Iba a salir del dormitorio de la Luna cuando es detenida nuevamente por alguien, ahora era Rizu.

- Quería decirte que... tengas cuidado a partir de ahora.

- Lo sé.

- Yuuki está furiosa, no te va a perdonar tan fácil y si es necesario, hasta tratará de someterte con la única intención de que te alejes de Zero. Ten mucho cuidado, Shiori.

- Desconozco las razones de su furia pero, bien -respondió antes de abandonar el dormitorio rápidamente e ir a la academia.

Si no se apuraba llegaría tarde a clases, cosa que no era buena viniendo de una prefecta como ella, supuestamente tenía que ser el ejemplo, apuró el paso y fue hasta el pasillo que la conduciría más rápido al salón de clases, subió las escaleras y fue corriendo hasta su respectiva aula. Bajó el picaporte y abrió la puerta, había llegado a hora, aún no estaba el maestro, para su buena suerte.

- Llegas tarde -maldita sea pensó, ese era el día en el cual las personas tenían que sorprenderla, se volteó para encontrarse con Yagari.

- ¿En serio? Mi error...

- Entra rápido y deja de hacerte la desentendida, que nadie te cree.

- Yo no me hice de la desentendida -replicó ofendida.

- ¡Que entres!

Fulminó a Yagari con la mirada y entró rápidamente, se coló entre las filas y se sentó en su asiento, ya se las cobraría de una manera u otra.

Cuando comenzó la clase, le fue más difícil de atender de lo que creía, le ardía el cuello, pasó la mano por la venda que cubría aquella mordida y sólo logró empeorar aún más. Tocó nuevamente para verificar si se había producido un sangrado o algo por el estilo.

- Disculpe Yagari-sensei -escuchó varios gritos sofocados-, el director quiere hablar con Shiori -sólo podía ser Kaname.

- Ghh... Shiori, el director quiere hablar contigo, si puedes hacer el gran favor de ir -comentó sarcástico.

- Ya voy -se levantó de su asiento y bajó pesadamente, le dolía la cabeza, aquel maldito vampiro de seguro la dejó menos de un litro de sangre. Quería tenerlo cerca para sacarle los ojos y destriparlo de lenta y dolorosamente, salió del aula, asesinaría a todo aquel que tuviese relación con ese vampiro, lo juraba por todo lo bueno. Iba a caer cuando Kaname la sostuvo antes de que tocase suelo.

- Cuidado -cargó un brazo sobre su cuello e hizo que se apoyara por él-, no debiste haber venido hoy, aún sigues en débil.

Shiori dijo secamente- Mi padre vendrá hoy, si sabe que pasé más de veinticuatro horas en el dormitorio de la Luna le daría un infarto.

- Ya veo, me crucé con él antes de salir -respondió-, te recomiendo que descanses.

- Tengo cosas que hacer... no puedo faltar así como así... Zero tampoco está... ¿qué...? Kaname-senpai...-calló al sentir la mano del Kuran sobre la mordida del vampiro.

- Es grave...-recostó a Shiori contra la pared y sacó el vendaje de su cuello.

- Kan...-tapó su boca con la mano.

- No hagas ruido... no te dolerá.

Trató de escaparse pero sólo terminó más inmóvil que al comienzo, observó con miedo al ver como Kaname acercaba sus labios a su cuello, trató de replicar algo pero no podía porque la mano de Kaname la apretaba con fuerza. Sintió su corazón a mil y su rostro arder en carmín, se estaba sonrojando, quería morirse en ese mismo lugar.

- Listo -Kaname se alejó- ¿te sientes bien?

Shiori seguía estática en su lugar, tenía las pupilas contraídas y el corazón aún latiendo rápidamente, tragó saliva y luego se relajó. Levantó su mano y la pasó por su cuello, estaba curado.

- ¿Qué...? ¿Por qué? -preguntó.

Kaname pasó una mano por su mejilla y dijo- No podrás mentir a tu padre si es que sólo niegas haber estado en el dormitorio de la Luna y vienes con una venda en el cuello y además, no lo hice por ti... tenía que compensarte por lo que te ha hecho mi hermana. Ten cuidado.

Diciendo eso último, dejó a Shiori aún con un sabor amargo en la boca, en verdad le había dolido lo que dijo. Después seguiría pensando en eso, ahora tenía que ir y hablar con su padre, y quién sabe qué cosa habrá de decirle, sólo esperaba que no viniese pera llevársela consigo.

Llegó a la oficina de Cross y tocó la puerta.

- Adelante -dijo Kaien.

- Con permiso -dijo Shiori entrando lentamente-, director... padre, ¿en qué puedo servirles?

