26-UN ÚLTIMO ADIÓS
Mostrando una gran impresión mientras se le caía la copa de vino, al escuchar el nombre mencionado por la mujer.
-¡L-lo siento mucho, no pensé que estuviera hablando con una persona tan impresionante como usted, cuánto lo siento!- dijo Silver preocupado mientras la limpiaba con una servilleta.
Así un poco cansada de la situación que se había formado, dejaría a un lado su bolso que llevaba, para tomar la mano temblorosa de Silver.
-Señor Gold no se preocupe, todos a veces cometemos errores, y creo que usted perdió la noción del tiempo- dijo Sting con una sonrisa mientras se retiraba.
Así después de sus palabras se notaba nervioso al ver que el espectáculo había acabado, mostrándose un poco más sereno, se acomodaba su traje mientras procedía a irse, pero dentro de toda esa cara un poco preocupada por todo lo ocurrido, lo que era muy difícil de ver para alguien que no contara con una buena vista, era la sonrisa ganadora que salía por un mini instante.
Después de un rato.
Se veía al ex-espía que ahora era un agente contra alienígenas, siendo gracioso ya que su mejor amigo era uno, se encontraba nuevamente en el edificio de la mujer apodada Sting, ya que había completado su objetivo, el conseguir la llave que lo llevaría a entrar a la sala, que anteriormente que vino se le hizo imposible entrar. Nuevamente como si fuera un juego de niños se escabullió entre todas las personas, volviendo a hacer el mismo recorrido que su primera vez, siendo exactamente el mismo resultado, para así al ver la puerta oculta saca una sonrisa.
-Bien Sting Woman veamos qué es lo que ocultas- pensó Silver mientras ponía el código y la tarjeta.
Nada más entrar se sorprendió de sobremanera, habían varias armas de una alta tecnología, pero lo que le hizo molestarse fue ver como es que también habían armas de su propia empresa, algo que sería imposible ya que no las venden y son los únicos que las producen, siendo obvio que las habían robado. Pero antes de que pudiera seguir pensando en el arsenal que tenían, vería detenidamente cómo habían archivos guardados también.
Una ojeada por cada uno de los archivos, fue lo que hizo suspirar a Silver fríamente, lo que leyó no era nada bueno, la banda de los Scrukers que habían estado atacando los dos jóvenes, era cierto que sus mayores propiedades yacían en Estados Unidos, pero Japón tampoco se quedaba atrás, todas las bases que destruyeron no eran más que el 10 por ciento de las totales que tenían, y sin contar que eran casi intocables, ya que poseían conexiones con varios de los peces gordos del país, que acapararon a todas las peticiones de la organización, seguramente por miedo a ser ejecutados.
Así mientras mantenía un semblante serio y preocupado, unos pasos detrás suyo lo hicieron preocupar aún más, siendo a causa de que reconoció la voz que le habló.
-Ya me parecía muy conveniente tu actuación, además no tienes cara de ladrón, aunque no te voy a quitar que por un momento me lo creí, pero ya fue suficiente ex-espía Silver- dijo Sting con una sonrisa confiada y macabra.
Con gran dificultad y una reacción sobrehumana, logró esquivar la agua que fue lanzada a su cuello, sabiendo que si le hubiera rozado sería su muerte, ya que veía como un líquido caía de la aguja que ahora estaba clavada en la pared, reconociendo perfectamente lo que era, que es un veneno que te mataría en minutos.
Con rapidez Silver sacó su arma, pero antes de que pudiera hacer un movimiento, la mujer le dio una patada en el abdomen, dejándolo completamente inmóvil en el suelo, así en reflejo se tomó la zona afectada haría que suelte su arma, para antes de que volviera a pensar en una estrategia, fue agarrado del cuello siendo alzado por la mujer que lo tiraba contra la pared.
-Es una decepción en un pasado escuché que el espía de la Cía Silver nos causó problemas, pero en verdad eres una decepción, es cierto se me había olvidado que ya no trabajas ahí, ¿acaso estarás oxidado?, no lo sé pero jamás podremos saber si eres más hábil que esto- dijo Sting mientras empezaba a ahorcar a Silver.
