JinYoung estaba sentado en silencio sobre la cama de SeokJin, tenía muchas palabras atoradas en la garganta. Afuera de la habitación estaba seguro de que se llevaría a SeokJin con él para que estuviera en un ambiente conocido y familiar, pero ahora lo veía sobre esa cama y a pesar de que parecía el mismo hombre amargado y solitario había algo diferente en él.

— ¿Quién de los dos es? —soltaba de la nada.

SeokJin alzaba la vista y fruncía el ceño—. ¿A qué te refieres?

JinYoung suspiraba levantándose de la cama y se sentaba sobre la silla al lado de ésta—. ¿Quién de los dos chicos te gusta? Porque no necesito pasar más tiempo para saber que tiene un enamoramiento contigo ¿Que les hiciste?

—Nada —se apresurada a responder.

—No te creo —replicaba, cruzándose de brazos—. Ambos estaban hecho un manojo de nervios cuando te desvaneciste

— ¿Los dos? —preguntaba SeokJin con mirada lastimosa.

—Ay, mierda —JinYoung dejaba caer su cabeza hacia atrás—. No tienes un jodido romance desde Jimin ¿y ahora estás en un triángulo amoroso?

SeokJin cerraba sus ojos y fregaba su rostro—. Yo no-.... No lo digas de esa forma. Me haces sentir que estoy engañando a mí esposo

—Difunto esposo... —JinYoung se relajaba—. Mira, hace unos minutos estaba como un jodido perro guardian allí afuera porque simplemente fue extraño ver qué tú... No lo recordarás

—No lo hice adrede ¿O acaso crees que estoy feliz por haberme olvidado de él?

—No dije eso y tampoco quise dar a entender tal cosa —JinYoung se inclinaba sobre la silla y apoyaba sus codos sobre sus rodillas—. Siempre fui partidario de que siguieras adelante, pero es probable que haya ahuyentado a esos chicos y ahora que te veo te pregunto nuevamente ¿Cuál de los dos?.

SeokJin negaba suspirando—. Creo que les estoy jugando muy sucio

— ¿Por qué dices eso? No conozco tipo más decente que tú

—Besé a Taehyung y dejé que Jungkook me hiciera sexo oral

—Mier-da —soltaba el sargento—. Yo... Me quedé sin palabras —afirmaba.

SeokJin suspiraba por enésima vez, realmente se sentía como la mierda.

—No quiero jugar con ellos. Realmente no es lo que quiero

—Sé que no, no tienes que repetirlo. Sé la clase de hombre que eres pero ¿tienes en claro que es lo que quieres? —cuestionaba JinYoung.

El castaño estaba verdaderamente frustrado.

—Ambos tienen esta esencia similar a él —susurraba con ojos llorosos—. Mierda, sigo extrañándolo

—Por un momento cuando me entere la fecha que tuviste el accidente creí que habías intentado alguna locura por qué era otro aniversario de Jimin —mencionaba su amigo.

SeokJin negaba y limpiaba las pocas lágrimas que querían asomarse.

—Iba muy distraído y desganado conduciendo, yo realmente no había tenido todos mis reflejos despiertos para esquivar el auto de ellos

— ¿Quisiste rendirte, cierto? —preguntaba el sargento Park e íntimo amigo.

—Por un segundo sí. Realmente quería hacerlo —afirmaba—. Cuando vi que no llegabas de inmediato llame a su teléfono, pero me daba fuera de área.

JinYoung fruncía el ceño—. Espera ¿Tú aún no diste de baja su número?

El castaño se encogía en su lugar—. Me gusta oír su voz en la contestadora —agachaba su cabeza y sorbía su nariz. Nuevamente las lágrimas amenazaban con salir—. Siempre llamo antes de dormir para escucharlo.

