Capítulo 26
Izuku Midoriya
1 mes después
Observaba fijamente la comida del hospital, aún no podía creer lo que mi madre me dijo, lo que Uraraka me dijo, todo era tan extraño, me sentía asqueado, no quería volver a casa, pero mañana me iban a sacar el yeso, y eso significa que deberé volver a la realidad.
Aunque lo más extraño es sin duda alguna, el médico Bakugo, su mirada de rencor dirigida hacia mi madre, la frialdad a la hora de hablarle sobre mis avances, me provocaba un extraño sentimiento.
Tengo miedo de volver a esa casa, a mi habitación, a volver querer desaparecer y eliminar mi existencia, porque sé que pasará, con él de vuelta a mi vida la oscuridad volverá, las cadenas serán más gruesas, y ya no habrá un candado que me permita ser libre.
"Si no existe un candado entonces traeré unas tenazas"
"¿Crees que con eso el dolor desaparecerá?"
"Claro que no, ni idea cuando desaparecerá o si se borrará, solo debemos esforzarnos para poder hacerte sentirte bien contigo mismo, no importa cuánto te demores y si tropiezas, yo estaré aquí para siempre, y cuando vuelvas a casa y no me veas, recuerda que estoy en tu corazón"
"¿Lo prometes?"
"Midoriya, no deberías preguntar, he venido todo un mes solo por ti, nadie me está obligando, pero si te deja más tranquilo, juro por mi alma que siempre estaré contigo"
Se me olvida que ella se pondrá triste si me voy, pero es muy difícil avanzar, en especial con la llegada de mi padre, ¿Cómo no perder la cordura si él es uno de los que me ha torturado toda la vida?
¿Deberé fingir una sonrisa cuando ellos me lleven a casa? ¿Debo volverle a hablar con él como si nada hubiese pasado?
¿Me debo preocupar o sentirme feliz de que mi demonio personal desapareció hace semanas sin dejar rastro alguno?
No lo sé, pero no quiero reflexionar más sobre eso, porque temo decir que estoy feliz ¿Eso me hace ser una mala persona?
Temo convertirme en alguien rencoroso, no lo quiero, pero lo odio, odio a mi padre y a mi madre... de ella no sé qué pensar ¡Todo es tan complejo!
¿Qué ocurrirá mañana? No lo sé, solo suplico no volver a escuchar los gritos, golpes, el olor del alcohol, los llantos, los insultos...
08/05/2018
01:00 am
Como extrañaba a mi amada oscuridad y mi fiel amiga la luna, el silencio de la noche, el olor de la pintura, y la tensión de que en cualquier momento alguien te atrapará.
Es divertido, volver a la escuela y encontrarla blanca, como si jamás hubiese existido mi obra, pero lo lamento, esta noche será nuevamente bautizada y que mejor con lo que siento en estos momentos.
Un bello ángel de ojos verdes llorando sangre, con un ala arrancada de la cual corría ese líquido carmesí que tanto necesitamos para vivir, sus brazos y piernas con cadenas de hierro, alrededor rosas marchitas repletas de espinas...
No tiene salvación ese ángel, al igual que yo...
Ese hombre tenía el mismo rostro que la última vez en que lo vi, estaba comportándose más amable de lo normal, pero su sonrisa aún me asqueaba y lo escuchaba decirle a mi madre cuanto la amaba, es obvio que es una mentira, él no la ama, pero ¿Qué es el amor del que tanto hablan?
No lo sé, pero estoy seguro que ese hombre no siente amor por mi madre, aunque siendo franco no me interesa, solo tengo que ignorarlo y hablarle cuando él me pregunte algo.
No tengo esperanza en este crudo mundo, la vida ha vuelto a ser una mierda, no creo ser capaz de superar esto.
Estaba recostado en mi cama observando el techo, no tenía nada interesante que hacer, y para mi desgracia volveré a clases el día catorce de mayo, van a ser seis eternos días para poder volver a ver el rostro de Uraraka.
Todo estaba normal, el silencio y yo, pero lamentablemente la puerta se abrió e ingresó mi padre con su usual sonrisa.
-¿Cómo te ha ido en clases?- Preguntó mi padre de forma casual, como si tuviésemos algún tipo de relación cercana.
-Bien- Dije de forma seca.
Por favor vete de una vez por todas...
