#10 Una simple promesa
Levantandome del suelo para así golpear con fuerza la mesa con ambas manos abiertas, miré a Laby con una expresión algo enojada, aunque claro, ver qué había logrado asustarla hizo que mi expresión se calmara, solté un largo suspiro antes de siquiera decir una sola palabra.
"Está bien.. voy a necesitar ayuda de alguien inteligente y que sepa sobre el tema.. eres amiga de la heroína Daiya, ¿verdad?" aprovechando que ella era una amiga de Daiya o eso aparentaba, no había una mejor opción a que me enseñe una maga reconocida por todos.
"Si soy su amiga, Dai fue mi instructora de magia por varios años, aunque muchos de esos años estuvo de viaje, ¡cuando venía me enseñaba muuuuchas cosas! pero.." su tono de voz alegre paso a uno deprimente de un segundo a otro, estaba claro que algo había ocurrido.
"Ella dejó de ser mi instructora porque ayer consiguió a una nueva estudiante, según ella, más apta para heredar todo lo que sabe.. ¡buffhh!" pareciendo que buffaba al final, se notaba lo molesta que estaba a simple vista ya que tampoco trataba de disimularlo, decirle ahora que yo conozco a esa nueva heredera sería hacer que se enoje conmigo conociendo como son los niños, en especial los que son como ella, expresivos, es sin duda una mala idea.
"Vaya que pena.." dije desanimado, no quiero explotar, es normal que me llegue a desanimar.
"Pero podríamos preguntarle a Marie, ella es mi cuidadora y ¡una experta en la lucha cuerpo a cuerpo mágico! es increíble, más de una vez llegó como un rayo de luz, me salvó y a los pocos segundos ya estábamos de regreso en casa, le vas a caer bien, siempre se lleva bien con todos los que le presento" ella me hablaba estando de pie, posteriormente me agarró la mano y tironeo hasta sacarme de la mesa, que sea más grande que yo le dota bastante fuerza, la suficiente como para llevarme arrastrando si no intento nada, como es lo que anda pasando ahora mismo.
Ahí estaba, siendo arrastrado de un lado a otro mientras Laby buscaba a una tal Marie, yo estaba boca arriba con el cuerpo acostado contra el suelo, uno de mis brazos era tirado por Laby, era su forma de llevarme, mucho no podía hacer, no quería caminar, así que solo me dejaba llevar como si fuera un juguete, que triste es la vida.
"Que extraño.. no la encuentro por ningún lado, debería estar en el patio central, pero por alguna razón no está, ¡ni siquiera en la biblioteca o su habitación! espero que papá no le haya encargado alguna misión.." Laby hablaba con algo de frustración, habíamos pasado alrededor de 40 minutos caminando se un lado a otro, subiendo escaleras, bajandolas, ahora nos encontrábamos en lo que parecía ser el patio central, mi espalda estaba contra unas rocas que se podría considerar pavimento.
"Bueno.. quizás haya tenido que salir, ¿podrías soltarme el brazo? creo que ya no siento la espalda de tantos golp.. un momento, ¿qué es eso?" Con la mirada al cielo, pude notar como una silueta empezaba a ser cubierta por el brillo del sol, aunque poco después comenzó a hacerse cada vez más presente, estaba claro, se estaba acercando y con muchísima velocidad; a causa de puro reflejo, tironie para así zafarme del agarre de Laby, luego con fuerza coloque las manos en el suelo al igual que las plantas de mis pies, así haciendo impulso con mis piernas, logré hacer una pirueta sobre mis manos, chocando con Laby, llevándola conmigo.
Hecho esto, la silueta cayó contra el suelo generando un fuerte estruendo a la vez que levantó la tierra del suelo, una nube de polvo apareció cubriendo aquello que había caído, yo en cambio quedé sobre la espalda de Laby, teniendo que levantarme y alejarme de la niña, mirando a la nube de polvo con algo de miedo, pero a la vez desafiante, no sabía que era y que me haya atacado solo provocó desconfianza al instante.
Logrando ver cómo una silueta distorsionada por el polvo se levantaba, note como algo salió disparado en mi dirección, no fue lanzado con mucha velocidad o fuerza, por lo cual logré atraparlo, era duro, así que rápidamente lleve mí mirada a aquello que me había lanzado, era.. ¿una espada de madera? no entendía que ocurría, pero tampoco había mucho que pudiera pensar, puesto que una mano se levantó y con un movimiento, aquella nube de polvo se despejó, mostrando así el atractivo aspecto de una mujer joven, ella también llevaba una espada de madera, lo cual me hizo ponerme en guardia.
