Capítulo 34


Hay cierres y nuevos comienzos, solamente debes confiar...

Jiro Kyoka

Mi vida desde el accidente de mis padres a sido una pesadilla tras otra, parte de mi inocencia desapareció al entrar a ese hogar de menores, y todo gracias a "Capitán", el cual era un apodo que utilizaba el hombre encargado de nosotros, muchos dicen que ese apodo se lo puso un niño del lugar que desapareció un día, hay bastantes rumores de que lo mató porque dijo cosas que no se debían.

Capitán es todo lo que un ser vivo no debe ser, él es la personificación del mal y del pecado, el infierno le quedaría pequeño cuando llegue su muerte.

Yo no deseo su muerte, él debe pagar por todo lo que ha hecho, pero en este mundo los adultos hacen oídos sordos para los niños solitarios, los policías de esta ciudad incluso están sobornados, las voces de un huérfano jamás serán oídas si los adultos no escuchan.

Ahora no sé que pasará conmigo, no puedo moverme estando prisionera en esta silla de rueda, al fin estoy a la merced de esos repugnantes seres.

¿Qué puedo hacer si ya no puedo huir?

Si me aceptan en Yuuei ¿Me dejarán ir?

No, porque a esos adultos les gusta tenernos prisioneros hasta los dieciocho años...

No sé que hacer... pero no voy a perder la esperanza, ya caí por un tiempo en la oscuridad, no puedo volver a ese lugar nuevamente.

Mi historia no será sobre una persona que renuncia por cada bache en el camino, claro que no, yo seré conocida por lograr vencer las dificultades de la vida.

Sobreviví de milagro, no voy a permitir que esas mierdas de personas arruinen mis sueños, que arruinen mi vida.

Se me dio una nueva oportunidad y no la voy a desperdiciar.

-Señorita Jiro ¿Cómo se encuentra?- Preguntó el médico Bakugo despertándome de mis pensamientos.

El señor Bakugo es alguien amable, su sonrisa es cálida y se ve feliz cada vez que habla de su hijo, sin dudas es un hombre bueno.

En realidad perdí mi fe en los adultos como tal, hombres y mujeres por igual, por un momento en mi vida vi que la adultez es una mierda, porque no solo está Capitán, también hay mujeres en ese lugar, que saben lo que hace, y se quedan calladas, si los más pequeños hacen algo "malo", ellas los golpean.

Los adultos eran el problema en este mundo, nadie se salva, porque ser un encubridor es imperdonable.

Pero el Médico Bakugo me ayudó a volver creer que no todos los adultos son malos, no todos son villanos.

Él me recordó que el mundo aún no está tan podrido...

Tal vez él podía ayudarme, tal vez él me creería, ese Médico puede que sea mi última esperanza.

Lo observé fijamente y dije -Y-yo...-.

Tenía miedo de hablar, porque ese hombre nos lavó a todos el cerebro que nadie nos creería, y que si le decíamos a alguien él nos lastimaría.

Estábamos intimidados, niños y niñas por igual.

Pero no tengo nada que perder, él no está aquí, y si no hablo perderé más de lo que él me lastimará.

Toda la verdad salió de mi boca, no omití nada, ningún detalle, estaba cansada de escuchar los gritos de todos esos niños y adolescentes, ya no quería más, ya estaba harta de temer de vestirme como yo quiera.

Estaba cansada de temer ser mujer...

No quiero que mañana llegue otra niña que perdió a su familia y se encuentre con un mundo podrido.

Al terminar vi como el rostro del Médico había cambiado completamente, su sonrisa amable había desaparecido, su mirada era una mezcla de ira y tristeza.

Estaba furioso.

Se acercó y me abrazó delicadamente.

-Te prometo que ese hombre ya no lastimará a nadie más- Dijo en voz baja sin titubear.

Sentí una fuerte presión en el pecho, mis ojos comenzaron a arder por las lágrimas que se formaban, estaba cansada de ser fuerte.

Comencé a llorar y a sollozar, él me iba ayudar.

El señor Bakugo era un héroe sin capa.

Los días pasaron, la policía vino al hospital y comenzó a hacer preguntas, las cuales las contestaba solamente en presencia del Señor Bakugo, no podía confiar completamente en ellos.

