Capítulo 3✔️

Llego hasta mi antigua habitación, entro sin pedir permiso. Veo como las paredes antes representantes de cada estación, están tapizadas con un insípido color rosa; mis reconocimientos y mis premios fueron reemplazados por sus títulos y fotos.

De la ocupante anterior, sólo quedan los recuerdos.

La observo con rencor y odio, está en la cama pintando sus uñas.

- ¿Quién diablos te crees para entrar aquí?- grita dejando de lado su actividad.

- No me creo, soy- digo para provocarla- Exijo una explicación del por qué atacaste a mi Nana.

- Esa vieja ya te fue con el chisme- dice en voz baja- Esa vieja ya no debería estar trabajando. Les ordené que la despidieran por ser tan confianzuda, pero no me hicieron caso.

- ¿Ordenar?- me burló- Aquí no eres nadie para hacer tal cosa. Te explico, Dimitri, sólo te quiere para joderme. Él sólo te va a utilizar como a todos.

- Tú estás celosa, de que ahora pertenezco a tu familia- me reta, parándose al frente de mi- Mataste a mis padres.

- Con qué ya lo sabes. Eso fue una simple muestra de mi poder- le digo con sorna.

- Y me la vas a pagar- dice dándome una cachetada con mucha fuerza, haciendo que mi rostro se volteé.

Me repongo rápidamente y disfruto del dolor en mi mejilla, mi adicción se hace presente y clama por la sangre de mi enemigo.

De un movimiento rápido le agarró del cuello y la lanzo contra la pared, la muy ilusa intenta arañarme mientras grita por ayuda.

Pobre de ella que no se fijo que puse el seguro al entrar.

Ya acorralada intenta darme una patada en el abdomen, pero logró esquivarla y le doy un golpe con mi codo en su mandíbula.

Entre tanto y tanto escuchamos los forzejeos que hay afuera del cuarto. Los hombres de Dimitri, están intentado abrir la puerta.

Natasha, logra darme un cabezazo, haciendo que la vista se me nuble, aprovecha mi distracción y se acerca a la puerta.

Cuando me recupero le agarró la cabellera y la lanzo al suelo, sin darle tiempo a reaccionar me monto encima de ella y empiezo a golpearla con mis puños, uso tanta fuerza que la pequeña cura que me hizo mi Nana abajo, por lo del vaso, queda inservible.

Todo paso en menos de diez minutos; Dimitri, agarra por la cintura a su nueva adquisición, mientras que yo me levanto con la intención de seguir golpeándola o golpearle, pero Alexander, interfiere y me aparta.

Sin embargo, como puedo me suelto de Alex, saco mi navaja y me lanzó hacia Dimitri.

Él logra esquivarme, pero al hacerlo deja a Natasha, desprotegida y corto su brazo, desde la muñeca hasta el antebrazo.

Todos gritan y más ella por el dolor. Sin esperar respuesta de cualquiera de los presentes, Alex me saca de la habitación.

- Déjame regresar y acabar con ella- le exijo.

- No- me hace frente- Nos vamos ahora.

- No me voy de aquí sin matar a esa zorra.

- Somos sólo dos personas, Samantha. Y aunque ambos nos sabemos defender, estamos en territorio enemigo- dice Alex haciéndome ver toda la situación.

- Está bien. Pero Nana, se viene con nosotros- informo.

Alex, sale en su búsqueda y minutos después salimos de la mansión Romanoff, siendo todos consientes de que allí de ahora en adelante, sólo habrían enemigos.

...

Llegamos a la nueva casa, envío a Alex, para que le muestre el lugar a mi Nana. En todo el trayecto nadie dijo nada acerca de lo ocurrido.

Por mi parte me dirijo al gimnasio, necesitaba descargar la rabia que había dentro de mi.

Sin embargo, mis planes fueron truncados al ver que la sala estaba ocupada por Drag.

Éste estaba entrenando con el saco de boxeo, usando un short que de ajustaba a su fisionomía haciéndole más llamativo.

Decido retirarme pues no tengo ánimo de hablar con nadie y menos de rendir cuentas por mis acciones. Pero todo queda en planes, ya que, él se da cuenta de mi presencia.

- ¿A dónde vas, Roja?- pregunta curioso sin dejar de boxear.

- Por ahí- digo patéticamente, la vista que me ofrecía alteraba mis hormonas a cada segundo.

- Peleaste con tu padre, y viniste a descargar tú ira aquí- dice con arrogancia.

- A ti, no te puedo mentir- digo derrotada.

- Eres mi creación. Pero admito que es divertido verte intentarlo.

- Aja- comento distraída.

- Sé de algo que puedes hacer para descargar, y es más divertido- dice para luego besarme.

Por suerte alguien más entró al gimnasio, interrumpiendo así nuestro fugaz encuentro.

- ¡Aquí estás! Ya Alex, me dijo lo que ocurrió- dice Sky- Ah hola, Drag.

- ¿Hola? Mira enana, no ves que estamos ocupados aquí- responde Drag molesto.

Es muy divertido verlos pelearse así. Porque cuando estamos en la intimidad se comportan muy distinto.

- ¿Qué ocurre, Sky?- pregunto para cambiar de tema.

- Es viernes, estamos en Rusia, sabes que nunca antes había venido, y prometiste ser mi guía- comenta cuál niña pequeña y caprichosa.

- Okey. Déjame cambiarme- le digo mientras dejo que me arrastre a la salida.

- Roja, ¿y qué hago con ésto?- dice muy cómico Drag, señalando su erección.

- Lo siento amor. Pero hoy resuelves sólo- le digo con burla.

- Ésta me la cobraré, Samantha- escucho que grita.

...

