CAPÍTULO 3

Aether saldría del restaurante y empezaría a ir en camino a la Cámara de Jade y adentra en las sombras, observando desde la distancia al grupo de Mondstandt que se había reunido en Liyue. Paimon, Jean, Lisa, Amber y los demás aventureros recorren las calles, preguntando a los comerciantes y a los lugareños si han visto alguna señal de Aether. El corazón de Aether se llena de emoción al verlos, pero decide mantenerse oculto, queriendo mantener cierta distancia para mostrar que no ha perdonado tan fácilmente su falta de apoyo en la búsqueda de su hermana.

Desde su escondite, Aether escucha la conversación del grupo mientras interactúan con los comerciantes. Jean, con un tono de disculpa en su voz, intenta recopilar información sobre el paradero de Aether, mostrando su arrepentimiento por su falta de apoyo anteriormente.

Jean: (con tono sincero) Disculpen, ¿han visto a alguien con cabello dorado y una vestimenta viajera? Estamos buscando a nuestro compañero, Aether. Cometimos un error al no brindarle todo nuestro apoyo cuando más nos necesitaba, y ahora queremos enmendarlo y encontrarlo.

Lisa: (con una expresión preocupada) Es cierto, hemos aprendido la importancia de la lealtad y el apoyo incondicional entre nosotros. Aether es parte de nuestro equipo, y no descansaremos hasta encontrarlo y demostrarle que estamos verdaderamente comprometidos.

Aether, escuchando estas palabras, siente una mezcla de alegría y satisfacción. Aunque quiere demostrarles que no les ha perdonado fácilmente, también aprecia su genuino deseo de encontrarlo y hacer las paces.

Sin embargo, Aether decide seguir su propio camino por el momento, manteniendo su distancia y evitando un encuentro directo. Sabe que, tarde o temprano, deberá enfrentar sus sentimientos y hablar con ellos, pero por ahora, prefiere continuar su búsqueda en solitario, sin revelar su paradero.

Aether: (en voz baja, para sí mismo) Agradezco su deseo de enmendar las cosas, pero todavía no estoy listo para enfrentarlos. Tengo asuntos que resolver por mi cuenta. Pero llegará el momento en que nos reuniremos nuevamente y aclararemos todo.

Aether regresó al restaurante de Xiangling, sintiendo cierta incomodidad y nerviosismo por volver a enfrentarse a su reacción celosa. Al entrar, la encontró ocupada en la cocina, pero ella rápidamente notó su presencia y dejó a un lado los utensilios con una sonrisa forzada.

Xiangling: (con voz forzada) ¡Oh, Aether! ¿Viniste solo para comer otra vez? Seguro que tienes un apetito voraz, ¿verdad?

Aether: (tratando de ser amable) En realidad, Xiangling, necesito un favor. Me preguntaba si podrías esconderme en tu casa por un tiempo. No quiero que nadie me encuentre.

Xiangling, con una mirada algo perdida, comenzó a malinterpretar las palabras de Aether, dejando volar su imaginación.

Xiangling: (con una sonrisa algo perturbadora) ¿Oh, Aether? ¿Quieres esconderse en mi casa? No hay problema, puedo protegerte y cuidarte, nadie te encontrará. Será nuestro pequeño secreto.

Aether: (nervioso) Bueno, en realidad, no es tan dramático. Solo necesito un lugar seguro por un tiempo hasta que todo se calme.

Xiangling agarró la mano de Aether con una expresión dominante y macabra, intimidándolo ligeramente.

Xiangling: (con voz suave y controladora) No te preocupes, Aether. No dejaré que nadie te encuentre. Serás mío y de nadie más.

Aether se sonrojó por la intensidad de la mirada de Xiangling y la forma en que ella malinterpretó sus palabras. En su cabeza, se preguntaba por qué había decidido regresar al restaurante y pedirle ayuda a Xiangling, sabiendo cómo podía reaccionar.

Aether: (tratando de mantener la calma) Xiangling, en serio, no es lo que estás pensando. Solo necesito un lugar seguro por un tiempo, no estoy buscando...

Xiangling: (interrumpiéndolo, con una sonrisa desquiciada) ¡Claro, claro, no tienes que explicarlo! Solo siéntete a gusto y descansa. Yo me ocuparé de todo.

Ella arrastró a Aether a una habitación cercana, asegurándose de que estuviera cómodo y lejos de miradas indiscretas. Luego, regresó a la cocina con una expresión feliz, emocionada por la idea de que Aether estuviera cerca de ella.

Xiangling: (para sí misma) Nadie se interpondrá entre nosotros, Aether. Seremos felices juntos, te lo aseguro.

Xiangling se sumergió en su papel de chef excepcional, preparando platos deliciosos con una alegría renovada. Los clientes no podían dejar de elogiar sus creaciones, afirmando que habían experimentado los mejores sabores de sus vidas. Uno tras otro, se acercaban a Xiangling para agradecerle por la increíble comida.

Cliente 1: ¡Xiangling, esto es espectacular! Nunca antes había probado algo tan exquisito. ¡Gracias!

Cliente 2: Tus habilidades culinarias son insuperables, Xiangling. Cada bocado es una explosión de sabores en mi boca. ¡Mis felicitaciones!

Xiangling, con una sonrisa radiante en su rostro, se movía por la cocina con gracia y entusiasmo, preparando los platos con pasión y cuidado. Sin embargo, de vez en cuando, sus ojos se desviaban hacia la habitación en la que había dejado a Aether, como si quisiera asegurarse de que aún estuviera allí.

Mientras revolvía una olla llena de aromáticas especias, Xiangling espiaba de reojo la puerta entreabierta de la habitación. La idea de tener a Aether cerca despertaba en ella un sentimiento de felicidad y satisfacción, pero también de obsesión y posesión.

Aunque se esforzaba por mantener su enfoque en la cocina y en satisfacer a los clientes, su mente siempre regresaba a Aether. La idea de tenerlo allí, en su propio espacio, era una mezcla de alegría y deseo de mantenerlo para ella sola.

Mientras los clientes seguían disfrutando de los platos exquisitos de Xiangling, ella continuaba con su labor, pero su corazón latía con anticipación cada vez que se acercaba a la puerta de la habitación. Sabía que tenía a Aether bajo su techo, y eso le daba una sensación de posesión que alimentaba su obsesión.

