Capítulo IV: Conociéndonos (Parte III)

Capítulo IV: Conociéndonos (Parte III)

Han habido casos de gente desaparecida que regresó a la vida, después de mucho tiempo, para revelar que habían sido secuestrados, raptados por gente peligrosa o peor, que no volvieron, en otros casos, ya que fueron víctimas de sus carceleros. Un caso sumamente importante y a la vez oscuro fue el Caso Josef Fritzl, ocurrido en Austria, en el cual el sujeto, padre de Elisabeth Fritzl, fue secuestrada durante 20 años, retenida contra su voluntad y teniendo 7 hijos y nietos, fruto del incesto con su propio padre. Un caso sumamente repugnante, reprochable pero que, al menos, tuvo su final feliz cuando ella fue liberada en el 2008 y el responsable fue condenado a Prisión Perpetua por secuestro, violación, asesinato, incesto y demás cargos que harían vomitar hasta el más valiente de aquellos que lean esto.

En el contexto presente, Gabriel deseaba saber qué había sido de su pareja. De su novia. Lucía Alba. ¿Cómo olvidarla a aquella chica de largos cabellos negros como la noche, brillantes como las Estrellas del Firmamento y unos preciosos ojos verde-esmeralda que reflejaban la vida misma?. Como si de un Caleidoscopio se tratara, él la tenía su mente, aún después de 220 años de estar congelado en el tiempo, no la pudo olvidar nunca a ella, por lo que pasó a ver si había alguna novedad de la citada en la computadora donde estaban los presentes mirando y queriendo saber más al respecto.

¿Qué había pasado con ella? ¿Habría sobrevivido? ¿Estaría congelada?. El sudor frío le caía a chorros, la sangre le bajaba del cuerpo y parecía que estaba por sufrir un ataque de Ansiedad cuando vio que la Inteligencia Artificial iba escribiendo los siguientes datos en la pantalla.

- Por favor, dime que ella está bien. Espero poder hallarla.- Pidió Gabriel con miedo de que algo le hubiera pasado durante todo el tiempo en el que estuvo congelado.- Por favor, Lucía. Dime que estás bien. Por favor.- Rogaba cada 2x3 con el miedo a flor de piel, golpeando su corazón.

- Tranquilo, chico, ¿sí?. Descuida, todo estará bien.- Le llevó Paiway la calma al joven.- No te pongas ansioso porque puedes sufrir algún problema en el Futuro, en especial un ACV. ¿Quieres tener algo así?.- Preguntó y él negó con la cabeza, mientras que se recostaba en la cama pero, todavía, miraba hacia la pantalla.

- Hazle caso a Paiway, Gabriel. No tienes por qué ponerte así.- "Habló" la Marioneta de la Enfermera, llevando un poco de alivio cómico, sin embargo, cuando él notó que la Inteligencia Artificial estaba llevando a cabo la transcripción de los datos en la pantalla, él se acercó para ver qué decía.

"Nombre completo: Lucía Alba.

Pareja de Gabriel Lombardo.

Estado Actual..."

Un profundo y gélido silencio cayó sobre Gabriel al enterarse de que su novia ya no vivía. Ya no estaba en ese Mundo. Los dedos se le congelaron, la presión sanguínea cayó como una casa en medio de un terremoto, se puso pálido, mientras que las ganas de llorar iban emergiendo desde el interior. Empezó con una tormenta de sentimientos que iban desde la negación hasta el quiebre emocional. Se levantó de la cama y fue hasta la pantalla.

- Espera.- Pidió Gabriel, llamando a Paiway.- Detén esto.

- Pero...¿No querrías ver si hay novedades de tu novia?.- Quiso saber ella, sin embargo, al notar la expresión cabizbaja del joven, se quedó pensativa un momento.

- Él tiene razón, Paiway: Una cosa es averiguar sobre si era nuestro enemigo o no. La otra es meternos en la vida privada suya, en especial con algo que, en el Pasado, se llamaban relaciones personales.- Reconoció Meia esa postura en el joven.- Además, lo tengo que tener listo para presentarlo ante Buzam y Vivan.

- De acuerdo, voy a detener esto.- Dijo la Enfermera, yendo hacia la computadora, parando la búsqueda y luego girándose para ver a Gabriel.- Aún así, si un día quieres saber acerca de ella, de tu novia, solo dilo, ¿sí?.- Pidió y le puso una mano en el hombro.

Podía sentirse esa pesadez gélida en Gabriel, quien, por un lado, había tomado una decisión con respecto a la búsqueda de datos pero, en la segunda parte, si terminaba viendo algo que no era recomendable para él, las cosas podían complicarse, por lo que permaneció en silencio.

Aquello duró un buen tiempo hasta que la voz del peli negro quedó callada y hallándose recostado contra la cabecera de la cama, teniendo la mirada perdida, clavada en un punto del horizonte, intentando hallar la respuesta a sus preguntas pero ¿cuál era? ¿Qué buscaba?. Sentía que el Mundo le daba vueltas, su cabeza no podía estar "quieta". Era como si los Fantasmas de aquellos tiempos lo llamaran y pidieran que hiciera algo. Sus amigos, su familia, su novia, Espectros del Hades, que lo visitaban, encontrándose con él, en medio de tanta devastación, en una Tierra donde nadie hubiera podido sobrevivir a la guerra desatada y que tuvieran que buscar una nueva vida en otros Mundos.

¿Habrían sobrevivido? ¿Qué sería de ellos? ¿Estarían congelados?.

Con la mirada perdida, callado, silencioso, apoyado contra la cabecera de la cama, teniendo los ojos cerrados y secándose con un pañuelo, sintiendo el remordimiento de no haber podido pasar un poco de tiempo más con su chica, su familia y amigos, ahora no eran más que recuerdos de una vida pasada. 

