Dryden Greends

     Como una gran familia todos comíamos juntos en el comedor.

     —¿Hoy no nos contaras historias? —le preguntó un niño a Rose, rodeado de otros.
Esos niños eran los hijos de quienes lograron sobrevivir a lo de hace 20 años.

     —¡Claro Ander! —afirmó ella, los niños se alegraron al escucarla mostrando sus sonrisas inocentes y llenas de esperanza—. ¿Hmmm, que historia les podré contar?

     —¡Terminamos de contar la del héroe de la espada esmeralda por favor! —Tras escuchar a la niña, que apenas tenía 7 años, miré a Dan el dejó de comer, solo se quedó en silencio.

     —¿Dónde está mi espada? —me preguntó. Extendí mi mano izquierda a un costado y la atraje hasta mi, luego se la alcancé. Tras verla agarrar su espada con nostálgica explosión. Preguntó—: ¿Qué empuñaras está espada sirvió de algo?

     En ese momento tuve un recuerdo, de hace 20 años:

     Decenas de escuadrones cubrian la evacuación de todo el Sector 1. Las Cuidadoras guiaban a los niños a los elevadores, mientras que los edificios se desplomaban por los devastadores enfrentamiento.

     Reapers enfrentando a Reapers, nunca pensé que seria de este modo. Por más que peleamos todo fue inútil.

     —Vamos corran, es la última nave —le decía una cuidadora a los niños delante de ella. Se dirigían a una nave, siendo escoltados por un escuadrón.

     Los infantes del escuadrón comenzó a disparar hacia mi, rápidamente me giré y esta ahí otro de ellos, cuerpo biorobotico de 15 metros y una espada de plasma.
Salte fuertemente en dirección suya y lo partí a la mitad. Escuche una fuerte explosión.

     La nave de refugiados había caído, descontroloda, llena de humo y fuego terminó impactando contra un edificio y explotando.

     Los trozos de escombros salieron expulsados hasta donde yo estaba. No me movía ni un solo sentimimetro, un fragmento de metralla a pesar de rozar mi rostro no dejó herida alguna.

     —¿Volví a fracasar?

     —¡Escuadrón Azul 5, nos encontramos bajo ataque, Distrito K12, llevamos civiles, repito llevamos civiles, solicitamos extracción aére...! —La transmisión se corto segundos después se escucho una fuerte explosión.

     Me dirigí hacia allí lo más rapido posible habían miles de reapers, ningún sobreviviente.

     —¡¡¡Aahhhhhhhhh!!! —El grito lleno de furia despertó mi corazón. El aura de fuego alrededor de mi cuerpo se intensificó aún más.

     Blandi la espada, una vez, y otra, y otra.

     ...

     Estaba cansado, la infraestructura energética cayó en ese momento, los edificios en llamas era lo único que permanecía iluminado el lugar, estaba rodeado.

     Me senté sobre un trozo de escombro y miré hacia arriba.

     "Soy el único que queda con vida" ese crudo pensamiento sacudió mi cabeza. En ese momento escuché a alguien toser entre los escombros, me acerqué rápidamente y tras levantar unas piedras encontré a un niño de unos 13 años.

     Pasara lo que pasara no podía dejar que muriera, miré a mi alrededor los Reapers estaba a menos de diez metros de mi.
Estaba dispuesto a seguir peleando, extendí la espada de filo verde a un lado envolviendola en llamas.

     Todos los Reapers se oxidadaron y se hicieron cenizas delante de mí. Alguien lo había hecho, activaron a la portadora de Vida.

     —¿Coronel Dryden? —Escuche la voz de Zara, por el comunicador—. Ve a la posición 61-west, tenemos sobrevivientes.

     ...

     Le respondí:

     —Si. Intenté comunicarme contigo varias veces pero fue inútil, tenia que buscar a la portadora de Vida, por mucho que lo intente

     Cuando comenzó el ataque el principal objetivo de los Reapers fueron la Naves de desplazamiento sub espacial, la Flota entera fue destruida, no podía ir así que solo me quedó usar esa espada y proteger lo nuestro. Ese día fue un infierno pero... —Miré a los niños comiendo alegremente en las demás mesas junto a sus familiares—... tenemos que seguir peleando.

     —Eso es lo que haremos, tengo cuentas también con Azasell.

     —Cuando eso pasé estaré peleando a tu lado pero, pero tenemos que preguntarnos por que nos salvo a todos.

     —Aún así yo seré quien lo mate.

Dan Reinsd

     Amanecer de un nuevo día; era de madrugada. Mi hermana, Dryden y Zara nos encontrabamos en el hangar. Estábamos a punto de partir. Zara interactuaba con una tablet transparente, dijo:

     —Sus nuevas armadura son capaces de soportar viajes cuánticos, ya ingresé el rumbo de su destino.

     —¿A dónde iremos precisamente? —preguntó Dryden.

