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Dedicación para GABYGABS112005 y EstrellasYCorazones ❤️
Dedicación pa'l que primero que adivine qué canción estoy escuchando
NOTA
Cantv como que compró Wattpad porque ahora anda medio gallo y no avisa de notificaciones. Como varios de ustedes me han dicho que no les dice cuando hay nuevo capítulo, vamos a resolver así: roten sus números al inbox y hacemos un grupito de WhatsApp o de Instagram para Reminiscencia y ahí avisamos. Y bórralo.
Ya, pues. Los dejo en paz.
—¡Llegó el taxi! —era la voz de Pepe, cuyos pasos se escucharon segundos después bajando las escaleras a toda mecha—. ¡A mover ese culo todo el mundo!
Ay no, bro. Por mucho que me gustara viajar, no me provocaba agarrar avión a esas horas, menos sabiendo que era yo la que tenía que guiar a Pepe y a Fiorella en el aeropuerto pa' que no se terminaran montando en un vuelo pa' la Patagonia.
Es como cuando te tienes que parar temprano pa' ir pa' la playa...
...pero resulta que es porque eres el que maneja las lanchas.
Qué ladilla.
—Seguimos peleando cuando vengas —me echó broma Luisfer, dándome un besito en la frente antes de soltarme—. Y cuando nos arreglemos vamos a cenar al Eleven Madison Park.
Epa, ya va. ¿El Eleven Madison Park? Comer ahí había sido mi sueño desde que descubrí la existencia de ese restaurante. Era tipo todo fancy y según kike se comía brutal. Pero, ¿cómo íbamos a comer en esa vaina si aparte de caro nunca habían reservas disponibles?
—¿Cómo que al Eleven Madison Park? —pregunté con una mueca de confusión, que al segundo en que uní los puntos se convirtió en una expresión de asombro—. No me digas que...
—Sep —Luisfer asintió con la cabeza, sonriendo todo bello como siempre—. Hay un compañero de la empresa que tiene un amigo que tiene un primo que tiene un compañero...
—...que trabaja ahí, y nos hicieron una reserva en el hueco que dejó una gente que canceló —estaba a punto de abalanzarme encima suyo en un abrazo todo happy cuando agregó:—. Sería el viernes en la noche.
Qué cagada.
A ver, te explico... Mi itinerario consistía en estar en México por tres días para lo de los MTV MIAW. Los premios eran el miércoles, pero como me tocaba presentar una categoría, tenía que llegar antes para los ensayos. Luego agarraría un vuelo a Madrid para una sesión de fotos que tenía con Bershka para la nueva línea de ropa que sacaban en julio y regresaría a mi house el viernes en la mañana.
El peo es que el día anterior me habían llamado para adelantar el vídeo publicitario que tenía planeado con H&M para el mes siguiente, cambiándomelo para ese fin de semana para poder sacarlo antes con la línea de Bershka, y así hacerle la competencia. Esa gente vivía en un peo. 'Ta como mi supuesta amiga Oriana que en primaria hacía su fiesta el mismo día que yo para joderme la paciencia. Esa mamagueva... Igualito la gente iba a la mía, pues, así que mámalo, @Oriana.
El punto es que con lo de H&M me tocaba quedarme en España todo el fin de semana. Justo cuando iba a comer en Eleven Madison Park... Coño 'e la madre.
—¿Qué pasa? —preguntó Luisfer frunciendo el ceño en mi dirección—. ¿Por qué tienes esa cara?
Es la única que tengo, pensé en automático, pero me puse seria y le contesté con la verdad, aunque tuve que mirar hacia otro lado para poder hacerlo. —El viaje se me alargó por una vaina ahí de H&M, así que no voy a estar aquí hasta la semana que viene.
—¿Y no puedes cancelarlo? —preguntó a los pocos segundos, sin pensar en lo que decía.
Vuelve el perro arrepentido... Rodé los ojos en mi interior, mentalizándome cómo sería el resto de la conversación. Habíamos tenido tantas veces la misma discusión que ya el guión me lo sabía a la perfección, pues. Ni exponiendo repetía tan bien las vainas.