Paiway lo miró, quiso animarlo con su "Asistente" pero no valía la pena, era como intentar frenar un tren bala con los brazos y ella no tenía esa habilidad para llevarla a cabo. Suspiró y se dirigió hacia el otro sector de la Enfermería para reunirse con las demás. Barnett fue la última en sumarse, ya que había estado al lado de Gabriel, quien se encontraba en un estado catatónico.

- Necesita su tiempo para acostumbrarse a esto. Quizás haya sido un error revisar su historial, más que nada hablando del tema dado en su relación personal. Antiguamente, hombres y mujeres tenían ese tipo de sentimientos antes de que estallara la guerra y, por lo visto, una pérdida así es como una puñalada en el alma.- Señaló la Segunda Teniente bajo las órdenes de Meia, cruzándose de brazos, mientras que mantenían la puerta cerrada.- 

- Es algo que no se puede evitar cuando tienes a un recién llegado aquí.- Apuntó Meia, mientras que caminaba de un punto al otro, con una mano sobre el mentón, pensativa.- No podemos dejar a entrar a cualquiera aquí. ¿Quién sabe si él era un espía de Tarak?. O peor.- No quiso entrar en detalles sobre la segunda opción, por lo que la primera podía ser la más interesante.

- Pero no lo es.- Intervino Ezra.- No tiene pinta de espía.

- Ezra, entiendo tu amabilidad y preocupación por ese chico pero, aún así, si él fuera un espía, ¿tú lo perdonarías? ¿Dejarías que pase información vital sobre nuestras operaciones, asaltos contra la Flota de Tarak, entre otras cosas? ¿Lo permitirías?. Tú sabes muy bien que la Capitana y la Sub-Comandante no lo tolerarían en absoluto.- Meia se acercó hacia la castaña, mirándola con seriedad para reflejar que la amabilidad podía ser un arma de doble filo. El rostro de la castaña embarazada se contrajo al ver el de Meia y su Estoicismo.- No podemos ser buenas de corazón todo el tiempo.

- Meia.- Intervino Misty.

- No.- Advirtió la peli celeste.- Es eso o nada.- Se giró hacia la computadora de Paiway.- Quiero ver si hay algo más allí.-

- Estamos metiéndonos en la vida privada de alguien. Ya tocamos su relación con aquella chica.- Intentó Ezra en poner un límite a ello pero la otra no se iba a dejar engañar.

- Como Líder de los "Dread" ordeno continuar con la investigación. Ahora.- Impartió Meia su directiva, por lo que no hubo que discutir. No se podía con alguien que era Oficial de alto rango en las filas militares que tenía el "Nirvana".

- De acuerdo pero ¿y luego qué? ¿Se lo mostrarás a la Sub-Comandante Calessa?.- Cuestionó Paiway con seriedad, cruzada de brazos y mirando a la joven peli celeste.

- Eso ya se verá.- Auguró Meia, volviendo la mirada hacia la información emitida por la computadora.

"Desaparecido el 20 de Junio del año...

Nombre: Gabriel Lombardo.

Última vez visto: Ciudad de Nueva York, Bajo Manhattan, en las proximidades del "WTC", "One World Trade Center".

Si tienen algún dato, apórtenlo al "N.Y.P.D" para poder encontrarlo como también a la Embajada Argentina".

"Historial Policial de Gabriel Lombardo:

Ningún tipo de relación con pandillas ni abuso de sustancias".

- ¿Lo ves?.- Preguntó Ezra en su defensa del chico.- No hizo nada...

- Espera.- Intervino Barnett, notando que la ficha policial no terminaba de emitir información.

"Único antecedente: Involucramiento en una pelea en el Barrio del Abasto".

- ¿Y por eso es peligroso?. Déjame averiguar por qué fue.- Pidió Misty, ya que no creía que por una cosa así fuera a ser una amenaza para el "Nirvana".- Meia, tienes que tener un poco de confianza en los demás. 

No hubo respuesta de ella, sino que se adelantó a la peli azul, tomando el camino hacia la puerta que daba hacia la otra parte de la Enfermería y allí iba para donde estaba Gabriel, el cual seguía perdido en sus pensamientos, manteniendo los ojos cerrados, rogando que todo aquello fuera un sueño y en el cual iba a despertar dentro de poco, estando en su cama, reuniéndose con su familia, ir a pasear con sus amigos luego de la escuela y estar con su novia, salir a tomar un helado, divertirse, cosas que alguien de su edad haría pero, por desgracia, cuando fue recobrando el sentido, se hallaba en aquella cama de la Enfermería, perdido en un Futuro donde los hombres y mujeres libraban una guerra bajo la propaganda hostil hacia ambos bandos, reflejando los supuestos "sadismos" y desprecio por la vida.

El sonido de la puerta que se abría, la aparición de Meia en el umbral y cuya figura que se recortaba en la misma daba a entender que había llegado el momento de hablar. Quizás sería sometido a un interrogatorio. ¿Valdría algo la "Convención de Ginebra"?. No, ya eso estaba desaparecido pero las palabras de Paiway de que nunca harían algo tan horrible como tirarlo al Espacio, abandonarlo en otro Planeta o convertirlo en esclavo, eso jamás tendría lugar.  Aún así, encarar la fría mirada de Meia le ponía en aprietos, sentía un miedo atroz que le recorría la espalda y más cuando ella se fue acercando hasta la cama.

- Meia, espera.- Pidió Paiway.

- Déjame hablar con él primero.- Fue la sugerencia que le hizo Barnett.- Mientras que Paiway vigila que no le de un infarto.

- Ese es el tema: ¿No te das cuenta de que acaba de despertar en un Mundo totalmente diferente al suyo?. Solo es un chico. Ten un poco de humildad con él. No es un enemigo al cual quieres vencer.- Fue el imploro que hizo la Enfermera, mientras que iba a verlo.

