6-six

Taehyung se preparaba para salir de su habitación ya cambiado y listo para desayunar. Le había costado conciliar el sueño después de haber tenido uno húmedo con su nuevo inquilino. En plena madrugada, el azabache se había despertado con un duro problema entre sus piernas después de haber soñado que Seokjin golpeaba una y otra vez en su punto dulce.

«Me convirtió en un adolescente hormonal» pensaba.

Al salir, Jungkook salía a la par que él.

—Buenos días, cosita —decía el pelinegro apretando sus mejillas.

—¡Aish, Kook! —exclamaba quitando las manos del más jóven de su rostro.

—Es que quiero morderte ese puchero mañanero —decía con sorna a sabiendas que enfadaría a Taehyung.

Este a cambio chasqueaba la lengua y se dirigía a la sala, no sin antes mirar la puerta de la habitación de Seokjin al pasar.
Jungkook fruncía su ceño, esperaba un insulto y una pelea superficial con su mejor amigo. Sin pensarlo dos veces el pelinegro golpeaba la puerta.

Taehyung giraba de repente.

—¿Qué haces? —murmuraba histérico.

—¿Qué? quiero ver su bonita cara —decía sonriendo.

—Por favor, en serio Kook —rogaba con sus manos en modo de súplica—. Deja de ser tan extrovertido con nuestro invitado. Él recién nos conoce y tú ya quieres abusar de él.

Jungkook comenzaba a reírse de Taehyung.

—¿Qué te causa tanta gracia imbécil? —susurraba.

—Que susurras cada vez que estamos frente a su puerta —decía—. Ya relájate, sabes que no puedo evitarlo. Así soy y a menos que él me ponga en mi lugar, seguiré siendo así porque la gente se relaja cuando uno es extrovertido —afirmaba y ponía la mano en el pomo.

—Ni se te ocurra —ordenaba Taehyung.

Jungkook abría la puerta—. ¡Ups! —soltaba burlón.

Taehyung resoplaba, pero ambos notaban que el castaño no se encontraba en su habitación. Jungkook se metía sin vergüenza y revisaba el baño, pero nada.

—¿Se habrá fugado? —preguntaba Taehyung con molestia en la boca del estómago.

—¿Eres estúpido o qué? —cuestionaba el pelinegro—. Todo está aquí, excepto su maletín, habrá ido a trabajar —se encogia de hombros y salía.

Taehyung lo seguía mordiendo su labio.

—¿Él te dijo que comenzaba hoy? —preguntaba Jungkook mientras tomaba una manzana verde, un cuchillo y comenzaba a pelarla.

—No, no me dijo nada —decía Taehyung acomodando sus lentes.

Se acercaba a la cafetera para preparar café y encontraba una nota.

—Oh, Kook —llamaba Taehyung y el chico lo veía con el papel en mano.

—"Boxy, Bambi: les aviso que hoy comienzo mi proyecto con Active Corp. Llegaré a eso de las seis, olvide pedirles sus números así que les dejo el mío. Si necesitan que lleve algo para la cena, me avisan. Anoten mi teléfono, los veré a la tarde. Hice café para todos y abrí la puerta con la llave que estaba sobre la isla".

Jungkook no perdía tiempo y sacaba su teléfono para anotarlo de inmediato, se reía para si solo mientras lo agendada.

—Deberiamos hacerle una llave ¿Que tanto te causa gracia? —cuestionaba Tae sacando el suyo.

—Mira —decía el pelinegro mostrándole el contacto—. Snack Jinnie, porque está para comerlo entre comidas —levantaba sus cejas reiteradas veces.

Si, Taehyung estallaba en risas.

—Eres un–...dios. Deja de pensar con tu polla —soltaba entre serio y divertido.

—Oh, vamos Tae —decía sirviéndose también una taza de café—. Yo soy bi y quiero comerlo, tu eres gay, a mí no me engañas

—No lo he visto de esa forma —mentía el azabache.

—Si, claro —añadía Jungkook sin verlo y tecleando algo en su teléfono—. El tipo es candente

—¿Qué pensaría Rose? —soltaba Taehyung.

