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Dedicaciones de hoy para DrunkCaterpillar , opalobloom e its_lachama 💕
Son tres dedicaciones porque de pana se lo ganaron, al igual que este triple maratón
Como el cap que viene es full... interesante digamos (¿? ja weno) podemos hacer hasta un cuádruple maratón, si de pana están tan activ@s como el capítulo pasado
Todo depende de ustedes, ya saben
...y ya me los imaginaba arrechos el resto del viaje, cuando entonces Michael, conociendo su ganado, en vez de tirarla al agua la levantó por la cintura. Hizo como que iba a hacer lo que sabía que no le convenía hacer, pero luego le dio la vuelta a la sorprendida Crystal hacia el lado contrario y la dejó volver a hacer pie en el piso de falsa madera que había tenido a sus espaldas segundos antes.
Ella se había asustado, y cuando Michael había pretendido lanzarla hasta le gritó ¡Michael Gordon, no!, cosa que por cierto me dio demasiada risa. Sonaba igualita a Laura la sin par de Caurimare diciendo con su mandibuleo caraqueño: Maikol, gordo, no.
🎼Crystal, no seas tan sifrina, que es muy desagradable, calarse tus maneras🎼
Mentira, Crystal, te amo.
Pero bueno, nada; al final, en vez de molestarse, lo que hizo fue reírse de la vaina, dándole un empujoncito a Miguel por tremendo y mirándolo con desaprobación fingida mientras esbozaba una sonrisa. Más cuchis pelilocos.
Me giré hacia Luke para comentar algo respecto al show que acababan de montar. Estaba por abrir la boca justo cuando la recompuesta Crystal se me adelantó, exclamando: —¡Oigan! —Habló medio durito, llamando la atención de todos, que volteamos hacia ella para encontrarla mirándonos, nuevamente desde el borde de la piscina, esta vez acompañada de Mike—. Ya hablé con los trabajadores; esta noche hacemos nosotros la cena. ¿Qué les parece?
Ratatouille y tal, fue lo primero que pensé.
—Que nos vamos a intoxicar —habló Ashton, haciendo que todos, hasta Cristalito, nos riéramos.
—Menos mal que cada uno tiene su propio baño —dijo Roy, que se había montado en uno de los inflables-colchoneta sobre el que entonces reposaba con los brazos cruzados detrás de la cabeza como si estuviera viviendo su mejor vida.
—Dímelo a mí que tengo que compartir cuarto con esta —Fiorella hizo un ademán con la mano hacia Bárbara, chapoteando y, aparentemente sin querer, haciendo que un par de gotas le cayeran en los ojos a mi hermana.
Ella se estrujó los ojos, y volteó a ver a Ranchi con una cara de picada que no jugaba carrito. Le devolvió el chapoteo solo que bastante más duro, lanzándole un buen lepe acuático. —Vas a hablar tú que te tiras peos mientras duermes.
Marico, metí cizaña mentalmente, porque sabía que si lo hacía expresamente y acababan cayéndose a piña iba a terminar yo coñaceada también. No me la calo.
Lo peor es que Bárbara tenía razón.
Ranchos soltó una exclamación ahogada, dándosela de ofendida, y estaba a punto de replicar cuando Ashton intervino: —Confirmo.
Coño, Ashton volviendo al 2018. Viajero en el tiempo. Trae la basura, McFly.
Todos mirábamos a Misión Vivienda con cara de chama, bórralo, te jodieron, por peorra, pero ella como es necia y media intentó recurrir a la última persona que podía desmentir el planteamiento de Bárbara, pues había pasado la mitad de su vida haciendo pijamadas con ella. —Lucía, apóyame.
Los presentes pasaron entonces a observarme a mí, especialmente Ranchos, que me pelaba sus ojos verdes claros con una cara 'e loca que provoca era tomarle foto pa' hacernos millonarios con nuestro negocio de memes. A pesar de eso, no me intimidó, con lo cual decidí no mentir a su favor. Tipo, yo había intentado no meterme, pero ya que pedía mi opinión... Quién la manda.
—No te tiras peos —dije inicialmente, recibiendo una expresión de alivio de parte de Fiorella, quien ahí mismo exclamó un ¿vieron?, ignorando que yo no había terminado de hablar—; liberas el aseo urbano que llevas por dentro.
Todos se rieron menos Fiorella, que frunció el cejo y apretó los labios en una mueca de arrechera, que asombrosamente fue dirigida principalmente no a mí sino a Bárbara, supongo que porque había sido ella quien había sacado el tema de los peos suyos en primer lugar. No tardó ni medio minuto en responder a sus carcajadas pegándole tremendo coñazo al agua y haciendo que le salpicara a ella, quien se lo devolvió más fuerte, y empezaron a caerse a palos usando el contenido de la piscina como puños.
