Prologo

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[El mundo, la historia, los países, sus lideres, sus gobernantes, sus dueños, todo siempre a estado corrompido, el sueño de mi hermano, es algo imposible de cumplir en este podrido y corrupto mundo, ¿amor, amistad, amigos?, no necesito nada de eso, aquellas personas con el poder no necesitan depender de nadien mas para lograr sus objetivos, porque desde el momento que nací fui elegido, no como un salvador, tampoco como un tirano, yo soy un Revolucionario, destruiré y aplastare a los lideres de las cinco grandes aldeas ninjas, borraré los recuerdos de todos los humanos, la historia comienza de nuevo desde este punto... Esto es ¡una revolución!].

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Sus ojos se abrieron de golpe, sentía como el sudor corría por todo su cuerpo, además de las rápidas y fuertes pulsaciones que este emitía, como si quisiera salirse de su pecho.

— ¿Otro sueño? — Se preguntó para si mismo, pasando su antebrazo por su frente limpiando el sudor que por hay corría, el joven se levanto de su improvisada cama echa de hojas.

No sabía el como ni cuando había llegado a este lugar, pero lo único que sabe con certeza es que debe de seguir con vida a toda costa.

¿Por que?.

El no tenia la menor idea, pero era un instinto un reflejo involuntario en todo su cuerpo y mente que le obligaba a sobrevivir con todo lo que estuviera a su alcance desde que cayo a este extraño mundo, no sabia su nombre, tampoco su lugar de nacimiento, lo único que recordaba con certeza es que en algún día, en algún momento tenia que volver.

¿Donde?.

Tampoco sabia, era igual que el deseo de vivir, no tenia fundamentos ni lógica, solo era un instinto, lo único que recuerda desde que abrió los ojos, es estar entre las garras de un gran tigre de color blanco que estaba a punto de dárselo a sus cachorros como una especie de bocadillo, sin embargo el no sintio miedo ni pánico, dado que fácilmente se libero de las garras de su captor y de un solo puñetazo lo envió a volar, eso había sido el día de ayer.

Levantándose de su cama echa de hojas, se acerco a una pequeña fogata de la cual solo quedaban unas pequeñas brazas envueltas en cenizas a punto de extinguirse.

— Debo de salir a explorar un poco este lugar, debo de sobrevivir, buscare comida y algún rastro de civilización — Decidiendo sus objetivos se encamino hacia la salida de la cueva en la que se encontraba.

Eso era algo que igualmente le sorprendía, porque aunque no tuviera idea de quien era, si tenia familia, si lo estaban buscando o no, dejando se lado todo eso, el sabia hablar perfectamente o al menos eso quería asumir.

Después de salir fuera de la cueva sus ojos no pudieron evitar mirar el cielo.

— ... Extraño — Murmuro al mirar el cielo de color púrpura a través de esas espesas hojas de árboles.

No sabia el porque, pero el aseguraba que el cielo no debería de tener ese color, ni mucho esos enormes seres que veia de ves en cuando volando en ellos, aunque no sabia como se llamaban.

Después de estar caminando alrededor de una hora asegurándose de no alejarse mucho de la cueva que servia de su refugio, alfin encontró una presa que el sabia podía derrotar.

Un enorme jabali, del cual cuatro grandes colmillos sobresalían de su hocico.

Acercándose sigilosamente por la espalda seria la forma mas fácil de acabar con el... Sin embargo ese pensamiento no le agradaba en lo mas mínimo.

Por lo cual salio de entre las malezas y se posicionó delante del jabalí que fácilmente media cinco metros de altura.

— ¡Ven aqui! — Exclamo y ante la propia extrañeza de el tomaba una extraña pose de pelea, sus piernas se inclinaban levemente, sus brazos se elevaban y sus dedos se abrían mas de lo necesario... Asimilando a un sapo.

El animal vio al joven que se presentaba delante de el, sus orificios nasales expulsaron vapor al momento que sus ojos brillaban siniestramente.

— ¡Wiiiiiii!

Chillando en cólera el jabalí salio corriendo a toda velocidad contra el, agachando su cabeza y apuntándole directamente con sus cuatro filosos colmillos.

Mientras veia venir al animal salvaje corriendo en su dirección, no se movió ni un solo centímetro, cuando estaba a punto de impactar con su cuerpo, sus manos se movieron de forma veloz.

¡CRACK!

Fue el sonido de los cuatro colmillos al romperse, mientras la cara del jabalí se deformaba lentamente al momento que el joven envió su poderoso puño contra su cráneo, el jabalí fue enviado a volar, sangre saliendo de su boca y sus dientes completamente destruidos.

El joven miro su mano al momento que la abría y cerraba.

— No se porque... Pero siento que ese golpe pudo haber sido mas poderoso — Hablando como si el derrotar a esa bestia de esa forma no era suficiente el joven comenzó a caminar lentamente en dirección donde había caído el cuerpo.

Aprovecho para mirarse en el reflejo del pequeño lago que estaba cerca de su cueva mientras arrastraba el cuerpo del jabalí.

— ... ¿Quien era yo? — Se preguntó al ver su reflejo.