"Demonio.. haré que sufras" apenas escuché aquellas palabras, nuevamente por instinto de supervivencia me agaché lo más rápido que pude, en ese momento, la mujer desapareció y reapareció justo detrás mío, su espada apuntaba a mi pecho por la altura a la que estaba, pero es increíble, ni siquiera soy capaz de verla con claridad con la velocidad que posee, ni siquiera Boluk o mi padre eran tan veloces.
"¡Marie! ¡¿Qué es lo que haces?!" La voz de Laby logro hacer que la mirada de quién aparentemente era Marie se volteara, un chasquido de su lengua se escuchó, lo que me hizo soltar un suspiro se alivio; mala elección, de un momento a otro una patada a mi abdomen fue provocada por Marie, pude sentir como mi consciencia empezaba a perderse, teniendo que forzarme a mantenerme despierto, salí volando varios metros antes de caer contra el suelo, sujetando mi panza con ambas manos dejando la espada de madera en el suelo.
"Pido de favor que no se meta en lo absoluto, señorita Laby" Marie agarró con fuerza su espada de madera y posteriormente se colocó en una posición preparada para saltar en dirección a mi, lo cual me obligó a ponerme de pie con debilidad en mis pisadas, dejando en el suelo aquella espada de madera, puesto que no tenía la fuerza suficiente como para sostenerla y mucho menos para cubrirme con ella.
"Hasta aquí el combate.. demonio" apenas dijo aquello, las piernas de Marie empezaron a brillar de un intenso blanco al igual que sus orejas de animal, prácticamente proyectaron unas orejas extras, no intimidaban, pero demostraba que iba enserio.
Sin saber que hacer al respecto, pude sentirlo, aquello que sentía cada que entrenaba con Boluk, ese sentimiento de que.. iba a morir, sin importar que haga, sentía que iba a morir.
Mí desesperación se mostró en mí expresión, no había opciones, era clara la diferencia de poder entre ambos, una persona experimentada con la ayuda de magia en su fuerza contra un simple niño que solo práctico el manejo de armas, sé que estoy por encima del promedio de un niño normal, pero no por encima de un adulto experimentado.
Solo una cosa paso por mi mente en ese momento, escapar, quería escapar, pero no iba a lograrlo contra alguien así, algo que no me importó en absoluto, mi cuerpo reaccionó a aquel deseo de escape sin que yo diera alguna orden, ofreciéndole asi mí espalda a Marie.
Escuché el sonido de un gran impulso rompiendo la tierra, era obvio que había pasado, aquella adulta se había impulsado hacia mi, pude sentir como todo pasaba en cámara lenta, yo estaba en medio de un supuesto escape, corría, pero aún así, lentamente comencé a mirar hacia atrás girando mi cuerpo, mi brazo izquierdo estaba extendido a la vez que volteaba por el lado derecho, de esta forma, pude verla, una mirada asesina dispuesta a matarme, ella iba enserio sin importarle nada, quería matarme, a diferencia que con Boluk, sabiendo que estas armas no eran de mi región, estaba la posibilidad de realmente perder la cabeza y con ella, mí segunda oportunidad de vida..
Me rehusaba, no quería morir, lágrimas brotaron de mis ojos mientras aquella espada de madera se acercaba a mi cuello con velocidad, fue entonces, cuando cerrando los ojos, seguí impulsando mi brazo izquierdo sintiendo un pequeño cosquilleo en la punta de mis dedos, no sabía que era, pero simplemente continúe, buscaba reforzar aquel cosquilleo, cuando a causa de esto, literalmente los huesos de mis dedos tronaron y poco después..
. . . .
. . .
. .
.
"Marie.. ¿donde te has metido?.. espero que no te hayas encontrado con el niño.." hablando para mi mismo, me encontraba algo preocupado de lo que podría llegar a ocurrir, Marie se había separado de mi en un santiamén en la búsqueda del niño demonio, que no esté para presenciar el combate me da cierta inseguridad debido al pasado de Marie, es capaz de pasar por alto una orden con tal de cumplir algo que se haya prometido a si misma.
¡¡BROMM!!
