Narrador Samantha Romanoff

Tuvimos la mejor cita que se podía tener, sin planificar nada. Pasamos por todos los lugares a los que le comenté, y le encantó la cultura de mi país, hasta podría decir que se enamoró de ella.

Al anochecer decidimos ir a mi apartamento, ya que, Sky, se iba a quedar con Daniel.

...

— ¿Qué te pareció el paseo de hoy?— le pregunto mientras le acarició el cabello.

— Fue sensacional. Tenía años que no la pasaba tan bien con alguien— dice mientras se acomoda entre mis piernas— Tu caballo es hermoso, un pura sangre, digno de montarlo una Diosa, como tú— comenta para luego darme un beso.

— Si dices tonterías. Pero sí, Ares, es hermoso. ¿Sabías qué fue, por así decirlo, genéticamente modificado?

— ¿Genéticamente modificado? ¿Cómo así?— pregunta sin entender.

— Se escogieron cuidadosamente a sus padres, los mejores que habían en aquel entonces. La idea era crear al mejor caballo del mundo. Mi padre era, bueno, es, un gran fanático de los corceles. Eligió a los mejores genetistas del mundo, y busco los pura sangre más fuertes y hermosos. De allí, hicieron la mezcla perfecta; fuerza, pureza y belleza. Y así nació, Ares— le termino de explicar.

— Tu padre se oye como una persona complicada y exigente.

— Lo es. Es un hombre al que es mejor tenerlo de aliado que de enemigo. Muchos han tratado de quitarle su poder, y todos perecieron— digo sin pensarlo.

— ¿Perecieron? Samantha, ¿de qué estás hablando?— pregunta Rick, muy preocupado.

Mierda.  Piensa rápido

— Ya  te había comentado que mi padre, es un hombre poderoso. Dirige un imperio, y por lo mismo se ha hecho de enemigos. Enemigos que han tratado de quitarle poder a través de los años. Decir perecer, en el negocio de mi padre, es como decir, que fueron despedidos— miento lo mejor que puedo.

— ¿De qué trata el imperio de tu padre, Samantha?

En eso escuchamos un teléfono sonar. Le prestó atención, y me doy cuenta que es el mío.

Veo que es Kate, la que me llama, atiendo, eligiendo cuidadosamente mis palabras. No quería regarla más.

— Diga— atiendo.

— Samantha, tenemos un contratiempo. Necesito verte junto con Skyler— me dice agitada.

— ¿Estás bien? ¿Cuándo necesitas vernos?

— Ahora mismo. Estoy tratando de comunicarme con Sky, pero ésa niña no atiende.

— Yo iré por ella.

— Las espero en el Café que está a dos cuadras de mi apartamento.

— ¿Pero por qué no en tu apartamento?— pregunto temerosa de la respuesta.

— No puedo seguir hablando. Las veo allá en una hora. Si es que puedo— y con eso corta la llamada.

Me quedo por unos instantes paralizada sin saber que hacer. Los brazos de Rick, son los que hacen que despierte de mi letargo.

— ¿Ocurre algo, amor? Ésa llamada te puso pálida— me susurra Rick, con cautela.

— Eh... Sí. Al parecer hubo un problema con mi abogada— decido serle sincera, o lo más que se puede— Debo localizar a Sky. Pues el asunto también le compete.

— Deja que yo llame a Daniel. Mientras, te das un baño y así te relajas. Debe ser algo de tecnicismo. Los abogados suelen exagerar, para así obtener más dinero— me dice tratando de calmarme.

— Sí, debe ser eso. Gracias, amor.

...

Me duche y vestí como si estuviera en automático. Me da la impresión de que Kate, se metió en un gran problema, y ése problema tiene que ver con nuestro plan.

Si es así, debo tomar cartas en el asunto.

— Daniel, no atiende, al igual que Sky— me informa Rick, mientras entra a la habitación.

— ¿Dónde pueden estar? ¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?— digo a la nada.

— Lo más probable es que estén en la casa de Daniel. Casi siempre van para allá.

— Perfecto. No sé cómo llegar— digo frustrada.

— Yo sí— dice ofendido.

— Lo siento, Rick. Es que tengo un mal presentimiento. Y no sé cómo actuar frente a éste tipo de situaciones— le explicó sincera.

— Entiendo. Termina de vestirte, te espero en el auto.

...