     —No está muy claro, no son Coordenadas, La Llaves son capaces de usar la tele transportación pero Dan no cuenta con el tiempo para aprender a hacerlo, así que será inducido por La Tejedora —respondió Zara.

     —Azasell aquel día llegó a nosotros usando la tele transportación —explicaba Rose—. Daewinm le permitía saber en donde se encontraba pero no con exactitud, por eso estaba desorientado en ese momento. Dan también pasaras por lo mismo, no llegaras directamente a Daewinm, pero si estarás serca.

     —Objetivo claro, solo restaría búscarla.

     —Si

     —No nos demoremos —intervino Dryden, ambos caminamos en dirección a un dispositivo con forma de anillo que giraba a gran velocidad.

     Tras poner un pie en el otro lado me encontraba a gran altura, caía a gran velocidad, miraba las blancas nuves a mi alrededor pero no encontraba a Dryden.
Intentaba frenar pero mi habilidad de vuelo se había bloqueado, continuaba callendo a gran velocidad, miré la ventana de la interfaz de mi armadura.

     Ventana: Precaución, choque inminente altura restante 34 000 metros.

     Tras leer la advertencia, simplemente quedé inconsciente.

     ...
    
     ...

     Todo estaba oscuro, pero podía escuchar lo que sucedía a mi alrededor; olas chocando contra las rocas y extraños sonidos melódicos en las cercanías, que no habia escuchado antes.

     Entre tanta oscuridad vi una ventana delante de mí, pero era diferente a la de mi interfaz.

     Sistema: Soñador # 2311: Dan Reinsd, usted a despertado su poder divino, "Omni Dios Donner de la Destrucción" En este sueño podrás manejar la realidad a conveniencia. ¿Desea Aceptar la evolución?

     Aceptar

     Denegar

     Advertencia: Su cuerpo no está preparado para soportar su energía actual, en caso de Denegar la evolución, teminara degradandose conduciendo a una muerte dentro de 12 horas.

     —¿Qué es esto? ¿Una broma de mal gusto? —me pregunté tras leer por completo el mensaje emergente.

     Repentinamente la oscuridad comenzó a disiparse, y la ventana desapareció. Comencé a abrir los ojos viendo a una criaturita; una chica joven con alas de cristal en su espalda, era hermosa de ojos y cabello verde luminoso. Realmente no me impresionó a pesar de que no sabía qué era.

     Me levanté y salí del agujero, supuse que fue creado por mi caída. Era hermoso el mar, a la distancia se notaba la silueta de algun tipo de edificación gigantesca.

     "Ese lugar" pensé con dudas de donde me encontraba—. ¿Dryden puedes escucharme?
Solo escuché interferencia, vi aparecer una ventana de la interfaz de mi armadura.

     Ventana: Sistemas de posicionamiento dañados. Tiempo restante para la reparación 2 horas.

     —Tendré que esperar —pense en voz alta.

     —¿Esperar qué o a quién? —Miré a mi derecha a la criatura de unos 20 centímetros y de cabello verde desprendiendo un brillo como particulas de oro desde sus alas al revoloteara mi lado.

     Di un paso hacia atrás con leve asombro, diciendole:

     —¿Eres real?

     —¡Claro que soy real! —dijo ella, luego apuntó hacia el cielo y dirigío delicadamente su mano hacia el cráter en el que me encontraba, diciéndome—: Vi como caiste, parecías una bola de fuego, me asombre cuando despertaste, por que pense que habías muerto la verdad, es que caíste desde muy alto. —Esa pequeña criatura comenzó a reír, con una pizca de burla.

     Yo no tenia tiempo que perder en estupideces, la ignore e intenté volar, simplemente sentía mi cuerpo extremadamente pesado.

     —¿¡Oye a que juegas?! ¿¡Me estás ignorando?! —preguntó.

     —¿Qué eres?

     —¿Que qué soy? Pues... un hada, ¿es que de donde vienes no hay hadas.

     —No. —Comencé a caminar, adentrandome en el bosque, miraba cuidadosamente los árboles no se parecian a ninguno que hubiera visto antes. Me pregunté:

     "¿Qué planeta es este? He ido a cada planetas habitables en Los Seis Mundos pero ninguno era tan calido como este, era como si el Frío Eterno no hubiera pasado. Si es así podemos abandonar la Tierra y crear un hogar aquí"

     Me sentía aún débil, quizás se debió al usar la tele transportación. Me recosté a un árbol, mareado, nuevamente quedé inconsciente.

     Escuché voces:

     —Fue mucho más fácil de lo que pensamos, al final no era tan duro como dijiste.

     —Estaba inconsiente en el suelo cuando lo encontraron.

     Esa voz me pareció familiar, me encontraba apresado a un anillo en una especie de nave, mirando hacia abajo. Una mano me agarro por el cabello y me hizo mirarla frente a frente, una mirada vivas.

     —¿Cuánto tiempo Dan? —Tras volverla a escuchar la reconocí enseguida, la había encontrado era Daewinm.