No hubo una respuesta, solo un profundo suspiro y respiración que provino desde el interior de la peli celeste, quien asintió y le concedió esa oportunidad pero, aún así, no iba a dejarlo escapar. Paiway, viendo la situación, volvió a su computadora y mostró la pantalla, girándola para que Gabriel la mirara.

- Dirige tus ojos hacia la pantalla.- Le ordenó Meia y él asintió en silencio, estando pálido, siendo observado por Gascogne y Ezra, las dos últimas que llegaron hasta allí unos pocos segundos después. La chica de coletas triangulares negras volvió al principio, encontrándose con los primeros datos.- Veo que este es tu nombre completo. Nada más para un varón proveniente de la Tierra.

- Lombardo es también un término empleado en el Norte de Italia por la citada localidad fundada por los Lombardos, una de los tantos pueblos que vinieron después de que los Hérulos fueran derrotados por el Rey Teodiroco I El Grande de los Ostrogodos y luego éstos fueron expulsados por los Lombardos, quienes se establecieron allí hasta que llegó Carlomagno y se coronó como Rey de los citados hasta alcanzar el Poder Imperial en el año 800 D.C.- Dio Gabriel un poco de contexto histórico, llamando la atención de las citadas.

- Para ser de la Tierra tiene una buena memoria en eso. Es un punto a favor.- Susurró Ezra a Gascogne, quien se mantenía en silencio, asintiendo con la cabeza y estando atenta.

- Veo que tienes una educación interesante y que aún la conserves, de lo que aprendiste en tu tiempo, aunque eso ya es obsoleto aquí.- Le contradijo Meia, mientras que bajaban la pantalla.- ¿Y esto de aquí?. Es tu ficha policial.

Gabriel notó lo que decía allí y, por un momento, aquello le pareció gracioso al leer ese párrafo, donde se podía ver el símbolo de la "Policía Federal Argentina". La pequeña risa resonó, como un eco, en la zona pero para Meia no le cayó nada bien, estando a punto de encararlo, tomando eso como una burla hacia su persona.

- ¿Qué es tan gracioso?. Vamos, dilo si estás divertido con ello, puedes compartirlo con nosotras.- Sostuvo, mientras que caminaba unos pasos hasta detenerse frente a él, haciendo que esa risa desapareciera un poco.

- Es que eso de ahí no es más que mi único antecedente policial: Fue una pelea porque unos imbéciles estaban acosando a mi novia, les pedí que dejaran de hacerlo y ellos, cabezas duras, no lo entendieron con las palabras así que...- Se encogió de hombros.- Nos agarramos a golpes. Estuvo mal, sí, lo reconozco pero ¿acaso dejarían que alguien las acose?. Yo, si fuera ustedes, no toleraría, jamás.- 

- Buen punto.- Dijo Barnett.- En mi caso les hubiera tirado todos los dientes así comían con bombilla toda su vida.- 

- Hmmmmm.- Meia murmuró por lo bajo, mientras que hurgaba en sus pensamientos, tratando de sacarle algún punto en contra a Gabriel.- 

- ¿No crees que ya está?.- Sugirió Paiway.

- Sí, amiga, ya está. Lo dijo casi todo.- Alegó Gascogne, caminando hacia el muchacho, mientras que él la volvía a ver junto a Ezra, quien la acompañaba.

- El punto es que, todavía, hay algún tema que nos esté ocultando. Escuchamos su historia de vida, su familia y todo pero...- Se detuvo un momento al recordar esos momentos previos a la operación que tuvo, por lo que respiró hondo, cerrando los ojos, notando que, quizás, lo suyo ya estaba.- Creo que será mejor ponerle un punto final a esto.- Se giró hacia Gabriel.- Te he traído una nueva muda de ropa para que puedas usarla, ya que las que tienes están muy desactualizadas y puede que te miren raro con esas prendas.

- Vaya, ya me siento como Marty McFly en "Volver al Futuro".- Al decir el chico peli negro, las que estaban allí lo miraron con una ceja alzada.- Oh, olvídenlo. Olvídenlo.- Pidió, mientras que, todavía abatido, tomaba las prendas de ropa, las cuales consistían en una camisa con pantalones y zapatos negros que reemplazaban su remera azul, jeans "Corderoy" y zapatillas deportivas que traía consigo.- Gracias, Meia.- Agradeció él pero la chica no dijo nada, solo se giró y lo miró por encima del hombro.

[Más o menos de este estilo es la nueva ropa que usará Gabriel que Meia le entregó.].

- Meia.- Le llamó Ezra a la otra, quien se giró para verla.- Te está dando las gracias.

- Y se lo agradezco. Ahora es tiempo de que se prepare.- Señaló la chica peli celeste con seriedad, volviendo la mirada hacia Gabriel.- De nada, chico.- Al escuchar eso, él asintió con la cabeza, aceptando las palabras de la otra, mientras que tomaba la nueva muda de ropa.

- Wow, ahora ya pasé de Marty McFly a John Wick.- Hizo otro chiste del Pasado, cosa que Paiway y las demás lo escucharon, aún cuando habló en voz baja.

- ¿John quién?.- Preguntó Barnett con curiosidad, abriendo los ojos, sorprendida.

- Nada. Es solo una...- Gabriel no tuvo tiempo para completar la oración, ya que Meia se adelantó, poniendo a esa pequeña charla del Pasado.- "Mejor que no lo sepan. ¿Qué sentido tendría?".- Se cuestionó para sus adentros, mientras que iba calzándose los zapatos negros como última prenda y de ahí se paraba de la cama con dificultad.

Tocó el suelo, el eco de las suelas se hizo sentir y Meia lo pudo observar al recién operado joven peli negro, el cual esperaba alguna palabra u orden de la chica. Por unos segundos, ella no decía nada con respecto a lo que fuera a impartirle. Estaba quieta y silenciosa como una Estatua hasta que, tras examinar al joven, asintió con la cabeza y abrió la puerta.