Lentamente su respiración se detenía y la fuerza abandonó todo su cuerpo, para justo al momento de bajar su mano pareciendo que había cedido a la pelea, una sonrisa salió por parte de él.
-¡Tienes razón no soy el mismo de antes!- gritó Silver mientras le daba un gran rodillazo en el abdomen.
Lo más rápido que pudo salió corriendo del lugar, logrando esquivar apenas las agujas lanzadas a él, para así con una sonrisa salir de la habitación de una patada. Mientras corría rápidamente escuchó una alarma en todo el edificio, sabiendo que lo tendría difícil para enfrentarse a la mayoría de guardias, pero todo era mejor a enfrentarse a esa maniática, que de un solo golpe ya le había dejado con un dolor constante, pensando que tal vez era la segunda persona más fuerte que se había enfrentado, aparte del conocido saiyajin.
Disparos se escucharon e impactaron en los que peleaban, la sangre cayó pero sorprendentemente nada pertenecía a Silver, que ahora mismo se veía corriendo por los tejados de las construcciones, con la intención de llegar a una calle transitada lo más rápido posible, para poder desaparecer de sus perseguidores, que eran varios lacayos de Sting, y ella misma en persona, qué parecía que lo perseguía con más fulgor, después del golpe recibido en su propia casa.
Las cosas que pasaban por la cabeza de Silver era que tenía una gran suerte, ya que a estas horas la ciudad estaba más viva que nunca, todos los nocturnos y fiesteros merodean por las calles, haciéndole imposible a sus perseguidores usar sus armas, aunque no importaba mucho, ya que como la misma Sting que lo perseguía, todos ellos eran unos expertos asesinos. Así al darse cuenta de que su situación no había mejorado sólo la había largado, sonríe emocionado por lo que se posaba enfrente suyo.
Un globo inflable del personaje de un ninja, junto a varios otros personajes de animes, como sería el de un tal llamado Raku protagonista de la serie Tigre ball, fue lo que hizo saltar sin dudar, cayendo perfectamente en el globo, bajándose de él a una gran velocidad, aunque por lo grande que era, igual tuvo que hacer una voltereta para amortiguar su caída. Viendo los tejados vería como todos sus perseguidores le daban una mirada molesta, para ponerse a buscar otra forma de bajar.
-Que insistentes son, igualmente pensé que esto sólo pasaba en las películas, quién diría que justo habría una convención de anime- dijo Silver viendo los globos.
Observando cómo varias de las personas que llevaban los globos, entraban a un edificio gigante que incluso era capaz de dejar pasar a esos colosales de aire, pero por lo que más le interesaba, eran las cientos de personas, no mejor dicho miles que caminaban por allí, siendo el lugar perfecto para desaparecer. Sin pensarlo dos veces empezó a caminar entre la multitud, viéndose como a los pocos segundos llegó el grupo de Sting.
El ex-espía ya caminaba por las calles de una zona más residencial, su intención era una, que es ver al saiyajin y contarle sobre todo lo pasado, a pesar de saber que se enojaría.
-¿Cómo es posible esto? ¿desde cuándo es qué eran tan grandes?, fácilmente la banda de Scrukers podría ser una de las más grandes del mundo, y ahora esos dos los están enfrentando... será mejor que les avise, es mejor alejarnos de toda esta mierda, o sino Aoi podría salir afectada, o algo mucho peor, mi familia y la del mocoso- pensó Silver viendo la casa del saiyajin.
Lentamente subía las escaleras, viendo extrañado como es que la casa estaba sin luces, siendo improbable que el saiyajin durmiera ya que no era de acostarse a esas horas, por lo que sin dudar tocó la puerta, para ver sorprendido como es que estaba abierta.
-Qué descuidados es, no él no es así...- susurró Silver preparándose para sacar su arma por reacción propia, pero al instante recordó como la perdió en su pelea anterior.
Lentamente se adentraba en la habitación del saiyajin, para buscar el indicio de una persona, siéndole difícil por la oscuridad inmensa que asolaba el lugar. Ya en la mitad de la habitación veía a todas partes, pero de la nada unas gotas de un líquido extraño cayeron en su hombro derecho, diciéndole al instante todos sus instintos que corriera, y justo al hacer un leve movimiento de cabeza, algo cayó encima suyo, siendo la líder de la organización que traspasó su cuerpo con una especie de cuchilla, no siendo nada peligroso ya que no le dio en una zona sensible o un órgano, pero lo que si le hacía ser mortal, era el veneno que corría por sus venas.