—Hablando de la flaquita —decía con diversión—. Vendrá esta noche

—¿Otra vez? —preguntaba en puchero.

—Sip —afirmaba—. Necesito que entretengas a Seokjin, ya sabes

—¿Quieres que ponga una película a todo volumen para que no escuché como follas a Rose mientras ella gime "oh, guk, más gukkie"? —cuestionaba con rabia.

—Rose no suena así —decía con desdén—. Pero si, yo estaré aquí a las cinco y ella vendrá tipo cinco y media, seis. Así que ya sabes cómo funcionamos, luego si escucha algo me disculpare —se encogía de hombros.

—¿Por qué no van dónde su casa? —cuestionaba irritado.

—No, su compañera de piso estará ahí. Que incómodo —decía arrugando la nariz.

—¡Joder, mocoso! —soltaba—. Yo estoy aquí ¡Podrías ser considerado!

—Lo estoy siendo, cosita —soltaba divertido—. Estarás acompañado por Jinnie, de hecho te envidio —decía asintiendo—. Yo necesito follar, sabes cómo soy. Es mi casa también, no me iré a un motel, todos somos hombres, yo estaré follando con la flaquita y ustedes, no sé —se encogía de hombros—. Se harán paja entre colegas.

Un golpe aterrizaba en su nuca.

—Te juro que a veces quiero golpearte en el rostro —decía Taehyung poniéndose de pie—. Ya deja de insinuar esas cosas

—Bueno, como sea —afirmaba sobando la zona afectada de su cabeza—. Él se habrá cogido cuánta mujer se le antoje, no es un idiota. Ya deja de ser tan extraño con él.

Taehyung resoplaba y se levantaba para tomar sus cosas e irse.

—Cocina solo para ti y para él, Rose y yo estaremos en mi habitación —soltaba Jungkook antes de que la puerta se cerrará tras Taehyung—. ¡Y hazle una llave!.

El azabache se encontraba escuchando música, algo de Aretha Franklin para apagar las risas que salían de la habitación de Jungkook.

El pelinegro tenía la habitación más grande de todas, tenía un pequeño refrigerador y preparaba lo justo y necesario para meterse dentro y luego follar todo el fin de semana si era necesario y no exponer a su acompañante ya que también contaba con su propio baño.

El timbre sonaba y Taehyung soltaba su libro para ir a abrir de inmediato, al otro lado el castaño lo veía con una sonrisa cansada.

—Seokjing Hyung —decía abriéndose paso—. Te hice una llave

—Gracias, Boxy —decía entrando con su maletín y una notebook nueva—. Lalisa me consiguió una nueva laptop

—Eso es genial, podrás abrir tu email personal —decía siguiendo al chico a la isla de la cocina.

—Si, bueno —decía con una mueca—. No recuerdo mi email personal. Recuerdo todo lo laboral, en este teléfono solo tengo contactos laborales —decía mostrando su iPhone.

—Wow —añadía—. Realmente tenías ambos mundos bien separados —exclamaba preguntándose si eso era un buen o mal rasgo del castaño.

Seokjin hacía una mueca—. Gracias por la llave ¿Y Bambi? —preguntaba mirando a su alrededor.

Risas venían del pasillo y música también.

—Oh —decía al oír The Weekend venir de la habitación—. Él definitivamente no está escuchando Aretha.

Taehyung reía levantando sus anteojos—. Entonces —decía tratando de moverse con comodidad para comenzar la cena—. ¿Algo sobre tu chip?

—Me dijeron que esta semana contactarían a mi empresa y me darían el mismo número con un nuevo chip —decía tomando una manzana y dándole una rápida enjuagada para morder—. Quieren tratar de salvar mi teléfono y la memoria por si encuentran fotos que puedan ayudarme

—¿Active Corp no se contacto con tu empresa? —cuestionaba.

Seokjin asentía—. Lo hicieron, ellos dijeron que le informarían a la persona que tengo de contacto, pero heme aquí una semana después y nadie me ha llamado ni contactado.

Taehyung fruncía su entrecejo dibujando un puchero en su rostro y Seokjin lo observaba con detenimiento.