Un fuerte estruendo proveniente del patio central me hizo darme una idea de que era, rápidamente, usando mi magia de agua, cree una esfera de agua en mi mano derecha y utilizando mi mano derecha, llené de mana aquella esfera para así hacerla más grande, para que así, posteriormente dando una simple orden, aquella esfera explotó creando así un gran impulso que me dio la velocidad suficiente para avanzar con rapidez entre los pasillos de la mansión.
Llegaba a sentir algo de miedo de que aquel niño no hubiera sido capaz de aguantar a Marie por al menos un segundo, tenía que apresurarme, si no.. la debilidad de Laby iba a aparecer, mí hija.. admito que crear un vínculo con ese demonio no fue de las mejores ideas, incluso la nombraría la peor idea de toda mi vida, pero aún así.. ella estaba con la determinación suficiente como para aceptar cualquier costo a cambio de tener a ese demonio de esclavo.. ¡demonios! Debí decirle que no y punto.
Avanzando entre los pasillos, me faltaba poco para llegar a la patio central, estaba únicamente a la vuelta de dos puertas, cuando.. una luz cegadora comenzó a asomarse por las ventanas, iluminando así hasta la más mínima cantidad de oscuridad, incluso yo que estaba acostumbrado a la luz cegadora de Marie, me vi forzado a detener mi avance y cubrir mis ojos para así evitar algún daño en estos, solo una persona se me había ocurrido que fuera capaz de crear algo así, Marie, iba más que enserio, no había alguna otra respuesta o posibilidad, está cantidad de mana no es algo que se pueda usar a la ligera.
Poco después de no más de tres segundos, la luz comenzó a desvanecerse, llegando a mi la idea de que Marie había acabado con el demonio, un chasquido de lengua se presentó por mi parte, a simple caminata, me acerque hasta la puerta, pero justo cuando estaba a punto de cruzar y así ver qué había ocurrido, pude sentir como una onda de mana atravesó todo mi cuerpo, generando así un cosquilleo que me obligó a levantar la mirada, encontrándome con una luz pura que se acercaba con velocidad, apretando los dientes con fuerza a causa de la sorpresa y miedo, salte con todas mis fuerzas hacia un lado, no sabía que tan lejos tenía que hacerlo, pero era lo único que podía hacer, cayendo así al suelo y utilizando mis manos para cubrir mí cabeza esperando a que termine.
Así, las paredes de la mansión comenzaron a temblar por varios segundos, los vidrios de las ventanas se rompieron esparciendo cristales por todos lados, algunos de estos cayeron sobre mi, no fue hasta que todo se detuvo, fue un momento de terror que rápidamente me hizo ponerme de pie, mí hija Laby se encontraba con el demonio, esperando que nada le haya pasado, cruce la puerta a punto de destruirse encontrándome con tal escena que provocó el abrir impactado mis ojos.
Marie se encontraba con una gran quemadura en su brazo izquierdo que recorría desde su muñeca hasta un poco más arriba del codo, en su brazo derecho cargaba con Laby quien se encontraba inconsciente, no mostraba ninguna herida a simple vista, quizás haya sido por la sorpresa, Marie estaba alejada del centro de la plaza donde había un cráter con un moribundo demonio, sus ojos estaban en blanco, sus dedos destruidos, parecían simples fideos a causa de los huesos rotos, a pesar de ello, no mostraba ninguna otra herida grave, simples moretones y algo de sangre escurriendose por sus labios.. solo me quedaba esperar a que no le haya ocurrido nada a sus órganos, una parte donde es casi imposible reparar.
Por simple preocupación e instinto de padre, me acerqué a Marie en busca de revisar que tal se encontraba Laby, aunque al apenas estar a unos pocos pasos, mí hija fue lanzada hacia mi con desprecio, algo que logro hacerme enojar pero debido al tener que revisar como se encontraba tuve que dejarlo pasar.
"Menos mal.. no tiene ninguna herida.." Gracias a mi suerte, hable en voz baja aliviado luego de comprobar que efectivamente no había heridas en mi hija.
"Tienes suerte de que haya sido yo quien reciba la primer liberación de mana, si hubiera sido cualquier otra persona, tu hija no estaría con vida.." Marie hablaba con rabia en sus palabras, su mirada estaba posada sobre el cráter, comenzando a acercarse al mismo a caminata lenta revisando su quemadura, tocando la misma y soltando leves quejidos de dolor.