- Ya es la hora de que vengas a conocer a la Capitana y a la Sub-Comandante.- Le dio la espalda y salió para el exterior.- Sígueme.- Pidió y con ello Gabriel fue tras ella, seguido por Gascogne, Barnett, Paiway, Misty y Ezra.

La peli verde fue al lado de su Líder de Escuadrón, mientras que la Operadora del Ala de Comunicaciones y la peli azul ocuparon el lado derecho, estando la otra en la izquierda. Paiway yacía al lado de Gabriel para que no le pasara nada y más al estar recientemente operado. Traía consigo una pequeña Tablet donde estaba descargada la información que habían obtenido gracias a la fotografía que el chico tenía consigo, aunque, para sus adentros, la Enfermera de coletas triangulares negras se preguntaba si todo eso iba a ser necesario. No quería ponerlo en un apriete pero tampoco había tiempo para darse la vuelta y regresar a la Enfermería. 

El lugar en el que se hallaban estaba un piso abajo del Puente donde se hallaban las citadas que aguardaban al recién llegado, por lo que debieron tomar un ascensor que las conduciría hasta dicho objetivo. Las puertas metálicas se abrieron, revelando el gran espacio que había allí. Una vez que Meia oprimió el botón para ir al siguiente piso, la cabina quedó cerrada y fue iniciándose el ascenso. 

- En cuanto te presente ante la Capitana y la Sub-Comandante te dirigirás a ellas con respeto.- Inició Meia el "Protocolo" que debía él llevar a cabo.- Responde con franqueza, siempre con un "Sí, Mi Capitana" o "Sí, Mi Sub-Comandante", no hagas preguntas tontas ni te tardes en responder. Nada de tartamudear ni de ahogarte con saliva, ¿me entendiste?.- Dejó ella sus avisos, por lo que él tuvo que asentir en silencio.

- ¿No crees que eso es mucha presión para él?.- Inquirió Ezra con preocupación.

- Tiene que ir conociendo muy bien a sus Líderes. Aquí hay un "Cuadro de Mandos" y un "Orden Jerárquico".- Sostuvo Meia, mientras que faltaban pocos metros para llegar hasta su destino.- Y eso se debe respetar.

- Comprendo. Comprendo.- Respondió Gabriel, justo cuando el ascensor se detenía, sus puertas se abrieron y allí estaba el Puente. Él sintió un enorme peso en su corazón, mientras que respiraba hondo, exhalaba y de ahí levantaba una de sus manos.- "In nomine Patris, et Filli et Spiritus Sancti. Amen".- Recitó la "Fórmula Trinitaria" del Credo Cristiano en voz baja y bajo el Latín, mientras que aquello llamaba la atención de Barnett.

- Es aquí.- Dijo Meia, siendo la primera en salir del ascensor, mientras que pasaba una pequeña Tropa de Pilotos, todas mujeres, listas para cumplir con sus misiones asignadas. Le siguieron Gascogne, Barnett, Ezra, Paiway pero cuando Gabriel iba tras ellas, él sintió un profundo miedo con abandonar aquel sitio.- ¿Qué sucede? ¿Por qué no sales?.

- No...No estoy preparado para ello.- Sostuvo con temor y un cierto tartamudeo en su voz. Meia caminó hasta él, les dio una orden a las chicas pilotos de que aguardaran un par de metros de distancia, mientras que se le quedaba viendo al peli negro a los ojos.

- Escucha, entiendo tu miedo pero esta orden viene desde el Alto Mando y éste se halla representado por la Sub-Comandante y la Capitana, así que tienes que cumplir con este llamado. No puedes quedarte allí, como un animal asustado porque eso no te servirá de nada.- Advirtió la joven de cabellos celestes, notándose su tono frío, así como también en su expresión, por lo que Gabriel debió salir de allí, ante la mirada de Paiway, quien se mostraba preocupada por lo que pudiera ocurrirle.- Sé que lo hago, ¿sí, Paiway?. Descuida.

- Lo sé, pero no lo lleves a un límite donde pueda sufrir algún episodio de miedo o angustia.- Sostuvo la joven de coletas triangulares negras.-

- Nada de eso pasará. Tranquila.- Llevó la calma Gascogne, confiada en lo que Meia hacía, mientras que Barnett iba hacia Gabriel y le tomaba del brazo.

- Hazle caso a Meia, chico, solo respira hondo. Calma el miedo.- Dejó la Segunda Teniente de cabellos cortos y verdes al joven, el cual debió tomar esa medida para paliar dicho temor que podía hundirlo en las profundidades más gélidas de los sentimientos negativos en el alma humana.

- De acuerdo. De acuerdo. Está bien. Lo haré, solo...Solo denme unos segundos.- Pidió el joven, dándose la vuelta por unos segundos y volvía a hacerse la "Señal de la Cruz".- Vos podes, Gabriel. Vos podes.- Se animó así mismo, a pesar de que su corazón latía a más no poder, abandonó el ascensor, Meia les hizo la seña a las mujeres piloto para que abordaran dicho elemento y con ello iniciaron la marcha hacia donde se encontraban las Líderes del "Nirvana".

Iban caminando por una superficie blanca y brillante que no parecía ser parte de lo que se podía considerar un piso. Hacia el fondo y rodeando el perímetro parecía verse una especie de "Parque" o "Bosque" de tupida vegetación azul gélido, mientras que las Operadoras en las computadoras se hallaban enfocadas en su labor de mantener el curso del "Nirvana", hallándose en sus cubículos. Gabriel dirigió su mirada hacia la derecha, donde una chica parecía estar llevando una especie de traje de Oso de Peluche consigo.

- "Quizás sea una diseñadora o tenga frío".- Pensó para sus adentros, mientras que seguían avanzando hasta alcanzar el Centro de la misma, teniendo ante sí una vista espléndida del Espacio Exterior con sus Estrellas titilantes y gélidas en la distancia, algo que no parecía coincidir con lo que se podía ver en las películas y libros de Ciencia Ficción. 