—Bonito —susurraba.

Taehyung sentía sus mejillas arder—. ¿Disculpa?

—Nada —mentía Seokjin de inmediato.

Taehyung se recomponía—. Quizás él intento contactarte por tu número personal o redes sociales personales porque no tiene ni tu número ni correo laboral —decía encogiéndose de hombros.

—¿Él?—cuestionaba Seokjin.

—¿Eh? —replicaba el azabache confundido.

—Dijiste "él" —respondía con dulzura—. ¿Crees que soy gay o te refieres a un hermano?.

Taehyung se sonrojaba de forma furiosa.

—Yo, lo si-siento no supongo nada...lo lamento —decía comenzando a preparar la masa para unas pizzas caseras—. ¿Te gusta la pizza? Las haré caseras —decía rehuyendo a la mirada de Seokjin.

—Tae — «Deja de huir»— Iré a ducharme y si me gusta la pizza.

Taehyung asentía sin verlo, Seokjin se iba a su habitación para ducharse y luego tomaría la laptop para ponerse al día laboralmente, claro que luego de cenar con el chico de sonrisa cuadrada.

Al salir se encontraba con la música de Jungkook no tan fuerte, le daba curiosidad saber con quién estaba.

—La cena está lista —decía Taehyung con la mesa puesta y leyendo su libro sobre esta y un adorable pijama de dos piezas, a cuadros blanco y negro.

—¿Siempre te quedas solo mientras Bambi folla con alguien más? —preguntaba tomando la copa con vino.

Taehyung hacía una mueca—. Ya me acostumbre —se encogía de hombros.

—¿Me imagino que le haces lo mismo, no? —decía tomando una porción—. ¿Traes a tu chica y tienes relaciones con la música en alto olvidando por completo la presencia ajena a ti y a tu cita?.

Taehyung se reía por dos razones. Él no tenía citas y mucho menos con chicas.

—Yo no hago esas cosas —decía sonriendo—. Has errado mucho en esa pregunta

—¿Ah sí? —decía Seokjin sentado frente a él y observándolo con atención—. ¿En qué le erré?.

Taehyung intentaba relajarse.

—Primero que nada, yo no tengo citas —decía bebiendo de su copa—. Amo mi trabajo y cuando no estoy en él, me gusta estar en mi apartamento —abria sus brazos—. ¿No ves que está súper cool? Yo lo decore

—Confirmo —decía divertido el castaño—. Enumeraste, significa que hay más razones por la cual le erré

—Una más —decía elevando su dedo y bebiendo por completo su tercer copa—. No me gustan las mujeres.

Se servía otra copa.

—No me digas, Boxy —decía Seokjin.

—Oh, vamos —soltaba Taehyung—. Ningún hetero se dejaría olisquear de la forma en la que me deje contigo —sus mejillas se incendiaban en un rojo furioso sobre su piel canela.

Quería salir corriendo por haber hablado de esa forma ¿Acaso Jungkook había poseído su cuerpo y ahora también era un lengua floja?.

—Si, bueno... —añadía Seokjin despreocupado—. Ningún hetero aspiraría la fragancia de otro hombre de la forma en que lo hice contigo —añadía Seokjin mirándolo fijo.

Taehyung le sostuvo la mirada por varios segundos hasta que mordía su labio inferior y cortaba el contacto visual.

—Entonces... —decía Taehyung relamiendo sus labios.

—Entonces... —los gemidos jodian la cena, Jungkook había comenzado su pequeña fiesta privada con la chica—. Okey...las paredes son muy finas.

Taehyung suspiraba exasperado.

—Son insoportables —decía bebiendo su copa.

—El ruido no llegaba a mi habitación —decía el castaño.

Taehyung bufaba—. Tu habitación no está al lado de la Kook, tienes suerte

—¿Quieres ver una película conmigo ahí? ¿O estás ocupado? —preguntaba Seokjin.

Taehyung lo miraba con una sonrisa—. Llevaré mi laptop y usaremos Netflix

—Genial —respondía el castaño.