Solamente sabía una cosa, el señor Bakugo había cumplido con lo prometido, no entiendo si fue por sus influencias como médico respetado, su dinero o qué, pero logró en poco tiempo encontrar bastantes pruebas para mostrarlas en el juicio y encerrarlo por muchos años en prisión, solamente debíamos rezar de que el juez que nos tocase pusiese atención y juzgara como se debía.

Porque sabemos que no todos los jueces son justos.

Lo peor de todo era que debía presentarme en el estrado mirando cara a cara a ese bastardo, pero no me quedaría callada cuando al fin habíamos llegado tan lejos.

El día del juicio sería el lunes veinticinco de junio, un día después de mi audición.

Entonces nació otra duda, y era cómo demonios iría a Yuuei para la audición, necesitaba un tutor o algo así para poder salir del hospital, entonces le pregunté al Señor Bakugo si podía llevarme, y él aceptó.

Uraraka y Midoriya se alegraron al saber que podría ir, le dije a Denki sobre el juicio y me deseó suerte, además le agradeció mil veces al Señor Bakugo por la ayuda.

Denki era demasiado expresivo, me comentaba todo lo que sucedía afuera, y que en internet y en la tv comenzó a hablarse sobre el juicio.

¿Cómo?

Resulta que un policía lo comentó y pues las noticias ganan dinero a través del morbo, por lo tanto, el caso se volvió un tema relevante.

El médico Bakugo estaba furioso, y de alguna forma logró ocultar mi identidad, no deseaba que me viera involucrada con periodistas.

Pero Denki nos explicó que también era bueno que saliera todo a la luz, de alguna forma teníamos el apoyo de la presión social.

Comenzaron a abrirse debates sobre cómo son los hogares de menores, los riesgos constantes en que vivimos los adolescentes y niños, yo simplemente me había convertido en un personaje "importante" en este problema.

Salieron a la luz los casos de los otros niños, incluso salió a hablar una de las chicas que fue abusada sexualmente.

Todo se había vuelto tan extraño, nunca imaginé que pasaría todo esto, y fue gracias a ese Médico amable, creo que algo bueno tuvo este accidente.

24/06/2018

Cantar y tocar la guitarra al frente de Hizashi Yamada fue uno de los momentos más felices de mi vida, daba lo mismo si lograba obtener la beca o no, estaba allí y me escuchó y aplaudió.

Soy fan de ese cantante, y él me dijo que mi voz era impresionante, era un sueño hecho real, algo en mi me decía que lo había logrado, pero no quería emocionarme antes de tiempo.

Mi sueño era que quienes me acompañasen este día fuesen mis padres y mi hermano, pero el destino no quiso que sucediese, en cambio el Señor Bakugo fue quien viajó conmigo y me felicitó por mi esfuerzo.

No cambiaría ese viaje con él por nada en el mundo, sus palabras de ánimo y apoyo emocional sin pedir nada a cambio lo convierten en la mejor persona que alguien puede conocer.

Hoy había conocido Yuuei y audicionado frente al mismísimo cantante Hizashi Yamada, pero mañana era el juicio y tenía miedo del resultado.

Temía que él ganase y quedara impune.

Rezaré porque mañana salga todo bien.

25/06/2018
09:00 am


Estar sentada hablando de todo lo que he vivido durante años al frente de muchas personas es horrible, si para mi es incómodo no quiero saber que deben sentir las chicas que fueron abusadas por él.

Nos exponen ante esas asquerosas personas sabiendo todo lo que nos han hecho, tal vez tenemos el valor para hablar, pero por dentro tenemos miedo.

El tiempo pasaba y veía las expresiones del jurado, algunos tenían lágrimas en sus ojos, otros miraban asqueados a Capitán y otros simplemente sus rostros no reflejaban nada.

Era tan extraña la situación, nunca imaginé que lograría llegar tan lejos, hace unos meses pensaba que estaría atada hasta la mayoría de edad si no lograba la carta de aceptación, pero ahora tal vez las personas de ese hogar estarían en la cárcel con sus respectivas condenas.

Las horas pasaban y al mostrar las suficientes pruebas concretas el jurado votó y el Juez Yotsubashi Rikiya dictó la sentencia...

Capitán o mejor dicho Yu Hoyo, fue sentenciado a cincuenta años en prisión sin derecho a apelación, lo cual significaba que estaría pudriéndose detrás de esos barrotes por el resto de los años que le quedan de vida, después de todo tiene más de cincuenta años ese hombre.