- Espera aquí.- Pidió Meia, quien caminó hasta donde se hallaba una bella mujer de cabello plateado, tez morena, ojos color avellana, llevaba una especie de top verde que dejaba expuesto su abdomen, una especie de protección de tela de un color verduzco en sus antebrazos, unos pantalones con botas negras que hacían juego con el top así como también una "Piedra Tika" verde en su frente. Se hallaba acompañada por dos chicas, una de cabello verde y otra peli castaña largo junto a sus mejillas carmesí justo cuando Meia llegó hasta ella, deteniéndose a pocos metros de donde se encontraba.

- He traído al chico que estaba en la cápsula de criogenia en la nave de Tarak que asaltamos hace poco.- Informó la peli celeste a la morena de cabello plateado.

- Excelente. Muy buen trabajo, Meia.- Le dijo la joven, mientras que iba caminando, acompañada por las otras dos chicas más la primera hacia donde se encontraba el joven de cabello negro.- Dime una cosa: ¿Han podido averiguar más sobre él? ¿Debemos llevarlo a las celdas?.- Inquirió la morena a la Líder de los "Dread".

- Un poco de información gracias a la computadora de Paiway. Apenas contamos con un 15%.- Dedujo Meia, oyéndose el paso de ambas por aquel suelo blanco y luminoso del Puente. Gabriel las veía acercarse. ¿Cuántos segundos le quedaban? ¿4, 5 segundos?. Quizás llegaba hasta el 6 por temor a que alguien se cruzara en el camino de ellas. Miró a su alrededor, notando a una mujer encapuchada, sentada en su puesto pero lo más llamativo era el citado, ya que se encontraba en la parte alta del Puente, como si se tratara de...¿la Líder de ellas?. Podía serlo. 

Uno podía recordar el "Orden Jerárquico" de las distintas civilizaciones: Los Faraones de Egipto, considerados Dioses en vida, los Reyes Minoico y Micénicos de la Antigua Grecia, también deificados y los Emperadores de Roma que, al morir, eran ascendidos para unirse al Panteón que tenían consigo. También estaba la posición que uno ocupaba, ya que podía verse, como en los libros de Historia, durante los tiempos de la República Romana, en el Senado, cuando los máximos representantes ocupaban sus escaños y obtenían poderes que iban desde el control de los Ejércitos, controlar a la población con el envío de tropas, manejar los precios, declarar la guerra y hasta declarar el "Estado de Sitio" como cuando fueron las "Guerras Púnicas" y los disturbios políticos causados por los Optimates vs Populares, Mario y Sila, dos enemigos enfrentados por el poder, llevando a una serie de "Guerras Civiles Romanas" hasta la llegada de Julio César y el Triunvirato conformado por él, el General Craso y Pompeyo. 

Ahora, volviendo al Presente, por así decirlo, él notó a aquella mujer encapuchada, quien hablaba con una chica de cabello rubio corto, ojos celestes, luciendo un vestido magenta con la falda junto a los detalles aguamarina que traía consigo además de sus zapatos del mismo color, así como también su vincha en el cabello y un accesorio con forma de "O" verde que la sujetaba, sin olvidarse de unas telas protectoras pálidas en sus brazos que llegaba hasta las manos. Por algún motivo, para Gabriel, al ver a esa chica, quien debía de ser el Ala de Comunicaciones o una Oficial de aquella encapuchada y la morena, le recordó a la famosa Barbie, aunque la diferencia era el cabello largo y rubio.

- El joven que acaba de despertar, Mi Capitana, ya se encuentra aquí.- Informó la joven rubia a la encapuchada, quien permaneció seria y callada al respecto.- La Sub-Comandante Buzam va a hablar con él en este momento.- Miró hacia abajo y notó una cierta tensión interna en el muchacho de cabello negro.- ¿Qué le pasa?. Parece como si estuviera a punto de tener una crisis nerviosa.

- Es nuevo, Coco.- Le respondió la encapuchada.- No es sencillo el camino que le aguarda aquí y tiene mucho que contar.- Miró a su alrededor, notando que el resto que se hallaba en el Puente observaban al joven como si de una pieza arqueológica se tratara, queriendo estar suyo y escribir algún libro o artículo al respecto.

Dentro de Gabriel se podían oír sus gritos de desesperación, rogando por despertar de ese "sueño". Seguía insistiéndose de que iba a hallarse en su camino y todo habría quedado atrás. El Sol le daría la bienvenida y abandonaría dicho lugar para no volver nunca más pero, al sentir el agarre de Barnett en su brazo derecho, lo trajo devuelta a la realidad. 

- ¿Acaso estabas por escapar, chico?.- Preguntó la joven Segunda Teniente de Meia.- Quédate tranquilo. Todo irá bien. Solo respira. Respira hondo.- Le sugirió, como bien había dicho Paiway.- Ahí viene la Sub-Comandante, ya sabes qué decir.- Repitió las mismas palabras que la peli celeste le había encargado, dando a entender que debía dirigirse según el "Protocolo" asignado, mientras que el peli negro volvía a hacerse la "Señal de la Cruz".- 

- "No hay palabra alguna que me ayude a describir el terror que estoy sintiendo en estos momentos".- Pensó Gabriel, sabiendo que, ahora, había llegado su momento.

Desde su sitio elevado, la mujer encapuchada se levantó. Parecía que su andar era lento y un poco encorvado, ayudada por un bastón pero el peli negro notó que ésta iba bien y que aquello que llevaba consigo podía ser un simple "Símbolo" de su Autoridad. La primera en llegar fue aquella morena de cabello plateado y las dos chicas que le acompañaban.