En algún punto, a Roy y a Calum, que se encontraban a su lado observando la coñaza entre risas, se les ocurrió la idea de meterse en el peo: se bajaron de sus respectivas colchonetas y se acercaron los pocos metros que les faltaban hasta ellas, que, captando la vaina, se subieron a sus hombros.
—Pero no te vayas a pedorrear —advirtió Roy mientras Ranchos asía sus piernas al torso del delgado muchacho.
—No, no —intervino Bárbara, que parecía bastante cómoda sobre los hombros de Calum, que la sostenía con ambas manos sobre sus muslos—. Eso es solo cuando está durmiendo.
—Marica —le reclamó Fiorella, lanzándole una mano cuando ya estuvo equilibrada encima de Roy.
Así, continuaron peleándose, dejando a un lado las salpicaduras de agua y ahora metiéndose uña y todo para intentar tumbar a la otra.
Yo estaba era cagada de la risa sentada en mi bordesito tranquilamente, pero admito que en cierto momento me provocó estar en su lugar también. No me jalaba las greñas con nadie desde hacía tiempo.
Luke, que observaba la cuestión con una sonrisa de diversión, pareció notarlo, pues se giró levemente hacia mí y se me quedó viendo como analizando mi expresión. Cuando le devolví la mirada como preguntándole si tenía un moco o qué, hizo un movimiento de cabeza en dirección al ring de boxeo piscinal. Tardé unos segundos en captar la vaina, pero acabé por entender lo que me estaba ofreciendo, y guiada por las ganas de caerme a coñazos, acepté al instante, asintiendo con la cabeza varias veces a la vez que sonreía.
Apoyé ambas manos del borde, preparada para tirarme al agua y ya ahí poder subirme a sus hombros cuando Luke se hundiera en esta, pero él me detuvo antes de que pudiera hacerlo. —No llegas —explicó, y entonces me di cuenta de que el rubio estaba cubierto hasta la clavícula, lo que significaba que estábamos en la parte honda. Imagínate: si él estaba tapado casi hasta arriba, ¿qué quedaba pa' mí?
Antes de que yo pudiera averiguar cómo resolver por mi cuenta, el chamo se puso de espaldas a mí y se pegó del borde de la piscina hasta el punto en que si se acercaba unos milímetros más sus omóplatos chocarían con mis rodillas.
—Súbete —me indicó, y tuve ganas de preguntarle que si a su moto, pero sabía que no me iba a entender y yo tampoco se lo iba a explicar, así que me limité a hacerle caso: puse con delicadeza una pierna sobre cada uno de sus hombros, y con ayuda de ambas manos, una de las cuales coloqué sobre una de mis piernas mientras la otra usaba el borde de la piscina como punto de apoyo, me le monté encima. De vaina y no me caigo pa' atrás por pajua, una gente sin equilibrio, pero al final conseguí estabilizarme.
Ahí, cuando tuvo que poner sus manos sobre mis muslos para asegurarse de que no me caería, fue que me di cuenta de lo estúpida que había sido en aceptar su propuesta de unirnos a la pelea sabiendo que para ello tendría que tocarlo más de la cuenta y él tendría que tocarme a mí y... Ay, qué ladilla.
No quería, pero tampoco podía no ser consciente de la presión que imponían sus dedos sobre mi piel, igual que mis piernas a sus costados, además del rocesito de su cabello mojado en mi vientre cada vez que medio se movía y...
Es que precisamente por mentes como esa, y como las que me había hecho aquella mañana en el gimnasio, me había dicho a mí misma que me mantendría lo más lejos posible hasta que se me pasara la webonada. Lo que pasa es que ya conocemos a este personaje que más dispersa ella no puede ser, siempre pensando en mil quinientas vainas. Y claro, como llevaba desde temprano que no lo veía, se me había olvidado que lo iba a intentar evitar y en cambio lo que estaba logrando era acercarlo más.
Porque ser pajua no es un hobby; es un modo de vida.
—¿Todo bien? —me preguntó el susodicho, ladeando la cabeza para mirarme de reojo.
Por un momento pensé que, o se notaba mucho mi nerviosismo, o él podía leer mis pensamientos, hasta que por el contexto capté que se refería a si estaba bien posicionada o necesitaba acomodarme. —Sip —asentí con la cabeza, aplicándole la ignoración a mis pensamientos fuera de lugar y devolviéndole la mirada a Luke para luego dirigirla a donde Ranchos y Roy peleaban con Mayor Monograma y la sensación del bloque—. Vamos a darle paliza a esos maricos.
Él se rió, haciéndome caso y empezando a caminar a través del agua en dirección a nuestros amigos, al tiempo en que yo intentaba mantener controladas mis hormonas, cosa que con determinación parecía que estaba logrando.
—Mira quiénes vienen —comentó Roy al ver que nos aproximábamos a ellos, con el nivel del agua bajando hasta llegarme a mí por media pantorrilla, y a Luke por la mitad del pecho.
