Capítulo: 9

Midoriya Izuku

No le muestres tu dolor a las personas, ellas disfrutan ver tu dolor, porque el dolor es la muestra de que ellos están mejor que uno.

El dolor es horrible, ver a mis compañeras observandome con tanto rechazo, no tiene precio.

¿Por qué esas miradas me afectan más que los golpes?

Porque me muestran de una forma cruel de que al final yo no soy invisible, simplemente soy una persona que es ignorada.

Existo, pero no quieren verme, existo, pero no soy lo suficientemente importante para ellos... para el mundo.

Quiero existir en un mundo donde yo no sea invisible, por lo menos para un par de personas.

Pero para una persona tu no eres invisible, tu existes, y eres su diversión número uno... y esa persona es Kacchan, mi demonio personal, mi tormento...

¡Liberenme! ¡Liberenme de este Demonio! ¡¿Por qué él me hace esto a mi?! ¡¿Qué le hice?! y mi principal pregunta... ¿Por qué el es así? ¿Él es cruel por qué simplemente lo es o tiene un transfondo? quién sabe...

Solo puedo observar el cielo y me pregunto "¿hay una siguiente vida? ¿Yo merezco una o debo quedarme en el purgatorio por toda la eternidad?"

Se siente raro venir a la azotea con la intención de aclarar mi mente y no querer lanzarme.

Es extraño y a la vez cálido no tener ese deseo morir, me siento ¿feliz?

Sentí que alguien abrió la puerta, ¿será Kacchan? espero que no sea ella.

-Izuku, ¿por qué te fuiste?- Dijo esa maravillosa voz.

Uraraka, en estos instantes me dan ganas de gritarte y samarrearte por lo ciega que eres.

¿Gritarle? ¿Samarrearla? ¿Desde cuándo tengo esta clase de pensamientos?

Eres la primera persona, debe ser por tu sonrisa inocente, esa alegría que te rodea... es porque me llevaste a un lugar que conozco al cual intento alejarme, porque prefiero golpes a que las miradas.

En realidad estoy furioso porque te juntas con esa clase de personas.

No quiero estar contigo, porque esas miradas de rechazo serán también propinadas hacia tu persona, tarde o temprano me mataré y te dejaré sola.

No quiero que vuelvas a ser la niña de 10 años que le di un dibujo y con unas palabras de mi parte te hicieron sentir bien contigo misma.

Sería egoísta de mi parte arrastrarte a mi mundo, y no deseo eso, quiero que vayas a Yuuei y seas la mejor cantante, que con tu sonrisa cambies el mundo, porque una sonrisa sincera puede cambiar el mundo.

Es imposible que yo cambie con una, ya que estoy demasiado encadenado en las profundidades del mar.

-Porque quería tomar aire- Dije sin mirarla.

-Entonces no te molesta que me siente aquí- Me preguntó, podía notar como sus ojos me pedían que le permitiese estar a mi lado.

Uraraka, gracias por intentarlo, pero me es imposible aceptar tu compañía, yo ya estoy muerto, y ya nadie puede rescatarme.

-Dejame estar solo, ve con Yuki y Hinata, ellas de seguro quieren comer contigo...- Dije serio, no puedo creer que le estoy hablando así a alguien.

-¿Enserio, quieres estar solo?- Me preguntó preocupada.

-Cara redonda, si quisiera estar con alguien ya lo estaría, así que por favor, dejame solo- Dije intentando sonar enojado.

No entiendo como puedo llegar a decirle tantas cosas de esa forma.

La mirada desconcertada de Uraraka no me sorprendía en absoluto, soy un imbécil en tratarla así, pero es lo mejor ¿verdad?

-Deku, ¿por qué eres así? ¿Por qué me tratas de esa forma?- Preguntó Uraraka con el ceño fruncido.

Porque deseo alejar al mundo, no deseo el rechazo, no quiero que alguien me quiera y luego me trate como el mostruo que soy.

Deseo que tengas amistades, no que estes sola a causa de tu amabilidad.

Ahora lárgate, vete, dejame en la ocuridad que tanto odio y despresio... salvame.

¿Qué ocurriría si no te marchases? ¿Qué ocurrirá si te vas? ¿Lloraré? ¿Me odiaré?

Uraraka me agarró de las muñecas para hablar cara a cara... me dolió, me agarró la muñeca que anoche me había cortado.

-¡Mierda! sueltame y vete- Dije enojado y no se como explicarlo, pero estoy seguro que mi mirada no fue muy amigable que digamos.

Uraraka me soltó y se fue corriendo para así largase de la azotea, largarse de mi vida.

No siento nada, de seguro es porque ya estoy vacío, se nota que soy un monstruo, un humano debería sentir algo...

Es triste no sentir nada, no puedo creer cuan quebrado estoy que mi corazón es imposible ser dañado...

A quien engaño, mi corazón me duele, dañar a alguien que fue amable contigo no es agradable, si mi vida no fuera como la es ahora tal vez seríamos amigos, si tan solo hubieses llegado antes podría ahora sonreír.

¿Por qué mi vida es tan difícil?

1 mes después

Un corte, te lo mereces, dos cortes, eres un bastardo, tres cortes, no lo olvides, cuatro cortes, siempre estarás encerrado en este pozo que conocemos como vida.

Hay veces en que tu mundo cambia de un segundo a otro al conocer a una persona, esto es para bien o para mal.

Desde que Uraraka llegó la vida de Izuku paso a ser aún peor, las miradas se centraron más en él, ¿Por qué? porque alguien se enteró sobre lo ocurrido en la azotea.

La bondad de Uraraka cada vez inconcientemente está apagando los últimos rayos de luz de Izuku...

Izuku todos los días está siendo insultado, humillado y denigrado... torturado emocionalmente.

Gracioso, pero Uraraka no se está dando cuenta de lo que le ocurría al muchacho de ojos esmeraldas. Esa busbuja que la ayudaba a alejarse de la realidad estaba cegandola del problema que tenía Izuku.

Me encontraba sentado en una banca en el parque observando lo último que había pintado en el muro de una pasteleria.

Estaba muy agotado por la falta de sueño, no he podído dormir desde que mis compañeros recordaron mi exitencia.

"Trató mal a la nueva"

"Que cruel"

"Que esperan de él, con alguien que es hijo de una alcoholica"

"Es una mierda de persona"

"Debería morir ese idiota"

"Es repulsivo, solo miralo"

-Yo también deseo morir- Susurré...

-¿Por qué dices eso tan terrible?- Preguntó preocupada una voz femenina.

Continuará...

Nota

Pregunta a quienes lean, si fueran Uraraka quien no sabe lo que le pasa a Izuku ¿se hubieran marchado de la azotea por lo dicho?





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