Capítulo 16 - Trucos nuevos
—Marco... No tienes que hacer esto —dijo Nakai con un tono lo menos hostil posible, Marco Cortez se rio entre dientes.
—¡Claro que sí! —dijo desplegando la cuchilla de su mano robótica y su espada al mismo tiempo y de una zancada se acercó a Renegado lanzando veloces cortes uno tras otro.
Renegado uso todo el potencial que sus sentidos para esquivar todos los ataques que pudo a la vez que intentaba contraatacar, pero N.O.S se movía demasiado rápido, hasta que por fin su mano robótica fue interceptada, Renegado lo sujeto desde su muñeca y codo para tratar de someterlo, pero su extremidad no estaba guiada por las limitaciones humanas, los pistones de la muñeca se extendieron y la mano logró sujetarse del antebrazo de Renegado, justo después una descarga eléctrica corrió a través de todo el sistema nervioso de Nakai, sus músculos se contraían en contra de su voluntad, N.O.S se zafó de su agarre y retrocedió.
—Eso tenía el voltaje de una ejecución en silla eléctrica —explicó el chico mientras su mano robótica volvía a su configuración estándar —. Pero tranquilo, no tendré tanta piedad contigo.
Nakai intentaba de respirar mientras se recuperaba del shock causado por la descarga, podía visualizar la sonrisa de Marco bajo la calavera, estaba claro que lo que sea que le hayan dado, estaba pensado para matarlo de una forma u otra, su forma de pelear, sus armas, su sed de venganza.
—¡Nakai! —la voz de Row en su casco interrumpió sus pensamientos —. ¡Nakai contesta maldita sea!
— Row... aquí estoy ¿qué sucede? —contestó Renegado después de respirar profundo y subir su guardia en dirección a N.O.S.
—No, nada más para avisarte que ya va a empezar la novela —dijo con sarcasmo —. ¡No pude contactarte por media hora y cuando por fin me conectas a la red te veo peleando con un robot! —gritó —. ¡ESO SUCEDE!
—¡Entonces sabes que no tengo tiempo para esto! —exclamó Nakai mientras esquivaba un corte vertical de la espada personal del hijo de Cortez.
—Cierto, cierto perdón —dijo Row —. Tengo las grabaciones de seguridad, exactamente como dijiste, como cargan las armas y todo, Cortez en el centro de la operación —explicó ella, Nakai no pudo evitar sonreír bajo su casco, atrapó la muñeca de N.O.S y tiró de ella para asestarle un cabezazo directo en la frente, el chico cayó de espaldas aturdido.
Renegado entonces lo tomó del cuello aún en el suelo, lo levantó y lo volvió a empujar hacia abajo, pisó su mano robótica la otra rodilla la apoyó en su abdomen y comenzó a presionar pecho con una mano, Marco sintió sus costillas siendo aplastadas por una prensa mecánica.
—¿Quién te reconstruyó con tecnología alienígena? —preguntó Renegado, N.O.S solo respondió con gruñidos mientras intentaba soltarse —. Una caja torácica humana promedio se puede romper a cuatro mil Newtons de fuerza, asumiré que las tuyas soportan un poco más así que seré rudo contigo —amenazó presionando más, podía sentir sus pulmones intentando expandirse.
—Maldito... asesino —escupió.
—Entonces sabes que no miento... habla —dijo Renegado entre dientes, N.O.S soltó una risa ahogada.
—¿Crees que solo es aquí? —preguntó con sarcasmo —. La invasión abrió puertas, Corvyn no fue lo único que llegó a la tierra, pero el orden volverá —citó N.O.S, Renegado no supo ni por donde comenzar a entender sus palabras.
—Nakai, debes salir de ahí —escuchó en su oído, la voz de Row se notaba nerviosa.
—La policía puede esperar, estoy en medio de algo
—No Nakai, de verdad debes salir de ahí el buque...
Rowina ni siquiera pudo terminar la oración cuando de la popa del buque emergió una tormenta de fuego color vino, la explosión destrozó la torre de control y la onda expansiva empujó a Renegado y N.O.S más cerca del borde.
