algo cambiará? -pregunté deseoso por una respuesta que nunca llegaría.
Una estrella fugaz pasó con rapidez, no veía una hace varios años, ¿debería pedir un deseo?
Un deseo imposible.
-Deseo, deseo... que este año por fin pueda ser libre del dolor -pedí con desesperación-. No me importa si es a causa de un suicidio, solo déjame descansar y ser libre de estas cadenas. Estoy cansado de estar en este pozo oscuro...
Mordí mi labio inferior y dije-: por favor, te lo suplico, dame el valor de lanzarme de esta azotea.
Las lágrimas comenzaron a caer, era estúpido, nada iba a cambiar, en unas horas iniciará la tortura, Kacchan y mis compañeros volverán a torturarme.
En un par de horas comienzan los golpes y sus palabras hirientes, no quiero escucharlos.
No quiero que sean las 6:00 am.
Me levanté con suavidad, intentando no caer por error, la cobardía no me permitía lanzarme.
Hora de volver a casa.
La noche puede ser aterradora para muchos, los monstruos salen a estas horas, pero me importa tan poco mi seguridad y cuerpo que actúo sin pensar en las consecuencias fatales.
Siempre a sido de esa forma.
Corrí hacia casa, quería dormir un poco, los golpes duelen más cuando no duermo lo suficiente.
Al llegar a la casa, me encontré a mamá acostada en el sofá, abrazaba una botella de vino con más cariño del que sentía hacia mi.
Antes de subir a mi dormitorio, la cubrí con una manta, ni idea el motivo, pero lo hice.
Entré rápidamente a mi dormitorio, vi la navaja en mi velador y pensé en lo tentadora que se veía.
¿Lo hago?
Negué con la cabeza, odiaba las clases, los cortes se hacían más constantes que en verano.
Me arrojé a la cama sin cambiarme de ropa, solo deseaba morir en el sueño antes de que sean las seis de la mañana.
El sonido de la alarma me levantó de golpe, era hora de la tortura.
Me levanté con rapidez y un poco temeroso, no deseaba ir, pero tampoco deseaba ver a mamá durante gran parte del día, ya fue bastante tortuoso tenerla por dos meses a mi lado.
Solté un suspiro, mejor me baño con agua fría para armarme de valor.
Cuando terminé de bañarme, abrí el viejo ropero con desagrado, era hora de arreglarme.
Odiaba vestir el uniforme escolar, me sentía como un prisionero que iba directo a su muerte, la diferencia es que mi última cena sería mi desabrido desayuno.
¿Por qué usar uniforme si terminará sucio?
Revisé mi mochila, estaba todo guardado y preparado para el día de hoy, solo el desayuno y listo.
Antes de marcharme, me miré al espejo, tenía claras ojeras y un rostro desanimado. Mis ojos verdes reflejaban la angustia que sentía.
-Deku, ¿listo para volver a tu calvario? -pregunté angustiado.
Eran las 6:30 am, hora de desayunar y marcharme al infierno.
07:00 am
Al llegar a la escuela vi a varios padres emocionados con sus hijos, de seguro eran los nuevos, se veían tan felices siendo fotografiados y filmados por sus progenitores.
Que bonito.
¿Serán estudiantes tan crueles como mis compañeros? ¿Entre ellos habrá un futuro acosado? ¿Cuál será el matón y su grupo? ¿Quién es un demonio y quién es su presa?
Negué en mi mente, desearía que no haya nadie de esa forma, pero el ser humano es tan cruel que lo habrá y esta escuela siempre mira hacia otro lado cuando ocurren casos de bullying.
Fijé mi vista hacia otro lado, tragué nervioso, podía sentirlo cerca de alguna forma.
¿Así se sienten los animales cuando están a un paso de ser cazados?
Logré ver a un par de compañeros de clases acercándose a otros, se veían tan felices entre sus amigos, de seguro no se veían desde diciembre.
Tragué nervioso, de seguro me lo iba a topar en breves y no tenía forma de ocultarme.
Por favor, no quiero toparme con Kacchan, por favor, te lo suplico.
Una mano me apretó con fuerza el hombro, de seguro me dejaría hematomas.
No sé para qué suplico.
-Deku, ¿qué tal tu verano? -preguntó esa voz aterradora, tan digna de un demonio.
El miedo me paralizó el cuerpo, no podía formular palabras, solo deseaba ocultarme y rezar por mi vida.
-¿No vas a responder escoria? -preguntó acercándose a mi oreja y presionando con más fuerza mi hombro.
No sabía cuál sería la respuesta correcta, solo quería huir, alguien ayúdeme.
Sonó la campana, estaba salvado por el destino.
-En el recreo continuaremos nuestra charla.
Mordí mi labio inferior, usa la máscara de todo está bien.
Los golpes otra vez volverán, de eso estaba seguro.
10:30 am
U
n golpe, insultos, dos golpes, desprecio, tres golpes, ya no duele, cuatro golpes, nadie ayuda, cinco golpes, nada tiene sentido...
No sentía nada, sus golpes ya no dolían tanto, pero sus insultos se quedaban grabados en mi subconsciente.
Su horrible acoso significa que existo, que no soy invisible ante todos.
Kacchan me agarró con fuerza del cabello para ver mi rostro, presioné mi mandíbula aguantando soltar un grito por el dolor, cuando vi sus ojos rubís llenos de odio y sed de sangre un escalofrío bajó por mi columna.
Frunció el ceño y sonrió con malicia, tan cruel y no entendía los motivos reales detrás de su odio.
