Capítulo 8: Viaje a Dragnof

Narra Kai

No puede ser verdad, no puedo creerlo, se supone que es la primer ley del pueblo, el no hablar sobre mi frente a cualquiera que no sea del pueblo, es la norma que establecieron Job y Martha, aunque nunca entendí el por qué.

Pero Kenny siendo el alcalde del pueblo desobedeció las leyes, contándole sobre mí a Irene, incluso Diane está metida en todo esto. Aunque estoy seguro que si Karen estuviera viva, sería la mente maestra.

Igualmente lo peor no es que hayan incumplido la ley, sino que me envían a pelear en una guerra sin mi consentimiento, en qué demonios están pensando esos dos, y sus sonrisas siniestras no me tranquilizan para nada.

Kai: Kenny, pero no puedo ir a la guerra, quien protegerá el pueblo. Grite cómicamente.

Diane: Pero que dices Kai, es obvio que el dragón negro nos protegerá, como lo hacía desde antes que nacieras. Dijo restándole importancia.

Kenny: Kai, no hay tiempo para tus lloriqueos, quería darte esto ayer pero no pude. Dijo seriamente.

Kai: ¿Lloriqueos?, pregunte con un tic en el ojo.

Irene ante nuestra discusión, trata de aguantar la risa, pero no pudo, y soltó una pequeña risa. Yo al escuchar la mire y al verla tuve una sensación extraña, aunque sólo fue momentánea.

Kai: Irene, ¿Qué te dijo Kenny sobre mí?, pregunté seriamente.

Pero no pudo responder ya que Kenny tomó la palabra nuevamente.

Kenny: Kai, necesito que leas esto. Dijo mientras me entrega un pergamino.

Yo lo abrí y comencé a leerlo, la verdad no estoy de humor para lidiar con estas cosas, una vez que termine, tire el pergamino y mire a Kenny con un rostro de pocos amigos, cosa que sorprendió a Irene de cómo el ambiente de un momento a otro se tensó.

Kai: ¿Cuando llegó el mensaje?

Kenny: Hace dos días, estaba en el muro con una flecha.

Kai: entonces eso explica todo.

Irene se recogió el pergamino del suelo, y comenzó a leerlo, aunque por su rostro diría que se sorprendió.

Irene: Es un último llamado, pero por qué. Dijo exaltada.

Kenny: en esta isla hay un gran gremio de bastardos, son hombres que se dedica a tomar todo lo que se encuentren de valor, no importa si otro lo tiene. Dijo fríamente.

Kenny: Si no les das lo que quieren, pierdes tu vida, pero debido a que en los últimos cincuenta años han estado llegando dragones, sus números se vieron muy reducidos.

Diane: A lo sumo deben quedar treinta, ya que no es la primera vez que intentan invadir el pueblo.

Irene:¿Cómo los detuvieron?

Kia: El dragón que protege el pueblo se encargaba de ellos. Dije orgulloso. 

Irene: Ese dragón, es solo un amargado, viejo y gruñón. Dijo mirando hacia un lado.

Diane y Kenny no pudieron retener la risa, mientras yo por cada palabra, siento que rocas gigantes caen en mi cabeza. En verdad, esta mujer en verdad me saca de quicio.

Irene: ¿Saben cuándo llegarán aproximadamente?, pregunto seriamente.

Kai: Ya están en el valle. Dije empezando a caminar en esa dirección.

Irene: ¿Cómo lo sabes?, dijo sorprendida.

Kenny: Te dije que Kai es muy habilidoso. Dijo mientras sujeta el hombro de la joven. 

Los cuatro nos dirigimos al valle, aunque Irene aumento el paso para ver como esta su amigo Belserion.

Narra Autor

Kai, Irene, Diane y Kenny llegaron rápidamente al valle y se encontraron con Belserion quien se encuentra mirando seriamente hacia un grupo de treinta hombres con armaduras.

Irene: Belserion. Llamó la pelirroja a su amigo.

Belserion: Irene-sama, no tengo un buen presentimiento con esos humanos. Dijo para luego mirar en la dirección de la mujer.

Pero al ver a Kai se sorprendió, ya que al ser un dragón puede sentir y diferenciar los aromas, y se dio cuenta que ese joven tiene el mismo olor del dragón de ayer.

Belserion: Tu. Dijo sorprendido.

Pero Kai negó con la cabeza en señal de que no dijera ninguna palabra, Belserion solo asintió, pero Irene no entiende qué pasa entre su amigo y Kai.

Irene: Belserion, tenemos que ayudar al pueblo, no podemos dejarlo a su suerte.

Kai pasó entre Irene y Belserion y siguió su rumbo hacia el grupo de hombres.

Irene: ¿Kai qué crees que haces?, dijo preocupada, pero no tuvo respuesta alguna.