El paso firme de las tres mujeres se detuvo ante Gabriel, el cual, por un instante, pensó en esconderse detrás de Ezra, Barnett, Misty y Paiway por temor a aquel algo le ocurriera, sin embargo, ya era tarde para cumplirlo. Solo le quedó enfrentar la Realidad misma de lo que era estar cara a cara con una de las máximas Líderes del "Nirvana". El miedo le invadía y provocaba un escalofrío que le recorría la espalda, aún así, alzando la mirada, se dirigió a las tres que se hallaba frente a él, siendo la morena de cabello plateado en dirigirse hacia él.

- Veo que has despertado, finalmente.- Inició la charla con un tono de voz que iba desde la seriedad.- Meia me ha informado de que estuviste congelado por más de 220 años, que dices venir del Siglo XX y XXI, ¿no es verdad?. Preguntó y fue entonces que él levantó la cabeza, haciendo contacto visual.

- Sí, así es, Mi Sub-Comandante.- Respondió él con firmeza, a pesar de los escalofríos que le recorrían la espalda.

- Muy bien. Veo que te diriges hacia mí con el debido respeto que te enseñó Meia.- Sostuvo y de ahí caminó hacia él.- Como bien has dicho, soy la Sub-Comandante Buzam A. Calessa.- Dio a conocer su nombre completo y el rango que ocupaba.- Por lo dicho, de parte de las chicas y gracias a la investigación de Paiway, tú te llamas Gabriel, ¿no es así?.

- Gabriel Lombardo.- Dio su nombre completo con sinceridad, mientras que Paiway le pasaba una "Tablet" y de ahí iba verificando los datos de su trabajo.-

- Hmmmm.- Murmuró Calessa con una expresión seria en su rostro.- Bien, aquí dice que tienes 17 años, estudiante de Secundaria...- Se detuvo un momento al corroborar su edad- "17 años, es tan solo un chico. Un niño".- Pensó, cerrando los ojos por un segundo.- Hace poco fuiste operado por Paiway debido a un "Envenenamiento Severo de Asbesto" y con ello has recuperado la consciencia. Bien. Muy bien.- Comprendió la morena el contexto dado.- Ahora, con respecto a tu situación, chico...- Alzó la "Tablet" para seguir verificando más los datos.- Veo que has sufrido una serie de alucinaciones al principio y que necesitas acostumbrarte a estos nuevos tiempos.

Él se limitó a asentir con la cabeza, aunque podía sentir la afilada mirada de Meia y casi unos susurros donde le instigaba a hablar.

- Mi Sub-Comandante, hay algo que necesito saber al respecto.- Pidió Gabriel un segundo para hablar.

- Adelante.- Le concedió ella.

- ¿Cuál será mi puesto aquí?. Hablo de mi papel que debo desempeñar en este sitio, en el "Nirvana".- Quiso saber y eso llevó a que cundiera un profundo silencio, debido a la pregunta hecha por él.

- Gabriel Lombardo.- Una voz que se hizo presente en el sitio llevó a que Calessa tuviera que demorar su respuesta y cuando se volteó, notó que una mujer encapuchada iba hacia él, además de ver que todas mantenían una posición de firmes.- Un nombre muy interesante. Una reliquia, podría decirse así, de los tiempos en los que los Hombres y las Mujeres no estaban metidos en guerras. ¿No lo crees de esa manera, Buzam?.- La Sub-Comandante se dio la vuelta y asintió con la cabeza.

- En efecto, Capitana.- Respondió ésta a la mujer que acababa de llegar.- Gabriel, por favor, un paso al frente.- Pidió y él titubeó un rato hasta que lo hizo, quedando cara a cara con la encapuchada.

- No tienes nada de qué temer, chico.- Le habló ésta.- Soy Magno Vivan, Capitana del "Nirvana". Todas aquí se dirigen a mí como "Okashira", que quiere decir "Jefa".- Dio a conocer su posición, una que era sumamente importante, a pesar de que, a ojos de Gabriel, parecía ser una mujer mayor, aunque no lo era, en lo absoluto.- Te doy la bienvenida al "Nirvana" y esta zona en la que te encuentras es el Puente. Aquí es donde dirigimos la nave.- Añadió la citada, alzando su bastón de mando.- 

Él dio un paso al frente, miró por aquellos enormes ventanales hacia la vastedad desolada y gélida del Espacio Exterior. Planetas y Estrellas a la distancia. Un sin fin de camino que nunca se había podido recorrer hasta que la tecnología fuera perfeccionada. Sus ojos estaban abiertos como los de una lechuza y quedó tan concentrado en esa vista que no escuchó los pasos de Magno y Buzam que iban hacia él. 

- Gabriel, Gabriel.- Llamó Buzam a él, consiguiendo recuperar su atención.

- ¿Eh?. Oh, disculpe, Mi Sub-Comandante.- Ofreció perdón.

- Descuida, veo que te quedaste interesado por lo que has visto en los ventanales. Es una belleza.- Remarcó la morena.- Ahora, en cuanto a tu papel en el "Nirvana", eso lo iremos viendo, ¿sí?. Necesitas, en primer lugar, acostumbrarte a estos tiempos. Lo irás haciendo paso a paso pero, de seguro, en algo de este sitio podrás resaltar.- Prometió ella, aunque Magno se mostró diferente a su postura.

- Agradezco su apoyo moral, Mi Sub-Comandante, pero no quiero ser una carga para todas ustedes aquí.- Dijo el joven, notándose la veracidad en sus palabras.

- No lo eres. Quédate seguro de ello. Ten confianza en ti mismo que encontrarás lo que buscas.- Prometió, mientras que Gascogne se acercaba.

- Sí, eso es verdad y también yo seré tu Instructora. Estás muy delgado, niño y si necesitamos entablar combate contra facciones enemigas, Planetas hostiles o incluso otras "Bandas de Guerra" que asolan la Galaxia, también deberás ir aprendiendo el uso de las armas, o piensas que venceremos con tirarles piedras.- Comentó la mujer de acento francés, agarrándolo de los hombros, rodeándolo en un gesto de Camaradería, cosa que llamó la atención de todas las presentes, incluyendo la de un tres jóvenes que escucharon aquello.

