Solo Tom y T/N, ¿verdad ? Eso es lo que los dos os seguisteis diciendo a vosotros mismos durante las últimas cuatro semanas. Después de que tuvierais la charla, los dos os las habíais apañado para volver a ser como antes sorprendentemente rápido, y sería mentira si dijese que no te daba miedo. ¿Era de verdad tan fácil?

Tom te había hecho daño y ahí estabas, tumbada en sus brazos en la cima de la pequeña colina, disfrutando de su presencia a tu lado. Escuchar el latido del chico en tu oreja, sentir como te daba besos en la oreja y oír su dulce voz mientras señalaba otra estrella te hizo darte cuenta de que solo estar con Tom juntaba las piezas rotas que estaban dentro de ti.

Los dos habíais pasado el día después de la charla haciendo nada más que hablar. Hablasteis sobre lo que el otro se había perdido en los últimos tres años. Mientras hablabais de pequeñas cosas que habían pasado en vuestras vidas, te diste cuenta de que no habíais dejado de cuidar del otro. Tom sabía sorprendentemente mucho sobre las cosas que te habían pasado y tú sabías más de él de lo que pensabas.

También hablasteis de Jack. Para ti, no había mucho de lo que hablar. Después de que te dijese esas cosas, no querías volver a sus cara otra vez y estabas segura que en cuanto Tom la viera no volvería a ser tan bonita como antes. Tom aún estaba enfadado, aún se arrepentía de no haber aprovechado la oportunidad de pegarle a tu ex-novio y aún deseaba que hubiera sido él y no Harrison el que le hubiera pegado.

Jack te había llamado dos veces, pero se rindió rápido. Algunos de vuestros amigos en común te mandaron un mensaje, te preguntaron sobre la ruptura y te dijeron que Jack te echaba de menos, a lo que respondiste que estabas cien por cien harta de él y que sabía exactamente lo que había hecho mal. Aún te gustaba Jack como la persona que te había ayudado en los momentos malos y no había nadie que pudiera quitaros eso, pero también sabías que estar en una relación con él era algo que no querías para ti.

Si había una persona que estaba más feliz porque Tom y tú habíais vuelto a hablar que vosotros, era Harrison. El chico fue a pasar un rato con su mejor amigo y casi hace una voltereta hacia atrás cuando os vio durmiendo en la cama, justo como en los viejos tiempos.

-¿Quién eres?- Te despertó una voz que estaba claro que no era de Tom. La persona de la que provenía la voz te pellizacaba la cara constantemente, haciéndote gruñir. Abriste los ojos para encontrarte con los ojos más azules que habías visto en tu vida.

Te habías perdido el primer día de clase después de las vacaciones de verano porque habías estado mala durante los últimos dos días y tus padres decidieron que sería buena idea dejarte quedarte en casa otro día. Estar mala no te impidió pasar tiempo con tu mejor amigo. Por supuesto que tus padres te habían dicho que no podías pasar la noche en casa de Tom, pero el chico insistió en cuidar de ti y que no le importaba ponerse malo también. Los dos padres sabían que no había manera de separaros,sabían que si decían que no, Tom de laguna manera de las apañaria para entrar en tu cuarto.

Así que allí estabas, siendo despertada en mitad del día, sintiéndote más pesada que antes.

-¿Quién eres y dónde está Tom?- Murmuraste mientras te ibas levantando poco a poco.

-Soy Harrison,¿quién eres tú? - El chico rubio sonrió mientras se sentaba en la cama de Tom a tu lado.

-T/N, ¿Qué estás haciendo aquí?- Decir que estabas confusa por la cara desconocida en la habitación de Tom era quedarse corto.

-Tom me ha invitado a jugar con su PlayStation. Está cogiendo algunos snacks y bebidas- Harrison se encogió de hombros.

-Y... de nuevo, ¿quién eres tú ?- Dijiste mientras te incorporaba antes de mirar a Harrison ¿quién demonios era ese chico?

-Me he cambiado de escuela, así que soy el chico nuevo y Tom ha sido el primero en hablar conmigo, así que he decidido que sea mi amigo--Harrison rió, haciéndote reír.

-Ten cuidado con él, una vez que os hacéis amigos, no te librarás de él- Reíste, decidiendo que Harrison sería tu nuevo amigo también y que lo ibas a conservar.

-¡Eh! No lo he traído aquí para que os burléis de mí- Tom puso los ojos en blanco mientras entraba en la habitación,con una sonrisa en la cara mientras veía como su amiga más vieja se hacía amiga de su nuevo amigo.

-¿Desde cuando conoces las estrellas mejor que yo?- Reíste mientras Tom señalaba otra constelación que no habías visto hasta entonces.

-Me lo estoy inventando, T/N- Soltó una risa.

-Estoy segura de que no, ¿desde cuando conoces todas esas constelaciones?- Sonreíste, girando la cabeza para mirar al chico que ya te estaba mirando.

-Astronomía para tontos- Murmuró mientras te partías de la risa- Vale, vale, sigue riéndote de mí.