-Izuku, sé que me debes odiar por haberlos dejado, pero fue lo mejor, yo estaba atravesando por problemas y ahora estoy sano, así que como ves, he vuelto para remediar mis pecados- Dijo casi suplicándome.
Todas esas palabras eran tan vacías que me provocaban risa, él espera que le crea, tengo catorce, no soy un niño fácil de manipular, no soy mi madre.
-¿Remediar?- Dije con una pequeña sonrisa, -Tu jamás podrás remediar lo que me has hecho, díselo a mi madre, ella te creerá en un segundo, así que lárgate de mí habitación-.
1 golpe en mi rostro bastó para saber que nada iba a cambiar entre nosotros, aunque ya estoy acostumbrado al dolor, a ser simplemente un muñeco al cual maltratan, duele como la mierda sentirlo de parte de un adulto, de tu propio padre, pero yo ya nací en este mundo, y tengo que aceptar lo que se me impuso.
Así es, Izuku Midoriya de vuelta con ese asqueroso demonio, ¿Quién es peor? ¿Kacchan, mi madre o mi padre? ¿Cuál es el monstruo en verdad? ¿Soy yo por el mero hecho de existir?
Quiero esa respuesta, alguien respóndame de una vez por todas si yo soy el problema, ¡Necesito saberlo! ¡No quiero de nuevo la oscuridad! ¡No quiero estas cadenas! ¡No quiero vivir con ese hombre!
Yo solo quiero a mamá, no a la de hora, a la antigua, a la que me quería, a la que sonreía a pesar de que estaba sufriendo por culpa de ese hombre.
"Si no existe candado entonces traeré unas tenazas"
Esa frase, aférrate a esa frase Izuku, algún día seré libre y sabré que es en verdad sonreír, sentir que es ser querido, despertar y alegrarme de seguir vivo.
Quiero creer que podré mejorar, de querer sentir que es la felicidad, y que jamás volveré a caer en ese oscuro pozo.
Observé la pintura y decidí pintar un ángel, pero a diferencia del otro, era una mujer que estaba de perfil observan al de ojos verdosos, ella no sonreía estaba seria, su único ojo visible color caramelo, su vestido blanco estaba rasgado y sucio, sus piernas y brazos sangraban debido al inútil intento de atravesar las espinas de las rosas, pero ésta no se rendía, ya que en una de sus manos sostenía una tijera de podar y en la otra una tenaza.
Por primera vez en estos últimos años pinté a alguien que puede traerle esperanza al ser que sufre, a mi verdadero yo, creo que Uraraka ha entrado demasiado en mi cabeza...
-¡¿Quién anda allí?!- Gritó un hombre.
¿Qué diablos, desde cuándo hay un guardia en esta escuela? No importa, no es momento de pensar, lo importante es huir.
Bajé la escalera a saltos y comencé a correr, mi pierna dolía como la mierda, lo único que deseaba era tirarme al suelo y llorar como un bebé, pero no quiero ir a la cárcel.
Salté el muro de la escuela, y corrí hacia mi casa, solo la noche era la testigo de mis estupideces, pero que importa al final de cuenta es mi forma de sentir que existo.
Ingresé a mi casa, observé el reloj, eran las 03:40 am, maldición se me olvidó que ese hombre volvió a casa, ¿Se habrá dado cuenta? Lo dudo, él no ingresaría a mi habitación...
Subí rápidamente las escaleras y me encerré en mi habitación, todo se veía normal, nada fuera de lugar, excelente, no me descubrió...
-¡Por favor no de nuevo!- Gritó mi madre...
Golpes, gritos, llantos, las fuertes pisadas de las escaleras, la puerta de la casa abriéndose de golpe y cerrándose...
Él no había cambiado en absoluto, de nuevo mi madre volverá a ser condenada al eterno dolor...
Ya quiero que sea lunes y ver a Uraraka, ¿Qué rostro pondrá al ver la pintura?
Ochako Uraraka
28/04/2018
Caminaba por los pasillos cansada por desvelarme por el uso excesivo de mi celular, cuando me topo con una chica que usaba silla de ruedas, iba a pedirle disculpas hasta que me fijé que era Jiro...
-¡Jiro!- Dije impactada al verla en ese estado.
Ella me observó de forma seria y suspiró -Hola Uraraka ¿Cómo has estado?-.
La observé fijamente y dije –Bien, pero ¿Qué te ocurrió?-.
-Tuve un accidente con un vehículo, nada importante- Dijo bajando lo hombros con simpleza.