-Me sorprende que mis pequeños no te hayan podido atrapar, eres más hábil de lo que parecías, pero me pregunto qué fue este movimiento de visitar a un universitario.
(Viendo cómo vomitaba sangre mientras le daba una mirada molesta).
Vamos no me mires así, tengo ojos y oídos en todas partes, ¿pero sabes lo que me hace ser la mejor?, mi intuición, y esto me dice que este "universitario" tal vez sea más de lo que parece, ¿pero sabes qué?, no te preocupes no le haré nada de momento, ya tengo suficiente con mis problemas, pero eso no cambiará que no le quite los ojos de encima, además no hay que preocuparse, estará ocupado asistiendo a tu funeral, disfruta de una buena muerte Silver el descarado- dijo Sting mientras salía de la habitación.
El ex-espía sentía todo el veneno correr por su sangre, serían segundos antes de que fuera a morir, sabía que no podía perder el tiempo, rápidamente se arrastró hasta el escritorio del saiyajin, tomando un bolígrafo dejando unas palabras escritas en una hoja, para así al dejar de sentir llegarle las fuerzas suelta el bolígrafo, mientras se arrastra con lo último que le queda a una pared, donde se recuesta ya sin energías.
-Vaya si que dejé un desastre, será difícil de limpiar... l-lo siento Goku- dijo Silver dejando de respirar.
Lentamente pasaban los recuerdos de de la esposa que había conseguido, el niño alienígena de la estrellas, las cientos de misiones que tuvo, para todo terminar en un simple error.
-Goku sé lo que se siente el miedo a morir, pero no seas como yo, si sientes miedo a la muerte eso es lo que terminará pasando, mírame ahora a mí… ya lo sé estarás enojado, pero perdóname, ya estoy demasiado viejo, sólo te pediré una cosa… ¡vive con felicidad!, no te amargues porque morí por un tontería, por el capricho de querer que estés más relajado en tu estancia en la tierra, ya que a diferencia de mí, tú lucharás contra un verdadero monstruo, pero recuerda sólo una cosa… en ese oscuro lugar de perdición donde sientas que nadie te ayudará, es uno muy difícil de salir nadie lo va a negar, pero sal de ahí con tus mayores fuerzas, ya que... hay muchas personas que te esperan- pensó Silver viéndose cómo sus ojos se ponían de un oscuro vacío.
En el presente.
El saiyajin mientras tomaba en sus brazos al único amigo que realmente sabía todo de él, unas lágrimas caían en la cara del ex-espía, los autos de la zona hacían sonar sus alarmas, las personas del edificio empezaban a salir aterrados por el temblor que había ocurrido, todo a causa de la rabia del saiyajin que veía a su amigo muerto. Nada más pararse y ver como es que había sido asesinado apuñalado, su ira aumentaba a tal nivel que quería destruir todo a su alrededor, pero lo que le hizo reaccionar, fue ver a la joven científica que se tapaba su boca, para caer al suelo llorando como una niña. Logrando resistirse a su rabia se acerca a la pelo carmesí, dándole un abrazo en el cual los dos se reconfortaron de tan dolorosa pérdida.
Unos días después.
Varias personas se encontraban en un cementerio, Goku veía como todos lloraban la pérdida de la persona muerta, siendo Silver que ahora mismo estaba recibiendo las palabras de sus personas cercanas. Algo que le hizo gracia y que hubiera estado bromeando si no fuera por lo mal que se sentía, era descubrir que su verdadero nombre era Kevin Kisaki, una madre extranjera y un padre japonés, siendo esa la razón de su nombre, pero ahora mismo no quería bromear ni pensar en nada más, sólo quería poder decirle unas últimas palabras, ya que por los vagos recuerdos de su vida pasada, sabía que había un cielo después de la muerte, o al menos algo que se le acercaba.
