¿Primeros cimientos de la torre?

Estudiaban la misma carrera, iban en el mismo grupo, llevaban las mismas clases, aplicaban los mismos exámenes y hasta hacían la misma tarea.

Pero Jungkook y Jimin eran dos personas totalmente distintas, mientras el pelirrosa se preocupaba por mantener sus lentes de lectura en su lugar, el pelinegro se preocupaba por mantener a su mejor amigo a salvo de la policía.

Durante el primer semestre que estuvieron juntos nunca se notaron, Jimin se sentaba en un lado y Jungkook en el contrario, nunca hicieron equipo juntos, nunca cruzaron palabras, el grupo era tan grande como para fijarse en solo una persona. 

Jungkook supo de Jimin hasta que fue a ver a Hoseok a una obra de teatro en la que participaría y su atención fue robada por un joven alto de cabello castaño y rizado, las expresiones, las lágrimas y las palabras que soltaba parecían tan reales que lo dejaron asombrado, su amigo Hoseok también actuaba bastante bien, eso podía admitirlo, pero el nivel del castaño era distinto y generaba una inspiración enorme en su alma, una inspiración artística que no sabía que tenía.

Esa vez intentó acercarse para preguntar su nombre cuando limpiaban el teatro y levantaban la escenografía, pero cuando apenas iba a soltar palabra una persona se le adelantó.

—¡Estuviste asombroso! ¡Eras el ángel del escenario! ¡Te juro que brillabas! 

Un pelirrosa saltó a los brazos del castaño, Jungkook supuso que sería un amigo suyo o tal vez su pareja por el nivel de cercanía que tenían, a primera vista parecía bastante íntimo que tuvo que apartar la mirada de inmediato y desviar el camino hacia Hoseok.

Luego de esa vez fue que empezó a notar al pelirrosa y parecía como si el color de su cabello fuera el único destello en su mundo monocromo.

Supo su apellido en menos de un día cuando una profesora le pidió pasar a resolver un ejercicio.

—Joven Kim, ¿puede resolver el problema?

Al tercer día supo su nombre cuando lo llamaron al fondo de la clase.

—¡Jimin, ven a recoger el bolígrafo que me prestaste!

En el sexto día descubrió su belleza, porque pudo ver su rostro con atención cuando pasó a exponer sobre un tema.

—Soy Jimin, les expondré sobre los efectos de la globalización en la economía durante la última década.

Noveno día, se enteró de que el chico de teatro era su hermano porque escuchó a alguien hablar de eso.

—Los hermanos Kim son como celebridades, Taehyung y Jimin están llenos de pretendientes y Namjoon tiene una pareja guapísima, los envidio. 

Doceavo día, los pusieron juntos en el mismo equipo para hacer un ensayo.

—Joven Jeon y joven Kim, les toca el tema del mercantilismo.

Quinceavo día, conoció su nombre real.

—E-En realidad me llamo Park Jimin, uso el apellido Kim legalmente, pero me gusta el apellido Park para sentir a mi madre cercas, aunque nunca la pude conocer.

Y los siguientes días observó la barrera que construyó caerse lentamente ante la sonrisa gentil de Jimin, el suave tartamudeo nervioso y la mirada oceánica que le suspiraba como una brisa.

—Jimin, vamos a mi departamento.

Tres meses después Jimin le presentó formalmente a Taehyung mientras trabajaban en la biblioteca para un proyecto importante.

—¿Tendré que ir a casa sin ti? —preguntó el castaño con un mohín en los labios—. El camino será aburrido.

—Oh, lo siento tanto, pero Jungkook y yo debemos de terminar esto.

—Creo que te he visto antes, ¿no eres amigo de Hoseok? Vaya, vaya, no esperaba ver a alguien como tú junto a mi hermanito —Taehyung se sentó en la mesa—. Un gusto, me llamo Kim Taehyung, pero eso seguro ya lo sabes.

—Jeon Jungkook —respondió sin mirarlo.

—¿No estrecharás mi mano?

Jungkook alzó la mirada sintiéndose intimidado y acepto el apretón de manos, sintió una corriente eléctrica recorriendo su cuerpo ante el tacto frío y evitó demostrar la sorpresa en su expresión.

—También es un gusto conocerte —alejó su mano lentamente.

—Vi tu mirada la primera vez que fuiste a vernos actuar, el viernes presentaremos otra obra, tal vez quieras venir, será a las seis de la tarde, una obra sobre traiciones y romances fallidos.

—Lo pensaré, no creo que a su familia le guste verme cerca de ustedes por obvias razones que no hace falta mencionar.

—No dejaré que te molesten, el arte es para todos, así que espero verte ahí, Jeon.

Taehyung se alejó sonriendo con la mirada de Jungkook pegada a su figura, Jimin lo notó y devolvió la mirada a sus apuntes. 

Jimin solo intentaba deshacerse de la sensación amarga que le producía eso.

Lo de siempre, todos quedaban hechizados ante Taehyung.

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