-Es hora de volver al lugar donde perteneces, Deku -dijo con tanta crueldad, no sabía qué demonios iba hacer, pero estaba seguro que dolería.
Sin dejar de sonreír me "dejó caer" con fuerza al suelo; coloqué con rapidez mis manos para evitar el impacto del suelo en mi cara, estoy seguro de que ese golpe rompería mi labio y nariz.
Las carcajadas de los presentes no se hicieron esperar, ¿por qué las personas disfrutan del dolor ajeno?
Cuando ellos se marcharon, me levanté con dificultad, dolían mis músculos y mi cuero cabelludo palpitaba.
Observé mis pantalones y mangas, mi uniforme estaba completamente sucio.
Por eso no le veo el sentido a usarlo.
Me sacudí los rastros de tierra, observé el brillante cielo azul, ¿cómo temerle a la noche si en el día termino en este estado tan deplorable?
El cielo azul estaba sobrevalorado.
Saqué una barra de chocolate del bolsillo de mi pantalón, tenía que comerlo rápido o si no tendré que dejarlo para el siguiente recreo.
-¿Crees que la chica nueva sea bonita? -dijo un compañero a otro.
-Eso espero, las chicas del salón ya son un 5 -respondió el otro-. Un buen cuerpo estaría bien.
Fruncí el ceño, no entendía el placer de catalogar a las personas con números por su físico, yo solo espero que esa chica no sea el centro de burlas al ser la nueva o tener alguna característica que pueda darles motivos para acosarla.
También, deseo que no sea cruel como mis compañeras de clases, ojalá que sea una persona normal y que me ignore.
Tal vez, solo tal vez, ella sea una persona buena.
Lo que Izuku no sabía en esos instantes, era que al día siguiente su destino se vería sellado por unos ojos acaramelados bastante nerviosos.
-Mi nombre es Uraraka Ochako, aunque obviamente lo sabes, ya que me presenté hace dos minutos atrás...
Ese diálogo cambió la vida de Izuku Midoriya.
La vida de Izuku.
La vida de Izuku Yagi...
Izuku Yagi
Sosteniendo tu mano hasta el final de los tiempos.
Siempre pensé que mi vida estaba destinada a una muerte dolorosa, en el sentido de ser uno mismo quien se la quita, pero ahora solo veo paz.
Actualmente, si pudiese analizar mi vida como una novela, puedo señalar que está dividida en ciertos puntos cruciales, mi prólogo finalizó en aquel día donde acepté la mano de Toshinori, un inicio doloroso con unos toques dulces donde aún no se asomaba el desarrollo al que me guiaría el capítulo 1.
Un capítulo que no duró demasiado, pero sí fue uno muy importante en mi vida, porque esos meses establecieron las bases de lo que vendría después, pero me estoy adelantando.
Hoy, este 4 de marzo del año 2019 termina el primer capítulo de mi vida, uno de mis finales favoritos.
04/03/2019
06:00 am
El despertador me despertó de golpe, hoy era mi primer día de clases, a partir de este día viviría en ese internado. No negaré que estoy nervioso y deseo ocultarme debajo de la cama, pero tenía que ser valiente y no decaer.
Fui al armario y con valor saqué mi uniforme; solté un suspiro y tragué nervioso, una ducha rápida me despertaría y sacaría los nervios.
Al terminar, me arreglé rápido, revisé mi mochila, no necesitaba llevar ninguna maleta u objeto importante, el sábado había dejado toda mi ropa.
Toshinori y yo tomamos la decisión de que mis medicamentos iban a estar en la enfermería, solo tendría una pastilla en caso de emergencia, preferíamos prevenir una sobredosis.
No estoy recuperado, un momento de estrés o una situación dolorosa puede provocar deseos de calmarme y la mente humana puede gritar: toma más.
La enfermera Chiyo era la encargada oficial para entregar mi dosis, básicamente tomó el rol de Toshinori.
No quiero darle el peso a ninguno de mis amigos, la enfermera es una profesional, prefiero que ella tome el cuidado.
Me observé en el espejo, me gustaba el uniforme, me hacía sentir cómodo y formal, me preocupaba un poco las cicatrices, por lo tanto, usaba una camisa larga. El problema será en las clases de gimnasia.
Debo pensar positivo, nada malo saldrá.
-Izuku, ¿preparado para tu primer día de clases? -preguntó de golpe Toshinori detrás de la puerta.
-¿Quieres una mentira o la verdad? -suspiré, apreté las manos y continué-. Estoy listo, puedes pasar.
Toshinori ingresó con una gran sonrisa, sacó una cámara; lo miré extrañado, pero él ya había sacado una fotografía.
-Tengo un álbum que completar, a Ochako le pedí fotografías en los momentos importantes.
-¡¿Qué?! -dije avergonzado, ¿por qué le pedía eso?
-En realidad ella fue la de la idea -dijo con diversión-. Quiero que te fotografíes con tus amigos.
Entendía los motivos, pero no me imaginaba a Shoto siendo fotografiado.
Negué con la cabeza divertido.
-Una selfie y le pedimos que nos saquen una foto a los dos juntos en la escuela.
Los ojos zafiro brillaban por la emoción, le arrebaté la cámara y le saqué una foto.
-Debemos sacarte fotografías por tu primer día como profesor -dije con diversión, en un impulsó cambié al formato de grabación-. Aquí estamos en nuestro primer día de clases, Toshinori será el profesor de francés.
No sabía de dónde había sacado el valor para hablar o mostrarme en el reflejo del espejo para grabarme.
