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Dedicaciones para its_lachama , DrunkCaterpillar y lulubookssra_ ❤️
¿Qué pasó vale? No se achanten
Nota importante al final del cap
—Ya va —le pedí a Fiorella, deteniéndome cuando estábamos a punto de cruzar el ventanal que llevaba de la sala de la cabaña común al patio trasero, donde todos los demás integrantes del Camping FijiSOS estarían esperándonos. Entre ellos, Luke—. ¿No crees que deberíamos practicarlo una vez más? —le pregunté, en referencia a nuestro espectáculo, aunque no se trataba más que de una excusa tonta para retrasar nuestra llegada. No quería tener que enfrentarme a Luke.
No quería arriesgarme a tenerlo a solas, porque eso significaría tener que hablar con él de lo de la noche anterior. Y no quería, porque ni yo misma lo entendía. No quería tener que hablar de sentimientos con un persona que seguramente no los tenía hacia mí, cuando los míos hacia él estaban a desbordar.
Por eso, me había exiliado en mi playita secreta —puedo decir que mía porque la mié— durante toda la mañana. Solos la arena, el mar, mi cámara y yo —y todo el otro corotero que me llevé pa' esa mierda—. De pana que me hubiera quedado ahí todo el día, si no fuera porque el hambre que me dio a cierta hora no jugaba carrito y no me quedó de otra que presentarme a almorzar. Estando Luke presente, de paso sentado justo frente a mí... El almuerzo más incómodo de mi vida.
No dejaba de buscarme la mirada, y yo no dejaba de apartársela, demasiado avergonzada por lo de esa mañana y por todo lo anterior.
Luego, cuando estábamos recogiendo los platos, se me acercó para preguntarme que si podíamos hablar a solas un momento, pero Fiorella llegó en el instante indicado a arrastrarme con ella para "practicar" nuestro show. Salvada por la campana. Ah, y digo "practicar" porque, en realidad, lo que menos hicimos fue eso: estuvimos fue echando chismes —el de Lucrecio incluido— y hablando paja parejamente.
Todos los demás se habían ido por su cuenta a practicar sus respectivos numeritos —menos Calum, Roy y mi hermana, que no le estaban dando la más mínima importancia al show de talentos y se habían puesto a ver películas en la sala de la cabaña común—, así que no había tenido que ver a Luke, hasta entonces.
¿Qué le iba a decir cuando se me acercara, cuando me apartara y estuviéramos a solas? Porque en algún momento iba a pasar: no podía seguir huyendo como había hecho esa mañana, y Fiorella no iba a estar pegada a mí cual lapa lo que quedaba de viaje para salvarme de esa situación, mucho menos ahora que sabía lo que pasaba entre Luke y yo.
Ella era partidaria de que fuera y le contara cómo me sentía, independientemente de que fuera recíproco o no, pues en el pasado, no hacerlo había sido el motivo principal de nuestra separación. Yo sabía que Ranchos tenía razón, aunque me costara admitirlo, así como sabía que lo correcto era hacerle caso y hablar las cosas con el catire. Y lo iba a hacer, pero prefería retrasarlo lo más posible, porque sabía que una vez dicho lo dicho, no habría vuelta atrás: cuando me rechazara, por sutil que fuera, se acabarían las posibilidades de mantener una amistad como la que habíamos estado concibiendo esos días, sin la incomodidad de saber que había sentimientos atravesados por mi parte.
De pana que quién me manda a mí a sentir cosas. Qué ladilla.
Fiorella se detuvo al ver que yo lo hacía, unos pasos por delante de mí. —Lucía... —Volteó a verme con una mirada de reproche—. ¿Qué vamos a estar practicando si venimos es a pasar pena? Ese siempre ha sido nuestro objetivo. —Se encogió de hombros, y al ver que yo no le reía la broma, más que nada porque mis pensamientos estaban centrados en un tema mucho menos gracioso, los dejó caer, rodando sus ojazos verdes, y soltó un suspiro—. A Luke le gustas, pajua. —Levantó una de sus manos y la llevó a la altura de mi rostro. Luego, siguió el recorrido de uno de los mechones de cabello que se salían de mi peinado y lo pasó por detrás de mi oreja, dedicándome una sonrisa de labios cerrados, totalmente sincera—. Todos nos damos cuenta de cómo te ve, y me parece un mal chiste que seas tú la única que no se da cuenta. Tenemos hasta una apuesta de cuánto tardan en volver. —Alejó su mano, que ya había cumplido su cometido en lo que a mi cabello respecta, y pasó a señalarme con esta de forma amenazadora mientras decía:—. Así que espero que desde hoy cuando por fin se coman, lo mantengan en secreto por los próximos dos días. Quiero mis reales.
—Ay, Fiorella, pura paja. —Negué con la cabeza, no comiéndome para nada su cuento—. Él ni siquiera...
