Después de aquel terrible incidente con el Grandchester, Candy y Harry se dirigen nuevamente al departamento. Al llegar ahí, Candy busca por la cocina el botiquín de primeros auxilios con el que ayuda a curar las heridas de Harry. Una vez que termina de limpiar las heridas, Harry se acerca lentamente al rostro de Candy, cuya reacción fue un sonrojo en sus mejillas pecosas. Se acercó de igual manera y cerró los ojos en cuanto sintió los labios suaves de Harry posarse en su frente.

-Eres muy tierna Candy, gracias por ayudarme.

Candy asiente suavemente a la vez que se sienta a un lado de Harry sólo para ver su rostro con detenimiento. Había algo en sus ojos que irradiaban un resplandor, una chispa, una luz. Quizás podría ser considerado como una señal de tal hermosa mirada que el Miller le dedicaba sólo a ella. Como respuesta, Candy decide tomar la iniciativa y toma la mano de Harry para acariciarla con la yema de su pulgar. Harry recargó su cabeza en el hombro de la chica y cerró los ojos a su vez que siente una paz llenadora en el ambiente.

-Por cierto, Harry. Hace mucho que no hemos hablado de esto... Sin embargo, sigo todavía preguntándome... ¿Qué ha pasado con el Anthony con el que sueñas?

Harry se detuvo a pensar silenciosamente el contenido de su respuesta. No es que no quisiera responderle, pero tampoco estaba seguro qué sería bueno contarle. Si hay algo de lo que está seguro es que sólo la mención de Anthony lo ponía en una situación explosiva de emociones. ¿Por qué pensar en el otro chico en estos momentos? Alejó cualquier pensamiento para concentrarse en lo que diría.

-A decir verdad, nos hemos llevado bien últimamente. Siento que tenemos una conexión especial cada vez que nos vemos, aunque sea en sueños.

Candy lo miraba curiosa, como si estuviese esperando alguna señal más de aquel extraño chico de los sueños de Harry. Suspiró y tomó la mano de Harry para acercarla a la suya y entrelazar los dedos con una evidente ternura. El Miller cerró los ojos y le dedicó una sonrisa cálida a su chica con el fin de expresar algún sentimiento. No obstante, sus ojos comenzaban a pesar más y más como si no hubiera dormido bastante. Se estaba quedando dormido eventualmente sin algún motivo.

-Candy... Tengo mucho sueño... Dormiré un rato... -murmuró dejándose caer en la cama.

-¡Harry! ¡Harry! ¿Qué sucede?- acarició alarmada las mejillas del chico quien ya estaba durmiendo.

Harry se había transportado nuevamente al espacio dentro de su mente. Esto fue algo repentino para el Miller puesto que muy escasas veces ha pasado esto. Enfrente de él, está la figura familiar que siempre está ahí con el rosal alrededor de él como si fuese su escenario. Anthony se voltea hacia Harry y se dirige hacia él con una expresión bastante peculiar. Su sonrisa de siempre parece tomada de una pintura puesto que no se veía alguna chispa de vida en ella. Simplemente, sonreía al vacío. Esto extrañó a Harry por lo que se dirigió hacia él con un paso apresurado.

- Hace un buen tiempo, ¿No? Hace mucho que no se ve alguna nube por acá. Quizás es porque ya se aproxima la hora de la verdad.

Harry se guardó sus palabras en cuanto escuchó a Anthony decir aquello. Esto parecía ser diferente de otras ocasiones, y al parecer también la mente de Harry lo sabía perfectamente. Anthony tenía razón, aquella luz resplandeciente de todos los días ha sido reemplazada por un rebaño de nubes pasajeras que esconden los rayos de sol de la tierra.

Algo definitivamente estaba mal en el ambiente. Quizás no mal, pero sí extraño. La brisa comenzó a enfriarse por lo que no tardó en estornudar Harry. Por otra parte, Anthony parecía no afectarle aquello.

-Creo que ya es hora de que sepas la verdad, Harry. El por qué de mi existencia en tus sueños más que nada y la verdad acerca de nosotros dos.

Aquello parecía extraño sin duda alguna. Tampoco analizó a profundidad las palabras del Browser. Harry se encontró en estado de shock y no supo qué decir o hacer ante lo que dijo él. No obstante, eso no quería decir que no estaba preparado para recibir las bombas de información ya que él necesitaba saber la verdad de todo lo que estaba ocurriendo en su vida. Todo parecía un enigma hasta ahora, y él estaba dispuesto a resolverlo con convicción.

Anthony le tomó ambos manos a Harry y las apretó ligeramente. Desde luego todo comenzó a cambiar. El rosal, el cielo, las flores, el viento, todo. Todo se movía en constante cambio y adquirían un tono borroso. Aquello daba indicio a que los sueños de Harry estaban siendo controlados por Anthony. En un parpadeo, ambos se encontraron en el bosque. El cielo estaba despejado, sin algún indicio de nubes invasoras, y era de día por lo que se ve.

