Capítulo Dieciséis
–Oye Micaela, ¿Realmente crees que ese chico venga?, no lo veía muy convencido –aclara Yessenia comiendo su pedazo de pastel.
–La verdad, no lo sé –responde tocándose el estomago– ¿Me pasas un pedazo de pastel?, ya me dio hambre verlos comer.
–Levántate de vez en cuando, floja –con cuchillo en mano, Yessenia empieza a cortar un pedazo de aquel gran pastel– Toma, ¿quieres una cuchara? –pregunta acercándose a su amiga.
–Siéntate bien si vas comer –le responde su amigo.
–No, así nomas –bajando los pies de la carpeta, coge el pastel que le entrega su amiga– Solo somos los cuatro, así que no es necesario ser tan formales, Flavio.
–Aun así, deberías de tener modales ¿No crees? –le responde el de lentes–.
–Na, no hay problemas, todos somos amigos así que normal –sin escuchar lo que él le dice, sigue comiendo su pastel con la mano.
–¿Sofi? ¿Estas bien? –pregunta preocupada Yessenia.
–¿Ah?, ¿si? Sí, estoy bien, solo...ya sabes, a veces mi mirada se pierde y ... –responde algo nerviosa después de ver la pared por unos instantes.
–Seguro estabas pensando en ella, ¿No es así? –Pregunta con intriga.
–¿Por qué lo dices? No, yo solo... –avergonzada, Sofi agacha la mirada, al tener la de ellos tres encima de ella.
–Aunque es cierto –Yessenia dejando en paz a Sofía sigue hablando y preguntándole a los otros por que no vino la presidenta del club–.
–Me dijo que estaba enferma, ¿Creen que tenga algo que ver con...ya saben...¿el accidente? –pregunta Micaela.
–Puede ser, sabes que ella es algo miedosa con el tema de la muerte y todo eso –Flavio se une a la conversación.
–Sabias que la... –Mueve su mano a su cabeza–... ya sabes, fue encontrada en su carpeta de ella.
–Que asco. Si la hubieran encontrado en la mía, yo temería sentarme ahí todos los días –responde con desagrado Yessenia.
–Flavio ¿Cómo hubieras reaccionado si te decían eso? Que...ya sabes...fue encontrada allí
–Siempre y cuando la hayan desinfectado, quemada y reemplazada con otra nueva, no me importaría –le responde.
–Uy, tranquilo señor no me gustan los germenes –se burla de él.
–¡Ya!, paren, dejen de hablar de eso ¿si? O no la dejaran descansar a la señora de limpieza –Sofia les regaña.
–Relájate, toma, come pastel –ofrece Micaela.
–Tranquila, ya no hablaremos de eso, terminemos de comer esto para ir a casa de Yanet y llevarle un pedazo ¿si? –Mirando a todos en el salón la chica sigue comiendo, pensando en como seria si aquel chico entrara a club y se vuelva a encontrar con Yanet.
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