—Genial, llevaré esto para comerlo ahí ¿O quieres terminar de cenar aquí? —preguntaba Taehyung.

Seokjin negaba—. ¿Con esos gritones como música de fondo? —decía tomando la bandeja con la pizza cortada—. Busca tu laptop yo llevaré la cena.

Minutos más tarde Taehyung llegaba a la habitación con timidez y Seokjin lo recibía cerrando la puerta.

—¿Dios hace cuanto están así? —cuestionaba sorprendido—. Creí que Bambi era...ya sabes.

Taehyung se tensaba—. Él es bisexual, su juguete actual es Rose Park —decía acomodándose en la cama de Seokjin para comenzar a buscar una película. Podía sentir el aroma de éste en toda la habitación. La pizza, copas y vino yacían sobre el escritorio del castaño—. Ella es rubia de piernas largas y a mi amigo le gusta perderse entre ellas.

Seokjin carcajeaba un poco y se sentaba al lado de Taehyung viendo la pantalla de la laptop. Taehyung se tensaba intentando concentrarse en que verían. Seokjin bebía de su copa e intercalaba su vista entre la pantalla y el perfíl de Taehyung.

Este relamía sus labios y levantaba los lentes sobre el puente de su nariz, Seokjin había notado que le gustaba mucho verlo hacer aquel ademán.

—¿Qué quieres ver? —preguntaba Taehyung con voz estrangulada.

«A tí»— Una de terror ¿Te gustan?.

Taehyung asentía, continuaba buscando y mostrándole las opciones al castaño mientras terminaban de comer.

—Vamos con esa —señalaba el castaño. Taehyung coincidía—. Ven, acomodemonos en el respaldar.

Con confianza se acostaba sentado sobre el respaldar, ya que estaban en la punta de la cama buscando por un título. Taehyung se acomodaba a su lado con timidez. Acomodaba la laptop en medio de ambos y daba play.

El azabache tomaba la copa de vino que Seokjin le brindaba. Si alguien le hubiera dicho que luego de un tiempo de estar solo, se encontraría compartiendo la cama con un hombre homosexual extremadamente ardiente, no lo hubiera creído. Pero ahí estaba.

Seokjin dejaba la copa en la mesa de noche y se acomodaba más cerca de Taehyung, quien no tenía ni un bendito músculo relajado, joder iba a contracturarse en cualquier momento.

—Relajate, Boxy —decía mirando ahora a Taehyung quien cruzaba una mirada timida por el rabillo de sus lentes.

—¿De qué hablas, Seokjin? —preguntaba mirando la pantalla.

Dios, no podía mirar a los ojos a Jin estando tan cerca.

—Estás tenso —la mano de Seokjin se iba a la nuca de Taehyung.

Casi gemía ante el tacto, casi.

—Si, bueno —tragaba el nudo—. Tuve un día largo en el trabajo

—Oh... —añadía Seokjin moviendo su pulgar para masajear—. Ven aquí —decía abriendo sus piernas.

Taehyung lo miraba sin parpadear—. ¿Disculpa?

—Soy bueno dando masajes y tú cuello tiene nudos. Ven aqui —palmeaba el espacio entre sus piernas—. Vamos, Boxy. Solo serán unos masajes, nada más raro que olerte

—¿Tan bueno eres? —cuestionaba el azabache intentando relajarse.

—Si, lo soy —asentía—, deja la laptop a un costado y ven aquí, te haré unos masajes como agradecimiento por la cena de anoche y hoy.

Taehyung sonreía, podía dejarse mimar si Seokjin no veía eso de forma rara ¿Por qué él debía malinterpretar todo si Seokjin parecía ajeno a la tensión sexual que Taehyung sentía a su alrededor?.

—De acuerdo —aceptaba.

Con cuidado se sentaba en medio de las largas piernas del castaño.

—Muy bien, relájate —pedía Seokjin en un susurro.

—Esto es muy raro, oh... —Seokjin comenzaba a masajear—, recién llevas dos días en nuestra casa y ya pasamos a segunda base —decía cerrando sus ojos y dejando caer su cabeza.

—Segunda base...que chistoso —murmuraba Seokjin—. ¿Que hiciste para terminar con un nudo en esta zona?.