Su cuerpo era el de un niño de ocho años de edad, su cabello era de un desordenado color rubio que estaba en puntas, sus ojos eran de un profundo color azul, usaba un desgarrado pantalón de color naranja, descalzo y a modo de manto una chaqueta maltratada de color naranja con negro, en su cuello una bandana con el símbolo de una hoja, pero lo que mas llamaba su atención era ese gran tatuaje de color negro con la forma de un circulo rodeado de otros cuatro círculos mas pequeños en su estomago, en su mano derecha también tenia otro, este de color amarillo el cual era un simple circulo, se parecía a un sol.

Aparte que las ropas le quedaban increíblemente grande y anchas no tenia ninguna idea de que significaban esos tatuajes.

Así pasarían varios días mas mientras se dedicaba a cazar animales en el bosque y poco a poco sentía como recuperaba sus fuerzas.

[ Castillo Gremory ]

Lord Gremory suspiro mientras veía marcharse a los señores del clan Fénix, en sus manos un documento de compromiso en el cual se comprometía a su hija con uno de los hijos de los Fénix, el cual se cumpliría una vez su hija tuviera la edad suficiente para casarse.

Ya que su hijo mayor y legitimo heredero del clan Gremory había sido nombrado como Maou, por lo cual debía dejar su rol de líder de clan y pasar a ser el líder de todo el inframundo, por defecto la siguiente heredera era su hija Rias, la cual solo tenía ocho años de edad, tendría que volver a ser el líder del clan Gremory hasta que su hija tuviera la edad suficiente para casarse con uno de los dos hijos de los Fénix, para que este asumiera el papel de líder de clan de los Gremory.

Así es como funcionaba el infierno, no había lideres de clanes que fueran mujer.

¡Toc! ¡Toc!.

Unos suaves golpes resonaron en su puerta.

— Adelante — Dando el debido permiso la puerta se abrió.

Uno de sus guardias ingreso, si mal no recordaba era el que siempre traía informes sobre hechos relevantes ocurridos en su territorio.

— Disculpe Lord, traigo un mensaje importante de Rias-ojousama — Informo el guardia con una rodilla en el suelo y sin mirarlo a los ojos, dado que eso podía ser considerado una falta de respeto.

No es que a lord Gremory le importara mucho, para ellos su sirvientes eran como una familia.

— ¿Un mensaje de Rias-chan?... — Pregunto de manera algo cansada, quizás nuevamente había salido a dar una vuelta al pueblo cercano.

El guardia asintió de manera nerviosa.

— H-hai... Ella dijo; "... Me voy a investigar el caso de las bestias desaparecidas, diganle a Oto-sama que no se preocupe" y después de eso salio corriendo y no la hemos podido encontrar.

Una sonrisa nerviosa apareció en el rostro de Lord Gremory... Para a los segundos levantarse violentamente de su silla.

— ¡¿PERO COMO DIABLOS PERMITIERON ESO?! ¡RAPIDO QUE TODO EL MUNDO LA BUSQUE, SI SE METE EN EL BOSQUE ES MUY PELIGROSO PARA ELLA! — Grito/ordeno Lord Gremory mientras miraba de forma intensa al guardia.

El rostro del guardia se puso un poco.

— ¡H-hai! — Asintiendo de maners torpe el guardia salio corriendo de ha habitación.

Lord Gremory volvió a sentarse en su silla.

— ... Solo espero que no este en problemas, pronto será cuando vaya al mundo humano, ella me dijo que quería tener amigos (sirvientes) después de todo — Su frente no pudo evitar divagar con respecto a la pequeña pelirroja — ... El bosque eh.

Hace alrededor de un mes que cosas raras habían estado sucediendo en los alrededores de su castillo, o mas específicamente en el bosque que lo rodeaba, la cantidad de bestias salvajes había disminuido notablemente, por la noche ya no se escuchaban los rugidos de los animales ni los aullidos de lobos, por las mañanas se podía ver un pequeño humo salir de el y juraría que había visto mas de una ves ver una de esas bestias salir volando del bosque, cuando sus guardias iban a investigar lo único que encontraban eran rastros de una batalla, una fogata y los huesos de alguna bestia.

No había que ser un genio para saber que alguien estaba viviendo en el bosque y usando a los animales de fuente de alimento.

— Aunque si mal no recuerdo ese bosque también conecta con los territorios de Tannin... Mmmm sera mejor que los guaridas se apuren o habrá un problema con ese malhumorado Dragón.

Mirando por la ventana como sus guardias se organizaban rapidamente en grupos de cuatro para partir a buscar a Rias, al parecer llevaba tiempo desaparecida.

[ En algún lugar en el interior del Bosque ]

Una pequeña pelirroja de al menos ocho años edad miraba en todas direcciones mientras su rostro infantil mostraba obvio nerviosismo, ya había pasado cerca de dos horas desde que había salido del castillo y internado en el bosque, naturalmente se perdió nada mas entrar.

— ... (glup)... — Pasando saliva por su garganta la pequeña Rias siguió avanzado por el bosque, a decir verdad ella no tenia ninguna intención de entrar en este espeluznante lugar, solo quería llamar un poco la atención de su madre y padre.

Pequeños y grandes ojos se abrieron en la oscuridad de los arbustos del bosque.

— M-muy b-bien debo calmarme... Piensa en como llegaste a aquí y regresarás fácilmente Rias... — Sudor nervioso corrió por los costados de su cara — ¡No me acuerdo!.

Crack

El sonido de una rama siendo quebrada detuvo las palabras de la niña reemplazándolo por un horrible escalofrío.

