Capítulo 7

Pero al final, todos se alejan.// Incluso aquellos que prometieron quedarse.

Tom y tú subisteis la colina donde un montón de vuestros recuerdos estaban enterrados. Sentiste un sentimiento de paz por tu cuerpo cuando te sentaste en el césped. Habías echado de menos ese lugar, pero echabas aún más de menos a Tom, lo que te no te dejó otra opción más que evitarlo.

A Tom le encantaba ese lugar, estaba feliz de volver y estaba feliz de que estuvieses con él. Por supuesto que había echado de menos hablarte de las estrellas durante horas, pero sobre todo había echado de menos tu risa cuando escuchabas las historias que se inventaba, historias como la de la nube que parecía un conejo o como la del barco pirata. Tom echaba de menos esos momentos con su mejor amiga.

Los dos estabais tumbados en el suelo cuando viste que vibraba tu teléfono, con un nuevo mensaje de Harrison, preguntando si habías llegado bien a casa y si Tom se había comportado como un caballero.

-Harrison pregunta si te comportaste por el camino- Reíste enseñándole a Tom el mensaje, quien se empezó a reír también.

-Qué estúpido- Sacudió su cabeza mientras volvíais a estar en un pacífico silencio. Un silencio del que no te cansabas. Te encantaba como os tumbabais ahí, al lado del otro, sin decir una palabra y aun así se sentía como si fuera la conversación más alucinante. Eso era Tom y T/N.

-¿Sabes? No entiendo por qué Harrison y tú nunca empezasteis a salir- Tom dijo de repente, con los ojos puestos en el cielo.

-¿Harrison y yo?- Te partiste de risa- ¿Por qué iba a salir con Harrison?- Lo que dijo te confundió, si había un chico en este planeta con el que nunca saldrías, ese era Harrison. Obviamente era muy amable contigo y era un chico genial, pero después de todos esos años era como un hermano para ti.

-¿Porque los dos claramente os gustabais hace unos años?- Tom preguntó confuso, no se esperaba esa reacción y tu respuesta.

-¿Dónde has escuchado eso? ¿Harrison y yo saliendo? Joder no-Reíste haciendo que Tom girara su cabeza para mirarte.

-No te acuerdas, ¿verdad? La noche de la fiesta de Luke...¿unos días antes de que dejáramos de hablar?- Tom preguntó, confundiéndote. Pensabas que había sido una fiesta normal en la que los tres volvisteis a  casa a las cuatro de la mañana, vaciasteis la nevera de la casa de los Holland, os quedasteis dormidos en la cama de Tom y os despertasteis con unas horas de la fiesta de las que no os acordabais.

-Antes de que dejaras de hablarme- Corregiste al moreno sentado a tu lado ya que tu cerebro estaba intentando acordarse de lo que pasó en aquella fiesta.

-Eso no importa- Tom gruñó.

-Sí, Tom, sí que importa. Yo nunca dejé de hablarte, nunca. Quería arreglar lo que fuera que te pasara en aquel entonces y no te quería perder. No estaba preparada para decirte adiós, pero tú claramente sí lo estabas.-Estabas cansada de que Tom no se diese cuenta de que era él el que se fue y que todo esto era por su culpa. Querías que supiese que tú ibas a estar ahí, para siempre, y que él fue el que tomó la decisión por los dos.

-Yo tampoco, pero no tenía otra opción. ¿Pensabas que quería hacer eso?

-Eso es la gilipollez más grande que he escuchado, Tom. ¿No tuviste elección? Oh, por supuesto que la tenías. Tuviste miles de opciones, pero elegiste ignorarme, arrancarme el corazón y dejar a otros arreglarlo. ¿De verdad pensabas que la única opción que tenías era romperme, borrarme de tu vida, hacer como si no supieras mi nombre y después volver para hacerlo todo otra vez? Si no querías hacerlo, entonces ¿por qué coño lo hiciste, Tom?- Sacudiste la cabeza y te levantaste, no querías que te viese llorar por él otra vez. Tendrías que haber sabido que esto era una mala idea- Esto ha sido un error, lo siento Tom.

-T/N- Tom se levantó del suelo antes de acercarse a ti. Quería rodearte con sus brazos, pero te vio encogerte solo con ver que se acercaba a ti, así que decidió no hacer nada.

-No puedo hacer esto, Tom. Esto, esto es demasiado, yo, solo déjame en paz- Pusiste tus brazos alrededor de tu cuerpo y empezaste a caminar de vuelta a casa, dejando a Tom atrás.

¿Te acababa de perder otra vez?

El chico se sentó y apoyó su cabeza en sus manos, pensando en la noche de la fiesta, la noche en la que sintió que te había perdido por primera vez.

Harrison, Tom y tú habíais sido invitados a la fiesta de uno de vuestros amigos, Luke, y de alguna manera acabaste en el patio con Harrison, quien estaba igual de borracho que tú. Los dos os sentasteis en el césped, dándole la espalda a la fiesta mientras Harrison ponía su brazo sobre tu hombro, acercándote a él ya que hacía demasiado frío fuera como para que estuvieras solo con un top.

-¿Sabes qué? No lo entiendo...tu rollo con Tom-Dijo Harrison, haciendo que se te parara el corazón. Más o menos habías asumido a dónde iba a ir a parar esa conversación y no estabas muy segura de si estabas preparada para tenerla.

-¿Qué? ¿Qué rollo?