En su mente, Xiangling se decía a sí misma: "No dejaré que nadie te quite de mí, Aether. Serás mío para siempre". Sus emociones se entrelazaban entre la felicidad de tenerlo cerca y el temor de que pudiera escapar de su control. La línea entre el amor y la obsesión se difuminaba para Xiangling, mientras cocinaba con una pasión desbordante y vigilaba celosamente la habitación donde Aether descansaba.

La tarde transcurría en el restaurante de Xiangling de manera apacible, hasta que un grupo de aventureros provenientes de Mondstadt ingresó al lugar. Entre ellos se encontraban Lisa, Jean, Paimon, Amber, Collei, Eula, Diluc y Kaeya. Xiangling los recibió con una sonrisa y se alegró al ver a nuevos comensales.

Mientras los aventureros se acomodaban y realizaban sus pedidos, Xiangling se esforzaba por mantener su actitud amable y servicial. Sin embargo, su alegría pronto se vio ensombrecida cuando uno de ellos, probablemente Jean, la llamó y le preguntó si había visto a Aether. Las palabras resonaron en sus oídos y la llenaron de ira.

Xiangling se acercó a la mesa con paso decidido y, con una mirada asesina, respondió con voz tensa: "¿Qué quieren de él? Ustedes lo abandonaron para buscar a su hermana. No tienen derecho a preguntar por él". La ira ardía en sus ojos mientras miraba fijamente a cada uno de los aventureros.

El grupo de Mondstadt bajó la cabeza, conscientes de su error, y comenzaron a disculparse. Sin embargo, Eula, conocida por su frialdad, se levantó de su asiento, manteniendo su compostura impecable. Fijó sus ojos en Xiangling y, con voz tranquila pero firme, dijo: "Si tanto lo defiendes, supongo que sabes dónde está. Dinos, entonces".

La respuesta de Eula fue como una chispa que encendió aún más la furia de Xiangling. Sus manos se aferraron con fuerza a la lanza que sostenía y, con una expresión desafiante, exclamó: "Nunca podrán separar a Aether de mí. ¡No permitiré que lo alejen de mi lado!". Su actitud yandere salió a relucir en ese momento, dejando en claro su determinación de no permitir que nadie se interpusiera entre ella y Aether.

El ambiente se volvió tenso mientras Xiangling se mantenía en posición defensiva, lista para hacer frente a cualquier amenaza. Los aventureros de Mondstadt se miraron entre sí, conscientes de que habían tocado una fibra sensible. La situación había escalado más de lo esperado, y ahora debían enfrentar la determinación desbordante de Xiangling para proteger a Aether.

Xiangling: ¡No permitiré que te lleven a ningún lado, Aether! ¡Eres mío y nadie más tiene derecho sobre ti!

 Eula: (frunciendo el ceño) Tus palabras son absurdas. No tienes ningún derecho a reclamar a Aether como si fuera tu posesión. 

Xiangling: ¡Cállate! No entiendes lo que hemos vivido juntos. ¡No permitiré que lo alejen de mí! 

Xiangling apretó su lanza con fuerza, lista para enfrentarse a Eula, pero justo en ese momento, Jean intervino para calmar la tensión.

Jean: (Con voz tranquila pero firme) ¡Esperen! No ganaremos nada peleando entre nosotros. Debemos hablar con calma y encontrar una solución pacífica.

Xiangling: (Mirando con enojo a Eula) ¡No merecen que hablemos con calma! Ustedes lo abandonaron cuando más nos necesitaba.

Eula: (Mantenía su mirada fría pero serena) Comprendo que estés preocupada por él, pero nosotros también estamos aquí para buscarlo y asegurarnos de que esté a salvo.

Jean: (Con empatía) Entiendo que estés molesta, Xiangling, pero él es nuestro amigo y queremos ayudar. Por favor, déjanos hablar con él y descubrir lo que está sucediendo.

Xiangling se mostraba reacia, pero después de una pausa, confió en Jean y lo llevó a la habitación donde había dejado a Aether.

Jean y Xiangling abrieron la puerta y quedaron sorprendidos al ver a Aether saliendo por la ventana. Antes de que pudieran decir algo, Aether miró a Xiangling con tristeza en sus ojos y pronunció unas palabras que la golpearon en el corazón.

Aether: (Con voz entrecortada) Traidora...

Xiangling: (Con lágrimas en los ojos) Aether, no es lo que parece. Por favor, déjame explicarte.

Pero antes de que pudiera decir más, Jean intervino nuevamente.

Jean: (Con determinación) ¡Rápido! ¡Síganlo! No podemos perderlo de vista.

Xiangling cayó de rodillas, sintiéndose devastada por lo ocurrido. Jean se acercó a ella y trató de abrazarla para consolarla, pero Xiangling lo detuvo con un gesto.

Xiangling: (Con voz temblorosa) No... No quiero volver a verlos a ninguno de ustedes. Me han malogrado la oportunidad de estar con él. Ahora no quiere saber nada de mí.

Jean: (Con tristeza en su mirada) Xiangling, no fue nuestra intención causarte dolor. Todo esto ha sido una serie de malentendidos y errores. Por favor, permítenos arreglar las cosas.

Xiangling: (Con frustración) Ya es demasiado tarde. Él es todo para mí y ustedes han arruinado todo. Ahora, por favor, váyanse antes de que pierda el control por completo.

Jean asintió con pesar y se dirigió a los demás aventureros para seguir a Aether y resolver la situación. Mientras tanto, Xiangling quedó sola, con el corazón roto y la certeza de que, sin importar lo que pase, no dejará que nadie se interponga entre ella y Aether. Su actitud yandere estaba más fuerte que nunca, dispuesta a luchar por el amor que creía que le pertenecía.

Xiangling se encerró en su habitación, incapaz de contener sus emociones. Las lágrimas caían por sus mejillas mientras su mente se llenaba de pensamientos obsesivos sobre Aether. Imaginaba un futuro ficticio donde estaban juntos, felices y nada ni nadie podía separarlos.