Mirando mecánicamente hacia atrás, su rostro se volvió azul al ver una enorme criatura, de aspecto felino, era un tigre color blanco, un par de grandes colmillos sobresalían de su boca, un poco de vapor fue expulsado por sus fosas nasales, moviendo los cabellos de Rias.

— ¡KYAAAAAAA! — Sin pensarlo dos veces salio corriendo a lo máximo que sus piernas le permitían.

— ¡GROAAARR!.

Era una escena graciosa el ver el como un inmenso tigre de almenos unos seis metros de alto color blanco, perseguía desesperadamente a Rias la cual lloran cascada de lágrimas mientras corría a lo máximo que podían sus piernas, desplegando un par de pequeñas alas negras de su espalda Rias trataba de aventajarse.

Sin embargo un obstáculo apareció en su camino, con la forma de un niño rubio, el cual cargaba en su hombro una especie de lagarto que fácilmente le doblaba en tamaño.

— ¡CUIDADOOOOOOO! — Grito Rias mientras movía sus manos para que el e apartara.

— ¿Eh? — Volteandose el chico solo alcanzo a ver un mechón de cabello rojo antes de sentir como se arrastraba por el suelo.

Rias y el rubio se volvieron literalmente una pelota mientras rodaban rapidamente por el suelo, la presa del chico salto lejos, chocando con la cara del tigre que perseguía a Rias, de manera que ahora a su descontrolado movimiento se le había unido el tigre.

— ¡Bururururururururururururu! — Tratando de hablar esas eran sus únicas palabras palabras entendibles que salian de la boca de la pelirroja y el rubio.

— ¡Nyanyanyanyanyanyanyanyanyanya— A su lado el tigre igualmente solo podía soltar esos sonidos mientras daba vueltas incontrolablemente.

Hasta que finalmente se detuvieron al chocar contra un par de arboles, los ojos de los tres estaban en espiral y caminaban tambaleándose.

— ¡A-a t-todo d-da v-vueltas! — Con sus ojos en espiral el chico se afirmo en el tigre mientras este a su lado asentía en comprensión.

Mas haya estaba Rias tendida en el suelo igualmente con sus ojos en espiral.

— ¡Wuaaaaaa— No soportando el mareo el tigre dejo salir todo lo que había desayunado.

— Geez... Dejalo salir todo, si, si, no te contentas — Dándole pequeñas palmaditas en el hombro el rubio asentía en comprensión del felino, pues igual tenia impulsos de vomitar.

Mas atrás la pelirroja se levanto con sus brazos apoyados en el suelo, conteniendo los impulsos de hacer lo mismo que el felino.

Después de que pasaron los minutos, ahora el tigre miraba de manera amenazante al par de niños, gruñendo y mostrando sus colmillos.

La pelirroja se escondió detrás del rubio, mientras este sonreia alegremente, tomando la presa que había cazado la cual se trataba de el lagarto, la extendió hacia la bestia.

— Yosh, yosh, no te contengas amigo, se que tienes hambre, ven, come un poco Yosh yosh — Estirando sus brazo con la carne el rubio sonreía de manera amistosa.

Rias observo sorprendida como el tigre lentamente iba acercando su hocico a los brazos del rubio, cuando estaba apunto de tocar la carne...

— ¡MALDITO CABRON!.

El rubio envió a volar al animal con un poderoso puñetazo en su quijada.

— ¡¿Pero por que?! — Pregunto impactada por el giro de 180 grados del rubio.

— ¡El cabrón me habría arrancado los brazos! — Exclamo con una vena de enojo en su frente, mientras señalaba al animal que yacía inconsciente a mas de diez metros lejos — Por cierto ¿quien diablos eres? ¿alguna amiga de esos tipos raros en armadura? ¿vienes a robar mi carne? ... *tronándose los dedos*... Si es así tienes muchos problemas.

Nuevamente el rostro de la pelirroja se volvió azul al observar la mirada peligrosa en los ojos del rubio.

Negó rápidamente con sus manos.

— N-no, no vengo a robarte tu c-carne ni nada por el estilo... Solo me perdí y termine siendo perseguida por ese tigre... — Tomando su vestido de color azul buscó en sus bolsillos sacando un pequeño pañuelo — ... Toma esto como muestra de gratitud... Mi nombre es Rias.

El rubio miro con el ceño fruncido el pañuelo de color blanco que le extendía la pelirroja, tomandolo con curiosidad.

— ¿Que es esto? ¿comida? — Rias negó con la cabeza de manera confundida— ... Mmm huele bien — Viendo como no se podía comer, una mirada de decepcion mostraron sus ojos, arrojando el pañuelo lejos — Si no se puede comer entonces no me interesa.

— ¡Q-que grosero! — Obviamente indignada Rias infló sus mejillas y sacándole la lengua al rubio.

Sin embargo este la ignoro mientras se acercaba al tigre inconsciente y se lo echaba al hombro derecho mientras la especie de lagarto se lo echaba en el hombro izquierdo.

— Bueno si no eres amiga de esos tipos de armadura esta bien... Bueno matta ne~ Rias — Despidiéndose despreocupadamente de la pelirroja el rubio comenzó a caminar en dirección a su refugio.

— O-oye no me dejes aqui — El rubio seguía alejándose sin ponerle atención, mirando a su alrededor un escalofrío recorrió su espalda — ¡E-esperame!.