—Ay, ya, nojoda —Chasqueó la lengua, pasando de poner cara de cuchi a cara de arrecha en menos de un segundo—. Deja la webonada y vamos —Me agarró del brazo al tiempo en que retomaba el paso, esta vez más acelerado, hacia el patio trasero de la cabaña, halándome consigo— que después estos dicen que siempre llegamos tarde que tal...
—Ni que fuera mentira —mascullé, dejándome de llevar por Ranchos, pues sabía que intentar impedirlo sería en vano.
Atravesamos el ventanal.
Mantuve la mirada gacha mientras Misión Vivienda nos hacía rodear la piscina "infinita" y la laguna artificial, cuyas luces se hallaban prendidas haciendo que pareciera la escena del barquito de Rapunzel. Me traían un inflable y de pana que me lanzaba a cantarles Veo en ti la luz. Sin embargo, cuando llegamos a la mitad de la laguna y empezamos a cruzar el puentesito que llevaba a la zona de la tarima, donde ya estaban todos esperándonos, Fiorella me soltó el brazo, y no me quedó de otra que levantar la mirada.
Apreté bien ese culo, esperando que los primeros ojos que encontraran los míos fueran los de Luke. Pero ahí mismito me relajé, pues cuando eché el primer vistazo a mi alrededor mientras terminaba de bajar del puente, vi que el rubio estaba hablando, guitarra en mano, de espaldas a mí, con Roy y con Ashton, en una de las muchas mesitas altas que habían dispuestas frente a la tarima, demasiado ocupado para darse cuenta de mi llegada. Al menos hasta que...
—Nawebona, tárdense más —habló Bárbara, que se hallaba en una de las mesas más cercanas al puente y menos a la tarima, junto a Calum. Tenía un vaso dorado en la mano, decorado con un pitillo y una rodaja de limón. Cuando quise saber de dónde lo habría sacado, pues fuera lo que fuera tenía pinta de llevar alcohol y no me vendría mal uno así, vi que al fondo, junto a la tarima, había un pequeño minibar que estaba siendo atendido por uno de los trabajadores de la isla, quien en ese instante le preparaba una copa a Crystal. El único al que no veía era a Mike, hasta que, echando un vistazo más detallado a mi alrededor, lo encontré subiendo las escaleritas que llevaban al escenario con un micrófono y su correspondiente trípode. Ya sobre los tablones de madera que constituían la tarima se encontraban un teclado, una guitarra —no la de Luke—, y otros dos micrófonos.
—En esta verga entre playa y ejercicio una anda destruida por la vida —explicó Fiorella, mientras yo notaba de reojo cómo Luke volteaba hacia nosotros y posaba su mirada sobre mí—. Para un día que tenemos excusa pa' arreglarnos... Hay que aprovechar.
Y tenía razón: nuestra actividad recreativa favorita era probarnos ropa y maquillarnos, como habíamos estado haciendo las últimas tres horas en su cabaña. Esas son las consecuencias de ver tanta Barbie y Monster High cuando éramos chiquitas. Todo es culpa de Mattel.
Yo me había puesto un vestidito de chifón azul, pero un azul raro, como de cielo nublado. El vestido contaba con dos capas: una gruesa que llegaba a medio muslo y servía para tapar lo que había que tapar, y una transparentona que llegaba un poco más abajo y tenía grabados de flores pequeñas en un hilo fino de un tono más claro. Eso lo había cambinado con unas sandalias blancas, collares y otras cositas, y un peinado de media cola con los mechones de más adelante recogidos atrás con una pinza blanca con forma de concha de mar.
Fiorella, por otro lado, se había puesto un sencillo vestido de seda fucsia que le quedaba demasiado sifrino, unas sandalias beige tejidas con tacón, y el pelazo catire suelto. Fiorelle Woods le decían a ella. Legalmente malandra.
Ambas nos habíamos llevado un suéter guindado del brazo por si a las moscas. Cabe acotar que Fiorella me había prestado uno, porque, por mucho que quisiera llevarme el hoodie verde que Luke me acababa de regalar, ni me combinaba, ni me atrevía a mostrárselo a los demás sabiendo lo que iban a pensar.
—Por eso es que siempre llegan de últimas —se metió en el peo Calum, que se había limitado a vestirse con uno de sus ochocientos pantalones negros y una camisa blanca con grabados toda vintage y un suéter sueltico negro por debajo. Bárbara también iba súper sencilla, con un vestidito pegadito blanco y una chaqueta como de corredor de carreras, azul oscura, roja y con rayas blancas, que claramente no era de su talla, pero que le quedaba del coño 'e su pepa. Unos zapatos deportivos completaban su outfit, dándole ese toque de chica skater. No es por nada, pero qué bella mi hermana.
