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Las dedikeishons para XthirteenXs , d-dumb , skytears- y mararrietag ❤️
Y una mención extra para littlesofiee que también anda activa en la pista
Nawebona, marica. La descarga de adrenalina que sufrió mi cuerpito en el instante en que vi titilar el corazoncito blanco sobre la pantalla fue tan, pero tan arrecha, que en un acto reflejo solté el teléfono como si este me fuera a morder, mandándolo a volar hasta el piso.
Coño 'e la madre. Bienvenidos a otro episodio de Las Desgracias de Lucía.
Fue sólo una ilusión, intenté convencerme a mí misma mientras me estiraba para recoger el celular sin pararme de la cama. Yo no le di like. Fue un efecto óptico.
Cabe resaltar que estuve a esto:
....de caerme yo también y hacerle compañía a mi teléfono, pero afortunadamente logré agarrarme a tiempo de la sábana para luego volver a sentarme en el colchón.
Una vez recobrado el equilibrio, tuve la valentía de desbloquear nuevamente el celular —cuya pantalla no se había partido, gracias a Dios— y echarle un vistacito a mi cagada más reciente. Así pude descubrir que no, no había sido un efecto óptico: ahí estaba, bien marcadito el corazón rojo. Aunque ahora que lo pienso esa vaina no era roja; era como magenta claro. Pero ajá, like es like, sea del color que sea.
Estando clara que por mucho que lo quitara a la catira igualito le iba a llegar la notificación, enterré la cabeza entre las piernas. Y menos mal que la cobija amortiguó el golpe, porque si no, otro coñazo más pa' la lista.
¿Por qué la cagas tanto?, me preguntaba a mí misma. ¿Por qué eres así, ah? Contéstame, mardita.
Iba a seguir mortificándome, pero dos vibraciones cortas provenientes de mi teléfono me interrumpieron.
No estaba 100% segura de si quería ver o no de qué se trataba —ya me habían pasado demasiadas cosas raras ese día—, pero al final pudo más la curiosidad que el miedo al éxito.
Como el numerito blanco encerrado en un círculo rojo que me indicaba de dónde provenían las notificaciones se hallaba sobre la app de Instagram, volví a abrirla. Y ay chamo con lo que me conseguí apenas entré...
"A lukehemmings le ha gustado tu foto".
Tuve que parpadear varias veces para comprobar que lo que veían mis ojitos no era una imaginación. Y aunque intentara convencerme de lo contrario, no, no lo era: efectivamente, Lucas Roberto Jermmings acababa de darle like a una foto mía del año antepasado.
Nawebona, de paso del año antepasado. Quise sorprenderme y todo, pero después me acordé que aquel era diez veces más pajuo que yo y se me pasó.
Es que marico, Luke, yo por lo menos había dejado la evidencia en una foto reciente, pero tú te fuiste hasta las de hace dos años. Mr. Acoso te dicen a ti. Ni la serie esta, la You.
Total que ajá, la primera vibración que había notado antes —fuera chinazo— se debía al like que me lanzó el niño aquel. Ya era como que mucho peo, pero eso fue de Guatemala pa' Guatapeor cuando me llegué al dm para ver si de ahí provenía la segunda notificación y me conseguí este beta:
lukehemmings
Activo(a) ahora
Deja de acosarme
—
JAJAJAJAJAJA. Este sí es arrecho, nawebona. Su moral en caída libre. El Salto Ángel se quedó pendejo.
Admito que me reí porque estaba clara que era una joda. O bueno, al menos eso creía. Incluso estuve a punto de responderle "cachicamo diciéndole a morrocoy conchúo'", por seguirle el juego, pero justo cuando iba a darle a enviar sentí cómo algo se movía a mi lado y pegué un brinco.
Na'vergación de susto que me eché.
En menos de un segundo pasaron por mi cabeza millones y millonas de escenas de películas de terror, que me hicieron cerrar los ojos con fuerza en modo "si no lo veo, no está ahí". Al final terminé abriéndolos a pesar del miedo, para luego acabar soltando un suspiro de alivio al ver que sólo se trataba de Luisfer.
En un primer momento me le quedé viendo y sonreí con cara 'e drogada. La forma en que los ricitos castaños le caían despeinados sobre los cachetes, su naricita toda bella, esas pestañas tan perfectas... Era demasiado cuchi ese chamito.
Tengo que confesar que la mayoría de noches en las que el insomnio me atacaba solía quedármele viendo un buen rato hasta que a Morfeo le daba por abrazarme otra vez. Sé que suena medio a acosadora, pero no lo podía evitar. Se veía súper apacible mientras dormía, como un ángel —aunque despierto era un demonio el carajito ese—. Era como si me transmitiera toda esa paz, lo que lo hacía la única forma en que podía recuperar el sueño.
Bueno, ajá, como te decía, al principio sólo lo miré con cara 'e pajua enamorada, pero luego volví a la realidad, dándome cuenta de lo que había estado haciendo hasta entonces.
