capítulo 7
Harry entra al vestíbulo lentamente, Arcturus está de espaldas y su cuerpo cubre el de una mujer, al parecer el de Dorea Potter-Black, su tía abuela. A su lado está un hombre que se parece muchísimo a su padre, bueno, como sería su padre si hubiera llegado a avanzada edad, Charlus Potter-Black, es quien lo nota primero. Harry pudo ver como sus ojos se agrandaban con sorpresa, la cual el jefe Black pareció notar porque inmediatamente se giró hacia el chico.
"Acércate, muchacho" dice el anciano Black. "Ella es mi hermana, Dorea, y su esposo, Charlus."
Harry se acerca tímidamente y se coloca al lado de Arcturus.
"Dorea, Charlus, este es Harry James Potter, su sobrino nieto." Dice Arcturus terminando con las presentaciones.
Dorea se acercó a Harry y abrazó a Harry. "Arcturus tenía razón, te ves como una mezcla de nosotros." Dijo Dorea mientras se separaba y acarició su mejilla con un dedo.
Harry está un poco desconcertado por la muestra de afecto, esperó a que lo invadiera el sentimiento de incomodidad por ello, pero nunca llegó, se sentía confortable estar cerca de Dorea.
Charlus se acerca y toca su hombro con una sonrisa cariñosa en el rostro diciendo "ciertamente, Harry, tienes los suficiente rasgos para pasar por un Black, con excepción de tu cabello, esa es marca Potter."
"Deberíamos sentarnos" interrumpió Arcturus haciendo un ademan hacia los sillones de la habitación.
Charlus y Dorea se sentaron juntos frente a Arcturus y Harry.
"Como les estaba diciendo, por las descripciones de Harry, pudimos atar cabos sueltos y saber a través de qué llegó hasta aquí, u hoy, como prefieran. Cumplió los requerimientos para un viejo ritual Black, se activó al tener sangre Black, ya que Sirius lo adoptó y lo hizo su heredero, cosa que quiero que permanezca así. El plan es que cuando yo muera, declararé la línea de Dorea como la principal, cosa que es cierta, ya que el niño tiene la sangre de Sirius. Para esto, Charlus, debo pedirte algo que quizá sea difícil para ti. Necesito que renuncies a tu nombre de Potter y adquieras el apellido Black completamente." Dijo Arcturus dándole una media mirada de disculpa.
"Dame tiempo para sopesarlo, Arcturus" contestó con un semblante serio.
"Bien, ahora al tema principal..." Dijo Arcturus incitando a que continúe otro.
"Harry, sabemos que esto puede ser muy abrumador, pero nos encantaría que nos aceptaras como, bueno, tus padres adoptivos, no como un reemplazo a tus padres biológicos ni nada de eso, no son reemplazables, pero sí como padres adoptivos. Siempre deseamos niños, aunque la maldición Potter no nos lo permitió." Dijo Dorea amablemente y con un leve tono de tristeza.
"¿Maldición Potter? ¿A qué se refiere?" Pregunta con curiosidad Harry.
Charlus aclara su garganta y responde "Rara vez se activa, pero básicamente si el hijo mayor es varón y el segundo también lo es, este último será incapaz de tener descendencia."
"Oh... yo... no estaba al tanto" Harry permanece un par de segundos más en silencio antes de preguntar "Ustedes, ¿me adoptarían legalmente?"
"Algo como eso, conseguiríamos registros de que eres nuestro hijo biológico, así que técnicamente no sería una adopción." Responde Charlus.
"¿Serán mi familia real?" pregunta en voz baja, sintiéndose como un niño de nuevo.
"Harry, ya somos tu familia, sólo que seremos más cercanos." Responde con calidez Dorea.
"Ellos te cuidarán, al igual que yo, eres familia, muchacho. Esta es la opción donde todos ganamos, sobre todo porque no es una posibilidad el que regreses a tu propio tiempo, sin embargo, ahora nos tienes a nosotros."
"Yo... acepto" dice Harry con las mejillas sonrojadas por lo que dijo el jefe Black.
"Bien, ahora..." Arcturus saca una pila de papeles, así como un rollo de pergamino grueso "Aquí está, diremos que naciste en América (no se si se refiere a E.U o el continente) y te criaste en tu primera infancia en Australia"
"¿Por qué no me sorprende que ya tuvieras todo preparado? Dice con diversión Dorea.