Yo estoy clara que tú eres pila y ya debes saber qué es lo que pasaba, pero igualito te lo voy a explicar pa' que no digas que después la que anda con el misterio.
Hablando serio, si había algo que nos caracterizara a Luisfer y a mí era que nunca peleábamos, pero cuando digo nunca es nunca, nunca de panita pana. Excepto cuando se trataba del trabajo.
Ni siquiera eran peleas como tal, si no conversaciones en las que él intentaba convencerme de bajarle dos y apartar algo de tiempo para mí misma, para nosotros, y yo le repetía que si quería echar pa'lante no era algo sobre lo que yo pudiera decidir. Siempre la misma vaina. Tipo que yo estaba clarinete que él sólo quería lo mejor para mí, pues, y por eso le preocupaba verme tan full, pero yo prefería estar hasta el culo de vainas que hacer con tal y tener un futuro prometedor, a no hacer nada y vivir de vaga el resto de mi vida.
Él tenía su punto y yo el mío, y los dos teníamos razón. Por eso nunca nos poníamos de acuerdo; simplemente acabábamos olvidándonos del asunto y viviendo felices y contentos hasta que volvía a surgir.
—Luisfer, ya hemos hablado de esto —esa vez sí lo miré a la cara, con expresión severa—. Si quiero montar mi estudio algún día no puedo darme...
—...el lujo de cancelar nada, ni siquiera el proyecto más pequeño —me completó la frase, sabiendo perfectamente de qué iba—. Yo sé —soltó un suspiro—. Pero es que ya casi vamos a cumplir 16 meses, y llevas tanto tiempo queriendo ir a ese restaurante... No sé cuándo nos van a poder dar otra reserva. De paso que tú vives viajando y últimamente ni nos vemos...
—A mí más que ir al Eleven me importa es estar contigo —intenté convencerlo, aunque no dejé de ser sincera. Mis labias eran 100% reales y certificadas. Te las vendo a un bulto de harina cada una—. Te prometo que para nuestro día vamos a hacer algo brutal, y me importa un mojón frito lo que quiera H&M o cualquier otro webon que no seas tú.
Él no sabía si estaba halagado u ofendido, pero al final terminó sonriéndome de medio lado, aceptando el trato.
—Qué ladilla es quererte, marico —dijo a la vez que me abrazaba, acción que yo imité rodeándolo nuevamente con mis bracitos de espagueti—. Quién me manda a mí a meterme en este peo.
—Cualquiera cae que no te encanta —lo miré con una ceja enarcada cuando nos separamos.
—¡Lucía, te quedaste! —el grito de Fiorella lo interrumpió cuando abrió la jeta para decir algo más, y en lugar de ignorarla y escupirlo, Luisfer sólo volvió a sonreír.
Luego me acompañó abajo, ayudándome con la maleta mientras yo caminaba toda encorvada por culpa del bolso de mano, el cual también llevaba full de corotos.
—¡Lucía Isabella, nos fuimos sin ti! —gritó Ranchos otra vez desde la puerta —frente a la cual estaba parada junto a Pepe y el maletero loco—, ni pendiente de que ya tanto mi novio como yo estábamos a pie de escalera.
—No seas marica —oí que Pepe le reclamaba en un susurro, a pesar de sus intentos de no ser escuchado—, que ella es la que sabe cómo es la vaina del aeropuerto. Nosotros solos en esa mierda nos perdemos pa'l coño.
—Ah, verga —Ranchi se llevó la mano a la barbilla, haciendo una mueca. Luego se encogió de hombros restándole importancia—. Igualito déjala que crea.
—Que crea ¿qué? —hablé yo, llegándome hasta ellos con Luisfer al lado—. Yo estoy clara que sin mí no son nadie, así que deja de intentar ocultarlo.
Aquellos dos pegaron un brinco que nawebona... Cómo me pude reír.
—Marico, me cagué —dijo Misión Vivienda, tocándose el pecho en un gesto teatral—. Mamagueva —me metió un lepe en el brazo.
—Vámonos —nos detuvo Pepe cuando yo le alcé la mano al rancho 'e latón aquel pa' regresarle el carajazo—. Se caen a coñazo en el taxi.