-¡Hola! -dije saludando mi reflejo.
Me percaté por el reflejo la expresión de Toshinori, estaba sonriendo, pero a la vez lloraba.
Apagué la cámara y dije-: será vista solo por la familia.
Señalé, nuestra familia de dos.
-Mi muchacho, has crecido bastante.
Una sonrisa orgullosa se escapó, un gran paso había dado y de forma inconsciente.
-Te tengo un regalo -sacó una pequeña caja envuelta-. Un regalo por tu primer día de clases.
Abrí la caja con delicadeza, estaba nervioso por saber el contenido.
Me sorprendí al ver una cadena de plata con un pequeño colgante del mismo material, éste tenía la forma de un ave extendiendo sus alas, la cual daba el aspecto de que está a segundos de volar; los ojos estaban hechos con unas finas piedras de color verde.
Era un hermoso collar.
-Espero que te guste, es un fénix -dijo con una gran sonrisa-. Lo mandé a hacer en diciembre.
Estaba sin palabras, no recuerdo la última vez que recibí un regalo por asistir a la escuela.
Además, lo encargó sin saber si aceptaría o no ir a Yuuei.
-Los fénix son hermosas aves mitológicas que renacen de las cenizas y creo que la mejor representación para ti es esa ave.
Abracé con fuerza a Toshinori, las palabras de agradecimiento no salían por mi boca.
-Gracias Toshinori -dije por fin-. Te quiero.
-Estoy orgulloso de ti, no importa como te vaya en Yuuei, quiero que disfrutes estos tres años con tus amigos -dijo acariciando mi cabeza-. Ahora a desayunar, tenemos que partir en 15 minutos.
Tragué nervioso, eso es muy poco tiempo...
Antes de marcharme del dormitorio me coloqué el collar y me observé detenidamente en el espejo, ya era hora de mi nuevo comienzo.
Ya quiero que los muchachos conozcan a Iida, estoy seguro de que se llevarán bien con él.
-Izuku, ¿listo para tu primer día en Yuuei? -pregunté con una gran sonrisa.
Bajé al comedor para comer mi último desayuno en casa, al menos hasta que sean vacaciones de invierno.
Al terminar, agarré mi mochila y Toshinori su maletín.
-¡Adiós casa! -dije al salir por la puerta.
Ambos, subimos al vehículo con gran rapidez, estábamos casi atrasados para el comienzo de la ceremonia de ingreso.
-Izuku, le pedí al director de que en las fichas de los maestros salgas como Yagi, los documentos legales y en el sistema tienen tu apellido, por lo tanto, no tienes que preocuparte por poner Yagi en los exámenes y trabajos. Tampoco los maestros usarán el verdadero.
Asentí varias veces, un peso libre, nadie sabrá que soy Midoriya, a excepción de mis conocidos y Kaminari junto con Kirishima.
-Me alegro -dije con una sonrisa, estaba demasiado nervioso y aún teníamos que salir del condominio.
07:00 am
Toshinori tenía suerte, ser maestro de Yuuei te daba un espacio en el estacionamiento de la academia.
A penas bajamos del vehículo, Toshinori comenzó a filmar con la cámara, él quería grabar nuestro primer día de clases. Creo que esta es la primera vez que me filman a comienzos de clases, ella no tenía videocámara.
Creo que Toshinori terminará grabando el momento exacto donde me desmayo por el pánico.
Vi en la puerta a Shoto con Fuyumi, ambos charlaban, sonreí entusiasmado y le señalé a Toshinori para que fuésemos.
-¡Shoto! -dije animado sacando de mi bolsillo 5 sobres.
-Izu... -no terminó al ver los sobres.
Mi amigo comenzó a reír, pero los recibió con gusto.
-Eres el mejor -dijo moviendo la cabeza con una sonrisa.
-¿Nervioso vecino? -pregunté, podía ver una pisca de miedo en su mirada.
-Un poco -dijo mirando a todos lados, de seguro estaba buscando a los muchachos.
-Pues, puedes estar tranquilo -dije con una sonrisa-. Estoy aquí.
Le mostré mi puño para que lo chocara, él me miró sorprendido para luego chocarlo.
Un fotógrafo profesional se acercó, Toshinori de inmediato pidió unas fotos nuestras. Se veía emocionado cuando veía que me estaban sacando fotos.
Fuyumi también le pidió al fotógrafo fotos de ella junto con Shoto, era gracioso ver a mi amigo avergonzado.
-Una de ustedes dos -pidió Fuyumi con una sonrisa a la cual no pudimos negarnos.
Mi primera fotografía con un amigo en la ceremonia del inicio de clases.
Sonreí de oreja a oreja mostrando mis dientes, estaba muy feliz de tener una foto con Shoto. En especial Toshinori, estaba logrando su objetivo de recuerdos para el álbum familiar.
Al terminar, vi a Jiro, estaba al lado del Sr. Bakugo y Katsuki.
También, estaba Kaminari, una chica que parecía el calco femenino de él y una mujer mayor bastante parecida, de seguro era su madre. Fue curioso ver a Kirishima con ellos, pero sin nadie parecido a él o a un adulto, tal vez, estaban en el estacionamiento o en el baño.
-¿Te acercarás? -preguntó Shoto, podía verlo un poco preocupado.
Tal vez, estaba más tranquilo a nivel mental al haber hablado con Katsuki y Toshinori, pero aún no me sentía demasiado cómodo a su lado.
-Tengo que presentarte a Jiro -dije señalándole para que me acompañase.
