—Solo eres tú, siempre serás solo tú...

Entre suspiros y sonrisas, el lunes despertó solo porque tenía a alguien entre sus brazos y podía sentir su respiración adormecedora, ah, amaba la sensación.

—Buenos días —escuchó esa voz dulce.

—No recuerdo cómo terminamos aquí —contestó Jungkook.

En realidad, no recordaba mucho desde el viernes en el que Hoseok se fue antes de que la lluvia volviera, pero tenía un recuerdo endulzante en la puerta.

—Regresé anoche —contestó Jimin—, tomaste muchas cosas, así que tuve que traerte a la cama por mi cuenta, ¿te sientes mejor?

Jungkook negó con la cabeza, le gustaba ver la cabellera rosa de Jimin toda despeinada, era una pena que aún sentía todo vibrando, los colores eran vividos, el sonido abrumador y el mundo distorsionado.

—Hay que ir a la universidad antes de que se haga tarde.

La mano de Jimin acarició el pecho de un Jungkook sonriente, el pelinegro estaba complacido, el tacto se sentía más profundo que nunca y le erizaba la piel con cada roce.

Sus sentidos estaban sensibles.

—N-No puedo ir hoy —Jungkook acarició la mano del contrario—, aún me siento mareado y Yoongi me interceptara con preguntas cuando lleguemos.

—Para él eres el más sospechoso, ¿no? —preguntó Jimin con una suave voz color carmín, seductor, atractivo y astuto.

—¿Por qué será?

—Es mi primer advertencia, Jungkookie —Jimin se movió colocándose sobre Jungkook y posicionó sus rodillas a cada lateral suyo—. Quiero enseñarte todo lo que puedo hacer si no te declaras como culpable pronto. 

—Jimin-

—Puedo hacer que tu amigo sea llevado por la policía fácilmente, todo esto es obra mía, estaré detrás de todos, de Yoongi, de Hoseok... ¿Quién sostenía el volante ese día? 

—¿Por qué te metes en esto? No entiendo de qué o de quién te vengas...

—Haz memoria, Jeon, haz memoria...

Jungkook cerró los ojos, cuando los volvió a abrir era de noche una vez más y Jimin ya no estaba.

"Prométeme que lo cuidarás".

La cabeza le dolió.

Algo bloqueaba todos sus recuerdos. 

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