[ Algun tiempo despues ]

Rias observa el enorme trozo de pierna de tigre que se asaba lentamente en una fogata que el rubio había echó... Todavía estaba un poco sorprendida del ver como de un momento a otro la mano del rubio se vio envuelta en una especie de armadura de lava con la cual hizo fuego.

— ¿Como hiciste para que tu mano se cubriera de lava?... No vi ningún sello magico — Preguntó mirando al chico que miraba con atención como se cocinaba la carne mientras un poco de baba salia de su boca.

— ... No se... Cuando necesito encender algo mi mano derecha siempre se rodea de eso, realmente no se porque ni como, pero solo sucede cuando debo de encender fuego, porque aunque lo intente no soy capaz de hacerlo después... Son cosas misteriosas — Concluyó el rubio sabiamente.

— Pfff básicamente no tienes idea jaajajajajaja — Rio la pelirroja suavemente — Y ¿como te llamas?.

— No se... No recuerdo — El rubio se llevo una mano a la cabeza mientras negaba.

— Mmm esta bien si no me quieres decir, porque yo tampoco te dije mi nombre completo... — Suponiendo que el rubio no quería decirle su nombre Rias acepto ese echó — ... Oh a propósito Oto-sama me dijo que por aquí habían estado desapareciendo bestias últimamente deberías tener cuidado, quizás haya algún depredador realmente fuerte.

— Mmmm okey... ¿Are? — Una punzada en su nuca le hizo ver en cierta dirección, parándose rápidamente el rubio tomo la carne que estaba en la fogata, no sabía como pero siempre sabia cuando alguien con deseos hostiles se acercaba a el, esa era su señal para cambiar de refugio, por suerte por aquí habían bastantes cuevas — Me tengo que ir, ya vienen esos tipos de armaduras raras... Creo que igual deberías de irte niña pelirroja.

Una interrogante aparecio en la cabeza de Rias, sin embargo comprendió que se trataban de los guardias del castillo, quizás este chico les tenia miedo por esas armaduras y espadas que siempre llevaban consigo.

Para Rias hoy había sido un día extraño, aunque fue divertido.

— ¡¿O-oye chico mañana querrías jugar conmigo?!.

El rubio se detuvo un momento pensando la respuesta.

— ¡Esta bien! Las cazas son mejores en equipos después de todo y así no hablare solo, ven mañana a este mismo lugar, este sera nuestro punto de reunión Ja ne~.

— ¡Okey!

El chico desapareció entre los arboles, quedando de prueba de su existencia solamente la fogata y unos cuantos huesos de los animales devorados por el rubio.

A los segundos después un grupo de cuatro guardias aparecieron delante de Rias.

— ¡Ojou-sama! ¡Que alivio al parecer esta bien!... Tu informa que la hemos encontrado.

— H-hai.

Sin prestarle mucha atención a sus guardias, Rias solo sonreia mientras miraba el lugar por donde se había ido el chico.

— Ya no puedo esperar para mañana — Murmuro con una sonrisa.

[ ... ]

Desde ese día Rias y ese chico del bosque, se estarían viendo a diario, para salir a cazar cuando el tenia hambre, jugar a las atrapadas en el bosque, al escondite, y en mas de alguna ocasion el rubio tendría que salvarla de alguna bestia, con el tiempo Rias se entero de la aparente amnesia de su amigo, por lo cual tuvo que darle un apodo... Bigote-kun fue el elegido, dado que en el rostro del chico y apenas visible se encontraban tres marcas a cada lado de sus mejillas simulando a Bigotes, aunque el apodo no le gusto mucho que digamos el rubio lo acepto, así sin darse cuenta fueron pasando los días, semanas, meses y al final pasaron dos años, obviamente los padres de Rias e incluso su hermano se habían enterado del pequeño amigo de su hija y hermana, pero no decían nada, les causaba gracia ver lo torpe que era Rias al escaparse de su cuarto al dar escusas de ir al baño, o unir las sabanas de su cama para formar una soga para salir por la ventana, olvidándose que tenia alas y podía salír volando, por su parte el chico al tener la compañía diaria de la niña poco a poco fue dejando de lado las preguntas que tenia sobre su origen y sus deseos de saber mas de el, dado que con Rias se divertía mucho y no le importaba nada mas.

Sin embargo todo lo bueno debe de tener un fin, dado que hoy era el día donde ella debía de irse al mundo humano, por concejo de su padre y madre para que aprendiera del mundo y comenzará a reunir su nobleza dado que pronto tendría su propio juego de Evil Pieces.

[ ... ]

Sentados a la orilla de un río y con sus espaldas chocando entre si se encontraban Rias y el rubio, mientras el chico comía un poco de carne y Rias miraba con atención hacia el cielo.

— ... Así que te vas mañana eh — Comento el rubio al mismo tiempo que terminaba su carne y arrojaba el hueso lejos.

— Mmmmm — Solo moviendo su cabeza de forma afirmativa la chica estaba triste.

Un incomodo silencio se formo entre los dos, aunque el rubio solo sonrió al momento que se recargaba un poco mas en la espalda de la pelirroja y cerraba sus ojos, esto en algún momento debía de pasar, pero aun asi era algo doloroso, volvería a estar solo y sin ningún otro objetivo mas que el de buscar comida para sobrevivir otro día.

— ... ¡V-vendre!