Y al resto de los encargados veinte años a cada uno por maltrato infantil y encubrimiento.

Por fin se había hecho justicia para las víctimas, tal vez no arreglaría los daños que nos causaron, pero al menos ya no lastimarían a más niños.

Me sentí aliviada al saber que ese hombre estaría en prisión, ahora la pregunta que me carcomía era a que lugar me transferirían y si nuevamente conocería a alguien como Capitán.

¿El destino otra vez me colocaría baches en el camino?

Quién sabe, probablemente me toparé nuevamente con cosas como esas, pero no permitiré que me derroten, no van a vencerme.

Al finalizar el juicio se me acercó el Señor Bakugo con su usual sonrisa en el rostro, me ayudó con la silla de ruedas para salir del juzgado.

Todo parecía sacado de una película con un final feliz donde el villano paga por sus delitos.

Una vez detenidos en un lugar más tranquilo del bullicio que había, el Señor Bakugo se me acercó y me hizo la pregunta más importante de mi vida.

-Jiro, se qué estás pasando por mucho, pero quiero hacerte una pregunta- Dijo con un tono de voz calmado, pero sin borrar su sonrisa -¿Te gustaría vivir conmigo y mi hijo cuando salgas del hospital?-.

Lo observé impresionada, no podía creerlo, quería responderle que sí, pero las palabras no salían de mi boca.

-Tendrías una habitación propia y mayor estabilidad, podrás invitar a tus amigos, además estoy seguro que serás aceptada en Yuuei y te dejaré asistir sin problema alguno- Continuó un tanto preocupado al no escuchar mi respuesta -Tienes todo el tiempo que quieras para responder...-.

-¿Y a su hijo no le molestará que vaya a vivir a su casa? No deseo ser una intrusa en su vida...- Dije nerviosa.

El Señor Bakugo sonrió ante mi respuesta -El día que me comentaste lo sucedido me molestó tu situación, recordé algo que sucedió hace un par de meses con un ser querido, la expresión de tu rostro al pronunciar ese nombre fue el mismo que puso él al contarme la verdad- soltó un suspiro -No logré encerrarlo en prisión, pero si a ti y a esos niños podía salvarlos, lo intentaría como fuese no quiero que más niños sean corrompidos por esos enfermos-.

Quedé en silencio, ahora tenía sentido esa mirada y su apoyo, pero ¿Quién era él?.

-Además me agradas, eres una joven amable que no merece nada de lo que has pasado y no quiero que te suceda algo- Dijo con sinceridad -Y bueno, a mi hijo le expliqué la situación y él no se opuso, incluso me animó a hacerlo-.

Sonreí al escuchar su respuesta y dije -Señor Bakugo, me encantaría ir a vivir con ustedes...-.

El de cabellos castaños sonrió y dijo -Llámame Masaru...-.

¿Acaso este es mi final feliz?

Si es un sueño, no quiero despertar.

2 semanas después

Estaba sentada en la silla de ruedas al lado de Denki, por primera vez cantándole y tocando la guitarra, porque tenía que cumplir nuestro trato, ya que hoy había recibido mi carta de aceptación.

El próximo año sería alumna de primer año en el departamento de Música de la Academia Yuuei, mi sueño se había hecho realidad.

Al fin era feliz, cumpliría mi sueño y tendría nuevamente una familia.

Y todo fue gracias al regaño de un muchacho que sonreía para soportar el llanto, sin Denki nada de esto hubiera sucedido, él me ayudó a salir de la oscuridad y volver a darme fuerza para seguir cantando.

Denki sonrió como nunca antes lo había visto y dijo -Es hora que escuchen tu talento-.

Agarró los mangos de mi silla de ruedas y me llevó por el pasillo mientras cantaba y tocaba, sentía un poco de vergüenza, pero no importaba, hoy quería disfrutar de la vida con mi amigo.

No se cuando, pero al final terminamos cantando los dos juntos por ese pasillo del hospital donde conocí a mi héroe sin capa llamado Masaru.

Ahora que lo pienso, una tragedia y un hospital me hicieron conocer a los dos hombres más importantes de mi vida.

-Creo que los dos nacimos para formar un dúo- Dijo Denki sin pensar.