JinYoung inclusive sentía sus ojos arder y maldecía al destino por haber puesto a SeokJin en aquella situación de mierda de revivir nuevamente la perdida de Jimin. No sabía con exactitud como consolar a su mejor amigo pero le salía bien sacarlo de su cabeza, a veces. Así que decidía preguntar:

— ¿Qué tienen esos chicos? Te tienen a mal traer. El que no usa lentes tiene un temperamento fuerte —mencionaba refiriéndose a Jungkook.

—Jungkook es… —SeokJin se quedaba pensando y susurraba—. Me recuerda a Jimin cuando había perdido su timidez conmigo —reía de lado con dulzura—. No he visto a Jungkook muy enojado pero lo he visto muy serio y… Tiene ese fuego que tenía Jimin, definitivamente.

JinYoung lo escuchaba y miraba atentamente como sonreía con dulzura al hablar del muchacho—. ¿Y el otro chico? —añadía.

SeokJin quedaba serio, repentinamente y suspiraba—. TaeHyung es… —relamía sus labios—, es igual a Jimin. Toda la dulzura, lo atento y considerado. Él es…

—Tienes un grave problema ahí… —añadía.

—Hasta el mismo perfume utiliza —exclamaba entre risa.

—Extreme de Hugo Boss. Dios, lo sentí cuando lo tuve cerca —afirmaba su amigo.

—Exacto, sí. Fue una tortura sentir la fragancia en TaeHyung y no saber a quién me recordaba —susurraba avergonzado.

—Aun así. Esto no se trata de una simple fragancia, te gusta el tipo —exclamaba—. Ambos —añadía. Alzando sus cejas esperaba la reacción de negación u horror por parte de SeokJin, pero este seguía cabizbajo.

Sin afirmar pero sin negarlo tampoco.

—Iba  a mudarme antes de saber que vendrías. No puedo seguir hospedándome con ambos —replicaba negando—. No quiero ocasionar inconvenientes

—Yo venía a llevarte a Australia y que se pudra la empresa para la que estás trabajando. Tu salud es primero —añadía firme el sargento. Luego SeokJin alzaba la vista y suspirando añadía—. Pero el tal Jungkook me dijo que no te irías hasta acabar lo que viniste a hacer

—Solo será un mes y medio o más, porque estuve jodidamente retrasado y surgieron cambios —respondía—. ¿En serio Jungkook te dijo eso?

—Él te llama ‘Jin Hyung’ —mencionaba incrédulo—. Tiene que ser una jodida broma

—Estamos en Corea, es normal

—Jimin te llamaba así de pura burla por ser de Corea

—Lo sé. ¿Sabes que cuando reaccione luego del accidente, era lo único que repetía? —una sonrisa rota se le dibujaba—. Ahora entiendo el por qué, extraño la voz de Jimin llamándome de esa forma. Primero lo hacía de burla pero luego se había acostumbrado y a mi gustaba escucharlo.

JinYoung sonreía y exclamaba—. Ahora lo escuchas constantemente de tus nuevos enamorados

—Dios. No digas eso, Young-issi—pedía frustrado—. Quiero salir de aquí. Detesto tener que aguantar 24 horas

—No me llames así, carajo. Suena raro y me quedare contigo

—No. Nadie se quedara. ¿Cuándo tienes que volver?

—Pedí tres días libre a partir de mi llegada. Luego debo volver —mencionaba viendo a SeokJin—. ¿Tú estarás bien?

—Tengo trabajo y salud

—No me digas… Amigo, fue un jodido pre infarto

—No volverá a suceder, soy un tipo sano. Esto solo fue… Estaré bien ¿Has comido algo? —preguntaba SeokJin.

—No. Aun nada

—Vete de aquí y come algo. Mañana iremos a almorzar afuera y ver mi nuevo lugar. Lalisa me pasó información hace unas horas —JinYoung hacía una mueca que llamaba la atención de SeokJin—. ¿Qué?

—Me iré tranquilo y no insistiré en llevarte solo si te quedas con ellos. No estaré tranquilo si te quedas solo

—No puedo hacer eso. No puedo quedarme con ellos, no sería justo

— ¿Por qué? ¿Por qué no puedes elegir? —mencionaba su amigo.