Sus ojos se abrieron al escuchar la exclamacion de la chica, no queriendo interumpirla siguió escuchando en silencio.

— ¡Te prometo que vendré todos los años a verte, en este mismo día y lugar! ¡Por eso tienes que esperarme aquí en este sitio yo definitivamente vendré todo los años, y cuando tenga mis Evil Piece... Estaremos juntos por siempre!.

El sonrió genuinamente mientras sus cabellos tapaban sus ojos.

— Entonces yo prometo que te esperare en este mismo lugar en esta misma fecha de cada año-ttebayo — Sin poder evitarlo esa extraña palabra que decía cuando de verdad estaba emocionado hacia aparición en su oración.

Ambos sonrieron al momento que exclamaban com fuerza.

— ¡Es una promesa/Es una promesa!.

[Tiempo transcurrido: 1año, Rias; 11 años, Bigote-kun; 11 años ]

Un año paso volando para nuestro joven protagonista, un año en el que no había visto a su amiga, sentado en la orilla de aquel río, donde los rayos del sol apenas y estaban comenzado a asomar por entre las copas de los arboles, el esperaba pacientemente.

Sus vestimentas seguían siendo las mismas de simpre, solamente que ahora su cabello color rubio le llegaba casi hasta los hombros, además de que en su cintura habia una espada que había rodado a uno de esos guardias, de echo ya no aparecían tan seguido por el bosque.

Una sonrisa apareció en su rostro al sentir cierta energía aproximarse por su espalda.

— Llegas temprano — Comentó con una sonrisa.

— ¡Bigote-kunnnn~! Realmente te extrañe, tengo que contarte muchas cosas! — Abrazándolo por la espalda una pelirroja que vestía un lindo vestido de una sola pieza de color blanco sonreía mientras pequeñas lágrimas asomaban por sus ojos, Rias no había cambiado casi nada a la vista del chico.

Ese día hicieron las mismas cosas que hacian en el pasado, jugaron y se divirtieron todo el día hasta el anochecer, al día siguiente Rias se marchó, pero le dejo un par de regalos, ropa nueva, cepillo de dientes y pasta dental para un año y lo mas importante una cadena con el símbolo del clan Gremory en ella.

[ Tiempo Transcurrido: 2 años, Rias: 12 años, Bigote-kun: 12 años ]

Una Rias de doce años de edad corría a todo lo que daban sus piernas en dirección al bosque ya era un poco pasado el amanecer y seguramente Bigote-kun debía de estarla esperando, ella había cambiado su apariencia un poco, su cabello ahora se encontraba un poco corto solo hasta los hombros ya que ese era el look del momento, además que no usaba un vestido si no que unos pantalones que le llegaban hasta las rodillas, además de que su busto se había comenzado a desarrollar.

Los ojos azules de Rias se iluminaron al verlo a la orilla del río mientras arrojaba pequeña piedras al mismo.

El igual había cambiado, su cabello estaba mas largo llegándole un poco mas abajo de los hombros, dos pequeños mechones de cabello comenzaron a crecer por los costados de su rostro, vestía las ropas que ella le había dado, un buzo de color negro, una chaqueta de color azul y botas de combate azul con punta de acero, en su espalda una desgastada espada que alguna ves perteneció a uno de los guardias del castillo, en su cuello esa cadena que le dio.

— je... Te ves extraña con el cabello corto, me gustabas mas con tu cabello largo... ¿Y que haremos hoy?.

— ¡Te extrañe! — Grito al momento que lo derribaba en un abrazo.

[ Tiempo transcurrido: 3 años, Rias: 13 años, Bigote-kun: 13 años ]

Eran alrededor de las diez de la mañana, el sol ya iluminaba con toda su fuerza, un chico de trece años de edad de cabello color rubio hasta media espalda y un par de mechones que caen hasta su barbilla por cada lado de su rostro, miraba con una sonrisa un tanto nerviosa a la chica pelirroja que estaba inclinando profundamente la cabeza ante el.

Rias estaba nuevamente dejando crecer su cabello, su cuerpo cada ves se definía mas y mas, su pecho ahora era de al menos copa B, sin duda seria hermosa cuando creciera mas.

— ¡L-lo siento me quede dormida y no pude venir mas temprano!.

— Esta bien si al final igual viniste, mantuviste tu promesa.

La pelirroja sonrió al momento que se lanzaba nuevamente sobre el rubio en un fuerte abrazo.

Nuevamente este año Rias había traído nueva ropa para el rubio además de cepillo y pasta de dientes como era usual, pero además de eso le llevo una nueva espada de estilo medieval, parecida a una Claymore.

[ Tiempo transcurrido: 4 años, Rias: 14 años, Bigote-kun: 14 años ]

Esta fue sin duda la mañana mas larga de toda su vida, porque su amiga no había aparecido hasta las cuatro de la tarde, el rubio había crecido mucho físicamente, su estatura era la normal para alguien de su edad sus músculos se comenzaban a marcar además de que su voz se volvía mas áspera, estaba creciendo, su cabello nuevamente habia crecido hasta llegarle a la mitad de la espalda, los mechones que dejaba crecer por su costado, ahora estaban en una trenza pequeña con algunos dientes de animal adornandolos.

Rias igualmente había crecido, al igual que su cabello y pechos de ahora copa C, y su personalidad había cambiado, dado que esta vez no quiso jugar con el como siempre lo hacían, ahora quiso hablar con el.