—Cállate que bastante que te tardabas tú arreglándote cuando el MeetYouThereTour —le saqué el trapito a Calumcio, sentándome junto a Barrio Tricolor e intentando centrarme en la conversación cuando lo que en realidad quería era voltear a ver a Luke, cuya cercana presencia ni en mil años hubiera podido ignorar.
—De pana —secundó Fiorella, arrastrando una de las sillas que quedaban alrededor de la mesa para proceder a sentarse en esta—. Con sus blazers escarchados y sus chaquetas de director de circo...
Bárbara soltó una carcajada, dedicándole a Calum una mirada de incredulidad. —Ah, pues —exclamó, dirigiéndose tanto al bajista de 5SOS como a Fiorella—. No me digas esa vaina.
—¿Qué? —Calum frunció el cejo, alzando la barbilla como dándosela de alzaito', algo ofendido por lo que acababa de insinuar mi hermana—. Tengo mi estilo... —quiso justificarse, pero no pudo ni empezar a soltar sus argumentos cuando la voz de Michael, amplificada por los altavoces dispuestos a ambos lados del escenario, lo interrumpió.
—Probando, probando...
Todos volteamos a verlo, parado en plena tarima, al tiempo en que él levantaba ambos pulgares hacia el par de trabajadores que se encontraban detrás de la misma, supongo que ajustando el sonido y la vaina. Luego volvió a girarse hacia nosotros.
—Estamos listos —anunció, hablando a través del micrófono que tenía delante, con el trípode que lo sostenía acomodado perfectamente a su altura—. ¿Quién quiere ir de primero?
Fiorella me miró a mí como buscando mi aprobación, y yo negué con la cabeza, transmitiéndole mi negativa a abrir el show pasando pena. La idea era ir que si de últimas para cerrar con el número cómico, no hacer de teloneras. Pasaron unos segundos y, al ver que se formaba un silencio demasiado incómodo en el que nadie se ofrecía, me dije a mí misma que qué tanto si la pena la iba a pasar igual. Así que me dispuse a abrir la boca para hacernos a Ranchos y a Yolanda voluntarias, cuando Bárbara se me adelantó.
—Ay, nojoda, yo misma soy —bufó, dejándose caer de su silla que, al ser considerablemente alta, la hacía quedar con los pies en el aire.
Calum empezó a aplaudirla a modo de chalequeo mientras Mayor Monograma se acercaba al escenario y empezaba a subir los escalones del mismo. Los demás lo imitamos, formando un coro de aplausos ante el cual la pequeña chica rodó los ojos.
—Y, ahora, con ustedes... —anunció Michael en el tono más teatral que pudo conseguir, complejo presentador—. ¡Bárbara Rodríguez!
Ella sonrió, agarrando el micrófono que Mike le tendía una vez estuvo sobre la tarima.
—Suerte —le dijo el peliloco, guiñándole un ojo antes de bajarse del escenario para dejárselo todo a ella. Ahí mismo se sentó en la mesa contigua a la que ocupaban Luke, Roy y Ashton, haciéndole así compañía a Crystal, que acababa de recoger su bebida en el minibar y se había instalado allí.
—Gracias, Poliedro. —Mi hermana saludó al público, meneando ambas manos, una de las cuales sostenía el cilindro metálico. Luego se tomó su tiempo para arrastrar el piano hacia el centro de la vaina y acomodar el micrófono que antes había usado Mike de modo que se ajustara a su reducido tamaño.
Todos la mirábamos expectantes, aunque los pelilocos hablaban por lo bajo de algo que desde ahí no alcanzaba a escuchar, y Ashton también le susurraba algo a Roy. Luke volteó a mirarme en el momento justo en que yo volteaba a mirarlo a él, y nuestras miradas se cruzaron. Sabiendo que el otro se había dado cuenta e intentar ocultarlo sería una estupidez, nos dedicamos una sonrisa de labios cerrados a la distancia, y nos quedamos viendo como si fuéramos las únicas personas en la habitación. Al menos hasta que mi hermana habló de nuevo; entonces volvimos nuestra atención a ella.
—Esta es una canción que escribí hace full tiempo —explicó, comenzando a tocar una melodía introductoria que yo conocía bien, pues la había escuchado mil veces antes tocarla en su cuarto, contiguo al mío, en nuestro apartamento en Nueva York—, y que no pensaba tocar en público jamás. Pero mi hermana me ha insistido tanto, que lo voy a hacer solo pa' que deje la ladilla.
Barbie levantó la barbilla hacia mí mientras sonaban varias carcajadas de los presentes ante lo que acababa de decir. Yo le respondí sacándole el dedo grosero a la vez que esbozaba una sonrisa, y las risas se intensificaron.
—Se llama Here With Me.
Ella esperó a que se aplacaran para empezar a cantar.
