Título: Un regalo innecesario
Anime: pokemon
Personajes:Sceptile, Bulbasaur, Bayleef, Torterra, Snivy, Leavanny
Shipps: ninguno
Cantidad de palabras: 747 palabras sin incluir este apartado. (Me pase pero es mejor que nada)
Advertencia:ninguna

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—debe de estar por aquí— decía un peculiar ser pequeño de color verde azulado y un bulto en forma de capullo en espalda mientras inspeccionaba el área boscosa-nevada en la que el y sus compañeros se encontraban.

—no se rindan, escuche decir a el profesor que es la mejor para la ocasión— dijo otro ser pequeño de color verde y blanco cuya figura se asemejaba a una serpiente mientras ayudaba al pokemon verde azulado.

—debiste quedarte a escuchar donde encontrarla— dijo un Pokémon de apariencia similar a una mantis mientras revolvía unos arbustos.

—iba a hacerlo, pero bayleef estaba cerca y escucho lo mismo que yo y me tomo con sus látigos para luego correr a buscar la flor— dijo con ira contenida el pokemon que se asemejaba a una serpiente dirigiendo la mirada a un Pokémon cuadrúpedo de color verde amarillento de largo cuello el cual tenía una hoja sobresaliendo de su cabeza.

—me emocione. No puedes culparme snivy estoy emociona por ver a Ash y la flor que mencionó el profesor Oak es perfecta para demostrar la alegría que siento de que el vuelva— dijo soñadora bayleef mientras se imaginaba lo que su entrenador diría cuando viera las flores, si es que las encontraban claro.

—querrás decir "la alegría que SENTIMOS" en plural— dijo molesto un ser de Gran tamaño que se asemejaba a una tortuga la cual en su caparazón parecía tener un bosque —porque tenemos que ser nosotros los que te ayudemos a encontrar esa flor?— se quejó torterra.

—porque somos Pokémon de tipo planta, es nuestro deber ser capases de encontrar esa flor— dijo leavanny —aunque yo soy tipo bicho también así que tal vez debería irme— medito en tono de voz baja. Todos los demás pokemon empezaron a considerar rendirse y volver a el laboratorio.

—NO!, tenemos que hacer esto nosotros. Si no lo hacemos nadie más lo ara— decía bayleef, mientras recordaba como cada Pokémon ayudaba en algo para la bienvenida de su entrenador. Los tipo fuego y Bicho colaboraban para cocinar ya sea con el fuego o recogiendo ingredientes, los tipo agua ayudaban a glaile a hacer esculturas de hielo para decorar el jardín, y todos los demás ayudaban a decorar con guirnaldas los árboles bajo la supervisión de los Pokémon tipo volador. —todos hacen algo especial para Ash, no quieren hacer algo special también?— decía bayleef con ojos llorosos a modo de suplica.

Todos sus acompañantes suspiraron, conocían lo terca que era bayleef y no se rendiría. Lo mejor era ayudar para acabar rápido.

—saben que es lo más gracioso de verlos buscar una ridícula flor— dijo un Pokémon que estaba recostado en la rama de un árbol, de color completamente verde y cuya cola se asemejaba a un árbol el cual — que ninguno de ustedes sabe el nombre de esa flor ni el como se ve, más aya de el echo de que es roja. Y tampoco saben lo que significa— concluyó Sceptile de una manera burlona.

—y que?!— le gritó bayleef —al menos nosotros si queremos darle un regalo special a Ash, deberías de ayudar! Estoy segura de que tú si conoces esa flor y sabes donde se encuera señor "conozco el bosque como la palma de mi mano"— dijo bayleef molesta.

—sabes lo que esa flor simboliza— empezó a decir Sceptile, sorprendentemente calmado— se llama nochebuena y es un símbolo muy valioso en realidad, representando la nueva vida a pesar de haber tanta oscuridad. Entiendo porque el profesor Oak dijo que era la mejor para celebrad la victoria de Ash en alola, el como el perseveró y siguió adelanta aún después de tantas derrotas— Sceptile hizo una breve pausa mientras bajaba de el árbol y le mostraba a los demás un pequeño ramo de unas bellas flores rojas —pero Ash no necesita de una flor para recordar eso, las cosas no necesitan tener un mayor significado— Sceptile desarmó el ramo y le dio una flor a cada uno de los pokemon que tenía enfrente —estoy seguro que Ash será más feliz si solo estamos presentes para celebrar su victoria, pero en fin que se yo, a qui están sus flores ya podemos irnos y estar en la fiesta de nuestro entrenador— concluyo Sceptile mientras empezaba a caminar en dirección al laboratorio seguido por los demás pokemon los cuales estaban feliz de poder ver a su entrenador de nuevo y poder darle un regalo, innecesario tal vez, pero un regalo que se da de corazón.