Diane: Irene-san, no se preocupe, él puede encargarse de esto. Dijo sonriendo.

Irene mira con dudas como Kai se dirige hacia el grupo de bandidos, mientras que Belserion observa todo con suma seriedad.

Narra Kai

Me pare frente al grupo de Bandidos, Hoy acabare con esto de una vez por todas, y de esta manera las personas del pueblo tendrán algo menos de que preocuparse.

Líder: Miren muchachos un idiota que quiere hacerse el Héroe. Dijo sonriendo con suma arrogancia.

Líder: Dinos idiota, cuáles son tus últimas palabras antes de que te asesine y destruyamos ese pueblo.

Yo no dijo ninguna palabra, en cambio en un rápido movimiento aparecí frente a él y de un golpe literalmente le explote la cabeza. Su cuerpo cayó de espaldas al suelo mientras que los otros hombres, parecen sorprendidos y a la vez asustados.

Kai: No esperen tener piedad de mi parte. Dije fríamente.

No quería perder más tiempo con estas basuras, llevo mucho tiempo evitando que ataquen la aldea. Entonces me dispuse a dar golpes lo suficientemente potentes para matarlos lo más rápido posible, al igual que su líder.

Cuatro minutos, fue el tiempo que tardé en eliminar completamente a estos idiotas, todos los humanos, a excepción de los del pueblo, son iguales se dejan guiar por la codicia y el poder.

Voltee y pude ver a Belserion mirándome de manera seria, a Diane y Kenny sonriendo, mientras que Irene parece sorprendida.

Kai: Aunque parece que hay humanos y dragones buenos también. Susurre. 

Mientras que por mi cabeza resuena la frase "se libre, recorre el mundo, vive tu vida".

Me acerque a ellos y encare a Irene, que parece nerviosa al tenerme tan cerca.

Kai: Irene, con respecto a lo de la guerra de tu reino, quisiera que me permitas darte una respuesta mañana.

Irene: Está bien. Dijo nerviosa y un poco sonrojada, el por qué, no lo sé la mujeres humanas son un verdadero misterio para mí.

Yo me retire del valle con rumbo a mi cueva, tengo mucho que pensar, aunque ya se la respuesta que voy a dar.

Al llegar a la entrada de mi cueva suspire, ya que Diane me ha estado siguiendo a escondidas desde que me retire del valle.

Kai: Diane, sabes que por tu olor sé que me seguías.

Diane: Ups, lo olvide. Se rió nerviosamente.

Kai: ¿Necesitas algo?

Diane: Si, quería disculparme, por lo del valle hace tres días, por mi culpa los niños pudieron haber muerto, y si no fuera por ti yo también, lamento ser una molestia. Dijo entre lágrimas.

Kai: ¿Si te pones a llorar y a culparte de algo que no fue cosa tuya, como se supone que esté tranquilo cuando me vaya?, dije para luego voltear y darle una sonrisa.

Diane: ¿Eso quieres decir que irás?, dijo sorprendida aun con lágrimas en sus ojos.

Kai: Hoy acabe con el problema de los bandidos que me llevó unos trescientos cincuenta años, pero sí para acabar con el problema de los dragones tengo que ayudar a ganar esta guerra al reino de Irene, entonces que así sea. Dije acercándome a Diane.

Kai: Además así cumpliremos con nuestras promesas a Karen. Dije mientras la abrazo.

Kai: No fue tu culpa lo del valle, en ese caso fue mía por no estar lo suficientemente atento.

Luego nos separamos, Diane regreso al pueblo ya que está anocheciendo mientras que yo tome mi forma dragón y entre a la cueva para dormir.

Time skip. En la mañana.

Me encuentro frente a la puerta de la casa de Kenny, ya que sé que Irene se encuentra dentro gracias a su aroma. Golpee la puerta despacio dos veces y espere a que me abran.

Al minuto la puerta se abrió, dejando ver a Diane con una sonrisa.

Kai: Buen día Diane, ¿estas mejor?

Diane: Hola Kai, estoy bien, gracias por preguntar, pero ¿estás seguro?

Kai: Te lo dije, estoy más que seguro.

Diane me dejo pasar y me guió hacia Irene, quien está sentada tomando té con Kenny.

Irene: Buen día Kai, ya tienes una respuesta. Dijo sonriendo.

Kai: Hola, si tengo una respuesta, pero antes ¿Qué te dijeron Kenny y Diane de mí?

Irene: Que eres alguien con habilidades extraordinarias y que estás dispuesto a darlo todo para proteger al pueblo y a su gente. Dijo mientras se me acerca.

Kai: ¿Y tú que piensas?

Irene: Ayer pude ver en persona que lo que me dijo Kenny-san, es verdad, no tal vez no me hayas mostrado todo.

Irene: ¿Y tú respuesta es?

Kai: Ayudare en tu guerra, mientras que el dragón negro protege el pueblo. Dije siguiendo con la mentira de Kenny.

