19

Grace:

—No me mientas, papá.—Le exijo.

—No estoy mintiendo, hija.—Asegura el.—No ha venido nadie ha causar problemas.

Arqueo una ceja.

—¿Y debo pensar que olvidaron la deuda?

Papá duda.

—¡Papá!

—Es que no...

—¿No qué?

—No puedo dec..

—Sera mejor que hables, papá.—Le exijo y lo que me dice, me deja perpleja.



(***)



—¿Cómo estuvo tu fin de semana?

Sonrio al escuchar a Lia, mientras termino de colocarme el uniforme al igual que ella.—Yo debería preguntar eso, dijiste que no te daban permiso hace tiempo.

Ella suspira.—Fue un buen día.

Le sonrio y por ultimo me sujeto el cabello.

—Iras directo a ver al príncipe, supongo.

—Es mi trabajo.

Y debo hablar con el cuanto antes.

—Estuvo preguntando por ti.

Pongo mis ojos en ella, Lia sonríe.

—¿Vas a decirme algo?

La cara se me enrojece.

—No pasa nada.

—Claro y no me dirás porque parece que siente mucha fascinación por ti, si tan solo hubieras visto la cara de preocupado porque no te encontraba.

Mi corazón da un salto.—¿Qué cara puso?

Enarca una ceja.

—Yo me tengo que ir...—Anuncio y las campanas que llaman al servicio empiezan a sonar.

—¡Vas a decirme!—Escucho que grita y me rio.



(***)



Voy al salón principal después de dirigirme a la habitación del príncipe, camino hacia el salón y finalmente al  jardín, y no cabo en cuenta de que voy a decirle cuando lo tenga frente a mi , cuando la ultima vez en la que nos vimos compartíamos una cama.

Sin embargo eso cambia cuando lo veo y recuerdo lo natural que me sale hablar con el cuando lo veo, doblo el jardín con una sonrisa y...

—¿Ahora paseas solo en el jardín? Eso es tan nuevo para el princi...

Me detengo cuando la imagen de la dama, que me observa y lo acompaña me sorprende, mi boca queda abierta y miro al príncipe con total asombro, la mujer a su lado es bastante bella, de cabello castaño y de piel blanca, hermosa figura que resalta en su vestido rosa y que ilumina todo el jardin con su presencia.

Enseguida hago una reverencia.—Lo siento, su majestad.—Cierro los ojos y vuelvo a mi lugar.—Dama.

Observo a Gael, pasar la saliva.—Grace, déjame presentarte a la princesa de Damaria, Elina.

Princesa...

La princesa luce confundida y pone los ojos en Gael en silencio.

—Princesa...

Ella asiente y lo mira a el.—¿Seguimos con el paseo?

El príncipe asiente y ambos pasan cerca de mi, estoy lista para marcharme, pero el príncipe me detiene aunque los ojos de la dama se ponga sobre nosotros.

—Te veo más tarde, en el estudio.

Me doy cuenta de su agarre en mi muñeca y me la quito despacio, sin que la princesa sospeche.

—Me retiro.—Menciono y salgo de ahi, doblando uno de los muros del jardín, respiro profundo y me quedo unos minutos en silencio antes de irme.




Gael:

—Es usted un príncipe muy respetuoso, su alteza.—Menciona la princesa de Damaria, aunque mis pensamientos están en la mujer que camina pasos detrás de mi, alejándose.

Ella sonríe.

—Ahora comprendo porque el reino de Arcaría es uno tan prospero y equilibrado.—Halaga.—Si soy príncipe trata muy bien a la servidumbre, eso dice mucho.

—Debe haber respeto para todos, es asi como se construye un reino.

—Tal vez el mío debe aprender mucho del suyo.—Continua.—Seria muy halagador conocer Arcaria de mano del propio príncipe.

La observo en silencio.

—Lamento lo que ocurre en Damaria, princesa.

Su sonrisa se le borra.

—Yo también, aunque no es un tema que me agrade mucho dialogar, creo que con usted me siento cómoda de hacerlo.—Su sonrisa se mantiene.—Quiero preguntarle si le molesta si sigo visitando Arcaría.

—Princesa, es bienvenida, aunque lo correcto seria que yo la visitara a usted y no como se esta aconteciendo.

—Viejas tradiciones.—Respira profundo.—Con el estado actual de mi reino, quiero evitarle un disgusto.

—Eso no podría ser posible, le guardo respeto a cada reino.

—Insisto.

Termino aceptando.

—Como ya lo dije es bienvenida, princesa.



(***)



Después de acompañar a la princesa a su carruaje, ingreso al palacio, voy directo al estudio y no debo buscar demasiado, porque la encuentro ahi.

—Grace...—Mi pecho sube y baja.—Tenemos que...

—Supe lo que hiciste con mi padre.