Marco Cortez aprovechó la oportunidad para correr a la borda y saltar, estirando sus brazos en forma de flecha y caer al mar, perdiéndose de la vista de todos.
Nakai observó el humo causado por la explosión, después a la borda por la que había saltado N.O.S, maldijo entre dientes, entonces desde una de las escaleras provenientes de bajo cubierta vio una cabeza de lobo salir, Naz corría velozmente hacía él.
—¿¡Qué demonios pasó!? —gritó Renegado a medida que su tío se acercaba.
—¡Debieron colocar un seguro de emergencia para que no quedara nada! —respondió, Renegado lo sujeto del brazo y ambos corrieron al borde del barco, saltaron antes de que el resto del barco explotara en una ráfaga de fuego vino.
Row comenzó a morderse las uñas de los nervios a la vez que revisaba cada cuadro de grabación de los últimos segundos de vida que tuvieron las cámaras, la última escena de Renegado era el parado en la cubierta antes que la última imagen pereciera.
—Maldita sea, no dos veces —dijo mientras intentaba establecer comunicación con Nakai, sin éxito —. Dos explosiones en menos de dos semanas, vamos bien como héroes —trató de calmarse a sí misma con sarcasmo.
—No tienes alguna clase de rastreador en él —preguntó Dakota mientras era contagiada por la angustia de Rowina.
—No consigo señal alguna, la radiación que producen los núcleos de energía Corvyniana causan interferencia —aclaró ella.
Dakota sintió una presión en el pecho e intentaba respirar lentamente para calmarse, sin embargo, la idea de que Nakai estuviera muerto le causo miedo más allá de lo que creería considerando que aún no estaba segura de que fuera de verdad su hermano y aun así se sentía aterrorizada.
—Están vivos —escuchó un susurro detrás de su nuca, Dakota volteó de golpe casi tropezándose con sus propios pies, un escalofrío recorrió su columna al ver la guarida vacía, no había nadie aparte de ellas dos.
Lo que más la sorprendió es que después de haber escuchado esas palabras, su ritmo cardiaco había bajado y la presión en su pecho se liberó, Dakota no podía entender qué demonios había sucedido, pero estaba segura de algo.
—Están vivos... —dijo apenas audible para Row.
—¿Qué? —preguntó la chica de cabello rulo.
—Row —escucharon la voz de Nakai en el altavoz —. Estamos bien, abandonamos la nave —ambas entonces soltaron todo el aire que tenían en los pulmones, Rowina no pudo evitar reírse.
—Siempre pensé que serías de esos que se hunden con el barco —comentó —. ¿Qué sucedió ahí?
—Iba a hacerte la misma pregunta, Naz me dice que debieron tener alguna salvaguarda para eliminar la evidencia —contestó Nakai con una enorme frustración en su voz.
—Pues... es posible, las pandillas hacen cosas así con las drogas —explicó Row —. Pero no sé porque se permitirían perder tanta mercancía —dudo mientras abría los archivos de vigilancia que obtuvo —. Comenzaré a buscar que pudo haber causado esto —
—Justo ahora tenemos problemas más grandes —la detuvo Nakai —. Viste con lo que estaba peleando, ese era Marco Cortez, el chico que quedó atrapado en la primera explosión —reveló, Row abrió los ojos como platos, de inmediato busco en los archivos de la policía de San Francisco.
—¿El hijo de Javier Cortez? ¿Qué le hicieron? —preguntó mientras comparaba la imagen del perfil policiaco con las imágenes de vigilancia.
—Todo lo que perdió lo sustituyeron con tecnología Corvyniana —contestó él —. Considerando la falta de personal que tienen las pandillas en cirujanos e ingenieros de prótesis, hay alguien más grande financiando esto —
—Bueno eso estaba claro desde el inicio y el único que no encaja aún es ese tal Nour, aún no he conseguido nada de él —
—Es imposible haber hecho algo así tan rápido sin mover cantidades ridículas de dinero y muchas personas, debe haber algo que podamos usar —declaró Nakai —. En las viviendas de los 60-3 debe haber algo —
—Un ejército privado armado hasta los dientes con armas que pueden desintegrarte —exclamó Row prediciendo lo que diría Nakai —. Así que negativo a procedimiento ¿Entendido? —solo recibió un pesado suspiro del otro lado de la línea — ¿Entendido? —
—Si mamá —respondió Nakai antes de cortar la comunicación.