El primero en verme fue Katsuki, luego Kirishima y Kaminari, después me vio el Sr. Bakugo, tenía una gran sonrisa al verme.
Me acerqué a ella y ocultando mis nervios dije-: ¡hola Jiro!
Jiro dio la vuelta con la silla para verme, su expresión nunca la iba a olvidar.
-¡¿Izuku?! -exclamó sorprendida-. ¿Por-por qué tienes el uniforme de Yuuei?
Me acerqué y dije-: sorpresa.
-¿Por qué demonios no lo dijiste? -fruncía el ceño, pero sonreía de oreja a oreja.
-Quería sorprenderlas a las dos -dije levantando el pulgar.
-Ochako te va a matar -señaló sin borrar su sonrisa.
-Estoy preparado para una horrible muerte -señalé con diversión, luego miré a Shoto y dije-: te presento a Todoroki Shoto.
Ella dirigió su mirada a mi amigo y le sonrió.
-Mucho gusto Todoroki -dijo sonriéndole.
-El gusto es mío Jiro -respondió intentando no sonar tan frío.
Me acerqué y los saludé a todos.
-Me alegro de verte en esta academia -dijo el Sr. Bakugo colocando su mano en mi hombro, se veía honestamente feliz.
-Izuku, te presento a mi madre y a mi gemela Emiko -dijo Kaminari con una sonrisa.
-Mucho gusto.
-¿Eres amigo de Kyoka? -preguntó la hermana de Kaminari.
-Sí, la conocí de una forma bastante peculiar...
Ella me dijo unas palabras que ahora tienen tanto sentido.
-Ella me salvó -dije sin más, a lo cual todos me miraron extrañados.
-No te salvé -señaló Jiro acercándose.
Negué con la cabeza y sonreí.
-Hola Todoroki -dijo Kirishima entusiasmado por verlo-. ¿Preparado para las clases?
Shoto asintió como respuesta, pero su mirada se desvió.
-Tengo que hablar de algo con mi tía -se dio la vuelta y se marchó.
Todos lo miraron extrañados hasta que vi como Yaoyorozu se acercaba junto con Tsuyu hacia nosotros.
-Yagi -dijo Yaoyorozu sorprendida al verme.
-Yaoyorozu, Tsuyu...
Incómodo, sé que uno debe ser maduro, pero tengo 15 años y no puedo soportar a la ex-novia de mi amigo y bueno a su ex-amiga...
-¿Estudiarás en Yuuei? -parecía Tsuyu sorprendida.
-Sí, lo siento tengo que ver a Toshinori, nos vemos -dije nervioso, para luego largarme.
Coloqué mi mano en la frente, un gran comienzo con mis futuras compañeras, además, el resto verá esto raro, pero lo que en verdad importa era un Shoto apoyado en un árbol mirando el suelo.
-Shoto -dije intentando que reaccionara.
-¿Cómo lo haré? -preguntó de repente-. Siento miedo de acercarme a ellos, esto será muy incómodo. También, para ti... eres el compañero de departamento de dos de ellos.
-Sí y no me importa -dije sin más, era una realidad.
-¿No tienes miedo de distanciarte de otras personas por mi culpa? ¿De no poder charlar tranquilo al ser personas que no quieren saber de mi?
Sonaba nervioso, aún no subía su mirada.
-Esa pregunta calza para mi, mi antiguo acosador es Katsuki, amigo de Kaminari y Jiro, dos de tus compañeros de departamento.
Subió su mirada y me observó.
-Me importan poco todos ellos -dije sin más, era honesto, en su antiguo grupo la excepción es Hitoshi.
Hitoshi es un buen amigo, tal vez, si los hubiese conocido mejor, podría haber tenido una relación amistosa con ellos.
A excepción de Yaoyorozu, no puedo con ella y su trato con mi amigo.
Ahora comprendo el rechazo que se siente a la ex de tu amigo.
Shoto sonrió y dijo-: es hora de buscar al amor de tu vida.
Mis mejillas ardieron, sentía que estallarían por su comentario.
-Vayamos -dije avergonzado.
Decidimos ir a la entrada, de seguro se le hizo un poco tarde por el tráfico.
-Allí está -señaló Shoto a Ochako, la cual estaba siendo fotografiada junto con sus padres-. La saludaré primero y tu luego apareces de golpe.
Shoto se acercó cuando finalizaron; por lo que deduje, Ochako estaba emocionada al verlo y comenzaron a charlar todos.
Sentía un nudo en mi garganta, mis manos tiritaban, malditos nervios, deseaba huir en estos momentos.
¡No!, tengo que armarme de valor e ir.
Con mi mano agarré con suavidad el fénix para encontrar algo de valor; caminé con paso firme hacia ellos.
Ochako no me podía ver, ya que miraba hacia otra dirección, los únicos que se dieron cuenta de mi presencia fueron los Sres. Uraraka, su expresión de impresión me hizo sonreír.
Les sonreí y con un intento de no sonar nervioso dije-: ¡hola a todos!
Miré de reojo a Shoto para saber si había hablado bien, su expresión no se veía burlesca, por lo tanto, lo logré.
Ochako se dio la vuelta, su mirada caramelo se veía más hermosa que la última vez que la vi y su sonrisa al verme aún más.
Es curioso, no se veía impresionada o a un paso de regañarme como creía; en realidad el impresionado fui yo al momento en el que ella fue hacia mi y me abrazó con fuerza.
Pestañeé varias veces por la impresión; cerré los ojos y sonreí; le devolví el abrazo con fuerza; con valor la levanté un poco y nos hice girar.