Después de darme un ducha, salgo de mi baño y veo como Sky esculca mi armario en busca de ropa para irnos de fiesta.

- Éste, está perfecto para ti- dice enseñándome un vestido rojo corto, con un escote en forma de corazón.

- Y éste, es perfecto para ti- le señalo un vestido corto, con un escote más pronunciado, en tonos grises y negros.

- Excelente elección, Sami. Eso sí, ninguna nos podemos agachar a recoger algo porque se nos vería el alma- dice Sky riendo.

- Gracias- digo con sinceridad mientras me coloco el vestido.

- De nada. Pero, ¿por qué?- pregunta ella imitando mi acción.

- Me salvaste de una buena follada con Drag- digo riendo.

- ¿Qué? Pero si adoras tener sexo con él- dice confundida.

- Luego te cuento. Aquí las paredes tienen oído- le recuerdo.

...

Ya listas para salir, vemos a Damián, al inicio de las escaleras. Al inicio se veía sereno, pero su expresión cambió al ver a la rubia con su ropa.

- ¿Se puede saber a dónde crees que vas vestida así?- pregunta molesto.

- A ningún sitio que te importe- le responde de igual manera mi amiga.

- No saldrás así.

- ¿Y quién lo va a impedir?- pregunta con sorna Sky.

- Yo.

- ¿Y quién eres tú para permitirme o no algo?- grita.

- Tú novio- grita con más fuerza Damián.

- ¿Mi novio? Por favor, deja ya esa mentira. Yo no te digo nada cuando te vas con cuánta puta te pasa por al lado, así que tú no tienes derecho de reclamar nada- revela mi amiga.

Con el pasar de los años, había aprendido a tolerar a las sombras de Drag. Alex, se había ganado mi cariño en el primer instante, y Damián también.

- Lo siento. Pero ahora nosotras nos vamos- digo agarrando a Sky- Y ni se les ocurra enviar a su gente por nosotras- le informo.

Cuando estamos en el carro me atrevo a romper el silencio con la pregunta más estúpida del mundo.

- ¿Qué fue todo eso?

- Una pelea- dice recuperando la calidez tan característica de ella.

- ¿Oh en serio? No sabía- digo sarcástica.

- Hablamos luego. Ahora llévame a un bar que necesito olvidar- dice riendo.

- Conozco de un sitio. Sólo espero que siga siendo de él- digo.

- ¿El Night Club?- pregunta curiosa.

- Sí.

...

El trayecto fue rápido, nos la pasamos riendo y cantando sin sentido ni ritmo. Por un momento me sentí como una mujer cualquiera de veintiséis años y no como una mercenaria buscada por todos.

Al llegar al club, observamos la larga fila que había para poder pasar. A pesar de ello, Sky y yo nos dirigimos al guardia de seguridad confiadas. Ella de su belleza, y yo de que me reconociera.

- Lo siento, señoritas, pero deben hacer la cola- dice el fortachón sin mirarme.

- Pensé que yo tenía pase libre- digo coqueta atrayendo la atención del hombre, él con su mirada delata que me reconoce- Hola, Scott.

- ¿Samantha? Vaya, cuanto tiempo- dice haciendo un espacio para que ambas pasemos.

- Unos cuántos años.

- Tengan, son pases VIP. Cortesía de la casa- dice.

Sin importar las protestas de las personas en la fila, entramos. Gran sorpresa me llevo al ver que todo el lugar había sido remodelado.

- Éste lugar es realmente atrayente. Pero, ¿en dónde peleabas? No se parece en nada a lo que me contaste.

- Aquí era. Pero por lo visto lo remodelaron. Ven, vamos a la barra. Después recorremos el lugar- le comento.

Nos fuimos a la barra, pedimos un par de Bloody Mary para iniciar.

- Salud- décimos al unísono las dos.

- Pensé que mi portero me había mentido- escucho su voz detrás de nosotras- Pero ya veo que es verdad.

- Sergey- digo muy feliz- ¡Cuánto tiempo!

- Mi adorado Ángel De La Muerte- dice coqueto- ¿Qué?- pregunta al ver mi expresión fría- ¡Oh, vamos niña, soy viejo pero no tonto!

- ¿Cómo? ¿Alguien más?- intento preguntar.

- Tranquila, tú secreto está a salvo conmigo. Y sólo tuve que sumar tu cercanía con Drag, y la cercanía de mi Ángel con el Diablo.

- Siendo así, tiene mucha razón, Sami- dice Sky entrando en la conversación.

- ¿Y quién es ésta hermosura?- pregunta coqueto.

- Alto ahí vaquero. Ella está con Damián- le informo.

- Ése Perro, siempre teniendo lo mejor.

Después de ponernos al corriente con lo ocurrido en estos años, Sergey, se despide alegando que tiene asuntos que atender.

- Bueno, ahora que estamos solas, suelta lo que ocurre con Damián- le digo a la rubia junto a mi.

- ¡Ay, Sami! Las cosas con él ya no son lo mismo. Sé que me engaña cada que puede, y lo peor es que ya ni me importa. Yo hago lo mismo. Lo de nosotros murió hace tiempo, pero ninguno tiene el valor de acabarlo. Nos acostumbramos a la rutina y no queremos huir de ella.

- ¿Sabes? Estamos igual- le cuento- Drag y yo, lo que nos unió en un principio, ése amor que en primera instancia fue tan puro y real, se transformó en una codependencia, una adicción al calor del otro. Admito que sigo disfrutando de nuestros encuentros maritales. Pero siendo honestas, tengo miedo- confieso.

- ¿Miedo? ¿Por qué?- pregunta temerosa de la respuesta.

- Por que por más Ángel que yo sea, él sigue siendo el Diablo.

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