Capítulo 12
Pero al final, todos se alejan.// Incluso aquellos que prometieron quedarse.
-Gracias, Tommy- Susurraste mientras apretabas la mano de Tom, aún no estabas preparadas para que se fuera. Puede que te hubiera hecho daño como nunca nadie te lo había hecho, pero no te habías sentido tan segura en un montón de tiempo.
Tom era tu lugar seguro.
Los dos os quedasteis en vuestros sitios durante unos minutos más, sólo disfrutando de estar el uno al lado del otro. Tom escuchó tu respiración mientras se iba calmando poco a poco. Dejaste que las últimas lágrimas rodarán por tu mejillas mientras empapabas su camiseta aún más. Dando suaves besos en tu frente, Tom se las apañó para dejar que emociones positivas aparecieran de nuevo en tu cabeza.
Harrison volvió después de contarles a vuestros padres que había pasado, sin molestarse en dar detalles. El rubio quería asegurarse de que ese tío nunca volviese y de que tu familia supiese lo mal que te había tratado. No había una disculpa lo suficientemente buena que le sirviera a tu padre para volver dejar pasar a ese chico por la puerta de tu casa otra vez, y no te importaba ni un poco. Ibas a superarle. Te las habías apañado para vivir sin Tom por tres años así que estabas convencida de que ibas a poder vivir sin Jack.
-T/N-Oíste a Harrison decir, haciendo que te apartaras de los brazos de Tom para darle un abrazo al rubio.
-Gracias Harrison. No tenías por qué haber hecho eso- Sonreíste mientras te apartabas del abrazo.
-Ah, sí tenía, mira, yo solo le pegué un poco. Aquí el pequeño Tommy habría intentado matarlo, los dos sabemos como de protector se puede poner este chico-Harrison rió mientras Tom ponía los ojos en blanco, sonrojándose un poco.
-Deberías ponerte algo de hielo ahí, campeón-Dijiste mientras tocabas la piel hinchada de Harrison.
-Campeón ¿eh? Me lo quedo. ¿Ha tenido que hacer falta un puñetazo en la cara de tu ex-novio para que me des un apodo guay?-Harrison rió mientras te rodeaba con un brazo para acercarte a él.
-¡Tengo un montón de apodos guays para ti!-Protestaste, sabiendo que en realidad no.
-¡Borracho, idiota y estúpido no cuentan!
- No te olvides de gilipollas y bobo-Tom intervino, haciendo que te partiera de la risa.
Tom sintió como su corazón se calentaba con solo oírte reír. Amaba tu risa y en ese momento se juró que nunca volvería a ser el chico que te haría llorar. Quería ser el que te hiciese sonreír. Quería ser el que te hiciese reír cuando estuvieses triste. Quería ser el que te hiciese feliz.
-Os odio a los dos-Harrison sacudió la cabeza, pero no podía estar más feliz por el hecho de que tú y Tom estabais en el camino hacia la amistad, o más, otra vez. En ese momento, Harrison iba a ser el que se asegurase de que sus dos amigos se confesaron sus sentimientos. No iba a aguantar más gilipolleces de los dos sobre no pegar juntos o sobre estar muy asustados, porque ahora los dos sabíais que era definitivamente peor estar alejados que juntos.
No te sentías con ganas de estar alrededor de la gente pero tampoco le querías arruinar la fiesta a los demás, así que estabas intentando averiguar cómo salir de allí y solo estar sola con tus pensamientos.
-¿Quieres que nos vayamos? - Tom preguntó mientras estabas sentadas sentada en el sofá a su lado, mirando a Harry discutir con Harrison sobre si las cebras eran negras con rayas blancas o blancas con rayas negras.
Tom vio lo mucho que querías salir de allí, claro que lo vio, aún te conocía por dentro y por fuera- Ven, conozco la distracción perfecta- El moreno sonrió antes de que te levantará de tu asiento y dijera que los dos os ibais a dar un paseo.
Tu paseo no se parecía mucho a un paseo, era más un "paseo a casa de Tom para que pudiera hacer que Tessa se acurrucara contigo"- El chico quería envolverte en sus brazos y tumbarse contigo. Quería que te durmieras en sus brazos, pero no iba a hacer algo tan brusco, no después de que acabaras de romper con tu novio, así que decidió que Tessa sería genial para reconfortarte, y tenía razón.
Justo cuando entraste en la casa tan familiar, inmediatamente te sentiste como en casa de nuevo. Te quitaste los zapatos y antes de que pudieses preguntarle a Tom que estabais haciendo allí, viste al Blue Staffy correr hacia ti, haciendo que te arrodillaras para saludarlo.
-Supuse que necesitarías a un compañero de cuatro patas para acurrucarte-Tom te sonrió mientras lo mirabas con la sonrisa más grande mientras intentabas dejar que Tessa te chupa se tu cara al mismo tiempo.
-¿Quieres ir arriba?-Tom se rascó la parte de atrás de su cuello, inseguro de qué hacer después. El chico tenía miedo de cagarla y perderte de nuevo, pero para su alivio asentiste y te levantaste para seguirlo a su habitación.
Su habitación, una habitación en la que los dos habíais compartido tantos momentos. Una habitación a la que no habías entrado en tres años. Una habitación en la que habías pasado casi todos los días de tu infancia.
-¡Mamá, me voy a la casa de Tom!- Gritaste mientras te ibas de tu casa para ir a la de tu mejor amigo. Era más o menos una rutina diaria pasar el día en la casa del otro haciendo los deberes o simplemente disfrutando de la compañía.