Aquel bosque le resultaba familiar al Miller puesto que en su interior sintió una sensación que lo llevaba a pensar que ya había estado ahí. Y en efecto, observó con detenimiento los alrededores y se dio cuenta de que los árboles no eran cualquier tipo, sino que eran árboles que crecían cerca de la mansión de los Andrew.

-Empecemos desde aquí. El comienzo de todo se encuentra en este momento.

Harry siente como su cuerpo se queda estático en el lugar. Por su parte, Anthony podía moverse libremente. Poco a poco ambos comenzaron a sentir aquel dolor que todavía estaba por llegar.

-¿Por qué...? Siento que mi corazón saldrá de mi pecho... Esta sensación no es para nada agradable...

Lleva su mano hacia él para intentar tranquilizarlo.

-Harry... Tú no te acuerdas porque esto está bloqueado en tu memoria, pero el mismo día que morí... Tú también tuviste una especie de accidente cuando todavía tenías a tu verdadero padre y madrastra actual.

No hubo tiempo de pronunciar alguna palabra puesto que enfrente de él se hallaban dos escenas diferentes. La primera de ellas es cuando el caballo de Anthony lo tiró al suelo haciendo que el rubio se diera en la cabeza, lo cual ocasionaría su muerte; por el contrario, la segunda escena tiene como lugar su hogar lejos de los territorios de los Andrew. En pleno cielo naranja, se escuchó un ruido que se identifica de inmediato: disparos de pistolas.

Extrañado, Harry dirige su mirada hacia Anthony quien cierra los ojos intentando no recordar aquel dolor de esa escena repitiéndose de nuevo. Él aún podía sentir esa última sensación de caer al suelo y después la nada. No obstante, se armó de valentía para pronunciar otras palabras que dieran la respuesta a la silenciosa pregunta del otro.

-Ese día, se metieron a tu casa a robar. Los ladrones aprovecharon que ese día la servidumbre no estaría en casa por lo que llevaron a cabo su cometido. Y... una de aquellas balas te dio desgraciadamente y por el impacto, te desmayaste de inmediato.

En cuanto los disparos terminan de escucharse, escucha el grito de su madrastra por toda la casa. Algo bueno fue que aquella memoria siguiese de cierta forma censurada puesto que estaban los dos seguros que sería demasiado doloroso revivir ese momento. No había pasado mucho tiempo desde que la madrastra de Harry saliera de la mansión en busca de ayuda.

Todo se tornó oscuro para ambos con el propósito de dar paso a la siguiente escena, la cual tiene como protagonista a Harry tendido en la cama todavía inconsciente. Su madrastra yacía llorando a un lado de la cama en la que posaba el cuerpo semi frío de Harry.

Harry no podía creer esto. No había palabras para describir lo que sintió ver llorar a su madrastra. Los ojos de Anthony al ver esta escena repitiéndose fueron invadidos de tristeza puesto que ninguno de los dos había querido esto.

Nuevamente la escena cambia al cuerpo sin vida de Anthony. A un lado, se ve a Candy destrozada por haber perdido a su príncipe de ensueños, lo cual hace brotar de sus ojos azulados un mar de lágrimas y se echa en el pecho de su amado desconsolada. Ambos sintieron que algo se quebraba en ellos en cuanto vieron a su chica hundirse en llanto.

De repente, del cuerpo de Anthony se desprende una versión de él mismo pero transparente e intangible. Lo primero que hace es ver a su alrededor desorientado puesto que apenas estaba aceptando el hecho de que no podía sentir nada. Algo en su interior le advirtió que aquel desprendimiento del alma de su cuerpo había marcado un final definitivo. Había muerto. Sus ojos de inmediato se posaron en Candy quien todavía estaba llorando por la perdida de él. Le dio tristeza verla, pero más que nada se alegró que todavía pudiese verla una vez más antes de partir al cielo. Acarició por última vez su cabello a pesar de no sentir ni un cabello rizado suyo y se va caminando hacia el fondo del bosque donde una luz cálida y pacífica lo llamaba.

No obstante, en la imagen proyectada por Anthony para Harry se ve cómo su trayectoria hacia la luz es interrumpida por una suave brisa, la cual desorientó al Brower. Buscó desesperadamente la procedencia de esta brisa ya que algo le decía que siguiese el origen de ésta. Y así lo hizo. Anthony, guiado por el viento, caminó entre árboles y arbustos hasta que enfrente suyo aparece la mansión Miller.

No dejó de seguir la brisa incluso si eso indicaba que debía de entrar a aquella mansión que desconocía. Entre el salón principal y los diversos corredores de la gran casa, recorrió cada lugar hasta dar con la habitación de Harry. Vio a una mujer llorando desconsoladamente en la orilla de la cama que sostenía el cuerpo de Harry.

-¿Esto es lo que se siente al morir?

Escuchó decir esto a una figura que estaba parada enfrente de la cama en la alcoba. Volteó a ver al dueño de aquella voz y se topó con el alma de Harry observando aquella triste escena.