Rodé los ojos. —Y tú ¿no te vas a despedir de Bárbara?
—¿Por qué? ¿Tengo que hacerlo?
—Ya lo hice hace rato —terminó por confesar, dejando de mirarnos cuando sonreímos los tres con picardía, y luego abriendo la puerta para salir mientras hacía muecas burlándose de nosotros como el propio carajito. Y así, Pepe Sequeda Sefue.
—Bueno, chao, pelo 'e coleto —Ranchibirix se despidió de Polito espelucándolo más de lo que ya estaba, saliendo detrás de Pepe sin más.
Luis Fernando:
—Despéinate los pelos de la cuchara —dijo, a lo que yo lo vi feo por irrespetuoso y malandro. Aunque mira quién habla, si la más ordinaria ahí era yo—. Ella empezó —se excusó mi novio, preescolar mode on.
—Me vas a hacer falta, carajito —sonreí de medio lado, rodando los ojos antes de acercarme a él y depositar un besito en sus labios mientras, por su parte, me entregaba la maleta.
—Te iba a decir que tú a mí más... —había comenzado a decir cuando...
—¡Lucía!
—COÑO 'E LA MADRE, CÁLLATE LA BOCA, NOJODA —no me aguanté más y pegué sendo grito, cansada del puji puji—. ¡YA VOY, MARICO, YA VOY! VERGACIÓN. NAWEBONA 'E LADILLA. POBRECITO EL PERRO QUE TE LADRE.
—...pero iba a sonar demasiado gay —Luisfer terminó su frase, al mismo tiempo en que Fiorella replicaba una vaina ahí toda inentendible al otro lado de la puerta. El chico soltó un suspiro ante la interrupción, con cara 'e loco por el grito que acababa de recibir de mi parte en la pata 'e la oreja, pero ni siquiera así deshizo su sonrisa—. Por eso mejor me quedo con que te quiero burda, chamita. Y mejor vete antes de que los vecinos empiecen a hacer campaña otra vez para que nos boten del edificio por la gritadera.
Coño, cierto, pensé, recordando la vez que pusieron aquel papel en el ascensor kike firme aquí si está de acuerdo con que los venezolanos del 10B, ya que no paran de hacer ruido y hacen la convivencia del condominio imposible, deberían plantearse irse del edificio. Lo peor es que Daniel firmó y todo. Pero coño, ante nuestra defensa, eso había sido por culpa de la rumba que montamos cuando vinieron Andrés y Luisa a visitarnos en diciembre. De resto no éramos nada escandalosos. O bueno, no tanto, pues.
Pero ajá, eso no importa. ¿Viste? Ya me desvié del tema otra vez. Qué peo.
—Te adoro, vale —fue lo último que le dije a Loish con una sonrisita inocente antes de besarle el cachete rápidamente y salir como un peo por la puerta.
Afuera, dejé salir el aire que por alguna razón que no entendía había estado conteniendo. Cuando me di cuenta de ello, fue que caí en que aquel presentimiento que antes te comenté no se había ido como creí cuando hablé con Luisfer. No: seguía ahí, e incluso se había hecho más intenso.
¿Qué coño?, pensé mientras me montaba en el ascensor con mis amigos. Se me ocurrió decirles a ver quién quita y me ayudaban a descubrir qlq con esa vaina, pero al final preferí quedarme callada e intentar que desapareciera por sí solo.
Pero ay chiamo. Si hubiera tenido una mínima idea de qué se trataba, aún hoy en día me pregunto qué hubiera hecho. Aparte de pensar que era senda bruja, claro está.
Pero bueno. Equis. Ya tarde o temprano me enteraría de todas maneras. Se supone.
MANO.
DÍGALO QUÉ NO SHAME ES DEMASIADO BRUTAL.
LA AMO.
GOT NO SHAME
I LOVE THE WAY YOU'RE SCREAMING MY NAME
Ya. Voy a llorar. NPS.
Pero eso sí, alguien que me explique la letra que no entendí. Yo lo único que sé es lo de gritar cuando cogemos y ya.
#Lukepapiyotambiénpuedogritarteelnombreenlapataelaorejacuandoquierasbb
No se diga más
Los amito❣️
— Camz
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