No sé si cerré los ojos para no ver al Sr. Uraraka con su mirada fulminante y a Shoto con su sonrisa burlesca o puede que sea como una forma de disfrutar más la situación.
Todo lo bello termina, ya que escuché toser a una persona claramente para llamar la atención.
Abrí los ojos, al parecer había sido Shoto, no había entendido hasta que vi a Toshinori con su cámara grabando y a la Sra. Uraraka sacando una foto.
Mis mejillas ardieron por un segundo por la vergüenza, luego ésta se esfumó al ver la expresión del Sr. Uraraka.
Su mirada daba miedo, demasiado y lo peor era que mi mirada de horror estaba siendo filmada.
Trágame tierra.
Bajé a Ochako y nos separamos, ella sonreía con sus mejillas rosadas, pero luego me vio preocupada, tal vez, mi expresión gritaba miedo.
Y sí, gritaba miedo, nadie puede negar al ver esta filmación que estoy asustado y como Toshinori disfruta registrar todo, filmó a la personas de alrededor, entre ellas a uno de los hombres que más respetaba y temía.
Ochako se dio la vuelta, no podía ver su rostro en esos momentos, pero al ver la grabación me causa gracia.
Mi amiga tenía registrada la expresión de trágame tierra, ¿lo peor?, es que Shoto comenzó a reír.
Una grabación romántica que se transformó en una situación cómica entre dos adolescentes inexpertos en el amor.
Una mirada de horror del enamorado por su tal vez, futuro suegro, la novia avergonzada y las carcajadas de uno de los mejores amigos y tal vez, si Shoto se detiene, puede que él sea mi posible padrino de bodas y el padrino de mi primera y dulce hija.
Todo esto en el caso más hipotético, aún tenemos 15 años y no sabemos que pasará. No sé si Ochako y yo tendremos una linda boda y formaremos una gran familia, tampoco sé si llamaré a mi perro Shoto por molestarme.
¿Cómo puedo pensar en todo esto mientras estoy en esta situación? Ni idea.
Cuando Toshinori apagó la cámara sentí que volvía a la realidad.
No entendía por qué quería conservar esa grabación o esas fotos hasta meses después.
"Un registro audiovisual para colocar en la boda"
Toshinori creía que en un futuro me casaría con Ochako, pero cuando Shoto apoyó las palabras sentí la traición de mi mejor amigo.
-Sorpresa... -tragué nervioso.
-¿Por qué no lo dijiste? -sonaba muy molesta, pero cuando me dio su mirada fue aún peor.
Solo pude correr mientras me perseguía, no nos importaba si nos veían nuestros compañeros, los adultos, maestros y los alumnos de grados superiores, lo que importaba era mi vida, porque ahora me estaba riendo.
-¡Izuku!
Solo podía reír, pero me detuve para que me atrapara.
-¿Cuándo? -preguntó con seriedad.
-Hace unas semanas acepté, pero me ofrecieron el ingreso en diciembre -dije con un tono de voz más tranquilo de lo que creía-. No quería que supieras, no quería que te decepcionaras si la rechazaba.
-No me iba a decepcionar y lo sabes -sonaba triste.
-Lo sé, pero mis inseguridades no me lo permiten.
-¿Confías en mi?
-Con mi vida -salió con tanta facilidad que me sorprendió.
-¿Puedes darte la vuelta? -preguntó con suavidad.
Le hice caso, ella me sonreía, amaba esa sonrisa, lucharía en contra de dragones solo para que la conserve.
-Estoy muy feliz de que estés aquí, serás un gran pintor -dijo levantando su pulgar-. El mejor.
Mi corazón palpitaba como loco, no sabía qué decir.
-Y yo estoy feliz por ver los primeros pasos de mi cantante favorita -respondí, se sentía tan bien estar aquí con ella.
El destino siempre quiso que estuviésemos los dos en esta academia, solo faltaba que yo diese el paso para aceptar lo que vendría.
Coloqué mi mano en su mejilla y recordé donde estábamos, si hacía algo más, sería arrojado de la azotea por el Sr. Uraraka.
Vi a mi alrededor y tragué nervioso, habían muchas miradas curiosas de alumnos, solo pedía que no fuesen futuros compañeros.
-Encontraré un regaño adecuado -advirtió Ochako con el ceño fruncido.
-Me parece bien, ¿alguna vez te regañaré?
-No -dijo con una sonrisa coqueta.
Me tenía a sus pies y ella lo sabía, esos ojos caramelos serían mi final y no me importaba en absoluto.
Volvimos con los otros, ellos charlaban tranquilos.
Toshinori sonrió y me hizo sacarme una foto con Ochako y sus padres, no me molestaba, pero esa mirada burlesca me hacía querer gritarle.
Luego logró su cometido, sacarnos una fotografía a Shoto, Ochako y a mi, él deseaba una foto mía con mis amigos.
-Vayamos a ver a Jiro -dije con diversión, olvidando el enorme detalle que al parecer solo Shoto se percató.
Bakugo Katsuki iba a ser nuestro compañero.
-Jiro, la encontré -dije entusiasmado hasta que vi la cara de Katsuki.
Incómodo.
-Hola Jiro -dijo Ochako sin borrar su sonrisa al ver a Katsuki, no mostraba disgusto o una emoción de desagrado-. Hola Bakugo.
La educación ante todo, esa era Ochako.
-Hola Uraraka -saludó Bakugo, sus ojos se veían nerviosos.
Los adultos y la gemela de Kaminari no lo comprendían, pero sí lo sabían sus amigos.