—It's funny how they say when you find someone, heart speeds up, time slows down. Things get heavy, heavy, but you know we ain't done yet —soltó, y todos se quedaron como petrificados al escuchar cómo de una tipa tan malandra salía una voz tan dulce. No se lo esperaban—. It's funny how you wait 'til the moment comes, moment's here, moment's gone.
De paso la forma en que la caraja tocaba el piano, que era una vaina arrechísima, y la melodía celestial que correspondía precisamente a esa canción, mi favorita de las que había escuchado de Bárbara... Todo el mundo quedó loco.
Y eso no es nada, me dije, demasiado emocionada por lo que estaba pasando. Era la primera vez que mi hermana le mostraba una de sus canciones a alguien que no fuera extremadamente cercano a ella, y la reacción que estaba viendo en la gente era de película. Sabía lo feliz que eso la iba a hacer sentir, y me sentí, valga la redundancia, increíblemente feliz por eso. Espérate que escuchen lo que falta.
—Kiss you heavy, heavy, but you know we ain't done yet...
Sabiendo que a partir de ahí la cosa se ponía intensa, Bárbara tomó aire y cerró los ojos, intentando de esta forma controlar el miedo escénico que de pequeña había tenido, y que seguía volviendo a atacarla de vez en cuando.
Ya lo sé, suena contrario a su personalidad tan extrovertida, arriesgada, sin pelos en la lengua, segura de sí misma... Pero era precisamente de los coñazos que su inseguridad le había hecho darse en el pasado, que se había convertido en quien entonces era. Y aún cuando las heridas sanan, las marcas siempre quedan, a veces para recordarte que fuiste débil, y otras para recordarte que ya no lo eres.
—'Cause it's those lights —arrancó con el pre-coro, dejando salir esa voz tan bella suya en un tono mucho más profundo que antes, cerrando los ojos con fuerza al tiempo en que, irónicamente, los de todos los presentes se abrían como platos—, like somebody put that bluey on fire. Do you think that there's somebody up high looking down, watching us, wishing we'd enjoy the ride?
Eché un vistazo a mi alrededor y noté cómo, de entre todas las caras de sorpresa, la más poética era la de Caldo Hood. En la chispa que emitían sus ojos se reflejaba, no solo el deseo que albergaba hacia mi hermana —que eso ya se sabía, pues—, sino también lo embelesado que ella lo tenía. Eso sí me sorprendió, porque nunca había visto a Calum mirar así a nadie en el tiempo que llevaba conociéndolo. Era una vaina demasiado arrecha.
—'Cause we happen to be feeling alright —siguió cantando, acercándose cada vez más al coro y con ello intensificando tanto la música que sus dedos tocaban, como el tono de su voz—. Whatever happens, got this feeling I like. And it's happening to us. And we're not even on drugs...
Ya para ese punto estaban todos que no se podían creer lo que estaban escuchando, porque, aunque ya les había hablado de las habilidades musicales de Mayor Monograma, cuando la conocieron y vieron el tipo de personaje al que me refería, ninguno de los segundos de verano, ni siquiera Luke, pensó que hablaba tan en serio. Así que te imaginarás cómo se quedaron cuando llegó al coro.
—Why make things complicated when we could stay like that? Why make things so much harder? We could be gone like that —Le dio duro a ese piano como la profesional que era, haciendo que me sintiera más orgullosa imposible, aunque se mantuvo con los ojos apretados, supongo que no lo suficientemente lista para enfrentarse a las miradas de su público—. We come across some days that go out the way to bring us down to our knees. So for once, baby, for once, baby, for once, be here with me...
Y así, aunque todos teníamos ganas de escuchar la canción completa, ella interpretó una versión corta, como si se tratara de una audición pa' un programa de talentos. Hizo el estribillo instrumental y repitió el pre-coro, que en la versión original también funcionaba de outro, terminando así con su función antes de lo que el público hubiera querido; lo podía ver en sus caras. Aunque eso tampoco estaba mal, porque los dejaba con las ganas, y capaz la convencían de tocar otra más tarde, o en los próximos días. Y eso solo podía ser bueno para ella.
Bárbara abrió los ojos lentamente: uno primero, como si le diera miedo mirar y encontrarse con caras de decepción; y luego el otro, al ver que, todo lo contrario, la gente lo que hacía era sonreír y aplaudir. Fiorella y yo, además, le lanzamos sendos silbidos malandros que la hicieron reír mientras dejaba el piano a un lado y se despedía del escenario con una reverencia exagerada, muy Rodríguez Díaz de su parte.
—¡Esa es mi hermana, nojoda! —le grité mientras se bajaba de la tarima y se encaminaba hacia la mesa que compartíamos con Ranchos y con Caldo.
A medida que se acercaba pude ver cómo las luces —que venían de la laguna artificial y de las guirnaldas que había colgadas entre las farolas alrededor de la zona de las mesas— se reflejaban en el sudor de su cuello y su frente, además del temblor de sus manos que intentaba disimular acariciándose los brazos con nerviosismo.