-¿Nada importante? ¡Obvio que es importante, estás en silla de ruedas!- Exclamé preocupada.
Ella me sonrió y dijo –Gracias preocuparte y ¿Qué tal Midoriya?-.
La observé y apreté mi puños -A él es a quien vengo a visitar-.
Jiro abrió los ojos asustada y dijo –¿Se intentó de matar?-.
Me extrañé ante la pregunta, la cual la dijo más como una afirmación, ¿Cómo lo supo?
-Por la expresión de tu rostro él si lo hizo- Dijo con tristeza.
-Si, se lanzó por su ventana- Dije observando el suelo, -Pero solamente se quebró una pierna, pronto va a salir-.
-Me alegro...- Dijo de forma sincera.
-¿Quieres acompañarme a su habitación?- Le pregunté.
-Creo que mejor que no, estoy segura que se preocupará al verme así, además tengo una visita permanente- Dijo lo último sonrojada.
-Okey ¿Puedo visitarte mañana?- Pregunté con una pequeña sonrisa ante el sonrojo de ésta.
-Claro...- Dijo con una pequeña sonrisa.
Jiro se despidió con la mano y se fue a su habitación, lo único que escuché fue: "¡Jiro ¿Dónde estabas?!" "¡Baja la voz idiota!"
Raro...
Seguí mi camino, esperando ver a ese Izuku que tiene ahora un rostro más calmado, lamentablemente no fue así, él tenía una mirada perdida, tiritaba, y sus ojos estaban llorosos.
Corrí hacia él y lo abracé rápidamente, escuché sus llantos, ¿Qué diablos le había ocurrido?
Pasaron minutos y al fin se había tranquilizado...
-¿Por qué tenía que volver?- Dijo entre sollozos, -Al fin iba a ser feliz, y él regresa a mi asquerosa vida-.
Deshice el abrazo y observé preocupada -¿Quién regresó?-.
-¡Ese demonio!- Dijo agarrándose el cabello y tirándoselo, ante eso le agarré las manos para que parase.
-Midoriya ¡Cálmate!- Exclamé al notar que su respiración se aceleraba.
Midoriya me observó y volvió a llorar, las veces que lloró durante este mes nunca fueron de tal manera, sus ojos jamás reflejaron terror, solamente dolor por vivir, pero miedo y pánico jamás.
-Uraraka, no quiero verlo, no quiero escuchar esos gritos- Dijo asustado, me miraba buscando ayuda.
¿Verlo? ¿Qué persona puede provocar tal clase de terror?
Acerqué mi mano a su mejilla y la acaricié de forma delicada, -¿A quién no deseas ver Midoriya?-
Él me observó fijamente, sus ojos rojos por el llanto reflejaban miedo, su boca estaba abierta, al parecer quería decirlo, pero sus palabras no salían.
-Midoriya, sabes qué puedes decirme lo que sea, soy tu amiga y no te abandonaré- Dije de forma suave y tranquila.
Izuku me abrazó y susurró a duras penas –A mi padre...-
¿Su padre? Nunca mencionó a su padre, a duras penas sé sobre su madre y estoy segura que la vi solamente un par de veces, soy la única que lo visita todos los días...
-Él es un ser cruel, le hará daño a mamá de nuevo y no lo quiero, pero ella se veía tan feliz, hace mucho que no sonreía y ¿Por qué lo ama?- Dijo abrazándome con más fuerza.
-¿Por qué Uraraka? ¿Por qué lo ama? ¿Por qué el ser humano hiere a la gente buena?- Preguntó frustrado mientras tiritaba.
-No lo sé...- Dije en voz baja intentando asimilar las palabras de Izuku, al fin había comprendido, mi amigo sufre violencia doméstica, tiene sentido, una madre que no viene a visitarlo, esa soledad y dolor que siente.
La pregunta de Izuku me es imposible de responderla, ¿Cómo obtener una respuesta ante eso? ¿Por qué son malas? ¿Esa es la respuesta? No lo sé, es muy sencillo decir que son malas, siento que estoy minimizando el problema.
Midoriya se separó y me observó nervioso –Te parezco raro ¿Cierto?-.
-Claro que no- Dije sin titubear, luego continué -¿Quieres hablar sobre todo esto?-.
Me miró fijamente y asintió...
