Unas semanas habían pasado desde que Draco habían tenido listo el borrador de la nueva ley y los dos se habían esforzado mucho en cotejar datos, estudiar los pro y contras que podrían presentarse en todo este tiempo había empezado a crecer entre ellos una pequeña chispa de deseo la cual habían podido ignorar hasta el momento.

Los dos habían tenido que trabajar largas jornadas y salir del ministerio cuando ya casi todos se habían ido, así que se hacían compañía mutuamente y en algunas ocasiones salieron a cenar juntos para poder continuar con los debates sobre cuál sería la mejor manera de abordar o determinar cierta acción.

Una vez que Draco había decidido aceptar el trabajo con el ministerio francés nunca hubiera creído que iba a tener que volver a Londres y reencontrarse y tener que trabajar en conjunto con ella, ni en sus mejores sueños se imaginó trabajando tan estrechamente con Hermione y que su trato sería tan cordial y podrían superar todo su pasado y comenzar de nuevo sin cargar con los estigmas del pasado.

Un lunes por la mañana Draco llego temprano al ministerio y se dirigió por el atrio hacia los ascensores abordando el que estaba más desocupado y lo dejo en su piso cuando habían llegado a destino, Draco camino por los pasillos que lo dirigían a su oficina doble que compartía con ella y al entrar la vio en el archivo que dividía sus oficinas.

-Buenos días Malfoy.- Saludo la castaña sacando al rubio de su inspección matutina.

- Buenos días Granger.- Volteo a verla y le sonrió, algo que últimamente hacia cada vez más seguido.

La castaña se sonrojo al ver esa linda sonrisa que era dedicada solo a ella cuando estaban solos, Malfoy se caracterizaba por ser siempre muy educado con los demás pero era muy serio y formal.

-Llegaste muy temprano hoy.- Comento mientras se acercaba a ella. -¿Desde qué hora llegaste?-

-O no hace mucho, si acaso tengo unos quince minutos aquí.- Contesto mientras su atención volvía al archivo que estaba buscando.

-Estoy seguro que ni siquiera desayunaste algo ¿Ho me equivoco?-

-No desayune porque tenía prisa por verificar si ya se habían recolectado todas las firmas faltantes, para que ya se pueda mandar promulgar la Ley.-

-Esos papeles no van a llegar hasta después de las 12 de la tarde.-

-Cierto, no sé dónde traigo la cabeza, han sido tantas cosas últimamente que no he tenido tiempo de descansar bien.-

-Yo tampoco he tenido mucho tiempo libre últimamente, sigo checando la propuesta del ministerio Ingles para quedarme aquí y ya no volver a Francia.-

- Ya lo has hablado con tu madre o se lo vas a decir hasta que tomes una decisión, ¿Crees que quiera volver también?-

-Ya lo hemos platicado y planea venir el fin de semana para que podamos platicar, por cierto me pidió que te invitara a unirte con nosotros para la cena el sábado.-

Draco y Hermione en sus largos días de trabajo habían hablado de Narcisa y que esta quería reunirse con Herms cuando volviera a Londres.

-Pero Draco tú y tu madre tienen tanto de que hablar que no quisiera entrometerme en su tiempo juntos.- Comento la castaña, no se sentía preparada para enfrentar a Narcisa Malfoy  tan pronto.

Si bien ya se había hecho a la idea de que se quería reunir con ella, creyó que eso no pasaría en el futuro próximo.

-Por eso no te preocupes ella va a llegar el viernes al medio día, así que me reuniré con ella saliendo del Ministerio, así que no puedes poner escusas para cenar con nosotros.-

-Está bien solo me dices el lugar y la hora donde nos veremos.-
-Te daré el viernes el traslador que te llevara directamente al restaurante, así no podrás decir que no puedes ir.- Le giño un ojo y se fue a su oficina.

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Chicas buenas tardes (no tengo idea si por aquí me leé algún chico, si lo hace hola también a tí) sigo dando un poco más de contexto a está historia.

Quiero agradecer a los qué siguen aquí y no han perdido la esperanza.

Se agradece mucho qué dejen algún comentario y estrellita.

Nos leemos en el próximo capítulo.

La esencia de la historia es la misma solo qué creó qué le faltó más historia qué contar antes de qué se ponga muy caliente.