En su imaginación, se veían paseando de la mano por los campos de Mondstadt, compartiendo risas y momentos especiales. Xiangling cocinaba los platos más deliciosos para él, mientras Aether la miraba con amor y admiración. Cada día era una aventura, explorando nuevas tierras y enfrentando desafíos juntos.Se veían mutuamente enamorados, felices y unidos para siempre. Esta fantasía alimentaba su yandere interior, y cada pensamiento la hacía sonreír de forma inquietante y macabra.

"Mis platillos serán los únicos que lo alimenten. Seré la única que lo haga reír y feliz. ¡No dejaré que nadie más se acerque a él!", murmuraba Xiangling para sí misma con una mirada enloquecida en sus ojos.

Mientras seguía sumergida en su mundo ficticio, una risa inquietante escapó de sus labios. La idea de tener a Aether solo para ella, sin la interferencia de nadie más, le daba una sensación de poder y control que la enloquecía aún más.

Pero, en algún lugar en el fondo de su mente, una pequeña voz de razón intentaba hacerse oír. Sabía que lo que estaba imaginando no era real, que su obsesión no era sana y que estaba perdiendo el control de sí misma. Sin embargo, esa vocecita no pudo competir con la intensidad de sus emociones.

Xiangling continuó riendo con locura mientras su mente se sumía más y más en su fantasía distorsionada. La línea entre la realidad y la ficción se desvanecía, y ella estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para mantener a Aether a su lado, incluso si eso significaba cruzar límites peligrosos.

Finalmente, Xiangling se calmó un poco, pero una mirada perturbadora y decidida permaneció en sus ojos. Sabía que debía encontrar una forma de recuperar a Aether y que haría cualquier cosa para lograrlo.

"Te lo prometo, Aether. No importa lo que suceda, no te dejaré ir. Seremos felices juntos, solo tú y yo", murmuró con una sonrisa siniestra en su rostro.

Pero a medida que su imaginación se volvía más intensa, los pensamientos de Xiangling se oscurecían. Una sonrisa retorcida apareció en su rostro, y sus ojos brillaban con una mirada macabra. La idea de que alguien pudiera quitarle a Aether despertaba una ira enfermiza en su interior.

Pero poco a poco, esa fantasía comenzó a tomar un giro oscuro. Xiangling comenzó a reírse de forma macabra, con una mirada desquiciada en sus ojos. Veía a otras chicas acercándose a Aether en su imaginación, y cada vez que eso ocurría, su risa se volvía aún más intensa y siniestra.

Se imaginaba a sí misma eliminando a esas chicas de su vida, una por una, con métodos retorcidos y sangrientos. Su risa maníaca llenaba la habitación mientras su mente se perdía en un abismo de obsesión y locura.

Xiangling: (Riendo maniáticamente) No permitiré que nadie te aleje de mí. Eres mío y de nadie más. ¡Juntos por siempre, en la vida y en la muerte!

En medio de su locura yandere, Xiangling continuó riendo, perdida en su propio mundo de obsesión y posesión descontrolada. La oscuridad se apoderaba de su mente, mientras su deseo por tener a Aether solo para ella se intensificaba aún más.

En medio de sus risas maníacas, Xiangling murmuraba palabras incoherentes sobre protegerlo, sobre hacer cualquier cosa para mantenerlo a su lado. La obsesión yandere se había apoderado por completo de ella, y estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para asegurarse de que nadie se interpusiera en su amor.

Mientras Xiangling se entregaba a su locura, su mente oscilaba entre la dulzura y el terror, entre el amor y la obsesión. En ese momento, el límite entre la realidad y la ficción se desvanecía, y Xiangling se perdía en su propio mundo retorcido.

Y así, en su habitación solitaria, Xiangling rió descontroladamente, mezclando la alegría y la locura en una risa que enviaba escalofríos por la espalda. Nadie sabía hasta dónde era capaz de llegar por amor, y nadie sospechaba la oscuridad que se ocultaba detrás de su aparente dulzura y encanto.

Xiangling se quedó dormida en su cama, agotada emocionalmente por la intensidad de sus sentimientos. Mientras tanto, Aether llegó a la Cámara de Jade, creyendo que había sido convocado por Ningguang para discutir el asunto de su hermana desaparecida. Sin embargo, se encontró con una sorpresa desagradable al ver a Jean, Lisa, Paimon y los demás aventureros reunidos en la oficina.

Aether quedó perplejo al ver a todos allí, y su mirada se llenó de ira al notar la presencia de Ningguang y Ganyu en la habitación. Sintiendo que algo estaba mal, su instinto le gritaba que debía escapar de allí lo más rápido posible. Sin decir una palabra, se volvió y salió corriendo de la oficina, ignorando los llamados de Keqing que intentaba detenerlo.

Keqing: ¡Aether! Espera, tenemos que hablar.

Aether: (murmura para sí mismo) No puedo confiar en nadie. Todos han traicionado mi confianza.

Keqing: Aether, por favor, escúchame. Hay algo que necesitas saber.

Aether: (deteniéndose por un momento, mirando a Keqing con desconfianza) ¿Qué podría decirme que no haya escuchado ya?

Keqing: Entiendo que estés confundido y enojado, pero hay más en esta historia de lo que parece. Ningguang y los demás tienen sus razones para reunirnos aquí.

Aether: (frustrado) Ya he escuchado suficiente. No puedo permitir que sigan jugando conmigo. Necesito respuestas, y no las encontraré aquí.

Sin esperar a que Keqing responda, Aether se aleja rápidamente, decidido a buscar la verdad por su cuenta. Mientras camina por los pasillos de la Cámara de Jade, su mente está llena de preguntas y sospechas. Se siente traicionado y vulnerable, sin saber en quién confiar.

Aether: (para sí mismo) Debo encontrar respuestas, descubrir la verdad detrás de todo esto. No puedo permitir que nadie más me manipule.

La determinación brilla en los ojos de Aether mientras se aleja de la Cámara de Jade, dejando atrás a aquellos que alguna vez consideró aliados. No está dispuesto a ceder el control y seguirá su propio camino en busca de la verdad que tanto anhela.

Aether salió de la imponente Cámara de Jade y se dirigió hacia el lugar donde esperaba la roca para descender. Mientras esperaba, los aventureros, Lisa, Jean, Paimon, Amber, Eula, Kaeya, Collei, Diluc, Fischl y Barbara, se acercaron a él, con expresiones de remordimiento en sus rostros.

