Capítulo 1✔️
Seis años han pasado desde la última vez que estuve en mi natal Rusia. En éste período de tiempo, mi vida ha cambiado mucho. Ya no soy la misma chica que se fue aquella noche. Drag y yo, habíamos decidido que era conveniente partir a Alemania el día posterior a mi cumpleaños número veinte, debido a las posibles represalias que se podrían presentar en territorio enemigo.
Para Drag, resultó perfecta la salida, ya que, la mayoría de sus negocios se encontraban en su país, y requerían de su atención personal. Admito que me costó dejar mi tierra, pero sabía que aquí solo me quedaban recuerdos de una época dolorosa.
Durante los años que estuve fuera, hice cosas no muy sanas. Cómo dije, ya no era la misma. Ésa noche me marcó, incluso más que la de mi violación. En ese tiempo, viaje por todo el mundo; parcialmente se cumplió mi sueño de conocer nuevos lugares por placer, ya que, la mayoría de mis viajes eran por asuntos de negocios.
Luego de asesinar al Fantasma, me convertí en la líder de la Mafia Inglesa. Tuve que ocuparme de todo lo que significaba ser el nuevo jefe, y hubo algunos alzamientos en mi contra, que gracias a la ayuda y asesoría del Diablo, salí muy bien librada.
En unos misión del Ángel, cuando me encargué del Tuerto, conocí y salve a quien se convertiría mi mejor amiga, Skyler Miller, una rubia extravagante y extrovertida, ella no temía a nada, debido a todo por lo que pasó, y por eso nuestra amistad surgió al instante. Ese día gané una mafia (la colombiana) y una hermana, pero no fui la única ganadora con ese viaje, pues cuando regresamos a Alemania, Damián quedó flechado por la personalidad de la rubia, y para sorpresa de todos, a ella le había gustado el número uno de Drag.
Respecto a mi relación con Drag, mejoró de manera insospechada. Ya no sólo éramos socios, nos convertimos en amantes, confidentes, cómplices y hasta podría decirse que amigos. Y ni hablar de nuestros encuentros sexuales, los cuales los llevábamos a cabo en cualquier sitio, sin pudor o decencia alguna.
En cuanto a mi relación con María, el primer año de mi estadía en Alemania, ella estuvo retirada en una de las propiedades de Drag, y conociéndole como lo hacía, en más de una ocasión tuvieron sus encuentros. Luego, fue traída a la mansión ya que, se había enfermado y necesitaba cuidados más delicados (en mi opinión solo quería manipular), pero justo cuando ella llega yo debo retirarme por un viaje, a mi regreso su actitud cambió de manera drástica, si bien no éramos las mejores amigas, los insultos no se volvieron a dar. Algo me decía que Drag había metido sus manos, explicándole que ya no era la niña de antes, y que meterse conmigo era una muerte segura.
Drag y yo, nos habíamos consolidado como la pareja más temida de nuestro mundo. Nuestra unión era la destrucción de cualquier mafia que se nos opusiera, por ende, los ataques se habían vuelto tan constantes que ya eran parte de nuestro itinerario. Nunca fue lo más sano pero si lo que más adrenalina me causaba, exceptuando las muertes dadas por mi mano. Aunque cada muerte hecha por mi, me hacía sentir llena y a la vez vacía.
Dado que ya no existían los Once Jefes de la antigua Junta, ésta se reestructuró. Mis mafias pasaron a posicionarse en primer lugar, dándome la presidencia de la misma; las mafias que controlaba Drag, le otorgaron su puesto de vicepresidente, y segundo al poder; mientras que la mafia que controlaba Dimitri, fue bajada al tercer puesto, cosa que no fue de su agrado, los hermanos Corvinus y el Árabe, eran los otros miembros del nuevo orden mundial.
Pero para nadie era un secreto que Dimitri, pronto se jubilaría, y por lo mismo se vería obligado a dejarle todo a su única heredera, haciéndome más poderosa y peligrosa de lo que ya era, incluso más que el Diablo. Obviamente a ningún líder sobreviviente le agradaba tal situación (y cuando digo ninguno, no hay excepciones), y es por ello, que cada que se organizaban enviaban a sus mejores mercenarios para acabar conmigo. Demás está aclarar que ninguno sobrevivió. Primero porque acercarse a un líder era realmente difícil, y si a eso le sumas que dicho líder es pareja de otro, la situación se complica más. Segundo, porque cuando algún mercenario, lograba vencer los diversos anillos de seguridad, yo no les dejaba con mucho tiempo para disfrutar de su hazaña.