—Cásate conmigo —agregué, en broma, cuando llegó a nuestro lado y se sentó junto a Calum, en su lugar de antes.
—Junta las dos frases que acabas de decir y averigua dónde está el error —replicó, alzando sus pobladas cejas marrones con suspicacia.
Fiorella y Calum, que desde que Bárbara había abierto los ojos se había preocupado por disimular las miraditas que hasta entonces le había estado lanzando, le rieron la vaina.
—Gracias, Lucía, por ser la mejor hermana del mundo y apoyarme siempre —dije sarcásticamente, rodando los ojos, ante lo que ella puso una de sus manos sobre otra de las mías que reposaba en la mesa.
—Gracias, Lu. —Me dedicó una sonrisa sincera, carente de la superioridad fingida en la que se estructuraba su fachada de chica mala de siempre.
—Tengo que decir —intervino Calum, inclinándose sobre la mesa y apoyando ambos antebrazos sobre esta—, que pensé que iba a ser peor.
—Sí, claro —dije, entrecerrando los ojos al ver lo que el moreno intentaba hacer—. Te hubieras visto ahorita: estaba que buscaba un perol pa' recogerte la baba.
Nojoda, agarra, me felicitaron las Lucías internas. Él me interrumpía mi charcutería con Luke porque le gustaba joder. Bueno, a mí también me gustaba joder. Y bastante.
—VERRRRRRRRGA —habló Fiorella. metiendo cizaña pareja, mientras Bárbara lo que hacía era cagarse de la risa y Calum se ponía rojo como un tomate, ya no sé si por la pena o por la arrechera que le generó mi comentario. Estaba a punto de decir algo, cuando Michael, que se había vuelto a subir al escenario y acomodado el micrófono a su anterior altura, lo interrumpió.
—Eso fue increíble. Tienes que tocar otra —Señaló a Barbie desde la tarima, en la que en ese momento estaba montándose Ashton, subiendo los escalones mientras saludaba al público como si fuera Mia Thermopolis Renaldi, princesa de Genovia—. Pero, antes... —volvió a usar ese tono de locutor que le quedaba de lo más cómico, extendiendo un brazo hacia Ash mientras este se acercaba al centro, junto a él—. Halagado por la crítica, amado por el público, odiado por sus compañeros... Con ustedes... ¡Ashton Irwin!
El rubio oscuro alzó los brazos al tiempo en que los demás le aplaudíamos como par de novios en cuarto con puerta cerrada. Luego se acercó a Michael y se atravesó entre él y el micrófono, inclinándose hacia este y agarrando el trípode para decir: —Alright, Los Ángeles.
Los chicos, Fiorella y yo nos reímos, entendiendo la referencia aunque no hubiera usado el tono original que correspondía a la frase, sino uno mucho menos punk rock de su parte.
—Gracias por estar aquí esta noche —siguió diciendo, señalando a personas inexistentes entre el público, imagino que amigos imaginarios suyos, y lanzándoles guiños o besos exagerados—. En el concierto de hoy me va a acompañar mi gran amigo y compañero de cuarto, Roy English, al que conocerán como Jagwar Twin...
El aludido apareció de detrás del minibar, hacia el cual Ashton extendió un brazo con la palma de su mano abierta, meneándose estilo "manos de jazz". El también rubio, cuyo largo cabello tenía recogido en un alto manbun, empezó a subir los escalones del escenario saludando con una sonrisa, siendo recibido con un bulto de aplausos. Tan cuchi Roy.
A todas estas, Michael se bajó de la vaina y se regresó con Cristalito, dejando que el jaguar morocho y el chico de las flores se adueñaran del show, momentáneamente. Fue ahí, al ver a los dos catires solos en la tarima, que mis pensamientos se desviaron a Luke, seguidos al instante por mis ojos, los cuales no tardaron en comprobar mi hipótesis de que este se había quedado solo en la mesa que hacía segundos compartía con ellos.
Parecía no importarle; miraba hacia el escenario con una sonrisa de labios cerrados, sosteniendo su guitarra de forma vertical sobre sus piernas, de modo que pudiera apoyar la barbilla en la curva que esta tenía a un lado del mango. Sin embargo, a mí, culpa de mi necesidad constante de que todos se sintieran incluidos como la autoproclamada mamá del grupo que era, me dio full cosita. Así que, aprovechando que todos los de mi mesa tenían su atención centrada en el diálogo cómico que estaban empezando a lanzarse Ashton y Roy, me fui parando poco a poco y me escabullí a donde Luke.
Vamos a estar claros que también era que una parte de mí estaba buscando una excusa para ir con él, motivada por el hecho de que mientras hubiera gente en la tarima no tendríamos que hablar de nada serio, y por tanto, "lo nuestro", quedaría excluido de la conversación. Así, podría seguir compartiendo con él como tanto quería sin necesidad de ponernos incómodos. O, bueno, más incómodos, pues. Yo me entiendo.