-Chicos, les presento a mi amiga Ochako Uraraka -dijo Jiro emocionada-. Ochako, ellos son mis amigos Kaminari Denki y Kirishima Eijiro.
-Un gusto muchachos, Jiro me a contado muchas cosas sobre ustedes -su voz era tan alegre y real que los muchachos se veían más tranquilos.
Kaminari presentó a su madre y a su gemela.
El ambiente pasó de tenso a tranquilo y alegre, Ochako tenía súper poderes y por lo que vi en la mirada de Shoto, él también lo pensaba.
Antes de que iniciara el ingreso, Toshinori nos sacó una foto a Ochako, a Jiro y a mí.
Sentí mis ojos humedecer, estaba tan feliz de continuar con vida, gracias a ello estoy con ellas, con todos.
Estoy vivo y feliz, y esas fotos lo demuestran.
Vi a Iida a lo lejos hablando con dos adultos y un hombre de tal vez unos 30 años, bastante parecido a él.
Fui hacia él con una sonrisa, quería presentárselo a mis amigos.
-Hola Iida -dije al estar cerca de él.
-Yagi, me alegro de verte -dijo con una sonrisa-. Te presento a mi madre, a mi padre y a mi hermano Tensei.
-Mucho gusto a todos, mi nombre es Izuku Yagi, perteneceré al departamento de arte -dije mirando a los tres, Iida se parecía bastante a todos.
-Me alegro de saber que Tenya ya conozca a un compañero de clases -dijo la mujer emocionada-. Te aseguro que disfrutarás bastante Yuuei.
La miré curioso y luego a Iida.
-Fui estudiante de Yuuei, al igual que Tensei -sonaba tan orgullosa.
¿Sonaré igual que ella cuando egrese?
Charlamos un poco hasta que escuché esa usual voz apagada, pero ahora más animada.
-¡Izuku! -imposible no saber que era Eri.
Me di la vuelta y vi a la pequeña entusiasmada sosteniendo la mano de Hitoshi.
-¡Hitoshi! ¡Eri! -dije con una gran sonrisa, luego miré a la familia de Iida y los presenté.
-¿Eri? -dijo sorprendido Iida-, ¿Aizawa?
-¿Los conoces? -pregunté extrañado.
-¡Hola tío Tenya!, ¡hola tíos! -dijo la pequeña emocionada.
-¡Eri! ¡Estás tan grande! -dijo el hermano mayor de Iida.
No entendía nada.
-Hola -dijo Hitoshi sin más, su mirada se veía somnolienta.
-Mi hermano es amigo de Emi, la conozco de niño -señaló Iida con una sonrisa-. Al igual que la pequeña Eri, a Aizawa lo conocí en la boda de Emi.
Todos están relacionados de alguna forma.
La familia Iida sonaba animada, en especial, porque Hitoshi iba a pertenecer en nuestro salón.
Conocer a más compañeros de clases es más divertido, en especial si compartimos el mismo departamento.
-Chicos, les presentaré a mis amigas, también, asistirán a nuestro salón -dije, los dos conocían solo a Shoto.
La familia de Iida le incitó a que fuese.
-Jiro y Ochako pertenecen al departamento de música, las dos son geniales -expliqué a Iida, ese dato ya lo sabía Hitoshi.
Al llegar vi a Toshinori, nos arrastró a Hitoshi, a Eri y a mi para sacarnos una fotografía.
Quería reír, la más cómoda era Eri.
-¿Tu padre es Toshinori Yagi? -dijo Iida sorprendido cuando fuimos liberados por Toshinori.
-Sí -dije con una pequeña sonrisa, no era necesario que la gente supiera que es mi tutor legal, si lo saben no me molestará o lo ocultaré.
Al llegar con ellas y Shoto, el cual se veía más cómodo al lado de Ochako, iba a costar que se acostumbrara a otros, pero quedaban 3 años para que se sintiera cómodo con nuestros compañeros de clase.
-Chicas, les presento Iida Tenya y a Hitoshi Aizawa -dije emocionado, sabía que les agradarían.
Todos se presentaron, era curioso, éramos 6 y la mitad somos de arte y la otra de música, ¿necesitaremos un amigo de danza?
Me gustaba este ambiente tan pacífico y divertido, los seis solo éramos unos chicos comunes y corrientes mientras hablábamos de la escuela.
Shoto era el más incómodo, pero eso era por Hitoshi, pero en un acuerdo tácito fingían como si fuese la primera vez que se conocían, era lo mejor.
Lo bueno, es que no le conté a Ochako sobre la relación de Hitoshi y Shoto, depende de mi amigo que ella sepa todo.
Observé de lejos a Monoma, estaba solo buscando a alguien; algo en mi interior gritaba para que fuese hacia él y lo "saludase", pero no quería que los muchachos lo conocieran, tampoco deseaba incomodar a Shoto y a Hitoshi, en especial que Eri lo conociera.
La campana sonó, Hitoshi y Jiro se fueron hacia sus familias, dejándonos a Ochako, Shoto, Iida y a mi.
Me percaté de que la familia de Iida charlaba con Toshinori.
-Vayamos -dije con una sonrisa-. De seguro Toshinori quiere grabar mi ingreso.
-Izuku -dijo Toshinori emocionado-. No sabía que conocías al hermano pequeño de Tensei.
Lo miré sorprendido al ver como hablaba con el hermano mayor de Iida.
-Tensei es dos años menor, además, de ser amigo y compañero de clases de Emi -dijo emocionado-. ¿Viste a Emi?
-No, todavía no la he visto -dijo con una sonrisa.
