Chapter XIII
- Jaque mate -dijo Kaname cerrando cualquier salida que el rey de Shiori pudiese usar.
- Bien jugado -Shiori dio un manotazo al tablero de ajedrez, desparramando las piezas por todo el lugar, subió sobre el escritorio-, ya ha amanecido, jugamos toda la noche.
- ¿Podrías bajarte del escritorio? -preguntó frunciendo los labios y mirando con desaprobación a Shiori.
- Ahora que sé varias cosas, puedo decirte que las... Rido no se dejará cazar fácilmente, trataré de que me dejen entrar a la asociación aunque no podré asegurarte nada... Kaito no me quiere ver ni pintada en oro, pero Zero...
- Haz lo que tengas que hacer...
- ¿Me das la autorización para moverme a gusto? -preguntó tanteando al borde del escritorio, dedicó una mirada socarrona a Kaname antes de saltar al suelo y torcer la mirada al observar como la puerta se abría y por Ichijou- ¡Ichijou, hola! -éste asintió en forma de saludo.
- Kaname, tengo que hablarte sobre algo...
- Cierto... me retiro -Shiori dio varias zancadas hasta la puerta- con permiso.
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Quería hablar con Zero, quería estar con él, quería disculparse. En un comienzo, ellos tenían una relación más de amigos que de novios, durante el baile en la casa de Sora, ya podía notarse un lazo más unido y ahora que ya no estaban juntos, sentía que en verdad lo necesitaba. Su mundo fue siempre él y ella estuvo tan ciega corriendo detrás de Kaname y la maldita obsesión de hundir a Yuuki.
Una vez que terminó su entrevista con el Kuran, bajó rápidamente las escaleras del dormitorio y fue rápidamente hacia el dormitorio del Sol, quiso estar ahí, recordaba todo lo que pasó ahí, por más que fuese tedioso recordaba a todos y cada uno de esos que la sacaron de quicio la hacían extrañar aún más el ser humana. Shiro le había dicho que ella que no la veía como vampira y entonces, ¿por qué en esos mismos momentos era una purasangre?
Trató de entenderse, se miró millones de veces al espejo y lo único que notó fue su palidez excesiva y sus malditos ojos rojos. Caminó lentamente hacia el cuarto de Zero, si no estaba errada, era la última habitación del tercer piso.
Se acercó suavemente a la puerta y apoyó el oído contra ella, un suave ir y venir de aire, era la respiración pausada de Zero, por lo que podía escuchar, aún permanecía dormido. No quiso arriesgarse a recibir un balazo por lo que bajó el picaporte lentamente y empujó suavemente la puerta. Ahí estaba.
Dormía boca abajo y estaba totalmente envuelto en una sábana blanca, era la primera vez que entraba en su cuarto y había mucho que pudiese toquetear, cerró la puerta y se dejó llevar por los varios olores que había; humanos, vampiros, flores y en especial a sangre. Olisqueó el ambiente, bajó la mirada nuevamente y fue hacia donde Zero estaba durmiendo, se sentó enfrentando el rostro dormido del cazador.
Rodeó sus rodillas con los brazos y se quedó a observarlo, sabía que apenas se levantase la mandaría volar de ahí.
Pero quiso más, desenlazó sus manos y se arrodilló a lado de la cama, él ni siquiera se había movido. Apoyó la cabeza sobre la parte del colchón que no estaba ocupada por el cuerpo de Zero y cerró los ojos suavemente.
Él estaba durmiendo pacíficamente, tranquilo pero ¿era feliz así? Quería estar a su lado, soltó un gran suspiro que llamó la atención al que estaba durmiendo hasta ese momento, levantó la cabeza y se giró para ver a la que se encontraba apoyando la cabeza sobre su cama y la vio a ella. Observó su cabello negro que se deslizaba por toda la cama y caía por su espalda, su piel pálida y sus pestañas que ocultaban sus grandes y brillantes ojos grises-azulados, sus labios de colores rojizos más imponentes a causa de la sangre que comenzó a beber, vestida de blanco y llevando guantes en sus delicadas manos.