-¡Vale! Pásatelo bien. ¿Vas a venir a cenar o no?- Tu madre gritó desde la cocina.
-Eh, sí, probablemente con Tom. Creo que sus padres se van esta noche, así que se estará muriendo de hambre- Reíste mientras te despedías e ibas a casa de Tom.
Abriste la puerta con la llave que tus padres te habían dado cuando tenías 12 años. Llamando a la puerta de Tom antes de abrirla, viste a tu mejor amigo sonreír pero sin molestarse en levantarse de donde estaba jugando a la play.
-Hola Tommy- Saludaste mientras te tirabas en su cama.
-¿Quieres jugar a un juego?- Sonrió, sin molestarse en saludar.
-Tenemos deberes- Reíste mientras le tirabas su libro de matemáticas, por poco dándole en la cabeza. Tom cogió el libro, tirándotelo de vuelta mientras centraba su atención en la televisión.
-No.
-Eh, sí- Reíste, levantándote de su cama para ir hacia él.
-Podemos hacerlos luego-Se quejó mientras te ponías detrás de él, pasando tus manos por sus suaves rizos.
-Tommy-Hiciste un puchero, sabiendo que tarde o temprano cedería. No era como si todos los días fueran así.
-Oh, por el amor de Dios, ojalá tus padres nunca te hubieran traído aquí- El chico rió mientras apagaba la televisión y se centraba en ti.
-Eso es ser maleducado.
-¿En serio tenemos que hacer los deberes ahora?-Tom se lanzó encima de ti, ya que te habías vuelto a tumbar en su cama, intentando resolver el primer ejercicio.
-Bájate, gilipollas. Y sí, tenemos que hacer los deberes ahora.
-Ugh, ¿ves? Por eso Harrison es más guay que Tú- Tom se apartó de ti rodando mientras se tumba a sobre su estómago para empezar a hacer los deberes.
-Ya te gustaría, los dos sabemos que es muy patético-Pusiste los ojos en blanco mientras empujabas al chico, haciendo que se cayera de la cama y te hiciese partirte de la risa.
-¿T/N?- Tom llamándote te sacó de tus pensamientos.
-¿Huh?
-¿Va todo bien? Te he preguntado si querías una taza de té- Preguntó mientras lanzaba las camisetas que estaba en su cama a la esquina-Siento el desorden.
-Ni me molestaba antes ni lo hace ahora- Soltaste una risa- Y sí, una taza de té me vendría genial.
-Ahora vuelvo, no te cortes en acomodarte y estoy seguro de que Tess se te va a unir en la cama en unos minutos. Oh, y, eh, si quieres, puedes coger una sudadera, o, eh, no. No sé, sé que te gustaba llevarlas, así que...- Tom te sonrió antes de dejarte sola en su habitación para haceros té y mandarle un mensaje a Harrison para que le dijese a tu familia que estabas bien y que solo necesitabas descansar.
Paseaste por la habitación, mirando lo que había cambiado con el paso de los años cuando te paraste en frente de su corcho. Viste que muchas de las fotos puestas en él eran de su hermano y de Harrison, pero la foto que destacaba más era una de él y de ti en la noche de la boda de su primo. Nunca habías visto esa foto, pero era una de vosotros bailando, justo antes de que Harrison os hubiera interrumpido. Posando los dedos en la fotografía, sentías como te dolía el corazón. ¿Qué había pasado para que Tom te hubiera hecho ese daño? Porque estabas convencida de que en la foto parecía más feliz que nunca.
Tom vio como tus dedos se deslizaban por la foto cuando volvió con dos tazas de té en la mano y Tessa se apoyaba en sus talones. Hasta ese día no estaba muy seguro de que por qué había puesto esa foto en el corcho, pero no podía olvidarte por completo y eliminarte de su vida, así que se comprometió y se juró a sí mismo que esa foto de vosotros dos sería el único recuerdo tuyo, creo que se puede decir que falló por completo.
-Tu té- Sonrió, ofreciéndote el té.
-Gracias- Le mandaste una sonrisa mientras veías a Tessa en la cama, mirándote como si estuviera esperando a que te le unieras. Yendo hacia el perro, te acomodaste mientras Tom ponía una película y se te unía, así que Tessa estaba tumbada entre los dos y disfrutaba de ser acariciada por los dos lados.
Sentiste como te adormecías más y más con cada minuto que pasaba y sentiste ansias de estar en los brazos de Tom cada vez más fuertes. Echabas de menos sus abrazos. Echabas de menos tumbarte a su lado. Echabas de menos que te diera besos en la cabeza cuando te quedabas dormida en sus brazos.
Echabas de menos a Tom.
Sentir sus dedos accidentalmente tocar los tuyos cada pocos minutos cuando tus manos acariciaban el suave pelo del perro te hacían desear que te abrazara y que te dijese que todo iba a estar bien y que Jack era solo un chico estúpido que no importaría en unos meses.
-¿Tommy?- Preguntaste, el sueño se notaba en tu voz.
-¿Hm?
-¿P-podemos abrazarnos?- Susurraste, no estabas segura de si te había oído.
Tom no respondió pero hizo que Tessa se levantase de donde estaba en medio de vosotros dos para que pudiese ponerse encima de ti. El blue staffy se acomodó en tus piernas cuando Tom finalmente te abrazó, haciendo que te olvidarás de todo lo que había pasado en las últimas cinco horas.
-Te tengo, cariño-Sentiste como el chico te daba un suave beso en la cabeza mientras te dormías, dejando al chico a tu lado sentirse como el chico más afortunado del mundo en ese momento.
-Eres todo lo que necesito en mi vida.
Verdad.
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