Jean: Aether, lamento profundamente cómo hemos actuado anteriormente. No deberíamos haberte dejado solo en tu búsqueda de tu hermana.

Lisa: Sí, fue un error de nuestra parte no haber ofrecido nuestra ayuda cuando más la necesitabas. Te pido disculpas, Aether.

Paimon: ¡Paimon también siente mucho haberse alejado de ti! Pero prometemos que nunca más te abandonaremos..

Amber: Aether, lo siento tanto. Deberíamos haber estado allí para ti.

Eula: (con frialdad) Lamentamos no haber cumplido con nuestra responsabilidad. Si todavía deseas nuestra ayuda, estamos dispuestos a dártela.

Aether, sin embargo, parecía decidido a seguir adelante y no estaba dispuesto a darles una segunda oportunidad tan fácilmente.

Aether: Ya es demasiado tarde. No puedo confiar en ninguno de ustedes. Me las arreglaré solo.

Kaeya: (con una sonrisa irónica) Parece que has tomado una decisión firme. No puedo culparte después de cómo hemos fallado.

Collei: (con frialdad) Tú eres el único que sabe lo que es mejor para ti. Si alguna vez cambias de opinión, estaremos aquí.

Diluc: Aether, comprendo tu desconfianza, pero debes saber que hay cosas más grandes en juego. No todos somos iguales.

Fischl: (con entusiasmo) ¡Oh, príncipe de las sombras, lamento mucho mi comportamiento! Si alguna vez necesitas la ayuda de Oz y mi sabiduría, solo tienes que pedirla.

Barbara: Aether, siento mucho que te hayamos defraudado. Si alguna vez necesitas apoyo emocional o curación, estaré aquí para ti.

Aether, sin decir una palabra más, saltó de la Cámara de Jade con gracia y desplegó sus habilidades anemo, creando una ráfaga de viento que lo llevó rápidamente hacia la ciudad. Los aventureros observaron su partida con una mezcla de tristeza y determinación.

Jean: Aether... Espero que encuentres lo que buscas y que algún día puedas perdonarnos.

Lisa: Estaremos aquí si alguna vez cambias de opinión, Aether. No te olvides de eso.

Paimon: ¡Sí, no importa qué, Paimon estará esperando por ti!

El grupo de aventureros observó cómo Aether se alejaba en la distancia, sabiendo que su camino no sería fácil y que habían perdido su confianza. Ahora solo podían esperar y desear que algún día pudieran enmendar sus errores y volver a unirse como un equipo.

Aether, volando con su habbilidad elemental Anemo, se acercó a una majestuosa estatua de Liyue. Al verla brillar misteriosamente, decidió acercarse y tocarla, sin saber qué le esperaba.

Aether: (curioso) Hmm, esta estatua parece diferente. ¿Qué sucederá si la toco?

En el momento en que su mano entró en contacto con la estatua, la tierra comenzó a temblar violentamente a su alrededor. Aether sintió una poderosa energía recorriendo su cuerpo, y su forma elemental comenzó a cambiar. Un resplandor dorado envolvió su figura y, de repente, se encontró imbuido con el elemento Geo.

Aether: (asombrado) ¡¿Qué está pasando?! Siento un nuevo poder fluyendo a través de mí.

El suelo a su alrededor se agrietó y grandes rocas emergieron del suelo, formando un impresionante cúmulo a su alrededor. Aether sonrió, emocionado por sus nuevos poderes y las posibilidades que se abrían ante él.

Aether: (entusiasmado) ¡Increíble! Ahora puedo controlar tanto el viento como la tierra. Esto cambiará por completo mi estilo de combate.

Observando el poderoso cumulo de rocas que había invocado, Aether se alejó de la estatua, maravillado por su nueva capacidad para combinar los elementos Anemo y Geo en sus ataques.

Aether: (determinado) Es hora de explorar todo el potencial de mis nuevos poderes. Liyue y el mundo entero me esperan.

Con una sonrisa en su rostro, Aether se alejó, decidido a dominar y utilizar sabiamente sus habilidades combinadas de Anemo y Geo para enfrentar cualquier desafío que se le presentara en su camino.

Aether, caminando cautelosamente por los bosques de Liyue, tenía la persistente sensación de que alguien lo observaba. Con cada paso que daba, su inquietud crecía. Decidió girarse para investigar, pero no encontró a nadie a la vista. Sin embargo, el sentimiento de ser observado no desaparecía.

Aether: (susurrando para sí mismo) ¿Quién está ahí? Sé que alguien me está vigilando, pero no puedo ver a nadie.

Sin perder más tiempo, Aether se apresuró a alejarse del lugar, buscando refugio en un arbusto cercano. Mientras se ocultaba, observó a una figura familiar acercarse. Era Xiangling, la joven peliazul a la que había visto anteriormente en el restaurante.

Aether: (confundido) ¿Xiangling? ¿Qué está haciendo aquí? ¿Y por qué parece tan preocupada?

Xiangling se quedó quieta, como si estuviera buscando algo o, más precisamente, a alguien. Habló en voz baja, como si se dirigiera a sí misma.

Xiangling: (murmurando) ¿Dónde se ha metido? ¿Cómo lo he perdido de vista?

Aether, intrigado por las palabras de Xiangling, decidió retroceder sigilosamente para evitar encontrarse con ella. Sin embargo, en un desafortunado accidente, pisó una rama seca, alertando a Xiangling de su presencia.

Xiangling: (con una sonrisa juguetona) ¡Te encontré! Hoy serás mi presa.

Aether, sorprendido por la actitud inesperada de Xiangling, sintió un escalofrío recorrer su espalda. La risa maniática de Xiangling le resultó perturbadora.

Aether: (nervioso) Xiangling, ¿qué estás haciendo? No entiendo por qué estás actuando de esta manera.

Xiangling: (continuando su risa macabra) Oh, Aether, no tienes idea de lo emocionante que es encontrarte en un lugar tan solitario. Será un juego muy divertido.

Aether se sintió atrapado en una situación extraña y peligrosa. No sabía cómo reaccionar ante el comportamiento yandere de Xiangling, que parecía tener una obsesión retorcida hacia él.