— ... Así que no has recordado nada todavía eh.

— No, nada de nada, oye Rias me aburro estar sentados realmente es aburrido, aprovechemos el tiempo y juguemos como siempre lo hacemos~ Vamos, vamos, vamos.

Rias sonrió mientras negaba con un movimiento de cabeza.

— Lo siento pero no, eso es para niños y es vergonzoso, mas que eso deberías preocuparte por tu futuro, no puedes vivir para siempre en el bosque, con la ley del mas fuerte, tienes que ir a algún médico o algo para que te curen de tu amnesia... Dentro de unos dos años recibire mi juego de Evil pieces, y quiero que estés curado para entonces...

— ... Rias... Yo soy un humano, tu dijiste que esto es el infierno, no creo que en alguno de esos lugares que dices me reciban con los brazos abiertos, me he encontrado con otros demonios y no son como tu, son violentos, arrogantes y engreídos, no me agradan.

El sólo la veía hablar preguntandose donde se había ido la divertida Rias, después de estar al menos unas tres horas hablando, ella se fue mas temprano diciendo que estaba cansada y que quería irse a dormir.

A ese año le seguirían otros mas.

[ Tiempo transcurrido: 5 años, Rias: 15 años, Bigote-kun: 15 años ]

Esta ves ella no llego tarde, tampoco llego temprano, de echo ella no apareció en todo el día, el desde las tres de la mañana estuvo esperando hasta las doce de la noche, al lado de río, en esa orilla, lanzado piedras de ves en cuando y concentrándose para sentir su energía, no la sintió nunca.

— ... ¿Tu eres Bigote-kun?.

Sus ojos se abrieron con sorpresa al ecuchar una voz en su espalda, saltando rapidamente al agua y increíblemente manteniéndose a flote sobre esta y desenfundando su desgastada Claymor, el chico de cabello rubio que le llegaba hasta casi su cintura y mechones de cabellos que llegaban hasta su cuello, miro con sus afilados ojos azules a la persona delante de el.

Una mujer vistiendo un extraño conjunto de ropa, un largo vestido de sirvienta y una expresión de hielo en su rostro, su cabello plateado ondeó ligeramente con el viento y sus fríos ojos azules lo miraban con cierta sorpresa al verlo parado sobre el agua.

— ... — Desapareciendo a una velocidad cegadora el rubio apareció detrás de la peliplatino.

— Es rápido — Pensó con sorpresa la mujer al momento que doblando su cuerpo esquivaba por tan solo un par de centímetros el corte de espada, algunos de sus cabellos no corrieron la misma suerte.

Sus ojos se abrieron sorprendidos al observar como un corte apareció por la tierra cortandolo y siguiendo hasta el rio el cual dividio en dos.

— Que increíble técnica de espada, si no lo hubiera esquivado habría sido cortada en dos... Esto no es "inofensivo y inocente" Rias, este chico sabe como pelear y defenderse.

La chica con traje de maid no pudo seguir pensando al ver como en la palma de la mano derecha del chico se forma una extraña energía con la forma de una pelota, la cual se podia observar como estaba increíblemente comprimida, además de que giraba furiosamente.

— ... — Sin decir ninguna palabra y mirando con sus afilados ojos azules a la mujer se preparaba para correr contra ella.

Sudor nervioso comenzó a correr por la mejilla de la maid, ese chico sin duda quería golpearla con eso, no estaba segura de salir con vida si eso la alcanzaba siquiera a rozar.

— ¡E-espera por favor Bigote-kun! ¡Mi nombre es Grayfia Lucifugu! ¡Soy la One-sama de Rias! — Aunque dijo eso, igualmente tuvo que levantar una barrera mágica enfrente de ella, la cual contuvo la esfera de energía.

Ambas técnicas se cancelaron entre si, el rubio miro atentamente a la mujer.

— ... ¿"One-sama de Rias"? — Pregunto inclinando la cabeza hacia el lado.

Aunque no bajo su barrarea, la maid asintio.

— ¡Ah! ¡Esta bien entonces! — Sonriendo despreocupadamente el rubio volvió a colocarse la espada en su espalda al momento que se sentaba en el suelo y mirada fijamente a la mujer.

— ¿Lo acepto así de fácil?... Que inocente chico humano, así que el es la razón por la cual siempre venia a este lugar tan peligroso, este bosque aunque esta cerca del castillo, todavia se encuentra inexplorado, ni siquiera los mas veteranos exploradores querían investigarlo... No me sorprende que para sobrevivir tuvo que volverse fuerte.

Los pensamientos de la Maid se vieron interrumpidos por la voz del chico.

— Oye, oye, oye ¿donde esta Rias?¿Por que no vino? ¿le paso algo? ¿no comió suficiente carne? Oye oye — Preguntando de manera inpaciente el chico, mirada con ojos brillosos a la maid.

— ... Sobre eso, Rias no podrá venir este año, muchas tareas le han dificultado el poder venir hoy, le han entregado su juego de Evil Piece y ya ha reencarnado a dos sirvientes, lamentablemente los que reencarnó tienen dificultades para adaptarse por lo cual ella esta cuidando de ellos, pero ella me pidió que te trajera estas cosas —.

