Ya han pasado dos semanas desde que nos reunimos con Alex, y hoy por fin ejecutaremos mi plan.

Tuvimos que pedirle ayuda al Diablo y sus sombras, para que todo fuese más creíble. Sky y Alex, eran los únicos que no estaban de acuerdo del todo con mi idea. Pues era muy posible que algo saliera herida, en mi intento de parecer damisela en peligro.

Sin embargo, Drag y especial Vianko, estaban orgullosos y felices por lo que haría

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Ya eran pasadas las seis de la tarde, cuando me encontraba regresando de dar una caminata por la cuadra de mi edificio. No había mucho tránsito y pocos transeúntes. Tal y como lo habíamos previsto. Me coloque en la acera que quedaba al frente de donde vivía, cuando mi teléfono sonó.

- Ya es hora- dice mi cómplice.

- Ya era tiempo- respondo tratando de ocultar mis nervios.

- Sigo sin creer en tu plan. Puedes salir herida o algo peor. Sabes que esta gente no es de fiar- dice Sky preocupada.

- Pobre del desgraciado que pretenda sobrepasarse- digo firme y segura.

- Como digas- dice molesta por mi falta de preocupación.

- Repíteme lo que vas a hacer- le ordeno.

- Seguiré en la llamada, luego esperaré unos minutos y saldré a buscar a Daniel, para decirle que algo te pasó, y después me haré la sorprendida cuando te encuentren.

- Muy bien, mi pequeña aprendiz. Todo saldrá bien. No te preocupes. Además, ¿quién se atrevería de meterse con la mujer del Diablo?

- Samantha, ya hay rumores de que no están juntos. Ya Drag, empezó a frecuentar los puticlubs.

- Eso no prueba nada. Además soy el Ángel. No pueden conmigo tan fácilmente.

En eso aparece una camioneta Mercedes Benz Van negra a toda velocidad, de la cual bajan tres hombres encapuchados y armados.

Dos de ellos se aseguran de pasar desapercibidos, mientras que el otro saca algo de su bolsillo, una jeringa con lo que presumo que es un sedante, e intenta acercarse a mi.

El tipo se acerca con miedo, es obvio que sabe quién soy, y de lo que soy capaz de hacer, sin embargo, sigue con el plan.

Me lanza un golpe que logró esquivar fácilmente, pero recuerdo mi papel y actuó con miedo y tropiezo, cayendo en el intento.

El desconocido aprovecha y otro de ellos le ayuda para agarrarme de espaldas, el primero le lanza la jeringa atajándola en el acto el segundo sujeto, y éste termina inyectándola en mi cuello.

A los segundos empiezo a sentir el sedante y termino cayendo inconsciente, trayendo horribles recuerdos a mi mente

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Despierto sobresaltada y asustada. En la bruma de la inconsciencia aparecía el Fantasma, repitiendo su monstruoso acto, la muerte de mi apreciado Ángel, el maltrato perpetuo de mis padres, los engaños y peleas con el Diablo. En fin todo lo malo que me ha ocurrido se había apoderado de mí.

Al detallar con más calma donde me encuentro, observó que estoy atada en una especie de cava de un camión de carga, además visualizo que estoy en ropa interior y con más compañía de la que esperaba.

El plan se trataba de ser capturada por una red de tráfico de personas, casualmente el jefe de ésta red era un enemigo de nuestra organización. Ya la policía sabía del sujeto y lo tenía en la mira.

Uno de nuestros soplones le dio el aviso a sus jefes para que realizarán un operativo para revisar cada camión que pasara por el distrito de Petsamo, Múrmansk (Rusia) y Sør-Varanger, en Finnmark (Noruega). Obviamente quién lideraria esta misión sería mi víctima.

Básicamente éstas personas me deberían la vida, ya que, gracias a mi alocado plan, ellos se liberarían de una vida de abusos y maltratos de parte de sus futuros dueños.