- He venido a visitar a mi hija, nada más, nada menos -respondió Hideroshi poniéndose de pie y acercándose a Shiori-, ha un mes y tres semanas desde que te has ido, la casa se ha quedado muy silenciosa desde entonces.

- También me alegra verte... papá.

- ¿Has visto Hideroshi? Tu hija se encuentra bien, tiene buenas calificaciones y se lleva muy bien con los alumnos.

- Soy prefecta -dijo orgullosa.

- ¿Tienes que lidiar con aquellos también? -preguntó secamente.

- Papá... deberías conocerlos mejor para hablar de ellos, los que están aquí son muy buenos y educados.

- ¿Qué estoy oyendo? ¿Los estás defendiendo? Shiori...

- Shiori-kun es una muy buena chica, Hideroshi, deberás saber que mantiene el orden en el lugar junto a Kiryuu Zero. Está bien -defendió Cross.

- Como sea -dijo ofuscado-, tengo que retirarme nuevamente, disculpen mi efímera visita pero el deber llama.

- Fue un gusto haber vuelto a hablar contigo papá.

- Digo lo mismo, Shiori... tu hermana me dijo que te de esto -sacó de sus bolsillos un dibujo- eres tú.

Shiori acarició el dibujo y lo volvió a doblar, lo guardó en uno de sus bolsillos.

- Suerte, papá -dijo y abrazó a Hideroshi- te veré en las vacaciones.

- Nos veremos...

Soltó a Shiori, fue hasta el escritorio de Cross- Cuida de ella, Kaien Cross.

- Lo haré.

Se pasaron la mano, Hideroshi dio una última sonrisa dedicada a su hija y salió de la oficina, él sabía que podría ser la última vez que lo haría.

- Tu padre te quiere mucho, Shiori-kun, y tú a él -dijo- si mi Zero fuese así de cariñoso conmigo.

- Descuide tío Cross, algún día lo será... ¿hay algo que necesite?

- Si, en verdad sí -Cross bajó la cabeza y alzó un sobre del suelo-, ¿podrías llevar éste sobre a Shinichi? Se lo mandaron de la Sociedad de Vampiros, olvidé de dárselo a Kaname, ¿podrías llevárselo?

El primer contacto con Shinichi después de años, con gusto se lo llevaría.

- Claro... sabe de qué...

- No tengo ni la menor idea del contenido del sobre...

- Ya veo -dijo Shiori y tomó el sobre-, se lo llevaré. Con permiso.

-:- -:- -:- -:- -:-

Estaba cruzando la puerta que la llevaría al dormitorio de los vampiros, todo seguía tan oscuro como lo había encontrado en la mañana, de seguro se encontraban todos durmiendo. No sabía cuál era el cuarto de Shinichi y no quería buscarlo cuarto en cuarto, sería muy tedioso y a la vez, vergonzoso.

En momentos como ese, deseaba tener cerca de algún vampiro, al menos podría preguntar por su localización.

- ¿Buscas a alguien? -volteó y se encontró con Sora- ¡Hola! Has vuelto muy pronto, ¿te duele algo? ¿te sientes bien?

- No es eso, Sora... es... -sacó el sobre del bolsillo- llegó una carta para él, ¿podrías decirme dónde es su habitación?

- Pasillo izquierdo, cuarta habitación a la derecha y si no está ahí, debería estar en la biblioteca -respondió.

- Gracias...

- No hay de qué.

Shiori subió las escaleras rápidamente y se dirigió al pasillo izquierdo, siguió todas las indicaciones de Sora y tocó suavemente la puerta, nadie respondía., tocó una vez más y obtuvo el mismo resultado.

- Voy a entrar -dijo y giró el picaporte lentamente, empujó la puerta y entró, buscó con la vista la cama-, ahí estás -dijo al ver el cabello blanco sobresalir de entre las sábanas rojo escarlata. Se acercó lentamente y observó como dormía, parecía un niño.

Tenía el torso descubierto y se encontraba boca abajo, también parecía cansado, se sentó al borde de la cama y lo observó por varios minutos. No iba a despertarlo, dejó el sobre en la mesita de luz y abandonó la habitación, sería mejor dejarlo descansar. Volvió a girar el picaporte, ésta vez estiró la puerta y salió por ella.

- Parece un bebé, ¿verdad?

- Shiro...-sama -dijo Shiori sobresaltándose,

- Descuida, no te comeré -dijo divertido- ¿qué hacía en el cuarto de Shinichi?

- Yo le dejé una carta que llegó de la Sociedad de vampiros, creí que sería mejor no despertarlo... ¿puedo pedirte un favor?