- Shiori...-murmuró al ver que ésta se removía lentamente sobre el colchón, estiró de sus dos brazos y la alzó sobre el colchón- ¿qué se supone que estás haciendo aquí?
- Quería estar contigo -contestó sin abrir los ojos, se encontraba con mucho sueño y fue tan de repente, ocurrió después de que cerró sus ojos y se dejó llevar por el cansancio.
- No deberías estar aquí -fue lo único que Zero dijo antes de darle la espalda, escuchó otro suspiro proveniente de ella, la hirió con su respuesta tajante.
- Entiendo si me odias, pero... por más que mi anatomía haya cambiado por completo, sigo siendo la misma persona que salía contigo -contestó omitiendo su tristeza por completo.
- No te odio -fue lo que contestó nuevamente, Shiori sintió que perdía en peso de encima-, pero no me pidas que te vea con los mismos ojos que antes.
Shiori desvió la mirada de la nuca de Zero y simplemente se limitó a pensar por unos segundos.
Se decidió y saltó sobre su regazo, colocando sus brazos a ambos lados de su cabeza y aprisionando sus manos.
- No puedes rechazarme así... no soy una mala persona, no he matado a nadie... ¿por qué sigues rechazándome de ésta forma?
Zero desvió la mirada.
- ¡Zero! -musitó tristemente- ¿por qué no me quieres? -no iba a llorar pero sintió como su voz y su alma se quebraban en varios fragmentos.
- Yo no he dicho que no te quiero.
Shiori se dejó caer sobre Zero, fue lo único que pidió escuchar, no había caso seguir con el interrogatorio. Reguló su ritmo cardiaco al punto de que latía igual o menor al de Zero.
- Pruébalo -articuló antes de rendirse.
Rodeó su cuerpo con ambos brazos y apoyó sus labios sobre el cuello de Shiori, ¿tan rápido habían cambiado de roles?
Shiori se removió lentamente y luego preguntó- ¿qué has hecho desde que dejé de ser humana?
- Nada interesante, sólo pensar...
- Zero... tengo hambre.
No lo había mencionado y ni siquiera lo pensó, pero en esos momentos sentía como la sangre de Zero recorría su cuerpo y se esparcía por sus extremidades, tenía un olor agradable que no se sentía de lejos, mucho menos lo sentiría siendo humana, era tibia y eso que ambos eran vampiros. Quería beber sangre.
Se impulsó sobre el pecho de Zero, colocó sus manos sobre su pecho y ambas piernas apoyadas de rodillas a los costados de Zero, sus largos cabellos se deslizaron sobre su espalda y cayeron cubriendo por completo el rostro de ambos, de deslizó suavemente hasta el cuello de él.
- ¿Puedo beber de ti?
- Haz lo que quieras.
Y mucho antes de que pudiese articular algo más, ya estaba prendida el cuello de Zero bebiendo cual sanguijuela. Sintió que varios hilos de sangre se deslizaban por sus labios y cuello al igual que por el cuello de Zero, había dejado ambas manos sobre su nuca.
En todo ese tiempo, Zero permaneció inmóvil.
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En esos quince minutos que estuvo prendida a su cuello sólo podía pensar en sangre, ahora, sólo podía creer que si no tenía a Zero cerca suyo, se volvería loca. Dio varias lamidas a las gotas que corrían por su cuello y luego levantó la mirada para observarlo.
- Gracias.
Soltó un suave suspiro al sentir como una de las manos de Zero se deslizaba por su espalda, en menos de unos segundos estaba sorprendida y es que fue rápido, antes de que pudiese reprimirlo, se encontraba bajo su cuerpo.
- Estás temblando -articuló Zero al ver el rostro sorprendido de Shiori.
- ¿Qué fue eso?
- No lo sé.
Sintió la calidez de los labios de Zero después de varios días, sonrió internamente. Enlazó sus brazos alrededor de su cuello al igual que sus piernas alrededor de su cintura.