Como garantía, mi experto en tecnología y mi guardaespalda, Alexander, me había colocado un chip cutáneo para así saber cuál era mi ubicación exacta en cualquier momento.

Miró a mis acompañantes, y observo que todos están en igual o peor condición que yo. Me remuevo incómoda, y me percato de un gran hematoma en mi abdomen y una gran incomodidad en mi ojo derecho.

"Esos imbéciles se sobrepasaron mientras estaba drogada"

"Nos vengaremos muy pronto"

...

Siento como el camión se detiene después de mucho tiempo de avanzar. Todos escuchamos el sonido de las sirenas de policía y suponemos lo que está pasando.

Me alegra saber que esta tortura ya está por terminar, pues ya no aguantaba la posición tan incómoda en la que me encontraba.

...

Cuando por fin abren las puertas, aparecen varios funcionarios uniformados, pero ninguno era mi hombre.

Por un segundo pensé que los datos que habíamos obtenido las últimas dos semanas eran falsos. Pero mi esperanza volvió cuando lo vi entrar con su compañero, ambos me vieron y el reconocimiento y el alivio fue visible en sus rostros.

Los dos se acercaron a mí y así como sus compañeros ayudaban a los demás a bajar del camión sin lastimarse, ellos me ayudaban a mí.

Rick, se quitó su chaqueta para poder cubrirme un poco. Con delicadeza me la coloco y le pidió a su compañero que nos dejará a solas. Cuando por fin hubo un poco de intimidad, lo rodee con mis brazos, y por primera vez en muchos años, me sentí segura.

"¿Quién no se sentiría segura en esos brazos?"

- ¿Estás bien?- me pregunta después de aceptar y devolver el abrazo.

- Ahora sí- digo honesta- ¿Cómo me encontraron?

- Ehh... Nos dieron un aviso de que unos traficantes estarían por acá y así fue que te encontramos- confiesa apenado mirando el suelo.

- Una emboscada, entonces- digo triste- Eso quiere decir, que no me buscabas.

- No es eso. Sí lo iba a hacer, pero ...- trata de justificarse pero lo interrumpo.

- Tranquilo, entiendo. Total así era el acuerdo, ¿no?- digo firme mientras me separo de su abrazo- Haríamos como que no nos conocemos.

- Oye, no lo tomes así- dice entregándome la chaqueta, pues ya se la había devuelto.

- Tranquilo, oficial, ya estoy mejor. Quizás dentro de poco lleguen por mí. Aquí no ha pasado nada- digo haciéndome la víctima.

- Tenga, usted la necesita más que yo, señorita- dice triste pero volviendo a su papel de policía.

Se nota que no esperaba ésta reacción de mi parte. Pero así era yo, una impulsiva, una bomba de tiempo.

...

Llegamos a la estación de policía y nos separaron en parejas para tomar nuestras declaraciones de manera más rápida y práctica.

Por cosas del destino, yo era la única que estaba sin pareja. Y para más dicha, la encargada de tomar mi declaración era la novia de Rick.

- Buenas noches, soy la detective Stoke, seré la encargada de tomarle la declaración- dice entrando a la oficina sin siquiera verme, pero cuando lo hace observa detalladamente la chaqueta que llevaba, obviamente la reconoció- Podría decirme todo lo ocurrido antes del secuestro.

Empiezo a relatarle todo lo ocurrido y ella toma nota de todo, sin dejar de mirar la chaqueta. Al finalizar se levanta y decide dejar su lado profesional.

- Ésa es la chaqueta de mi novio, ¿qué hace usted con ella?- pregunta molesta.

Decido salir de mi papel, y vuelvo a ser la misma perra de siempre.

- Me la dió Rick. No quería que otros me vieran semi desnuda- digo sátira.

- Imposible. Él no haría eso con una desconocida- dice segura.

- Entonces no lo conoces bien, muñeca.