- Gascogne, ¿acaso te has oído a ti misma con lo que dijiste?.- Preguntó Paiway helada al escuchar aquello pero Magno fue la que dio un paso al frente para evitar algún tipo de disturbio.

- Comprendo tu preocupación, Paiway pero también Gascogne está en lo cierto. Tenemos muchos enemigos que querrían acabar con nosotras. Aún con la experiencia de todas ustedes, si aparece algún grupo más poderoso, solo nos quedará esperar nuestra destrucción.- Apuntó la Capitana.

- Es verdad.- Apoyó Meia las palabras de aquella mujer.

- Aún así, es un chico que está perdido, asustado, en un tiempo sumamente desconocido para él.- Intervino Ezra con preocupación.- Esto no es algo así como "Bienvenido, Soldado y tome su fusil". No, Gascogne, que sea un paso a paso también.- Pidió la castaña con ese tono maternal que tenía ante todas.

- Je.- La francesa de cabello negro y vincha de plata mostró una sonrisa de complicidad mientras alzaba su cigarrillo.- Lo tendré en cuenta. Por ahora será entrenamiento básico pero, más adelante, él deberá aprender a manejar armas y combatir cuerpo a cuerpo.-

- De acuerdo, que así sea entonces.- Concedió Buzam aquella petición.- Pero nada de empujarlo hasta sus límites. Recuerda bien eso, Gascogne.- Dejó su aviso y ésta asintió con la cabeza.

- Si ella lo va a tener para entrenamiento, yo necesitaría que alguien me ayude con mis diseños de Costura y los cosplays.- Habló la chica vestida con un traje de Oso de Peluche clásico, cuyo nombre era Celtic Midori.

- Necesitaríamos a alguien para el Ala de Comunicaciones. No nos vendría nada mal una ayuda por aquí.- Los ojos de Gabriel fueron de aquella chica peli agua-marina a una morena y de cabello negro, quien debía de ser, quizás, de Egipto y cuyo nombre era Amarone Slaintheav

- Bueno, en los Talleres Mecánicos también necesitamos a alguien que nos dé una mano. Ser la Ingeniera Jefa es un excelente puesto pero también agotador.- Habló una chica castaña de largas coletas con moños rosa, vestida con un uniforme naranja que simbolizaba su rango junto a unos lentes que no revelaban el color de sus ojos hasta que se los sacaba así como también unos auriculares azul oscuro que llevaba encima de su cabeza, siendo ella conocida como Parfet Balblair. 

Bastó un segundo para que desencadenará un auténtico debate entre cada una de las mujeres que integraban sus distintos puestos. Todas tenían sus propuestas, proyectos que involucraban al joven para que hallara su papel dentro del "Nirvana" pero cuando estalló el griterío, eso fue más que suficiente para que Gabriel se sintiera preso de una gran ansiedad, una que lo iba consumiendo por dentro y alertando a Paiway. En un momento dado, sintiendo que algo tanteaba sus bolsillos, metió su mano y sacó un paquete de pastillas que decían "Tic-Tac". ¿Qué hacían allí aquellas?. Las tenía desde hace 220 años pero, sin que nadie lo viera, aún estaban frescas, intactas, sin ningún problema consigo pero la pregunta suya era: ¿Qué hacían allí? ¿Por qué no se había dado cuenta de que las tenía en sus bolsillos?. 

Nada importaba mientras que abría la tapita, sacaba un puñado y de ahí se las llevaba a la boca. De sabor naranja, sus favoritas, aunque eso no pasó desapercibido para Barnett.

- Oye, ¿qué estás haciendo?.- Preguntó la peli verde al ver que Gabriel estaba con una pequeña cajita en su poder.- ¿No te habrás envenenado?.

- ¿Qué?. No, son unas pastillas que tomo para cuando me da un ataque de pánico. Son "Tic-Tacs".- Dijo, ofreciéndole aquello pero la peli verde miró raro aquella adquisición de él.

- Te lo agradezco pero no, gracias.- Dijo y de ahí Gabriel respiró hondo, ya que, todavía, no parecía haber una solución ante la discusión desatada.

- 60 segundos para sufrir un desmayo.- Reconoció el joven esa situación en la que estaba por perder la consciencia.

Desde la zona del timón, un joven de cabello rubio y uniforme que parecía ser militar, estaba observando la situación, acompañado por otros dos de su género. Éste era Bart Garsus.

- A este paso no llegarán a nada.- Se lamentó el rubio con seriedad al ver que la discusión no iba para ninguna parte.

- Tú lo has dicho: Lo único que van a causar es que él se desmaye.- Reconoció Hibiki Tokai, cruzado de brazos.- ¿Tú qué opinas, Doc?.-

El citado sujeto de gran estatura, cabello negro que le cubría el costado izquierdo de su rostro, tez morena pero clara y luciendo su uniforme médico, permanecía callado y serio ante esa situación. Su nombre era Duelo McFile, médico del "Nirvana" y proveniente de Tarak junto a Hibiki y Bart.

- Le doy 60 segundos en donde va a sufrir un desmayo. Esta tensión lo va a fulminar.- Reconoció el joven con seriedad y meneando la cabeza ante ese acontecimiento.- ¿Qué sugieren?. Yo diría de que vayamos a darle una mano.

- Estoy con él.- Respondió Bart.

- Lo mismo digo.- Apoyó Hideki la idea del médico, mientras que caminaban hacia donde estaba el muchacho.

Desde otro de los puntos que daban hacia el Puente, dos chicas, una pelirroja y otra rubia de buenos atributos, acababan de llegar, atraídas por todo el griterío que se estaba llevando allí, asomándose y notando que la discusión era por un recién llegado al sitio antes nombrado. 