Pasaron las personas, cada uno era un desconocido para él, excepto la conocida Aoi, que ya se veía haciendo una reverencia, y a diferencia de otras veces su sonrisa nunca apareció. Una última persona y por fin fue su turno, el saiyajin veía con indiferencia la tumba que decía el nombre Kevin, sus pensamientos los primeros segundos no fueron nada en específico, hasta que finalmente volvió en sí mientras suspiraba.
-Conque así son las cosas Silver... siempre tuve la idea de que si uno de los dos moría, sería yo primero... eres muy egoísta... dejaste a un saiyajin solo y sin ningún amigo que sepa de mi verdad, ya no tengo nadie con el que desahogarme... dejaste a una adolescente que la mantenías a raya y le enseñabas lo que un padre nunca pudo, en serio que eres cruel, después de todo lo bueno que nos hiciste pasar... aaah... nunca a te olvidaré Kevin, y como te prometí... daré mi mayor esfuerzo para hacer que este planeta prospere ahora y en el futuro... si ese tirano del frío viene, se llevará una sorpresa, pero lo más importante... es que haré que tu misión no sea en vano.
(Recordando la nota escrita por Silver antes de morir, que fue analizada por Aoi, que aunque estuviera dolorida de su muerte, fue capaz de examinar la escena antes de que llegaran los forenses, y pudo saber que fue su última voluntad antes de perecer).
Me dejaste muchas cosas por hacer, pero sólo te voy a pedir una cosa, ya sea en un futuro cercano o lejano, espérame para poder hacer cosas más divertidas en el más allá, bueno al menos si lo hay- pensó Goku mientras le caían unas lágrimas por su mejilla, hasta que se las sacó mostrando de nuevo una actitud decaída.
Lentamente se iba para ver como es que le esperaba Aoi con un semblante triste, que justo antes de poder soltar lágrimas, abraza al saiyajin que aceptó con gusto, ya que en ese momento los dos necesitaban eso. Después de una última despedida a la tumba de su viejo compañero, los dos estarían a punto de irse, si no fuera porque una persona se posó enfrente suyo, y al los dos al reconocer quien eran, se quedarían esperando con respeto lo que haría.
La mujer que hace unos minutos dio un discurso en conmemoración del muerto, era la esposa del ex-espía, Goku nunca la había conocido en persona hasta ahora, pero había escuchado muchas cosas de ella por el hablador ex-espía, quien alardeaba siempre que podía de lo hermosa que era, y aunque para la vista del saiyajin no fuera fea, no llegaba a ese niveles de hermosura dicho por el ex-espía, seguramente siendo eso causa de las últimas salidas con mujeres tran atractivas, como la pelo carmesí de al lado suyo.
-¿Eres Kinoshita Goku, tienes un momento?- preguntó la mujer viendo con una sonrisa al saiyajin.
-No hay problema- dijo Goku mientras se despedía de Aoi, quien veía como los dos se iban.
Los dos se alejaban a una zona menos transitada del cementerio, aunque cada vez era menor la cantidad, debido a que la mayoría ya se estaba yendo, es así como vemos ya a los dos en un camino de tierra, habiendo unas cuantas tumbas de diferentes personas ahí.
-Me alegra por fin conocerte, él siempre hablaba de ti, me sorprende lo detallado que era, eres exactamente igual como te describía- dijo la mujer con una expresión relajada.
-Él también me habló muchas cosas de usted, cabe decir que sólo elogios, ¿si no me equivoco su nombre era Yune cierto?- preguntó Goku con un tono de respeto.
-Así es lamento no habernos presentado antes, pero nunca se dio el momento, y ustedes siempre estaban en sus "misiones"- dijo Yune con una sonrisa.
La expresión seria de Goku permitía saber lo que pensaba, que era si la mujer de enfrente suyo sabía su verdadera identidad, pero para no arriesgar no diría nada innecesario.
-Así es, me hubiera gustado que nos conociéramos en otras circunstancias, pero hablando de eso mismo, ¿qué quería hablar conmigo?- preguntó Goku con curiosidad y también ganas de irse con Aoi.
-Directo no exageraba... bueno sobre lo que quería hablar es sobre esto.
(Sacando un sobre que el saiyajin empezaría a examinar).