Cuando estaba llegando a su mesa, eché un vistazo atrás para confirmar que nadie me hubiera visto, y me encontré con dos situaciones: por un lado, Bárbara le estaba susurrando algo en el oído a Calum, como muy demasiado bastante cerquita, sin dejar de mirar al escenario, a lo que el moreno se reía por lo bajo de forma sospechosa; por otro lado, Fiorella me miraba a la distancia...
Me sobresalté al conseguírmela observándome de esa forma. Luego fruncí el cejo, haciéndole gestos con la mano de que dejara la ladilla. Ella sonrió y empezó a hacerme gestos también: un círculo con una mano, un palito con la otra, y los juntaba y separaba como si fueran la cabeza y el cuerpo de una perinola.
Abrí la boca, toda picada por sus ridiculeces, y seguí diciéndole con las manos que fuera a joder a otro cuando...
—¿Lucía?
Nawebona. No había pasado yo suficiente pena ya, así que tenía Luke que darse cuenta de mi presencia junto a su mesa precisamente cuando a Fiorella le daba por ponerse a hacer señas sexuales. De paso echándose a reír la mamagueva cuando vio que Luke se había dado cuenta. Es que de pana... Agárrenme que la escoñeto.
—¿Está todo bien? —preguntó el rubio sol, hundiendo las cejas y pasando su mirada de mí a Fiorella y de Fiorella a mí.
—Sí —respondí de una, sentándome en la silla que más atravesada estuviera entre Fiorella y el campo de visión de Luke, para taparla—. Calum y Bárbara están es chancea que te chancea y la webona de Fiorella me tiene ladillada ya, así que... Te vi solo y pensé en cambiarme de mesa. —Le eché un vistazo de arriba a abajo.
Llevaba puesta una camiseta color crema como de rejilla que jamás le había visto, y que quedaba algo oculta por la camisa de botones gris con rayas verticales negras, dispuestas de una forma distinta a la tradicional, que la cubría, completamente abierta, a los lados. Esto lo acompañaba con un pantalón negro y unos mocasines marrones, que le daban el toque caja fuerte propio de Luke Hemmings. Se había peinado con algo de gel, haciéndose los ricitos, entonces más rubios y cortos que hacía dos años, un poco más marcados que al natural. En conclusión, sendo papi tenía delante.
Al escucharme decir aquello, no dijo nada. Simplemente se me quedó viendo con una expresión inescrutable. No parecía contento.
Está arrecho conmigo, concluí, sintiéndome demasiado estúpida por haberme presentado en su mesa como si no hubiera huido de él horas antes, fingiendo que no había pasado nada extraño entre nosotros. Nawebona de ambigua. Hasta yo me caía mal en ese momento. ¿Cómo iba Luke a querer estar a mi lado?
—Lo siento —me disculpé, en el tono ideal para que el rubio me escuchara sin interrumpir el diálogo de Ashton y a Roy. Me bajé del asiento al que acababa de subirme de un salto, pues era tan bajita que los pies me habían quedado colgando del borde—. Por lo de antes y por esto. —Agaché la cabeza al acomodarme el vestido para que no se me vieran las nalgas, y una vez terminé, la mantuve abajo, avergonzada. Me di la vuelta para irme, sin mucha vaina. Sabía que me lo merecía—. Yo tampoco querría estar conmigo.
—Espera, Lu. —Me agarró del brazo cuando me disponía a alejarme de allí, en un gesto apresurado pero carente de brusquedad que me hizo girarme otra vez hacia él y mirarlo a los ojos, confundida y expectante—. No es eso... —Bajó su mirada al lugar en que su mano envolvía mi brazo, para luego soltarme con nerviosismo y volver a subirla a mi cara, acomodándose nuevamente en su asiento, del que había tenido que medio salirse para poder atajarme a tiempo—. Es solo que... No esperaba que... Pensé que eras tú la que no quería tenerme cerca.
—Claro que no —repliqué, sentándome otra vez en la silla de la que acababa de pararme—. O sea, no es así. —Dejé encima de la mesa el suéter blanco de Fiorella, que había estado guindando sobre mi hombro hasta entonces, y desvié mis ojos hacia a la tarima para disimular que no le estaba parando bolas a los comediantes aquellos—. Sí quiero. Por supuesto que quiero.
No supe cómo había reaccionado Luke a mis palabras, pues por mucho que quisiera voltear, me exigí ser más fuerte y mantener la vista fija al frente.