-Oh, vamos, ¿te crees que estoy ciego? Puedo ver como te mira y como le miras. Ha sido así durante cuanto, ¿Cuatro años ya? Deja de negarlo, por el amor de Dios.

-Yo, ¿qué?- No sabías que Harrison se había fijado en las miradas que le echabas a Tom. Pensabas que estabas siendo sutil con tus sentimientos, pero el rubio se dio cuenta de los pequeños detalles de sus mejores amigos.

-T/N- Harrison empezó- Los dos sabemos que hay algo.

Ninguno os disteis cuenta de que Tom iba hacia vosotros, solo escuchando la última parte de vuestra conversación. El chico empezó a ir más despacio hasta que se paró y te oyó hablar de tus sentimientos.

-Yo, no sé. Somos amigos,pero... sí claro, las mariposas están ahí. Es duro admitirlo, no quiero arriesgar la amistad que tenemos, pero sí, definitivamente hay algo- Tom te oyó decir,haciendo que se le revolviera el estómago. El chico no había escuchado a Harrison preguntar por ti y por Tom, así que asumió que los dos estabais hablando de lo que sentíais el uno por el otro.

-¿Por qué nunca intentaste hablarme sobre ello? Quiero decir, me puedes contar lo que quieras ¿sabes?- Harrison preguntó, acercándote a él ya que estabas empezando a temblar. No estabas segura de si era porque acababas de confesar tus sentimientos por Tom o por que hacía frío fuera.

En ese momento Tom ya había escuchado suficiente, se sentía mal por haber escuchado vuestra conversación, pero al mismo tiempo sentía como su corazón se rompía silenciosamente en pequeños pedazos. El chico nunca se habría imaginado que te enamorarías de su mejor amigo y nunca había visto a Harrison como alguien que era más que un amigo para ti. Recuerdos tuyos estando con Harrison aparecieron en la cabeza borracha de Tom.

La peor parte era que podía verlo, podía ver la manera en la que te había rodeado con su brazo, veía como te apoyabas en él, y vio que los dos pegabais juntos. Y con ese pensamiento circulando por su cabeza, su cabeza borracha estaba convencida de que Harrison y tú formabais una buena pareja.

Tom dejó de prestar atención a todo lo que le rodeaba mientras sentía como se le formaba un nudo en la garganta, quería gritar, quería llorar y quería dejar de sentir.

¿Por qué se había enamorado de ti en primer lugar?

Tom volvió a su casa donde su único plan era ahogarse en alcohol, sacarse esos pensamientos de su cabeza e intentar ser feliz por ti y por Harrison. Harrison era un tío genial y te merecías al mejor chico. No sabía entonces que no hablabas de su mejor amigo.

Tu conversación con Harrison continuó y si Tom hubiera escuchado unos minutos más, se habría salvado y más tarde a ti de un corazón roto.

-Sé que te puedo contar lo que sea, pero es que... no sé, es Tom por el amor de Dios, no puedo arriesgar eso.

-Te gusta- Harrison dijo, sin necesitar que le dieras una respuesta, porque sabía que te gustaba.

El rubio veía lo sonriente que te volvías cuando Tom se sentaba al lado tuyo, veía como se te iluminaba la cara cada vez que Tom te hacía reír y como actuabas con Tom. No era como si mostraras abiertamente tus sentimientos, por supuesto que no lo hacías, si los hubieras mostrado Tom se habría dado cuenta, pero Harrison veía como actuabas con su mejor amigo y como actuabas con él, y para él había una clara diferencia, porque estabas enamorada de uno de ellos, y definitivamente no era Harrison.

-Y-yo, sí, supongo que sí me gusta- Susurraste más para ti que para Harrison. Nunca te admitiste a ti misma que te gustaba Tom.

Te gustaba, sí. Sentías algo por él, sí. Te enamoraste de él, sí. Pero también lo querías, más que a nada del mundo. Poco sabías que esa iba a ser la última vez en mucho tiempo que dirías esas palabras en voz alta.

-Pero no creo que fuera a funcionar entre nosotros.

-Oh, por favor. Los dos ya actuáis como una pareja, no creo que fuera a hacer daño que al final os pusierais una etiqueta ¿no?- Harrison rió, pensando en todos los momentos en los que la gente os había visto como una pareja.

-¿Qué pasa si nos peleamos? ¿Qué pasa si rompemos? ¿Qué pasará entonces?- Preguntaste finalmente hablando de tus miedos en voz alta.

-Seguiréis siendo Tom y tú entonces, no creo que nada pueda arruinar lo que tenéis-Harrison sonrió, intentando animarte mientras Tom se ponía hasta el culo de alcohol, antes de acostarse con la próxima chica que estaba dispuesta a que le metiese la lengua por la garganta.

Nada más llegar a casa, te preparaste para ir a dormir. Estabas tumbada en la cama, con el pequeño sol entre tus dedos mientras intentabas averiguar que había querido decir Tom al mencionar la fiesta. No importaba cuanto lo intentaras, los recuerdos de aquella noche se negaban a volver. ¿Por qué te había preguntado por ti y por Harrison y por qué pensaba que los dos os gustabais?

Aún había demasiados pensamientos circulando por tu cabeza cuando finalmente te dormiste, esperando que el día siguiente te diera respuestas para todas esas preguntas sin solución.

-No tuve otra opción.

¿Mentiras?

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