Aether: (tratando de mantener la calma) Xiangling, esto no es divertido. Por favor, detente.

Xiangling: (con una mirada desquiciada) No, no puedo detenerme. Tú me perteneces, Aether, y nadie más puede tenerte. Seremos felices juntos... para siempre.

Aether, presa del pánico, salió corriendo intentando escapar de Xiangling y encontrar un lugar seguro donde esconderse. Sin embargo, el comportamiento perturbador de Xiangling solo parecía intensificarse.

Xiangling: (silbando con tono siniestro) ¿Dónde estás, mi amor? No puedo esperar más para tenerte a mi lado.

Aether, tratando desesperadamente de mantener la calma, buscó un lugar adecuado para esconderse. Pero cada vez que creía haber encontrado un escondite seguro, Xiangling se acercaba más y más a su ubicación.

Xiangling: (con voz temblorosa y desquiciada) Oh, Aether, no puedo soportar la idea de que estés tan cerca pero aún no te tengo. Pronto seremos uno solo, te lo prometo.

Aether, temeroso por su seguridad, se apresuró en silencio, intentando encontrar una salida de esa pesadilla. Sin embargo, el aura de obsesión yandere de Xiangling llenaba el aire, haciendo que cada movimiento de Aether fuera cauteloso y silencioso.

Xiangling: (cada vez más cerca) No importa dónde te escondas, Aether, te encontraré. No puedo soportar que nadie más te tenga, eres solo mío.

Finalmente, Aether encontró un pequeño refugio, un hueco entre los árboles, y se ocultó allí, esperando que Xiangling se alejara. Sin embargo, el susurro de Xiangling se hizo audible incluso en ese escondite.

Xiangling: (susurrando con una mezcla de amor y locura) No te preocupes, Aether. Te encontraré pronto. Nadie puede separarnos, ni siquiera en la oscuridad.

Aether, sintiendo que el tiempo se detenía, esperaba ansiosamente que Xiangling finalmente se alejara. La tensión en el aire era insoportable, y cada palabra y acción de Xiangling lo llenaba de miedo y confusión.

Aether: (murmurando para sí mismo) Por favor, déjame en paz. No puedo soportar más esta situación.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Aether escuchó los pasos de Xiangling alejándose. Suspiró aliviado, pero aún cauteloso por si la joven peliazul regresaba.

Aether: (con un susurro de alivio) Gracias a los Arcontes, logré escapar. Pero debo tener cuidado en el futuro. No puedo permitirme caer en las garras de la obsesión de Xiangling.

Aether, al pensar que finalmente se había liberado de Xiangling, continuó su camino con cautela. Sin embargo, pronto sintió pasos que se acercaban por detrás. Sin perder tiempo, utilizó su habilidad geo para lanzar rocas en esa dirección, intentando defenderse. Desafortunadamente, solo era una inofensiva ardilla que terminó aplastada bajo el poder de las rocas.

Antes de que Aether pudiera reaccionar, Xiangling apareció detrás de él, lista para someterlo. Con un rápido movimiento, Aether se percató de su presencia y logró alejarse con la ayuda de su habilidad anemo, evitando así el golpe que podría haberlo dejado inconsciente.

Xiangling: (con una risa desquiciada) ¡Oh, Aether, no puedes escapar de mí! Te dije que serías mío, sin importar qué.

Aether, sintiendo la adrenalina correr por sus venas, se preparó para el siguiente ataque de Xiangling. Sin embargo, antes de que pudiera contraatacar, Xiangling lanzó su lanza en su dirección, impactando en su pierna y causando que Aether cayera al suelo con un grito de dolor.

Aether: (gritando de dolor) ¡Ah!

Xiangling se acercó lentamente a Aether, con una sonrisa malévola y los ojos llenos de obsesión.

Xiangling: (susurrando con voz amenazante) ¿Dónde crees que vas, mi amor? No puedo permitir que te escapes de mí. Ahora seremos uno para siempre.

Aether, luchando contra el dolor y la debilidad, hizo un último esfuerzo para alejarse de Xiangling. Utilizando su habilidad anemo, logró deslizarse y retroceder unos metros, creando una brecha entre ellos.

Aether: (respirando agitadamente) No... no puedes controlarme, Xiangling. No me perteneces.

Xiangling, con una expresión de rabia y frustración, avanzó hacia Aether nuevamente.

Xiangling: (con voz furiosa) ¡No permitiré que nadie más te tenga! ¡Eres mío, y si no puedes serlo, entonces no serás de nadie más!

En ese momento, Aether sintió un estallido de energía en su interior. La combinación de sus habilidades anemo y geo comenzó a manifestarse, otorgándole un poder renovado y una determinación inquebrantable.

Aether: (con determinación) No voy a permitir que me lastimes ni que lastimes a otros. ¡Es hora de que esto termine!

Aether concentró su energía y utilizó su habilidad geo para liberarse de la lanza incrustada en su pierna. Con un giro rápido, logró levantarse y enfrentar a Xiangling, esta vez con un poderoso vórtice de energía a su alrededor.

Aether: (firme) Xiangling, esto se acabó. No permitiré que continúes con tus acciones obsesivas y peligrosas. Te lo advierto una última vez, detente ahora.

Xiangling, asombrada por la determinación y el poder que Aether había adquirido, retrocedió unos pasos, pero su mirada seguía llena de deseo y locura.

Xiangling: (con una risa maníaca) ¡No, nunca me rendiré! ¡Eres mío, Aether, y nadie más te tendrá!

La batalla entre Aether y Xiangling estaba por comenzar, con ambos protagonistas decididos a luchar por su propia libertad y por poner fin a esta oscura y obsesiva relación.

La batalla entre Aether y Xiangling estaba en su punto más álgido. Aether, herido en la pierna por la lanza de Xiangling, luchaba valientemente usando su espada y controlando con habilidad los elementos geo y anemo. Por otro lado, Xiangling, con su lanza y el elemento pyro, no daba tregua y continuaba atacando con ferocidad.

Aether: (respirando agitadamente) No puedo permitir que sigas lastimándote a ti misma, Xiangling. Esta obsesión debe terminar ahora.