—Cristo bendito con este idiota —escupió Rowina, fue entonces cuando recordó que Dakota estaba a su lado — Lo siento, a veces tu hermano me saca de quicio —
—Tranquila... ¿Ahora qué? —
—Pues tengo los videos de seguridad, de seguro al mundo le interesará saber de todo esto, los liberaremos pronto, también debería intentar rastrear grandes transacciones por equipos médicos o algo así —comenzó a divagar Row mientras abría ventana tras otra en sus monitores.
—¿Y qué hay de?... del Wendigo —la interrumpió, Row se congeló al instante y tragó saliva.
—Maldita sea me olvide de eso... —dijo mientras tallaba su frente y retiraba los rulos de su rostro —. No tendremos un respiro ¿Verdad? —
La tensión se sentía en la actual base de operaciones de Nour, los Hillside ahora estaba repleto de científicos, ingenieros e investigadores, lo mejor que el dinero podía comprar, todo custodiado por el personal de Javier Cortez y Liaying Lau, armados hasta los dientes de nuevas armas resultantes de la tecnología alienígena.
Todos estaban enterados de los sucesos en el buque de carga y la perdida de las armas y esperaban las nuevas instrucciones a seguir, en la espera una camioneta SUV negra se detuvo frente a la entrada, de ella Javier Cortez salió, desaliñado y con un rostro que demostraba cansancio.
—Jefe —se acercó uno de sus hombres.
—¿¡Qué!? —preguntó, se leía en su rostro que no estaba de ánimos para nadie, el hombre tragó saliva.
—Lo están esperando arriba —dijo, Cortez maldijo entre dientes y se dispuso a subir, a medida que caminaba por los pasillos del lugar podía sentir las miradas clavadas en él, lo último que necesitaba era ser tratado como una rata.
Entró de golpe en la oficina de Lau, ahí estaba ella con pipa humeante en mano en el escritorio en medio de la habitación que había remodelado a su gusto, los colores Rojo, dorado y negro decoraban el lugar, la pintura de un León chino a sus espaldas, frente el escritorio en un sofá de seda rojo y negro se encontraba sentado Nour, como siempre vistiendo un traje y corbata, esta vez era un blazer blanco encima de una camisa negra y usaba lentes de aviador polarizados, la sangre de Cortez hirvió.
—Hijo de perra —escupió Cortez mientras sujetaba a Nour del cuello de la camisa, levantándolo de donde estaba sentado y empujándolo contra la pared más cercana —. ¿¡Qué le hiciste a mi hijo!? ¿¡Qué le hiciste a Marco!? —
—Te dije que lograríamos que volviera a caminar y así fue —contestó Nour sin inmutarse a la vez que retiraba sus lentes para limpiar la saliva en ellos con un pañuelo.
—Maldito bastardo —
—Cortez —habló la líder de los Leones Blancos, la cual no había movido un musculo en todo el suceso —. Te sugiero que te sientes, hay asuntos que deben ser tratados, de manera civilizada preferiblemente —aclaró con severidad antes de escupir una bocanada de humo, Cortez bufó ante la orden disfraza de sugerencia y soltó a Nour, después de remover las arrugas de su traje como pudo volvió a tomar asiento, el líder de los Nahuales se sentó en un sofá idéntico contiguo a él.
—Muy bien, podemos estar de acuerdo en que hoy fue un enorme fiasco —empezó Nour, aun con cierta ligereza en su voz.
—Perdimos más de ciento cincuenta armas, sin mencionar mi nave —aclaró Lau —. Dijiste que El Renegado estaba muerto, luego que no sería un problema con las armas, había un batallón armado con lo mejor en ese barco y mira donde estamos —
—Los dos saben que las armas no son el problema —soltó Nour dando una mirada condescendiente a Cortez.