No me importa si está mal, pero tampoco me importa si está bien, pensó Shiori dejándose llevar por el momento, abrazó con fuerza el cuello de Zero.
- No me importa si eres una purasangre o seas humana, nunca más dejaré ir a alguien que yo ame -murmuró Zero.
Echó la cabeza para atrás cuando sintió que él también bebería su sangra ésta vez, podría beber cuanto quisiese porque ella no desfallecería tan fácilmente. Separó los labios suavemente para que el aire entrase con más facilidad a sus pulmones, sintió como su cuerpo iba a mil con cada sorbo de Zero, respiraba irregularmente.
- Ze-Zero...-ya no estaba bebiendo su sangre, daba pequeños besos a su cuello, sacándole varios suspiros ruidosos, ¿cómo fue que se habían pasado de los límites?
- Shio...
Ambos se detuvieron al escuchar el sonido de la puerta golpearse fuertemente, lo único que Shiori pudo distinguir fueron largos cabellos castaños.
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Varios vidrios se quebraron, Sora saltó antes de que uno le alcanzase, lo mismo hicieron Aidou e Ichijou, no sólo un ventanal. La sala de estar había quedado tapizada con grandes trozos de vidrios.
- ¿Qué demonios fue eso? -preguntó Aidou sobándose la cabeza.
- Fue causado por un purasangre, son los únicos que tiene telequinesia -respondió Ichijou tomando un trozo de vidrio y girándose hacia Sora.
- Fue ella -señaló hacia la puerta que se abría dándole paso a una Kuran molesta y con los labios apretados fuertemente, los puños cerrados y el ceño fruncido.
- Yuuki-sama -dijeron Aidou e Ichijou.
Ella hizo caso omiso a los vampiros y subió las escaleras, en verdad estaba molesta. A medida que subía las espaleras, más cosas se partían o se astillaban, inclusive, media barandilla de la escalera se resquebrajó cayendo sobre toda la sala.
- ¡Rayos! -Rizu saltó hacia donde se encontraban los tres vampiros.
- Tengo curiosidad por saber qué está sucediendo aquí... -era el mellizo mayor el que se encontraba entrando en esos momentos, Shiro cargaba una maleta e iba con un traje puesto.
- Shiro-sama -tanto Rizu como Sora bajaron la cabeza en señal de respeto hacia su amo.
- Tengo trabajo para Rizu...-murmuró- mi hermanito te quiere en Moscú con él, espero que se diviertan mucho. Sora, mi padre quieres que vigiles de cerca a Shiori, no queremos que se vuelva extremadamente salvaje.
- Bien...
- Y ya que saben todo lo que tienen que saber, diviértanse.
Shiro iba a desaparecer de ahí hasta que...
- Natsuri Shiro...-Kaname se asomó. La mayoría de los presentes se quedaron boquiabiertos cuando trajo en sus brazos al cuerpo dormido de Yuuki, la había tranquilizado.
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- Yuuki -Zero aún seguía tendido en la cama con la mirada hacia el cielo raso, Shiori se limitó a observarle desde su lugar, estaba deprimido. Notó la cruda verdad, él no sabía a quién elegir.
- ¿Quieres que te deje sólo? -preguntó levantándose de la cama- Te dejaré pensar con claridad.
Zero bajó la mirada lentamente hasta llegar a Shiori.
- ¿Tienes algún don fuera de lo común? -articuló mirando los orbes grises-azulados, Shiori asintió- ¿qué puedes hacer?
Shiori volvió a subirse a la cama y sentarse enfrente suyo, tomó sus manos entre las suyas.
- Puedo ver cosas que tus ojos no ven... puedo usarte de espejo -para explicarse mejor, cerró un momento los ojos-. Tú estás mirando hacia la ventana, observas los árboles del bosque pero no puedes ver que el aura de la vida que los rodea.
- No entiendo...
- Tengo la capacidad de dominar los ojos de otros, puedo usarlos y puedo leer sus almas... puedo ver lo que sientes con tan sólo mirar tus ojos.
- Entonces... entiendes lo que está sucediendo...