Ambas parejas voltearon sin dejar de caerse a piña, haciendo que el agua a su alrededor se arremolinara.
—Agárrense, pues —Levanté ambos brazos hacia ellos e hice un movimiento de torso full amenazador como queriéndomela dar de alzaita. Yo creía que me la estaba comiendo, pues, pero por andar de arrechita casi me caigo, al perder el equilibrio como la propia pajua que era—. Mielda loco —solté al verme ya en el agua, de paso fría y yo insolada, pero con ayuda de mi caballo, o sea, Luke, logré recuperar la estabilidad.
Ignoremos el hecho de que para ello tuvo que llevar una de sus manos a mi cintura, porque al instante en el que dejé de correr el peligro de caerme, la quitó. Y yo así:
Paz interior... me exigí, y se me pasó.
—Mejor primero les ganamos y te burlas después —me aconsejó, riéndose levemente de mis fallos en el malandreo, mientras yo me aferraba a su cabeza tras haberla usado de punto de apoyo para no caerme pa' atrás. No parecía haberle molestado, pero si seguíamos así le iba a quedar tremendo dolor de cuello.
—Sobre todo ustedes —se metió con nosotros Fiorella, lanzándole un codazo a Bárbara que le fue devuelto en un jalón de pelo que le hizo pegar un grito-gruñido.
—Lucía se cae sola sin que nadie la tumbe —le siguió Calum, que parecía bastante más cómodo que Roy, quien estaba tragando agua pareja gracias a los movimientos "delicados" de Fiorella.
Nojoda, ya van a ver, pensé, inclinándome un poco hacia adelante para transmitírselo a Luke con una mirada. Él me devolvió el gesto con complicidad, y cuando volví a acomodarme, derecha, avanzó los pasos que le quedaban hasta llegar al grupito pelea.
—¡Primer round! —gritó Ashton, quien se acababa de adjudicar a sí mismo el papel de presentador. Se llegó hasta donde los pelilocos, que se habían sentado al borde de la piscina a observarnos, y extendió su mano, cerrada en un puño, hacia ellos, como si fuera un micrófono—. Ustedes, jueces, ¿quiénes opinan que ganarán?
—Yo le voy a mini-Lu y a Calum —dijo el experto de Mike, usando el apodo que le había puesto a mi hermana desde que la conoció, porque según él nos parecíamos full, cosa con la que yo no estaba para nada de acuerdo, tanto acerca de la personalidad como del físico: los tatuajes, las pecas, la altanería... Bárbara era más... llamativa, y lo digo en el mejor de los sentidos. Estemos claros—. Se supone que son los deportistas.
—Yo también —habló Cristalito, y cuando Ashton le preguntó por qué, respondió—: No sé.
Coño, esa era yo en los exámenes después del "justifique su respuesta".
A todas estas, Luke y yo nos habíamos unido a la tiradera de coñazos. Desde fuera parecía más agresivo, pero en realidad no nos estábamos dando tan duro; nadie quería parecer después un dálmata con un poco 'e morados.
En cierto punto dejó de incomodarme la cercanía con Plastilina Gigante. Estaba bastante más centrada en la pelea que en lo que mis hormonas de carajita tuvieran que decir, y cuando fui a ver, ya el nerviosismo había desaparecido de mi cuerpecito. Supuse que sería porque me estaba acostumbrando todavía a tenerlo cerca; la Lucía que había estado enamorada de él y la Lucía que había creído odiarlo estaban acomodándose para hacerle espacio a la Lucía que quería ser su amiga, y que, de hecho, ya lo estaba logrando.
Gracias a mi autocontrol y gracias a que Luke fue pila —una de las pocas veces que lo había sido en su vida— y le metió el pie al bajista de 5SOS por debajo del agua, haciendo que se tambaleara y cayera a esta junto con mi hermana, logramos ganarle a los temidos Calum y Bárbara.
Como Roy se había dado cuenta de la trampa —que tampoco era trampa porque aquello era tremenda caimanera—, no pudimos hacerle lo mismo a él y a Fiorella. Lo intentamos, pero debido a que en conjunto eran más altos que Luke y yo, terminaron por darnos paliza. Así que Peorrella y Roy, al que me decidí a buscarle un apodo para joderle la paciencia después de eso, ganaron en la partida de lepes acuáticos.
Va a sonar súper marico, pero aunque no hubiéramos ganado, había sido súper divertido caernos a coñazos entre todos, así que me dio igual. Hasta que Fiorella empezó a burlarse de los perdedores con un bailecito ahí de agrandada que provocaba era...
...pero esta vez de verdad. Aún así, fue demasiado fino todo.
Si lo había pasado tan bien en solo dos días que llevábamos de viaje, no podía esperar a ver lo que quedaba.
¿Qué más? ¿Cómo están?
Recomienden series cómicas, pa' reírme un rato
Sin más que añadir, los amo ❤️
— Cam
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