En verdad te quería, no sé cómo decirlo pero te llegué a tener envidia, a veces se preocupaba por ti más que por él mismo, pero me alegra que no seas una mala persona, es por eso que yo también creo que lo mereces.
(Viendo como Goku lo leía con una gota de sudor cayendo por su frente).
La otra mitad fue enviado a algunos familiares, pero eso que te dejó Silver va a ir a tu cuenta- dijo Yune viendo con gracia como es que el saiyajin le temblaban las manos.
-N-no lo puedo aceptar, entiendo que hayamos sido buenos amigos pero es demasiado dinero.
(Viendo como se negaba a recibir el sobre en sus manos).
¿Segura qué no lo necesitarán los familiares de él?- preguntó Goku recio a aceptar tal cantidad de dinero.
-No te preocupes sólo tiene un hermano el cual trabaja en un sector parecido, por lo que no tiene problema con el dinero, me sorprende que no lo sepas, supongo que hasta con los más cercanos siempre mantenía cierta distancia... es una mala costumbre que guardó de la misma manera conmigo- dijo Yune con una expresión triste.
-No creo que debería recibir esto.
(Susurrándole al oído).
Creo que veintidós millones de yenes es mucho, y si alguien lo debería recibir es usted, es más familia que yo- dijo Goku todavía no convencido a aceptarlo.
-Eso podría ser cierto, pero la verdad no quiero cuestionar su última voluntad, es por eso que aunque no lo quieras no voy a aceptar un no, el dinero ya es tuyo... lo que quieras hacer con él ya es otra cosa- dijo Yune mientras le devolvía el sobre, marchándose dejando al saiyajin muy confundido.
Después de unos segundos se vio al saiyajin llegar donde estaba Aoi, que le veía con una expresión curiosa, ya que tenía interés en saber de lo que hablaron.
-¿Qué te dijo?- preguntó Aoi con curiosidad viendo el sobre qué llevaba.
-Me quería informar sobre qué parte de la herencia de Silver irá a mí, la verdad no sé si aceptar- dijo Goku todavía no seguro viendo el sobre.
-¿Por qué cuánto dinero es?
(Escuchando la cifra).
No sé porque lo piensas tanto son menos de cien millones de yenes, deberías aceptarlo- dijo Aoi sin tomarle más importancia.
-A veces se me olvida que es una niña millonaria antes que nada- pensó Goku con un poco de gracia.
-Y dime, ¿qué es lo que haremos? ¿quieres cazar a los tipos que hicieron esto?- preguntó Aoi con un poco de rabia en su voz.
-Nos vamos a dar un descanso los dos, y creo que deberíamos distanciarnos, al principio pensé que eran ideas mías, pero me observan todo el tiempo, seguramente son los que mataron a Silver, es por eso que dejemos que las cosas se calmen un poco, y ahí contraatacaremos, es por eso que será mejor que no nos veamos por un tiempo, por lo que he visto no sospechan nada de ti, así que al menos manténgamoslo de esa forma- dijo Goku serio.
-Entiendo... ¿pero seguro qué quieres estar solo?, no es bueno para nadie soportar una pérdida, y lo sé porque hasta para mí es doloroso que se haya ido, pero para ti debe ser mucho peor, por lo que no deberías pasar esto solo... ya sé qué lo que digo contradice lo que acabamos de decidir de alejarnos para mantener un perfil bajo, pero a lo que voy... es que si necesitas hablar con alguien o pasar el rato... me tienes a mí- dijo Aoi dando una sonrisa forzada, ya que era lo que menos quería hacer con todo lo pasado.
-Gracias... lo tendré en cuenta, ¿te parece un último paseo? no nos veremos por un largo tiempo- dijo Goku con una sonrisa.
-Claro que sí, no me lo perdería por nada- dijo Aoi abrazando al saiyajin.
A ellos se les veía sucar el cielo de la ciudad, aunque cada vez se alejaban más y más, hasta terminar en uno más claro y alejado de toda contaminación, lentamente empezaban a descender terminando en una montaña, la cual dejaba ver la hermosa caída del atardecer.
La pelo carmesí sólo podía mirar el semblante inexpresivo del saiyajin, qué lo que más le acompañaba era una profunda tristeza, por perder al único y mejor amigo, que realmente tuvo y que sabía de su verdad, al conocer ese pensamiento la mujer, sólo podía pensar una sola cosa.