Taehyung estaba disfrutando del masaje, olvidando por completo la película.

—Eh, hoy fue día de cesareas en mi trabajo —decía con ojos cerrados—. Una siamesa con seis gatitos. Una pitbull con diez cachorritos...

—Oh, que adorable —respondía.

"Mhm" soltaba completamente ido.

—Dios, tus manos... —decía entre gemidos, Seokjin estaba haciendo muy buen su trabajo.

—¿Crees que soy una porquería por tener separada mi vida laboral de la personal? —preguntaba el castaño a Taehyung.

El chico se tensaba abriendo sus ojos.

—Yo...

—Solo di lo que piensas. Vi tu rostro cuando te dije que no tenía ningun número personal en el teléfono y que no recuerdo ni siquiera mi correo electrónico —exclamaba.

—Supongo que solo no quieres mezclar las cosas, porque claramente... —Taehyung suspiraba—. No mezclas trabajo con ¿placer? —soltaba en forma de burla sin perder su adorable tono—. Se nota que el trabajo te consume bastante tiempo.

Seokjin suspiraba—. Debe ser por eso que nadie ha preguntando o venido por mi, aquí en Corea —exclamaba Seokjin.

Taehyung notaba la tristeza en su voz y se giraba para verlo.

—Quizas... —el azabache notaba la mirada de congoja en los ojos negros del castaño—. Quizás la otra persona este ocupada organizandose para venir, vamos Hyung... —decía golpeando con dulzura el hombro de Seokjin—. Todos tenemos a alguien.

Cruzaban una mirada en dónde ninguno necesitaba decir mucho y Taehyung le regalaba una sonrisa cuadrada.

—Boxy... —susurraba nuevamente, su mano no pedía permiso y acomodaba los rizos enmarañados de Taehyung detrás de su oreja—. ¿Tu tienes a alguien?.

Taehyung se sonrojaba levemente—. Eh...¿Jungkook? —decía con una mueca.

—¿Tú y él tienen algo? —preguntaba Seokjin.

—No, no. Por dios, no —negaba rotundamente.

Seokjin carcajeaba y se enderezaba para quedar más cerca de Taehyung, quien volvía a tensarse.

—¿Puedo hacer esto más raro? —preguntaba Seokjin.

—Estoy entre tus piernas ¿Se puede poner más raro? —cuestionaba divertido.

Seokjin reía y quedaba serio al segundo, cruzaba una mirada con Taehyung y se inclinaba para meter su rostro en el hueco de su cuello y aspirar.
Taehyung cerraba los ojos inclinándose al sentir el rostro de Seokjin tan cerca, casi apoyando su cabeza sobre la del castaño.

—Dios, realmente me recuerdas a alguien —susurraba Seokjin.

La electricidad recorría el cuerpo del azabache y llevaba su mano a la nuca de Seokjin. La situación era ridícula, Taehyung no podía dejar de repetirselo, pero el calor del castaño y tambien su aroma parecían nublar sus sentidos.

Le gustaba, le había gustado desde que había abierto la puerta para recibirlo.

Y Seokjin no podía ignorar lo atractivo que aquel chico era, plus su fragancia y lo familiar que se le hacía, provocaban que Seokjin simplemente se perdiera en Taehyung.
Lentamente salía del hueco de su cuello para encontrarse rozando la nariz del azabache quien estaba bajo el mismo encanto dispuesto a sucumbir a la tentación.

Tragando el nudo en su garganta Taehyung cuestionaba—. ¿Que tal si ese alguien era importante para ti?.

Seokjin fruncía el entrecejo y antes de responder o siquiera intentar besar a Taehyung la puerta sonaba con unos golpes fuertes.

—¡Jinnie! —la voz de Jungkook los sacaba a ambos de su ensoñación.

Taehyung sentía pánico porque sabría que tendría que lidiar con las preguntas de Jungkook si los veía de esa forma, lo soltaba pero antes de poder moverse la puerta era abierta.

«Mierda» Jungkook no golpeaba más de una vez.

