Capítulo 7✔️

Salgo de la habitación con cuidado de no despertar a mi mujer. Me dirijo a una de las habitaciones vacías para asearme y prepararme para el inicio de un gran día.

Después de arreglarme me dirijo alegre a la cocina, el personal se sorprende al verme así pero no comentan nada. Desayuno en completo silencio y en compañía de la Nana de mi Roja.

Admito que no me agradó la idea de tenerla en la mansión, pensé que se trataba de una espía, pero cuando me informaron de todo lo ocurrido y haber hablado con la señora, me recordó tanto a mi propia nana, qué deje en Alemania por mayor seguridad.

Al terminar me dirijo a mi despecho, reviso unos papeles importantes mientras espero la llegada de Damián.

- Hasta que por fin apareces- digo regañándole- ¡Oh, ya veo!- me burló al ver su cara.

- Buenos días a tí también, Drag- me responde de mal humor.

- Supuse que después de una noche de sexo, estarías de mejor humor- bromeo con él.

- ¿Hablas de mí o de tí?- dice aburrido.

- Es obvio que obtuviste una noche ardiente y jugosa, el chupetón que tienes en el cuello te delata- le señalo.

- ¿Qué? Ésa bruja, no le bastó con morder mi ...- se interrumpe, aunque ya me imagino que iba a decir- ¿Y tú, por qué tan de buen humor?

- Ya sé cómo deshacernos de los policías sin ensuciarnos las manos- digo sonriendo.

- ¿Y cómo?- pregunta interesado- Por qué ya hemos hecho de todo y nada. Sólo nos faltaría enviar a Samantha, para que los mate- dice a modo de burla.

- Exactamente. Ella y tú mujer se encargarán del asunto- digo resuelto.

- A ambas les encantará el reto de matar a los policías más resguardados del mundo- dice ingenuo.

- Estás equivocado. Samantha y Skyler no van a matar a esos policías. Ellas, los van a seducir. Tú mismo lo dijiste, mi mujer podría conquistar al hombre que desee.

- ¡Pero, es tu mujer!- grita indignado- ¿Cómo vas a dejar que se involucre con un policía? ¿Qué digo policía, con otro hombre?- me reclama.

- Te estás dando cuenta que me reclamas por Samantha, y no por Skyler. Escucha mi plan al menos- le digo.

- A ver, deslúmbrame- me provoca.

- Las chicas seducirán a la pareja de policías, ellas averiguaran que tienen en nuestra contra y nos facilitaran la manera para sabotearles antes que ellos a nosotros. Y luego cuando ya no nos sirvan, Samantha, muere por traidora.

- ¿Qué?- grita- ¿Matar a Samantha? ¿En qué momento te volviste loco? ¿Dónde está mi amigo? ¿El hombre qué movió cielo y tierra para recuperarla, ahora quiere asesinarla?- me cuestiona.

- Ella, se encargó de matar a esa persona. Ella, me mató. Y ahora, es mi turno. Y ahora te toca a tí, decide conmigo o en mi contra. Y ya sabes las consecuencias- le recuerdo.

Todos sabían que si no era conmigo, estaban muertos.

- No estoy de acuerdo contigo. Pero sabes que siempre estaré ahí para tí- dice molesto.

- ¿Por qué no te preocupas por Skyler?- pregunto curioso para aligerar el ambiente.

- Sky y yo, no estamos en el mejor punto. Ella ya no me soporta y yo tampoco. Lo que una vez nos unió, nosotros nos encargamos de matarlo. ¿Pero tú y Samantha? ¿Lo haces sólo por el despecho?- pregunta.

- En principio, sí- digo sincerándome con mi amigo, olvidando la molestia pasada- Pero pronto el Rey dejará toda la fortuna Romanoff, a su hija, y con el, el poder de Samantha, superará por y para siempre el mío. Y no lo pienso tolerar- admito.

- Vaya... Cambiemos de tema. Ya Vianko, se comunicó conmigo- me informa.

- ¿Y qué dijo?- pregunto interesado.

- Seguirá en Italia, por unos días más. Ya me pasó el informe sobre la cita con el Demonio Italiano. Éste está interesado en nuestra mercancía y la de Samantha. Pero el muy cretino quiere una prueba.

- ¿De cuánto?- digo molesto por ello.

- Quiere dos toneladas, de prueba- dice igual de molesto que yo.

- Está loco si cree que le daré tanto. Si acaso, media tonelada y aún así va regalado- digo resuelto.

Así pasamos el resto de la mañana, organizando los próximos eventos, los negocios y el cómo plantearle mi plan a la Roja y a la Rubia.

...

Ya llegada la hora de cenar, mando a avisar a las chicas que se preparen pues iremos a un nuevo restaurante. Esperamos una hora más mientras éstas se arreglaban.

- Ya deberían, haber bajado- digo molesto.

- Son mujeres. Ya sabes cómo son- me recuerda Damián.

Seguido de eso baja la Rubia, con un vestido verde esmeralda que acentuaba sus ojos, el vestido le quedaba holgado en la parte de abajo.

Después de bajar ella aparece mi Roja, cual diosa, con un vestido similar al de la Rubia. El de ella era negro con una abertura en la pierna. Amaba ese tipo de vestidos, pues me permitían jugar cada que quería.

Hacía tiempo que había intentado quitarle la maña de vestir siempre de negro, pero ella siempre alegaba que el luto por su amigo, lo tendría hasta el día de su muerte.

...

Al llegar al restaurante, nos dirigimos a un reservado en la planta superior.

Al llegar el mesero procedo a ordenar.

- Queremos un Chateau Attigue de la cosecha de 1996, para empezar- ordeno.

- ¿Desean algo más los señores?- pregunta a lo que niego.

Se retira dejándonos en silencio. Silencio que la Rubia decide romper.

- ¿Y bien? ¿Qué hacemos aquí?- pregunta.

- Exacto. Mi cumpleaños no es, el tuyo tampoco, mejor dicho el de ninguno. Así qué, ¿qué te traes entre manos, Drag Müller?- pregunta mi Roja.

Ella sabe cuánto odio que me diga por mi nombre completo, así que debe suponer para que la traje hasta aquí.

- Ya sé cómo despistar a los policías- digo feliz.

- Por fin. Ya era hora que pensaras en algo- dice Sky, con burla.

- Pero necesitamos de su ayuda- continuo.

- ¿Cómo así?- pregunta Samantha.

- Ustedes dos, seducirán a los policías, se meterán en sus camas y nos servirán de espías- digo calmadamente.

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