7
Ha transcurrido el día y Jeon no ha salido de su celda. Todos están en el patio, pero sin su líder. Jimin se mantiene junto a Namjoon, mientras divaga.
Debe estar pensando en el castigo que me dará. Espero que no sea demasiado doloroso.
—Oye Namjoon, ¿tú sabes qué le pasa a Jeon? —le pregunta Baekhyun.
—Ni idea.
Entonces Jimin se da cuenta de que Jeon aún no habla con Baekhyun.
Tal vez no le reclame. No debí haberle dicho nada.
—Oye Jimin, ¿por qué estás aquí? —le pregunta un prisionero.
—No quiero hablar de eso.
Baekhyun lo mira de reojo, esbozando una sonrisa burlona, pero Jimin está tan ensimismado, pensando en los posibles castigos que podría recibir de Jeon, que poco y nada le importa lo que haga Baekhyun.
Pasan un par de horas en el patio, hasta que llega el momento de ingresar nuevamente para ir a cenar. Todos entran sin prisa y se dirigen a la fila, excepto Baekhyun que corre hasta la escalera.
—¿A dónde vas? —le grita Namjoon.
—Voy a buscar a Jeon.
—No vayas, él dijo que quiere estar solo.
—Voy a buscarlo para que venga a comer.
—No, Baekhyun. Son ordenes de Jeon.
Baekhyun resopla cabreado y se devuelve.
Cuando están en medio de la comida, Jeon se asoma bajando la escalera. Todos alzan la mirada hacia su líder. Pero él solo mira a una persona: a Baekhyun.
El castaño le sonríe y se levanta para ir a su encuentro. Jeon solo sigue caminando con un semblante serio.
Jimin, quien está en la mesa, lo mira expectante hasta que Jeon se sienta junto a él.
—Jimin trae mi comida —le pide.
—Sí Jeon, voy enseguida —le responde mientras se levanta presuroso de su asiento.
Rato después, Jimin deja la bandeja sobre la mesa, en frente de su líder y vuelve a sentarse.
Por supuesto, nadie le pregunta nada a Jeon. Baekhyun se limita a sentarse a su lado en silencio. Jimin, en cambio, continúa siendo interrogado por el recluso que antes le había hablado.
—Vamos Jimin, cuéntanos por qué te enviaron aquí. ¿Qué hiciste niño?
Jeon se interesa en la conversación y se gira en dirección al azabache.
—De verdad no quiero hablar de eso.
—¿Tan malo es? —le pregunta el insistente recluso.
—No es eso.
—Oye chico, aquí nadie se espantará por lo que digas. Todos hemos hecho cosas terribles, créeme.
—Yo no hice nada. Soy inocente.
El comentario de Jimin causa las carcajadas de todos, menos la de Jeon.
—¡Basta! —vocifera con vigor, haciendo que todos volteen a verlo, incluso los que no están sentados en su mesa. Jimin quien está a su lado, casi se ha caído de la silla al sorprenderse con el grito que da.
Jeon vuelve su mirada a la bandeja que tiene en frente y continúa comiendo. Baekhyun le aprieta el brazo suavemente.
—Suéltame —le pide.
—¿Qué te pasa Jeon? —le susurra avergonzado.
Jeon no le responde. Durante todo lo que resta de la cena, no pronuncia ninguna palabra más.
Está realmente furioso. Creo que este será mi fin, piensa Jimin, refiriéndose al castigo que recibirá por parte de él.
Al volver a las celdas, Jeon le pide a Baekhyun que lo acompañe a la suya. Jimin se va a su celda, resignado. Cree que Jeon nuevamente perdonó al exasperante castaño.
—Tengo una sola pregunta para ti —le dice Jeon a Baekhyun.
—¿Qué?
—¿Cómo entraste a la celda de Jimin en la madrugada?
—Yo no he entrado a la celda de nadie —le responde.
—¿Entonces Jimin está mintiendo?
—Claro que está mintiendo. Es un idiota.
—¿Y por qué me mentiría en algo así? ¿Con qué propósito inventaría eso?
—Para perjudicarme y sacarme del camino. Él está interesado en ti. ¿No te has dado cuenta?
—Te voy a dar solo una oportunidad para que me digas la verdad.
—Esa... esa es la verdad. Yo no he ido a la celda de Jimin. ¡Él está mintiendo!
—No Baekhyun, Jimin no está mintiendo. Su compañero de celda me lo confirmó.
—Él... también miente.
Jeon asiente con la cabeza, se sienta en la cama y le dice:
—¡Vete!
—Pero Jeon...
—Vete ahora o te sacaré a patadas.
Baekhyun se aleja ofendido, pero también con temor.
—Jeon...
El castaño trata de llamar la atención de Jeon, pero este ni siquiera voltea a mirarlo. Finalmente se va.
Jeon se queda pensativo por un rato, luego se levanta de la cama y sale de su celda. Busca a Namjoon y le pide que traiga a Jimin hasta él.
—Hey Jimin, Jeon quiere verte —le avisa el robusto recluso.
Creo que llegó mi hora.
El chico se sale rápidamente de su celda y se dirige a ver al jefe Jeon.
—Aquí estoy Jeon —le dice con la voz temblorosa.
Jeon lo mira sin levantar la cabeza.
—He estado pensando en el castigo que te mereces, Park.
—¿Park?
—Park es tu apellido, ¿no?
—Nunca me llamas por mi apellido.
Jeon suelta una carcajada, que hace que el chico se confunda. Hace unos minutos estaba furioso con él y ahora se ríe.
Algo no anda bien.
—Jimin, entonces. Decidí que no serás castigado, puesto que después me dijiste la verdad cuando te pregunté lo que ocurrió con Baekhyun.
—¿En serio?
—En cambio, te daré una misión.
¡Mierda! ¿Una misión?
—¿Qué tengo que hacer?
—Debes darle una lección a Baekhyun.
—¿Yo? ¿Cómo? ¿Qué lección?
Jeon se acerca lentamente, toma la barbilla del chico.
—Debes enseñarle que conmigo no se juega. Así que hoy a la media noche le darás una paliza.
¿Una paliza? Yo ni siquiera sé pelear.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top