El viaje a la casa de Daniel, fue en completo silencio. Rick, parecía que estuviera armando un rompecabezas gigante, mientras que yo, sólo pensaba en el bienestar de Kate.

...

Al llegar, las luces del hogar de Daniel estaban apagadas. Rick, se acerca y abre la puerta con su llave.

— Siempre salgo con ella. Así tengo donde quedarme— me explica mientras entra a la casa.

Entramos y veo cómo está todo pulcramente ordenado. Rick, va hacia lo que supongo es la habitación, y les explica la situación.

— Menos mal y no entraste— me comenta, cuando sale, a lo que lo miro sin entender— Daniel, estaba desnudo y acababa de salir del baño— me explica.

No hago más que reírme por ver su rostro serio por los celos.

— Holis, Sam. ¿Qué es lo que ocurre? Mi teléfono dice que tengo veinte llamadas pérdidas de Kate y diez de Rick— sale Sky con una camisa de Daniel.

— Kate, nos necesita. Al parecer ocurrió algo importante y debemos verla ya— le explico lo mejor que se puede.

— Bueno, vamos para allá. Lo siento, cielito. Al parecer no pueden vivir sin mí— dice Sky, mientras se despide amorosamente de su novio— Chao, Rick. Cuídense.

...

Optamos por irnos en el auto de Sky, que por suerte estaba en el estacionamiento.

— Sam, ¿qué es lo que ocurre realmente?— pregunta mientras maneja.

— No lo sé. Pero es imperativo verla y averiguar qué le sucede. Sonaba muy mal.

— Entiendo. Ya estamos por llegar— me informa dando una vuelta.

...

— Bueno, ya llegamos, ahora encontrarla en el Café— le informo a Sky mientras salimos del auto.

Pasan cinco minutos y aún no la veíamos en el local. Hasta que vemos una mano agitarse al fondo del lugar.

— Vamos, si no me equivoco, esa es Kate— me dice Sky, mientras me jala hacia el fondo.

Caminamos y efectivamente, Kate, estaba allí, con unas gafas de sol, a pesar de que ya no había sol afuera.

— Kate, ¿se puede saber que coño está pasando contigo? Mírate, estás haciendo un show— le reclama Sky.

— Calla y atiende. Encontré unos documentos de Dimitri, pero al hacerlo activé una alarma, que al parecer iba conectada con una cámara y mi rostro quedó grabada en ella. Debo irme del país. Pero antes debía decirles lo que está pasando— dice entre susurros Kate.

— Wow wow, ¿estás diciendo qué te grabaron? ¿Acaso eres novata?— le reclama Sky.

— Alto ustedes dos. ¿Qué está pasando con Dimitri?— pregunto para así evitar un problema.

— Dimitri, anda falsificando los papeles de nacimiento de Natasha. Además, está preparando una nueva droga, con la cual, todos los que la han probado, han muerto. Es inestable. Sí ésto llegará a manos de la policía, lo detendrían de inmediato.

— Ése maldito— comenta molesta Skyler.

— ¿Tienes suficientes pruebas para inculparlo? ¿Él aparece en los vídeos? Por qué de lo contrario, saldría de la cárcel, rápidamente con sus abogados

— Ése es el problema. No aparece en ninguna toma, bueno, no se ve de frente. Sólo su espalda, y llevaba a alguien para que diera las órdenes por él. No hay forma de ligarlo. Aún— finaliza.

— ¿Cuál es el plan?— comenta preocupada Sky.

— Me iré a Londres, allí tengo unos conocidos que me deben un par de favores, y estaré a salvo con ellos. Mientras seguiré investigando los movimientos de Dimitri.

— Me parece que es lo mejor para ti. Nosotras estaremos bien. No hay manera de ligarte a Sky o a mí. Además, Drag, no permitiría que nos tocará Dimitri, quedaría en vergüenza si lo hiciera.

— Hablando de eso, Drag, se fue de viaje a Alemania por una temporada. Damián, tuvo la amabilidad de decírmelo, antes de irse— comenta tranquila Sky.

— Mejor aún, nos quedaremos con los chicos. Dimitri, no se atrevería a hacernos algo si estamos con la policía— digo feliz de resolver el problema.

— Entonces, ésta es la despedida. Adiós chicas. Buena suerte, la necesitarán. Cualquier cosa, me llaman a éste número.