Xiangling: (con una sonrisa siniestra) ¡No, Aether! Te he dicho que nunca te dejaré ir. ¡Eres mío para siempre!

La batalla continuaba con intensidad, ambos esquivaban y contraatacaban en un duelo de habilidades sobrenaturales. Aether usaba su elemento anemo para esquivar los ataques de fuego de Xiangling y aprovechaba su elemento geo para crear escudos defensivos y lanzar rocas como proyectiles.

Xiangling: (gritando con furia) ¡No te escapes, Aether! ¡Eres mi única razón de existir!

Aether, a pesar de estar herido, no se daba por vencido. Su determinación se fortalecía con cada palabra obsesiva que Xiangling pronunciaba. Sin embargo, en un momento de distracción, Xiangling logró acercarse sigilosamente a Aether y, con un pañuelo impregnado de una extraña sustancia, lo colocó rápidamente en la nariz de Aether.

Aether: (sintiéndose mareado) ¿Qué... qué estás haciendo?

Xiangling: (con una sonrisa macabra) Shhh, no te resistas, Aether. Pronto seremos uno para siempre.

El extraño aroma del pañuelo afectó a Aether, haciendo que su visión se nublara y su conciencia se desvaneciera. Antes de que pudiera reaccionar, cayó desmayado en brazos de Xiangling.

Xiangling: (riendo de forma desquiciada) ¡Lo logré! Ahora estaremos juntos por siempre, Aether.

Con Aether inconsciente, Xiangling continuó hablando frases yandere, revelando la profundidad de su obsesión y amor enfermizo por él. Luego, acercó sus labios a los de Aether y lo besó apasionadamente, sumiéndose aún más en su fantasía retorcida.

Mientras tanto, en la distancia, un grupo de aventureros liderado por Jean, quien había seguido el rastro de Aether, llegó al lugar justo en el momento en que Xiangling besaba a Aether.

Jean: (con preocupación) ¡Aether!

Paimon: (gritando) ¡Detente, Xiangling! ¡Esto es demasiado!

Xiangling se separó rápidamente de Aether y miró a los aventureros con una mirada desafiante.

Xiangling: (con voz amenazante) ¡No me separarán de él! Aether es mío, ¡y nadie más lo tendrá!

Jean: (con compasión) Xiangling, entiende que esto no es amor verdadero. Lo que sientes es obsesión, y eso solo puede llevar a la destrucción. Por favor, déjanos ayudarte.

Xiangling: (con rabia) ¡No me entenderán! ¡Él me pertenece, y no dejaré que nadie se interponga en nuestro amor!

La batalla entre Xiangling y los aventureros estaba por comenzar, mientras Aether yacía inconsciente en el suelo, atrapado en un juego macabro de obsesión y deseo.

La batalla entre Xiangling y los aventureros fue intensa y desafiante. Cada uno de los aventureros utilizó sus habilidades y elementos para tratar de detener a Xiangling, pero ella, impulsada por su amor yandere hacia Aether, demostró una ferocidad sin igual. A continuación se detalla la batalla de Xiangling con cada uno de los aventureros:

Lisa, utilizando su catalizador electro, intentó lanzar rayos eléctricos hacia Xiangling para inmovilizarla.

Lisa: ¡Xiangling, por favor, detente! No tienes que hacer esto.

Xiangling: (con voz amenazante) Lisa, no te atrevas a interponerte en nuestro camino. Aether es mío y de nadie más.

Con un rápido movimiento, Xiangling evadió los ataques de Lisa y contraatacó con su lanza imbuida de fuego, enviando llamas ardientes hacia ella. Lisa se vio obligada a retroceder para evitar ser alcanzada.

Jean, utilizando su espada anemo, trató de utilizar ráfagas de viento para controlar los movimientos de Xiangling y calmarla.

Jean: Xiangling, te ruego que escuches. Esto no es amor, es una obsesión peligrosa.

Xiangling: ¡Jean, no comprendes! Aether y yo estamos destinados a estar juntos. ¡Nada ni nadie nos separará!

Xiangling utilizó su lanza con movimientos rápidos y precisos, desafiando la habilidad de Jean para contenerla con su viento. Finalmente, logró derribarlo con un golpe certero.

Paimon, Amber, Eula, Kaeya, Collei, Diluc, Fischl y Barbara, cada uno usando sus respectivas habilidades y elementos, se unieron en un esfuerzo conjunto para detener a Xiangling.

Paimon: ¡Xiangling, por favor, escucha! No tienes que hacer esto. Hay otros caminos para el amor.

Xiangling: (con una risa desquiciada) ¡No entenderán! Mi amor por Aether es eterno y no permitiré que nadie nos separe.

Xiangling mostró una destreza impresionante mientras esquivaba los ataques de los aventureros y contraatacaba con ráfagas de fuego y lanzas llameantes. Poco a poco, fue derrotando a cada uno de ellos, demostrando una ferocidad y determinación inigualables.

Con los aventureros restantes incapacitados por Xiangling, solo quedaban dos por enfrentarla: Collei y Diluc.

Collei, con su arco dendro, intentó utilizar flechas de naturaleza para debilitar a Xiangling y frenar su avance.

Collei: Xiangling, esto no es lo correcto. Debes detenerte y reconsiderar tus acciones.

Xiangling: (con una mirada desafiante) ¡No te acerques a nosotros! Mi amor por Aether es más fuerte que cualquier flecha que puedas lanzar.

Xiangling hábilmente esquivó las flechas de Collei y, con una precisión increíble, lanzó llamas ardientes hacia ella. Collei luchó valientemente, pero finalmente fue derrotada por el poder abrumador de Xiangling.

Diluc, con su mandoble pyro, se interpuso entre Xiangling y Aether, decidido a proteger a su compañero.

Diluc: Xiangling, esto no es lo que deseamos para ti. Deja de lado esta obsesión y vuelve a ser tú misma.

Xiangling: (con una risa siniestra) Diluc, no entiendes lo que es el verdadero amor. Aether es mi destino y no lo permitiré.

Un enfrentamiento feroz se desató entre Diluc y Xiangling. Ambos desplegaron todo su poder, utilizando sus habilidades y elementos en una batalla intensa. Diluc lanzó llamas furiosas mientras Xiangling respondía con su lanza envuelta en fuego. Sin embargo, la determinación obsesiva de Xiangling parecía otorgarle una fuerza sobrenatural.