"Porque me conoces, esa es la razón" responde secamente el patriarca Black.
Después de firmar los documentos correspondientes, y de una cena amena, los Potter-Black se retiran a su hogar junto con el nuevo integrante de la familia, no sin la promesa de ir al día siguiente a conseguir la varita personalizada de Harry.
Al salir del flu, Harry mira con interés su nuevo hogar, había grandes ventanales que dejaban entrar la luz de la luna y de la ciudad, el techo era alto y tenía vigas al descubierto apropósito, tenía cierto aire industrial futurista, a la vez sencillo y elegante, el color acero y madera sobresalían. Lo que llamó más su atención fue un área amplia pasando la sala de estar, estaba llena de mapas y fotografías tanto mágicas como muggles de Charlus y Dorea y sus viajes alrededor del mundo. Caminó hasta la pared casi de cristal y observó las luces de los coches pasar muchos metros debajo de ellos.
"Estamos en el piso 13, desde aquí se puede ver Hyde Park" señaló Charlus acercándose a Harry.
"Entonces, ¿Es un apartamento en una zona muggle? ¿Es igual que Grimmauld place?
"Sí, normalmente cuando no hay un piso 13 en un edificio, es altamente probable que viva un mago allí, nos aprovechamos de la superstición muggle." Explica amablemente Charlus.
"Ven, Harry, te mostraré tu habitación" Dice Dorea mientras lo toma de la mano.
Harry siente calidez en el pecho con esa pequeña acción.
Dentro de la habitación había una cama con sabanas azul marino, así como un escritorio y una silla.
"La puerta de la izquierda es el baño y la derecha es el armario." Dorea hizo un movimiento de varita y el baúl con las nuevas túnicas de Harry se abre camino hacia el closet." Descansa, Harry, mañana será un día largo. Si nos necesitas, estamos en la puerta de enfrente, ¿Está bien? Ten buenas noches."
"Buenas noches" responde cortésmente Harry.
A la mañana siguiente, Harry despertó confundido, no tuvo malo sueños y no reconoció inmediatamente en dónde estaba, hasta que recordó los eventos de ayer. Se levantó directo al baño a tomar una ducha, en menos de 10 minutos se estaba vistiendo para reunirse con Dorea y Charlus en el comedor, como le había indicado Samy, la elfa domestica de la familia Potter-Black.
"Buen día, Harry" dijo Charlus mientras leía el diario el profeta y un periódico muggle, si es que el que no se muevan las imágenes de ese papel indicaba algo.
"Buenos días" respondió Harry
"¿Dormiste bien, cariño?" pregunta Dorea acercándose y dándole un beso en la mejilla. ¿Qué se te antoja para desayunar? Samy puede hacer lo que sea que le pidas, es una profesional." Poniendo una mano en su espalda guiándolo a una de las sillas desocupadas.
"Uh... huevos y bacon estará bien" responde de forma dudosa el joven Potter.
"Enseguida, amo Harry" responde la pequeña elfa mientras se pone manos a la obra.
Charlus y Dorea estaban terminando su desayuno, mientras trataban de entablar una pequeña charla con Harry, de la cual se vieron interrumpidos cuando el desayuno del joven Potter estuvo listo.
"Bueno, Harry, ¿estás emocionado por tener tu varita?" pregunta Dorea afablemente
"Supongo, Arcturus dijo que sería personalizada, no como las de Ollivander. La primera vez que conseguí una varita, a los 11, tardamos horas en encontrar una que me eligiera."
"Lo mismo pasó conmigo, fue algo frustrante" respondió Charlus con tono divertido, aunque en aquel momento no lo haya sido. "Esta vez será diferente, Gregorovitch es el mejor fabricante de varitas de Europa."
"Eso espero, aunque aún preferiría mi antigua varita" dice Harry haciendo una mueca y siguiendo con su desayuno.
Al terminar, los tres se dirigen al flu y aparecen en el vestíbulo de la mansión Black donde Arcturus los estaba esperando.
"Tomaremos un traslador a Bulgaria, sosténganse de la cuerda" dice firmemente el patriarca Black. "Tojours pur" y de pronto todo daba vueltas a su alrededor.
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