Ahora que la miraba mas detenidamente ella traía entre sus manos un par de bolsas, seguramente era lo de siempre, ropa nueva y algún otro regalo, aunque lo agradecía, realmente esas cosas no le importaban, hubiera querido verla unos momentos.

— Sin embargo ella dijo que definitivamente vendría el otro año que era una promesa.

— M-mmm entonces solo tengo que esperar... ¡Gracias por venir One-san, en verdad casi creo que ella se había olvidado de nuestra promesa pero no fue así-ttebayo! Jajajajajaa.

— No hay problema Bigote-kun — Cerrando sus ojos con una suave sonrisa le entrego las cosas al rubio.

[ Tiempo Transcurrido: 6 años, Rias: 16 años, Bigote-kun: 16 años ]

Al igual como habría ocurrido hace un año atrás, la hermosa Maid de cabello plateado se encontraba delante del rubio mientras sostenía un par de bolsas en sus manos, pero ahora estas no habían sido enviadas por la pelirroja Gremory, estas cosas la había comprado ella misma, dado que le pareció algo triste que este año la chica no se acordara de su amigo, por lo cual decidió traerle esas cosas ella misma.

Después de todo se había forjado una especie de amistad entre ella y el chico, viniendolo a visitar cada cierto tiempo.

— Tienes que comprenderla un poco, ahora esta muy ocupada por sus estudios y pronto se le entregara un territorio en el mundo humano, por lo cual debe de poner todo su empeño en ello.

El chico de ahora dieciséis asintió en comprensión mientras limpiaba unas pequeñas lágrimas que asomaban por sus ojos.

— E-estoy bien, yo entiendo, tiene cosas mas importantes que hacer, pero al menos ella se acordó de mi ¿cierto? ¿Esas cosas me la envió ella cierto?.

Un nudo se formó en su garganta.

— U-uh... Mmm... E-eh... ¡Por supuesto esto te lo envía Rias! — Mintió con una sonrisa nerviosa.

[ Tiempo Transcurrido: 7 años, Rias: 17 años, Bigote-kun: 17 años ]

— ¿Este año tampoco eh? — Una fuerte lluvia hacia acto de presencia, el cielo estaba oscuro y en la lejanía se podía ver como los rayos caían y los truenos resonaban en las montañas.

Un chico de diecisiete años, cabello tan largo que llegaba a sus tobillos, con varios mechones que caían por los costados de su rostro, mientras este estaba adornado con distintos objetos hechos de huesos y dientes de animal, el rubio había crecido bastante, además de que había conocido bastante a la mujer peliplata para saber cuando ella mentía, como lo estaba haciendo ahora.

De la espada que alguna vez había sido muy afilada, ahora estaba toda oxidada y desgastada, estaba descalzo y no usaba nada en la parte superior, unos desgarrados buzos de color negro componían su ropa, lo mas impresionante de todo debería ser que el se encontraba en la cabeza de un gran oso de color negro.

— Lo siento...

Mirando a la mujer de cabello plateado, el rubio sonrió mientras negaba con la cabeza, además había algo que quería contarle.

— Sabes... El otro día me tope con cierto dagron... Dijo que se llamaba Tannin — Los ojos de Grayfia se abrieron sorprendidos, al mirar mas detenidamente el cuerpo del chico sus ojos se llenaron de lágrimas al ver como donde debería de estar su brazo Izquierdo... No había nada.

— T-tu brazo...

— Cielos ese Dragón si que era poderoso, realmente pensé que iba a morir... Sin embargo cuando estaba a punto de perder la consciencia... — El chico aparto un poco el cabello que estaba obstruyendo la vista de ese peculiar tatuaje de cinco círculos que estaba en su estomago, solo que ahora habían solo cuatro circulos — Junto con desaparecer uno de estos círculos, mi poder aumento increíblemente... El viento ahora lo puedo controlar fácilmente — Una pequeña esfera de energía apareció en su mano, sin embargo a los segundos junto con un peculiar sonido cuatro aspas aparecieron alrededor de ella girando furiosamente — ... Se llama Rasenshuriken, cuando solo es energía concentrada y comprimída en la palma de mi mano se llama Rasengan, la técnica que utilizo para detectar las energías se llama Sennin Mode...

Grayfia miro con asombro al chico, dado que nunca antes había nombrado a esas técnica dado que no sabia como se llamaban, que ahora lo hiciera solo significaba una cosa...

— ¡T-tus recuerdos han vuelto!.

— Mas o menos, solo son imágenes sin orden que aparecen en mi cabeza... Pero lo que realmente me importaba alfin pude saberlo... ¡Mi nombre es Uzumaki Naruto!.

Grayfia sonrió al ver como una gran sonrisa adornada el rostro del ahora reconocido como Uzumaki Naruto.

Ella ya había tomado su decisión al ver como a pesar de estar sonriendo, pequeñas lágrimas se escapaban de los ojos del rubio, quizás el estuvo esperando este día para contarle a Rias, aunque una amistad sea muy fuerte si te pones en el caso en el que solo puedes verte con esa persona una sola vez al año, y esta persona no aparece un año, ni el otro, ni el otro, ni el otro, obviamente estarias completamente triste, era increíble el ver como este chico seguía sonriendo a pesar de estar llorando.

Una razón mas para convencerse de lo que estaba a punto de hacer.