—¿Qué insinúas? ¿Primero conviertes a mi hijo en esa cosa y ahora cuestionas mis acciones? Infeliz —lo acusó.
—No forcé al chico a ser nada, él quería venganza, le ofrecí métodos para conseguirla y el aceptó, un trato justo y espero que entiendas eso —explicó mientras sacaba su celular del bolsillo de su traje —. Y no son precisamente tus acciones, aunque no te exime de culpa —dijo mientras le mostraba la pantalla de su teléfono, en ella se mostraba el pórtico de la casa de su ex-esposa.
—¿Qué Mier....? —
Antes de poder decir nada, se mostró la imagen de Renegado, con su nueva apariencia completamente de negro y el casco, entraba en la casa con calma.
—Aquí viene la mejor parte —comentó Nour, adelantando la grabación.
No tuvo que avanzar mucho para ver otra camioneta estacionándose al frente, la camioneta de su mano derecha, el cual entró a la casa, las venas de Cortez estaban a punto de estallar de la rabia.
—Ustedes mexicanos saben cómo hacer dramas —se burló Nour levantándose del sillón, Cortez con ojos llorosos de la rabia vio por un segundo a Lau, ella permanecía fría, pero su expresión daba a notar que ya había visto la grabación —. Entenderás que esta "fuga" no es tolerable Javier —fue entonces cuando Cortez reaccionó, entendía demasiado bien esas palabras.
—¿Me estas pidiendo que mate a la madre de mi hijo y a mi mejor amigo? —preguntó entre dientes.
—No, por supuesto que no —contestó Nour casi ofendido —. ¿Qué clase de monstruo crees que soy? —preguntó mientras servía un trago de una de las botellas de Lau —. La señorita Lau se encargará de eso —confesó.
Cortez quedó paralizado, por primera vez en mucho tiempo estaba completamente sin palabras, observó la salida, dos hombres armados bloqueaban la puerta.
—¿Dónde está Marco? —preguntó Cortez, Nour entonces manipuló la pantalla de su celular.
—Una playa al sur de la bahía, debió nadar hasta ahí —respondió.
Cortez pudo ver la ubicación en el dispositivo, le había añadido un rastreador a su hijo, lo había convertido en su mandadero personal, su mandadero de la muerte.
—¿Qué le hiciste? —preguntó, Nour suspiró en frustración.
—Si de verdad quieres saber —dijo mientras se acercaba con trago en mano, mostrándole la pantalla de su celular —. La radiación de la explosión afecto a tu muchacho de una manera bastante imprevista, su sangre termino irradiada —contestó mostrándole una imagen de glóbulos rojos tomados de la sangre de Marco, entre ellos se podían ver lo que parecían ser hilos de color vino entrelazándolos —. Nuestros estudios demostraron que usando la misma reacción química que usan las armas alienígenas para disparar, la sangre tu hijo podía tener la energía para iluminar una ciudad, claro que al hacerlo las muestras quedaron... no viables —explicó mientras se mostraba la simulación en la pantalla, los glóbulos rojos quedaron incinerados.
—Y lo convertiste en tu arma hijo de perra —maldijo Cortez, Nour entonces se inclinó para quedar cara a cara con él.
—Pude haber drenado a tu hijo, reproducir su sangre y venderla en masa como combustible barato a países del tercer mundo —dijo con tal naturalidad que incluso Liaying Lau tensó su mandíbula —. Pero, no lo hice, hice que encontraran la manera de aprovechar eso sin tener que dejar a tu hijo como una balsa desinflada, pedí favores para encontrar la forma de que Marco aprovechara al máximo sus dones—comentó mientras le enseñaba su teléfono.
Cortez observó los planos y esquemas de las prótesis y armamento que había visto en su hijo, varios de ellos bajo el estado de "Clasificado" con el nombre de Proyecto Génesis.
—Nuevas piernas, nuevo brazo con tecnología militar de punta, incluso pudimos agregar un ojo biónico para la recolección de información táctica y vigilancia, deberías agradecerme —declaró mientras le entregaba el trago a Cortez —. Neuronal Overload System o N.O.S como lo llamaron los doctores, realiza descargas de energía en la columna de Marco, esta sobrecarga activa la radiación en su sangre, lo vuelven más rápido, más fuerte, mejor —
—Convertiste a mi hijo en una máquina de matar... —fue lo único que logró decir Cortez.