Shoto no conocía a la madrastra de Hitoshi, por lo tanto, estaba confundido.
Es curioso ver como todos se conocen, aunque, ahora que lo pienso, ya soy amigo de Shoto, Ochako, Jiro y Hitoshi, de alguna forma si formamos familias, también se conocerán... tiene sentido que todos terminen interactuando entre todos.
Incluso puede que forme nuevos lazos en Yuuei y seguirán ampliándose los conocidos de alguna forma.
-¡Eso es genial! -señaló Ochako emocionada-. Imaginen ser amigos sin importar el tiempo que pase.
La demostración era Toshinori, los Sres. Aizawa y Yamada.
Miré a Ochako y a Shoto, ¿continuaré siendo su amigo a pesar de salir de la escuela?
Sí, continuaré siendo su amigo, no sé por qué lo presiento, pero no me imagino separándome de Ochako y Shoto.
Sé que las amistades se rompen por el paso de los años, pero hemos compartido cosas tan importantes que es difícil imaginarlo.
"Con Katsuki y Shoto con Tokoyami pasó"
Malditas inseguridades, pero no porque aquello pasó, significa que nuestro destino será el mismo.
Era hora de marcharnos y como era de esperar, Toshinori me filmaba hasta que tuvo que separarse de nosotros junto con los acompañantes, en el caso de él, tuvo que irse al sector de los maestros con el Sr. Aizawa.
-Estoy nerviosa -susurró Ochako.
-Puedes estar tranquila -señaló Iida-. No tenemos que subir al escenario.
Me senté con los muchachos en la segunda fila, apareció Hitoshi y se sentó a mi lado.
Vi en el escenario al Sr. Aizawa a Toshinori y varios adultos sentados, supongo que ahí están ubicados los maestros.
El director subió al podio, era bajo, pero imponía respeto, incluso se veía alto.
-Bienvenidos profesores, apoderados y alumnos...
No sé cuanto duró el discurso, pero mi mirada no se podía apartar de él, captaba tu atención con gran facilidad, desearía ser como el director a la hora de hablar en público.
¿Cómo verte tan cómodo y sonreír de tal forma ante una multitud?, dice cosas emotivas y divertidas con tal facilidad.
-¡A partir de hoy sean bienvenidos al inicio de sus nuevas vidas como artistas, demuestren su brillo para triunfar!
Todos comenzaron a aplaudirle al director por sus palabras; luego dirigió palabras de ánimo para los alumnos de segundo y finalmente los de tercero.
-Ahora, para los alumnos de primer año, les presento al maestro Aizawa Shota, él será el representante de la clase 1-A y el maestro Kan Sekijiro será el representante de la clase 1-B.
Sonreí de oreja a oreja, ya era hora del inicio de las clases.
-Pueden levantarse y seguir a sus respectivos maestros.
Me levanté emocionado, ya deseaba llegar a clases y conocer nuestro salón.
Una mano me agarró el brazo derecho, extrañado me di la vuelta, era Monoma sonriéndome con malicia.
-Tenía razón I-zu-ku -dijo con diversión, su mirada celeste me incomodaba.
Los muchachos y el maestro ya no estaban en el auditorio, no se habían dado cuenta de que no los estaba siguiendo.
Maldición, me iba a perder si no me adelantaba.
-Suéltame -dije molesto intentando zafarme.
Siento asco e ira por su tacto.
-Serán tres años divertidos -ignoró olímpicamente mi queja-. Lástima que no estés en mi salón, ninguno de los chicos está... el destino es curioso.
Estaba seguro de que Monoma había deducido que Hitoshi estaba involucrado en todo esto.
Negué con la cabeza y sonreí.
-Monoma, quiero advertirte algo -susurré con frialdad sacando su mano de mi brazo-. Si haces cualquier cosa que llegue afectarme a mí y mis amigos, te hundiré hasta el fondo.
Monoma soltó una carcajada y dijo-: encontraré una forma para hacerte rogar clemencia.
-Si la encuentras mi advertencia se hará real -sentía odio hacia él y eso no me gustaba-. No me subestimes Monoma, ya no estás en tu mansión y tampoco en tu antigua escuela. Eres uno más de los que están en Yuuei.
Me di la vuelta y me largué hacia donde se habían marchado los muchachos, ¿qué demonios hice?
Había alimentado por accidente o tal vez no, el deseo de Monoma por molestarme.
Logré ver a los muchachos con un grupo de alumnos y al Sr. Aizawa, él fruncía el ceño mientras me miraba. Genial, un buen inicio de año.
-Izuku, ¿dónde estabas? -susurró Ochako.
-Se me cayó algo y me demoré -mentí, luego le diría lo ocurrido.
-Los asientos son al azar, el papel que les entregaré será su asiento.
Les dio a todos un papel a excepción de Jiro, a ella le dejaron sentarse en el puesto que encontraba al lado de la puerta, para así darle una mayor facilidad de salir del salón.
Ingresamos todos, eran 5 filas, cada una con 4 pupitres. Me había tocado en la quinta fila en el cuarto pupitre al lado de la ventana hacia el exterior, aquello me agradaba, tendría brisa y un paisaje para relajarme.
Me sorprendí al ver a Iida en el pupitre de al lado, me alegraba de tener un conocido al lado. En el de al frente había una chica peliverde con reflejos rosados.
Un suspiro de alivio salió por mi boca, no tenía a mi alrededor a nadie que no deseaba ver.
