— ¿Qué hiciste qué?— grita Sky furiosa al terminar de relatarle lo ocurrido en la oficina.

— ¡Ay, no empieces! Sabes que no me puedo controlar cuando estoy con él. O lo mato, o lo violo. Así somos nosotros.

— No. Tú no eres así. Eso fue en lo que él te convirtió— dice segura— Tú eres más que ésto y lo sabes.

Quisiera creer en lo que dice mi amiga. Pero recuerdo todas las cosas que he hecho a lo largo de mi vida y sé que tengo lo que merezco.

———

— Hoy no tengo ánimos de cocinar, voy a ver qué compro para cenar— digo cansada mientras agarro mi cartera.

— Excelente. Trae bastante comida— dice a lo que la mira raro— Es que tengo mucha hambre.

Algo planea está loca, pero el cansancio que tengo hace que obvie las señales inequívocas de que ésto hace parte de un plan secreto.

...

Narrador Skyler Miller

Ya es hora de que alguien haga algo por Samantha. Aunque no parezca, ella tiene un gran corazón, pero Drag, se ha encargado de oscurecerlo con su maldad sin escrúpulos.

Decido llamar a mi cosito.

"¿Quién diría que éste descabellado plan me traería por fin algo bueno y positivo a mi vida?"

"Daniel Ponce, ha sido lo mejor que he tenido en muchos años. Al contrario de Damián, mi nuevo novio no es un maniático obseso del control; él es un chico dulce, amoroso, comprensivo y amante de la literatura"

Al tercer ring, contesta.

— Hola preciosa, ¿qué tal tu día?— dice con tanto amor que podría derretir un palo.

— Excelente cosito, por cierto, ¿qué van a hacer tú y Rick, para cenar?— digo curiosa.

— Nada, íbamos a pedir algo por teléfono, ¿por qué?— pregunta receloso.

— ¿Qué te parece si vienen a la casa a cenar? Ya Sam, está buscando la comida— digo riendo.

— Ya le digo, y aunque se resista lo llevaré— dice cómplice.

— Sabía que podía contar contigo.

Cuelgo el teléfono y procedo a organizar todo para cuando lleguen.

Quizás sonará iluso de mi parte querer que mi mejor amiga esté en una relación amorosa de verdad con alguien que la merezca, y creo fielmente que mi "cuñado" es el candidato perfecto para esta tarea.

Narrador Samantha Romanoff

Decido comprar pasta a la carbonara, en un restaurante italiano. Además de unos muffins de chocolate que se veían muy provocativos en el mostrador. Ya con mi compra lista, me voy de regreso a casa.

…

— Ya traje la comida, espero que te llene. Y si no, aquí hay unos postres— digo señalando los paquetes que puse en el buro de la cocina— Voy a bañarme, si quieres ve sirviendo.

— Perfecto— dice oliendo la pasta— Justo lo que necesitaba— comenta al ver la botella de vino.

…

Termino de bañarme, me coloco un mono gris, un suéter azul y mis pantuflas rosadas, además de hacerme una coleta alta.

"100% sin glamour"

Escucho el timbre sonar y me asomo con cuidado a la cocina.

"¡Juro que asesinaré a Sky!"

"¿Cómo se le ocurre hacerme esto?"

— Pasen, ya los esperábamos— dice la traidora de mi amiga, al dejar pasar a los policías.

— Hola, Sky, ¿cómo estás?— dice Rick.

— Perfecta— responde luciendo un vestido rosa pálido.

"Un momento, la muy perra se cambió y todo"

— ¿Y, Samantha?— pregunta Daniel, después de besar a su novia.

— Ella...

— Aquí estoy— digo saliendo de mi escondite y asesinando con la mirada a Sky— Lamento no recibirlos como se debe, pero mi adorada amiga, no me comentó de esta agradable visita.

— Espero, digo, esperamos, no incomodar— expresa Rick, sonrojado.

Éste hombre siempre se ve imponente y peligroso, incluso un poco más que el Diablo, pero, verlo sonrojarse por un comentario tan banal, hace que mi corazón se exalte de forma muy extraña.

— Para nada, bueno, vinimos a comer, ¿no? Presumo que ya arreglaste la mesa— digo a Sky.

— Obviamente. Vengan y pasen.

…

Entre bocado y bocado, terminamos la cena. Admito que mi molestia se fue al caño, cuando iba a mitad de la comida.

Al terminar, Sky y Daniel, se retiran al cuarto con escusas lujuriosas. Aunque todos sabíamos que era para que Rick y yo, nos quedáramos solos.

— Bien, yo creo que es mejor irme— dice Rick levantándose del asiento.

— No. Espera, no porque ellos se larguen a disfrutar, no significa que la fiesta se acabó— digo un poco alto.

"Upss, creo que el alcohol ya hizo mella en mi sistema"

— Creo que lo mejor sería que nos fuéramos a dormir, Samantha.

— ¿Me estás proponiendo dormir juntos, Rick?— digo riendo.

— Eh. No, precisamente— dice cohibido.

— Ey, tranquilo. No muerdo, bueno sí. Pero ven, sentémonos a hablar. Conozcámonos un poco, ¿vale?— le ofrezco un puesto en el sofá, a mi lado.

— Okey— dice aceptando— ¿De qué quieres hablar?

— No lo sé. Háblame de ti, cuentame cosas que no sepan los demás. Piensa en mí como una amiga, una confidente, o lo que quieras.

Se queda en silencio por unos segundos, que a mí parecer fueron eternos.

— Cuando te vi por primera vez, pensé que eras producto de mi imaginación, una ilusión por culpa del alcohol en mi sistema. Luego cuando vi que esos sujetos te trataron mal, una irá que nunca había sentido se apoderó de mí.

>> Y créeme, que si no fuera por que Daniel, me agarró, hubiera agarrado a los tipos y los hubiera dado la paliza de sus vidas. Después cuando estuvimos juntos fue perfecto. Nunca me había sentido así con nadie, esa conexión que sentí. Y al despertar, pensé que estaba en un sueño. Tu madurez, fue increíble. No sé cómo expresarlo.

>> Y cuando te volví a ver, un dolor se produjo en mi. Unos celos, al ver que otro te vio y te tocó sin tu permiso. Admito que les pague a unos reos para que golpearan a esos tipos, sí, súper ético, ¿no?

Jamás esperé semejante confesión. Sus ojos demostraban tanta sinceridad, ése hombre es un libro abierto, contrario a mi.

Él es un libro lleno de ética y valores, luz y alegría, amor y esperanza.

Todo lo que yo, ya no soy, sí es que alguna vez lo fui.