Después Del Luto 💐 Parte 1

Brian

Las nubes eran espesas y el ambiente estaba completamente nublado, apenas los rayos de luz entraban en mi habitación, no estaba seguro como estaba todo afuera, quizás mamá estaba esperándome para desayunar. Se había mudado conmigo a pesar de que vivíamos al lado, prácticamente estábamos solos. Ella pudo sacar adelante su taller y convertirlo en una boutique, aunque le ha costado poder consolidarse en el mercado, ella está feliz de que sean las cosas así, le demostró a papá que no necesitaba de él, ella le dió el préstamo que busco por años en un inversionista, pero luego de ofrecerme a la familia de los Bloom, incluso después de eso no logro nada, ni hundiéndose en lo mal vil.

Estaba interpretando mi condición como viudo y esposo de un monstruo, los demonios me persiguen, me aterran y me arrastran a las pesadillas en las noches más calurosas de una primavera que ha pasado soleada y hermosa para todo lo que está a mi alrededor. Mamá me dijo que tuviera pasiencia que todo terminaría, y el tiempo se llevará mi dolor ¿Quizás el dolor por todo lo que ocasionó Gastón, se llevará lo que me hizo Anthony, Papá e incluso mi querido Taylor?

-Maldije entre dientes- mientras entro al baño para darme una ducha, antes de bajar.

El agua estaba tan fría que me hizo perder mi sonora angustia, me despertó por completo de mis agonías en las noches calurosas. El sudor corría por mi espalda como si fuera una tormenta de lágrimas, recorriendo mi tronco, dejaba la cama mojada, mis ojos con sombras que ocultar todas las mañanas con maquillaje.

-Me mire al espejo - mmmm... Si estaba bien, el típico millonario joven con un toque de traumas sexuales - Me burle de mis comentarios crueles.

Cuando baje estaba mamá esperando sin aún haber empezado a desayunar, pero con una visita inesperada - Estaba nervioso - Era el señor Pablo Bloom mi suegro. Cuando obtuve la herencia de Gastón y después de navidad no lo había visto, supongo que estaba ocupado en sus negocios.

- ¡Buenos días Brian! - Dice invitandome a sentarme, miro a mi madre y hace señas de que ella no sabe nada.

-¿Cómo está señor Pablo? Yo... - no me deja terminar.

-No me esperabas, lo sé - Sonríe - Solo vengo para recordarte que debes tomar parte en la empresa y que un Bloom nunca olvida sus obligaciones - Dice sonriendo.

- Pero yo no tengo nada que ver con las empresas - Estaba nervioso ¿No me había librado de esta gente?

- Pero ¿de que hablas niño? - se burla - eres un Bloom desde que te casaste con mi hijo, y aunque el haya muerto, eso no significa que dejes de ser su viudo y tomar sus obligaciones en la empresa - se levanta y nos mira sonriendo - Solo recuérdalo, es una maravillosa tarea - y se fue.

Mamá y yo nos quedamos mirando, buscando repuestas al viento, conectando nuestros pensamientos, buscando la verdad entre la conspiraron y la oscuridad dentro de todo esto. Crei que me había librado de las manos de esos tipos, estaba libre, eso me hicieron creer, pero todo era una mentira.

Empecé a llorar, empecé a respirar profundo, mi madre se acercó y me abrazo. No podía tan solo creerlo, me estaba hundiendo cada vez más en la mierda de Gastón ¿Hasta donde llega la ambición de mi padre? Mi corazón volvió a sentir otro vacío, como una apretado corazón siendo estrangulado por mi pecho ¿Drama o depresión? Eso lo descubriría hoy.

-Son las 08;00 A.M - dice mamá como si hubiéramos olvidado esa maldita cita.
-Si, tengo que irme - Me limpió las lágrimas y desayunamos en silencio.

Camine al estacionamiento para alcanzar al chófer que me esperaba. Pues tenía la cita en espera con el psicólogo, estaba algo agitado, cuando estaba llegando a la puerta mientras el chófer abre la puerta trasera del auto, mi mamá se acerca.

-Espero que todo salga bien, y todo pueda mejorar en tu salud - Me abraza, también tenía que salir. Estuvimos así por unos cortos segundos, hasta que me soltó - ¿No te ha vuelto a llamar? - Me preguntó. Solo baje la mirada casi con las lágrimas en los ojos, pues no, Jace no se había acercado desde que lo aleje, le dije muchas cosas sobre una historia de lo nuestro que no estaba dispuesto asumir.