¿Se había leído Tom ese libro por ti? ¿Par impresionarte? Sonreíste al pensar en Tom sentado en su casa, aprendiendo sobre cientos de constelaciones para que pudiese ser el que las señalase y no tú.

-Estoy sinceramente sorprendida- ¿Por qué lo hiciste?

-Intenta adivinarlo, joder T/N- Tom puso los ojos en blanco mientras su mano iba hacia tu cara para poner un pelo que se había escapado detrás de tu oreja.

-¿De verdad intentabas impresionarme con eso?- Reíste mientras Tom gruñía y ponía su cabeza en el suelo- Dame una respuesta Tommy.

-¿Qué crees? Por supuesto que quería, tenía 17 años y estaba locamente enamorado de ti. Por supuesto que intentaba impresionarte- Tom rió, aún mirando al cielo y evitando mirar a tus ojos, quienes seguían concentrados en la cara del chico.

Nunca te cansabas de que Tom hablase de estar enamorado de ti. La verdad era que no querías nada más que que aún fuese verdad. Estabas segura de que aún le querías, pero estabais de vuelta en un punto en el que tenías mucho miedo de decirle como te sentías. Habíais vuelto a hablar y no querías perderle de nuevo, pero el último mes te había mostrado que Tom era con quien querías pasar el resto de tu vida.

-Adorable-Reíste mientras tu dedo pasaba por su camiseta. Tom se había puesto mucho más cachas en los últimos tres años, resultando en que tu corazón empezara a acelerarse cada vez que notabas sus abdominales debajo de su camiseta.

Tom se sintió temblando cuando le tocabas. Entrelazando su mano con la tuya que estaba encima de su estómago, sabía que quizás era por fin hora de decirte que aún estaba locamente enamorado de ti. El chico sabía que probablemente estaba arriesgando todo al decirte sus sentimientos, pero también sabía que no iba a cometer el mismo error dos veces.

Tom habló con Harrison sobre sus sentimientos esa vez y Harrison le dijo que fuera a por ello, a decirte todo y que nunca te volvería a dejar ir. El rubio no iba a ser el que se quedase mirando desde un lado si empezabais a comportaros como idiotas otra vez, pero también sabía que su mejor amigo no la iba a joder de nuevo.

-¿P-puedo decirte algo?- Tom preguntó mientras sentías como su corazón iba más rápido. Sus ojos marrones estaban centrados en ti otra vez, haciéndote desear que pudieras mirarlos eternamente.

-Claro- Sonreíste.

-N-no sé como empezar esto o...o como terminarlo pero, eh, sé que solo han pasado un par de semanas y que hemos vuelto a hablarnos y...y que probablemente esté arriesgando demasiado ahora mismo pero sinceramente no quiero cometer el mismo error dos veces así que...- La voz de Tom estaba temblando. Probablemente nunca habías visto a Tom tan nervioso. Tu corazón estaba acelerado mientras pensaba en lo que te iba a decir- Eh, sí, esto es difícil, joder. Nos separamos hace unos años porque estaba demasiado asustado como para decirte como me sentía y, y no voy a cometer el mismo error. No podría estar más feliz de que me hayas dado una segunda oportunidad y no podría estar más feliz de tenerte en mi vida de nuevo, pero...pero siento como si necesitase ser completamente sincero contigo y decirte que s-sigo enamorado de ti.

Tu mente se puso en blanco. Habías estado soñando con este momento durante años, no que le jodan, por años y ahora tu mente estaba en blanco. No sabías que decir. Querías decirle que aún le querías, querías decirle que era el que te hacía feliz y querías decirle que ese era el principio de volver a reescribir vuestra historia.

Pero no podías decir nada.

-E-entiendo que necesites tiempo y...y entiendo completamente que no sientas lo mismo y que haya cagado todo esto yo solo, pero s-solo quiero que sepas que incluso aunque esté enamorado de ti, no voy a joder nuestra amistad esta vez. Solo...solo quiero ser sincero contigo, pero no quiero volver a perderte por mis sentimientos. No otra vez- Tom dijo al ver que no reaccionabas.

Sentiste como una lágrima se escapaba de tu ojo, pero por primera vez en años, era una lágrima de felicidad.

-T/N, joder, no quería hacerte llorar. Joder, di algo por favor- Tom sintió como entraba en pánico cuando vio tu reacción a su confesión. No estaba seguro de qué esperaba, pero definitivamente no quería hacerte llorar otra vez.

-Te quiero- Finalmente conseguiste susurrar mientras Tom te secaba las lágrimas con su pulgar, porque quizá, este era vuestro destino, aunque tuvierais que trabajar para que funcionase al final.

-¿Q-qué?

-Aún te quiero, Tommy- Sonreíste mientras sentías como te acercaba el chico que estaba a tu lado. Vuestras caras solo estaban a unos centímetros y vuestros labios a unos segundos de que se tocaran por primera vez desde que teníais 14 años.

A veces todo lo que necesitas es una segunda oportunidad//Porque el tiempo no estaba preparado para la primera.