Tal vez Denki tenía razón, el futuro aún no estaba escrito, ya que todavía somos dos adolescentes con un sueño en común.

Quién diría que los médicos y enfermos de ese hospital escucharían por primera vez la unión de las voces de este dúo peculiar, pero esa historia es otra, la cual tiene un camino con obstáculos, pero con un final feliz, de eso no tengan dudas.

Tiempo después


Cuando llegué a mi nuevo hogar muchas cosas cambiaron y para mejor, una de ellas era que tenía un dormitorio propio, la comida era deliciosa y hecha con cariño, y no me sentía preocupada por dormir sin pestillo, al contrario, con Masaru y Katsuki me sentía protegida.

Ambos eran amables y corteses conmigo, Katsuki me ayudaba para reincorporarme en la nueva escuela, ya que por un semestre asistiría a su escuela por la infraestructura, debido a que en la que yo asistía no era apta para personas con discapacidad.

También conocí a Hatsume Mei, la novia de Katsuki y mi compañera de salón de clases.

Mei era una chica amable y divertida, a pesar de sufrir anorexia no se veía debilidad en su mirada y era fuerte, aunque ella dice que es en parte gracias a Katsuki.

El día en que la conocí, Katsuki me agradeció por no haberla juzgado con la mirada por su peso, al parecer él era muy atento con ella, siendo franca verlos a ellos dos me daba envidia, irradiaban felicidad cada vez que estaban juntos, sin dudas son una pareja muy unida y estable.

Con Mei inmediatamente entablé una amistad, nos juntábamos en los recreos y me llevaba a pasear, me agradaba su actitud, no me decía que debía vestir o como debía verme, simplemente me explicaba las medidas ideales para mi cuerpo y me enseñaba a como maquillarme sin parecer un payaso.

Podría decirse que ella y Katsuki se han convertido en importantes pilares en mi vida diaria, y me hacen sentir feliz.

Katsuki es interesante y muy explosivo y complejo, y comprendí que es alguien que ha sufrido demasiado, me había explicado parte de su historia Masaru y hay noches en que lo escucho gritar.

Además él tiene un talento sorprendente para la pintura, pero se dedica a pintar paisajes, a Mei y superhéroes.

Masaru me regaló una guitarra nueva, dijo que necesitaba una propia para el próximo año.

Con Denki seguimos en contacto, pero ahora lo veo usualmente en su trabajo, también conocí a Emiko y a Kirishima.

Emiko también se convirtió en una buena amiga y me enseña de repostería, descubrí algo gracias a su ayuda... mi comida es asquerosa.

Kirishima es bastante peculiar, baila ballet de una forma sorprendente y tiende a usar mucho la palabra masculino, y actúa de una forma muy caballerosa.

Puedo decir que con ellos tres la paso muy bien y estoy completamente segura que Denki y Kirishima asistirán a Yuuei.

Con Midoriya y Uraraka nos juntamos bastante seguido y paseamos por la ciudad, a veces comemos helado o con Uraraka cantamos en la plaza por diversión.

Estoy ansiosa de poder ser compañera de clases junto a Uraraka.

Solo puedo decir una cosa...

Al fin soy feliz.

Nota

Holas, este es el cierre de Jiro, pero ella seguirá apareciendo a futuro, pero no con su punto de vista.

Quise escribirle un final muy feliz para ella, porque se lo merece <3

A que no se esperaban este final y la aparición de Capitán, al fin le di su castigo a esa basura >:).

Al fin hubo justicia para Hawks 🦋

Básicamente hice un spoiler, porque si existirá el Kamijiro, tal vez un extra de ellos dos en Yuuei(?) (Recuerden que en el extra de Kirishima ambos logran ingresar a la Academia, pero en octubre, eso no es un spoiler, pero es un extra antiguo así que tal vez muchos no recuerden lo que sucedió xd).

Me gustó que Jiro hiciese más amigos, aparte de Izuku, Denki y Ochako, tiene sentido, no me imagino a Denki no presentándole a Kirishima y a Emiko.

Izuku y Ochako no saben... por ahora... que el hijo de Masaru es Katsuki :3

#Kamijirodebesercanon

#UnfinalfelizparaIzuku

Importante

Para aumentar las espectativas y la emoción del capítulo 35, solo escribiré que preparen los pañuelos, que se viene el cumpleaños de Izuku.

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