Mis ojos se abren.

—Gael...yo..—Hace una pausa.—No tenias que pagarle a esos hombres .. ¿Eso fuiste a hacer cuando visitaste el reino?

—Estaba de paso y si.—Trago saliva.—¿Estas molesta?

—No se ni como sentirme.—Se detiene.—Pero pagare cada centavo, es una promesa.

—No hice ese pago para recibirlo de ti.

Me observa en silencio, intento acercarme, pero las criadas aparecen y guardamos distancia.

Quiero un momento a solas contigo.—Hablo bajo y no vuelve a hablar hasta que ellas se retiran.

La tomo del brazo cuando intenta marcharse.

—Gael.—Observa nerviosa a ambos lados y la suelto.

Tomo un respiro.—Quiero comunicarte que no me agrado despertar solo.—Sonrio despacio.—A partir de ahora... quiero abrir los ojos y que estés ahi.

—Príncipe

—Y esta noche... estoy deseando que llegue ya.—Hablo bajo acercándome y los ojos se le cierran.

—Gael...

Quiero besarla y ella se aparta, camina hacia al frente dándome la espalda.

—¿Qué pasa?

—No puedo repetir lo de la otra noche.

Arqueo una ceja.

—¿Qué  estas diciendo?

—Lo que intento decir es que fue ... algo de una noche, no podem..

—¿Qué?

No me creo lo que escucho y su lenguaje corporal no ayuda.

—Si esto es por la dama...

—Princesa.—Me corrige.—Es una princesa y tu el príncipe de Arcaría.

—Grace...

—Y no me hizo falta escuchar al rey hablar con su hermana, aunque igual se dio asi.—Continua.—Pero es asi como tiene que ser el camino que el futuro rey debe elegir.

—Estas sacando conclusiones a los que ni yo he llegado.

—Estoy adelantando algo que es cierto.—Menciona y luego insiste.— ¿Por que es cierto, no?

Guardo silencio, dándole la razón.

—El rey de Arcaría necesita una esposa y hay una princesa aqui.

—¡No la estoy cortejando y su visita es solo...!—Paro al ver su rostro.—No hagas esto, Grace, no lo hagas cuando no he... no me importa lo que diga mi padre...el rey..

—El rey, un rey ama a su pueblo...—Continua.—Un rey le da lo mejor a su pueblo, no cambies eso solo por una noche conmigo. 

Sus palabras me enfadan.

—¿Una noche? ¿Eso piensas de mi?—Me molesto.—Lamento cambiar tu imagen sobre mi, pero no voy por la vida acostándome con toda mujer que me cruce.

Ella guarda silencio.

—Cuando te dije que me gustabas, cuando te profese lo loco que me volvías te decía mis verdaderos sentimientos por ti...

—Basta.

—Cuando estuve contigo hace dos noches fui simplemente yo y mis sentimientos, Grace.

—Soy una criada.

El silencio en la habitación se expande, ella vuelve a asegurarse que no hay nadie cerca.

—Ambos sabemos como terminara esto si continuo haciendo esto contigo y que es mejor parar ahora que podemos hacerlo...

—¿Crees que puedo parar? —Me acerco a ella.—¿Te crees capaz de parar si ahora mismo nos ven mientras te beso?

Ella vuelve a mirar a ambos lados y me enfado.

—Si crees que me importan los títulos y que me vean contigo, estas equivocada. Si crees que fuiste un juguete para mi también lo estas...

—Se que no lo soy...—Sus manos se detienen sobre mi, parándome.—Y también se que eres el rey que merece Arcaría, se que tus sentimientos te impedirían dañarme y se que por más que te dañe ver a tu pueblo caer si me eliges, no serás capaz de terminar lo  que podríamos llegar a tener por no lastimarme. Porque eres un hombre que afronta sus elecciones... y por eso quiero quitarte ese peso.

—Grace, por favor, no lo hagas.

Sonríe triste.—Mientras te esperaba ya me he imaginado muchas veces como seria si seguimos este camino.. y  quiero pararlo antes de que esto se vuelva algo difícil de soltar para mi.

 —¿Es fácil para ti soltarme ahora?

Ella niega.—No lo es.

Trago aguantándome el dolor y retrocedo.

—Solo es menos difícil. Tu serás un gran rey... 

—¿Crees tu que un rey infeliz será el mejor rey para Arcaría, Grace? —Mi pregunta la deja perpleja.—Mejor dime que quien se divirtió aqui fuiste tu, es más creíble que tu miedo porque Arcaría se derrumbe.

Sus ojos se llenan de lagrimas y asi la dejo antes de retirarme.

¿Un mejor rey?

Mis dudas no vienen contigo, Grace, porque siempre han existido.

Siempre he tenido dudas de que si gobernar es el camino que deseo seguir...

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