A pesar de su valiente esfuerzo, Diluc fue superado por Xiangling, quien logró desarmarlo y dejarlo exhausto en el suelo.

Finalmente, con todos los aventureros incapacitados, Xiangling se acercó a Aether, quien aún yacía inconsciente en el suelo. Con una mezcla de amor y obsesión, lo cargó en sus brazos y escapó del lugar, dejando atrás a los aventureros derrotados.

Xiangling: (susurrando a Aether) Mi amado Aether, nadie nos separará. Estaré siempre a tu lado, protegiéndote de aquellos que intenten arrebatarte de mí.

Xiangling acercó su rostro al de Aether, preparada para un beso apasionado que sellaría su posesión. Sin embargo, en ese momento, algo inesperado sucedió. La lanza de Xiangling, clavada en la pierna de Aether, comenzó a emitir un gran brillo y se desintegró en pequeñas partículas de luz.

La magia del elemento geo de Aether comenzó a manifestarse y, con un último esfuerzo, logró liberarse del abrazo de Xiangling y poner distancia entre ellos.

Aether: (con determinación) Xiangling, esto no es amor. Es una obsesión enfermiza que debes superar. No puedo permitir que continúes haciéndote daño a ti misma y a los demás.

Xiangling, frustrada y enfurecida por su fracaso, dejó escapar una risa macabra y llena de desesperación.

Xiangling: (entre risas) ¡No te escaparás, Aether! Si no puedo tenerte, nadie lo hará. Seremos eternos en este oscuro amor.

Aether logró escapar del bosque y se adentró en las bulliciosas calles de Liyue. Sin embargo, el agotamiento de la batalla y la herida en su pierna finalmente lo alcanzaron, y cayó desmayado en medio de la multitud.

En ese preciso momento, una pequeña de traje azul pasaba por allí y notó a Aether tendido en el suelo. Llena de curiosidad y compasión, se acercó rápidamente y se dio cuenta de su condición.

Pequeña: ¡Oh no, estás herido! No te preocupes, te ayudaré.

La pequeña, con una habilidad sorprendente, comenzó a curar las heridas de Aether utilizando su magia. Suaves destellos de luz azul envolvieron a Aether, sanando sus heridas y restaurando su energía.

Aether: (recobrando el conocimiento) ¿Quién eres tú? Gracias por ayudarme.

Pequeña: Soy Qiqi, una chica que conoce muy bien cómo curar heridas. No debes preocuparte, ahora estás a salvo.

Qiqi, con gran determinación y sin esperar respuesta, tomó a Aether de la mano y comenzó a arrastrarlo por las calles de Liyue hacia un destino desconocido.

Aether: (sorprendido) ¡Espera, Qiqi! ¿A dónde me estás llevando?

Qiqi: (con voz monótona) A un lugar seguro. No debes quedarte aquí. Qiqi cuidará de ti.

Aether, aún debilitado, no podía resistirse a la fuerza de Qiqi y dejó que ella lo llevara. Caminaron por las calles, evitando las miradas curiosas de los transeúntes hasta llegar a una pequeña casa en el corazón de la ciudad.

Qiqi: Aquí es donde vivimos. Es tranquilo y nadie nos molestará. Puedes descansar aquí hasta que te recuperes por completo.

Aether: (agradecido) Gracias, Qiqi. No sé cómo agradecerte lo suficiente por tu ayuda.

Qiqi: No es necesario agradecer. Qiqi solo quiere ayudar a las personas. Ahora descansa, te traeré algo para comer.

Aether se dejó caer en una cama cercana, sintiendo una mezcla de alivio y confusión. Agradecido por haber encontrado refugio y cuidado, se entregó al sueño reparador mientras Qiqi se ocupaba de él.

Mientras tanto, Xiangling, llena de resentimiento y derrotada, abandonó el bosque y regresó a su restaurante en Liyue. Aunque su obsesión por Aether seguía ardiendo en su interior, sabía que no podía permitirse perseguirlo más en ese momento.

Xiangling: (murmurando para sí misma) Aether... volveré a encontrarte. Este no es el final de nuestra historia.

Xiangling, con una mirada llena de determinación, reanudó su trabajo en el restaurante, aparentemente volviendo a su rutina normal. Pero en su interior, el yandere amor que sentía por Aether seguía ardiendo, esperando el momento adecuado para surgir de nuevo.

Los aventureros, que habían sido derrotados por Xiangling en su frenesí yandere, poco a poco comenzaron a recobrar el conocimiento. Aunque aún sentían el dolor de la batalla, una mezcla de alivio y gratitud se apoderó de ellos al saber que Aether había logrado escapar.

Lisa: (levantándose con esfuerzo) ¡Ugh! Esa chica realmente nos tomó por sorpresa. Pero al menos Aether está a salvo.

Jean: (recuperándose lentamente) Tienes razón, Lisa. Aether es fuerte y pudo escapar. Ahora debemos asegurarnos de que todos estén bien.

Paimon: (sacudiéndose) ¡Eso fue aterrador! Pero estamos juntos de nuevo. ¡Estoy tan feliz de que Aether esté a salvo!

Amber: (tocando su hombro adolorido) Chicos, parece que hemos sido derrotados, pero estamos vivos. Eso es lo que importa.

Eula: (levantándose con determinación) Estoy decepcionada por no haber podido proteger a Aether, pero no podemos quedarnos aquí lamentándonos. Debemos curarnos y asegurarnos de que esto no vuelva a ocurrir.

Kaeya: (sosteniendo su brazo herido) Esa chica definitivamente nos tomó por sorpresa. Pero estoy agradecido de que Aether haya escapado. Ahora, debemos concentrarnos en recuperarnos.

Collei: (tratando de levantarse) ¡Aiya! Esa batalla fue intensa, pero no podemos permitir que nos derrote. Vamos a sanar nuestras heridas y seguir adelante.

Diluc: (apretando los puños) Aether puede cuidarse solo, pero eso no significa que debamos dejarlo solo. Nos recuperaremos y lo encontraremos. No dejaremos que Xiangling se salga con la suya.