"Marie, cumple tu palabra, perdiste en cuanto a requisitos, ese niño logro herirte, ahora solo te queda aceptar la derrota y entrenarlo cuando despierte, no te pido que seas gentil, solo que no lo mates, ya has comprobado que tan fuerte puede ser, además ahora sabemos que tiene la capacidad de usar magia, eso lo volverá un formidable guardaespaldas para mi hija" hablé mirando de reojo a Marie, quien a pesar de mis palabras siguió avanzando hasta estar justo de pie a un lado del demonio, a pesar de la distancia, pude sentir la rabia y desprecio, teniendo que ponerme de pie y rápidamente empezar a canalizar mana por si tenía que detenerla.
"Tsk.. que se un usuario del elemento luz es lo que más rabia me da, la pureza del elemento más resplandeciente manchada al bendecir a un demonio con la capacidad de manejarla.. fui herida a causa de mi elemento, cumpliré con mi estúpida palabra, pero no negaré que este niño logro lo que pensaba imposible en menos de los 10 minutos acordados, eso.. promete." Al terminar de hablar, Marie simplemente cerro sus puños con fuerza y luego se marchó con calma caminando, solo esperaba que vaya directamente a la enfermería, esa herida parecía bastante grave.
Cargando a mi hija en mis brazos, quien se mantuvo inconsciente en todo momento, con lentitud, comencé a acercarme al demonio, era sorprendente, el que sea capaz de manejar mana acompañado de la imbatible fuerza demoníaca.. me hizo dudar de si realmente fue una mala decisión el crear un pacto con mi hija, ella.. podría gobernar con total calma sabiendo que su guardia es un demonio que fue capaz de dañar a una posible heroína siendo solamente un niño, si llega a la adolescencia junto al entrenamiento de Marie, quizás...
Una sonrisa llena de avaricia y deseos comenzó a mostrarse en mi rostro, era claro cual era mi objetivo, deseaba que este demonio llegara a la adolescencia, si lo logra, podré enviarlo a Abyss en busca de las plantas que necesito, el poder salvar a mi esposa de una muerte era mi mayor prioridad, aunque.. el buscar ocupar el lugar del verdadero Rey de Raguel.. no suena para nada mal..
. . . .
. . .
. .
.
Que silencio.. me costaba recordar que había ocurrido, solo el vago recuerdo de mis dedos crujir era lo único que me hacía tomar consciencia, ¿estaba despertando? eso parecía, aunque no sabía por qué estaba dormido..
"¡Despierta, demonio!" Una voz algo conocida de una mujer adulta resonó, el grito retumbó en mis orejas haciendo que lleve mis manos para cubrirlas manteniendo mis ojos cerrados, aunque esto no duro mucho, un fuerte pisón en mi estómago me hizo abrir los ojos de golpe escupiendo saliva acompañado de un grito ahogado, retirando mis manos de mis orejas a causa de tener que llevar ambas manos a un pie posado en mi estómago.
"¡Marie! Te dije que tenía que seguir descansando, ¡déjalo descansar!" Otra voz conocida de una niña se presentó, parecía estar regañando a la persona que me piso el estómago, aunque esas palabras no hacían que quitara el pie de encima mio, lo cual me llevo a usar una arma secreta..
"¡Patrañas, Laby! es un demonio, tiene mejor resistencia que los semi bestia, esto no es nada para.. él... ¡puaj!-" Y así, definitivamente perdí algo de mi dignidad, para lograr que aquella mujer quitara su pie de encima mio, tuve que rebajarme a lamer su pie.. más exactamente entre sus dedos para generar esa sensación de disgusto, logrando así que saltara hacia atrás, teniendo la posibilidad de tragar tanto aire como me era posible, realmente era doloroso, incluso lleve mis manos a mí pecho, sintiendo un fuerte dolor en mis dedos de mi mano izquierda, soltando así un quejido de dolor.
"¡Eres un asco, niño! ¿cómo te atreves a lamer mi pie con esa asquerosa lengua tuya, ugh.. si tuviera la posibilidad.. esto sería razón suficiente para matarte aquí mismo.." Los ánimos de aquella mujer fueron bajando mientras más hablaba, al parecer algo la deprimía, yo no iba a prestar mucha atención a eso, estaba más preocupado por lo que había ocurrido, no lo recordaba bien, pero al ver mis dedos, un vago flashback recorrió mí mente.. una sensación de haber liberado algo con todo lo que tenía, mi brazo fue el conducto principal y posteriormente mis dedos fueron utilizados como.. ¿un cañón? no recordaba bien, pero lo que si tenía claro, es que se sentía como si cargara un cañón pirata que disparó sin siquiera haber hecho algo más.