- No puedo leer la mente pero puedo entenderla, no sé que sientes exactamente pero entiendo que tú sientes algo por mí y por Yuuki, no te estoy observando pero sé que me estás mirando con tristeza, estoy poseyendo tus ojos y los estoy usando como si fuesen míos.
- Increíble -comentó Zero sonriendo.
- Puedo poseer algo que tenga ojos y les sirva pero el costo ha sido muy alto...
Zero enarcó una ceja.
- No puedo ver por mi cuenta -respondió tristemente-, he dejado de ver con mis propios ojos.
- ¿¡Qué!? -exclamó Zero, entonces, apoyó ambas manos sobre las mejillas de Shiori- ¿en serio no puedes ver?
- Sucedió ayer en la noche, estaba hablando con Kaname y derepente, perdí la capacidad de ver por mí misma, Kaname me dio la mano y pude volver a ver desde otra perspectiva, desde sus ojos, me he estado guiando por los olores y sonidos, fue la única forma que tuve para llegar hasta aquí... mis sentidos se afilaron pero a un gran costo, perder mi visión.
- Has estado guiándote por medio de otras personas, ¿verdad?
- Así es... pero he descubierto que puedo usar tus ojos y transferirlos a mi punto de vista por unos segundos, y para mi gran alivio... tú puedes ver sin problemas pero, cada vez que lo hago, me da más hambre y me saca energías. Creo que sólo podré vivir observando a través de los ojos de otros.
Zero rodeó con sus brazos a Shiori, no sabía que era vivir para siempre en la oscuridad pero, pudo entender cuanto era el dolor que en esos momentos podría estar sintiendo por quedar ciega de por vida.
- No será un problema -comentó sonriendo-, sólo he dejado de ver. Tengo otra habilidad...
Él bajó la mirada y preguntó- Dime.
- Puedo quebrar la mente...
- Quebrar... puedes causar una muerte cerebral.
- Sólo necesito conocer al individuo lo suficiente para saber lo que lo aflige y hacer pedazos a su mente... matándolo en el acto. Sin vida no hay mente y sin mente no hay vida, es correlación mutua dependiente, sin uno de los dos, el ser no existe.
- ¿Me conoces lo suficiente? -susurró Zero.
- Te conozco pero aún así, desconozco la razón exacta de tu afligimiento...
Zero iba a responder cuando escuchó un golpeteo.
- Zero -dijo Yagari-, si tu novia vampiro está contigo, dile que Cross quiere hablar con ella y que traiga su trasero hasta allá (eso ya lo digo yo) -exigió desde la puerta.
Ambos callaron y se miraron mutuamente. Shiori se levantó de la cama y Zero hizo lo mismo siguiéndola, se cambió el pijama y se colocó el uniforme negro característico de los alumnos del turno diurno.
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Mientras que Kaname y Shiro hablaban, un silencio sepulcral inundaba todo el dormitorio de la Luna, la mayoría se quedó a recoger los trozos de vidrio, madera y metal que fueron astillados por obra de Yuuki. Sora se detuvo y miró hacia la ventana inexistente. Bajó la escoba que tenía en manos y se colocó bien la bata, Ichijou no pasó por alto aquel acto. Decidió seguirla, pudo notar que se dirigía a su habitación, cuando escuchó como se cerraba suavemente la puerta, se dirigió rápidamente hacia donde ella estaba y golpeó lentamente.
- ¿Qué sucede? -preguntó tras la puerta.
- Es lo que yo quería preguntarte.
- Entra -concedió Sora sacándole el pestillo a la puerta de su habitación.
- Sora...
- ¿Sabes cuál es mi capacidad como aristócrata?
- No...
- Es porque no tengo una en general, puedo aprovecharme de la capacidad de cualquier vampiro que haya tocado... anoche Shiro bebió de mi sangre -sintió como Ichijou fruncía los labios-, yo toqué sus manos antes de ir junto a Shiori y me traspasó su capacidad del ver el futuro de forme subjetiva... ¿quieres saber lo que he estoy viendo ahora mismo?
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