— ... Sabes hoy yo no he venido precisamente a hablarte de Rias... Vengo a llevarte conmigo al castillo Gremory, ahora estarás bajo mi cuidado, no puedo seguir viendo como vives en el bosque luchando contra animales y bestias, ni siquiera sabia que te habías enfrentado contra Tannin es realmente sorprendente que salieras con tan pocas heridas, pero tu pudiste haber muerto y yo nisiquiera lo habría sabido, así que despidete de ese Oso, es hora de irnos.

Naruto miro con confusión a la mujer de cabello plata inclinando levemente su cabeza al costado.

— ... P-pero yo no quiero irme, tengo muchos amigos en este lugar, Tora-chan (Tigre), Kuma-san (Oso), Neko-chan (Gato), Saru-kun (Mono), La banda de Tori-san (Pájaro) y Kitsune-chan (Zorro), no puedo dejarlos solos, son asustadizos y debiluchos.

El ceño de Grayfia se fruncio.

— Esto no es una petición, no es una sugerencia, tampoco una invitación, es una orden, desde ahora vivirás en el castillo, después haremos un contrato de familiar con ellos... — El chico la mirada de manera dudosa, suspirando y viendo al enorme oso una idea aparecio en su mente — Aprovechando que aquí esta Kuma-san haremos el contrato de familiar, ven aquí un momento.

Haciéndolo caso a la mujer Naruto bajo de un salto del lomo del Oso, Grayfia tomo su unica mano mientras un circulo mágico aparecía bajo los pies de ambos, el mismo circulo mágico apareció bajo el oso.

— ¿Que es esto? — Pregunto confundido.

— Esto es un contrato de familiar, tenemos suerte que hoy sea luna llena, ahora concentra tu energía y trata de que se armonise con la de K-kuma-san, aunque no lo paresca estos animales pueden aprender a usar magia, deberían servir como familiar.

Haciendo caso a las palabras de la peliplatino, el rubio cerro los ojos, concentrando su energía y buscando la armonía entre la suya y la del oso, después de unos segundos el circulo mágico brillo señal de que el contrato estaba echo.

— Listo, esta echo con esto podrás llamar cuando quieras a Kuma-san... Aunque tendré que enseñarte un poco de magia después... ¿eh?.

Grayfia se detuvo en su discurso al ver como un Tigre, un zorro, un pájaro de color azul, un gato y un mono aparecían de el interior del bosque.

— ¡Chicos así que me siguieron eh! ¡Bueno no importa! ¡Grayfia-san hagamos eso con ellos ahora!.

La mujer solo sonrió al momento que un nuevo circulo mágico aparecía bajo sus pies repitiendo el proceso con los nuevos animales, un tiempo después Naruto veía con cierta nostalgia en el lomo de Kuma-san como el bosque donde habia vivido durante tanto tiempo lentamente se iba alejando, subida en una especie de grifo iba Grayfia cerca de el.

Inevitablemente comenzó a recordar...

[ La guerra termino, aunque fuiste capaz de salvarlos a todos no pudiste salvarte a ti mismo, Uzumaki Naruto murió en la cuarta guerra mundial shinobi, sin embargo yo sabia que si dejaba al mundo sin tu guía no seria capaz de mantener esa paz mucho tiempo, creando un clon de tu propia sangre y carne les hice creer todo el mundo que no habías muerto, el mundo shinobi esta a salvo, ese clon que cree realmente cree que s Uzumaki Naruto, sin embargo jamas pensé que al chocar tu Rasengan contra el Chidori del Uchiha crearían un puente hacia la brecha dimensional, ni mucho menos que tu serias arrastrado dentro de ella, me disculpo por esto pero ya han pasado cerca de doscientos años en el mundo shinobi, tu tiempo es recordado como una leyenda, tus hazañas son catalogadas de milagros, hay una paz que parece no tener fin... Sin embargo no fue hasta el día de hoy que pude sentir tu energía en este lugar, realmente lo siento si me hubiera dado cuenta antes todo esto se habría podido evitar, solo puedo ofrecerte enviarte a un lugar parecido a las naciones elementales, tendré que sellar tus poderes y hacerte mas joven por precaucion, dado que todavía conservas el sello que te di en tu mano derecha, aunque no lo creas en ese lugar podrías ser considerado un ser divino, quizas hayan algunos efectos secundarios como perdida de memoria temporal, pero la recuperaras con el tiempo, eso es todo lo que tengo que decirte sucesor de Ashura, ¿estarias dispuesto a ir a ese lugar o quedarte aquí durmiendo toda la eternidad?].

Realmente no quiso contarle a Grayfia dado que esto todavía era algo confuso para el, pero podía recordar toda su vida en las naciones elementales, desde sus días de infancia, su tiempo como alumno de Kakashi, sus viajes con Jiraiya, las amistades que hizo en sus aventuras, la confesión de Hinata que nunca pudo resonder, su amor no correspondido con Sakura, divirtiéndose con sus demás amigos, aprendiendo a controlar el rasengan, agregándole chacra de viento, su entrenamiento en el monte Myoboku, cuando conoció a su madre, la gran cuarta guerra ninja y su amistad con el Zorro en su interior.

— Tienes que despertar pronto... Kurama.

— Gruuu... Grooo... Grooo... Grooo.

Fuertes ronquidos resonaban en el interior de su cabeza, sonrió nuevamente, esto seria como empezar de nuevo, ahora cumpliria su sueño en este mundo, aunque modificandole algunas cosas, había mucho por hacer.

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