- Claro -respondió.

- Avísale que le he dejado la carta sobre la mesita de luz, te lo agradecería.

- Bien -vio los ojos de Shiro, los estudió con determinación, estaban llenos de nostalgia... ¿podría ser acaso por culpa de ella? Shiro se acercó lentamente hacia ella- no me recuerdas, ¿verdad?

Se paralizó al escuchar eso de los labios de Shiro, ¿estaba tan dolido como Shinichi? Si su rostro demostraba sorpresa no era por el dato sino por el hecho de que, Shiro también la extrañaba.

- ¿D-De qué hablas, Shiro-sa...?

- No me digas así...-gruñó molesto, empujó a Shiori contra la pared y puso ambos brazos a los costados de su cabeza- no me recuerdas, ¿cómo has podido olvidar? Ni siquiera usamos magia contigo, ¿cómo lo hiciste?

- Shiro...-había sido que, Shiro se encontraba más dolido que Shinichi- ¿de qué estás hablando?

- ¿Qué está sucediendo...? -en ese momento Ichijou, Aidou y Akatsuki se encontraban cruzando el pasillo, tanto Shiro como Shiori voltearon el rostro para encontrarse con los recién llegados.

Los tres se llevaron una gran sorpresa al ver la similitud entre ambos, tenían un gran parecido y sus ojos grises, exactamente iguales, los delataban por completo.

- No puede ser...-pronunció Aidou.

Shiori volteó el rostro para encontrarse con la mirada de Shiro, los habían descubierto.

- No entiendo -fue lo que Shiori dijo en defensa propia-. Con permiso -escapó de Shiro, se cruzó con el trío de vampiros y bajó las escaleras.

No salió del dormitorio, esa chica se interponía en su camino.

- ¿Adónde vas tan apresurada Shiori? ¿No te quedarás con nosotros? El sábado fue una noche agradable -dijo sin descaro.

- Yuuki, ¡sal ahora mismo de la puerta!

- Oblígame -retó agresiva-, ¿no te has preguntado qué fue lo que traté de decirte el sábado a la noche?

Shiori se paralizó, ¿cómo Yuuki se había enterado de lo que era realmente?

- ¡No quiero escucharte! -gritó molesta.

- Yuuki detente -fue Shinichi el que intervino-. No lo hagas.

- ¿Y tú cómo no has podido decirle?

- ¡Ya basta! -Shiori sacó el mango de su sable y lo desplegó- ¡Sal ahora mismo de la puerta! -mantuvo la punta del sable a tan sólo unos centímetros de su cuello.

- Y sé que tú te mueres de curiosidad por saber que es lo que voy a decirte...-admitió socarrona.

Iba a clavar el sable en su cuello cuando una mano firme la detiene, gira el rostro y es Kaname el que la detiene.

- No te ensucies las manos, después vendrán por ti.

- ¿Quieres escucharlo? -preguntó Yuuki, si Shiori no decía que sí... se auto delataría, hizo lo último que hubiese querido hacer; dijo sí- ¿vieron? Ella quiere saber...

- Yuuki...

- ¿Sabías que tu mami y papi no son realmente tus padres? -Shiori hizo como si se sorprendiese- Te preguntarás entonces, ¿quiénes son tus padres biológicos?

Shiori levantó la vista hasta donde Shiro y Shinichi observaban paralizados, desconocía la razón de su parálisis pero aún así, bajó la vista rápidamente.

- Aquellos que engendraron a los mellizos Natsuri... Akira y Yusei Natsuri -sentenció finalmente, dejando atónitos a todos los presentes (la mayoría del dormitorio había despertado a causa de los gritos-... así que... tú eres una vampira purasangre como yo -concluyó triunfal- estamos al mismo nivel, Shiori.

- Tú... jamás estarás a mi nivel -agregó furiosa-. Yo puedo ser una asesina, pero tú... eres peor que basura.

Yuuki abrió los ojos como platos y mostró los dientes.

- Es momento de que estemos al mismo nivel...

- No lo creo...-Shiori deslizó la mano que empuñaba el sable y la hundió en el hombro de Yuuki, ésta cayó de rodillas cubriéndose el hombro- si he de convertirme en vampiro, lo haré pero mientra pueda evitarlo, seguiré siendo humana y seguiré matando vampiros y aún así después de volverme en lo que soy realmente, seguiré casando vampiros y juro por todo lo bueno que si me corresponde casarte a ti, no dudaré ni un segundo en matarte, Yuuki Kuran.

Abrió la puerta y abandonó el dormitorio de la luna. De hoy en más, tendría que luchar con más fuerza.