-¿Qué pasó?-. Preguntó Anthony en el intento de entender.

-No lo sé, apenas desperté y me vi a mí mismo en la cama. Muy raro ¿Y tú? ¿Quién eres y qué haces aquí?

-Yo... Anthony Brower... y la verdad, no lo sé. Estaba por irme de este mundo, pero una brisa me trajo hasta aquí y no sé por qué...

Harry lo observa detenidamente al rubio y se dio cuenta que ambos se ven casi exactamente igual. Podrían haber sido gemelos separados al nacer, eso pensó de inmediato el Miller. Ambos se quedaron meditando por minutos acerca de este encuentro y cuál podría ser su significado... ¿El destino?

-¿Y si esto es obra de Dios? ¿Y si hay una segunda oportunidad para ambos?-. Dijo el Miller pensando en esta casualidad que los unió.

-¿Una segunda oportunidad para vivir? Suena muy poco probable, pero no se me ocurre otra cosa más que esa.

- Podría ser, pero supongo que esa fuerte voluntad para vivir debe de tener un motivo especial... -. Se detuvo Harry a pensar su siguiente pregunta.- Dime Anthony, ¿Qué es lo que te retiene en este mundo?

-Yo... hay una persona a quien amo... no quiero separarme de ella aún... es lo que más deseo...

Al escuchar que su motivo para quedarse en este mundo es el amor, Harry niega divertido ante esto. A diferencia de él, el Miller no podía conseguir dar con algo para quedarse.

Es por ello que Harry asintió ante aquellas palabras de Anthony y le toma la mano al alma del otro chico. En ese instante, sienten cómo ambas almas se fusionan al momento de entrar en contacto. Aquello no causó dolor ni alguna incomodidad, sino que fue un sentimiento fugaz de calidez y de vida. No obstante, al querer fusionarse con la otra mano no se logró. Anthony miró extrañado a Harry, quien la mitad del cuerpo del Miller estaba desapareciendo como si fuese un fantasma en vez de un alma. Aquello sólo hizo que Anthony pensara que algo estaba mal. Esto lo percató Harry y de inmediato apretó la mano de Anthony.

-Creo que yo no tengo nada que me ate a este mundo-. Expresó con una media sonrisa afligida-. Verás... mi madre falleció cuando era más joven, y lo único que me queda es mi padre. Aunque no estemos juntos todo el tiempo, es la unica familia cercana que me queda-. Se detuvo a pensar en sus palabras-.  No quiero dejar solo a mi padre, no quiero que le duela otra partida... pero mi madre... si ella está con Dios, mi deseo más anhelado es ir a verla.

Entonces Anthony y Harry se dieron cuenta que el intenso deseo del Miller de ver a su madre así como el deseo de no hacer sufrir más a su padre, hizo que el alma de Harry se dividiera. Por lo que una parte de Harry logró fusionarse con éxito y la otra desapareció. Estaban preparados para comenzar con el proceso de fusión, sin embargo, Harry lo detuvo sólo para decir algunas últimas palabras.

- Lo único que te pido, Anthony, es que  no quiero olvidar mi identidad original... Quiero recordar quien soy al menos. Te lo imploro, Anthony Brower...

La cabeza cabizbaja del Miller fue levantada suavemente por la mano de Anthony para sonreírle una vez más y para que supiera que todo estará bien.

-Te lo prometo, conviviré en el mismo cuerpo con la mitad de tu alma, Harry Miller-. Sonrió ampliamente-.  Gracias por esta segunda oportunidad.

Una vez aliviado por sus palabras, dio una última risa entre sonrisas.

-No hay problema, espero que nuestro destino nos junte con la chica que amas, ¿No? 

Anthony asiente una última vez para finalmente observar como la figura de Harry obtuvo un ligero resplandor hasta desvanecerse por completo. De inmediato, sintió como aquella mitad del alma de Harry y él fueron empujados hacia el cuerpo de Harry, el cual comenzó a mover lentamente las manos con dificultades. Ambos, siendo al final una sola persona, despiertan lentamente como si fuesen un solo individuo, una sola identidad.

No obstante, ninguno de ellos estuvo al tanto de todo lo que pasó al momento de sólo ser meras almas cuando sus ojos lograron captar la luz. Además, debido a la fusión de almas así como la casi muerte de ambos, la mitad de Harry, quien tomó a la par de Anthony el control del cuerpo, olvidó lo sucedido al mismo tiempo que desconoció por completo el motivo por el cuál despertó después de varios días inconsciente en su cama así como la verdad detrás de la muerte de su padre biológico, quien murió al proteger la vida de su hijo en aquel fatídico día.

Después de todo lo sucedido, Anthony y Harry comenzaron una vida nueva en la que sus dos espíritus conviven como uno completo. Lo único que ambos desconocieron en el instante que acabó aquella revelación para la identidad de Harry fue que ninguno estuvo al tanto del hecho de que ambos tuvieron ese encuentro más que nada porque la sangre de la familia Andrew los reunió.