Une


Martes / 22:36 p.m.

No habla, no ríe, no muestra un atisbo de reacción ante el detallado relato que se escurre por sus oídos. Su hermana está feliz, puede notarlo por la emoción en sus palabras, por la risita tonta que deja escapar al saberse peonza en su, en ocasiones, atropellado hablar. Sus manos parecen intentar dibujar escenarios en el aire y suelta suspiros ilusionados cada tanto que siente las mariposas llegarle hasta los pulmones.

Está enamorada, y Jungkook no necesita ser adivino para darse cuenta de ello, lo sabe porque se ha visto semejante tiempo atrás.

El aire que ingresa desde la rejilla de la ventana es gélida, se pregunta por qué aún no se ha levantado a cerrarla, pero a Yeonwoo no parece molestarle, está demasiado ensimismada en sus relatos amorosos que ha olvidado por completo sentir frío, y Jungkook no es quién para hacérselo recordar. Así que ignora la frialdad en sus pies descalzos sobre el piso de mármol, el tiritar de sus manos aferradas al almohadín en su pecho, está siendo indiferente al gran malestar que se hacina en su pecho tras oírle narrar sin pausas; historias similares a la suya.

—Ahh, Jungkookie... Él es tan genial —alega entre suspiros, volteándose a ver por fin hacia quien no hace más que observar el piso, la alfombra, o quizá la nada misma, quién sabe, ni siquiera él puede discernir a dónde han ido a parar sus pensamientos. Yeonwoo se pregunta si acaso en algún instante fue escuchada siquiera—. ¿Kookie...? Hey, ¿Ya quieres dormir?

El mencionado la mira, quiere decirle que sí, que su cuerpo está helado por ser el único en portar una camiseta de mangas cortas en la habitación, que sus ojos ansían desesperadamente un descanso debido al dolor contenido en su cabeza, que ya no quiere oír más, porque entre más escucha, más proceloso se vuelven los recuerdos. Pero la mira, y en los ojos de su hermana mayor se encuentran las barreras; intactas e inquebrantables, aquellas que lo obligan a detenerse para no romper su burbuja.
Porque están en medio del invierno, pero Yeonwoo pareciera vivir en plena primavera.

Jungkook niega y ella sonríe, aquello le es suficiente para seguir descosiendo los labios, soltando desde ellos el motivo de su felicidad. El menor no está bien, Yeonwoo lo sabe, lo ha presentido algo inestable desde que llegó hasta su habitación minutos atrás, pero no le importa, no quiere importarle mientras siga dichosa en sus razones, prefiere el egoísmo a dejar de lado el motivo que la colmó de sonrisas todo el fin de semana.

—Viajamos hasta Malibú en su auto, él fue como un príncipe en todo momento, Kookie. Si bien dicen que no existen personas perfectas, creo que sí existe alguien perfecto para cada persona, y yo siento que ese alguien para mí es Taehyung...

Escucha, pero quizá prestar oídos no es suficiente. Las imágenes se plantan en su cabeza, y al reproducirlas jura no querer pausarlas jamás.

"Viajes a Malibú en auto"

Mira su reflejo en el espejo biselado a unos metros suyo, aún no entiende por qué no ha movido aquel objeto fuera de su habitación a pesar de dar por hecho odiar mirar su imagen. Y es un hecho que últimamente se le haga difícil comprender demasiadas cosas, pareciera que repentinamente al mundo se le ha antojado vestirse inexplicable...

Nota a sus ojos brillar, quiere culpar a la luna de ello, mas la capa cristalina que cubre sus orbes lo delata.

Yeonwoo está feliz, y él también debería estarlo, pero no puede. Jungkook no cree poder ser feliz ante la felicidad ajena, no esta vez. Sus ojos brillan y no es de dicha...

¿Será melancolía acaso?

"Compartimos el helado de fresa con una cuchara para los dos, a ambos nos encanta las bebidas frías en invierno, ¿no es genial?"

Lo sabe, y quizá sea lo único certero en su cabeza en aquel instante; sus ojos pronuncian tristeza y su cuerpo se congela al oír hasta el más ínfimo detalle, demasiado perfecto, demasiado similar a lo que alguna vez vivió. Y tal vez esa sea la razón por la cual aquellas historias suenan tan repetitivas en su cabeza;
Yeonwoo finalmente ha encontrado a alguien... alguien que Jungkook había perdido.

Era la noche perfecta, un clima de ensueño y el momento era único, tan nuestro...