Una vez muertos el resto de traidores que apoyaron a mi tío, decidí cumplir con mi juramento. Durante años, me encargué de atrapar, torturar y posteriormente matar a todo violador, pedófilo y maltratador de mujeres y niños, que se aparecieran en mi camino. Tarea en la cual mi nueva amiga, me ayudaba gustosa.
Me había convertido en un monstruo lleno de sed de venganza y justicia.
Cómo era de esperar, la policía estaba en mi búsqueda. Dado que había decidido dejar mi huella en mis víctimas (o la mayoría al menos), fui catalogada como asesina serial, cuyas preferencias se basaban en las escorias de la sociedad. En una de mis primeras misiones, me emocioné mucho y deje ver parte de mi tatuaje en una de las cámaras de uno de mis objetivos. La policía al obtener esta información decidió utilizarla, sin embargo, Drag y yo previmos lo que podría ocurrir si se revelaba mi tatuaje de manera accidental (es como si él lo hubiera visto suceder antes de que pasara), por lo que utilizamos a una televisora que nos debía un favor, y le dimos la exclusiva del Ángel, allí mostraron mi tatuaje y parte de mis víctimas, haciéndome quedar como una justiciera fuera de la ley. Y gracias a este movimiento oportuno, varias personas que apoyaban mi actuar, decidieron hacerse un tatuaje idéntico al mío, y cada vez que la policía atrapa a alguien con esas descripciones, solo eran civiles que apoyaban mi causa.
El juego del gato y el ratón, empezaba a volverse tedioso. Hasta que aparecieron ellos.
Un equipo de detectives hechos a la antigua, pero sólo uno era tan tenaz que no dejaba ningún cabo suelto, hasta ahora. Tanto para nosotros, así como a otros líderes y narcotraficantes de baja calidad, este escuadrón era un problema que debía solucionarse rápidamente. Muchos sicarios fueron contratados para acabar con ellos, pero siempre salían bien librados.
Sin embargo esta situación no afectó para nada la vida política de mi prometido. Resulta que quién me acompañaba ahora, era nada más y nada menos que el candidato presidencial de Alemania, y según las encuestas, era el número uno. Por mi parte, no me quedaba atrás, el tiempo con él, también lo usé para tener mi licenciatura en psicología, y una especialización en psicología forense. Mis estudios me ayudaban con mi nuevo vicio, mis conocimientos me hacían despistar a los investigadores de forma divertida y perfecta.
...
Después de lo que pareció una eternidad, el avión aterrizó, nunca fui fan de volar, excepto cuando iba de misión, pues la adrenalina me embriagaba lo suficiente, por lo menos hasta llegar a tierra.
Al aterrizar, nos encontramos con nuestra caravana de seguridad, encabezada por Damián y Sky, seguidos de mi fiel amigo y mentor Alexander. Ellos habían partido anteriormente para conseguir una nueva casa, y evitar que supieran de la fecha exacta de nuestra llegada, pues era un hecho que debíamos volver, pues pronto se realizaría otra junta, en donde debíamos presidir.
- ¡Sami! ¡Por fin has llegado!- dice muy afectuosa mi amiga, mientras se me guinda del cuello. Ella sabe que no me agrada y aún así lo hace.
- Sky, nos vimos hace unos días... además, quítate, estás pesada- le recuerdo.
- Deja de ser un pegoste, y vámonos, no recordaba que hiciera tanto frío aquí- dice cansado y malhumorado, Drag.
- Es mejor partir ahora- dice serio Damián.
El trayecto a la nueva casa fue más lento de lo usual, nuestra caravana era realmente exagerada, pero aquí en Rusia, nuestros enemigos abundaban más que en cualquier otro país.
- Roja- dice Drag, sacándome de mis pensamientos- Recuerda que debes ir a ver a tu padre.
- No- respondo de manera automática.
Mi relación con los Romanoff, no había mejorado en nada, de hecho empeoraba cada día más, no volví a estar en contacto con ellos. Drag, era el único que dialogaba con Dimitri, era el intermediario, pero creo que ese papel ya le empezaba a cansar.
- Debes...- dice y antes de que pudiera reprocharle- En algún momento Dimitri, se retirará y te dejará todo a ti... Debes estar pendiente de eso, puede que se le ocurra algo para evitarlo.
- Lo dudo mucho- bufo- Tú más que nadie, sabe que el Rey no querrá perder poder.
- No tiene elección. Al igual que tú.
Excelente, veré a mis padres después de tanto tiempo
Después de seis años, volveré a mi antiguo hogar.
Volveré a ver a mis verdugos.
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