Debía de tener al pobre muchacho todo mareado con tanta indecisión, pero, en mi defensa, él tampoco es que me lo estuviera poniendo fácil a mí. Si durante el día anterior no hubiera soltado aquellas frases que me situaban en escena únicamente como su amiga, tendría clarísimo que le gustaba, pues con todo lo demás parecía haberme querido demostrar que así era. Sin embargo, también parecía haber tenido las mismas intenciones de darme a entender que me tenía en la panazone y que no me pensaba sacar de ahí, pues no había echado para atrás su "para eso están los amigos", al saber que ya no tenía novio, ni su "nunca lo haría", al saber que su tacto era más que bienvenido por mi cuerpo. Y recordemos que tampoco había ido a buscarme a mi cuarto después de eso. Así que si yo lo tenía confundido, él a mí también.
Aunque, bueno, confundida tampoco, pues. Yo estaba casi 100% clara que me había estado chanceando puro echando vaina todos esos días, y la noche anterior, al ver que yo me había tomado a pecho sus palabras y la vaina se ponía seria, se había achantado. Esa mañana seguro había estado buscándome para dejarme claro que nada que ver conmigo. Tenía que ser así. Y digo casi 100%, porque lo que había dicho Fiorella de que todos se daban cuenta cómo me miraba y la vaina, era lo único que me tenía medio dudando. Esa pequeña duda había sido suficiente para matar las incesantes ganas que tenía de estar a su lado, y buscarlo entonces que tenía la excusa de que quería acompañarlo porque estaba solo.
Total que, en vista de que no iba a responderme nada, me dediqué a escuchar los chistes que estaba soltando el par rubio aquel, que hablando claro sí daban risa. Si Ashton no hubiera salido músico, seguro se hubiera dedicado a la comedia. ¿Qué opinas tú? ¿'Er Conde de Sydney o Ashtilio Irwera?
Algún que otro comentario entre carcajadas intercambié con Luke, pero súper equis. Seguía sintiéndose esa tensión extraña entre nosotros, y quizás fue por dicha incomodidad que, una vez Ashton y Roy terminaron su show y todos aplaudimos, Hemmings fue el siguiente en ofrecerse a subir al escenario.
Así lo hizo: se paró de la mesa, antes dedicándome una sonrisa de lado que no supe muy bien descifrar, subió las escaleras de la tarima, guitarra en mano, y estando arriba dejó que Mike lo presentara como su mayor contrincante y archienemigo. Luego, mientras Mike se bajaba del escenario y Ashton y Roy llegaban a la mesa y se sentaban a mi lado, Luke agarró el micro que había estado usando Roy, lo atrajo hacia sí, y redujo su tamaño para que le quedara como a medio pecho. Se guindó la guitarra de los hombros y se aseguró que ambos micrófonos, tanto el suyo como el que ahora correspondía a su instrumento, se encontraran a la altura correcta.
Se notaba que estaba nervioso por cómo sus dedos temblaban alrededor del mango, al igual que una de sus largas piernas, que no dejaba de moverse como si estuviera clavando un clavo en la tarima con el talón.
Sin dar explicaciones y sin esperar mucho más, empezó a tocar un punteo que no me sonaba nada familiar, pero se le enredaron las cuerdas a medio camino y tuvo que parar al darse cuenta de que el problema era el ritmo descontrolado que estaba marcando su pierna inquieta. Así que se detuvo, poniendo la palma de su mano derecha abierta sobre las cuerdas que antes tocaba.
Se hizo el silencio.
Todos lo mirábamos sin entender muy bien a qué venían esos nervios tratándose de tal artista, más que acostumbrado a dar shows ante un gran público. Y tremendos shows, debo decir. Luke siempre se comía el escenario, así que nadie comprendía por qué ese día le estaba costando tanto arrancar.
—¿Qué le pasa? —preguntó Ashton, a mi lado, lo suficientemente alto para que Roy y yo lo escucháramos, y lo suficientemente bajo para que Luke, que ya estaba bastante nervioso como para también tener que enfrentarse a comentarios ajenos, no lo hiciera.
Roy se encogió de hombros, tan extrañado como todos, pero ni él ni yo dijimos nada.
Yo tenía ganas era de pararme, salir corriendo hasta él, abrazarlo y quitarle los nervios con un beso. Pero obviamente no lo hice.
Luke se separó del micrófono con una respiración un poco rara. Cerró los ojos, tomándose su tiempo, cosa que todos los demás respetamos, poco o nada acostumbrados a verlo así. Empezó a susurrarse algo a sí mismo, y aunque no pude escuchar qué era, sirvió, pues segundos después paró de mover la pierna. Agarró aire y lo soltó en un suspiro, y un instante después, abrió los ojos y volvió a acercarse al micro, sosteniendo su guitarra firmemente.
Repitió el punteo de antes, pero de una forma mucho más limpia, que me hizo estar segura de que no lo había escuchado nunca antes. No sabía si se trataba de una canción ya existente —aunque tenía clarísimo que de 5SOS no era— o si de una nueva que hubiera estado escribiendo.