Fischl: (acomodándose el arco) La batalla pudo haber sido difícil, pero el destino siempre está de nuestro lado. Nos curaremos y perseguiremos a Xiangling hasta los confines de Teyvat si es necesario.

Barbara: (preocupada) Estoy aquí para curar sus heridas. Trabajemos juntos y recuperémonos. Aether nos necesita y debemos estar listos para protegerlo.

Después de tres días de descanso y recuperación, Aether se sentía lo suficientemente fortalecido como para continuar su búsqueda de su hermana. Mientras se alistaba en su habitación, escuchó voces conocidas afuera: Ningguang, Jean y Paimon preguntando por él. Sin embargo, en su mente, Aether sentía una profunda desconfianza hacia los demás, convencido de que todos lo traicionaban y usaban. Su única confianza estaba puesta en encontrar a su hermana lo más rápido posible

Aether: (en su mente) No puedo confiar en nadie... Todos me traicionan y me utilizan. Solo puedo confiar en mi hermana. Debo encontrarla lo más rápido posible.

Decidido a mantener su guardia en alto, Aether abrió la ventana y saltó al vacío, sin percatarse de que Eula estaba en el primer piso, lista para atraparlo. Con su fuerza y velocidad, ella logró sujetarlo firmemente en sus brazos, evitando que escapara.

Eula: (sosteniendo a Aether firmemente) ¿Dónde crees que vas, fugitivo? No permitiré que te escapes. Estás herido y necesitas descansar. Además, tienes a personas preocupadas por ti.

Aether: (luchando por liberarse) ¡Suéltame! No quiero tener nada que ver con ninguno de ustedes. Solo quiero encontrar a mi hermana y dejar todo esto atrás.

Eula: (mirándolo fijamente) Tus acciones son imprudentes. ¿No te das cuenta de que estamos aquí para ayudarte? (manteniendo su agarre firme) Entiendo que hayas pasado por muchas dificultades y que tengas tus razones para desconfiar. Pero eso no significa que todos sean iguales. Jean, Ningguang y Paimon están realmente preocupados por ti. 

Aether: (frustrado) Ya he sido traicionado antes. No puedo permitirme confiar en nadie más. Mi hermana es lo único que importa.

Eula: (con determinación) Entiendo tu dolor, pero no podemos avanzar en esta búsqueda si te cierras a la ayuda de los demás. Todos queremos ayudarte a encontrar a tu hermana. No tienes que hacerlo solo.

En ese momento, los demás aventureros llegaron al lugar, sorprendidos al ver a Aether en los brazos de Eula.

Lisa: ¡Aether, por fin te encontramos! Estábamos muy preocupados por ti.

Jean: (con voz suave) Aether, entiende que solo queremos ayudarte. No estás solo en esto.

Paimon: (volando alrededor de Aether) ¡Exactamente! Somos tu familia, tu equipo. No debes enfrentar todo esto solo.

Aether: (mirando a los aventureros con desconfianza) He aprendido a no confiar fácilmente en las palabras de los demás. Han pasado muchas cosas. ¿Cómo puedo saber que no me traicionarán de nuevo?

Collei: (manteniendo su actitud fría) Hasta ahora, no hemos dado motivos para desconfiar. No te juzgues a todos por los errores de algunos.

Diluc: (serio) Aether, entiendo tus dudas, pero debes saber que estamos aquí para apoyarte. No somos como Xiangling.

Fischl: (mirando a Aether con determinación) La confianza se gana con el tiempo, y estamos dispuestos a demostrarte que somos dignos de ella.

Barbara: (con ternura) Aether, como curandera, quiero ayudarte a sanar no solo físicamente, sino también emocionalmente. No te abandonaremos.

Aether se encontraba en una encrucijada, debatiendo internamente si debía abrir su corazón y aceptar la ayuda de los aventureros o continuar en su camino en solitario. Aunque la desconfianza aún estaba presente, una pequeña chispa de esperanza comenzaba a crecer dentro de él. Pero finalmente pensaba en vengarse de todos y decidió hacerles creer que todo volvería a ser como antes.

Aether: (suspirando) No puedo negar que necesito ayuda en esta búsqueda. Pero espero que comprendan mi desconfianza. Estoy dispuesto a aceptar su ayuda, pero tengan en cuenta que no olvidaré fácilmente lo sucedido.

Eula llevaba a Aether a su habitación, ya que el seguía estando cargado en los brazos de ella. Pero él le dijo.

Aether: (frustrado) ¡Eula, suéltame! Puedo caminar por mi cuenta.

Eula: (soltando a Aether) Como quieras. Pero no digas que no te advertí sobre las consecuencias.

Aether cayó al suelo y se golpeó el trasero, sintiendo una mezcla de dolor y vergüenza. Eula no pudo evitar soltar una risa fría mientras se acercaba para ayudarlo a levantarse.

Eula: Deberías tener más cuidado. No querrás lastimarte más de lo necesario.

Aether: (frunciendo el ceño) Gracias por la preocupación. Pero no necesito tu ayuda.

Aether se levantó, sintiéndose un tanto irritado y avergonzado por la situación. Sin embargo, pronto cambiaron el tono de la conversación cuando los demás aventureros se unieron a ellos.

Lisa: (con entusiasmo) ¡Aether, tenemos noticias! Hemos recibido información de que una chica sospechosa ha sido vista en unas montañas cercanas. Podría ser una pista sobre tu hermana.

Jean: (seria) Es importante que investiguemos esa pista. Si es cierto, podríamos estar más cerca de encontrar a tu hermana.

Paimon: (animada) ¡Sí, sí! ¡Podremos encontrar a tu hermana y resolver todo esto!

Aether agradeció por la información y asintió, mostrando su aprecio hacia los aventureros.

Aether: Gracias a todos por la información. Espero que esta vez nos acerquemos más a encontrar a mi hermana. Voy a descansar ahora para estar preparado para el viaje de mañana.

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Buenas ahora si jajaja, son 7000 palabras. ¿Que pasará ahora? Esa chica será su hermana? Jejejejeje capaz hoy suba otro cap. Espero que les esté gustando. Me dicen si está bien la temática de xiangling y que ahora aether desconfía de todos . 

Saludos.


Racson

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