-Puede que con todo lo que ha pasado no podremos seguir viéndonos por un tiempo, puede que desde ahora nada vuelva a ser igual, pero sé que una cosa nunca cambiará, y aunque estés enojado o te sientas mal y sin ganas de vivir, yo prometo que te apoyaré y no dejaré de quererte, ya que lo que dije no eran sólo palabras, es lo que de verdad siento- pensó Aoi viendo con determinación al saiyajin.
Goku se percató de la mirada que le daba, por lo que mientras dejaba de observar el paisaje, se acercaba a ella preguntándose la razón de esa mirada.
-¿Sucede algo? ¿ya te quieres ir?- preguntó Goku queriendo entender la mirada dada hace unos segundos.
-Goku yo... sí volvamos- dijo Aoi apretando los puños al no tener el coraje de decir lo que pensaba.
Lentamente se subió en la espalda del saiyajin que haría caso a lo respuesto, para así en menos de lo que se podría esperar, ya estaba de vuelta en su casa. Con cansancio veía una foto de él con Silver, al instante la quitó ya que no era algo que quiera ver en ese momento, tenía una semana libre para descansar, debido a que su familia le obligó a descansar sabiendo de la pérdida de su amigo, aunque lo gracioso es que ni siquiera lo habían conocido personalmente, pero gracias a las veces que Goku hablaba de él, sabían muy bien cuanto lo apreciaba.
Con desinterés vio su computadora, que por exigencia de sus amigos era una decente que podía correr la mayoría de juegos, normalmente no jugaría nada si no era obligación por sus amigos, pero ahora su estado de ánimo no le permitía hacer otra cosa, como irse a entrenar qué es lo que más constantemente hacía. Una vez en su silla enciende su computadora, volviéndole la sensación de hacer trabajos para la universidad, ya que eso era lo que más hacía ahí, pero a diferencia de las otras veces se pondría a indagar por internet.
Con gracia vio como tenía varios mensajes no contestados, y era obvio ya que no revisaba su celular ni sus redes sociales hace un tiempo, para así al abrirlo ver como salía una notificación de Silver, que le mandaba unos saludos, al igual que le pedía salir a charlar.
-Vaya con que te ignoré unos días antes de tu muerte... eso no me hace sentirme mejor- dijo Goku apagando el computador.
Sus energías no se sentían las mismas y su estado de ánimo no ayudaba mucho, es así que ante el llamado de su estómago decidió buscar que comer, abriendo su refrigerador se topa con que no hay nada para comer, lo que le hizo suspirar en un tono de molestia.
-Parece departamento de soltero.
(Rascándose su mejilla mientras cerraba el refrigerador, manteniendo una mirada decaída).
Verdad qué eso es lo que soy- dijo Goku mientras se tiraba a su cama viendo el techo fijamente.
Pasaron los segundos que se volvieron minutos, y después pasó más de una hora sin hacer nada, hasta que nuevamente el quejido de su estómago le hizo levantarse.
-Supongo que iré a comprar algo- murmuró Goku para sí mismo.
Agarrando una chaqueta para después ponerse las zapatillas, fue lo que hizo al saiyajin salir de su habitación después de un tiempo sin hacer nada, así mientras abría la puerta, se fijó como es que la persona de al lado suyo también lo había hecho, los dos se quedaron mirando como lo hacían normalmente, pero a diferencia de las otras veces, el saiyajin no le dirigió la palabra, simplemente se fue manteniendo ese semblante pensativo y decaído.
No puede ser cierto Silver murió, es una pena pero lo más importante... ¿cómo lo afrontarán Goku y Aoi? ¿qué hará Goku ahora que recibió todo ese dinero?. Véanlo en el próximo episodio para no perdérselo.
Hola ha pasado un tiempo de la última vez que escribí un capítulo en esta historia, pero la verdad al crear una nueva que es mi principal actualmente (reencarnación para proteger), se me fueron completamente los ánimos de hacer esta historia, no prometo ser tan constante como en el pasado, pero tenga por seguro que habrá un capítulo cada dos semanas, sin nada más que decir espero que les haya gustado, y comenten que les pareció.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top