Más de lo que yo pudiera querer, estaban muchas personas delante de nosotros, no podíamos ser tan egoístas, llevarnos a quien se atraviese sin siquiera estudiar las consecuencias. No éramos niños, no éramos unos críos que apenas estaban creciendo, habíamos hecho vidas complicadas, nunca es suficiente sentir, siempre debemos tomar la decisión más correcta, sobrepasando nuestros sueños.

Baje la mirada y solo negué con la cabeza, no era como si pudiéramos hacer más, estaba ahí el sentimiento, el vuelco de nuestro estómago con algo llamado (amor) que nos hacía cometer cosas tontas. Ahí estaba yo, entre ir corriendo por él o el quedarme aquí esperando un no se que... Y Jace no quería presionarme, estaba ocupado, quería estar apartado para no hacerme daño de esta manera que me siento al respecto y lo que significa tener algo con él.

Camino a la oficina del Psicólogo supongo que todo me daba vueltas, nadie me estaba obligando a ir, quizás no estaba loco, por lo menos no completamente, pero necesitaba ayuda. ¿Jace me convenía? No lo sabía, mi mente era un torrente de culpas, sementerios dónde mis ex estaban haciendo sus repentinas apariciones cuando la luna estaba tan alta que todos podían verla brillar, y la noche estaba a oscura.

Los árboles pasaban tan rápido como íbamos en camino, y mamá no se equivocó cuando dijo; "No dejes que tu mente te nuble el corazón" llorando mientras me abrazaba justo antes hace un momento. Decían que las personas cuando crecen obtienen una sabiduría con los años, como los árboles se vuelven más gruesos y obtienen más anillos en su núcleo. Crecer significa sanar, aprender y sonreír otra vez, justamente así me sentía, no debía tener miedo a tomar las riendas de mi vida y empezar de cero.

El cielo estaba tan apacible, el sol era tan agradable y la brisa de la primaria inundaba el ambiente, podía ver las aves en el cielo despejado, el viento entraba por la ventana del auto como elio escapando hasta quemar las mejillas. Hace algún tiempo me había leído un libro el cual solo recordaba que todos sabían que iban a matar al protagonista y el día de su muerte nadie lo abvirtio, lo veían como un espanto. No recuerdo su nombre, pero es mi trauma, el hecho de que las personas no actuarían para salvarte, incluso si eso estuviera en sus manos. Estaba tan lleno de miedo y pensaba en Jace - ¿Puedo confiar en ti? - hablaba con el viento, porque el chófer no podía escuchar.

-Estamos por llegar señor - Dice el chófer y logro subir los vidrios del auto. Me coloque los lentes de sol para evitar que la gente me reconociera, siempre habían curiosos alrededor, me había convertido en una especie de celebridad nacional.

Estando en mi viacrucis, creo entender que nada es para siempre, y después de los tres días siempre habrá una resurección, tal vez no logres salvar tu mente, pero si tu alma, sin importar el qué. Por esto estaba sumido en mis pesadillas, este libro me abrió los ojos, la gente era cruel ¿Todos serán así? - Mmmm... Si- ya recordé el nombre de aquel libro que estaba leyendo "Crónicas de una muerte anunciada" Empieza sobre un sueño que se convertía en una premunicion que tuvo la madre del protagonista.

Cuando estuve en la entrada del consultorio de la psicóloga, entro en mi cuerpo la duda, como si no estuviera preparado para este momento, pero lo necesitaba más que seguir reconstruir mi vida. El chófer se marchó dejándome en la entrada, cuando ví el auto que se habia marchando y sentí un vacío en mi pecho. Me volteo y estuve frente de la clínica como si se tratara de un monstruo. Sacudí la cabeza -¡No seas tonto! - me dije a mi mismo y mis pies caminaron como si tuvieran vida propia y entramos.

Jace

Las clases de contaduría habían empezado y estaba trabado en un libro diario, como si fuera un lenguaje de extraterrestres, estaba cansado. Había tenido unas semanas estresantes en la universidad, no entendía nada, debía esforzarme el doble porque todo tomara su curso, era lo único que me quedaba, seguir adelante con este proyecto para poder estar junto... A mis hijas, el orgullo de mis familia y mi amor imposible con Brian.

Deje todas la hojas de cálculo a un lado y cerré los ojos, estaba todo complicado entre nosotros, lo sabía, aunque él no lo supiera, me costaba mucho tener que seguir adelante, seguir con todo, porque no lo tenía a él. Le dije mi situación, le expliqué que todo lo que nos pasó no lo pudimos evitar, que estaba aqui, aún lo estoy, pero tan solo...me pidió espacio ¿Cómo puede ser tan cruel? Sabiendo que aún después de todo lo que pasó, lo amo.