—No pude haberlo hecho sin ti —aclaró Nour, Javier Cortez quedó inmóvil en su asiento, Nour le dio una mirada a su reloj —. Bueno, tengo que ir a explicarles a ciertos compradores porque no recibirán un cargo fresco de armas de la nueva era, confío en que podrán resolver el resto ustedes mismos —dijo antes de cruzar el portal y salir de la oficina de Liaying Lau.
—Como dijiste, te tenia de las bolas, ahora te las cortó —comentó Lau, Cortez quedó sin respuesta, solo bebió el trago en su mano de un sorbo —. Si de algo sirve, lamento lo de tu chico —dijo mientras buscaba algo en su escritorio.
—Hará lo mismo contigo, ¿lo sabes no? —dijo Cortez viendo al vacío.
—Solo si fallo —
El olor a putrefacción y agua estancada se impregnaba en las fosas nasales de N.O.S a medida que avanzaba por los túneles de las alcantarillas bajo San Francisco, deseando haber perdido que su sentido del olfato también, tenía que esperar a que oscureciera para garantizar que nadie lo viera, observaba el análisis de sistemas en su brazo izquierdo, la sobrecarga estaba en cero por ciento, ligeros daños en el contenedor de reacción, pero nada de lo que preocuparse.
—Hijo de perra —maldijo entre dientes pensando como el Renegado había logrado someterlo, odiaba admitir que la explosión le había salvado el pellejo, pero el mensaje de Nour indicaba que, para una prueba de fuego, los resultados fueron excepcionales, siempre con su tono condescendiente.
Seguía caminando mientras chequeaba sus armas y extremidades, cuando una alerta se disparó en su ojo biónico, de inmediato todos los sentidos de N.O.S estuvieron alerta, sus sistemas habían identificado una amenaza, aunque también podrían ser ratas, pero lo sospechoso fue cuando la interfaz de su ojo le mostró que la temperatura estaba bajando rápidamente.
Marco se vio desconcertado mientras la temperatura bajaba a casi cinco grados, fue entonces cuando en un túnel próximo escuchó un chapoteo de agua, desenfundó su sub-rifle y apuntó al frente, activo visión térmica, pero no mostró nada, fue entonces cuando escuchó un susurro proveniente del túnel.
—¿¡Quién está ahí!? —preguntó mientras llegaba a la intercepción y recostó la espalda contra el muro de la esquina del túnel, a esa distancia podía escuchar una pesada respiración, casi un jadeo —. ¡Sal ahora y no te llenaré de agujeros! —declaró.
—Hueles... a ellos —dijo una voz, no podía reconocer si era hombre o mujer, hablaba suave y con mucha pausa, N.O.S comenzó a escuchar pasos en el agua, la interfaz de su ojo analizó el sonido que emitía, indicándole que lo que sea que estuviera ahí, caminaba en cuatro patas y estaba a menos de tres metros de distancia.
—¿Qué mierda? —se preguntó a sí mismo, sujetando su arma con fuerza esperando a que se acercara lo suficiente, poco a poco la distancia se reducía, en el momento que estuvo a un metro, N.O.S salió de su escondite y comenzó a disparar hacía el túnel, el brillo de los disparos iluminó el pasillo de concreto vacío, el cargador se vació y solo quedó el chico, confundido.
N.O.S volvió a ver la interfaz de su ojo, no se detectaban latidos o alguna firma de calor, pero Marco sabía que algo estaba ahí, aún era pronto para que se volviera loco.
Entonces sintió un toque cálido en su frente, palpó con su mano derecha para ver la punta de sus dedos pintados de rojo, casi dejo de respirar, lentamente busco el cargador de su arma en si cinturón mientras alzaba la vista.
Wendigo lo veía desde arriba, con sus garras clavadas en el concreto y su mirada hueca en el ser que poseía el olor de su presa, se había alimentado de los pequeños seres que vivían en esos túneles, este era más grande, más carne.
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