Busqué de reojo a los muchachos; Ochako estaba sentada en el último asiento de la primera fila, al frente estaba Hitoshi y al lado tenía a un chico rubio con el cabello bastante corto; al lado de Jiro estaba Yaoyorozu y atrás Katsuki, una mueca se me hizo por accidente, tenía que practicar mi actuación, ¿desde cuándo me cuesta tanto fingir?
Negué en mi mente, era hora de buscar a Shoto, no tardé bastante, ya que estaba en el primer pupitre de mi fila, me sentí aliviado al no ver a su lado a Tokoyami y a Tsuyu.
Hitoshi y Shoto estaban a salvo, a excepción de sus departamentos, ¿será demasiado difícil para ellos estar cerca de sus ex-amigos?
Sonreí con burla para mí mismo, me preocupo por ellos teniendo a Katsuki como compañero, debería preocuparme más por mi estado emocional.
-Buenos días, como ya saben mi nombre es Aizawa Shota, seré su profesor jefe hasta que saquen su diploma. También, seré su maestro de literatura -dijo con seriedad, podía ver su cansancio-. Esfuércense en mis clases, soy un maestro exigente y me gusta que den lo mejor de ustedes, si no lo hacen los reprobaré, no temo usar mi bolígrafo rojo.
Tragué nervioso, sabía que decía la verdad, lo vi en noviembre.
-Si se esfuerzan, los aprobaré, depende de ustedes si desean o no llegar lejos. Si bien es una academia artística, no pueden dejar de lado las otras asignaturas, Yuuei busca que sus alumnos sean aplicados en lo que les apasiona, pero también, desea que puedan brillar lejos de su área. Además, algunos tal vez desean asistir a la universidad.
Universidad, Toshinori ingresó a una de París y terminó siendo lo que es, ¿quiero seguir sus mismos pasos?
Una sonrisa se formó en mi rostro, sé que debo seguir mi propio camino, pero suenan emocionantes sus experiencias.
-En la siguiente clase serán separados para ir a sus respectivas clases por departamento, por ahora quiero que se dirijan hacia la pizarra y se presenten -señaló a Jiro-. Empezarán a partir de la primera fila.
Genial, soy el último.
Jiro fue hacia el frente, ella sonreía, se veía tan feliz que me alegraba.
A la hora de presentarse, señaló su departamento y especialidad; el resto la imitó, hasta llegar mi turno.
Solté un suspiro y me levanté, tenía demasiado miedo y vergüenza, pero tenía que presentarme.
Estaba al lado del Sr. Aizawa, era hora de ese momento tan importante y a la vez tan aterrador, esa vocecita que hace mucho no aparecía gritaba dentro de mi mente: "huye antes de que hagas el ridículo".
Maldito pánico escénico, no extraño en absoluto las presentaciones en público.
Todos me miraban, Ochako me sonreía intentando darme ánimos, lo cual no funcionaba, Shoto no sonrió, pero asintió sutilmente la cabeza como apoyo.
En serio no ayudaban, en realidad me daban más nervios.
Mi mirada viajó al Sr. Aizawa, bueno, en realidad maestro Aizawa, eso será difícil de cambiar.
El maestro asintió con una sonrisa y susurró-: tu puedes...
Estaba seguro de que solo yo lo había escuchado, porque nadie miró al maestro.
Tenía que armarme de valor de una vez por todas.
-Mucho gusto, mi nombre es Izuku Yagi -no sabía qué más decir, supongo que debo añadir más, pero ¿qué cosa?-. Desde hoy perteneceré al departamento de arte y mi especialidad es...
Los otros mencionaron sus especialidades, ¿cuál es la mía? Nunca lo pensé, no creo que debería decir "pintar las emociones que siento", demasiado ambiguo.
¡Ya sé!
Sé que es una locura lo que voy a decir, pero, ¿por qué no decir lo que le dije a Iida?
-Hacer graffitis.
Loco, lo sé, pero quiero un nuevo comienzo y por alguna razón eso se me vino a la cabeza.
La expresión de mis amigos fue todo un poema y la de mis nuevos compañeros fue extrañeza.
Otra vez miré al maestro, tenía una sonrisa, pero una que parecía estar a un paso de reír.
-¿Graffitis? -dijo la voz de uno de mis compañeros.
Ahora veía curiosidad de parte de todos.
Maldición...
Sonreí nervioso y tomé asiento, estos 3 años iban a ser emocionantes, ya deseo ver qué pasará.
Solté un suspiro y observé por la ventana como un ave se posaba en el marco de madera.
No sabía lo que me depararía el futuro, no sé si cometeré alguna locura, ni idea si mi mente me jugará malas pasadas o si una voz me atormentará.
Nunca sabré cuál es mi destino o cuál camino tomaré, puede que muera de un infarto o tal vez, viva hasta los 80 años y muera en el sueño siendo abrazado por Morfeo.
No sé, nada está trazado aún, pero sí sé una cosa y es mi presente.
Yo quiero ser feliz, quiero reír y sonreír, disfrutar de mi arte, divertirme con mis amigos, jugar hasta altas horas de la noche con ellos, salir a comer con Toshinori.
Quiero conocer a nuevas personas y ser amigo de ellas.
Quiero despertar todas las mañanas y comer chocolate.
Quiero ser feliz.
Quiero vivir, sé que voy a vivir y no importa si los días grises vuelven, no voy a retroceder.
Yo viviré.
Fin del capítulo 1 de mi vida
Que la fuerza los acompañe, se despide Michelle 🦄💖🦋
#ElfinalfelizdelIzuku por ElMiniDinos
Publicado: 14/09/2024
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