Coño, Luisfer, pensé, de repente sintiéndome demasiado idiota.
Marico, es que yo nojoda. ¿De pana me había permitido a mí misma pensar en Luke teniendo a Luisfer durmiendo a mi lado? ¿De verdad había caído tan bajo? Y no era sólo eso, sino que de paso lo había stalkeado e incluso había estado a nada de responderle un mensaje. Gente estúpida y yo, definitivamente.
No podía creer lo pajua que había sido; por un momento había aplicado la Dory y lo había olvidado todo. Pero ya comenzaba a recobrar el sentido.
Repasemos:
¿Quién era Luke? El imbécil que me había roto el corazón. ¿Y quién era Luisfer? La única persona que había sido capaz de ayudarme a reconstruirlo. Y entonces que volvía a tenerlo intacto, no iba a permitir que la reminiscencia de un sentimiento viejo y desgastado me hiciera cuestionarme quién era la nueva Lucía Rodríguez: una tipa que no se dejaba joder por nadie, que reconocía sus fortalezas y debilidades e intentaba usar estas últimas en su favor; una caraja igual de pajua pero diez veces más arrecha que antes, que en vez de estar aweboniada mirando hacia el pasado, buscaba siempre de disfrutar el presente.
Y ahora es cuando me entregan el título de la NASA por tener un autoestima que llega hasta más allá de los confines del universo.
No, pues, tampoco así, pero sí es verdad que estaba orgullosa de quién había llegado a ser en esos tres años. Y precisamente porque convertirme en esa Lucía me había costado sudor y lágrimas además de bastantes coñazos, entendí que haciendo lo que acababa de hacer estaba mandando todo eso a la mierda y faltándome el respeto a mí misma, cosa que me había prometido que no volvería a pasar.
Así que tomando mi propio consejo volví a agarrar el teléfono, esta vez no para responderle al innombrable sino para salirme del dm, esperando haber dejado un "visto" bien grandote y bien bello en su mensaje.
Siempre divina y poderosa.
Luego de ignorar su intento de establecer comunicación, cerré la app de Instagram y simplemente me quedé ahí sentada a media cama, mirando a la nada con una sonrisa de autosatisfacción.
Admito que se había sentido brutal hacer eso. Y aunque en el fondo una mínima parte de mí se arrepentía, sabía que había sido lo correcto. Con eso me bastaba.
Volteé otra vez hacia Luisfer, aún con esa sonrisita plasmada en mi cara. Al mirarlo, mis dudas desaparecieron instantáneamente, reemplazadas por una total confianza en la decisión que había tomado.
—Acuéstate, vale —dijo con su voz ronquita, haciendo que me asustara como por octava vez en lo que iba de noche.
Mientras yo le bajaba dos al susto, él se dio la vuelta entre las sábanas hasta quedar con la cabeza hacia mi lado.
Ya fuera cague, sonreí nuevamente. —Marico, me asustaste —reconocí, mientras dejaba caer la espalda y me acostaba a su lado. Reposé la cabeza sobre la almohada, dejando mi cara tan cerca de la suya que podía sentir su aliento a Bolibomba de menta.
—Tú siempre o estás tragando moscas, o estás cagada, o te estás cayendo —se rió por lo bajo, aún con los ojos cerrados—. Si no no eres Lucía.
Lo peor es que tenía razón.
—Igual y todo estás claro que no puedes vivir sin mis pendejadas —me encogí de hombros, viéndolo con una cara 'e gafa tipo...
...mientras me reía por lo bajo.
—Yo te amo, chica —admitió, pasando delicadamente uno de sus brazos por mi cintura, debajo de la cobija, a la vez que yo me daba la vuelta y apoyaba mi espalda de su pecho—. A ti y tus pendejadas.
—Y yo a ti, carajito —le correspondí, estando más segura de lo que decía que jamás en mi vida.
Él reposó su barbilla de uno de mis hombros, haciéndome cosquillas en el cuello con su naricita. Yo entrelacé nuestros dedos y sonreí hasta que me fui quedando dormida, sabiendo perfectamente que había hecho lo correcto.
O bueno, eso digo yo.
Ya al día siguiente se me habría olvidado todo lo que había pasado. Cántalo, Maluma.
Bueno, tampoco así como así. Al botón de delete tuve que darle yo misma a punta 'e coñazo, pero lo importante era que ya no tenía que preocuparme por ello.
Olvidarme de Luke nunca había sido fácil, y menos después de un día como aquel. Pero para eso tenía a mis amigos, a mi familia y a todos a los que quería, que me recordaban que mi vida era mucho mejor desde que él no estaba en ella.
Eso fue todo, chamix
5mentarios
No, mentira
Espero hayan pasado un feliz año❤️ Les deseo lo best de los best, y que todo lo que hagan este año les salga brutal
Si no, la culpa sigue siendo de Maduro
Ah, y ¿tú puedes creer que yo me acabo de enterar que Mali Koa es hermana de Calum?
— Camz
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