- Allí están Hibiki, Duelo y Bart.- Miró la pelirroja a su novio, el primero mencionado y luego a los amigos de él, asomándose más para comprobar qué ocurría.- Qué extraño ¿y ese chico de allí?. 

- Parece ser que tenemos a uno nuevo pero ¿qué raro? ¿Cuándo llegó, Dita?.- Inquirió la rubia con cierto tono de tentación ante el recién llegado.

- No lo sé, Jura. Oí todo el griterío y parece no tener fin.- Quedó la pelirroja sorprendida ante la rubia de gran belleza.

-  Es curioso, ¿sabes?. Cuando llega un nuevo miembro, aún siendo varón, quizás se interese en conocer un poco más el "Nirvana". Tal vez, jejeje, pueda sugerirle que conozca un poco más de mí también.- Alegó Jura Basil Elden, su nombre completo, conociéndose muy bien su Naturaleza narcisista, orgullosa y caprichosa, así como también al jactarse de su belleza y aspecto físico junto a su gusto por lo elegante y aquel chico, vestido de negro, era un buen ejemplo.- Mmmmm, qué interesante el pasajero que tenemos aquí.

- ¿No lo vas a perseguir y a pedirle que...?. Bueno, tú ya sabes.- Inquirió Dita Liebely, haciendo unos gestos con las manos y más al saber muy bien lo que Jura podía llegar a querer.

- ¿Perseguirlo?. Jajajajaja, buena broma, Dita. No, no tengo planes.- Respondió la rubia tras lanzar una risa contagiosa, dándose la vuelta pero, después, la volvió a mirar de cerca.- Por ahora no.

Aquello llevó a que la pelirroja tragara saliva y luego la siguiera.

- Veamos qué pasa allí abajo. Parece ser que se está por desmayar. ¿Tú qué crees?.- Opinó Jura, por lo que la chica fue a ver, desde las pasarelas, notando, entre todo el griterío, que el muchacho estaba volviéndose más pálido por la tensión interna.

- 60 segundos más y se desmaya.- Reconoció la chica, mientras que seguía a Jura y se encontraban tanto con Hibiki, McFile y Bart.

 Allí, de vuelta en el "Puente", Gabriel sentía que las pastillas que había tomado de las "Tic-Tac" ya habían hecho su efecto, aunque le quedaban unas cuantas más, prefirió guardárselas, además de que Barnett lo miraba con extrañeza, pensando que podría envenenarse y cuando le quiso convidar, ésta las rechazó. Por otra parte, al no tener fin el griterío y cuando notó que llegaban otras personas hasta su posición, supo que ya el tiempo para el desmayo estaba por producirse en esos momentos.

- ¡Suficiente, silencio!.- Pidió Magno a todas las que estaban discutiendo, golpeando el piso con su bastón de mando.- ¿Creen que van a llegar a solución con pelearse entre ustedes?.- Les cuestionó.- Debería darles vergüenza y más adelante de su Capitana y la Sub-Comandante.- Se podía mirar en sus ojos el reflejo de la fiereza y autoridad que ella manaba.- ¡No vamos a llegar a nada si discuten por una tontería: El chico sabrá cuál camino elegir!.- Señaló a Gabriel pero éste ya se hallaba pálido.- 

- Oh no, no, no, no.- Corrió Paiway para verlo, justo cuando la presión sanguínea de Gabriel descendió y estuvo por golpearse la cabeza contra el piso de no haber sido por la Enfermera y un muchacho de cabello negro, sujetándolo a tiempo antes de que sufriera una contusión o algo peor.

Buzam también fue a verlo, arrodillándose frente a él, mientras que Paiway tomaba su pulso y McFile corroboraba que su corazón estuviera latiendo.

- Solo ha sufrido un desmayo, producto de la Ansiedad desatada.- Habló el médico de largos cabellos negros.- Chico, chico.- Le llamó pero el joven estaba "catatónico".- Chico, ¿puedes oírme?.

- Sí.- Respondió el muchacho con un hilillo de voz.

- Gabriel.- El peli negro médico oyó que Paiway lo llamaba por ese nombre.- Gabriel, tranquilo, ¿sí?. Todo está bien.- Llevó la calma ella, mientras que Hibiki traía una silla donde poder sentarse.

Una vez que él tomó asiento, ladeó la cabeza hacia atrás, lanzando un suspiro.

- "This is the Dawning of the rest of our lives".- Recitó aquella frase de una vieja canción que solo él conocía de una banda que ya no existía, sabiendo bien que su viaje, apenas, había comenzado.

[Hola, hola, ¿cómo están, amigos?. Espero que bien.

Estuve todo el fin de semana pensando en sus votos acerca de si debía conocerse el tema de relación sentimental de Gabriel con Lucía, sin embargo, al ver que ganó el "No", debí hacer una revisión más cambios en el capítulo de hoy y la verdad, para ser sincero, tienen razón, ya que sería algo muy apresurado. Ya, para más adelante, se verá de este tema.

Por otro lado, también pensé en dividir este capítulo en "Opciones A y B" pero no serviría de nada, por lo que decidí cambiar lo de la revelación sobre el destino de Lucía y dejarlo para más adelante.

Ahora Gabriel ha empezado a conocer a los integrantes del "Nirvana" pero...¡Hora de Votar!.

¿Qué debería hacer Gabriel?.

A) Seguir el consejo de Gascogne y ser entrenado por ella.

B) Conocer a los integrantes de la nave y que ellos también sepan cómo era su vida pasada.

La decisión es de ustedes.

Sin más que decir, mando saludos y agradecimientos para Alexander_MondElLinternaVerde2814FGrayPadilla8shadowbellatrix (Muchas gracias para vos y para Alexander_Mond por los consejos que me dieron. Gracias, amigos) y los demás seguidores.

Que tengan un buen día Martes de mi parte, Camaradas y hasta el próximo capítulo.].

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