Disparar con mis dedos.. algo que no pensé posible hasta cierto punto, aunque parece que tiene un duro precio, puesto que mis dedos estaban envueltos en un duro vendaje, ¿yeso? era una posibilidad, aunque no muy clara, aún no sabía que tan avanzados tecnológicamente estaban en este mundo.. pensándolo un poco, ¿por qué mis dedos no están completamente curados? ¡en este mundo existe la magia!
"Nos veremos mañana, comenzarás tu entrenamiento lo más pronto posible, espero que estés a la altura del entrenamiento de alguien como yo.." Ofendida y con una evidente rabia en su hablar, la mujer salió de la habitación cerrando la puerta con fuerza, quedando así, a solas con Laby quien no paraba de examinar mí torso, a pesar de que no se atrevía a levantar mi ropa por alguna razón.
"Si que da miedo esa mujer.. ¿y tu qué haces?" Pregunté obviamente confuso, lo más probable es que buscara heridas visibles, pero sabiendo que en este mundo existe la magia y la curación al nivel de la maldición de los demonios.. es probable que ya no me quedara nada, excluyendo mí mano izquierda.
"Alva.. ¿por qué estás tan marcado? tu cuerpo es duro como una piedra, eso en un niño es muuuuy extraño, ¡me sorprendes!" Dijo sin miedo alguno mientras picaba mí abdomen varias veces con su dedo índice derecho, sin duda.. está niña no para de tomarme desprevenido, uno pensando que se preocupaba por si estaba bien y sale con éstas..
"Ha.. soy un demonio, el lugar de donde vengo.. no es nada amigable con las personas débiles.. por eso, tuve que hacerme resistente, aún me falta bastante para llegar a ser alguien fuerte" suspirando antes de hablar, agarré el dedo de Laby para luego retirar un poco su mano, a pesar de estar solamente picando, generaba cosquillas.. y no quería lidear con cosquillas.
Es increíble como el poco orgullo que tenía de mí fuerza desapareció así de rápido al llegar al verdadero mundo fuera de casa, ni siquiera fui capaz de defenderme apropiadamente de una criatura cualquiera y menos fui capaz de hacer frente ante una bandida.. mi maestro no me preparó apropiadamente, espero que aquí sea capaz de al menos defenderme.. o quizás todo se debe a que sigo poseyendo el cuerpo de un niño, quizás al convertirme en adulto sea capaz de muchas más cosas.. solo el tiempo responderá a mi problema.
"Alva, oye.." habló Laby llamando así mí atención, mirándola fijamente escuchandola puesto que parecía tener dudas.
"¡Cuéntame de cómo es el continente Abyss! dijiste que no hay lugar para débiles ahí, así que quiero estar preparada para ir, cuéntame todo lo que sabes" Una clara confusión apareció en mí mirada ante está niña, ¿ir al continente Abyss? tiene que estar loca, ¿qué hace planteándose ir a Abyss a su edad?
"Claro, lo haré en unos cuantos años, quizás cuando yo cumpla la mayoría de edad" Al responderle, observé su expresión notando al instante como aquella niña, inflaba sus mejillas tanto como podía y un ceño fruncido aparecía, un intenso puchero aparecía en su rostro, lo que me hizo retroceder ligeramente estando sentado en la cama.
"Haz una promesa de que me contarás todo lo que sabes en cuando ¡YO! cumpla la mayoría de edad, ¡prometelo!" Ella hablaba con un tono enojado, resaltando que tenía que contarle cuando ella sea mayor de edad, mientras se acercaba colocando su mano cerca de la mía con uno de sus meñiques levantados y los demás dedos cerrados, ¿un promesa de meñique?
Pareciendome muy infantil, una clara risa en voz baja salió por mí parte mientras acercaba mí mano a la de ella, así cruzando nuestros meñiques para formar la promesa.
"Claro, claro, cuando seas mayor de edad te diré todo lo que sé" Notando como la expresión ajena se aliviaba para ser reemplazada por una enorme sonrisa, Laby se mostraba alegre y siendo una niña enérgica.. salto sobre mí para abrazarme, cayendo ambos de la cama y terminando por golpearme la espalda contra el suelo, teniendo una niña que no paraba de abrazar mí abdomen apoyando su rostro en mí pecho.. es algo extraño.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top