Flasheé la página de la libreta a medio escribir que había visto sobre su cama la noche anterior, junto a su guitarra. Supuse entonces que sería la segunda opción. Quizás era por eso que estaba tan cohibido; sabía que su confianza en su forma de escribir no era la misma de antes. Y lo entendía, perfectamente, pero no compartía esa inseguridad: sabía que Luke era tremendo artista, y nunca, ni siquiera si estuviera atravesando el peor de los bloqueos, lo pondría en duda. Él podía desconfiar de sí mismo y sus habilidades todo lo que quisiera, pero yo jamás iba a hacerlo.
—I didn't mean to hurt you —empezó a cantar, con su boca a la distancia justa del micro para que su voz se escuchara a la perfección, en un tono que no solía usar en las canciones de 5SOS, más agudito y dulce, que, debo decir, le quedaba increíblemente bien—, so why I'd let you walk out the door. You say that you dont't know me —Siguió tocando el mismo punteo de antes, que estaba empezando a convertirse en mi melodía favorita con solo haberla escuchado unos segundos, pero haciendo que sonaran más cuerdas al paso de sus dedos y por tanto se escuchara más profunda, tocando arrechamente como el gran guitarrista que era—, you don't know who I am anymore.
Tengo que decir que la dicción con la que decía cada palabra estaba haciendo que entendiera la letra a la perfección a pesar de que mi inglés nunca iba a ser igual al de un nativo. Y sé que apenas estaba empezando, pero no pude evitar que lo que narraba, la escena de una pelea en la que hería a una persona sin así quererlo y la dejaba ir mientras esta le decía que no lo conocía, que no sabía ya quién era, me recordara a la noche en que cumplimos cuatro meses juntos, la noche en que todo lo que hasta entonces habíamos construido se vino abajo.
Y sí, todavía cabía la posibilidad de que la canción no fuera suya, que no la hubiera escrito él y, por tanto, que no fuera para mí como esa voz cizañera y egocéntrica en mi cabeza me estaba haciendo empezar a creer... Pero no pude no planteármelo, al menos.
—But if you knew the truth then —continuó cantando, mientras en mi cabeza corrían de un lado a otro imágenes de ese momento tan horrible, contrastando con la música tan hermosa que estaba escuchando—, then you wouldn't feel insecure. 'Cause if I didn't have you —Juntó los labios en un cortito mmm, haciéndome pensar que de pana dichoso micrófono que los tenía tan cerca y casi podía tocarlos—. I wouldn't have nothing at all...
Y fue ahí, cuando sus ojos dejaron de mirar a un punto en medio de la nada, hacia la laguna artificial que había al fondo, detrás de todos nosotros, y pasaron a dirigirse a los míos, con una chispa especial en ellos que sabía que no tenía nada que ver con las luces reflejadas en sus iris, más azules que nunca... Fue ahí, justo ahí, que supe que, efectivamente, me estaba cantando a mí.
Tremendo capítulo (por lo largo, digo)
Lo súper importante que quería decirte, tiene que ver con las canciones, tanto la de Bárbara, como la de Luke
Para Barbie escogí una con el mismo nombre que ella le pone en la historia —Here With Me—, de Elina. Es una de las canciones que más he escuchado en replay en mi vida. De pana la amo, y si la buscas, espero que te guste también
Ahora, respecto a la de Luke, me gustaría, primero que todo, pedirte que no la busques todavía, hasta el siguiente capítulo (que no voy a tardar mucho en subir, I promise) al menos. Estaría cool que intentes imaginártela primero con la descripción que hago, y luego, si quieres, escucharla y comparar, a ver si es como te la esperabas
La canción, tengo que aclarar, no es de Luke Hemmings. La razón por la que no escogí una canción que realmente hubiera sido escrita por él, fue porque las letras de las canciones Luke son, en general —y aquí estoy hablando de su álbum, WFTTWTAF—, sobre temas personales, más hacia el análisis de la persona y sus sentimientos al completo —no solo el amor—. Las únicas candidatas, para mí, eran Place In Me y Slip Away, y me pareció que ninguna pegaba con la situación actual de L&L, como para que Luke hubiera escrito una de esas canciones en este momento. Tampoco escogí una de 5SOS, porque las de CALM —al estar ya en esta línea de tiempo publicado— no me valían, y las de 5SOS5, COMPLETE MESS, Take My Hand y Me, Myself & I obvio no pegan, y BLENDER no me parece una canción que escribiría Luke solo. En cambio, esta canción, que no voy a decir todavía cuál es, la escuché hace muchísimo muchísimo muchísimo tiempo, y apenas lo hice fue pensar en Luke y Lucía. De pana que sí. Y, además, no desentona mucho con el estilo musical de Luke como artista individual. Sentí que era la correcta
Tienes todo el derecho del mundo a criticarme por esto y lo acepto, pero lo puse como mejor creí
Espero que igual te guste
Los amo❤️
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