—No tengo nada que elegir. Mi vida está en Australia —afirmaba—. ¿Y sabes qué? Tienes razón yo ni siquiera podría elegir. No está en mis opciones…

JinYoung suspiraba—. Iré a comer algo y seguramente alguno de ellos querrá entrar ¿Tú a quien querías ver primero? No lo digas —batía su mano para que no dijera nada—. El que quiera entrar lo dejare

—Gracias por venir. Sé que si no hubieras estado en el campo hubieras venido antes por mi —SeokJin estiraba su mano y tomaba la de su amigo—. Lamento haberte preocupado

—No tienes nada que lamentar —abrazaba a SeokJin, apretándolo fuertemente para luego soltarlo y salir de su habitación.

Al instante Jungkook se ponía de pie con sus ojitos bien abiertos, pero sin decir una palabra, así que JinYoung hablaba por él.

—Jungkook ¿Cierto? —mencionaba. El chico asentía frenéticamente con las manos dentro de su vaquero—. Puedes pasar

—Gracias —Jungkook se inclinaba constantemente mientras iba camino a la habitación y JinYoung negaba por aquella costumbre peculiar que no extrañaba de aquel país.

Mientras tanto al ingresar a la habitación veía a SeokJin sobre la cama con un tono pálido y sus labios carnosos no tenían color.

—Hyung… —susurraba con dulzura—. Te ves como la mierda.

SeokJin soltaba una risa sincera, algo ronca—. ¿Puedes alcanzarme un poco de agua y no burlarte de mí estado?

Jungkook reía de lado haciendo lo pedido, al pasarle el vaso de agua SeokJin rozaba sus dedos y Jungkook se alteraba interiormente.

—Estoy bien, quita la cara de susto —pedía el mayor.

—No te irás —soltaba Jungkook—. Dile a la chica bonita de tu asistente que no te irás

—Lalisa —mencionaba SeokJIn—. Tengo que irme Kook. Está decidido.

Jungkook se sentaba en la cama cerca de SeokJin y tomaba su rostro con una mano, sorprendiendo al mayor—. Si es por mi culpa, lo lamento. Estuvo mal haberme metido en tu habitación. Soy un imbe-…

—Hey, hey —SeokJin se erguía sobre la cama y tomaba el bonito rostro de Jungkook entre sus manos—. No es tu culpa —mencionaba a pulgadas—. Yo te deje. Yo estoy haciendo las cosas mal —afirmaba SeokJin con total honestidad y añadía—. Con ambos.

JungKook pasaba saliva y se veía perdido en el bonito rostro del arquitecto. El pelinegro no recordaba cuando había sido la última vez que se había sentido un manojo de sentimientos extraños. Pero era tan impulsivo desde que tenía uso de razón y besaba a SeokJin. Un suave beso con ojos cerrados que contrastaban con los abiertos y llenos de sorpresa de SeokJin.

El arquitecto no estaba entendiendo como aun siendo jodidamente honesto con ambos, estos chicos parecían querer chocar y arder junto con él. Eso no era una buena señal, porque todo apuntaba a que los tres terminarían en la ruina. SeokJin había admitido ser una mierda y ambos chicos serían capaz de perdonarlo e ignorar el hecho de que había estado paseando entre ambas bocas. La sensación de que podría hacer lo que quisiera con ambos lo hacía sentirse peor de lo que ya se sentía.

Tenía que alejarse, hacer su trabajo y volver a Australia cuanto antes y no estar quemándose con el fuego de Jungkook e impregnándose de la delicadeza de TaeHyung.

Llegue y dios hacía como un mes que no actualizaba RM, perdón creo que me perdí en la ronda pero acá estoy. Bienvenidos a mis nuevos lectores y seguidores y muchos abracitos para los que siguen conmigo teniéndome paciencia y esperando por la actualización de cada una de mis historias.

Ay que duro se está poniendo este fic, Jesusito.

Con amor niñita Nany 💜