-Por dónde empiezo...- Dijo mirando el techo, -Toda mi vida he sufrido maltratos psicológicos de mi padre, y mi madre llevaba la peor parte de ese hombre, él la golpeaba hasta que ella perdía la conciencia... ella era tan buena, demasiado dulce para haber estado casada con ese tipo...-
Iba a decirle que continuase, pero siguió hablando, esta vez más serio –Ella me regalaba pinturas y lienzos para pintar, me aplaudía por lo que hacía, en cambio él lo destrozaba todo, lo único que quería era tener un héroe para que nos rescatase, para que nos llevase lejos de él... yo adoraba estar en la escuela, significaba estar lejos de casa, lejos de él y sus gritos, creo que lo sabes, Kacchan era mi mejor amigo, además de ser la única persona con quien me sentía a gusto, él era mi confidente, el único que sabía todo, ambos prometimos ir a Yuuei, a los dos nos encantaba pintar, así es, mi agresor número uno era mi rival, me veía como su igual, siempre me levantaba el ánimo, pero cuando teníamos diez de la noche a la mañana él se transformó en mi pesadilla, los insultos llegaron, y mi sufrimiento en la escuela comenzó, ya no tenía refugio alguno, todos los días burlas, gritos de mi padre, llantos de mi madre, olor a alcohol, un ciclo sin fin, todo era amargo, pensaba que no iba a ser libre...-.
Lo miré nerviosa, había sido mi culpa de que todo eso pasase...
-Cuando tenía trece ya odiaba la pintura, Kacchan me ayudó a abrir los ojos, yo no tenía ninguna pizca de talento, así que deseché la idea de pintar, de entrar a Yuuei y por lo que aprecié durante estos cinco años él también...- Soltó un suspiro –Yo, perdí el deseo de vivir cuando ese demonio se fue, porque se llevó lo único que me hacía sentir feliz, mi madre, ella era mi motivación de levantarme y querer respirar, pero ella se convirtió en otro ser, uno que bebe alcohol y me odia, su primer insulto me quebró, además Kacchan comenzó a agredirme físicamente, así fue como llegó el primer corte, la sobredosis, el deseo de subir a la azotea y lanzarme, todo se distorsionó, descubrí que mi existencia no era necesaria, ¿Ha alguien le importa que viviese?, porque claramente no, los maestros solo califican mis exámenes, no sé nada del director, y mis compañeros, ellos me hacen bullying, solo existo para ser la burla de ellos, y lo peor es que mi madre se dedica a insultarme-.
-Midoriya...-
-Ahora él llegó, y quien sabe tal vez está golpeando a mi madre o algo por el estilo... yo, temo que ya no sean gritos e insultos, que ahora sean golpes, ¡No quiero que mi propio padre se dedique a herirme! ¡Sería demasiado!- Dijo mientras tiritaba, -Por favor no le digas a nadie, no quiero que ella me odie más de lo que ya lo hace-.
Lo abracé y comencé a llorar, ¿Por qué un ser inocente debe sufrir a causa de otros? ¡No es justo! ¿Qué diablos sucede en este mundo para que existan seres como ese hombre?
Entonces caí en cuenta que por culpa mía Bakugo lo odia, si no fuese por ese incidente, tal vez seguirían siendo amigos.
-Midoriya lo lamento, si no me hubieses defendi...- No alcancé a terminar ya que me interrumpió.
-Haberte ayudado es lo único de lo que no me arrepiento, y ver que sonríes y no lloras por sentirte mal contigo misma, significa que valió la pena, así que por favor no llores, dame lo que más me alegra desde el día en que te vi...- Me puso su mano en mi mejilla –Tu sonrisa-.
Al decir eso sentí calor en mis mejillas, de seguro me sonrojé, y al parecer Izuku también lo hizo, porque se tapó el rostro.
-Midoriya, prometo que rescataré tu sonrisa- Dije con determinación.
Me observó sorprendido y dijo -¿Sabes qué es imposible que sonría de forma tan alegre?-.
-Querías un héroe, lo siento, pero no sé cumplirá porque será una heroína que no tiene poderes, que para rescatar a los inocentes del mal usa su arma especial, unas enormes tenazas que destruyen a todo villano que se interponga ¿Sabes cómo se llama?- Dije alzando mi puño como si estuviese sosteniendo una tenaza.
-El Ángel de las tenazas- Dijo soltando una especie de risa, creo que la falta de costumbre causó eso.