Los ojos de Bambi, como Seokjin le había puesto, detonaba un destello de sopresa que incomodaba a Taehyung y a Seokjin.

—¿Me perdí de algo? —preguntaba, intentando sonar divertido.

Rápidamente Seokjin notaba el cuerpo bien trabajado del pelinegro, qje estaba con unos pantalones de chandal negro cayendo sobre sus caderas y su torso al desnudo.

—Nos cansamos de escuchar los gemidos que salían de tu habitación, así que invite a Taehyung comer a la mía y mirar una película —decía relajado el castaño—. Te hubiéramos invitado a la fiesta, pero ya estabas ocupado.

Seokjin le guiñaba un ojo y Jungkook se recomponía volviendo a su personaje extrovertido.

—Segundo día y ya quieres comerte a mi panquecito —soltaba divertido refiriéndose a Taehyung.

—Kook, que apodo de mierda —decía el azabache sin moverse de entremedio de las piernas de Seokjin.

Jungkook reía—. Esto es muy bizarro ¿Que estaban haciendo? —preguntaba acercándose a la cama.

No ignorando como al castaño se le iban los ojos.

—Panquecito tenía dolor en su cuello, yo solo estaba haciendo la buena acción del día —respondía Seokjin.

—Oh, que envidia —decía cruzándose de brazos.

—¿Tú querías masajear a Boxy? —cuestionaba divertido el mayor.

—No, él quiere que le hagas masajes —decía Taehyung con seriedad, saliendo de entre medio de sus piernas.

—Gukkie —una voz aniñada resonaba detrás de Jungkook y una rubia de pelo largo se metía en la habitación colgándose de sus hombros—. ¿Él es Seokjin? —decía señalando al castaño quien estaba cerrando la laptop para devolversela a Taehyung, el mismo estaba de pie al lado de su cama.

—Sip, soy Seokjin —saludaba con una sonrisa.

La chica, sin vergüenza alguna se subia a la cama y gateaba hasta Seokjin para extender su mano.

—Gukkie tenía razón —decía saludando a Seokjin y sacudiendo su mano.

—¿Razón con qué? —preguntaba el castaño al verla en su cama.

Taehyung le hacía todo tipo de caras al pelinegro para que su chica dejara de incomodar a Seokjin, pero Jungkook solo sonreía.

—Eres atractivo y ardiente —decía la chica guiñándole un ojo.

Rápidamente se levantaba y volvía a la lado de Jungkook.

—Hyung, Rose es como Jungkook —decía Taehyung empujando a ambos a la salida—. No tiene filtro

—Bueno, nos cansamos de pedirte que te unieras en un trío, porque yo lo quería —decía la rubia.

—Eso no va a pasar —le respondía Taehyung.

—Bueno ahora Seokjin está en las opciones de Jungkook —decía la rubia de rostro angelical.

—De acuerdo es hora de salir —soltaba el pelinegro—. Solo quería verificar que no te sintieras incómodo con esto —decía Jungkook a Seokjin.

—Es su casa no la mía —respondía el castaño encogiéndose de hombros.

—Exacto —decía Jungkook cruzando una mirada con el mayor y luego viendo a Taehyung con la cabeza agacha—. Te dejaremos descansar

—Adios Seokjin —decía Rose quien rápidamente volvía a la habitación de Jungkook dejando a los amigos en el pasillo.

—¿Algo que quieras compartir con tu mejor amigo?—preguntaba el pelinegro a Taehyung.

Taehyung lo miraba sin expresión alguna—. Buenas noches, Kook. Ya le di la llave a Seokjin. No te desveles que ahora tienes un trabajo al que asistir.

Sin más palabras se metía a su habitación dejando a Jungkook con muchas preguntas en su cabeza.

«Ya habrá tiempo de bombardearlo con mi curiosidad» pensaba volviendo a su habitación.

Hello My babies...jejejeje

Que cosas no, me llevo escribir este capítulo. Fue demasiado largo para mí gusto.

Bueno, dejen sus comentarios que ya saben, puede que a veces no responda pero los leo toditos ❤️❤️❤️❤️❤️

Con amor Niñita Nany 💜

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