Ella sonrió y ambos estrechamos nuestras manos.

Por la tarde todo el pueblo se encuentra reunido para despedirme, mientras Irene se encuentra sentada en la espalda de Belserion.

Kai: Prométanme que se cuidaran y ante cualquier cosa ya saben el protocolo. Dije con tristeza.

Kenny: No te preocupes Kai, después de todo, el dragón negro nos protege. Dijo guiñando el ojo.

Kai: Adiós. Dije subiendo de un salto a la espalda de Belserion, quedando detrás de Irene.

Todo el pueblo: ADIÓS KAI CUIDATE.

Entonces Belserion emprendió el vuelo con rumbo al reino de Dragnof. Durante el viaje Irene no paraba de reírse de mi cara de asombro al ver el océano por primera vez, siendo sinceros yo también me reiría.

Luego de cinco horas de vuelo, aunque si yo fuera el que vuela sería mucho menos, llegamos al reino.

Irene: Bienvenido a Dragnof Kai. Dijo con una hermosa sonrisa.

Yo solo admiro el castillo, con dragones volando por los alrededores, y otros conviviendo con los habitantes del reino.

Irene: Déjame mostrarte el reino. Dijo tomando mi mano.

Estuvimos recorriendo un poco del reino, y la verdad me sorprendió un poco en cómo la gente y los dragones tratan con tanto respeto a Irene.

???: Irene-sama, ¿qué hace un simple plebeyo a su lado?, se escuchó a nuestras espadas.

Ambos volteamos y vimos a un joven de unos 20 años aproximadamente, de cabellera rubia, ojos verdes, que viste una armadura plateada, con decoraciones rojas, y en su mano derecha lleva una espada de los mismos colores de la armadura. A su lado hay otros tres hombres que portan la misma armadura.

???: Deje a ese plebeyo, Irene-sama, y deje que caballeros de verdad la escoltemos. Dijo con arrogancia.

Yo solo lo escucho sin importancia, parece que no solo en casa hay bastardos.

Irene: Saimon, trata con más respeto a nuestro invitado, Kai ha venido a ayudar en la guerra. Dijo seriamente al idiota de pelo rubio.

Saimon: Este plebeyo, ayudar en la guerra, que buena broma.

Irene: Saimon, si sigues co...

Pero no termino su frase, ya que la interrumpí.

Kai: Así, que te llamas Saimon. Dije sin expresar ninguna emoción.

Kai: Por lo que veo, solo eres un perro que ladra pero no muerde. Dije con una pequeña sonrisa.

Irene: ¿Kai?

Kai: Yo me encargo, y no te preocupes, no lo matare.

Saimon: Como te atreves a insultarme maldito plebeyo, yo el gran Saimon el mejor de todos los caballero y el futuro general del ejército de Dragnof. Gritó con rabia.

Kai: Entonces demuéstralo. Dije mientras le daba una seña a Irene para que se aparte.

Saimon: Recibe tu castigo. Dijo lanzando una estocada con su espada.

Yo esquive el golpe con suma facilidad, haciendo que pase de largo, para luego ponerle el pie, logrando que tropiece y caiga de cara al suelo. Irene al ver al idiota en tan mala posición comenzó a reír.

Kai: ¿Eso es todo?

Saimon: MALDITO. Dijo levantándose, y saliendo al ataque.

El idiota comenzó a lanzar múltiples corte con su espada, yo solo esquivo los ataques con aburrimiento. Pasando un minuto, comprendí que este tipo es solo un inútil, entonces le di una patada a la mano en la que tiene su espada.

Puse en la patada la fuerza suficiente para que Saimon la suelte por los aires, y a continuación de la patada con la palma de mi mano izquierda golpee su pecho, haciendo que escupa sangre y caiga sobre su trasero.

Para luego tomar la espada en el aire y apuntar a su cuello con su propia arma.

???: Suficiente.

Yo voltee y a pude ver a un hombre de piel bronceada de unos 40 años, con pelo y barba de color negro, ambas con canas, sus ojos son amarillos, viste una especie de traje de caballero de diferentes tonalidades de azul, unas hombreras de metal, botas de cuero y posee dos espadas una en mano y la otra colgada en su espalda y una daga en su cintura.

Irene: General Gustav, regreso. Dijo sonriendo.

Gustav: Es un gusto verla de nuevo su majestad. Dijo alegremente, para después cambiar su semblante a uno serio.

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Espero que les este gustando la historia hasta ahora los invito a que si les gusta, voten y comente.

En los próximos 5 capítulos iré profundizando en la relación de Kai e Irene

Y ahora quisieran que me digan que piensan de Kai con sinceridad y como les parece. Me encantaría leer sus puntos de vista, y que sienten con respecto a nuestro protagonista.

Hasta el próximo capítulo.

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