-¡No te rías! Se supone que debes decir ¡Uraraka Ochako!- Dije con el ceño fruncido, pero luego le sonreí -Aunque me gusta "Ángel de las tenazas", suena ideal para ser el nombre de una heroína, después de todo sin el nombre raro no se es héroe-.
-Claro, el nombre hace al héroe- Dijo alzando el pulgar.
Izuku, sé que un día sonreirás de oreja a oreja y estarás libre de todos eso seres que no te merecen a su alrededor.
08/05/2018
07:30 am
Llegué a la entrada de la escuela y me topé con camarógrafos y una periodista del canal de televisión local, ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Acaso hubo un asesinato?
Me acerqué a un compañero y le pregunté qué ocurría, y simplemente dijo "Volvió a pintar la muralla".
Atravesé el tumulto de compañeros y quedé boquiabierta al apreciar la pintura, ésta era hermosa y triste al poder presenciar como ese ángel sufría, ese ángel de ojos verdes iguales a dos esmeraldas estaba encadenado, luego me fijé en el otro ángel, tenía una tenaza...
Ojos verdes.
Cadenas.
Ángel con tenazas.
Ojos color caramelo.
Es imposible que sea una coincidencia.
Conejo.
Con cuchillo.
Se corta las venas.
Todas las pinturas de Yamikumo provocan tristeza.
Escuché la periodista decir "Aquí estamos presentes ante la última obra del artista Yamikumo, que desde hace dos años ha estado dejando su huella en las paredes de la ciudad, según lo que nos informó el guardia de esta escuela es que quién lo pintó era un joven de baja estatura, para la desgracia de todos, el rostro no lo pudo ver, pero se está sospechando que es un alumno de esta escuela"
"Cuando tenía trece ya odiaba la pintura, Kacchan me ayudó a abrir los ojos, yo no tenía ninguna pizca de talento, así que deseché la idea de pintar, de entrar a Yuuei"
Izuku odia pintar, es imposible que sea él.
"Hace dos años"
El primer corte de Izuku fue aproximadamente hace dos años, además a él le gustan los conejos...
"Querías un héroe, lo siento, pero no sé cumplirá porque será una heroína que no tiene poderes, que para rescatar a los inocentes del mal usa su arma especial, unas enormes tenazas que destruyen a todo villano que se interponga ¿Sabes cómo se llama?"
"El ángel de las tenazas"
No podía creerlo, Izuku es Yamikumo...
Intentando inútilmente no llorar, me sequé el rostro con mi chaleco y susurré –Izuku, juro que cortaré ese rosal y las cadenas...-.
Sentí una mirada, me di la vuelta y vi a un hombre de cabellos rubios y ojos color zafiro y a uno de pelo largo y negro, con una barba desaliñada, ambos me observaban fijamente, lo cual fue absolutamente perturbador.
-¿Te gustó la pintura?- Le preguntó el de cabellos negros al rubio.
-Sí, y ya sé cómo encontrarlo- Le respondió dándose la vuelta y marchándose.
-Al parecer si nos veremos el siguiente año Yamikumo- Dijo con una sonrisa el de cabellos negros.
Okey, eso fue extraño y aterrador, ¿Qué querrán con Izuku? Quiero ir a su casa, pero no sé dónde vive, deberé esperar toda una semana para poder decirle que me engañó, y que es excesivamente humilde.
Ya quiero que sea lunes y ver el rostro de Izuku ¿Qué rostro pondrá cuando le diga que se su secreto?
Continuará...
Nota
Ya quiero que sea lunes y ver el rostro de Izuku ¿Qué rostro pondrá cuando le diga que se su secreto? En el caso de si desaparece este usuario, tendré como respaldo la cuenta xflower-x
Hice esto, ya que que si es que se borra esta cuenta, en ese mismo instante se publicarán los mismos fics que he escrito hasta ahora, pero en esa cuenta no se publicarán las historias y mucho menos contenido nuevo, solo se publicará si sucede lo mencionado anteriormente.
Pd: Todas las historias están respaldadas en la nube, así que las tendré si o si.
🌹🌸🌹
Quiero agradecerles por ser pacientes, y que les dedico este capítulo a todos los lectores recientes y a los que la han seguido desde ese mayo del 2018, que a pesar de que tardo en publicar siguen leyéndola, enserio muchas gracias y feliz año nuevo atrasado.
Que la fuerza los acompañe, se despide Autora-chan 🌹🦄🌟💫
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