La playa estaba repleta, sin nadie mientras lo teníamos todo, y Oh, el viento, amor, el viento nos bailaba en los cabellos y tú sonreías en mis brazos mientras culpabas a la arena del cosquilleo en tus pies descalzos

Y justo ahí, pausando tu risa ante mis chistes mal contados, justo ahí deseaba congelarme, pero sé que preferirías dibujar más momentos indelebles antes que atascarnos en un bonito recuerdo.

Pero ya te digo, donde sea que estés, es donde encuentro el amor

¿Quieres oír una confesión?

—Nada que salga de tus labios puede sorprenderme ya

—No busco sorprenderte Jungkook, quiero enamorarte.

—Pensé que ya eras consciente de la situación

—Busco más que esto

—Exactamente como sonaría un avaro. Tú ya me tienes, Taehyung, y solo con sonreir.

—No quiero darme por vencido contigo solo por tenerte... eres más de lo que puedo merecer

—No es así

—Lo es, tengo miedo, sabes. Alguien que nunca ha apreciado nada en su vida teme perder lo único que le da valor, por eso, déjame atesorarte. Porque no puedo no creer en el amor cuando me miras así... Lo que sea que hayas plantado en mi interior Jungkookie, ya floreció, puedo sentirlo porque sus pétalos cosquillean mis paredes cada vez que te veo, y yo siempre estoy viéndote...

Me invitaste a desvelarnos esa noche, y cantamos los clásicos de Billy Joel en la sala de un hotel hasta quedarnos dormidos.

Podríamos adoptar a Malibú como nuestro lugar especial, ¿Volveremos aquí algún día, Taehyung?

—Lo haremos, por supuesto, y Jungkook —sonreíste antes de posar tus manos sobre mis mejillas— Tú eres mi lugar especial.

Yeonwoo sigue hablando, soltando corazones junto a cada oración pronunciada, y Jungkook sólo puede escuchar, deseando que pare, mas nunca la silencia.

Ella piensa que es especial.

Pero, oh, Jungkook lo sabe, todo es reutilizado.

Desde las canciones entonadas, hasta las notas de piano que se dedicaron. Desde los maratones de series musicales, hasta los chistes mal narrados que ella cuenta ahora.

Ella en verdad piensa que es especial.

Pero, Taehyung ¿Cuándo le dirás que hicimos todo eso también?

Yeonwoo es otra actriz, interpretando el papel de un guión repetido.

Ella está intentando burlarse, Jungkook puede notarlo. Él podría estar desangrándose en ese mismo momento y a su hermana no le importaría, sólo necesita seguir "presumiendo su felicidad" frente a él, mostrarle quién ha sido la victoriosa en aquel desafío que sólo ella se había propuesto. Pero ¿Cómo decirle que su historia de amor es un reciclaje?

¿Tendrá Taehyung un Déjà Vu cuando está con ella?

Sus ojos le arden, ¿Desde cuándo ha dejado de pestañear?
Se aferra al almohadín que sostiene en su pecho como si este fuera a regresarle a la realidad, uno en donde los recuerdos no hacen daño, no perturban ni sofocan.

Seguramente su hermana presume a Taehyung con sus amigos diciendo que es tan único. Pero ella no sabe que fue Jungkook quien le enseñó de Billy Joel, fue él quien dedicó esas canciones que ella canta ahora.

Ese era su lugar, Yeonwoo sólo esta usurpando un espacio abandonado de donde él no recuerda cómo lo había perdido.

Las puntadas en su cabeza aumentan y ella no calla.
Siempre la misma historia, una casa vacía, una madre ausente. Es solo él y Yeonwoo, pero desde que su hermana se mudó a un departamento cerca de la universidad en la que estudia hace más de un año, ya solo es él. Yeonwoo lo visita habitualmente, se han vuelto cercanos los últimos meses, o sólo es ella acercándose. Jungkook ni siquiera tiene intenciones de llamarla, pero ella está allí nuevamente.
Y él no sabe cómo decirle que no la quiere tener cerca.

—... ¡Uptown Girl es mi nueva canción favorita! Ni siquiera he podido dejar de tararear la melodía durante toda la semana. Taehyung es tan refinado hasta en sus elecciones musicales...

Por primera vez Jungkook no es capaz mantener a sus labios sellados, y estalla...

Palabras que no sabe muy bien de dónde provienen, pero ha ansiado pronunciarlas desde que Yeonwoo llegaba cada fin de semana hostigándolo con sus relatos amorosos.

Yo... yo lo encontré primero...

_____________
©Mila

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top