Tomó mi teléfono y empiezo a buscar locamente entre mis contactos, busco su número y empiezo a textear - ¡Te extraño! - Pero aún después de todo me quedo inmóvil, no quería hacerle daño, no queria que sintiera que lo obligó, pero tampoco quiero que piense que estoy tan lejos. Que si necesita llorar, está mi hombro para él, que no somos nada, pero podríamos convertirnos en todo lo que jamás imaginamos. Sería fácilmente su cobija, su sol en la oscuridad, la medicina para el alma, pondría plumas en el suelo tan solo para que sus caída sean más livianas.

Me levanté del escritorio de mi habitación y empecé a dar vueltas en la habitación, abrí la ventana y mire por la ventana buscando respuestas en la mañana, pero el día era la mañana más hermosa de todas, mire el teléfono de nuevo y aún estaba ese mensaje ahí, sentí un brinco en mi corazón.

Le falle, le abandone, deje que todos pasarán por él como una pista de lágrimas congeladas, fui un poco hombre al no asumir mi sexualidad y seguir con Ángela, tratar de seguir porque se casabas, aún sabiendo que esa persona no lo amaba, me rompía por dentro y nunca pensé en lo siniestro que se sentirá ser abandonado por todos los que decían que le amaban, yo fui parte de ese plural, uno más que solo paso de largo.
¿Pero que hago con lo que siento? Quizás sea una locura dejar a mis hijas, batallar con Ángela por querer intentarlo el único amor de mi vida.

¿Que importa vivir si no puedo amarle? Sería respirar queriendo morir, me sentía tan deprimido, frustrado, y aunque se que me rechazo, por lo imbécil que fui al ofrecerle que fuera mi amante ¿Cómo te debiste sentir?
Debe pensar lo peor de mi, no merezco ni una sola consideración, pero me pidió espacio, creo que cuando pasamos nuevo año juntos, supongo que es un avance, no dijo nada, pero tampoco afirmó nada, nada significa nada.

- ¿Que haces? - Pregunta Anthony al entrar a mi habitación, no digo nada y sonríe - ¿Brian?

- ¿Quien más si no es él? - Me sonríe y baja la mirada.

-Se lo que sientes, también estuve ahí - Sonríe - Tiene ese poder sobre nosotros - Me abraza y salimos a caminar por los alrededores de la casa, mis padres estaban de viaje ¿Y cuando no? Estaba solo y Anthony y yo estábamos estudiando contaduría en la misma universidad, por eso había venido a mi casa, preguntarme si había terminado la tarea de ambos.

El viento estaba soplando fuerte y Anthony hablaba de sus nuevos negocios y que no entendia nada, que debía estudiar más para poder llevar algún día las riendas de todo, porque todo lo que sabía era que eran firmas por todos lados y papeles con sumas de dinero grandes que estaban a su nombre, dinero entraba y salía. Sus abogados y agentes estaban en todo, pero igual necesitaba entender como llevar las riendas del negocio.

- ¿Recuerdas cuando me volví loco en la fiesta de graduación? - Dice Anthony y yo asentí - Pues, estaba furioso porque lo sabía, enloquecí y quería que Brian fuera capaz de decirmelo, aunque ni el lo entendía.

- ¿De que estás hablando? - Quedé sorprendido.

-Ustedes se reclamaban con la mirada - sonríe y se detiene de nuestra pequeña caminata y posa su mano en mi hombre apretándolo - Si quieres a Brian, debes demostrárselo, está dolido, lleno de dudas y sobre todo miedo. Si sigues esperando que te dé permiso para todo eso, serás un cobarde para enfrentar este amor y para Brian serás otro mentiroso como yo - Me sonríe por último y se va.

Me dejó pensando todo esto, pues tenía razón, estaba siendo un cobarde, no podía seguir creyendo que todo lo que Brian estaba haciendo era por mi, y no, era por todo lo que le había sucedido y debía enseñarle que no soy como ellos, soy su amor bonito, su amor que perduró por el tiempo y el dolor y decirle : - ¡Aquí estoy amor! - pero debía demostrarlo, sin permisos, sin a cambio de nada, darle mi corazón y solo eso.

Tome mi teléfono y mandé el mensaje que estaba guardando como borrador en nuestro chat, mi corazón daba mil vueltas, pero sabía que esto no debía solo decirse o escribirse, era mucho más allá y debería hacérselo sentír.

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