Habían pasado dos años desde que Kael comenzó su vida en Foosha, y ahora, con 17 años, estaba más que listo para comenzar su propia aventura.

---

Kael había pasado la noche anterior durmiendo profundamente, ignorando la fiesta de despedida de Luffy. Cuando despertó, lo primero que hizo fue buscar al idiota del sombrero de paja.

Kael: "¿Dónde está Luffy? ¿No debería estar trepando árboles o algo?"

Los aldeanos le informaron, con sonrisas melancólicas, que Luffy había zarpado al amanecer, con su característico "¡Nos vemos!" y sin preocuparse por despedirse de su supuesto amigo.

Kael (gritando): "¡MALDITO LUFFY! ¡CUANDO TE VEA, TE ROMPERÉ LA CARA!"

Aunque sabía que Luffy era así, Kael no podía evitar sentirse molesto. Había pasado años esperando este momento, y ese mocoso se fue sin decirle nada.

---

Con Luffy fuera de la isla, Kael decidió que ya era hora de dejar de perder el tiempo. Había esperado suficiente, y el mundo estaba lleno de posibilidades, tesoros y, lo más importante, mujeres que lo estaban esperando.

Kael (pensando): "No puedo quedarme más tiempo aquí. Este mundo es enorme, y estoy seguro de que ya hay mujeres llorando porque aún no me conocen."

Lo primero que hizo fue usar sus berries ahorradas para prepararse. En una isla cercana, compró un pequeño barco, lo suficientemente grande para albergar a cinco personas. Era un barco modesto pero funcional, y Kael lo personalizó a su gusto.

Después, decidió invertir en algo que consideraba esencial: trajes. Pero no cualquier traje. Quería algo a la medida, elegante, inspirado en el estilo de Kento Nanami, uno de sus personajes favoritos de su vida pasada.

Kael (saliendo de la tienda): "Esto es arte. Pagué una fortuna, pero valió la pena. Siempre he sabido que el estilo define a un hombre. Mis hermosos trajes iguales... simplemente perfectos."

Cada traje era impecable: beige, con corbata y camisas bien ajustadas. Kael sabía que podía lucir bien en cualquier ocasión, ya fuera combatiendo piratas o conquistando corazones.

---

Con su barco listo y su ropa guardada en su inventario, Kael hizo un último repaso de sus provisiones. Había comprado suficiente comida para varias semanas, frutas frescas para variar, e incluso algunos libros que Tsuru le había insistido que llevara consigo.

Kael (mirando sus berries): "Incluso si compro este barco y mi ropa siete veces más, todavía no habría gastado todo lo que tengo ahorrado. ¡Le pagan demasiado bien a mamá! Aunque... me matará cuando se entere de que me fui sin decir nada."

Kael sabía que Tsuru estaría furiosa, pero también confiaba en que ella entendería su necesidad de explorar. Después de todo, no podía quedarse estancado en Foosha toda la vida.

Sin despedirse de nadie, Kael zarpó al amanecer, con el viento empujando su barco hacia lo desconocido.

Kael (pensando): "La Marina está descartada. Demasiada responsabilidad, y no es mi estilo. Pero quiero hacerme un nombre, ser reconocido. No sé cómo aún, pero el mundo sabrá quién soy."

---

Con el barco navegando suavemente por el mar, Kael decidió relajarse un poco. Había pasado días preparándose, y ahora que finalmente estaba en el agua, sentía que merecía un descanso.

Kael (pensando mientras se recuesta): "Una siestita no hará daño. ¿Qué podría salir mal?"

Kael cerró los ojos, dejando que el suave balanceo del barco lo arrullara. El sol brillaba, las olas se movían con calma, y por un momento, todo parecía perfecto.

Sin embargo, este mundo era cualquier cosa menos tranquilo.

---

Kael fue despertado abruptamente cuando el barco se sacudió violentamente. Abrió los ojos de golpe, aturdido, y se dio cuenta de que ya no estaba solo en el mar. Frente a él, un barco más grande se acercaba rápidamente. La bandera negra ondeando en su mástil dejó claro que no eran amistosos.

Kael (pensando mientras se levantaba): "¡¿Piratas?! ¡Maldita sea! ¿Por qué tenía que dormir justo ahora?"

El barco pirata se detuvo a pocos metros del suyo, y varios hombres armados comenzaron a lanzarle miradas burlonas desde la cubierta. El capitán, un hombre corpulento con cicatrices en el rostro, se acercó al borde del barco.

Capitán Pirata: "¡Oye, niño bonito! Ese barco tuyo se ve interesante. ¿Por qué no nos lo entregas junto con todo lo que tengas?"

Kael respiró hondo, evaluando la situación. Había alrededor de diez piratas en el barco enemigo. Aunque tenía habilidades de combate y sus poderes de regeneración, enfrentarse a tantos no sería fácil.

Kael (pensando): "Esto será problemático... pero, ¿quién dijo que sería aburrido?"

Con una sonrisa confiada, Kael ajustó el cuello de su traje y respondió:

Kael: "¿Diez contra uno? Parece justo. Aunque me preocupa que ustedes sean tan débiles como para necesitar refuerzos."

El capitán frunció el ceño, mientras sus subordinados estallaban en carcajadas.

Capitán Pirata: "¡Eres un mocoso valiente! Veamos cuánto tiempo puedes mantener esa actitud cuando te parta en dos."

---

Kael no esperó a que los piratas atacaran primero. Rápidamente sacó un par de pistolas que había comprado y disparó hacia los piratas que estaban más cerca del borde del barco enemigo. Dos de ellos cayeron al agua antes de que los demás pudieran reaccionar.

Saltó al barco enemigo, confiando en su velocidad y agilidad para esquivar los ataques. Usando su Haki de Observación, anticipó los movimientos de los piratas y los derribó uno por uno.

Kael (mientras golpea a un pirata): "No sé qué es peor: su puntería o su higiene. ¡Esto es vergonzoso!"

El capitán, enfurecido, desenvainó una enorme espada y cargó contra Kael. Aunque el hombre era fuerte, sus movimientos eran predecibles, y Kael lo esquivó con facilidad.

Kael (burlándose): "¿Ese es todo tu poder? Pensé que los piratas eran más interesantes."

Después de una breve pelea, Kael logró desarmar al capitán y lo dejó inconsciente con un golpe preciso en la nuca.

---

Un mensaje para el futuro

Con los piratas derrotados, Kael saqueó su barco, llevándose provisiones, armas y berries. Antes de irse, dejó un mensaje pintado en el mástil del barco enemigo:

"Aquí estuvo Kael. Mejor no vuelvas a intentarlo."

Subió a su propio barco y retomó su camino, disfrutando del botín obtenido.

Kael (pensando): "Bueno, no fue la mejor manera de comenzar mi aventura, pero al menos no estuvo aburrido."

Mientras el sol comenzaba a ponerse en el horizonte, Kael sonrió. Sabía que este era solo el comienzo, y estaba listo para enfrentar todo lo que el mundo le lanzara.

---