Narrador Rick O'conell

Luego de ver a las chicas haciendo semejante acto, decido recostarme en el sillón y terminar mi bebida, para ver si logro calmarme.

- Rick, son ideas mías, o ¿esos sujetos perturban a nuestras chicas?- dice muy serio mi amigo.

- ¿Nuestras?

- La rubia y la pelirroja- me aclara como si fuera obvio.

- Ni idea- respondo tranquilamente.

Pero en eso veo a donde están ellas, y me doy cuenta que dos sujetos las están acosando.

- Vamos- digo decidido mientras me levanto de mi asiento.

Narrador Samantha Romanoff

Respiro pausadamente tratando de controlarme, veo que Sky, está en la misma situación que yo, ambas estábamos hiperventilando por la impotencia que nos causaban esos trogloditas.

- Vamos, caminen rápido, la pasaremos muy bien- dice el del pantalón, mientras se lame su labio en un intento de parecer sexy.

La impotencia estaba a punto de jugarnos una mala broma, hasta que vemos cómo nuestras futuras víctimas, se acercan con paso decidido.

- Amor, lamento llegar tan tarde- dice el rubio, creo que se llama Daniel- La junta se tardó más de lo previsto- comenta mientras besa a Sky, y ésta gustosa le devuelve el beso.

- Lo siento, princesa- me dice mi poli, sonriendo pero algo incómodo- Ya sabes cómo son éstas cosas.

Yo también espere mi beso, pero éste nunca llegó, en su defecto, su brazo se posicionó posesivamente en mi cadera, lo cual aproveché para situarme delante de él.

- ¿Y ustedes quiénes son?- pregunta Rick, muy serio hecho que me pareció sexy.

Ambos hombres se miran y se disculpan a la par que se largan, creyendo que se salvaron. Pobres de ellos, ya los tengo en mi lista negra.

- Gracias- digo muy coqueta- No creí que en pleno siglo XXI existiesen aún los caballeros.

- Sí, nos salvaron. Son nuestras héroes- secunda mi amiga.

- Aunque no parezca aún existimos- dice el castaño.

- Lamentamos no llegar antes. No deberían dejar entrar a sujetos asi- dice mi poli.

- ¿Y cómo descubrirlos? A veces el lobo se disfraza de cordero- digo sin pensar.

Un silencio incómodo se instala entre los cuatro por mi comentario. Y cuando siento que lo estropee, una propuesta surge.

- ¿Les gustaría venir con nosotros? Tenemos un reservado- propone Daniel- Prometemos no aprovecharnos- dice guiñándole un ojo a Sky.

- Pero, aún no los conocemos, ¿cómo podríamos creerles?- dice tímida mi amiga.

- Muy cierto mis ladys, mi nombre es Daniel Ponce- se presenta dándole un beso a Sky, muy cerca de su boca dejándola con ganas de más, mientras que a mí, sólo besa mi mano.

- Yo soy Rick O'conell. Un placer señoritas- dice serio.

"Ah no, tu seriedad no te durará mucho, y eso lo garantizo"

- Ella es Samantha Maximoff, y yo soy Skyler Miller- nos presenta mi alocada amiga.

- ¿Y qué dicen?- pregunta interesado Daniel.

Es obvio que él ya está engatusado por mi amiga, sólo falto yo.

Narrador Rick O'conell

Veo como Daniel, convence a las chicas para que vengan con nosotros.

Seré honesto, una parte de mí quiere que la pelirroja venga, pero la otra no.

Tengo novia, pero soy hombre. Pero bien dicen que el Diablo es hábil y la carne débil, y eso ya lo estoy comprobando.

Después de intercambiar unas cuantas palabras, toda subimos y seguimos bebiendo.

Mi amigo está fascinado con la rubia, y le entiendo. Yo no me quedó atrás, la pelirroja es como una Diosa, Afrodita, misma en persona. Su vestido le queda tan bien, que me imagino como se vería sin el.

"Rick, contrólate, tienes novia"

Es lo único que me digo intentando convencerme de que es mala idea tener esos pensamientos, pero ni las chicas ni la situación me ayudan.

De un momento a otro, todos terminamos en la pista de baile. Samantha, me toma de la mano al notar mi negativa a bailar, y me guía lentamente al mismo centro, haciéndome bailar pegado a ella.

Un cosquilleo muy conocido se hace presente en mi entrepierna. En vano, vuelvo a pensar en mi novia, pero los movimientos de ésta chica hacen que mi coherencia se vaya de paseo.

Observo por un momento a mi amigo disfrutando de la rubia, y la envidia surge en mí. Él está soltero y no tiene que rendirle cuentas a nadie, mientras que yo por mi parte estoy hecho un lío.

Narrador Samantha Romanoff

Veo como mi amiga obtiene lo que quiere, pues en un momento está bailando con el poli y al otro se lo está comiendo.

"Y tú con hambre"

Me doy cuenta de que Rick también observa a la feliz pareja con ambición, así que aprovecho para acercarme y menearme al son de la música, por un leve instante lo siento dudar, pero soy más ágil y agarro sus manos y las paso por todo mi cuerpo.

- Tengo novia- me dice en un susurro, como si ese simple comentario me hiciera detener.

- No me importa- digo dándome la vuelta, quedando frente a él.

Narrador Rick O'conell

Intento separarme sin ser brusco, pero me veo detenido por la prisión que forma con sus manos, y he de admitir que eso no hizo más que encenderme.

En un pequeño instante de cordura, le digo que tengo novia y contrario a lo que esperaba, ella se coloca delante de mí, mostrándome lujuria y decisión en sus ojos.

Mi cordura se fue al caño y sólo me deje guiar por mis instintos y los de ella.

Decido apegarla más a mí, para que sienta como me tiene, ella me muestra una mirada hambrienta mientras que lanza un leve y discreto gemido.

Sonido que hace eco en mi cabeza y solo imagino recibir más como esos.

Por primera vez en mucho tiempo, deseo a una mujer que no fuera mi novia.